Papel de la memoria en la cultura contemporánea y que transformaciones destaca

en ella
Parte de reconocer un boom de memoria en la cultura contemporánea, que puede
caracterizarse como una tendencia a la musealización no sólo en el ámbito público sino
también en los ámbitos privados. Ese fenómeno está cruzado, constituido, posibilitado por
el fenómeno del marketing y las nuevas tecnologías donde la mercantilización vehiculiza
ese boom de la memoria.
Pero, como contracara de ese boom de memoria aparece un pánico o temor al olvido.
Una primera explicación a esa paradoja es que los cambios producidos por la
globalización suponen una fragmentación, aceleración y consiguiente inestabilidad del
tiempo y el espacio. Faltan elementos duraderos donde asirnos en el presente. De allí que
surja un impulso por la memoria como forma de encontrar anclaje en ese mundo
vertiginoso.
Sin embargo, la propia lógica de la rememoración, atravesada por el marketing, la
industria cultural y la mercantilización hace tambalear esa rememoración como lugar
seguro.
La respuesta a esta paradoja no viene por el lado de la memoria buena vs la memoria
mala que no deja lugar.
Corre ese foco y va a plantear, en cambio, otra cuestión. A la vez que nos protege del
miedo al futuro, si esa musealización insiste, pese a su posible fracaso, es porque cumple
una importante función en las actuales transformaciones de la experiencia temporal que
ocurren como consecuencia del impacto de los nuevos medios sobre la percepción y la
sensibilidad humanas.
La idea es, entonces, poner en relación la tendencia a privilegiar la memoria con el
impacto de los nuevos medios sobre la percepción y la temporalidad.