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Efectos de los nematodos que se alimentan de bacterias en la actividad microbiana del

suelo y en la comunidad microbiana de suelos contaminados con petróleo

Resumen

El rápido desarrollo económico ha provocado un aumento de los graves problemas de


contaminación debido al uso cada vez mayor del petróleo y sus productos, haciendo así que el
control de la contaminación por petróleo sea una tarea urgente. Los estudios han demostrado
que grandes cantidades de nematodos que se alimentan de bacterias están presentes en el
suelo contaminado con petróleo; pero su función aún no está clara. En este experimento, se
inocularon diferentes densidades de Caenorhabditis elegans (C. elegans) en un suelo
contaminado artificialmente con petróleo para examinar sus efectos sobre la actividad
microbiana y la comunidad microbiana.

Se investigaron seis tratamientos: un suelo esterilizado contaminado con petróleo como control
1 (FSP), suelo sin nematodos como control 2 (S), suelo contaminado con petróleo (SP), suelo
contaminado con petróleo con 5, 10 o 20 individuos de C. elegans por gramo de suelo seco (es
decir., SPN5, SPN10, SPN20).

Los resultados mostraron que la contaminación con petróleo aumentó significativamente la


respiración basal del suelo. Sin embargo, los C. elegans debilitaron la respiración basal del
suelo a diferentes grados y además, la entropía de la respiración microbiana del suelo cambió
esencialmente en línea con la respiración basal del suelo.

La contaminación por hidrocarburos y C. elegans aumentaron aproximadamente 64.2–145.1%


la actividad de la catalasa en suelos contaminados. La actividad de ureasa fue más fuerte en el
suelo de SPN5, SPN10 y SPN20 (88.5%, 126.7% y 109.0%, respectivamente) que la de SP. La
inoculación de C. elegans cambió el contenido del ácido graso del fosfolípido microbiano en el
suelo contaminado con petróleo, incluidas las bacterias del suelo, hongos, actinomicetos,
bacterias Gram-positivas (G +) y Gram-negativas (G−).

Por lo tanto, esta investigación demuestra que C. elegans puede estimular la reproducción
microbiana en suelos contaminados con petróleo, mejorar las actividades relacionadas con las
enzimas del suelo y regular la estructura y diversidad de la comunidad microbiana del suelo,
mejorando así el ambiente del suelo contaminado y promoviendo la degradación del petróleo.

Introducción

Los nematodos son abundantes metazoos distribuidos ampliamente en varios hábitats del
suelo, con la población más grande registrada alcanzando entre 7.6 × 10 5 y 2.9 × 107
individuos/m2 (Yeates y Bird, 1994; Zhou et al., 2012). Los nematodos del suelo se clasifican en
cuatro categorías según sus grupos nutricionales: los nematodos que se alimentan de
bacterias, los nematodos fungiferantes, los nematodos parásitos de plantas y los nematodos
omnívoros (Gutiérrez et al., 2016; Yeates y Bongers, 1999). Varios estudios han informado que
los nematodos que se alimentan de bacterias pueden promover la degradación de la materia
orgánica del suelo, mejorar la mineralización de nutrientes y acelerar el crecimiento de las
plantas (Hubas et al., 2010; Wu et al., 2005).

Por ejemplo, se ha demostrado que los nematodos aumentan la biomasa microbiana del suelo,
el carbono, el nitrógeno y el fósforo (Chen et al., 2004), además mejoran la actividad
microbiana del suelo (Jing et al., 2017) y modifican la composición de la estructura de la
comunidad microbiana (Djigal et al., 2010; Xiao et al., 2010).

Varios estudios han demostrado que los nematodos también existen ampliamente en suelos
contaminados, incluido el suelo contaminado con petróleo, siendo los nematodos de
alimentación bacteriana los más abundantes en este tipo de suelos (García-Segura et al., 2018;
Leite et al., 2014; Louati et al., 2015). Xiao y col. (2011) encontraron varios nematodos en
suelos alrededor de pozos petroleros; informaron que los nematodos que se alimentan de
bacterias fueron el tipo más abundante (excepto en el caso del pozo de petróleo IV) con una
relación de canales de nematodos (NCR) de Wells de más de 0.8 en la mayoría de los casos.

La NCR denota la aproximación de la descomposición de la materia orgánica del suelo; por lo


tanto, estos hallazgos indican que la descomposición de la materia orgánica en el suelo
contaminado con petróleo fue causada principalmente por las bacterias del suelo. Sin embargo,
el efecto de la interacción entre el petróleo y los nematodos que se alimentan de bacterias en
los microbios del suelo en el suelo contaminado con petróleo aún no está claro.

Basado en literatura, presumimos que los nematodos pueden mejorar la actividad microbiana
del suelo y la comunidad microbiana para acelerar la degradación del petróleo en el suelo
contaminado. También planteamos la hipótesis de que diferentes densidades de nematodos
que se alimentan de bacterias tendrían diferentes impactos en la degradación del petróleo. En
este estudio, utilizamos Caenorhabditis elegans (C. elegans, una especie de nematodo que se
alimenta de bacterias) como material de investigación y diferentes densidades de C. elegans se
inocularon en suelo contaminado artificialmente con petróleo para examinar sus efectos sobre
la actividad microbiana del suelo y estructura comunitaria.

El objetivo era probar nuestra hipótesis y proporcionar una base científica preliminar para la
biorremediación de suelos contaminados con petróleo.

2. Materiales y métodos

2.1. Materiales experimentales

El suelo utilizado en este experimento fue un suelo aluvial franco arenoso (Lu, 2000)
recolectado del condado de He, provincia de Anhui, China. Las muestras de suelo se
recogieron de la superficie a una profundidad de 20 cm. Se eliminaron partículas grandes,
piedras, grava y residuos de plantas tamizándolas a través de un tamiz de 2 mm. Las
propiedades físicas y químicas básicas del suelo fueron las siguientes: pH 5.48, contenido de
materia orgánica 18.08 g kg−1, nitrógeno total 0.58 g kg −1, fósforo total 4.22 g kg−1 y fósforo
disponible 11.24 mg kg−1. La composición de partículas del suelo fue la siguiente: arena
84.57%, limo 8.58% y arcilla 6.85%. La densidad aparente del suelo fue de 1,14 g cm −3, la
porosidad total fue del 42,5% y la porosidad capilar fue del 35,9% (Lu, 2000).

El suelo libre de nematodos se preparó eliminando los nematodos nativos del suelo utilizando
el método de congelación y descongelación repetidamente. Primero, el suelo se congeló en un
congelador a -26 °C durante tres días y luego se transfirió y se mantuvo en una incubadora a
22 °C durante siete días. Los procesos de congelación y descongelación se repitieron de cinco
a siete veces. Finalmente, el método de platos superficiales se usó para separar los nematodos
del suelo hasta que no se pudieran separar más (Zhou et al., 2013).

El petróleo utilizado en el experimento se obtuvo del campo petrolero Jinnan en Sinopec,


China. La densidad relativa del suelo fue de 871.4 kgm3 (25 ° C), la viscosidad del suelo fue de
18.7 mPa s (60 ° C), el punto de solidificación fue de 26.8 ° C, el contenido de cera fue del
24.7% y el contenido de coloides y asfaltenos fue del 8.4%.

Se pesó una cantidad adecuada de petroleo y se disolvió completamente en acetona; luego se


agregó lentamente una parte del suelo libre de nematodos.

Se mezcló completamente la solución de petroleo con el suelo, luego la mezcla se colocó en


una campana extractora y se agitó continuamente hasta que la acetona se volatilizó por
completo. Esta mezcla se incorporó luego con el resto del suelo libre de nematodos. Nos
aseguramos de que la concentración final de petroleo en el suelo contaminado fuera de 5.0
gkg−1 de suelo seco.

En este experimento se utilizaron los C. elegans conservados en nuestro laboratorio.


Los C. elegans se separaron primero, luego se realizó la esterilización superficial de C. elegans
con una mezcla de antibióticos de 0.002% de cicloheximida y 0.1% de sulfato de estreptomicina
como desinfectante para evitar que los microbios unidos a C. elegans ingresen al suelo
contaminado (Zhou et al., 2013).
2.2. Diseño experimental

Dado que la cantidad de nematodos del suelo en el campo es de 0 a 100 individuos por gramo
de suelo seco (Xiao et al., 2010), elegimos 5, 10 y 20 individuos de C. elegans por gramo de
suelo seco como condiciones de tratamiento en este experimento. Se investigaron seis
tratamientos: suelo esterilizado contaminado con petróleo como control 1 (FSP), suelo libre de
nematodos como control 2 (S), suelo contaminado con petróleo (SP), suelo contaminado con
petróleo con 5 individuos de C. elegans por gramo de suelo seco (SPN5), suelo contaminado
con petróleo con 10 individuos de C. elegans por gramo de suelo seco (SPN10) y suelo
contaminado con petróleo con 20 individuos de C. elegans por gramo de suelo seco (SPN20).

Para construir las condiciones de tratamiento, se colocó primero el suelo contaminado con
petróleo en matraces de 250 ml, cada uno con 120,0 g de suelo seco. Mediante la adición de
agua destilada esterilizada, se ajustó la humedad al 50,0% de la capacidad de retención de
agua (WHC). Luego, se agregaron los C. elegans al suelo. Después, cada matraz se selló con
una membrana de sellado aséptico y los tratamientos se cultivaron a 22 ° C (esta es la
temperatura más adecuada para la actividad de C. elegans). Los tratamientos se probaron los
días 0, 7, 14, 28, 56, 112 y 168., se añadió agua destilada esterilizada a los matraces dos
veces por semana, para mantener la humedad del suelo al 50.0% de WHC. Se seleccionaron al
azar cuatro matraces para repetir las pruebas para cada tratamiento en condiciones de
operación estériles, y se midió el carbono de la biomasa microbiana del suelo, la respiración
basal del suelo, la actividad de catalasa, la actividad de ureasa y la estructura de la comunidad
microbiana.

2.3. Métodos

A partir de 30.0 g de suelo fresco se extrajeron los C. elegans con el método Baermann
modificado, usando bandejas en lugar de embudos (Zhou et al., 2011). Se determinó la
concentración de petróleo en el suelo usando el ensayo de microtitulación mediante extracción
ultrasónica y espectro multiskan (Zhou et al., 2017). Se determinó mediante cromatografía de
gases la respiración basal del suelo. Se extrajo mediante fumigación con cloroformo y
extracción con K2SO4 el carbono de la biomasa microbiana del suelo y se determinó en
términos del carbono orgánico total (Vance et al., 1987). Se determinó la actividad de la ureasa
del suelo usando el método colorimétrico azul de fenol con nitrógeno amoniacal (NH 3-N)
generado en 1,0 g de suelo después de 24 h.

Se determinó la actividad de la catalasa mediante titulación con permanganato de potasio de


acuerdo con el consumo de una solución 0.1 N de KMnO 4 (Houba et al., 1995).

Se analizó la estructura de la comunidad microbiana del suelo utilizando un análisis de ácidos


grasos de fosfolípidos (PLFA) (Federle, 1986; Frostegård et al., 1993; Zhou et al., 2015).

2.4. Análisis de los datos

Para el procesamiento de datos y el análisis estadístico se utilizó Microsoft Exceland SPSS


20.0. Se utilizó el análisis devarianza de medidas repetidas (ANOVA) para identificar
diferencias significativas entre los tratamientos en los diferentes tiempos de muestreo. Se
realizó una comparación múltiple de la diferencia menos significativa (LSD) para examinar las
diferencias de tratamiento para todas las variables medidas (p <0.05). Todos los datos se
presentan como media ± error estándar (n = 4).

3. Resultados

3.1. Colonización de diferentes densidades de C. elegans en suelos contaminados con


petróleo.
Se observó la misma tendencia en el número de C. elegans en cada tratamiento en los días 0–
14; específicamente, SPN20> SPN10> SPN5 (Fig. 1). En el día 28, la tendencia en el número
de C. elegans en cada tratamiento fue SPN10> SPN20> SPN5; hubo una diferencia
significativa entre los tratamientos (p <0.05). En el día 56, el número de C. elegans en cada
tratamiento continuó aumentando, pero no hubo diferencias significativas entre los
tratamientos.

En el día 112, el número de C. elegans en SPN5 alcanzó 4.1–6.1 veces al de la cantidad de


inoculación inicial; La cantidad de C. elegans en los otros tratamientos también aumentó en
cierto grado.

SPN5 - suelo contaminado con petróleo mas 5 C. elegans por gramo de suelo seco; SPN10 -
suelo contaminado con petróleo más 10 C. elegans por gramo de suelo seco; SPN20 - suelo
contaminado con petróleo más 20 C. elegans por gramo de suelo seco. Las diferentes letras
representan diferencias significativas (p <0.05) entre diferentes tratamientos en el mismo punto
de tiempo de muestreo. Lo mismo a continuación.

3.2. Efectos de diferentes densidades de C. elegans en la degradación del petróleo

La concentración del petróleo disminuyó gradualmente en el suelo contaminado; el grado de


reducción en la concentración de petróleo en cada tratamiento fue diferente durante el período
de incubación (Fig. 2). En el día 14, la concentración de petróleo en el suelo no fue
significativamente diferente entre SP y FSP, pero hubo diferencias significativas entre SPN5,
SPN10, SPN20 y FSP (p <0.05). En el día 28, no hubo diferencias significativas entre SP,
SPN10 y FSP, mientras que la concentración de petróleo fue significativamente diferentes en
SPN5, SPN20 y FSP. En los días 56 y 112, hubo diferencias significativas entre FSP y todos
los otros tratamientos, y la concentración de petróleo en SPN5 fue menor que la de los otros
tratamientos. En el día 168, en comparación con FSP, la concentración de petróleo de SP,
SPN5, SPN10 y SPN20 disminuyó en aproximadamente 43.6%, 70.7%, 52.3% y 50.5%
respectivamente; Las concentraciones con petróleo de SPN5, SPN10 y SPN20 disminuyeron
en relación con SP en un 48.0%, 15.5% y 12.2%, respectivamente.
FSP - suelo esterilizado contaminado con petróleo; SP - suelo contaminado con petróleo; SPN5
- suelo contaminado con petróleo +5 C. elegans por gramo de suelo seco; SPN10 - suelo
contaminado con petróleo +10 C. elegans por gramo de suelo seco; SPN20 - suelo
contaminado con petróleo +20 C. elegans por gramo de suelo seco.

3.3. Efectos sobre la actividad microbiana del suelo.

3.3.1 Efectos sobre la respiración basal del suelo y la entropía de la respiración microbiana

En el día 0, la respiración basal del suelo de SPN5, SPN10 y SPN20 fue significativamente
mayor que la de SP y S (p <0.05); Las respiraciones basales del suelo de SP, SPN5, SPN10 y
SPN20 aumentaron aproximadamente en un 218.6%, 689.0%, 630.6% y 586.8%,
respectivamente, en comparación con la de S (Fig. 3A)

En los días 7 y 14, la respiración basal del suelo de SP, SPN5, SPN10 y SPN20 aumentó
bruscamente y fueron significativamente más altos que la de S. En el día 14, la respiración
basal del suelo de SPN5, SPN10 y SPN20 fue significativamente menor que la de SP. Durante
el último período de incubación (días 28-168), la respiración basal del suelo de SP, SPN5,
SPN10 y SPN20 disminuyó bruscamente, pero aún fue significativamente mayor que el de S.

S - suelo libre de nematodos; SP - suelo contaminado con petróleo; SPN5 - suelo contaminado
con petróleo +5 C. elegans por gramo de suelo seco; SPN10 - suelo contaminado con petróleo
+10 C. elegans por gramo de suelo seco; SPN20 - suelo contaminado con petróleo +20 C.
elegans por gramo de suelo seco. Lo mismo a continuación. El día 0, la entropía de la
respiración microbiana de SP, SPN5, SPN10 y SPN20 fue 241.0%, 737.9%, 791.4% y 628.9%,
respectivamente; estos valores fueron todos más altos que los de S (Fig. 3B). La entropía de la
respiración microbiana de SPN5, SPN10 y SPN20 fue significativamente mayor que la de SP (p
<0.05). En los días 7 y 14, la entropía de la respiración microbiana aumentó obviamente; la
entropía de la respiración microbiana de SPN5, SPN10, SPN20 y SP fue significativamente
mayor que la de S. Además, el día 14, la entropía de la respiración microbiana de SPN5,
SPN10 y SPN20 fue significativamente menor que la de SP. Durante la mitad del período de
incubación, la entropía de la respiración microbiana disminuyó bruscamente y la entropía de la
respiración microbiana de SPN5, SPN10, SPN20 y SP fue significativamente mayor que la de
S, excepto en el día 56.
Durante el último período de incubación, la entropía de la respiración microbiana de todos los
tratamientos aumentó significativamente; la entropía de la respiración microbiana de SPN5,
SPN10, SPN20 y SP fue significativamente más alta que la de S. En el día 168, la entropía de
la respiración microbiana de SPN5 fue significativamente más baja que la de SPN10, SPN20 y
SP.

3.3.2. Efectos sobre las actividades de catalasa y ureasa

La actividad de catalasa del suelo exhibió una tendencia de aumento-disminución-aumento


durante el período de incubación (Fig. 4A). En el día 0, la actividad de catalasa de S y SP fue
significativamente diferente de la de SPN5 y SPN10 (p <0.05). En los días 7 y 14, la actividad
de catalasa de SPN5, SPN10, SPN20 y SP fue significativamente mayor que la de S. El día 14,
la actividad de catalasa de SPN5, SPN10 y SPN20 fue significativamente mayor que la de SP.
Además, la actividad de catalasa de todos los tratamientos en el día 14 fue significativamente
más débil que la del día 7. En comparación con S, la actividad de catalasa de SP, SPN5,
SPN10 y SPN20 aumentó en aproximadamente 64.2%, 125.0%, 134.4% y 145.1%,
respectivamente. Desde el día 28 hasta el día 168, no se observaron diferencias significativas
en ninguno de los tratamientos, excepto en los días 28 y 168 cuando la actividad catalasa de
SP fue significativamente menor que la de S.

La actividad de ureasa mostró una tendencia de aumento de disminución durante el período de


incubación (Fig. 4B). El día 0, la actividad de ureasa de S, SP y SPN5 fue significativamente
diferente de la de SPN10 y la actividad de ureasa de SPN20 fue significativamente diferente de
la de S. El día 7, la actividad de ureasa de SPN5, SPN10 y SPN20 fue significativamente mayor
que la de SP y S (p <0.05). El día 14, la actividad de ureasa de SPN10 fue significativamente
mayor que la de los otros tratamientos. La actividad de ureasa de SP, SPN5, SPN10 y SPN20
fue significativamente mayor que la de S durante el período de cultivo medio; sin embargo, no
se observaron diferencias significativas entre SPN10 y S en el día 28. Además, no se
observaron diferencias significativas en las actividades de ureasa de todos los tratamientos
durante el período de cultivo tardío, excepto que las actividades de ureasa de S y SP fueron
significativamente diferentes de las de SPN5 y SPN10 el día 112.
3.4. Efectos sobre la estructura de la comunidad microbiana del suelo.

3.4.1. Tipos de PLFA microbianos detectados en el suelo

Los detalles de las especies de PLFA microbianos detectados en este estudio y su clasificación
de acuerdo con la nomenclatura estándar se dan en la Tabla 1 (Federle, 1986; Frostegård et
al., 1993; Zhou et al., 2015).

3.4.2. Efectos sobre la estructura de la comunidad microbiana del suelo.

Al final del experimento, la cantidad de bacterias PLFA en SPN5, SPN10 y SPN20 fue mayor
que en SP y S. La cantidad de bacterias PLFA en SP fue mayor que en S, y la cantidad de
bacterias PLFA en SPN5 y SPN10 fue significativamente mayor que el de los otros tratamientos
(Tabla 2). La cantidad de hongos PLFA en SPN5, SPN10 y SPN20 fue significativamente
mayor que la de S, pero no se observaron diferencias significativas entre SPN5, SPN10,
SPN20 y SP. La cantidad de hongos PLFA en SP fue mayor que la de S, pero no se observó
diferencia significativa entre ellos. La cantidad de actinomicetos PLFA en todos los tratamientos
fue ligeramente diferente, pero estas diferencias no fueron estadísticamente significativas. La
tendencia en la cantidad total de PLFA microbiano del suelo entre los tratamientos fue la
siguiente: SPN10> SPN5> SPN20> S> SP. La cantidad de PLFA microbiano del suelo en
SPN10 y SPN5 fue la más alta y significativamente más alta que la de S.

La cantidad total de bacterias Gram-positivas PLFA entre los tratamientos fue la siguiente:
SPN10> SPN5> SPN20> S> SP. Esto indica que la cantidad de bacterias Gram positivas PLFA
en los tratamientos inoculados con C. elegans fue considerablemente mayor que los
tratamientos sin C. elegans. Además, esto indica que la contaminación con petróleo afectó la
cantidad de bacterias Gram-positivas del suelo; aunque no hubo diferencias significativas entre
los tratamientos. La cantidad total de bacterias Gram negativas del suelo PLFA entre los
tratamientos fue la siguiente: SPN5> SPN10> SPN20> SP> S.

La cantidad de bacterias Gram-negativas PLFA en SPN 5, SPN10 y SPN20 fue


significativamente mayor que en S, pero no significativamente diferente de SP.

La cantidad total de bacterias gramnegativas PLFA en SP fue ligeramente mayor que la de S.


En el suelo la relación de G+/G− de SPN5, SPN20 y SP fue significativamente menor que el de
S (no hubo diferencias significativas entre SPN10 y S), indicando que la inoculación de C.
elegans en suelo contaminado cambió la relación G +/G– en el suelo hasta cierto punto. No se
observaron entre los tratamientos diferencias significativas en la proporción entre las bacterias
y los hongos en el suelo, excepto entre SPN10 y S.

4. Discusión

Los resultados de este estudio demostraron que el número de C. elegans disminuyó desde el
día 0 hasta el día 7, lo que probablemente esté relacionado con la adaptación de los
nematodos y la recuperación de la actividad de los nematodos en el suelo contaminado. Hubo
suficientes recursos alimenticios para apoyar el crecimiento y la reproducción de nematodos
debido a un aumento de microbios durante el día 7 hasta el día 112. Sin embargo, no hubo
suficientes fuentes de alimentos para apoyar el crecimiento y la reproducción de C. elegans
después del día 112. Una posible explicación para esto es que la población de C. elegans
aumentó rápidamente desde el día 7 hasta el día 112, y por lo tanto, consumieron más
microbios del suelo, dejando pocos para el resto del experimento. Al final del experimento, las
concentraciones de petróleo de SPN5, SPN10 y SPN20 se redujeron en 48.0%, 15.5% y
12.2%, respectivamente, en relación con SP. Esto demuestra que C. elegans puede promover
efectivamente la degradación del petróleo y mejorar la eficiencia de reparación del suelo
contaminado con petróleo. Específicamente, la adición de C. elegans puede afectar
simultáneamente el crecimiento y la reproducción microbiana del suelo, mejorando así la
eficiencia de la degradación del petróleo (Zhou et al., 2011, 2013).

Descubrimos que la respiración basal del suelo contaminado con petroleo exhibía una
tendencia descendente después de un aumento inicial; este hallazgo es similar al informado
por Cheng et al (2017). Este aumento inicial en la respiración basal del suelo puede atribuirse a
dos factores. Primero, hay ciertos microbios en el suelo que pueden descomponer el petroleo y
usarlo como fuente de carbono para promover su crecimiento y reproducción. En segundo
lugar, la mayoría de los microbios están bajo estrés en el suelo contaminado con petróleo y
tienen que aumentar su metabolismo para aumentar su respiración, liberando así una gran
cantidad de CO2.
Durante el período de incubación tardío, la disminución de la respiración basal del suelo podría
atribuirse a la reducción del petroleo disponible para los microbios; cuanto menos presión
tienen los microbios mayor será la reducción del CO2 liberado por la respiración microbiana.
En el día 0, la respiración basal del suelo de los tratamientos inoculados con C. elegans fue
significativamente mayor que la de los otros tratamientos (p <0.05). En los períodos de
inoculación media y tardía, la respiración basal del suelo de los tratamientos inoculados con C.
elegans fue más baja que la de SP en varios grados.

Esto implica que al regular la actividad microbiana, los C. elegans promovieron la


descomposición del petróleo y redujeron el estrés en los microbios del suelo por la
contaminación con petróleo, disminuyendo así la tasa de respiración y reduciendo la cantidad
de CO2 liberado por la respiración microbiana. Además, descubrimos que la adición de
petróleo al suelo tenía un efecto considerable en la entropía de la respiración microbiana,
probablemente porque el suelo contaminado por el petróleo ejerce una cierta cantidad de
estrés en los microbios del suelo; por lo tanto, los microbios requieren más energía para
sobrevivir y esto conduce a un cambio en el metabolismo microbiano del suelo. Durante el
período de incubación, se observaron diferencias significativas en la entropía de la respiración
microbiana entre S y SP, SPN5, SPN10 y SPN20 (p <0.05).

Esto sugiere que la contaminación por hidrocarburos y la adición de C. elegans tienen ciertos
efectos sobre la actividad metabólica microbiana del suelo; C. elegans puede, en cierta medida,
reducir el estrés de los microbios del suelo por la contaminación con petróleo, y esto puede
ocurrir porque C. elegans puede acelerar la degradación del petróleo mediante la regulación del
metabolismo microbiano. Por lo tanto, C. elegans puede reducir la contaminación por petróleo y
disminuir el estrés en los microbios del suelo. Los resultados indicaron que hubo una tendencia
de aumento, disminución, aumento, en la actividad de la catalasa, consistente con los hallazgos
de Cheng et al. (2017) Tal variación en la actividad enzimática del suelo es un fenómeno
indicativo de actividad enzimática resistente. Es decir, cuando los microbios adaptables
continúan reproduciéndose, la actividad enzimática disminuye inicialmente, luego aumenta y
luego disminuye nuevamente, antes de otro aumento con la presencia de varios picos de
resistencia para resistir el daño ambiental del suelo causado por la contaminación externa. Este
patrón permite que los microbios del suelo se adapten mejor a su entorno.

Al concluir el experimento, la actividad de catalasa en los tratamientos inoculados con C.


elegans fue mayor que la de SP, lo que implica que C. elegans causó que los microbios
secretaran más catalasa, debilitando así el estrés en los microbios del suelo por la
contaminación con petróleo Al comienzo del experimento, de acuerdo con Margesin et al
(2004), la actividad reducida de la ureasa se atribuyó al hecho de que un cambio en el entorno
externo inhibe la supervivencia de los microbios. Además, la contaminación por hidrocarburos
aromáticos policíclicos conduce a una reducción en la actividad de la ureasa. En el medio del
experimento, el aumento en la actividad de la ureasa se atribuye a los siguientes factores:

(1) Los hidrocarburos de petróleo sirven como fuentes de carbono para el crecimiento de los
microbios del suelo que degradan el petróleo, promoviendo así el crecimiento de los microbios;

(2) C. elegans también aumenta las poblaciones microbianas y aumenta la actividad de la


ureasa al aprovecharse de los microbios del suelo.

Hacia el final del experimento, la reducción de componentes degradables y el consiguiente


aumento de sustancias nocivas probablemente inhibieron la actividad microbiana como
resultado de un gran consumo de nutrientes (Dick et al., 1996).

En general, la inoculación con C. elegans promovió un aumento en la actividad de la ureasa, lo


que concuerda con los hallazgos de Chen et al. (2004), quienes encontraron que la inoculación
con nematodos que se alimentan de bacterias puede promover la mineralización de nitrógeno.

En este estudio, encontramos que C. elegans en el suelo contaminado con petróleo mejoró la
actividad microbiana del suelo hasta cierto punto; sin embargo, de manera similar a Sun et al
(2017), no encontramos que cuanto mayor sea la inoculación de C. elegans en el suelo, más
activas serán las enzimas microbianas del suelo.

Esto podría deberse a que la captura de C. elegans está regulada por la densidad de
nematodos. Una densidad de nematodos considerablemente alta podría resultar en una
cantidad significativamente alta de depredación de microbios, y una disminución consecuente
en el número de microbios podría conducir al debilitamiento de la actividad enzimática del
suelo.

La actividad microbiana del suelo y los cambios en la comunidad microbiana también son
índices importantes que reflejan directamente los cambios en la calidad del suelo; por lo tanto,
la contaminación del suelo puede juzgarse a través de la actividad microbiana y la diversidad
del suelo (Lindgren et al., 2012; Louati et al., 2015). En este estudio, encontramos que la
contaminación por petróleo y la adición de C. elegans también cambiaron significativamente la
estructura de la comunidad microbiana del suelo, que se reflejó principalmente en la cantidad
de PLFA de las bacterias, hongos, actinomicetos y otros microbios del suelo (Tabla 2). La
contaminación por petróleo aumentó la cantidad total de bacterias del suelo, hongos y otros
microbios en cierta medida. Sin embargo, no se observaron diferencias significativas entre los
suelos con y sin contaminación con petróleo. Esto probablemente puede atribuirse a dos
factores. Primero, la contaminación por hidrocarburos suprime parte de la actividad de los
microbios, disminuyendo así el número de microbios. En segundo lugar, la contaminación por
petróleo proporciona fuentes de carbono y energía para los microbios que degradan el petróleo,
lo que conduce a un aumento de las poblaciones microbianas (Suja et al., 2014; Wu et al.,
2016; Yan et al., 2013)

La inoculación de C. elegans en el suelo aumentó significativamente la cantidad total de


bacterias, hongos y otros microbios en el suelo contaminado con petróleo, y las diferentes
densidades de C. elegans resultaron en diferentes cambios en la cantidad de microbios. Esto
se puede atribuir principalmente al hecho de que los nematodos que se alimentan de bacterias
pueden afectar directa o indirectamente el crecimiento de microbios, como bacterias y hongos,
a través de la depredación selectiva de bacterias específicas en el suelo, cambiando así la
estructura de la comunidad microbiana del suelo. La inoculación de C. elegans en el suelo
aumentó significativamente el número de bacterias Gram negativas en el suelo contaminado
con petróleo; Este aumento se atribuyó principalmente al hecho de que C. elegans tiene una
preferencia alimenticia por las bacterias Gram negativas (Mattison y Harayama, 2001; Salinas
et al., 2007).

Esto es más ventajoso para la proliferación de bacterias Gram-negativas, lo que lleva a un


cambio en la proporción de bacterias Gram-positivas y Gram-negativas, de acuerdo con los
resultados de Xiao et al. (2010) Descubrimos que la contaminación con petróleo y la
inoculación de diferentes densidades de C. elegans cambiaron la relación bacteria/ hongo en
diversos grados (Tabla 2). Hasta donde sabemos, aún no está claro el mecanismo subyacente
a los efectos de los nematodos que se alimentan de bacterias en la estructura de la comunidad
microbiana del suelo y la diversidad en el suelo contaminado con petróleo; Se requiere más
investigación en biología molecular sobre este tema.

5. Conclusiones

La contaminación con petróleo proporciona a algunos microbios del suelo una fuente de
carbono y energía y ejerce cierto estrés sobre otros microbios; Esto conduce a cambios en la
cantidad de microbios del suelo, la actividad microbiana y la estructura de la comunidad
microbiana. Los C. elegans pueden mejorar la degradación del petróleo al regular la cantidad
de microbios del suelo, la actividad microbiana y la estructura de la comunidad microbiana del
suelo contaminado con petróleo a través de la depredación selectiva; esto produce un efecto de
regulación de la densidad.

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