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Capitulo 12
Hay dos dificultades, en los niños, que tienden a confundirse y en ocasiones a superponerse: a) las
dificultades específicas en el aprendizaje, b) y los trastornos. Las primeras se refieren a un déficit
cognoscitivo (no de comportamiento), pero pueden derivar en cambios comportamentales. A su
vez, los tras-tornos comportamentales implican dificultades en el aprendizaje.
DISLEXIA
DIAFASIA
Por discalculia de desarrollo se entiende una dificultad para aprender a realizar operaciones
aritméticas, la cual impide un rendimiento escolar adecuado. Por lo general, la capacidad
intelectual de los niños con este trastorno es normal.
Los errores típicos de niños con discalculia se clasifican en siete categorías (Strang y Rourke, 1985):
1) errores en la organización espacial;
3) errores de procedimiento;
6) errores de memoria;
7) perseveración;
DISPAXIA
Se refiere a una alteración en el aprendizaje de movimientos elaborados, sin que haya un déficit
motor o sensorial que lo explique. Por lo común, existe una historia familiar positiva (otros
miembros de la familia también presentan una especie de torpeza motora), además de que el
paciente muestra un desarrollo motor lento (Gubbay, 1985).
DISFEMIA
Johnson y Myklebust (1971) estudiaron a un grupo de niños que tenían un desempeño pobre en
matemáticas, así como defectos en la interpretación de señales sociales y en la capacidad de
abstracción. A este grupo de manifestaciones lo llamaron trastorno de aprendizaje no verbal. Más
tarde, numerosos autores corroboraron la presencia y características de este síndrome (Bruchman
et al., 1983; Denckla, 1983; Loveland et al., 1990; Rourke, 1989; Rourke y Finlayson, 1978; Voeller,
1986, 1991; Tranel et al., 1987). Weintraub y Mesulam (1983) descubrieron que este síndrome se
inicia a temprana edad y se caracteriza por problemas emocionales y de relaciones
interpersonales, timidez, defectos visoespaciales y habilidades paralingüísticas limitadas (por
ejemplo, prosodia inadecuada). Exámenes detallados en algunos pacientes revelaron signos
neurológicos y neuropsicológicos consistentes con una disfunción del hemisferio derecho. En
ocasiones se encontró una historia familiar adecuada para el trastorno completo o para algunas de
sus manifestaciones. Los autores Weintraub y Mesulam propusieron que, así como la disfunción
del hemisferio izquierdo puede derivar en dislexia o en disfasia, la disfunción del hemisferio
contrario puede derivar en alteraciones emocionales y habilidades visoespaciales limitadas. Esta
propuesta es importante porque indica que los trastornos del aprendizaje son variados y diversos
y van más allá de los clásicos trastornos de aprendizaje de desarrollo (como dislexia, disfasia y
discalculia).
A menudo, los niños con problemas en el aprendizaje presentan “signos neurológicos blandos”
(SNB), los cuales pueden ser normales a cierta edad, pero no en otra; por ejemplo, la incapacidad
de reconocer los dedos de la mano es normal a los dos años, pero anormal a los 10 años. Los
signos neurológicos blandos parecen ser el resultado de algún tipo de inmadurez cerebral (Tupper,
1987). Bender (1947) fue el primero en usar el término “signos neurológicos blandos” para
caracterizar una lesión cerebral menor, pero de poco valor localizador (Golden, 1982).
En general, los signos neurológicos blandos carecen de valor topográfico; simplemente, pueden
ser indicativos de cierta inmadurez cerebral (Lopera, 1991, 1992). Sin embargo, muchos niños
normales los pueden presentar (Tupper, 1987). De hecho, muchos de los SNB se consideran
normales a una edad determinada.