Sie sind auf Seite 1von 4

CAPITULO 6

COMO VEMOS EL MUNDO

¿De qué venís hablando por el camino?

“Aquel que quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse a sí mismo.” Sócrates

“Algunos hombres observan el mundo y se preguntan "¿por qué?". Otros observan el mundo y se
preguntan "¿por qué no?". George Bernard Shaw

“Dos de los discípulos se dirigían aquel mismo día a un pueblo llamado Emaús, a unos once
kilómetros de Jerusalén. Iban hablando de todo lo que había pasado. Mientras conversaban y
discutían, Jesús mismo se les acercó y se puso a caminar a su lado. Pero, aunque le veían, algo les
impedía reconocerle. Jesús les preguntó: ¿De qué venís hablando por el camino? Se detuvieron
tristes, 14

Muchas veces nuestras conversaciones descubren nuestros carácter o nuestro modo de ver el
mundo, le damos demasiada importancia al qué dirán, y nos centramos en el dolor, en la perdida,
en lo que no tenemos, y no en lo que tenemos, Los comentarios que escuchamos son, “ está todo
mal”, estamos en crisis”, no puedo con mis hijos”, “ahora negocio con mis hijos”, “estamos
viviendo tiempos difíciles, situaciones que nos tiene muy preocupados”, Siempre habrá tiempos
difíciles para aquellos que se sienten inseguros; el ser humano siempre encontrará algo por qué
preocuparse: ya sea el mundo y sus cambios, la bolsa de valores, el futuro de los hijos, la salud de
alguien, poco dinero, mucho dinero, al que tiene miedo de perder, el trabajo de mañana, etc. En
fin nuestra vida pareciera basarse en vivir siempre preocupados por algo. Si no manifestamos
preocupación, la gente puede pensar que somos indolentes, entonces... ahí vamos, a
preocuparnos porque la gente piensa mal de nosotros.

Al igual que estos dos discípulos que se encontraban tristes y desolados por la muerte de su señor,
así nosotros muchas veces nos sentimos igual tristes y desolados y esos son los tenores de
nuestras conversaciones, pero así como Jerusalén representa el pensamiento religioso el
encuentro con Jesucristo vivo, razón de la esperanza, fuente de inteligencia espiritual e impulso
para el testimonio y la Fe. Emaús, en cambio, representa lo cotidiano, lo de antes y lo de siempre,
es decir, la muerte de la ilusión que Jesús había sembrado en ellos, el sin sentido, refugio a la
desesperanza por la lejanía. Allí, en Emaús, sólo es posible la tristeza y el vacío por la falta de fe.

Otra característica importante de los que transitan este camino es La Preocupación ya que esa
inquietud cuando es demasía, se convierte en una espada de Damocles sobre nuestra cabeza, nos
impide pensar, nos impide, soñar, y por ultimo ahoga nuestra fe, entonces se va convirtiendo en
un signo de “poquísima fe” o de mucha fe en que las cosas no funcionarán. El preocuparnos en
demasía poniéndolo en primer lugar aún sobre Dios, denota la poca confianza que tenemos en
nuestra relación con Dios, con Su creación. Pensamos que nuestra preocupación, es decir
ocuparnos ansiosamente antes, puede solventar algo. La verdad solo Dios se pre-ocupo cuando
manifestó Su creación. Quiere decir que ÉL se ocupó antes de que las cosas sucedieran y dio la
provisión necesaria, y aún más para que todo sobreabundara. Cuando decimos que estamos
preocupados enviamos una comunicación subconsciente a nuestros centros nerviosos
poniéndolos tensos. (Nos da un alerta) La preocupación es solo un desgaste inútil de energía que
con el tiempo llegara a obstaculizar el flui de nuestra fe y de nuestro amor por nuestros
semejantes.

Así como los de Emaús han perdido la fe en Jesús. Retornan desconcertados a sus hogares.
Piensan que aquel en quien habían puesto su esperanza se reveló inoperante: “Nosotros
esperábamos que él fuera el que iba a liberar a Israel” 15 Ellos dos, como muchos de su tiempo,
alentaban la idea de un mesías poderoso en obras y palabras, capaz de revertir la situación de
opresión que vivía Israel bajo el yugo romano, haciendo de Jerusalén el centro sagrado desde el
cual el Santo de Israel atraería hacia sí a todas las naciones.16. Confunden “Reino de Dios” con
“reinado de Israel” sobre las naciones.17

Este encuentro se inicia por iniciativa de Jesús quien pregunta sobre sus vidas. Ellos insisten en sus
anhelos rotos: han confiado en Jesús como profeta de Dios y liberador de Israel, pero terminó
muerto en cruz. Ya nada se puede hacer. La amargura no puede ser mayor. «Sus ojos estaban
cegados» nos informa Lucas 18. Es decir, no logran comprender por qué su líder acabó muerto,
situación que afecta substancialmente su condición de vida actual y su futuro.

Tomas Monson, presidente de la Iglesia de Jesucristo de Los santos de Los Últimos Días, “La
economía global,...parece haberse ido a pique, y durante muchas semanas el panorama
económico ha sido un tanto sombrío; además, las bases morales de la sociedad siguen decayendo,
mientras que los que tratan de proteger ese fundamento a menudo son ridiculizados y a veces
perseguidos. Y las guerras, los desastres naturales y las desgracias personales siguen ocurriendo.

Sería fácil desanimarnos y perder la fe en cuanto al futuro —o incluso tener temor de lo que pueda
venir— si sólo nos concentráramos en lo que está mal en el mundo y en nuestra vida. Sin
embargo, hoy quisiera que nuestros pensamientos y nuestras actitudes dejen de lado los
problemas que nos rodean y se concentren en las bendiciones que tenemos como miembros de la
Iglesia. El apóstol Pablo declaró: “…no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de
amor y de dominio propio”. 19.

Ninguno de nosotros pasa por esta vida sin problemas ni desafíos, y a veces tragedias e
infortunios. Después de todo, en gran parte estamos aquí para aprender y progresar como
resultado de esos acontecimientos. Sabemos que habrá ocasiones en las que sufriremos,
lloraremos y estaremos tristes; no obstante, se nos ha dicho: “Adán cayó para que los hombres
existiesen; y existen los hombres para que tengan gozo” 20

El Papa Francisco en su ángelus dominical en el vaticano dijo ““A veces tenemos miedo de ser
consolados y nos sentimos más seguros en la tristeza y en la desolación porque somos más
protagonistas, mientras que en el consuelo el Espíritu Santo es el protagonista”.

El hombre vive en este mundo y desde esta idea se debe abrir para convivir con la naturaleza y
con los otros hombres, y esto implica tener conciencia de uno y del otro, uno debe permitirse
reconocerse como un ser incompleto pero con elementos suficientes como la razón, el lenguaje,
el arte, el trabajo, la familia, el amor, la escritura y el entendimiento que emanan de su espíritu y
solo en comunión con ese espíritu que se desarrolla a través de la fe, y de la comunión con Dios,
puede y debe encaminarse a ser un hombre completo, único y trascender más allá de sus
dificultades.

Miguel de Unamuno dijo “La sangre de mi espíritu es mi lengua,”

jcf

14.- Lucas 24:13 - 17.

15.- Lucas 24:21

16.- Ver .Zac 14; Ver Mc 10,35-37

17.- hechos 1:6

18.- Lucas 24:16,

19.- 2 Timoteo 1:7

20.- Tomas Monson, Liahona abril 2009, “sed de buen ánimo”

Das könnte Ihnen auch gefallen