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1.- La boca es el primer órgano del tubo digestivo y comunica con el exterior por la
abertura bucal. Tiene como función la aprehensión de los alimentos,
ensalivándolos y formando el bolo alimenticio.
Cuando a los rumiantes se les ofrece dietas voluminosas, tales como heno o pasto
seco, consumen hasta alcanzar un llene constante del rumen. Las evidencias de la
limitación física del consumo provienen de la existencia de una interrelación
positiva entre consumo voluntario y digestibilidad o digestibilidad y concentración
de energía.
Al alterar la digestibilidad y la velocidad de pasaje de los alimentos fibrosos se
producen cambios paralelos en el consumo voluntario, por ejemplo; la
suplementación de forrajes bajos en calidad proteica con urea, aumenta la
velocidad de digestión y tránsito del alimento, favoreciendo un mayor consumo. En
el mismo sentido, se han realizado ensayos en que el pasto seco se muele en
diferentes grados de finura, adicionándole un agente ligante para reducir la
formación de polvo, observándose que el consumo voluntario aumenta a medida
que se disminuye el tamaño de las partículas, sin embargo la digestibilidad de la
materia orgánica disminuye debido al aumento en la velocidad de tránsito.
Se piensa que los mecanismos físicos de regulación del consumo operan cuando
el contenido en energía digestible del forraje es menor a 2,7 Kcal/g de materia
seca, señalándose que si el alimento ingerido no llega a cumplir esta regla de
limitación física, la cantidad de forraje disponible para el animal no alterará el
consumo voluntario en condiciones.
Existen amplias evidencias que sugieren, además de la limitación física del rumen
retículo, una importante regulación metabólica. Ambas aseveraciones son válidas;
el consumo de forrajes toscos es controlado primariamente por mecanismos
físicos, mientras que el consumo de dietas concentradas se controla
fundamentalmente por los requerimientos energéticos del animal.
Los ácidos grasos volátiles son la mayor fuente de energía para los rumiantes y
tienen características que llevan a pensar que son los principales factores que
regulan el control de consumo de alimentos. En primer lugar, son producidos en el
rumen y se absorben antes de pasar al abomaso; en segundo lugar, su velocidad
de producción y absorción está estrechamente relacionada con la conducta
alimentaria y por último, la inoculación intrarumial de ácidos grasos volátiles
disminuye el consumo voluntario de alimentos.
No todos los ácidos grasos volátiles muestran el mismo efecto depresor sobre el
consumo. Experiencias realizadas inoculando ácido acético, propiónico, butírico y
una asociación de ellos, han demostrado que el acetato, el propionato y la
asociación tienen un efecto comparable, mientras que el ácido butírico tiene un
efecto mucho menor. También influye la vía de inoculación, quedando establecido
que el efecto depresor es mucho mayor cuando la inyección es por vía intrarumial
en el caso del acetato y endovenosa en el caso del propionato.
PROTEÍNAS.- Los aminoácidos son sintetizados por los seres vivos a partir de
carbohidratos y compuestos nitrogenados inorgánicos, aunque hay algunos
aminoácidos (denominados esenciales) que no pueden ser sintetizados y deben
incluirse en la dieta ya que representan una necesidad para formar las proteínas
animales.
– Agua de los alimentos, depende de que sean alimentos secos (menos del 20%
de agua) o alimentos acuosos (70-95% de agua).
– Agua metabólica. Las reacciones de oxidación de los nutrientes dan lugar a este
tipo de agua, la cual puede cubrir hasta el 10% de las necesidades del animal.
Las necesidades de agua del animal varían con las especies ganaderas, con la
alimentación (según contenido de materia seca), con las condiciones ambientales
(a mayor tª mayor ingesta) y de la calidad (sabores y olores anormales) y
temperatura (6-36ºC) que tenga el propio agua.
MINERALES.- Los minerales forman parte del esqueleto de los animales así como
de tejidos y líquidos orgánicos, por lo tanto van a ser esenciales en la
alimentación. Los minerales se absorben a través del intestino delgado y en el
inicio del intestino grueso (en los rumiantes existe cierta absorción en el rumen).
Se consideran macrominerales los que presentan unas necesidades que se miden
en gr/día (Ca, P, Cl, Na, K, Mg, S) y microminerales que se miden en mg o µg/dia
(Fe, Mn, Zn, Cu, I,).
Las vitaminas se clasifican con arreglo a la naturaleza de las sustancias en las que
se disuelven:
– Liposolubles: A, D, E, K.