Sie sind auf Seite 1von 22

Religión

TE
MA LA CREACIÓN
01

Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del
mar, las aves del cielo, los ganados y los reptiles de la Tierra.

Esta sí que es hueso de mis huesos


Y carne de mi carne

¡Esta sí que es hueso de mis huesos


Y carne de mi carne!

Sed fecundos y multiplicaos;


Por eso abandonara el varón a su padre
y aLlenad la Tierra
su madre, y sometedla
se unirá a su mujer y
serán los dos una sola carne

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


1. LA CREACIÓN DEL SER HUMANO
A imagen de Dios:
Al principio creó Dios el cielo y la Tierra, dice el primer versículo de la Biblia. Con esto se
indica algo novedoso: Dios ha creado todo de la nada. Es un dar puramente libre y
generoso: si Dios necesitara lo creado, se trataría de un ser imperfecto (ya que le
faltaría algo) y no podría ser Dios.
Pero además, el texto bíblico afirma: Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno
(Gén 1, 31); es decir, el fondo de todo lo real es positivo. La visión cristiana es optimista:
las cosas son el fruto del amor gratuito de Dios.
En el Génesis se nos revela que el ser humano ocupa un lugar único entre lo creado. El
capítulo primero relata que en el último momento (el sexto día)
cuando todo estaba ya dispuesto para acogerlo— dijo Dios: hagamos al hombre a
nuestra imagen y semejanza (Gén 1, 26).
Al observar una fotografía, la imagen nos recuerda a la persona retratada en ella. Es
habitual también que un hijo se asemeje a su padre o a su madre. Pero
¿de qué modo el hombre es imagen y semejanza de Dios?
El hombre es imagen de Dios en el sentido de que es capaz de conocer y amar
libremente al Creador. Esto es posible porque Dios creó al hombre dotándole de cuerpo
y alma. Las dos dimensiones, material —la arcilla— y espiritual —el aliento de vida—,
forman una unidad profunda y completa: la persona humana.
En buena parte, heredamos el cuerpo de nuestros padres. Sin embargo, el alma
inmortal es creada directamente por Dios. En el momento de la concepción, la
dimensión material del hombre queda animada por la espiritual. La persona humana
goza, así, de inteligencia y libertad
2. ACTIVIDADES:
1. Indica si es verdad o falso. El hombre es una persona humana…
a). desde el mismo momento de su concepción
b). cuando puede amar a Dios libre y conscientemente
c). en el instante en el que Dios infunde el alma en el cuerpo concebido por los padres
d). cuando alcanza la capacidad de pensar
2. Indica si es verdad o falso las siguientes afirmaciones
a). Dios modeló al hombre con arcilla del suelo, para después infundirle la vida
b). Dios creo al ser humano como coronación de toda su obra
c). La afirmación de que el hombre es imagen de Dios es solo una figura poética.
3. Explica en qué sentido el ser humano es imagen de Dios
3. DESARROLLA EL CRUCIGRAMA

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


Responda las siguientes interrogantes:
1. ¿Dios creó todas las cosas venas? ¿Por qué?
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
2. ¿Para que creó Dios todo lo que existe?
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
3. ¿Qué nos muestra Dios en su creación?
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________

TE
MA RELIGIOSIDAD POPULAR
02
San Juan Bautista – San José Obrero

San Juan Bautista nació seis meses antes de Jesucristo.

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


El capítulo primero del evangelio de San Lucas nos cuenta de la siguiente manera el
nacimiento de Juan: Zacarías era un sacerdote judío que estaba casado con Santa Isabel,
y no tenían hijos porque ella era estéril. Siendo ya viejos, un día cuando estaba él en el
Templo, se le apareció un ángel de pie a la derecha del altar.
Al verlo se asustó, más el ángel le dijo: "No tengas miedo, Zacarías; pues vengo a decirte
que tú verás al Mesías, y que tu mujer va a tener un hijo, que será su precursor, a quien
pondrás por nombre Juan. No beberá vino ni cosa que pueda embriagar y ya desde el
vientre de su madre será lleno del Espíritu Santo, y convertirá a muchos para Dios".
Pero Zacarías respondió al ángel: "¿Cómo podré asegurarme que eso es verdad, pues mi
mujer ya es vieja y yo también?".
El ángel le dijo: "Yo soy Gabriel, que asisto al trono de Dios, de quien he sido enviado a
traerte esta nueva. Mas por cuanto tú no has dado crédito a mis palabras, quedarás
mudo y no volverás a hablar hasta que todo esto se cumpla".
Seis meses después, el mismo ángel se apareció a la Santísima Virgen comunicándole que
iba a ser Madre del Hijo de Dios, y también le dio la noticia del embarazo de su prima
Isabel.
Llena de gozo corrió a ponerse a disposición de su prima para ayudarle en aquellos
momentos. Y habiendo entrado en su casa la saludó. En aquel momento, el niño Juan
saltó de alegría en el vientre de su madre, porque acababa de recibir la gracia del Espíritu
Santo al contacto del Hijo de Dios que estaba en el vientre de la Virgen.
También Santa Isabel se sintió llena del Espíritu Santo y, con espíritu profético, exclamó:
"Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. ¿De dónde
me viene a mí tanta dicha de que la Madre de mi Señor venga a verme? Pues en ese
instante que la voz de tu salutación llegó a mis oídos, la criatura que hay en mi vientre se
puso a dar saltos de júbilo. ¡Oh, bienaventurada eres Tú que has creído! Porque sin falta
se cumplirán todas las cosas que se te han dicho de parte del Señor". Y permaneció la
Virgen en casa de su prima aproximadamente tres meses; hasta que nació San Juan.
De la infancia de San Juan nada sabemos. Tal vez, siendo aún un muchacho y huérfano de
padres, huyó al desierto lleno del Espíritu de Dios porque el contacto con la naturaleza le
acercaba más a Dios. Vivió toda su juventud dedicado nada más a la penitencia y a la
oración.
Como vestido sólo llevaba una piel de camello, y como alimento, aquello que la
Providencia pusiera a su alcance: frutas silvestres, raíces, y principalmente langostas y
miel silvestre. Solamente le preocupaba el Reino de Dios.
Cuando Juan tenía más o menos treinta años, se fue a la ribera del Jordán, conducido por
el Espíritu Santo, para predicar un bautismo de penitencia.
Juan no conocía a Jesús; pero el Espíritu Santo le dijo que le vería en el Jordán, y le dio
esta señal para que lo reconociera: "Aquel sobre quien vieres que me poso en forma de
paloma, Ese es".
Habiendo llegado al Jordán, se puso a predicar a las gentes diciéndoles: Haced frutos
dignos de penitencia y no estéis confiados diciendo: Tenemos por padre a Abraham,
porque yo os aseguro que Dios es capaz de hacer nacer de estas piedras hijos de

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


Abraham. Mirad que ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no
dé buen fruto, será cortado y arrojado al fuego".
Y las gentes le preguntaron: "¿Qué es lo que debemos hacer?". Y contestaba: "El que
tenga dos túnicas que reparta con quien no tenga ninguna; y el que tenga alimentos que
haga lo mismo"…
"Yo a la verdad os bautizo con agua para moveros a la penitencia; pero el que ha de venir
después de mí es más poderoso que yo, y yo no soy digno ni siquiera de soltar la correa
de sus sandalias. Él es el que ha de bautizaros en el Espíritu Santo…"
Los judíos empezaron a sospechar si él era el Cristo que tenía que venir y enviaron a unos
sacerdotes a preguntarle "¿Tú quién eres?" El confesó claramente: "Yo no soy el Cristo"
Insistieron: "¿Pues cómo bautizas?" Respondió Juan, diciendo: "Yo bautizo con agua, pero
en medio de vosotros está Uno a quien vosotros no conocéis. Él es el que ha de venir
después de mí…"
Por este tiempo vino Jesús de Galilea al Jordán en busca de Juan para ser bautizado. Juan
se resistía a ello diciendo: "¡Yo debo ser bautizado por Ti y Tú vienes a mí! A lo cual
respondió Jesús, diciendo: "Déjame hacer esto ahora, así es como conviene que nosotros
cumplamos toda justicia". Entonces Juan condescendió con El.
Habiendo sido bautizado Jesús, al momento de salir del agua, y mientras hacía oración, se
abrieron los cielos y se vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y
permaneció sobre El. Y en aquel momento se oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi
Hijo muy amado, en quien tengo todas mis complacencias".
Al día siguiente vio Juan a Jesús que venía a su encuentro, y al verlo dijo a los que estaban
con él: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquél de
quien yo os dije: Detrás de mí vendrá un varón, que se ha puesto delante de mí, porque
existía antes que yo".
Entonces Juan atestiguó, diciendo: "He visto al Espíritu en forma de paloma descender
del cielo y posarse sobre El. Yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar con agua,
me dijo: Aquél sobre quien vieres que baja el Espíritu Santo y posa sobre El, ése es el que
ha de bautizar con el Espíritu Santo. Yo lo he visto, y por eso doy testimonio de que El es
el Hijo de Dios".
Herodías era la mujer de Filipo, hermano de Herodes. Herodías se divorció de su esposo y
se casó con Herodes, y entonces Juan fue con él y le recriminó diciendo: "No te es lícito
tener por mujer a la que es de tu hermano"; y le echaba en cara las cosas malas que
había hecho.
Entonces Herodes, instigado por la adúltera, mandó gente hasta el Jordán para traerlo
preso, queriendo matarle, mas no se atrevió sabiendo que era hombre justo y santo, y le
protegía, pues estaba muy perplejo y preocupado por lo que le decía.
Herodías le odiaba a muerte y sólo deseaba encontrar la ocasión de quitarlo de en medio,
pues tal vez temía que a Herodes le remordiera la conciencia y la despidiera siguiendo el
consejo de Juan.
Sin comprenderlo, ella iba a ser la ocasión del primer mártir que murió en defensa de la
indisolubilidad del matrimonio y en contra del divorcio.

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


Estando Juan en la cárcel y viendo que algunos de sus discípulos tenían dudas respecto a
Jesús, los mandó a Él para que El mismo los fortaleciera en la fe.
Llegando donde Él estaba, le preguntaron diciendo: "Juan el Bautista nos ha enviado a Ti
a preguntarte si eres Tú el que tenía que venir, o esperamos a otro".
En aquel momento curó Jesús a muchos enfermos. Y, respondiendo, les dijo: "Id y contad
a Juan las cosas que habéis visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los sordos oyen,
los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio…"
Así que fueron los discípulos de Juan, empezó Jesús a decir: "¿Qué salisteis a ver en el
desierto? ¿Alguna caña sacudida por el viento? o ¿Qué salisteis a ver? ¿Algún profeta? Si,
ciertamente, Yo os lo aseguro; y más que un profeta. Pues de El es de quien está escrito:
Mira que yo te envío mi mensajero delante de Ti para que te prepare el camino. Por
tanto os digo: Entre los nacidos de mujer, nadie ha sido mayor que Juan el Bautista…"
Llegó el cumpleaños de Herodes y celebró un gran banquete, invitando a muchos
personajes importantes. Y al final del banquete entró la hija de Herodías y bailó en
presencia de todos, de forma que agradó mucho a los invitados y principalmente al
propio Herodes. Entonces el rey juró a la muchacha: "Pídeme lo que quieras y te lo daré,
aunque sea la mitad de mi reino". Ella salió fuera y preguntó a su madre: "¿Qué le
pediré?" La adúltera, que vio la ocasión de conseguir al rey lo que tanto ansiaba, le
contestó: "Pídele la cabeza de Juan el Bautista". La muchacha entró de nuevo y en
seguida dijo al rey: "Quiero que me des ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el
Bautista".

Entonces se dio cuenta el rey de su error, y se puso muy triste porque temía matar al
Bautista; pero a causa del juramento, no quiso desairarla, y, llamando a su guardia
personal, ordenó que fuesen a la cárcel, lo decapitasen y le entregaran a la muchacha la
cabeza de Juan en la forma que ella lo había solicitado.

San José Obrero:

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


El carpintero de Nazaret, que con su laboriosidad proveyó la subsistencia de María y de
Jesús e inició al Hijo de Dios en los trabajos de los hombres. Por esta razón, en el día de
hoy, en que se celebra la fiesta del trabajo en muchas partes del mundo, todos los
obreros cristianos honran a san José como modelo y patrono suyo.
Breve Semblanza
Se cristianizó una fiesta que había sido hasta el momento la ocasión anual del trabajador
para manifestar sus reivindicaciones, su descontento y hasta sus anhelos. Fácilmente en
las grandes ciudades se observaba un paro general y con no menos frecuencia se podían
observar las consecuencias sociales que llevan consigo la envidia, el odio y las bajas
pasiones repetidamente soliviantadas por los agitadores de turno. En nuestro occidente
se aprovechaba también ese momento para lanzar reiteradas calumnias contra la Iglesia
que era presentada como fuerza aliada con el capitalismo y consecuentemente como el
enemigo de los trabajadores.
Fue después de la época de la industrialización cuando toma cuerpo la fiesta del trabajo.
Las grandes masas obreras han salido perjudicadas con el cambio y aparecen extensas
masas de proletarios. También hay otros elementos que ayudan a echar leña al fuego del
odio: la propaganda socialista-comunista de la lucha de clases.
Era entonces una fiesta basada en el odio de clases con el ingrediente del odio a la
religión. Calumnia dicha por los que, en su injusticia, quizá tengan vergüenza de que en
otro tiempo fuera la Iglesia la que se ocupó de prestar asistencia a sus antepasados en la
cama del hospital en que murieron; o quizá lanzaron esas afirmaciones aquellos que un
tanto frágiles de memoria olvidaron que los cuidados de la enseñanza primera los
recibieron de unas monjas que no les cobraban a sus padres ni la comida que recibían
por caridad; o posiblemente repetían lo que oían a otros sin enterarse de que son la
Iglesia aquellas y aquellos que, sin esperar ningún tipo de aplauso humano, queman sus
vidas ayudando en todos los campos que pueden a los que aún son más desafortunados
en el ancho mundo, como Calcuta, territorios africanos pandemiados de sida, o tierras
americanas plenas de abandono y de miseria; allí estuvieron y están, dando del amor que
disfrutan, ayudando con lo que tienen y con lo que otros les dan, consolando lo que
pueden y siendo testigos del que enseñó que el amor al hombre era la única regla a
observar. Y son bien conscientes de que han sido siempre y son hoy los débiles los que
están en el punto próximo de mira de la Iglesia. Quizá sean inconscientes, pero el
resultado obvio es que su mala propaganda daña a quien hace el bien, aunque con
defectos, y, desde luego, deseando mejorar.
El día 1 de Mayo del año 1955, el Papa Pío XII, instituyó la fiesta de San José Obrero. Una
fiesta bien distinta que ha de celebrarse desde el punto de partida del amor a Dios y de
ahí pasar a la vigilancia por la responsabilidad de todos y de cada uno al amplísimo y
complejo mundo de la relación con el prójimo basada en el amor: desde el trabajador al
empresario y del trabajo al capital, pasando por poner de relieve y bien manifiesta la
dignidad del trabajo -don de Dios- y del trabajador -imagen de Dios-, los derechos a una
vivienda digna, a formar familia, al salario justo para alimentarla y a la asistencia social
para atenderla, al ocio y a practicar la religión que su conciencia le dicte; además, se
recuerda la responsabilidad de los sindicatos para logro de mejoras sociales de los

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


distintos grupos, habida cuenta de las exigencias del bien de toda la colectividad y se
aviva también la responsabilidad política del gobernante. Todo esto incluye ¡y mucho
más! la doctrina social de la Iglesia porque se toca al hombre al que ella debe anunciar el
Evangelio y llevarle la Salvación; así mantuvo siempre su voz la Iglesia y quien tenga
voluntad y ojos limpios lo puede leer sin tapujos ni retoques en Rerum novarum, Mater
et magistra, Populorum progressio, Laborem exercens, Solicitudo rei socialis, entre otros
documentos. Dar doctrina, enseñar donde está la justicia y señalar los límites de la moral;
recordar la prioridad del hombre sobre el trabajo, el derecho a un puesto en el tajo
común, animar a la revisión de comportamientos abusivos y atentatorios contra la
dignidad humana... es su cometido para bien de toda la humanidad; y son principios
aplicables al campo y a la industria, al comercio y a la universidad, a la labor manual y a la
alta investigación científica, es decir, a todo el variadísimo campo donde se desarrolle la
actividad humana.
Nada más natural que fuera el titular de la nueva fiesta cristiana José, esposo de María y
padre en funciones de Jesús, el trabajador que no lo tuvo nada fácil a pesar de la
nobilísima misión recibida de Dios para la Salvación definitiva y completa de todo
hombre; es uno más del pueblo, el trabajador nato que entendió de carencias, supo de
estrecheces en su familia y las llevó con dignidad, sufrió emigración forzada, conoció el
cansancio del cuerpo por su esfuerzo, sacó adelante su responsabilidad familiar; es decir,
vivió como vive cualquier trabajador y probablemente tuvo dificultades laborales
mayores que muchos de ellos; se le conoce en su tiempo como José «el artesano» y a
Jesús se le da el nombre descriptivo de «el hijo del artesano». Y, por si fuera poco, los
designios de Dios cubrían todo su compromiso.
Fiesta sugiere honra a Dios, descanso y regocijo. Pues, ánimo. Honremos a Dios
santificando el trabajo diario con el que nos ganamos el pan, descansemos hoy de la
labor y disfrutemos la alegría que conlleva compartir lo nuestro con los demás.

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


TE EL AMOR DE DIOS Y AMOR AL
MA
03
PROJIMO

Amar a Dios es la base de la fe: “Escucha, Israel: Yahvé nuestro Dios es el único Yahvé.
Amarás a Yahvé tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”
(Dt. 6, 5). Amor y perdón tienen que ir unidos siempre: “No te vengarás ni guardarás
rencor a los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lev. 19, 18).
En la respuesta que Jesús da a una pregunta llena de malicia que le hacen los fariseos, no
hay nada nuevo que no estuviera en el Antiguo Testamento y que los mismos fariseos
deberían haber aprendido muy bien y, sobre todo haberlo puesto en práctica.
(Mt 22, 34-40)
La novedad en la respuesta de Jesús está en señalar el amor a Dios y el amor al prójimo
como algo que van juntos, de la mano. Nadie puede decir que ama a Dios, si no ama a su
hermano. San Juan había entendido muy bien el lenguaje de Jesús y, por eso, nos dice
con toda claridad: “Si alguno dice: “Yo amo a Dios”, y odia a su hermano, es un
mentiroso… Nosotros hemos recibido de Él este mandamiento: Quien ama a Dios, ame
también a su hermano” (1Jn 4, 20-21).

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


Una vez más Jesús nos hace ver que nada humano puede serle indiferente a Dios, ni nada
divino puede hacernos indiferentes a los hombres. Lo humano y lo divino van siempre de
la mano para Jesús; por eso, nos dijo en otra ocasión: “Cuanto hicisteis a uno de estos
hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis” (Mt. 25, 40).
Amar a Dios, por lo tanto, es amar al hermano, y amar al hermano es amar a Dios, este es
el fundamento, la base de toda la Ley. (Mt .22, 40).
Todo el Evangelio solo se puede entender desde estas palabras de Jesús: Amar a Dios y
amar al hermano es una misma cosa. No puede concebirse el amor a Dios sin el amor al
hermano. Amar a Dios y amar al hermano siempre van de la mano, están estrechamente
unidos. Son un matrimonio sin posible divorcio.
El sacerdote y el levita de la parábola del buen samaritano pretendían amar a Dios
prescindiendo del amor al prójimo que estaba herido en la vera del camino
(Lc.10, 31-37). Pero ese amor a Dios que prescinde del hermano, es un falso amor. Solo el
samaritano que se acercó al herido y se preocupó por él, fue quien verdaderamente
amaba a Dios; pues sabía muy bien que el amor al hermano es el símbolo más perfecto
de que amamos a Dios.
Este es el gran reto que tenemos los cristianos. Esta es la señal de nuestra fe y esta es la
base de todo nuestro compromiso como cristianos. No hay otro camino. Quien cree en el
Dios de Jesús, está comprometido a amar a Dios a través del hermano. No hay otro
camino. Al decir “creo”, estamos diciendo que hemos optado por el amor, por poner
todo nuestro corazón en Dios y en los hijos de Dios, nuestros hermanos.
El cristiano que no ha aprendido este mandamiento básico, es un verdadero analfabeto
en la fe. Por eso, San Juan nos dice: “Quien no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios
es amor” (1Jn.4, 8).
Como dice la frase: “Yo siempre he creído que el mejor medio de conocer a Dios es amar
mucho”. Pero además Jesús nos pone hasta dónde debe llegar nuestro amor: en el amor
a Dios tenemos que poner “todo el corazón, toda el alma, toda la mente” (Mt. 22, 37).

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


(Lc.10, 31-37)

TE
MA EL PECADO
04

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


El mal en el Mundo y la pérdida de la gracia
Dios te creó para que seas feliz.
Cuando Dios creó a los seres humanos nos hizo buenos y destinados a ser felices. Y nos
dio una vocación como la de Jesucristo: Amar al Padre. Tú formas parte de un proyecto
amoroso desde la eternidad (Ef 1, 3-10).
Es así que todas las personas buscan la felicidad, vamos hacia ella e incluso corremos a lo
largo de toda nuestra vida creyendo verla en la riqueza, las comodidades, el placer… pero
la respuesta está en Dios. Sin Dios nunca se hará realidad ningún proyecto de felicidad.
El profeta Oseas (Os 4, 1-2) decía en su tiempo aquí ya no hay lealtad entre su gente, ni
fidelidad, ni conocimiento de Dios, abundan en cambio el juramento falso, la mentira, el
asesinato, el robo, el adulterio y la violencia.
El pecado causa de nuestros males.
La palabra de Dios nos enseña que el pecado entró en la creación y con el pecado todo el
mal que sufrimos. El hombre al principio de la historia eligió el camino de la
desobediencia que destruyó la comunión con Dios, fue el pecado de nuestros primeros
padres (Gen 3, 1-13).
¿Qué es el pecado?
- Es faltar al amor verdadero para con dios y para con el prójimo
- Es una falta contra la razón, la verdad y la conciencia recta
- Es un acto o un deseo contrario a la ley eterna
- Es una ofensa a Dios
- Es una ruptura con Dios
- El pecado es la separación de Dios y con ello la separación de la fuente de vida
- Es un acto suicida (Juan Pablo II)
Consecuencias del pecado.
Por el pecado el hombre perdió el paraíso, perdió la comunión con Dios y como
consecuencia vinieron el sufrimiento y la muerte. Por eso buscamos la felicidad por
caminos equivocados y reemplazamos a Dios por la riqueza, brujería, lectura de cartas,
etc.
- El pecado nos divide: Hiere la naturaleza del hombre (Rom 7, 19). De hecho no hago el
bien que quiero sino el mal que no quiero
- El pecado nos esclaviza: Jesús dice el que vive en el pecado es esclavo del pecado
(Jn 8, 34).
- El pecado nos hace daño: Pablo nos advierte diciendo, no se engañen de Dios nadie se
burla, pues lo que uno siembra eso cosechara (Gal 6, 7)

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


- El pecado afecta nuestras relaciones: Nuestra relación con Dios, con nosotros mismos
y con los demás
- El pecado nos conduce a la muerte: El pecado paga un salario y es la muerte
(Rom 6, 23)
Actitudes frente al pecado
a). Negarlo
b). Ocultarlo
c). Disfrazarlo
d). Justificarlo
e). Reconocerlo, arrepentirse y confesarlo
La misericordia de Dios borra tus pecados
Dios tiene un corazón compasivo y misericordioso, capaz de olvidar tus pecados. En él
encontramos al amor que nos levanta en el camino, que limpia nuestras heridas, nos
conduce para ser curados en una posada (Lc 10, 34). La misericordia de Dios es tan
grande que no importa cuántos y que tan graves son tus pecados, su amor por ti es tan
especial que quiere perdonarte. Para recibir su perdón, reconoce que haz pecado y
arrepiéntete. Dice Yahvé aunque tus pecados sean colorados, quedaran blancos como la
nieve, aunque sean rojos como la purpura se volverán como lana blanca (Is 1, 18).
Antes de volver al Padre, Jesús entregó personalmente el poder de perdonar los pecados
a sus apóstoles. Hoy los sacerdotes administran este sacramento, es decir, el mismo Dios
actúa a través de ellos y termina diciendo: Soy yo quien tenía que borrar tus faltas y no
acordarme más de tus pecados (Is 43, 25)
Desarrolla esta sopa de Letras:

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


TE LA RECONCILIACIÓN CON DIOS Y
MA CONSIGO MISMO
05

No hallarás sosiego en aquellas naciones, ni habrá descanso para la planta de tus pies,
sino que el Señor te dará allí un corazón trémulo, languidez de ojos y ansiedad de alma. 
Tu vida estará ante ti como pendiente de un hilo, tendrás miedo de noche y de día, y ni
de tu vida te sentirás seguro.  Por la mañana dirás: “¡Ojalá llegase la tarde!”, y por la
tarde dirás: “¡Ojalá llegase la mañana!”, a causa del espanto que estremecerá tu corazón
y del espectáculo que verán tus ojos.  El Señor volverá a llevarte a Egipto en barcos, por

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


ese camino del que yo te había dicho: “No volverás a verlo más”.  Y allí os ofreceréis en
venta a vuestros enemigos como esclavos y esclavas, pero no habrá ni comprador.
Así describe la Escritura la experiencia de ruptura de aquel que se aleja del Señor, Vida
verdadera y abundante.  Y es que, creado para participar de la comunión trinitaria, no
existe mayor frustración para el ser humano que la opción por el pecado como lejanía de
Dios y acto eminentemente suicida.  A veces perdemos de vista esta perspectiva y nos
dejamos engañar por visiones erradas del pecado, como si se tratase de una mera ofensa
o de una infracción totalmente externa e inofensiva para nuestra propia felicidad.  Nada
más falso, pues la primera víctima del alejamiento de Dios es la misma persona humana.
Por ello la reconciliación con Dios trae como primera consecuencia la reconciliación de la
persona consigo misma.  Definitivamente habita en el corazón humano un anhelo
profundo de reconciliación, una nostalgia de paz y armonía, de libertad y permanencia,
de seguridad y encuentro que no llega a saciarse sino en el encuentro pleno con el Señor
Jesús.
Es imprescindible por ello colaborar activamente con la gracia que Dios derrama en
nuestros corazones para hacer efectiva la reconciliación en nosotros, esa reconciliación
que tiene como fundamento indispensable el retorno a la casa paterna, rechazando todo
camino de pecado y ruptura.  No olvidemos que en este peregrinar nos acompaña la
presencia tierna y silenciosa de Santa María, mujer plenamente reconciliada y ejemplo de
humanidad, en quien descubrimos de manera privilegiada nuestra identidad de hijos en
el Hijo.
Y entrando en sí mismo…
El relato del hijo pródigo y el padre misericordioso es una de las enseñanzas evangélicas
más hermosas sobre el perdón.  La riqueza de esta parábola es indiscutible.  Sin embargo,
ahora sólo nos detendremos a meditar en la experiencia de ruptura del hijo ingrato.  Al
encontrarse lejos de la casa paterna, éste se descubre hambriento, semidesnudo,
abandonado, envilecido por una tarea indigna y malbaratando su vida por un salario de
miseria.  Esta situación encuentra su analogía en nosotros cuando, optando por los
caminos errados de las concupiscencias, nos hundimos en el dolor y el desorden, en la
ceguera y la desorientación, cuando vivimos de compensaciones, atados a nuestros
caprichos y gustos, cuando nos hallamos vacíos de toda verdad, esclavos de nuestros
sentimientos desordenados, de complejos y faltas de aceptación, incapaces de amar,
incoherentes con nuestra vocación última a la plenitud.
Sólo nos queda hacer como el hijo pródigo y “entrar en nosotros mismos” para recuperar
lo que hemos negado: nuestra propia identidad; volver la mirada sobre nosotros para
saber quiénes somos.  Lo primero que vale la pena resaltar del relato es que el hijo
arrepentido en ningún momento pierde su identidad más profunda e inalienable que es,
precisamente, la de ser hijo.  Aunque se haya alejado y haya envilecido su nombre,
aunque en un momento pretenda renunciar a esa dignidad para ser tratado como un
jornalero, queda claro que sigue siendo hijo.  Es más, ésa es la razón última por la que
regresa, pues de su corazón abatido brota un clamor profundo por la casa paterna, por
gozar aunque sea de las migajas de la mesa de su padre.  Éste es el primer argumento
para nuestra propia reconciliación: comprender que somos hijos de Dios creados para el

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


encuentro e invitados a participar del amor divino, y que alejados de Él ya no nos
comprendemos más.
Frente a las rupturas
Entrando en nosotros mismos y situados frente a nuestras rupturas podemos distinguir
tres pasos fundamentales.  Lo primero es descubrir o tomar conciencia de los propios
problemas.  Esto implica tomar en serio la tarea del conocimiento personal.  Contamos
para ello con dos medios elementales que son el examen de conciencia y la ayuda de los
demás.   De esta manera desaparecen muchos mitos y fantasmas, pues el comenzar a
conocer los problemas y sus causas implica ya un enfrentamiento que va disipando las
sombras de la propia realidad con la luz de la verdad.
Lo segundo es reconocer las rupturas como propias y nuestra capacidad para
reconciliarlas.  Uno de los obstáculos más comunes es la idea subjetiva de que no somos
capaces de vencer los problemas, de que es imposible cambiar o de que el esfuerzo no
vale la pena.  Ésta es una afirmación que muchas veces se cumple por el solo hecho de
ser formulada.  No hay peor enfermo que el que no se quiere curar o el que pretende
negar su dolencia.  La decisión de trabajar por la propia reconciliación debe ir
acompañada de la confianza en Dios que no nos abandona y quien, en última instancia,
hace fructificar nuestros esfuerzos con su gracia.
En tercer lugar, tenemos el paso propiamente de la reconciliación, que no se puede
comprender sin la vivencia del amor como fundamento, como dinamismo de entrega y
auto donación generosa, de misericordia y perdón, y que tampoco puede prescindir de la
realidad de la cruz como muerte para la vida, como dimensión sacrificial del propio
esfuerzo por la reconciliación.  Vamos a profundizar de manera especial en este paso
desde tres perspectivas distintas.
Para nuestra reconciliación
En primer lugar, se trata de cambiar o transformar lo que se pueda y deba ser cambiado,
como los hábitos de pecado, pensamientos, sentimientos o conductas anti-evangélicas. 
Se trata de ingresar de lleno en el dinamismo del “despojarse-revestirse”.
En segundo lugar, tenemos que aceptar lo que no se pueda cambiar.  No se trata de una
aceptación resignada y fatalista de los problemas o defectos, sino de una apertura
sincera y humilde ante la verdad objetiva.  Hablamos de una aceptación de lo bueno y lo
malo que habita en nuestro interior.  Una mirada a lo esencial permite trascender las
faltas de aceptación y el absurdo que ellas implican.
Por último, debemos perdonar el daño cometido a nosotros mismos o a otras personas. 
Nos referimos a pecados o situaciones dolorosas en los que tenemos algo de
responsabilidad y cuyo alivio sólo puede hallarse en el perdón que se nutre de la
misericordia de Dios.  Aprender a perdonar a los demás o perdonarnos a nosotros
mismos es una tarea que puede tomar tiempo, pero implica un crecimiento en libertad
que vale el esfuerzo.
Estos tres aspectos de la reconciliación necesitan ser vividos de manera integral,
transformando los criterios equivocados o mentiras por la verdad evangélica que nos
señala el Señor Jesús — fe en la mente - , reorientando los sentimientos y afectos

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


desordenados — fe en el corazón —, y finalmente plasmando todo esto en una conducta
reconciliada — fe en la acción —.
El horizonte de misión.
Como último elemento a considerar, pero no por ser el menos importante, está la
conciencia de nuestra misión dentro del Plan de Dios.  Éste nos revela muchas veces
horizontes insospechados de realización y de sentido para nuestras vidas.  Olvidar esta
dimensión misional de la existencia contribuye a la estrechez de horizontes y a la
consecuente mezquindad de corazón de quien se deja envolver por las rupturas
personales y las visiones falsas de sí mismo.
El camino de la reconciliación personal nos exige una mirada reverente, detenida en lo
esencial, aquella visión que nos enseña el Señor: «Pero el Señor dijo a Samuel: “No mires
su apariencia ni su gran estatura, pues yo lo he descartado.  La mirada de Dios no es
como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero el Señor mira el
corazón.
Para meditar
 La experiencia de ruptura: Dt 28,65-68; Sal 31(30),10-13; Mt 26,69-
75; Lc15,17; Rom 7,15-23.
 Despojarse-revestirse: Ez 36,26-27; Ef 4,17-24; Col 3,8-12.
 Aceptación personal: Lc 12,25; 15,17-20; 1Jn 1,6.8-10.
 Vivir el perdón con humildad: Eclo 18,20-21; Lam 3,40-42; Jn 21,15-17; Hch3, 19.
 Dios ha escogido lo débil del mundo: 1Sam 16,7; 1Cor 1,27-28; 2Cor 4,7-10.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Si ya tenemos el bautismo que nos reconcilia con Dios
- ¿Por qué necesitamos este sacramento de la reconciliación?
El Bautismo nos arranca del poder del pecado y de la muerte, nos introduce en la
nueva vida de los hijos de Dios, no nos libra de la debilidad humana y de la inclinación
del pecado. Por eso necesitamos reconciliarnos continuamente con Dios, y esto es la
CONFESIÓN. Confesarse quizás sea difícil, al principio cuesta un gran esfuerzo pero es
una de la mayores gracias que podamos comenzar en nuestra vida, totalmente libre
de cargas, acogidos en el amor con una fuerza nueva. Dios es misericordioso y desea
que nosotros nos acojamos a su misericordia.
- ¿Quién ha instituido el sacramento de la penitencia?
Jesús instituyo este sacramento el día de pascua cuando se apareció a los apóstoles y
les dijo: Reciban el Espíritu Santo, los pecados serán perdonados a los que ustedes se
les perdonen y serán retenidos a los que ustedes se los retengan. Jesús ha expresado
en la Parábola del hijo prodigo lo que sucede en este sacramento, nos extraviamos,
nos perdemos y no podemos más, pero Dios Padre nos espera, nos perdona cuando
regresamos, nos acepta siempre perdonando el pecado
- ¿Quién puede perdonar los pecados?
Solo Dios puede perdonar los pecados “tus pecados te son perdonados” (Mc 2, 5) solo
Jesús lo pudo decir porque él es el Hijo de Dios, y solo Jesús les ha conferido este
poder a los sacerdotes, perdonar los pecados en nombre de Jesús.

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


- ¿Qué hace que un hombre esté dispuesto al arrepentimiento?
Desde el examen de la culpa personal surge el deseo de mejorar, esto es el
ARREPENTIMIENTO. Se produce cuando nos llenamos de dolor por nuestros pecados y
decidimos cambiar nuestra vida poniendo toda nuestra confianza en Dios. Con
frecuencia se oculta la realidad del pecado, algunos creen que contra los sentimientos
de culpa solo hay que tomar medidas psicológicas, pero los verdaderos sentimientos
de culpa son importantes
- ¿Qué es la penitencia?
Es la reparación de una injusticia cometida, la penitencia no debe darse solo en la
mente, sino que debe expresarse en obras de misericordia y en el compromiso con los
demás, también con la Oración, el ayuno y la ayuda material y espiritual a los pobres.
La penitencia nos libera y nos anima a empezar de nuevo.
- ¿Cuáles son las actitudes esenciales que se deben dar para que se perdonen los
pecados en el sacramento de la penitencia?
Los elementos esenciales es la persona que se convierte y el sacerdote en nombre de
Dios le conceden la absolución de sus pecados.
- ¿Qué debo hacer en una confesión?
Realizar el examen de conciencia, el arrepentimiento, el propósito de enmienda, la
confesión y la penitencia.

- ¿Qué pecados hay que confesar?


Los pecados graves que se recuerdan tras un examen de conciencia minucioso. Es
cierto que ante la confesión nos sentimos cohibidos, pero superar esto es el primer
paso para sanar interiormente.
- ¿Qué efectos positivos tiene la confesión?
La confesión reconcilia al pecador con Dios y con la Iglesia.

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


TE
MA LA CONVERSION
06

Sacramento del bautismo y Eucaristía.

Conversión es sinónimo de cambio y cambio es igual a transformación, conversión


proviene del griego ephistrepho, que significa volverse atrás. Por consiguiente
convertirse es renunciar y dar la espalda al pecado, es darle la cara a Dios.
Hoy en día el hombre vive apartado de Dios, esclavizado a un mundo lleno de placer,
materialismo y superficialidad, en todas clases de vicios y maldades sin poder reaccionar.
¿Estás viviendo también las consecuencias de un mundo alejado de Dios?
¿Quieres salir de él? Jesús le dijo a un hombre llamado Nicodemo: “En verdad te digo el
que no renace del agua y del espíritu no puede entrar en el reino de Dios” (Jn 3, 5)
Este es nacer de nuevo.
Aspectos de la conversión:
- Rechazar al pecado y reconocernos pecadores
- La conversión trae consigo cambio de actitudes y de hábitos
- Poner en primer lugar a Dios
- Vivir como hijos de Dios
Dios te llama a la conversión:
Dios no te quiere esclavo del pecado, no te desea el daño ni la muerte, él te dice:
conviértete y vivirás (Ez 18, 32) y te dará vida en abundancia (Jn 10, 10)

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


Dios espera de ti una conversión sincera, pues conoce tu corazón, tus pensamientos, tu
interior, espera de ti una conversión radical, solo así serias capaz de abandonarlo todo
por él si fuera necesario.
 SACRAMENTO DEL BAUTISMO.
El Bautismo es el camino que lleva del reino de la muerte a la vida, la puerta de la
entrada a la Iglesia y el comienzo de una comunión permanente con Dios. El Bautismo es
el sacramento fundamental y la condición previa de todos los demás sacramentos, nos
une a Jesucristo, nos introduce en su muerte salvífica en la cruz y nos libera del pecado
original y de todos los pecados personales y nos permite resucitar con él a una nueva
vida. Bautizar significa sumergir en el agua y se le llama también baño de regeneración y
renovación en el Espíritu Santo.
- ¿Cómo se administra el Bautismo?
La forma clásica del Bautismo es sumergir al bautizado tres veces en el agua o en la
mayoría de los casos se derrama tres veces agua sobre la cabeza, al tiempo que quien
administra este sacramento dice: “N… Yo te Bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo”. El agua simboliza purificación y nueva vida, también se añade los
signos de la Unción, la vestidura blanca y la vela del Bautismo
- ¿Quién puede ser bautizado y que se le exige a un candidato al Bautismo?
Cualquier persona que no esté aun bautizada puede recibir el Bautismo, la única
condición es la FE que debe ser confesada públicamente en la celebración del
sacramento.
- ¿Por qué mantiene la Iglesia la práctica del Bautismo de niños?
La iglesia mantiene desde tiempos inmemoriales el Bautismo delos niños .El
Bautismo es un regalo inmerecido de Dios, que nos acepta incondicionalmente. Los
padres creyentes que quieren lo mejor para su hijo , quieren también el Bautismo
,es una injusticia privar al niño del Bautismo por una de liberalidad mal entendida, lo
mismo que no se puede privar del amor ,para que después pueda el mismo pueda
decidirse por el amor. No obstante el Bautismo no se puede imponer a nadie .Si se
recibe el Bautismo de niño hay que ratificarlo para que dé fruto.
- ¿Quién puede administrar el Bautismo?
Normalmente es el Obispo, Sacerdote o un Diacono quien administra el sacramento.
En caso de necesidad cualquier cristiano e incluso cualquier persona puede bautizar
siempre que derrame agua sobre la cabeza del candidato diciendo: Yo te bautizo….
¿Es realmente el Bautismo el único camino para la salvación Para todos que han
recibido el evangelio y han conocido que Cristo es el camino la verdad y la vida (Jn
14, 6), el Bautismo es el único acceso a Dios y a la Salvación, sabemos que Cristo
murió por todos los hombres, pueden salvarse también quienes no tuvieron

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


oportunidad de conocer verdaderamente a Cristo ni la fe pero con ayuda dela gracia
buscan a Dios con un corazón sincero. La iglesia debe ofrecer a los hombres la
salvación por medio de sacramentos.
- ¿Qué ocurre en el Bautismo?
En el bautismo nos convertimos en miembros del cuerpo de Cristo, en hermanos y
hermanas de nuestro salvador e hijos de Dios. Somos liberados del pecado,
arrancados de la muerte y destinados desde ese instante a una vida de alegría de los
redimidos. Ser bautizado quiere decir que la historia de mi vida personal se sumerge
en la corriente del amor de Dios.
- ¿Qué supone recibir un nombre en el Bautismo?
Mediante el nombre que recibimos en el Bautismo nos dice Dios: Te he llamado por tu
nombre, tú eres mío. (Is 41,1). Estar bautizado con un nombre determinado quiere
decir que Dios me conoce, me dice si y me acepta para siempre.
 SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA.
Es el sacramento en el que Jesús entrega por nosotros su cuerpo y su sangre a sí mismo,
para que también nosotros nos entreguemos a el con amor y nos unamos en la sagrada
comunión, así nos unimos a la iglesia .La eucaristía es el sacramento de iniciación
cristiana y es el centro misterioso de todos los sacramentos. El sacrificio histórico de
Jesús en la cruz se hace presente durante la transubstanciación de un modo oculto e
incruento. Cuando comemos el pan partido nos unimos al amor de Jesús, que entrego
por nosotros su cuerpo en la cruz ., cuando bebemos del cáliz nos unimos con aquel que
incluso derramo su sangre .Nosotros no inventamos este rito, Jesús mismo celebro con
sus discípulos la ultima cena se dio a sus discípulos bajo los signos de pan y vino y
exhorto que después de su muerte celebraran la eucaristía. Haced esto en memoria mía.
- ¿Cómo instituyo Jesús la Eucaristía?
Dice el apóstol Pablo lo que yo recibí del señor y a mi vez les he transmitido es l
siguiente el señor Jesús la noche en que fue entregado tomo el pan dio gracias lo
partió y dijo: ESTO ES MI CUERPO QUE SE ENTREGA POR USTEDES HAGAN ESTO EN
MEMORIA MÍA. DE LA MISMA MANERA DESPUÉS DE CENAR TOMO LS COPA
DICIENDO: ESTA COPA ES LA NUEVA ALIANZA QUE SE SELLA CON MI SANGRE,
SIEMPRE QUE LA BEBAN HAGANLO EN MEMORIA MÍA. (1 Cor.11, 23-25)
- ¿Cuál es la importancia de la Eucaristía para la iglesia?
La celebración de la Eucaristía es el centro de la comunidad cristiana en ella la iglesia
se convierte en Iglesia y es importante porque recibimos el cuerpo de Cristo y
continua mente somos transformados en el cuerpo de Cristo.

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA


- ¿Qué nombres hay para el banquete de Jesús con nosotros y que significan?
Es la Santa misa: es el único sacrificio de Cristo se hace presente en la eucaristía. La
palabra misa viene de la frase de despedida id sois enviados.
Banquete del Señor: Cada celebración eucarística es el mismo banquete que celebro
Jesús con sus discípulos. Y la anticipación del banquete que celebrara con los
redimidos al final de los tiempos. Es Dios quien convoca y está presente de un modo
misterioso.
Fracción del pan: Era un antiguo rito del banquete judío donde los discípulos lo
reconocieron después de la resurrección. La comunidad primitiva llamaba fracción del
pan a sus asambleas eucarísticas.
Asamblea Eucarística: También es una asamblea de acción de gracias.
Memorial de la pasión, muerte y resurrección:
- ¿Qué elementos forman parte necesariamente de la Santa misa?
Tiene dos elementos:
Liturgia de la palabra y Liturgia eucarística
- ¿Quién preside la celebración eucarística?
Es Cristo quien actúa en cada celebración eucarística, en el Obispo y en el Sacerdote
que lo representan
- ¿De qué modo está presente Cristo cuando se celebra la eucaristía?
Cristo está presente en el sacramento de la eucaristía cada vez que la Iglesia realiza el
mandato de Jesús hagan esto en conmemoración mía
- ¿Con que frecuencia debe participar un católico en la Eucaristía?
Todos los domingos y fiestas de guardar
- ¿Cómo debo prepararme para recibir la sagrada Eucaristía?
Debe confesarse y reconciliarse con el prójimo, no comer como mínimo una hora
antes de recibir la Eucaristía
- ¿Cómo me transforma la sagrada comunión?
Me convierte en un miembro vivo del cuerpo de Cristo, renueva las gracias que he
recibido en el Bautismo y la confirmación y me fortalecen en la lucha contra el
pecado

PRIMER AÑO DE SECUNDARIA

Das könnte Ihnen auch gefallen