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¡San Lázaro, amigo fiel de Jesucristo

que todos los males haces desaparecer,


y que regalas tu afecto y protección
a quien sufre miserias y fatalidades,
llego suplicante ante ti pidiendo tu bondadosa
atención;
san Lázaro, glorioso patrón de los pobres,
y hermano y guardián de los que pasan calamidades,
tú que conociste el sufrimiento y la enfermedad
y la visita del Maestro te devolvió la vida en Betania,
acoge benigno esta humilde oración
ahora que imploro esperanzado tu ayuda
en esta hora de angustia y necesidad.
 

Bienaventurado san Lázaro, ruega al Padre Eterno


para que tengamos una confianza cierta y segura
en el poder de nuestro Señor Jesús
y cuando nos sentamos desfallecer,
y los problemas nos agobien y preocupen,
acudamos ante El con confianza para pedir su ayuda.

San Lázaro de Betania, 


que junto a tus hermanas Marta y María, 
fuiste leales seguidores del Divino Redentor 
háblale de mí, pídele por mí,
cuéntale mis graves carencias de dinero,
imposibles de ser arregladas por mis solas fuerzas,
y obtenme una situación económica holgada,
que mis grandes problemas de dinero
sean solucionados cuanto antes
y la buena suerte, la prosperidad y la riqueza
lleguen a mi casa, a mi trabajo (o negocio).
Ya no quiero sentir más intranquilidad
no quiero desesperarme cada día
por no tener lo suficiente para cubrir los gastos
familiares
y no poder cancelar todas las deudas que tengo,
por ello te ruego seas mi buen amigo y benefactor
y me libres de tanta carencia y apuro económico
te suplico me prestes tu muy eficaz auxilio,
y por el poder que gozas ante el Señor
me obtengas esto que confiadamente solicito:

(hacer ahora la petición con inmensa fe).

San Lázaro milagroso, san Lázaro poderoso,


resucitado por la divina gracia de Jesucristo,
te ruego, por el triste momento de tu agonía,
y por la infinita alegría que experimentaste
cuando Jesús con sus dulces palabras
te mandó salir del sepulcro,
que comuniques mis urgentes carencias al Divino
Maestro
para que por tenga a bien concederme lo que,
con total seguridad en tu valiosísima mediación
he pedido en estos graves momentos de escasez,
y me llegue suerte, fortuna, abundancia y
prosperidad.

Gracias te doy de corazón por tu intercesión,


gracias te doy porque sé me vas a ayudar.

Glorioso san Lázaro bendito,


te quiero y hacia ti es mi devoción,
en ti deposito mi confianza para hacer realidad mis
sueños,
pide al buen Jesús me envuelva con su misericordia
y me otorgue sus favores,
pero si El cree que no lo merezco
yo le seguiré queriendo igual por lo bueno que ha sido
conmigo
y por lo mucho que me ha protegido en mi vida,
la fe en El me salva y su amor me consuela;
gracias amado Jesús por estar ahí escuchándome
gracias por poner en mi camino a san Lázaro
que es mi buen protector e intercesor ante Ti
y me conseguirá tu ayuda y bendición.

Por Jesucristo, que vive y reina junto a Dios Padre


y al Espíritu Santo en la Gloria Celestial.

Así sea.
 
Rezar 7 Padrenuestros y Gloria.
La oración se hace por 7 días empezando un viernes.
Se le pueden encender velas moradas,
y poner de ofrenda una copa de vino seco y granos de
maíz.
 

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad 
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos 
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu


Santo. Como era en el principio, ahora
y siempre, por los siglos de los siglos. 
Amén.

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Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad 
en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;


perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos 
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo.


Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores


ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo. Como era en el principio, ahora
y siempre, por los siglos de los siglos. 
Amén.

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