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Y nosotros que somos siervos de Jehová también luchamos por cosas, por ejemplo cuando
surgen pruebas o dificultades, luchamos por mantenerlos leales a Jehová, Jacob un siervo
del pasado también entendía eso, por eso es que lucho por ser leal y utilizar su vida para
cumplir los propósitos de Jehová.
Jacob se dio cuenta del gran privilegio que significaría ser partícipe en el cumplimiento de
tales promesas divinas. Finalmente, se le presentó la oportunidad de comprarle legalmente
a su hermano tanto la primogenitura como todo lo que esta conllevaba. En la reunión
anterior hablamos de un poco de historia bíblica
Un día en que Esaú volvía exhausto del campo percibió el aroma del sabroso guisado que
su hermano había cocinado, se acercó y exclamó: “¡Aprisa, por favor, dame un bocado de lo
rojo... lo rojo que está allí, porque estoy cansado!”. Jacob respondió: “¡Véndeme, ante todo,
tu derecho de primogénito!”. “Esaú despreció la primogenitura”, por lo que efectuó la venta
con toda celeridad, sellándola con un juramento solemne
Pero conseguir la bendición que daban todos los padres al morir y que solo la daban al
primogénito, no fue nada fácil para Jacob. Ya que él no era el primogénito. Que hiso para
reclamar lo que era justo para él, sigamos analizando la historia bíblica en Gé 27:6-10.
Ahora veamos cómo se hiso pasar por Esaú, no era nada fácil ya que Esaú era velludo pero
Jacob no así veamos que hicieron Gé 27:18, 19 18 Entonces, él entró a donde estaba
su padre y le dijo: “¡Padre mío!”. Y él le contestó: “¡Aquí estoy, hijo mío! ¿Cuál
de mis hijos eres tú?”. 19 Jacob le respondió a su padre: “Soy Esaú, tu
primogénito.+ Ya hice todo lo que me dijiste. Siéntate, por favor. Come algo
de lo que cacé y bendíceme”
Ahora nos preguntamos ¿Obraría bien Jacob al hacerse pasar por Esau? Aunque la Biblia
no da todos los detalles de por qué Rebeca y Jacob obraron de ese modo, sí indica que la
situación surgió de repente. Cabe señalar que la Palabra de Dios ni justifica ni condena lo
que ellos hicieron, por lo que no establece ningún precedente para mentir o engañar. Sin
embargo, la Biblia sí arroja luz sobre la situación.
En primer lugar, el relato señala con claridad que Jacob tenía derecho a recibir la
bendición de su padre, y Esaú no. Tiempo atrás, Jacob le había comprado legalmente la
primogenitura a su gemelo, quien no la valoró y la vendió por una comida para satisfacer
su hambre. Esaú “despreció la primogenitura” . Por eso, al presentarse ante su padre, lo
que Jacob buscaba era una bendición que legalmente le pertenecía.
Que le pareció todo lo que hiso Jacob con el fin de conseguir la bendición de su padre, y
que diferente que fue Esaú cuando vendió su derecho de primogénito por un simple plato
de comida.
Y usted que está dispuesto a hacer por conseguir la bendición de Jehová, muchos se han
esforzado por dejar vicios y amoldar su vida a los principios bíblicos, pero debemos seguir
esforzándonos porque Satanás quiere quitarnos las bendiciones de Jehová, siga luchando
por mantener esa lealtad a Jehová.