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Refugio para mujeres

víctimas de la
violencia | ORIGEN
19º41’53’’ N

En Librería, Oficinas, Salud, Social
22 Ago 2018
El refugio para mujeres víctimas de la violencia es un edificio de
asistencia social humanitaria para ayuda de mujeres que viven o en
algún momento de su vida han padecido problemáticas de violencia
intrafamiliar y de género.
Su posición dentro de las tipologías de servicios de ayuda o asistencia a
personas en este tipo de problemas ha resultado en un edificio de una
sola planta, de partido cerrado, estructurado espacialmente para ver
hacia dentro de sí mismo lo cual establece su significación, así como la
función protectora hacia sus habitantes.
Las formas exteriores del edificio son recias y masivas en su apariencia
general por lo que en su distribución interna se buscó una arquitectura
fluida y abierta en lo posible para garantizar la vinculación visual con el
exterior sin menoscabar la necesidad de hermetismo en el edificio.
La composición formal del edificio es mixta, por un lado, la planta
combina formas rectas horizontales que intersectan sistemas
circulaciones en diagonal y a su vez, las masas geométricas exteriores
están compuestas por un perímetro cuadrangular de tabique aparente
que contrasta con unos prismas de concreto que se elevan hasta una
altura 4 metros dando un contraste de verticales aisladas dentro del
conjunto.

Estudio Crítico Descriptivo


Programa Trascendente

En la estructura programática de este centro de ayuda se destacan una


plaza de acceso, un espacio sensorial de bienvenida, áreas de trabajo
social, dormitorios, consultorios médico y psicológico, áreas
administrativas y de servicio al usuario y generales.
Al tener un sistema combinado de franjas horizontales con un sistema
lineal de diagonales continuas que distribuyen dinámica y
ordenadamente los diversos espacios del inmueble se posibilita la visita o
los recorridos desde una libertad absoluta de sus habitantes propiciando
que el programa adquiera por su disposición aleatoria una categoría
trascendente.
Lo complejo urde posibilidades de riqueza ilimitada en la manera en que
los habitantes del refugio más que buscar y localizar las áreas de ayuda
previstas en el programa, lo encuentran libre y espontáneamente en su
andar diario dentro del edificio.

La fortaleza estetizante

En su condición de edificio para protección y ayuda de personas en


problemáticas de violencia se requirió hacer un edificio absolutamente
ciego y cerrado hacia el exterior por lo que la estrategia fue diseñar una
estructura tipo fortaleza donde el rigor y el mutismo formal se constituyen
como sus rasgos característicos naturales.
Sin embargo y aun cuando la seguridad y su control de acceso
determinaron la fisonomía general del recinto, se optó por atenuar esta
condición de severidad del edificio mediante intenciones estetizantes
consistentes en la belleza de sus muros de concreto aparente enduelado
que se enriquecen con el contraste de los volúmenes de tendencia
vertical tipo torre vigía, el gran muro de tabique aparente en la fachada
oeste del edificio y el prisma de color amarillo que funge como hito para
enfatizar la entrada al edificio.
El rigor y la belleza se entrelazan para definir la obligación funcional del
edificio y su significativo efecto terapéutico a partir de la experiencia
natural de la belleza.
Superposición de sistemas Formales

La forma del edificio combina dos sistemas formales diferenciados,


primero, tres sistemas lineales horizontales dispuestos en paralelo,
divididos entre ellos por jardines de 4.5 mts. de ancho y en segundo
término, un sistema lineal de diagonales angulares derivadas del límite
prexistencial urbano del terreno por el lado norte cuya reflexión primero y
luego iteración alterna devienen en una configuración circulacional de
amplio desarrollo que intersecta el sistema anterior.

Laberintos de libertad

Al sobreponerse estos sistemas formales se produce una entramado


constructivo y espacial de planos en distintos sentidos que producen la
sensación de una estructura tipo laberinto con la peculiaridad de ser gran
parte de ella a cielo abierto cuyas fugas visuales y espaciales devienen
en una extraordinaria riqueza de sólidos y vacíos alternándose
prácticamente ad infinitum que se perciben como una invitación
totalmente flexible para recorrer el espacio interior del refugio.
La metáfora es más que afortunada, un laberinto de formas, luz y
naturaleza que se puede recorrer de todas las formas posibles, el ideal
de libertad de un usuario para recorrer un edificio tan buscado por los
arquitectos modernos se logra plenamente al construir una tipología
eterna de naturaleza mítica.

La diagonal como continuum vital

Dentro de la experiencia al moverse dentro del edificio, la diagonal toma


un valor central protagónico pues prácticamente todos los espacios
regidos por este sistema geométrico se liberan de programa –a
excepción de sus extremos que son tratados como áreas de espera y de
servicios- lo que produce una percepción abstracta de estos espacios por
su naturaleza vacua y fluida.
Así la mayor parte de este sistema formal de diagonales es circulación, si
se lo entiende funcionalmente y en el mejor de los casos, arquitectura
pura, es decir, un lugar de encuentro y de posibilidades fenomenológicas
de luz, materia y tiempo que suspenden la noción ordinaria de
cotidianeidad para trascender a un continuum vital de los espacios y su
atmósfera.
Un itinerario circulacional que funge como conductor espiritual de sus
moradores.

La horizontal como pauta

En las franjas horizontales de la planta del edificio se encuentran


ubicados la mayor parte de los elementos programáticos (Administración,
consultorios, Trabajo social, módulos de usos múltiples, dormitorios y
algunos servicios).
Ésta estructurada disposición de zonificación en paralelo permite que la
complejidad del sistema diagonal alterno del edificio se vea pautada por
el orden subyacente en estas franjas horizontales que garantizan la plena
funcionalidad del recinto y en consecuencia, una configuración de la
estructura como orden y garantía de claridad formas.

La naturaleza como núcleo

En medio del entramado espacial y tectónico del edificio se disponen los


jardines en la parte central y en la posterior el huerto.
De esta manera la naturaleza es el verdadero núcleo del edificio
brindando con su atmósfera vivificante, un remanso visual que influye
positivamente en el ánimo de las féminas y los habitantes del refugio.
Después de haber vivido, la experiencia de problemáticas familiares y de
inseguridad personal, el encuentro de estas mujeres con porciones de
naturaleza representadas por el cielo, la luz y los árboles brinda un
marco de esperanza y seguridad permanentes.

Tipologías fundacionales

El edificio del refugio para mujeres víctimas de violencia es un edificio


que desde el punto de vista humanitario no debería existir.
Sin embargo, ante la ausencia de garantías en los derechos y la
seguridad de la mujer en México, se requiere este tipo de instituciones
que coadyuvan a la superación de esta problemática.
Kahn decía que hacer arquitectura es crear instituciones.
En este orden ideas debemos entender al Refugio como una innovación
tipológica fundacional, pues su diseño no parte de referencias previas o
casos análogos.
Esto eleva su importancia ya que un partido organizacional como el de
este centro es por su calidad un buen punto de partida en el diseño de
estas nuevas tipologías que plantea un origen de calidad en el diseño de
este tipo de instituciones.

Jardines intangibles

Los jardines se trataron no con la abundancia y el derroche de la


arquitectura de paisaje tradicional sino como estepas austeras donde se
destacan algunas jacarandas u otros árboles endémicos.
A manera de un corro natural, estos árboles se enmarcan por zonas
semicirculares de cubre pisos de verde follaje que parecen cuadros
abstractos de naturaleza intermedio entre lo vivo y lo inerte.
Esta condición peculiar hace de los jardines algo menos habitable desde
la fisicidad y más desde lo mental contemplativo, así, puede hablarse de
una intangibilidad de los jardines por no ser su vocación principal el
recorrerlos o habitarlos con el cuerpo, sino más bien con la mente y el
espíritu.

Paisajes trascendentes y sacralización e espacio

En el mismo entorno de los espacios exteriores dentro del refugio, en


medio de estos jardines se alzan muros, planos, prismas volumétricos de
color amarillo cuya combinación resulta afortunada.
El arte representado por una arquitectura de la estética que a veces a
hace pensar en la escuela tapatía, y particularmente en Barragán,
producen un efecto de gran belleza que nos permite hablar de la
trascendencia de estos paisajes internos que suceden en el edificio.
Si Barragán con el arte del color, la luz y la proporción estableció un
canon que nos inclina a la sacralización de cualquier espacio, este centro
ha asumido plenamente la lección del Maestro original creando una gran
arquitectura en medio de una naturaleza bellamente diseñada.

Bicromía Arquitectura Naturaleza

Dentro del diseño y la composición estetizante de estos espacios


nucleares del edificio, se destaca una bella armonía bicromática entre la
arquitectura cálida de tonos amarillo medio y el azul cerúleo del cielo que
puede apreciarse en plenitud al haberse dejado el edificio a cielo abierto
en muchas de sus áreas protagonistas.
La combinación naturaleza (cielo) y Arquitectura (escala tonal de
amarillos) conforman una bicromía que aporta notas de alegría y goce
del espacio.
Algo que sin duda contribuye al buen ánimo de sus moradores y a la
renovación de su entusiasmo. El color y la naturaleza se convierten en
una terapia brindad por la arquitectura.

Espacio ecuménico conductor

Como área de ingreso al refugio se diseñó un espacio sumamente


austero que no tiene vocación funcional determinada.
Este espacio provee al recién llegado una atmosfera de recogimiento
silente que no tiene inclinación religiosa alguna y sin embargo se percibe
como un espacio de profunda espiritualidad ecuménica por su alto
contraste entre la luz y la sombra.
En esta forma, la arquitectura otorga a las mujeres y familiares que
ingresan al edificio una experiencia sensorial y psicológica de aliento al
brindarles dentro de una vacuidad espacial de gran fuerza plástica una
evolución de la sombra a la luz, una adecuada analogía paralela que
puede representar el camino hacia una vida más plena y mejor a la que
han llevado hasta su llegada al recinto.
Acromática aprogramática

Además de la cromática funcional del edificio, el espacio interior se


enriquece con una expresividad acromática aprogramática que trata de
poner en escena atmosferas arquitectónicas de categoría contemplativa.
Los muros de concreto enduelado, que en su condición ordinaria
parecerían simples y hasta anodinos son alquimizados por los efectos de
una plástica lumínica que transforma los espacios sin programa
predefinido en metáforas acromáticas arquitecturales que congelan la
música del edificio.

Los brazos de Perseo (hijo de Zeus) el arte como Técnica (Tabiques Z)

Como variante constructiva al concreto y los muros o pisos pulidos de


color amarillo, se construyó un paramento de tabique expuesto de más
de 35 metros de longitud que crea una fachada más cálida en el lado
poniente del conjunto adyacente al estacionamiento.
Esta obra de tabique aporta al conjunto una nota regionalista que, sin
caer en folclorismos figurativos, creando una arquitectura más crítica,
aunque contextualizada al entorno tipológico, a la economía local y a los
modos de construir tradicionales de la zona.
La tectónica robusta de este elemento se logró por medio de un acomodo
de tabiques a tizón con la peculiaridad de tener forma de Z al sustraer
dos cortes cuadrados en sus esquinas en los extremos posterior y
anterior de cada pieza.
Esta nueva pieza singular permite enlaces entre los tabiques sólidos y a
la vez rítmicos que permiten crear una arquitectura artesanal de alta
calidad tectónica que bien podría evocar conceptos constructivos
clásicos.
Una forma de construir bien que a la vez se. hace arte. Saber edificar y
expresar, dos fines fundamentales de toda buena arquitectura.
Si los constructores en madera han desarrollado históricamente la
técnica de unión de dos vigas conocida como rayo de Zeus en alusión a
la forma del corte, pero también a la garantía de la fuerza requerida para
una adecuada durabilidad de la forma construida, en este innovador
muro los autores de esta obra han creado una técnica de corte y
ensamblaje del tabique que puede ser nombrada como brazos de
Perseo, -hijo mitad humano y semidiós del  Dios principal del panteón
griego-.
Sirvan estos brazos de Perseo para construir muros sólidos y durables y
a la vez, como significante metáfora protectora de los frágiles o los
indefensos.

Conclusiones y asociaciones con la producción previa de


la oficina
En esta obra se puede apreciar una profunda intención por la búsqueda
de una arquitectura de alta calidad que alguna vez, se ha prefigurado
como la búsqueda de un “producto origen” lo cual viene a ser como la
expresión interna en la oficina para definir lo que se conoce como una
opera prima.
La búsqueda constante de calidad en el quehacer arquitectónico ha
estado siempre presente desde los orígenes de esta oficina y en este
edificio hay dos logros que convergen idealmente.
Desde el punto de vista del arte y la proyección arquitectónica se logró
una pieza innovadora, sofisticada y original.
En contra ángulo, desde la actividad técnico-constructiva, las
innovaciones del muro aparente con piezas singulares, la resuelta
naturalidad con la que se utiliza el concreto aparente enduelado, por
cierto ya usado en otras obras por los arquitectos González Pérez y la
háptica y la cromática del edificio integrados a su proceso constructivo
permiten pensar en una obra de importancia trascendental de la nueva
arquitectura mexicana.

Créditos del proyecto y obra


Diseño Arquitectónico:
ORIGEN 19º41’53’’ N | Omar González Pérez / Hugo González Pérez
Equipo de Diseño Arquitectónico:
Hugo Saev
Fernando Mora Serrano
Mariana Stephanie Cruz Zapata
Luis Villa Alfaro
Guadalupe Gallegos Crispín
Roberto Rojas Guardián
Modelado y Realidad Virtual:
Mario Alejandro Álvarez Segundo
Marco Antonio Calles Ríos
Administración:
Mónica Itzel Morales Ortega
Sandra Mondragón Chávez
Javier Becerril Cruz
Fotografía de Obra Construida:
Luis Gordoa
Francisco Méndez

Planta baja
Sección Arquitectónica A

Sección Arquitectónica B

Fachada Norte

Fachada Este
Fachada Oeste

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