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Economía solidaria: Dignificación del Ser humano o

estrategia del capitalismo.


Andrés Felipe Páez Cabezas

El mundo actualmente está llevando a cabo un desarrollo notable en diversos aspectos como
político, social, cultural, religioso, tecnológico y hasta industrial, pero en el ámbito económico es
más que evidente debido a la generación de mayor riqueza por parte de personas, empresas o
grupos económicos que tienen diversos medios para obtenerlas; de ahí ha surgido en
contraposición la cual se caracteriza por la generación de capital o utilidad en formación e
integridad humana con base en la actividad económica que estén desarrollando, empleando
valores como la responsabilidad, trabajo en grupo, ayuda, agradecimiento, autoestima y sobre
todo la solidaridad, se denomina economía solidaria.

Este sistema económico de tinte social se caracteriza por unir fuerzas y se autogestionan para
favorecer a la comunidad a través de la filosofía humanista como único objetivo, esencial e
imprescindible en el desarrollo eficiente de la economía. Los antecedentes que se tienen de la
economía solidaria se remiten a nivel Europa durante la primera y segunda Revolución
Industrial, en donde las personas no solo podían adaptarse al dinamismo financiera y
económicamente hablando, sino que reconocían sus capacidades; complemento a la creación de
las primeras cooperativas y grupos de oficios, quienes por medio de la innovación, colaboración
y espíritu de trabajo generaban emprendimiento en la región.

En forma general se puede decir que la economía solidaria se comporta afín al sistema
capitalista, pero cabe resaltar que es autosostenible y genera macroprocesos en función de la
persona y no a la empresa como lo hace el capitalista; así mismo, la economía solidaria genera
utilidades no tan mayores como las producidas como el capitalismo pero se puede decir que entra
a jugar con el debido a que propiciaría a un nuevo modelo de desarrollo, es lo contrario, no es un
instrumento, es una arma, ya que combate la desigualdad social, la falta de oportunidades, el
desempleo, la monopolización, burocracia y separación ya sea de clases obreras o de géneros,

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aspectos que si ocurren en el sistema capitalismo, donde solo se genera riqueza sin importar el
medio o a la persona o comunidad como pilares de desarrollo en este mundo globalizado y que a
futuro podría generar muchos sistemas económicos con utilidades no tan esperadas o
proyectadas.

A nivel de propiedades se puede decir que la economía solidaria se caracteriza por ser altamente
social, que se preocupa por la gente, ve a la persona como lo que es y no como propiedad del jefe
quien le compra horas de su tiempo por laboral y en la mayoría de los casos no es debidamente
remunerado, uso de capacidades para construir sociedad por medio de cooperativas que de forma
inicial son privadas pero que a mediano plazo se convierten en públicas por su fin de ayudar,
emplea recursos humanos y materiales.

A diferencia del capitalismo este usa muchos más pero con poca productividad como si lo hace
la economía social, genera una relación armónica y estable entre empleador y trabajo, ya que no
solo crea espacio de trabajo sino de ideas, participación, construcción de nuevas propuestas
donde hay principios como la comunidad participativa, inclusión, sostenibilidad e identidad
cultural propias de la economía solidaria, contraria al capitalismo en donde se genera solo un
vínculo laboral donde se produce de acuerdo a ideas o propuestas del empleador y que el
empleado sigue sin sugerencia alguna.

Si se hace un análisis profundo entre estos dos sistemas, el capitalista y el de economía solidaria,
se puede decir que en función de lucros el primero obtiene más pero de forma no consecuente
con los procesos del trabajador, en donde no solo trabajo por un tiempo sino le incrementa
tiempo, más recursos que transformar en mercancía, comercialización exagerada así como su
forma de producirla y ponerla en el mercado, y ganancias que no se ven evidenciadas en
programas de impacto positivo a la sociedad que lo bordea.

Caso opuesto se presenta en la economía solidaria en donde se ve pluralidad sin importa raza,
sexo, condición sexual, ideología política, religión, clase social; todo gracias al desarrollo
psicológico como pilar en la extensión de este modelo, no excluye, no privatiza, no delimita
utilidades, maneja proporciones semejantes para la comunidad, son democráticos, en algunos su
lucro no existe, solo emprendimiento con lucros a futuro, generan bienes y servicios con

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identidad y reconocimiento local, pero que después se potencializan a lo largo del entorno sea
nacional o internacional.

La economía solidaria en su síntesis es un sistema socioeconómico de carácter público privado


en donde se manejan lucros pocos o nulos que ha tenido un alto grado de desarrollo, impacto, por
medio de grandes resultados y se ha puesto en tendencia con los demás sistemas de acuerdo a su
extensión alrededor del mundo, que de acuerdo a la historia, comenzó por Europa, pasando por
Suramérica, donde gracias a las revoluciones anteriormente citadas y el inicio de la gran
revolución digital y la consolidación de la internet se pudo aprovechar para la gran masificación
de cooperativas en donde un gran porcentaje se llegaron a conformar como instituciones con
autogestión, políticas incluyentes, con auge social y pertenencia cultural por sus orígenes.

El surgimiento y desarrollo de este modelo nace bajo la alta demanda de trabajadores


insatisfechos en sus trabajos y junto con trabajadores despedidos por bajo rendimiento o causa
injustificada, factores contraproducentes para generar desempleo, injusticia, avaricia, inseguridad
y hasta la muerte como ópticas en sociedades subdesarrolladas por ejemplo; entre otros aspectos
que lo han definido por años.

A nivel alternativo la economía solidaria si ocasiona desarrollo debido que su objetivo se


enfatiza en el bienestar del trabajador, sus compañeros de trabajo, familias y comunidad que lo
rodea, es por esto que preserva sus condiciones en generaciones pasadas y futuras, donde el
trabajador obtiene lo que consigue pero gracias a su trabajo propio con un alto grado en valores,
emociones y sentimientos para obtener un lucro que lo satisfaga, en el cual se sienta feliz, en
armonía, que su productividad se vea transparente, igual que el de los demás, que sea participe,
logre comunicación asertiva, oportuna y que sea libre; y por último, que se le brinde
oportunidades para progresar económicamente.

Dentro del análisis económico de las dos hay algunas similitudes, entre las cuales se pueden
presentar la siguientes: generan desarrollo en el proceso de globalización, establecen una cadena
productiva en función del trabajo como unidad sustantiva, se lucran independiente de la forma
cuantitativa de sus ingresos o de la producción, hay lazo empleado-empleador de acuerdo a
aspectos previos como la oferta y demanda de la empresa en el sector, son corrientes económicas

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con reconocimiento internacional, crean distribución de acuerdo a la demanda del cliente y por
último, se adaptan a los cambios latentes en la generación de recursos por medio de la economía.

En conclusión se puede decir que el sistema económico de economía solidaria está esparciéndose
por todo el mundo por medio de aglomeración de personas organizando asociaciones,
fundaciones, cooperativas o grupos de oficio, en donde se tienen en cuenta y aplican principios
como la igualdad entre diversos aspectos, empleo para todos como derecho, medio ambiente
como compromiso para generaciones futuras, cooperación para prevenir competencia, sin lucro
por grado de pertinencia, compromiso con el entorno para transformar y posicionar cada vez más
alto este modelo que cada dia gana más adeptos.

REFERENCIAS.

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http://201810.aulasuniminuto.edu.co/pluginfile.php/478599/mod_resource/content/1/EC
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 Da Silva, L y Ratzmann, V. (2008). El cooperativismo y su comportamiento frente al
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