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CAPÍTULO 10: LAS CULTURAS STUDIES (ESTUDIOS CULTURALES)

Para comenzar tenemos que partir de las convicciones de 1970, 1980 y 1990 donde la
culturalidad tuvo mayor participación en todos los campos de investigación sociológica,
partiendo de los enfoques donde la dominación cultural gano relevancia en los entornos de
relaciones de poder frente a los nuevos sujetos. Fijándose en las relaciones de poder entre como
dominar a través del poder y la cultura para reflexionar sobre las mismas además de estudiar la
direccionalidad entre los públicos y sobre el valor que nos podían aportar.

Por esa razón Richard Hoggart (1918- 2014) quien fue profesor, investigador, sociólogo
y gran influyente en los campo de la sociología, la literatura y los estudios culturales
enfocándose en la cultura popular del Reino Unido. Partiendo desde sus bases teóricas, decide
formar un centro de investigación contemporánea de los estudios culturales. Entre las
investigaciones relevantes que se desarrollaron fue enfocado a la lo que transmitía en el espectro
electromagnético (Televisión pública de Inglaterra),

Esto causa un gran revuelo dado a que Stuart Hall en la década de los setenta, usando su
poder y posición rechaza el magistrado intelectual, porque afirma que el cambio social no
puede ir contra del sentido común que se manejaba en la época, ya que en su gran mayoría eran
militantes de del radicalismo, lo que conlleva a que Hoggart realice una revolución en el
pensamiento intelectual donde acepta la idea de que el dominio capitalista se concentra
temporalmente en el trabajo y en la cultura, siendo así la educación y los medios masivos juegan
un papel fundamental como difusores de la ideología dominante, a través de la lectura de signos,
la semiótica dialogada por Barthes y Eco; por ideología, Hall define un sistema de
significaciones y de prácticas que expresan los valores de un grupo social y no solo una
estrategia, una argucia destinada a engañar incautos, donde el mundo de los dominantes no es
unido sino constantemente conflictivo, en el reposa la alianza coyuntural de fracciones de clase.

En relación a los medios, tienen la tendencia de reproducir el campo ideológico de la


sociedad y su estructura de dominación. La misma es históricamente cambiante, y además, esta
confrontada a una constante de lucha de clases que deja en manifiesto las capacidades de
resistencia y de contradicciones a los entornos populares. En todas las fracciones sociales
dominadas, las mismas participan en el juego cultural y se expresan por medio, o en relación a
los medios de masas.

Ahora bien, Hall hace de la cultura un espacio de conflictos y rechaza la idea de una
correspondencia entre el momento de producción y el de recepción de los mensajes mediáticos,
y muestra en escena la codificación propuesta por los medios, y la posición de recepción y
descodificación que señala opcionante al público, estas tres posiciones son: la primera es el
modo hegemónico en el cual la descodificación del receptores equivalente a la codificación del
mismo, el segundo modo es el modo negociado que modifica en parte las significaciones
establecidas, el tercer modo es el oposicional que hace aparecer referencias extranjeras a la
codificación para contrariarla.

En tal sentido llegamos a a la deducción de que un mensaje que fue codificado en un


principio pueda ser decodificado bajo los mismos parámetros de sentido comun, tiempo,
denotación y connotación, David Morley pone en evidencia las encuestas que de cierta manera
confirman una línea de fractura en la lectura de este programa, de 29 grupos de televidentes de
un programa de información, caracteriza las diferentes lecturas según su medio social, la edad y
finaliza caracterizando el sexo, este cuadro de recepción es aun mas amplio, y por lo mismo
representa un peligro para el modelo inicial de codificación y descodificación.

El cultural studies, tuvo tanto auge que, en Norteamérica, específicamente estados


unidos, existían departamentos enteramente que adoptaron esta bandera y las premisas que
conllevaban el mismo, el éxito del mismo se encuentra en la unión de dos voluntades criticas en
rechazo a las estructuras clásicas marcadas por el estructuralismo, el esencialismo y las
posiciones elitistas, donde las ciencias sociales desatendieron el papel de la comunicación.

Es en la década de los ochenta, que ocurre entonces un encuentro comunitario en pleno


desarrollo, que genera interés en las formas de identidad consideradas como reprimidas, siendo
así los cultural studies, un punto de encuentro, de intercambio intelectual entre diferentes
disciplinas y campos, todos ligados a la rehabilitación de la cultura popular de masas, esta nueva
conceptualización trajo condigo el impulso intelectual que abre impulso a las nuevas
subculturas y en la critica al canon universitario, reconociendo las minorías como los
homosexuales Gay studies, en esas relaciones populares, subyacen empresas radicales de critica
al elitismo intelectual y a sus efectos, haciendo una apuesto en abismo permanente , mediante
un autoanálisis de la posición social e institucional, donde se trata de abolir concretamente la
distancia respecto al pueblo y sus minorías, abolir incluso la distancia sociológica que habla
desde la neutralidad axiológica; Jenkins desarrolla entonces, la idea de que el publico también
produce contenido y no solo se encuentra en la zona receptiva, siendo asi un constante
intercambio tanto de información como de papeles en el que codifica y descodifica, en lo que
concluyo que el publico es un estratega y no solo un diseñador de tácticas.

Evocando nuevamente el texto “le culture du pauvre” encontramos una buena


introducción al estudio de la televisión y de sus usos populares donde los mismos contienen
rasgos de denuncia respecto a los nuevos medios masivos, ya que considera a los mismos un
destructor pasivo de la clase obrera tradicional. En un análisis exhaustivo, el populismo
tampoco esta muy lejos cuando se adula a la cultura a la cual se cree pertenecer, al mismo
tiempo que se conserva la catedra universitaria, al hacer pasar el asunto del poder del texto al
lector, que se convierte en productor de sentido en el último análisis, algunos autores efectuaron
poco a poco una especie de huida en dos direcciones opuestas y complementarias.

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