Sie sind auf Seite 1von 79

Las funciones

a raíz es el órgano subterráneo de la planta que, a diferencia del tallo,


casi nunca presenta hojas ni yemas.

Posee tres funciones:

1. Realizar una absorción selectiva y transportar hacia el tallo


agua y sales minerales, que pasan por un sistema de ósmosis
a través de una amplia superficie de pelos radicales, en lo que
constituye la savia bruta
2. Fijar la planta al sustrato terrestre, evitando que los agentes
del entorno permitan el arrancamiento
3. Acumular sustancias de reserva en sus células, ejemplo de las
bulbosas, remolacha, zanahoria, etc.

La raíz es el
órgano
encargado de
absorber y
transportar
sustancias, o
acumularlas
como reserva,
así como fijar
la planta al
sustrato

Morfología

Morfológicamente se distingue en la raíz un segmento de unión


con el tallo, una zona de transición o cuello, y zonas de crecimiento, de
maduración y ramificación. La zona de crecimiento, también llamada de división
celular, es una zona embrional responsable del alargamiento de la raíz primaria.
Está protegida por una serie de células epidérmicas impermeabilizadas por un
líquido denominado cutina, que recubre la superficie externa de las mismas.
Este conjunto de células parenquimáticas, que tienen forma de dedal, se denomina cofia,
caliptra o pilorriza. La cofia posee sustancias mucilaginosas que permiten al ápice
radicular, formado por células meristemáticas, penetrar con más facilidad en el sustrato sin
ser dañadas. En las plantas acuáticas la cofia degenera rápidamente, y no existe en las
raíces parásitas (como el muérdago).

La zona de maduración, llamada pilífera, se caracteriza por poseer pelos radicales


absorbentes que son sustituidos por los tejidos conforme crece la raíz. Entre el límite
superior de estos pelos y el cuello de la raíz se encuentra la zona de ramificación, de donde
surgen las raíces secundarias o laterales en forma oblicua o perpendicular. Cuando el
crecimiento de la raíz principal es mucho más rápido que el del resto de las raíces, se habla
de sistema de raíz central, en caso contrario, el sistema es de raíces difusas.

Clasificación según su forma y duración

xisten dos tipos principales de raíces en cuanto a su forma: axonoforma


y pivotante.

Muchas plantas disponen de raíces delgadas, otras engrosan y se tornan carnosas para
almacenar sustancias nutritivas de reserva, como las plantas bulbosas o tuberosas; éstas
permiten en la mayoría de los casos la reproducción o multiplicación por bulbos.

Las raíces
de las
bulbosas
engrosan
para
almacenar
sustancias
de
reserva
No todas las raíces penetran en la tierra (hipógeas); lo normal es que ésta sea la
continuación inferior del tallo, pero existen plantas que emiten raíces aéreas (epígeas); otras
han adquirido capacidades parásitas, mediante órganos chupadores llamados haustorios que
absorben la savia de otras plantas.

Estructura

Estructuralmente, en un corte transversal de raíz observado al


microscopio se pueden reconocer dos tipos de constituciones internas, las
estructuras primaria y secundaria. La estructura primaria es el resultado de la
acción de los denominados meristemos apicales radicales, y que es muy
semejante al de los tallos, con ciertas excepciones.

De fuera a dentro se aprecian: la epidermis, protectora y con pelos radicales


absorbentes; en la zona pilífera, la epidermis se denomina rizodermis; la corteza,
formada por una sola capa de células (o por varias si se trata de ciertas raíces
aéreas como los manglares y orquídeas tropicales), donde la raíz almacena las
sustancias de reserva, y por donde son transportadas el agua y las sales
absorbidas en los pelos hasta los tejidos conductores por diferencia de presión
(ósmosis) entre las células epidérmicas y corticales; y el cilindro vascular,
separado de la corteza por una sola capa de células, la endodermis (concéntrica),
y formado por el floema o líber primario y el xilema, y rodeado por una capa de
células parenquimáticas (el pericilio) que originan las raíces secundarias, el
pericilio puede faltar en algunas plantas acuáticas y parásitas.

Por su parte, la estructura secundaria de la raíz es el resultado de su crecimiento secundario,


que se presenta únicamente en las raíces principales de las gimnospermas y Dicotiledóneas
leñosas. Se produce cuando hacen aparición los dos meristemos secundarios: el cambium
vascular y el felógeno.

Las funciones

l tallo es el encargado de sostener las hojas y las flores en disposición funcional;


transportando y proveyendo a las plantas cormofitas, la savia bruta o
ascendente, por el xilema o leño, hacia los tejidos fotosintetizadores que son normalmente
las hojas, y repartiendo por todo el cuerpo del vegetal la savia elaborada o descendente,
mediante el floema o líber.
El tallo es el
encargado de
sostener las
hojas y flores,
y transportar
a todo el
cuerpo de la
planta la savia
bruta y
elaborada

En ocasiones almacenan sustancias de reserva (tubérculos, rizomas o tallos subterráneos),


como ocurre en las plantas bulbosas.

Clasificación

Según el medio en que viven se clasifican en: aéreos, subterráneos y acuáticos.


La mayoría de los tallos son aéreos, crecen en su mayoría por encima del suelo,
de forma erecta en general, sólo los subterráneos se desarrollan bajo el sustrato;
otros no se elevan sobre el suelo, manteniéndose a su nivel por incapacidad para
soportar el peso de la planta; algunos tienen la capacidad de trepar.

Según la consistencia de los tallos se clasifican en: herbáceos, leñosos y sufruticosos


(cuando son leñosos en la base y herbáceos en la parte superior o ramificaciones, como el
tomillo). Según la duración se les conoce como: anuales, bianuales y perennes.

Formación del tallo

La parte aérea de las cormofitas se denomina brote. El tallo es el eje del


brote que permite dar soporte a los distintos órganos aéreos: hojas, ramas y flores. Crece
buscando la luz con geotropismo negativo, es decir, se aleja del suelo al contrario de lo que
hace la raíz. El tallo crece longitudinalmente debido a la actividad del denominado
meristemo apical, que se encuentra rodeado de los catáfilos, consistentes en hojas
transformadas formando la yema terminal.
A partir de los meristemos apicales se forman también las flores e inflorescencias. Los
puntos en donde se encuentran insertadas las hojas se denominan nudos, y entrenudos la
zona de separación entre ellos. Del alargamiento progresivo del tallo son responsables los
rmeristemos pimarios intercalares, localizados precisamente en los entrenudos. Cuando no
existen, el tallo no puede progresar y se presenta entonces una disposición de las hojas en
forma de roseta.

Los meristemos primarios


intercalares son las yemas
localizadas en los
entrenudos del tallo, y
responsables de su
alargamiento progresivo

Las ramas y ramitas se forman a partir de pequeñas protuberancias denominadas yemas


axilares, que se sitúan en la axila o ángulo superior que forman las hojas jóvenes con el
tallo. Los tallos se denominan simples si no emiten ramas, ramificados en caso contrario, y
áfilos si carecen de hojas.

Estructura

 
structuralmente, el tallo forma los tejidos de su estructura primaria por
diferenciación a partir de los meristemos primarios.

Si observamos al microscopio un corte transversal realizado por debajo de la


yema terminal, se distinguen de fuera adentro una capa única de células
epidermicas, seguida de la corteza o zona subepidérmica formada por varias
capas celulares; el cilindro vascular central formado por floema y xilema; y la
médula, de mayor diámetro que en los tallos leñosos; ésta cuando existe, ocupa el
centro del tallo. La médula está formada por grandes células parenquimáticas, en
ocasiones lignificadas. Puede llegar a ocupar la totalidad del tallo, como ocurre en
el tubérculo de la patata o en el saúco.

A nivel de la zona subepidérmica y en posición periférica, suelen presentarse capas o


cordones de colénquima, que aseguran la resistencia y elasticidad del órgano. Tanto las
células más exteriores de colénquima, como las del parénquima de la corteza, pueden tener
cloroplastos y por tanto realizar fotosíntesis; en este caso se designa la conjunto de estas
células como clorénquima. También pueden encontrarse en la corteza (parénquima
cortical) fibras esclerenquimatosas (células muertas o esclerénquima) y esclereidas.

Profundizando en las células del tallo

El parénquima

El parénquima es el tejido vegetal fundamental. Es el que forma la


mayor parte de la masa del cuerpo de las plantas. Está integrado por células poco
diferenciadas, de tamaño más o menos grande, con las paredes poco engrosadas, no
lignificadas. En el parénquima se realiza lo esencial de la función de nutrición.

Las células de
parénquima
constituyen la mayor
parte del tejido de las
plantas

Existen diversos tipos de parénquima según la función específica que deban llevar
a cabo:

 Acuífero: que almacena agua; abunda en las plantas que viven en lugares
secos; puede incluirse entre los de reserva.
 Aerífero: encargado de facilitar la circulación del aire; para ello sus células
dejan entre sí grandes espacios intercelulares (meatos).
 Clorofílico: encargado de la asimilación; sus células contienen cloroplastos
y se encuentran en las partes verdes de las plantas
 De reserva: situado principalmente en los órganos de reserva (raíces,
tubérculos); sus células son incoloras; almacenan azúcares, féculas,
almidones, grasas, etc. Parte de este parénquima (la parénquima medular)
forma los radios medulares, en la zona del leño, y actúa como conductor de
sustancias alimenticias, por lo que se le llama parénquima conductor.

El esclerénquima
  
 l esclerénquima es tejido vegetal formado por células muertas de
membranas engrosadas y lignificadas. Normalmente lo
componen células alargadas, fibrosas, en las que la esclerificación de las
membranas ha sido total, de modo que, paulatinamente, se ha ido
reduciendo el lumen celular hasta quedar un mero canalículo, insuficiente
para la vida de nutrición de la célula, con lo que ésta muere.
Morfológicamente se puede definir como una fase más pronunciada de
esclerificación a partir del parénquima y con el intermedio de colénquima.
 La disposición fibrosa del esclerénquima suministra al vegetal o al órgano que lo
contiene una resistencia a la tracción según su eje y una cierta flexibilidad lateral.
Un caso especial de esclerénquima son las células pétreas, isodiamétricas, que
constituyen la protección de muchas semillas.

El colénquima

 El colénquima es tejido vegetal con misión de sostén y de


protección mecánica. Está constituido por células diferenciadas
adultas, con la membrana parcialmente engrosada. Se diferencia del esclerénquima
en que sus células son vivas, puesto que el engrosamiento es siempre parcial y
permite las funciones de relación y de nutrición. El colénquima es capaz de dilatarse
y contraerse, en sentido lateral o longitudinal, según la disposición de los
engrosamientos en las membranas.

Las células de
colénquima
sostienen y
protegen el
tallo
 Los tallos aéreos de angiospermas monocotiledóneas carecen en general de
endodermis bien diferenciada, que sí está presente en los tallos subterráneos o
rizomas y en las raíces. En los tallos de gimnospermas puede haber endodermis, y
en los tallos de angiospermas dicotiledóneas puede existir un conjunto de células
con almidón que constituyen la vaina amilífera.
Diferencias estructurales
 La principal diferencia estructural entre los tallos de las plantas vasculares,
reside en la disposición de los haces vasculares (tejidos conductores) que
constituyen el cilindro vascular. En las dicotiledóneas se sitúan los haces de
floema y xilema primarios formando cilindros concéntricos, estando los de
floema siempre en posición exterior. Entre éstos se disponen proyecciones
radiales del parénquima médulae, denominadas parénquima interfascicular,
aunque en algunos casos los cilindros son prácticamente continuos. Al
contrario que en la raíz, en donde los haces del floema se alternan con los
del xilema, en el tallo se colocan uno junto a otro sobre el mismo radio. En
los tallos de las monocotiledóneas, los haces vasculares están dispersos y
sin orden, o formando círculos concéntricos, en el tejido fundamental,
nombre éste que se aplica al parénquima cuando no existe médula y
corteza diferenciados.

Estructura secundaria del tallo

 a estructura secundaria del tallo se origina como resultado de la acción de


dos meristemos secundarios laterales, uno en el cilindro vascular
denominado cambium vascular, y otro en la corteza denominado
cambium suberoso o felógeno; resultando un crecimiento en grosor del eje
de la planta.
 El cambium produce un aumento de los tejidos vasculares, formando xilema
y floema secundarios, mientras que el felógeno produce tejidos protectores
periféricos: felodermis y súber. Esta estructura se presenta en la mayor
parte de las gimnospermas y angiospermas dicotiledóneas. En las
monocotiledóneas el crecimiento secundario se realiza de modo diferente,
originando una estructura distinta.
 El cambium, debido a divisiones celulares paralelas a su superficie, produce
xilema secundario hacia el interior y floema secundario hacia el exterior.
Esto hace que el floema secundario empuje hacia fuera al floema primario,
mientras que el xilema secundario empuja hacia el centro del tallo al xilema
primario.
 El cambium produce tejidos conductores año tras año en las plantas
leñosas, provocando que el tallo vaya aumentando de diámetro. El
crecimiento secundario suele ser continuo en aquellas zonas tropicales
donde no existen apenas diferencias estacionales, mientras que en las
zonas templadas, en que las estaciones sí están bien definidas, el cambium
alterna periodos en que mantiene actividad y otros en que se encuentra
latente.
 El segundo meristemo secundario es el felógeno; en las plantas que lo
presentan es responsable de su crecimiento en grosor. Las células del
felógeno, que están situadas debajo de la epidermis, originan súber, corcho
o felema hacia el exterior, sustituyendo a la epidermis que se seca y se
desprende.
 Por su parte, hacia el interior se forma una corteza secundaria denominada
felodermis. La felodermis está formada por células parenquimáticas vivas. Al
conjunto de la felodermis, felógeno y súber, se le llama peridermis. A los tejidos
que quedan aislados por la actividad del felógeno y mueren, se les da el nombre de
ritidoma, consistentes en porciones caducas de las cortezas arbóreas.

Las funciones

as hojas son apéndices caulinares, en general verdes y aplanadas, que


nacen y se expanden lateralmente en los nudos de los tallos y
ramificaciones.
Se desarrollan a partir de los denominados primordios foliares que se forman gracias a la
actividad del llamado meristemo apical.

Las hojas son


apéndices caulinares
de los tallos que
tienen la función de
realizar la fotosíntesis

La función principal de las hojas es realizar la fotosíntesis en los cloroplastos de


las células; debido a lo cual, los vegetales superiores son, junto a los otros
organismos fotosintéticos, los productores primarios en la biosfera. Las hojas
realizan el intercambio de gases (fotosíntesis y respiración) a través de sus
estomas aeríferos, por los que además transpiran el vapor de agua
(evapotranspiración).

A través de los estomas de las hojas, la planta toma el dióxido de carbono, CO2, de la
atmósfera, y expulsa el O2 procedente de la fotólisis del H2O, proceso incluido en la
fotosíntesis. Este oxígeno es fundamental para la vida en nuestro planeta.

Las partes de la hoja

Típicamente, en la hoja se distinguen tres partes:

 Limbo
 Pecíolo
 Vaina

Limbo

El limbo o lámina, es la parte generalmente laminar plana, verde


y ancha de la hoja; la cara superior se llama haz y la inferior envés; el haz suele
ser de color oscuro y el envés algo más claro. La base del limbo se agranda a
veces para albergar la yema, siempre presente en la axila de la hoja (yema axilar).
El limbo está surcado por una serie de líneas o cordones, perfectamente visibles al
trasluz y salientes por el envés, llamadas nerviaciones, nervaduras o nervios. Son
hacecillos de conductos vasculares prolongación y ramificación de los del pecíolo,
cuya misión es aportar la savia bruta y retirar la elaborada.

En muchas hojas el nervio principal es central y finaliza en la punta del limbo (el ápice);
del nervio principal suelen partir otros nervios secundarios. Mediante las nervaduras del
limbo se puede realizar clasificaciones de las hojas (véase más abajo la clasificación de las
hojas según su nervadura).

Pecíolo

l pecíolo o pedúnculo foliar, es el filamento, en general delgado y de color verde, que une el
limbo al tallo. Su haz suele ser plano o cóncavo, mientras que su envés suele ser convexo.
Sus tejidos vasculares, que comunican la hoja con el tallo, permiten la llegada del agua y
los minerales absorbidos por la raíz. Tiene además la capacidad de orientar a la hoja en la
dirección de la luz solar.

Vaina

La vaina es la terminación ensanchada del pecíolo en el punto de unión con el tallo. Puede
rodear al tallo muy claramente, como es el caso de la vaina cilíndrica de las gramíneas, o no
existir. Algunas vainas llevan una prolongación membranosa en su parte superior llamada
lígula. En la base del pecíolo, en ciertas especies, suelen encontrarse unas pequeñas
laminillas o apéndices de distintos tipos, que pueden ser glandulares, espinosas, foliáceas o
escamiformes, que reciben el nombre de estípulas. Las hojas sin pecíolo se llaman sentadas
o sésiles.

Clasificación de las hojas

a enorme variabilidad de las hojas permite clasificarlas en diversos tipos


atendiendo a diferentes criterios:
 Por su nervadura
 Por el número y disposición de los folíolos
 Por su forma general
 Por la forma del borde
 Por la forma del limbo
 Por la forma del ápice
 Por la forma del margen
 Por la forma de la base
 Etc.

Tipos de hojas según su nervadura

La nervadura o nerviación de las hojas varía dependiendo de las


especies, aunque las más comunes son las de nervadura paralela o
paralelinervias, en que que las nervaduras se extienden paralelamente desde su
base; y las de nervadura reticular, en las que existen nervios principales, de los
que salen, a modo de red, otros nervios secundarios o menores en disposición de
retículo.

De éstos tipos generales de hojas también se pueden deducir otros, como las
radiales, penninervias, curvinervias, etc.

A continuación se detallan los tipos comunes de hojas según su nervadura:

 Paralelinervia: cuando todos los nervios son paralelos y parten


longitudinalmente del pecíolo a lo largo de la hoja, como son las hojas de
las monocotiledóneas.
 Penninervia o pinnatinervia : cuando hay un nervio central, y todos los
demás nacen a lo largo de su eje, como las barbas de la pluma de un ave
cuando parten del raquis (ejemplo de la hoja del avellano).
 Palmatinervias: cuando el pecíolo, en la unión con la hoja, se ramifica en
nervios diferentes.
 Curvinervia: cuando varios nervios que parten del pecíolo no se extienden
paralelamente, sino que describen una curva más o menos suave a lo largo
de toda la hoja hasta su ápice, ejemplo de la hoja del llantén.
 Palmeada: cuando hay más de un nervio principal ramificado que sale del
pecíolo, a modo de los dedos de una mano.
 Radial: cuando los nervios salen desde un centro común en forma de radios, ejemplo de la hoja de la
hierba centella.
Radial Paralelinervia Penninervia Curvinervia
Algunos tipos de hojas clasificadas por su
nervadura

  

Tipos de hojas según su disposición sobre el tallo


 

a diversa disposición de las hojas en el tallo se estudia mediante una


parte de la botánica llamada filotaxis. Las hojas nacen en puntos
determinados del tallo, los cuales vienen condicionados por la estructura de los
llamados meristemos apicales primarios. Estos puntos se denominan nudos y el
espacio de tallo situado entre dos nudos consecutivos se llama entrenudo.

Las hojas se sitúan en los nudos a lo largo del tallo según diferentes órdenes, e
incluso con cierto desorden (las llamadas hojas esparcidas); a veces se disponen
varias juntas en un mismo nudo formando un verticilo (hojas verticiladas); en otras
ocasiones se muestran dos hojas en cada nudo enfrentadas entre sí (opuestas),
etc.

Las disposiciones más representativas son las siguientes:

 Aisladas: cuando en el tallo sólo hay una hoja por nudo.


 Verticiladas: cuando en el tallo hay varias hojas por nudo, es decir, en un
mismo nivel.
 Pecioladas: cuando las hojas están unidas al tallo mediante un pecíolo
(rabo).
 Alternas: si las hojas están dispuestas siguiendo una línea espiral a lo
largo del tallo, es decir, nacen de una en una a lo largo de él.
 Opuestas:. si dos hojas están insertadas en el tallo a igual altura, una
enfrente de otra.
 Decusadas: cuando dos pares sucesivos de hojas se sitúan en planos
perpendiculares entre sí, es decir, cuando cada par de hojas se disponen
de manera que forman ángulo recto con el superior e inferior inmediatos.
 Sésiles: cuando las hojas no tienen pecíolo (rabo). Se denominan
decurrentes cuando nacen abrazadas al tallo.
 Esparcidas: si la disposición de las hojas no sigue ninguna pauta.
Alterna Peciolada

Opuesta Sésil
Algunos tipos de hojas
clasificadas por su
disposición sobre el tallo

Según la posición en altura sobre el tallo, se distinguen: hojas radicales o basales las situadas cerca del cuello
de la raíz o en la base del tallo; y caulinares las situadas a lo largo del tallo y sus ramificaciones.

Tipos de hojas según las características y aspecto del limbo


 

egún la composición de las hojas en base a las características y


aspecto del limbo, se las clasifica en simples o sencillas y compuestas.
En las primeras, el pecíolo no se ramifica, siendo el limbo de una sola pieza.

Las hojas compuestas presentan el limbo dividido en hojitas (los folíolos) que a su
vez pueden subdividirse. La diferencia entre una hoja verdadera y un folíolo (que
pueden ser grandes), reside en que en la axila de la primera hay una yema, de la
que carecen los folíolos.

Las hojas simples pueden:

 Paripinnadas: cuando disponen de un número par de foliolos.


 Imparipinnadas: cuando se muestra un foliolo terminal, y por tanto existe
un número impar de foliolos.

Según la forma del limbo, las hojas se pueden clasificar en:

 Acorazonadas: cuando su forma recuerda la de un corazón.


 Lanceoladas: cuando presenta una forma de lanza.
 Sagitadas: cuando su forma recuerda la de una saeta.
 Bilobuladas: cuando está partida o hendida en dos lóbulos, ejemplo del
Ginkgo biloba.
 Elípticas: cuando presenta la forma de una elipse.
 Ovaladas: cuando tiene forma de óvalo.
 Compuestas palmeadas: cuando una hoja compuesta presenta divisiones
o foliolos dispuestos como los dedos de una mano.
 Compuestas trifoliadas: cuando una hoja compuesta presenta tres
divisiones o foliolos.

Compuesta
Bilobulada Ovalada Elíptica Acorazonada
trifoliada

Compuesta Simple Simple


Lanceolada Sagitada
palmeada imparipinnada paripinnada
Algunos tipos de hojas clasificadas por las
características y aspecto del limbo

  

Tipos de hojas según su borde


 

as hojas también se pueden clasificar por su borde. Éste puede ser liso (entero);
presentar indentaciones (borde dentado o con pequeños entrantes); hendiduras
más o menos acusadas (borde lobulado, festoneado, partido), etc.
Lisa Lobulada Dentada Hendida Partida
Algunos tipos de hojas clasificadas por
su borde
 

Tipos de hojas según su duración

Las hojas también pueden clasificarse de acuerdo a su duración en el tiempo. Se dividen en:
caducas (si sólo viven un periodo vegetativo y caen a su final), perennes o persistentes
(duran más de un periodo vegetativo) y marcescentes (si ya secas, se mantienen en el árbol
hasta la formación de las próximas).

Modificaciones que pueden adoptar las hojas

Entre las modificaciones que pueden adoptar las hojas destacan las brácteas, las
piezas florales, los zarcillos foliares, las escamas, las espinas foliares, las ascidias
y los filodios.

Las brácteas son hojas modificadas, de cuya axila nacen ramas


florales; su aspecto, forma y color son muy variados.

Las piezas florales (estambres, carpelos, pétalos y sépalos) también son hojas
modificadas.

Los zarcillos son hojas que se transforman totalmente, o sólo en ciertos folíolos,
en filamentos cilíndricos, sencillos o ramificados, que se arrollan alrededor de los
soportes, ejemplo del guisante o la calabaza.

Las escamas o catáfilos, son hojitas, a veces carnosas, que sirven de protección
a órganos delicados, como yemas u órganos subterráneos.

Las espinas foliares son estructuras duras acabadas en punta que, como hojas
que son, desgarran los tejidos al arrancarlas, ejemplo de los cardos, cactos,
agracejo, etc.; esto les diferencia de los aguijones, que, por ser modificaciones
epidérmicas, se arrancan con facilidad, como es el caso de las rosas.

Las ascidias son hojas en forma de recipiente o jarra, presentes en algunas


plantas insectívoras como la nepentes.Los filodios son hojas cuyo pecíolo se ha
aplanado en forma de lámina con aspecto de hoja, ejemplo de las acacias y
eucaliptos.
Muchas especies presentan polimorfismo foliar, que consiste en la presencia de hojas de
forma distinta, en diversos grados, sobre la misma planta, ejemplo de los vegetales
acuáticos como los ranúnculos, o las judías, hiedra, encina, acebo, etc.

Estructura

Estructuralmente, la mayor parte de las hojas tienen forma dorsiventral, con haz y
envés claramente diferenciados denominadas bifaciales. Ambas caras pueden ser
iguales llamadas equifaciales o incluso estar reducido el haz, siendo la superficie
total de la hoja el envés, ejemplo de algunas monocotiledóneas.

Lo habitual es que la bifacialidad foliar quede marcada también en la estructura anatómica


del limbo. El pecíolo, por su parte, tiene estructura similar a la del tallo, aunque su simetría
es bilateral, en lugar de radiada. De fuera adentro se distinguen: una epidermis cutinizada,
un parénquima en empalizada, otro parénquima lagunar y los haces vasculares que
constituyen el rastro foliar. En ellos el floema se sitúa por debajo del xilema, con respecto
al haz.

Introducción

or medio de la reproducción se consigue la perpetuación de las


características biológicas de las plantas, transmitiéndolas a la
descendencia. Los vegetales producen tipos especiales de células que son
capaces de crecer independientemente (esporas), o fusionarse con otras
(gametos), originando un individuo adulto.

En ocasiones, los  vegetales son capaces de reproducirse de forma asexual por


simple fragmentación, como es el caso de las talófitas, o como ocurre en gran
cantidad de plantas superiores. Muchos vegetales unicelulares se reproducen por
bipartición de la célula madre en dos células; por división múltiple o por gemación,
produciendo en todos los casos células que son exactamente iguales entre sí y la
célula progenitora. Por medio de mitosis de las esporas, la mayoría de las algas y
algunos hongos son capaces de originar nuevos individuos.

Básicamente nos centraremos en la reproducción de las espermatófitas (angiospermas y


gimnospermas), por ser plantas superiores que poseen estructuras muy especializadas.
Veremos tanto la reproducción sexual como asexual.

Reproducción asexual de las angiospermas

En las angiospermas, y en general en todas las cormofitas, se da una


reproducción asexual o vegetativa, donde las plantas hijas son idénticas a la
madre, al no existir intercambio de material genético.
Las principales modalidades de reproducción asexual son por:

 Propágulos
 Estolones
 Rizomas
 Rubérculos
 División del tallo.

En este tipo de reproducción se consume menos energía que la sexual.

Los propágulos son plántulas que son capaces de independizarse produciendo


plantas adultas tras su enraizamiento; en los briofitos se forman pequeñas plantas
hijas con los restos de meristemos activos del borde de las hojas, éstos al caer al
suelo logran convertirse en plantas independientes; el ajo de viña, por ejemplo,
produce pequeños bulbos que enraízan rápidamente al contactar con la tierra.

Los estolones consisten en tallos que se encuentran a ras del suelo, o


escasamente subterráneos, que proceden de un brote lateral del tallo principal;
estas yemas forman tallos aéreos y raíces adventicias, que pueden ser
seccionadas o fragmentadas del estolón para convertirse en nuevas plantas. Un
ejemplo de este tipo de reproducción lo observamos en la fresa.

Los rizomas consisten en tallos subterráneos que crecen paralelos a la superficie,


en cada nudo que forman emiten tallos aéreos y raíces adventicias; las partes más
jóvenes progresan extendiéndose a través del sustrato, mientras que las más
viejas van muriendo. En general, cada tallo que producen los rizomas puede ser
separado de los demás como una planta individual.  Un ejemplo de este tipo de
reproducción lo podemos observar en los juncos, los lirios o determinadas
herbáceas como la gramma.

Los tubérculos o bulbos poseen yemas que actúan en la reproducción


vegetativa, formando plantas adultas.
Corte de un bulbo
mostrando la
yema

La reproducción por división del tallo o propagación vegetativa, consiste en la partición de


secciones del tallo que una vez enterradas consiguen enraizar. Se trata de un fenómeno muy
extendido entre las plantas vasculares.

Reproducción
por división de
tallo
Reproducción sexual de las angiospermas

a reproducción sexual en las angiospermas precisa de la existencia de


sexos. Las espermatofitas (angiospermas y gimnospermas) son las
plantas vasculares más evolucionadas, cuyas estructuras presentan flores en el
caso de las angiospermas, y conos u hojas esporangíferas en el caso de las
gimnospermas. El auténtico concepto de flor corresponde a las angiospermas, que
las diferencia claramente de los demás grupos.

Los órganos sexuales de las angiospermas se agrupan en aquellos brotes que están
especializados en la producción de semillas, es decir las flores. Típicamente, una flor
completa está formada por cuatro tipos de hojas modificadas o verticilos florales
denominados sépalos y pétalos, que son estériles; y estambres y carpelos, que son fértiles;
todos se encuentran ubicados en un ensanchamiento del extremo de un pedúnculo. Cuando
la flor carece de pedúnculo se denomina sentada, y si falta algún verticilo incompleta.
Una flor consta de un pedículo floral cuyo extremo se ensancha formando el tálamo, en
donde están ubicadas todas las piezas florales, que son las siguientes:

Los sépalos

Su conjunto forma la parte externa denominada cáliz, que protege al resto.


Pueden asemejarse a los pétalos cuando poseen colores muy intensos, como es
el ejemplo de los sépalos petaloideos del azafrán, el gladiolo o el tulipán, y en ese
caso se las denomina conjuntamente como tépalos.

Si una flor carece de sépalos se dice que asépala. Si los sépalos son todos iguales se dice
que el cáliz es regular, o irregular en el caso contrario; dialisépalo o polisépalo si los
sépalos están libres; y sinsépalo o gamosépalo si están soldados. Si el cáliz permanece en la
flor tras ser fecundada se le denomina persistente, ejemplo de la granada o la pera; y
caduco o caedizo si cae o desaparece, ejemplo de la amapola y la vid. Según la forma del
cáliz se clasifica en tubuloso, bilabiado, espolonado, acampanado, etc.

Los pétalos

Su conjunto constituye la corola, o segundo verticilo floral.


Suelen poseer vivos colores con la función de atraer a los animales que aseguran
la polinización. Se presentan generalmente alternando con los sépalos y en
número igual a estos. Se denominan pétalos sepaloideos cuando tienen color
verde, que les impide diferenciarse de las partes del cáliz.

La corola puede ser dialipétala, coripétala o polipétala cuando los pétalos están
separados, formados por un limbo cada uno de ellos que remata en una especie
de uña o parte estrecha; ejemplo de las rosas o los magnolios. Se denominan
pétalos connados cuando éstos están soldados lateralmente, en todo o en parte,
en forma de tubo; en este caso se dice que la corola es simpétala o gamopétala.
En este tipo de corolas simpétalas se distingue el tubo, la garganta y la lámina o
parte superior. Las diferentes formas de las corolas simpétalas cuyas partes no
están soldadas se les denomina dientes, lóbulos o lacinias. El concepto de flor
regular o irregular tiene su base en la forma que presenta la corona de pétalos;
regular si éstos son iguales (como en el caso del clavel), o irregular si son
diferentes unos de otros. Si la flor carece de pétalos se le denomina apétala.

Las corolas y flores completas pueden clasificarse por su simetría. Así, se


denominan actinomorfas cuando son de simetría radiada; cigomorfas las de
simetría bilateral y asimétricas si no existe plano de simetría. Las simpétalas
actinomorfas (con la corola de pétalos soldados) pueden ser: tubulosas si
presentan un tubo cilíndrico; urceoladas las de forma de olla; infundibuliformes en
forma de embudo; acampanadas en forma de campana. Las cigomorfas pueden
ser: labiadas cuando es tubulosa con dos labios desiguales; personadas cuando
presentan la garganta cerrada por un repliegue del labio inferior, llamado paladar;
liguladas cuando es tubulosa con una expansión laminar lateral en forma de
lengüeta, como es el ejemplo de las flores periféricas de la margarita.

Las dialipétalas también pueden ser actinomorfas y cigomorfas; si son


actinomorfas se distinguen los siguientes tipos: trímera o liliácea cuando poseen
tres pétalos; crucíferas o cruciformes cuando poseen cuatro pétalos en cruz;
rosáceas si poseen cinco pétalos de uña corta; cariofiláceos o aclaveladas si los
cinco pétalos son de uña larga. si son cigomorfas, se presentan mediante un solo
tipo: la corola amariposada o papilonácea, que muestra cinco pétalos en
enstandarte, dos alas y dos soldados en quilla.

El cáliz y la corola conforman lo que se denomina periantio. Si ambos verticilos son


iguales se le llama perigonio. Según el aspecto que presente el perigonio puede ser
corolino o calicino. En el ensanchamiento o receptáculo existen generalmente unas
estructuras que segregan un néctar denominados nectarios; éstos son aprovechados como
alimento por numerosos insectos. Hay ocasiones en que partes del ovario, estambres
modificados o base de los pétalos actúan como nectarios.

Botánica
ORGANOGRAFÍ
A

La reproducción -
3ª parte
 

Reproducción sexual de las angiospermas


(continuación)

Los estambres
 

os estambres o microesporófilos; forman en su conjunto el


órgano sexual masculino o androceo. En ellos se forman los
granos de polen que producirán los espermatozoides. Los granos
de polen se encuentran en un ensanchamiento ovoide llamado
antera, que está situado en el extremo de un filamento delgado;
en su interior hay uno huecos o zonas en forma simétrica
llamados sacos polínicos o microsporangios. Aquí se produce el
arquesporio, consistente en un tejido esporógeno que por mitosis
genera las células madre del polen.

Estas células, por meiosis, dan lugar a cuatro microsporas que


culminarán en el grano de polen o gametofito. El gametofito es
normalmente bicelular, una vegetativa y otra generativa (un poco
más pequeña); durante la fecundación la vegetativa será la
encargada de la formación y crecimiento de un tubo polínico, y la
generativa se dividirá por mitosis para formar los
espermatozoides.

Cuando se ha completado la formación del grano de polen, queda


rodeado por dos capas, una interior de celulosa muy fina llamada
intina, y otra exterior muy resistente llamada exina, formada por
esporopoleína caracterizada para cada especie; están cubiertas
por una sustancia aceitosa para permitir su adherencia y
transporte en los pelos de los animales. En las flores simpétalas,
puede ocurrir que los filamentos de los estambres estén unidos a
la base de la corola, en vez de al receptáculo, en ese caso se les
denomina estambres epipétalos; esto no suele ocurrir en las
flores dialipétalas.

Según su disposición, los estambres se dividen en: libres cuando


no tienen unión entre sí, o que no están soldados si existe esa
unión; monadelfos si están soldados por un grupo de filamentos;
diadelfos si lo están por dos grupos; poliadelfos si forman varios
haces; singenésicos si están soldados por las anteras rodeando
al estilo; sinandros si la soldadura implica tanto al filamento como
a las anteras.

En cuanto a su longitud, los estambres pueden ser: exertos si


emergen por encima del borde de la corola, e inclusos si son más
cortos que la corola. Aquellas especies que no poseen anteras
funcionales, con uno o más estambres atrofiados, se las
denomina estaminodios. En muchas rosas cultivadas, por
ejemplo, el filamento se transforma en una lámina parecida a un
pétalo.
En cuanto a las anteras y según la inserción en el
filamento se distinguen: las basifijas cuando la unión
es basal, y dorsifijas cuando se fijan por la cara
externa o interna. La forma en que se produce la
dehiscencia (liberación del polen de la antera) puede
ser: lineal cuando se produce por hendiduras o surcos
longitudinales, como es el caso del alhelí; poricida
cuando lo hace por dos poros superiores, como
sucede en la berenjena; valvar o ventallicida cuando
Detalle de se abren de abajo arriba cuatro tapas o ventanas,
un estambre como en ocurre en el laurel.

Corte transversal
de una antera
Según la orientación de las anteras, los estambres pueden ser:
introdorsos si las anteras apuntan hacia el centro de la flor, y
extrorsos si lo hacen hacia el exterior.
El gineceo o pistilo
 

s el órgano sexual femenino o verticilo más interno de la flor. Se


encuentra situado en el centro de la flor, y compuesto por un conjunto
de carpelos o megasporofitos. Éstos son en realidad unas hojas transformadas
que se encuentran dobladas por su mitad, y en cuyo interior guardan una cavidad
redondeada, el ovario, que alberga el óvulo que dará lugar a las semillas cuando
éste sea fecundado.

Se dice que el gineceo es apocárpico, si los carpelos encierran entre sí a los


óvulos formando uno solo; o sincárpico si lo hacen total o parcialmente con los
bordes de otros carpelos. Según el número de carpelos que forman el pistilo, éste
puede ser simple, unicarpelar o monocarpelar, si procede de un solo carpelo; o
pluricarpelar, si procede de la soldadura de dos o más. La prolongación del ovario
es el estilo, consistente en una porción columnar que sobresale del ovario y cuya
misión es la alimentación del polen para formar el tubo polínico.

Los estilos pueden ser:


 Columnares
 Filiformes
 Bifurcados
 Ramificados
 Petaloideos
 Etc.

La estructura final del estilo es el estigma, consistente en una porción


ensanchada, generalmente viscosa, que será por donde penetren los granos de
polen durante la polinización.

Según su forma, los estigmas se dividen en:

 Filiformes
 Capitados
 Ramificados
 Rlumosos
 Petaloideos
 Etc.

El óvulo constituye el megasporangio, que se encuentra


recubierto por dos capas celulares denominadas tegumentos; la
nucela que forma un tejido compacto; y la región basal denominada calaza. La
parte interior de la pared del ovario, donde se insertan los óvulos, es la placenta;
zona donde se ha producido la unión de los márgenes del o de los carpelos. A
veces no existe estilo y el estigma es sésil sobre el ovario. El ovario puede estar o
no dividido en cavidades separadas denominadas lóculos. Los pistilos simples y
numerosos compuestos, sólo presentan una cavidad y son denominados
uniloculares; otros tienen tantas como carpelos y se llaman pluriloculares. La
situación del ovario, respecto a los demás verticilos florales, puede ser súpera o
ínfera.

En el interior del ovario se encuentran los óvulos que originan las células sexuales
femeninas haploides, gametos femeninos u oosferas. Según la situación de los
óvulos en la cavidad ovárica la placentación puede ser: parietal o lateral (si se
insertan a lo largo de la pared del ovario), y axilar (cuando los óvulos se sitúan
sobre un eje central). La placentación axilar puede dividirse a su vez en: central,
cuando las paredes radiales de los carpelos desaparecen para dar un ovario
unilocular, quedando en el centro la columna placentaria con los óvulos; y basilar,
cuando desaparecen tanto los tabiques como la columna central, quedando sólo
una protuberancia basal.

Según la inserción relativa del ovario respecto a las demás partes de la flor,
pueden distinguirse: ovario súpero, cuando el pistilo está situado por encima de
los otros verticilos; ovario ínfero o adherente, cuando por ser el receptáculo muy
cóncavo, el pistilo se sitúa por debajo de la inserción de los demás verticilos,
aunque lo normal es que los carpelos se suelden al receptáculo; y ovario
semiínfero, cuando las otras piezas florales no se sitúan al nivel del gineceo.

Si no existen verticilos fértiles, se dice que las flores son estériles o neutras. Todas
las flores que tengan o no cáliz y corola, pero que posean androceo y gineceo, son
perfectas o hermafroditas. Por el contrario, si les falta algún verticilo se denominan
imperfectas o unisexuales; éstas se dividen en: estaminadas, si tienen estambres
y falta el pistilo; y pistiladas, si tienen pistilo y faltan estambres.

Según las flores que presenta la planta, se divide en: monoicas, si hay flores
masculinas y femeninas independientes sobre el mismo pie de planta; y dioicas, si
hay flores femeninas y masculinas pero situadas en distintos pies.

Las angiospermas son las plantas que alcanzan la máxima complejidad. La función esencial
de las flores es culminar con la formación de las semillas, pero para ello es preciso que
previamente se hayan formado los granos de polen, que se haya producido la polinización,
que exista un adecuado desarrollo del óvulo y finalmente su posterior fecundación. Si no se
produce la fecundación termina marchitándose la flor y, consecuentemente, no se forma ni
el fruto ni las semillas.

La fecundación
 

as plantas espermafofitas se distinguen básicamente de los helechos y


de los cicadofitos y ginkgofitos por que forman semillas, y por un
proceso de fecundación que se realiza por medio de un tubo polínico.

La fecundación se produce tras una primera fase denominada polinización, por el cual los
granos de polen se trasladan desde la antera hasta el estigma, por cualquiera de los métodos
de dispersión que se dirá más adelante.

La fecundación
se produce
cuando los
gametos
masculinos
alcanzan el
interior del
óvulo
La polinización puede ocurrir directamente por autopolinización, mediante la caída del
polen de una flor hermafrodita sobre el estigma de la propia planta (aunque existen
mecanismos de autoesterelidad que restringen o evitan la autopolinización); o por
polinización cruzada, por la cual el polen de una flor se deposita sobre el estigma de otra
flor de la misma especie. Si el agente transportador en la polinización cruzada de estas
flores es el viento, se las denomina flores anemófilas; si son las aves, ornitófilas; si son los
murciélagos, quiropterófilas; y si son los insectos, entomófilas.

En la polinización cruzada el polen se


deposita mediante un agente transportador
sobre el estigma de otra flor de la misma
especie

Las flores anemófilas suelen presentar pequeñas corolas, incluso desnudas; por el
contrario, en las demás se suelen observar grandes corolas y nectarios, de vivos
colores para atraer y llamar la atención de los insectos que harán de
transportadores del polen. Si la fecundación es realizada mediante la manipulación
por seres humanos para la obtención de nuevas variedades, se le llama
polinización artificial.

Cuando el grano de polen ha quedado depositado en el estigma, comienza a


emitir unas prolongaciones desde su pared, son los llamados tubos polínicos, que
surgen a partir de los puntos germinativos. Si el grano de polen resulta apto para
la planta y forma el tubo polínico se dice que es compatible; e incompatible si es
rechazado, no germina o el tubo polínico no alcanza el óvulo. Si es compatible, el
tubo polínico va penetrando en el estilo, alcanza el ovario y finalmente el óvulo.

Mientras que la
oosfera se
transforma en
embrión, la célula
central dará origen
al albumen o
endospermo, que es
el tejido nutriente
del futuro embrión

El óvulo presenta un poro, el micrópilo, por donde penetra el tubo polínico hasta liberar los
espermatozoides en el saco embrionario. En las angiospermas se produce una doble
fecundación: uno de los espermatozoides se fusiona con la ovocélula y el otro con los
núcleos polares para producir el núcleo endospérmico triploide, que por división dará lugar
al albumen o tejido endospérmico nutricional del futuro embrión. Mientras que el cigoto se
convierte en el embrión de la semilla, que está constituido por el óvulo, por su parte el
ovario se transformará en el fruto, que servirá para dispersar el embrión.

Proceso de la fecundación y formación de la semilla


 

La formación de la semilla y el fruto


 

a formación de la semilla y el fruto comienza con las divisiones del


zigoto para dar el embrión. La primera división es transversal y origina
dos células desiguales: la basal o superior (junto al micropilo) y la terminal (de
menor tamaño). La célula basal se divide para formar el suspensor, este tejido
sirve para empujar al embrión hacia el interior del albumen, y en algunos casos
alimentarlo también.

La célula terminal se multiplica activamente para dar el embrión. Se trata de una planta
diminuta que consta de un eje corto, con una o dos hojas llamadas cotiledones. La parte que
se encuentra por encima de éste o estos cotiledones, se llama tallito, plúmula o epicotilo, el
cual formará la yema terminal o gémula de la plántula. La parte del eje que se encuentra
justamente por debajo del cotiledón o cotiledones, es el hipocotilo o zona de transición
entre el tallo y la raíz. La prolongación del hipocotilo que se dirige hacia el suspensor,
constituye la radícula.
Identificación de la
semilla: 1-Gémula,
2-Cotiledones, 3-
Plúmula, 4-Radícula,
5-Tegumen, 6-
Albumen

La testa consiste en una cutícula y varias capas de células; generalmente se


endurece totalmente, para proteger contra la desecación, infecciones, etc. Puede
presentar formaciones carnosas para ayudar a la dispersión, que se denominan
arilo. La cicatriz que queda en el lugar de unión del funículo a la placenta, se le
llama hilio. Se le llama almendra al conjunto del embrión y el albumen. El proceso
de formación de semillas sin fecundación previa que ocurre en algunas
angiospermas se denomina apomixia.

El óvulo fecundado y maduro es la semilla. En ella se reconocen dos partes: el


embrión y la cubierta de la semilla. El embrión se presenta rodeado o acompañado
por el albumen, o carente de él, en cuyo caso el alimento se almacena en los
cotiledones.

Los tegumentos del óvulo sufren unas transformaciones para convertirse en las
cubiertas de las semillas, llamadas episperma; son la testa, más externa, y el
tegumen, más interno. El crecimiento del embrión se reanuda tras el periodo de
latencia, y cuando las condiciones de humedad, oxígeno y temperatura son las
adecuadas.
Germinación de la semilla

Desde entonces, y hasta que la plántula se independiza, se conoce este proceso


como germinación; ésta puede ser hipogea cuando los cotiledones quedan en el
sustrato, o epigea si se elevan sobre la superficie del suelo.

El embrión se alimenta en sus primeras fases de las reservas del albumen,


ejemplo del trigo; y si éste no existe lo hace de los cotiledones, ejemplo del
garbanzo. La plántula se independiza en el momento que sintetiza la clorofila.

Conforme los óvulos se van transformando en semillas, el ovario crece para convertirse en
fruto; entonces los pétalos y estambres se marchitan y caen.

Identificación de la flor transformada en fruto y


semillas

Por su parte, el cáliz puede caer, permanecer pegado al fruto o crecer (cáliz
acrescente). Si los frutos se forman sin fecundación previa, y por tanto sin
semillas, se dice que son partenocárpicos, ejemplo de lo que sucede con el
tomate.

El fruto se compone de pericarpo y semilla. Cuando el fruto está maduro, la pared


del ovario se llama pericarpio, el cual puede ser suave, duro, seco o carnoso.
Pueden distinguirse tres capas: epicarpio o exocarpio, que es la capa exterior en
forma de fina epidermis o de varias células de grosor; mesocarpo, o capa media,
que puede ser carnosa y se corresponde con el parénquima del ovario; y
endocarpo, o capa interna, que corresponde a la cara superior del carpelo.

Los frutos pueden clasificarse en base a criterios diversos. Según la naturaleza de la pared
del fruto pueden ser: secos o carnosos; según liberen o contengan las semillas al llegar a su
madurez: dehiscentes o indehiscentes; según dispongan de una o más semillas:
monospermos o polispermos; según la procedencia de un solo ovario, es decir formado por
uno o más carpelos: simples; si procede de varios ovarios independientes: compuestos; etc.

Dispersión de los frutos

a diseminación o dispersión de los frutos o las semillas, es una


exigencia y necesidad biológica de las plantas para perpetuar la
especie, así como también ecológica, para conseguir colonizar nuevas zonas
donde no encuentre competencia.

En base a los agentes que permiten la dispersión, los frutos se clasifican en:

 Autócoros o bolócoros
 Anemócoros
 Hidrócoros
 Zoócoros

Los autócoros o bolócoros

Los frutos autócoros o bolócoros son los que al llegar a la madurez lanzan sus semillas a
distancia por sus propios medios, ejemplo de los guisantes o los mecanismos elásticos que
poseen los geranios y la primavera al secarse; o explosivos al tacto, como el pepinillo del
diablo.

El guisante es
autócoro, porque
expulsa la semilla
por sus propios
medios

Los anemócoros

Los frutos anemócoros son aquellos que, gracias a su ligereza o pequeño tamaño,
son fáciles de dispersar transportados por el viento. En algunos casos poseen
órganos o mecanismos que ayudan a ser levantados por el viento, e incluso a
volar o planear, ejemplo de las alas del arce, el tilo o el pino; o cerdas plumosas
como los vilanos de las compuestas.
Semillas
anemócoras: 1-
Arce, 2-Diente de
León, 3-Olmo

Otras semillas son plumosas o cubiertas de pelos lanosos como las de los sauces y álamos.
Incluso toda la planta puede en ocasiones ser arrastrada por el viento, la cual va liberando
las semillas en su trayecto, ejemplo del cardo corredor.

Los hidrócoros

Los frutos hidrócoros se corresponden con plantas acuáticas y ribereñas. Poseen


características de flotabilidad, pudiendo recorrer grandes distancias sobre el agua, ejemplo
de los nenúfares o ninfeas y los cocos, que mediante este sistema han conseguido colonizar
los atolones del pacífico.

Los zoócoros

Los frutos zoócoros se encuentran ligados evolutivamente a los animales que intervienen en
su dispersión. Los mecanismos básicos de dispersión son dos: servir de alimento y por tanto
ingeridos, o utilizar el cuerpo externo del animal como vehículo de transporte.

El
agarramoños
es zoócora, por
su facilidad
para
engancharse
en el pelo de
los animales

El primer caso es propio de los frutos carnosos y colores intensos (bayas y


drupas), que una vez comidos por los vertebrados excretan las semillas ingeridas;
gracias a sus cubiertas leñosas o coriáceas pueden retornar a tierra lejos del lugar
original, en condiciones para germinar y producir un nuevo individuo.
El segundo caso es propio de los frutos y semillas pegajosos como el muérdago, o aquellos
que presentan pelos, espinas o ganchos; mediante este mecanismo se adhieren a los pelos o
plumas de aves y mamíferos, diseminándose de este modo. Existen plantas que no
dispersan sus frutos y semillas, y que incluso evitan que esto suceda, ejemplo de los
cacahuetes o del trébol subterráneo, que los entierran antes de que lleguen a madurar.

La reproducción de las gimnospermas

n la gimnospermas, al igual que en las angiospermas, los gametofitos


son microscópicos y crecen siempre a expensas del esporofito diploide.
Sin embargo, a diferencia de aquellas, el órgano reproductor donde se encuentra
el esporangio no es una flor con cáliz y corola, sino una estructura denominada
cono. Los frutos y semillas de las gimnospermas son anemócoros, es decir, se
polinizan ayudados por el aire, nunca por insectos u otros métodos.

Las semillas se desarrollan dentro del gametofito femenino, que es rico en nutrientes.
Igualmente, se asemejan a las angiospermas en que faltan los flagelos en sus
espermatozoides. Sin embargo, la característica evolutiva de las angiospermas de poseer
flores hermafroditas no existe en las gimnospermas, salvo algunas excepciones, sino que
los carpelos o los estambres siempre se hallan sobre flores distintas, y rodeadas o no por
hojas estériles, que como sucede en el pino, forman la piña.

El pino como ejemplo de reproducción de las gimnospermas

La mejor forma de exponer el proceso de reproducción de las gimnospermas es


referirnos al pino, que aunque presenta variaciones secundarias en cuanto a la
estructura floral y de reproducción, es en general representativo de estos
vegetales.
Gimnosperma de la clase
conífera

Los pinos son especies monoicas. El ciclo reproductivo abarca dos estaciones
vegetativas, como sucede en el resto de las gimnospermas. Existen flores
masculinas portadoras de polen que son conocidas como cono de polen; éstas se
desarrollan en la base del árbol y están formados por unos múltiples
microsporófilos que están dispuestos en hélice, con un pequeño pedículo y dos
sacos polínicos, los microsporangios, donde se encuentran las células madre del
polen. Estas células, por meiosis, forman gran cantidad de granos de polen
(microgametofito), cuyo protoplasto se divide en dos células denominadas célula
protalial (sin función aparente), y célula anteridial productiva, que es generativa y
dará lugar a los espermatozoides y la célula tubular, encargada de formar el tubo
polínico.

Los conos de semilla o flores femeninas están compuestas por escamas


ovulíferas con dos óvulos cada una, consistentes en ramas reducidas y
desplegadas en espiral rodeando un eje central; están situadas en la parte
superior del árbol, es donde se produce la fecundación y la formación de la
semilla. Durante la polinización el cono es pequeño, blando y verde. En cada una
de sus escamas hay dos óvulos jóvenes, con la nucela o esporangio femenino,
donde aparece una célula madre de la megaspora rodeada del integumento,
presentando un orificio para la entrada del tubo polínico, al igual que en las
angiospermas. En este estado y con las escamas del cono de semilla  ligeramente
separadas se produce la polinización. Es entonces cuando las escamas del cono
se endurecen y se cierran en un cono compacto, que permanece así durante el
verano hasta el invierno siguientes, que es cuando la célula madre de la
megaspora se divide por meiosis formando cuatro megasporas; solo una de ellas
se transformará en el gametofito femenino. Esta megaspora está formada por un
tejido de almacenamiento y dos o tres arquegonios ovíferos, dentro del óvulo. En
verano, al año aproximadamente de la polinización, finaliza este proceso y se
produce la fecundación.
Como ya se dijo, los frutos y semillas de las gimnospermas son anemócoros, es
decir, se dispersan por el viento. La polinización se realiza por este medio, ya que
los granos de polen poseen dos alas globosas. El polen es depositado en las
proximidades del óvulo y queda fijado por una sustancia pegajosa que éste libera.
Cuando sucede más tarde la germinación, la célula del tubo forma el tubo polínico,
auque no se produce la división de la célula generativa hasta el verano siguiente,
en que se produce la fecundación. El tubo polínico penetra a través del micrópilo y
la célula generativa se transforma en una célula pedicular y otra somática, que
originará los dos núcleos espermáticos. Uno de ellos es expulsado del tubo y
degenera; el otro se une a la ovocélula formando un cigoto, que se desarrolla en la
semilla, la cual una vez madura en otoño, sale del cono, cuyas escamas se
separan y se encorvan.

Las semillas desarrollan un ala que les permite su dispersión por el viento. El
embrión consta, como en las angiospermas, de un hipocotilo, varios cotiledones y
un ápice caulinar. Se trata de un esporofito inmaduro que al germinar producirá
una plántula. En las gimnospermas el ciclo dura dos estaciones vegetativas.

a taxonomía es la ciencia que trata de los principios de la clasificación de los seres


vivos. El criterio actual aceptado como base de la taxonomía es el que refleja la
filogenia de los seres vivos y que tiene en cuenta la comparación de los caracteres
morfológicos, anatómicos, citogenéticos, etc.

La taxonomía clásica es la universalmente aceptada: agrupa los seres vivos en función de


determinadas características comunes y hereditarias; así, considera cinco grandes grupos
llamados taxones a los que da la categoría de reino (mónera, protistas, hongos, plantas o
vegetales y animales); cada reino se divide en fila, filum en singular (que equivale a
división en el caso de las plantas); los taxones básicos que siguen en orden decreciente son:
clase, orden, familia, género y especie, admitiéndose otras categorías intermedias
(subclase, superorden, etc.).

La botánica descriptiva o sistemática

La botánica descriptiva o sistemática, tiene por objeto la descripción científica y


nomenclatura de las especies vegetales y su ordenación en un sistema. Por especie se
entiende en Botánica el conjunto de individuos, que concuerdan en todos sus caracteres
esenciales y no se pueden separar más por los no esenciales, que los descendientes de un
mismo individuo. Todas aquellas especies, diferentes entre sí, que en los órganos de
reproducción (flor y fruto o esporas y esporangios), o en otras relaciones morfológicas
importantes concuerdan en lo esencial, hasta el punto de poder derivarse por alteración de
algunas cualidades en el transcurso de las generaciones de una forma primitiva común, se
reúnen en un género.

Las diferentes visiones de la agrupación sistemática


La agrupación sistemática de las plantas puede emprenderse
conforme a diferentes puntos de vista y proponiéndose diversos fines. Cada
sistema construido según las leyes de la lógica, corresponde a la necesidad del
espíritu humano de clasificar, para alcanzar una inspección del conjunto. También
para determinar una planta, es decir, para hallar un lugar en el sistema y con ello
asegurarse de su nombre genérico y específico, puede servir todo sistema
construido sobre base lógica.

En realidad, se han ideado muchos sistemas, y para la determinación de las plantas se han
elaborado en forma de claves analíticas. De estos sistemas o clasificaciones, las artificiales
(llamadas sistemas en sentido estricto) utilizan caracteres arbitrariamente elegidos para la
distinción de las divisiones y subdivisiones. Las naturales (llamadas también métodos)
parten del supuesto de que las plantas vivientes en la actualidad, se han derivado por
evolución en diferentes direcciones de origen en comunes y así han de estar en relación de
parentesco. Este parentesco debe llevarse a expresión en la agrupación metódica de la
clasificación llamada natural. Para descubrir el grado de parentesco natural la paleontología
del Reino vegetal no da puntos de apoyo esenciales por la escasez y los vacíos del material
utilizable.

La nomenclatura botánica

Para la nomenclatura botánica sirven palabras latinas o latinizadas; la nomenclatura


fundada por Linneo se llama binaria o binomial porque cada especie se nombra con dos
palabras, la primera para designar el género y la segunda para la especie. Así, por ejemplo,
en el género Viola distinguimos al pensamiento como Viola tricolor y a la violeta de los
jardines como Viola odorata. Para precisar más se añade la autoridad, es decir, el nombre
del botánico que primero describió la planta con tal nombre. Para ello se acostumbra usar
abreviaturas y así, por ejemplo, L. significa Linneo, DC. De Candolle, Willd. Willdenow,
Rehb. Reichenbach, etc.

Los sinónimos

Puede ocurrir que una especie vegetal hayan descrito diversos autores con diferente
nombre, por ejemplo, a causa de incluirla en diferente género, o por la diferencia de opinión
sobre si constituye una especie independiente o no. Los nombres diferentes dados a una
misma especie de plantas son sus sinónimos. Para disminuir algo la complicación de los
sinónimos, el Congreso de 1868 en París acordó unas reglas internacionales, estableciendo
el derecho de prioridad. Respecto de los nombres más antiguos no se ha de ir más allá de
1753, en que apareció la primera edición de la Species plantarum de Linneo con la
nomenclatura binaria. Para los nombres genéricos vale 1752 como punto de partida. Los
acuerdos de París no hicieron desaparecer todas las dudas, sin embargo, se observó que
siguiendo con rigor las reglas acordadas habrían de desaparecer muchos nombres de largo
tiempo arraigados, con lo cual se dificultaba la inteligencia recíproca y se originaba nueva
confusión. Por esto se reunió un nuevo Congreso internacional de botánicos en 1905 en
Viena con objeto de solventar estos inconvenientes.

El Reino Vegetal

n la actualidad los principales criterios que se siguen en la clasificación


del mundo vegetal, son las características de la
estructura interna de las plantas y de sus ciclos biológicos. El
taxón inferior del Reino Vegetal es la especie; en la especie se
agrupan plantas con una estructura genéticamente similar, y que mediante su
cruzamiento pueden producir individuos viables y fértiles.

Una agrupación de especies que presentan análogas características constituye el género; a


su vez, los géneros se reúnen en familias en base a la existencia de algunas diferencias
estructurales; por su parte, un conjunto de familias relacionadas entre sí se agrupan en un
orden; igualmente, varios órdenes constituyen las clases; éstas se integran en divisiones, y
finalmente todo el conjunto forma el reino vegetal.

Las plantas inferiores y superiores

as plantas terrestres proceden de antecesores de las actuales algas


verdes, las cuales consiguieron abandonar el medio acuático y colonizar
el medio terrestre. La evolución siguió dos líneas, una de constitución más simple
denominados briofitos (musgos y hepáticas), en donde se carece de tejidos
conductores; la otra línea desembocó en estructuras complejas denominadas
cormofitas o plantas superiores, que presentan tejidos vasculares, raíces, tallo y
hojas. Estas características estructurales de las plantas superiores, les permitió
adaptarse y responder más adecuadamente a las condiciones cambiantes del
nuevo medio terrestre colonizado.

A pesar de que los grupos que tradicionalmente se consideraban algas se engloban en la


actualidad dentro de los protistas, resulta más práctico adscribir al Reino Vegetal a todos
aquellos grupos de algas en los que domina la pluricelularidad, como es el caso de las
denominadas algas superiores o verdaderas (clorofitas, feofitas y rodofitas); por ello no
tendremos en cuenta en nuestro estudio a los ficofitos unicelulares, centrándonos
preferentemente en el conocimiento de los pluricelulares.

Las plantas talófitas


Las plantas talófitas son vegetales cuya estructura histológica y
morfológica corresponden al talo, es decir a su cuerpo u órgano vegetativo, compuesto de
una masa celular indiferenciada que carece de fibras y de vasos (en algunos casos pueden
presentar unas células centrales que permiten la conducción del agua), y en la cual no es
posible distinguir entre raíz, hojas y tallo. Por su forma, el talo puede ser filamentoso,
laminar, macizo, etc., aspecto que depende de que su crecimiento se produzca en una
dirección, en dos o en tres perpendiculares. En los casos de máxima complicación puede
tener un aspecto parecido al cormo de las plantas superiores.

Liquen antártico; se integra en


los vegetales con
características talófitas. Está
constituido por la simbiosis de
un hongo y una alga; algunos
autores consideran los
liquenofitos como un grupo
independiente de los micofitos

Las plantas talófitas reúnen vegetales autótrofos (como las algas) o bien
heterótrofos (como los hongos); incluyen también a los líquenes. Las talófitas
pueden ser unicelulares o pluricelulares. Se diferencian de los cormofitas,
principalmente, porque sus células están poco diferenciadas y no existen en ellas
verdaderos órganos conductores, aunque, en los casos de talos más complejos,
pueden existir unas células centrales, algo más permeables y diferenciadas, para
la conducción del agua.

Algunos talófitos poseen una estructura que refleja, en un nivel inferior, la apariencia de
cormo, como sucede en algunas algas rodofíceas y feofíceas. Presentan un órgano, el
cauloide, que, a modo de tallo, sirve de sostén al vegetal. También poseen órganos de
sostén o rizoides que cumplen alguna de las funciones de la raíz y órganos laminares
fotosintéticos o filoides con apariencia, pero no con estructura, de hojas.

Las plantas protocormofitas (briofitos)


 

os protocormofitos son plantas no vasculares (briofitos), carentes de vasos


conductores de savia, con una organización intermedia entre las talófitas y las
cormófitas. Son plantas criptógamas, es decir, carentes de flores.

Los musgos son plantas no


vasculares (briofitos), con
características protocormofitas
(intermedias entre talófitos y
cormofitos)

Se caracterizan por poseer clorofila y por su alternancia de generaciones, en la que las dos
fases (gametófito y esporófito) permanecen íntimamente unidas. Se las conoce también por
el nombre de muscíneas y agrupa a las hepáticas y a los musgos.

Las plantas cormofitas

Para muchos autores las plantas cormofitas y protocormofitas


constituyen el verdadero Reino Vegetal (se excluyen de él a determinadas
talófitas, como las algas). Se trata de organismos pluricelulares adaptados a la
vida terrestre desde el Devónico, muchos de los cuales todavía mantienen su ciclo
vital en el medio acuático. Todas las plantas vasculares excepto los licopodios
derivan de Rhynia.

El término cormofito se utiliza para referirse a vegetales pluricelulares altamente


diferenciados. Sus células están agrupadas en tejidos. El cormo se refiere a un nivel de
organización que presenta raíz, tallo y hojas, en los cuales está diferenciado su cuerpo
vegetativo. Son los vegetales superiores, adaptados a la vida terrestre.
Las cormofitas son las plantas superiores adaptadas a la
vida terrestre

Las cormofitas son plantas vasculares, traqueofitos o rizofitas, que se


independizaron del medio acuático hace más de cuatrocientos millones de años,
derivando de sus antepasados las algas verdes.

En su adaptación al medio terrestre sufrieron importantes trasformaciones


estructurales, tales como el desarrollo de raíces que les permitieron fijarse al
suelo, y tallo para sustentar las hojas y los órganos reproductores, el cual está
dotado además de un sistema de tejidos conductores de la savia para transportar
y sintetizar los nutrientes (xilema y floema). Actualmente el grupo dominante y más
perfeccionado es el de los Espermatófitos (con semillas).

Las plantas vasculares pueden presentar diversas formas biológicas, con modos de vida
acuáticos (de agua dulce o marina) y terrestres, y con estructura desde herbácea a leñosa,
perennes o anuales.

Las espermatofitas

on las plantas provistas de semillas. Se trata de la división del reino


vegetal que constituye la flora dominante en la actualidad. Poseen un
elevado grado de organización, con tallo, hojas y raíz, y un sistema vascular muy
desarrollado. El esporófito domina sobre el gametófito que es muy reducido.

El nombre hace referencia a la presencia de semillas en todos estos vegetales


que, además, siempre tienen flores (fanerógamas).

Comprende dos grupos: gimnospermas y angiospermas o antófitos.

Las gimnospermas
Las gimnospermas son plantas espermatófitas, es decir con semillas. Presentan carpelos no
diferenciados en ovario, estilo y estigma, y cuyos óvulos y semillas no se forman en
cavidades cerradas. Sus flores son siempre unisexuales y son plantas leñosas de porte
variado, árboles o arbustos. Comprenden cuatro clases con representantes vivos en la
actualidad: cicadinas, ginkgoinas, gnetinas y coníferas; y tres clases con representantes
fósiles: las pteridospermas, las bennettiatales y las cordaitales.

Las angiospermas o antofitos

Al igual que las gimnospermas, son plantas espermatófitas, también llamadas


angiospermatofitos o magnoliofitos; son las vulgarmente llamadas plantas con flores, que
constituían, junto a Gnetofitos y Gimnospermas, las antiguas Fanerógamas.

Angiosperma dicotolidónea,
comprendida en el orden
rosales

Las angiospermas son de la flora actual el grupo dominante y el más diversificado, en


cuanto a adaptaciones y biotipos. Se diferencia de las gimnospermas por tres
características: los carpelos o escamas ovulíferas envuelven a los óvulos en su totalidad,
transformándose en fruto y semillas tras la fecundación; los órganos reproductores pueden
ser bisexuales agrupados en flores típicas, y presentar hojas florales estériles (periantio)
dedicadas sólo a la protección de la verdadera flor; realizan una doble fecundación, con
desarrollo de un tejido alimenticio que rodea el embrión llamado endosperma. Las
angiospermas comprenden plantas herbáceas anuales y perennes; arbustos y árboles;
trepadoras, epífitas, parásitas y saprófitas; acuáticas y terrestres. Presentan hojas bien
desarrolladas, con función fotosintética, adaptadas en forma y estructura a las condiciones
del hábitat.

Dicotiledóneas y monocotiledóneas
Las plantas angiospermas se las divide en los dos siguientes grandes grupos con
características de clase:

Dicotiledóneas

Las dicotiledóneas presentan semillas con dos hojas


embrionarias (cotiledones). Sus tallos pueden crecer en espesor
gracias a la actividad del cambium. La raíz es pivotante (eje principal más
engrosado y con larga vida). Las flores, según las familias, son pentámeras o
tetrámeras. Teniendo en cuenta la estructura del periantio se las clasifica en: 1)
monoclamídeas o apétalas, 2) dialipétalas y 3) simpétalas o gamopétalas. Las
hojas suelen ser pecioladas y tienen la nerviación de tipo reticular. Por lo que
respecta a su organización interna presentan los vasos conductores abiertos y
dispuestos en círculo, lo que las diferencia de las monocotiledóneas. Las
dicotiledóneas incluyen a la mayoría de las plantas superiores actuales aunque las
monocotiledóneas son más evolucionadas.

Monocotiledóneas

Angiosperma
monocotiledónea,
comprendida en la subclase
lílidas

Por su parte, las plantas monocotiledóneas poseen embriones con un único cotiledón. Su
raíz principal es de corta duración, haces conductores dispersos por la sección transversal
del tallo, carentes de cámbium funcional (no hay crecimiento secundario en grosor) y
predominio de las especies herbáceas poco ramificadas. Evolutivamente aparecieron en el
Cretácico, habiendo derivado las Monocotiledóneas de las Dicotiledóneas por pérdida de un
cotiledón.

Ficofitos o algas - 1ª parte


 

radicionalmente, las algas formaban un grupo sistemático que ha


perdido precisión conforme se iba progresando en el conocimiento de
los organismos que incluía. El término alga se aplicaba a todos los vegetales
unicelulares, cenobiales y talófitos que viven en aguas dulces o marinas, y que
estaban provistos de pigmentos de asimilación (euglenofíceas, crisofíceas,
pirrofíceas, xantofíceas, etc.).

En la actualidad las algas se engloban dentro de los protistas. Para el estudio de


los ficofitos nos referiremos preferentemente a aquellos en que domina la
pluricelularidad, es decir, las denominadas algas superiores o verdaderas, las
algas verdes, pardas y rojas (clorofíceas, feofíceas y rodofíceas).

Clorofíceas

Se trata de las auténticas algas verdes. Son las más abundantes en cuanto a
especies, formas y adaptaciones. Abarcan desde formas unicelulares flageladas
microscópicas, hasta especies muy desarrolladas que presentan una organización
muy compleja, incluso con aspectos muy semejantes a los de las plantas
superiores.

Las más simples son unicelulares, microscópicas; las más


desarrolladas son pluricelulares, con talos filamentosos
ramificados o de aspecto laminar, y que alcanzan hasta un metro
de longitud. El 90% de estos vegetales se encuentran en hábitats acuáticos, pero
también aparecen sobre las rocas, suelos húmedos, troncos, e incluso la nieve y el
hielo. Existen también algunas especies en simbiosis con protozoos, celentéreos
(hidras) o formando líquenes.

Son siempre de color verde por su contenido en clorofila; los pigmentos que
contienen varían según la especie, pero suelen ser: clorofila a y b, carotenos,
luteína, y otros pigmentos que pueden estar enmascarados, como el
hematocromo, que forma en alguna especie manchas rojas sobre la nieve. Como
sustancia de reserva almacenan almidón o sustancias relacionadas en los
pirenoides.

Se reproducen asexualmente por esporas (la mayoría) o fragmentación del alo (la
forma más primitiva). Existen especies que no tienen flagelos (aplanosporas) o
que poseen dos flagelos (zoosporas). La reproducción sexual se realiza mediante
la unión de los gametos, que pueden ser iguales (isogamia) o distintos (oogamia,
heterogamia). Existen formas haploides puras que sufren meiosis inmediatamente
después de que se ha formado el cigoto, dando lugar a esporofitos haploides; y
también plantas diploides en las que se produce la meiosis antes de la formación
de los gametos. Muchas clases manifiestan alternancia de generaciones, otras no
la manifiestan nunca, y también se presentan alternancia de fases nucleares de
individuos o generaciones haploides y diploides.

De los diez órdenes que existen (o clases según el autor), podemos destacar las:
Volvocales, Ulotricales, Conjugales, Clorococales, Sifonales, Sifonocladales y
Carales.

Volvocales

Las Volvocales son organismos unicelulares (aislados o coloniales), desnudos o


provistos de pared celulósica, flagelados y por lo general, autótrofos. Son
planctónicas de agua dulce (nunca de agua salada) predominantes en todas las
regiones del planeta. Destacan los géneros Chlamydomonas, que sirve como
ejemplo de las algas unicelulares; Pandorina, que forman colonias esféricas; y
Volvox (consideradas pluricelulares) que se presentan en colonias unidas por una
sustancia gelatinosa, con células fotosintéticas y otras reproductoras. Este tipo de
organismos fueron observadas por primera vez por el tallador de lentes holandés
Antony van Leeuwenhoeck.

Feofíceas

on las llamadas algas pardas. Todas ellas son marinas (raramente se


encuentran en aguas dulces) de aguas frías y poco profundas de la
zona intermareal. No presentan formas unicelulares; son filamentosas, laminares o
foliares. Excepcionalmente son bentónicas, como las de los sargazos. Pueden
desarrollar una gran envergadura, diferenciando órganos externos asimilados a
hojas (filoides o frondes), tallos (estípite o cauloide) y raíces (rizoides).

Suelen concentrarse en grandes masas que pueden quedar al aire cuando bajan
las mareas. El color pardo se debe a un pigmento denominado carotenoide
ficoxantina, que se encuentra presente en sus cromoplastos, el cual apaga o
enmascara el color verde de la clorofila (clorofilas a y c); dando lugar a gamas de
colores marrones, verdes oliva, negro, etc. El almidón de reserva, del que carecen,
está sustituido por un polisacárido llamado laminarina.

Crecen a partir de células apicales, al igual que ocurre en las cormofitas; la


mayoría presentan clara alternancia de generaciones. Muchos de las clases (u
órdenes) de feofítos son los principales representantes vegetales en los mares
fríos.
Destacan las clases Laminariales, con especies que pueden alcanzar más de 100
metros de longitud (como las de los géneros Macrocystis y Nereocystis), y que
poseen vesículas que le permiten flotar (típicas en aguas del Océano Pacífico); y
Fucales, a las que pertenecen los fucos y sargazos, propios de aguas cálidas, en
las que suelen frotar libremente; pueden formar verdaderas praderas verdes sobre
la superficie marina, ejemplo del mar de los Sargazos.

Muchas especies de algas pardas tienen interés comercial para la producción de yodo y
otras sustancias, ejemplo de diversas especies de laminarias y fucos, de las que se extrae el
ácido algínico y los alginatos derivados, de aplicación en farmacia, perfumería, cosmética y
conservas, así como en la fabricación de determinados materiales aislantes, resinas, papel,
fotografía, etc. También son apreciadas como alimento, ejemplo de la Alaria esculenta en
Escocia e Irlanda, así como otras muchas en el suereste Asiático y Japón; como harinas de
forraje para componer piensos avícolas y como fertilizantes para enriquecer en nitrógeno la
mezcla de los estiércoles.

Rodofíceas

Las rodofitas son las llamadas algas rojas. Constituyen el grupo


morfológicamente más desarrollado y complicado estructuralmente, aunque algo menos
evolucionado que las feofíceas. Son las algas que alcanzan mayor profundidad marina,
preferentemente cálidos o templados, que pueden llegar a los 130 metros en el
Mediterráneo, y no más de 30 metros en aguas más turbias del Atlántico. En general viven
libres o fijos a rocas y moluscos, y más raramente como parásitos. El carbonato cálcico que
se acumula en los talos de las algas coralinas (especies de mares tropicales), da lugar a la
formación de arrecifes coralinos.

Alga roja bentónica


(rodofícea)
Existen algunos representantes de estas algas que son unicelulares, pero en
general son pluricelulares, filamentosas ramificadas y diferenciadas por un pie que
está constituido por un disco basal que se une al sustrato, así como un filamento
erecto. Tienen un color que varía entre el rosa y violeta, pasando por rojos
intensos. El rojo es recibido de la ficoeritrina, consistente en un pigmento rojo que
presenta en los rodoplastos, el cual apaga o enmascara el color verde de la
clorofila a. También poseen ficocianina (azulado). La fotosíntesis forma en ellas un
polisacárido especial, almidón de las florideas.

Destacan los géneros Scinaia, Chondrus, Corallina, Gelidium, Lomentaria,


Gracillaria y Delesseria. Algunas de ellas son utilizadas en el sureste Asiático,
Japón e islas del Pacífico como alimento humano.

Industrialmente se utilizan los géneros Gelidium, Gracillaria y Gigartina, para la obtención


del agar y el carrageno, consistentes en polisacáridos similares a la gelatina, soluble sólo en
agua caliente a más de 35º C. Estos productos sirven además como complementos en la
fabricación de mermeladas, jarabes, cremas, mayonesas, etc., con objeto de potenciar la
cremosidad del alimento. También se utilizan en la industria de cosmética y farmacéutica,
para la fabricación de jabones, lociones, cremas, pastas dentífricas, o simplemente como
excipiente.

Micofitos u hongos - 1ª parte


 

os hongos son organismos que presentan características intermedias


entre los animales y vegetales. Son unicelulares o pluricelulares con
estructura de talo. Su nutrición es heterótrofa, es decir, no se nutren realizando la
fotosíntesis (carecen de clorofila). Al igual que en los animales, su reserva
energética es el glucógeno. Sus células, salvo en los grupos inferiores, no suelen
estar desnudas, sino recubiertas por una membrana que suele ser de un
polisacárido, la quitina.

Estas células se agrupan en talos filamentosos llamados hifas,


cuyo conjunto constituye el micelio, que penetra en el sustrato.
La reproducción es de tipo vegetal sexual (por conjugación de
hifas de sexos opuestos) o asexual (por medio de esporas). Al igual que ocurre
con las plantas superiores pueden existir individuos masculinos y femeninos, que
morfológicamente pueden ser iguales o no; aunque se pueden dar hifas
masculinas y femeninas dentro del mismo cuerpo vegetativo, en lo que se
denomina monoecia. También pueden multiplicarse por descomposición del
micelio en células aisladas denominadas conidios.
La forma de vida de los hongos es saprófita, parásita o simbiótica. Tienen una
gran importancia ecológica, pues actúan como descomponedores junto a las
bacterias, por ejemplo descomponiendo la madera o formando asociaciones
simbióticas con otros vegetales, e incluso animales como los termes,
proporcionándoles determinadas sustancias que no pueden producir por sí
mismos. Tienen utilidad en la industria alimentaria y farmacéutica.

Los micofitos se clasifican en las clases Oomicetos, Ficomicetos, Ascomicetos,


Basidiomicetos y líquenes (algunos autores incluyen los líquenes en una división
independiente, al tratarse de la unión simbiótica de un alga y un hongo).

Oomicetos

Se trata de los denominados mohos de agua, que se encuentran abundantemente


en aguas dulces. Son saprófitos y en algún caso parásitos de peces y plantas
superiores. Destacan los géneros Plasmopara viticola, conocida como el mildiu de
la vid; procede de América de donde llegó a finales del siglo XIX, consiguiendo
desarrollarse por Europa en forma de temidas plagas; Phytophtora cambivora, que
ataca y mata los árboles produciendo el llamado mal de la tinta del castaño; y el
Saprolegnia, que vive como parásito de crustáceos, peces y moluscos.

Ficomicetos

Son mohos u hongos terrestres constituidos por hifas, tanto haploides


microscópicas y uninucleadas, como plurinucleadas y ramificadas. Son
normalmente acuáticos, saprófitos y/o parásitos, por lo que viven sobre materia
animal, vegetal o en descomposición, o parasitando a insectos y plantas.

Se multiplican asexualmente por esporas flageladas, y sexualmente tras la


conjugación de hifas de sexualidad opuesta, que dan como resultado la formación
de zigosporas. Algunos grupos presentan alternancia de generaciones.

Destaca el orden Tigomicetales que se encuentra adaptado a la vida terrestre, en


el que se incluye a los Mucorales, conocidos por crecer sobre compotas,
mermeladas, frutos, etc.; y también por el moho blanco del pan (Mucor mucedo) y
moho negro (Rhizopus stolonifer).

Ascomicetos

 
os ascomicetos son el grupo mas numeroso en especies de hongos. A él
pertenecen las conocidas levaduras, así como determinadas especies de hongos
filamentosos de los que se obtienen los antibióticos.

Espora asexual de
un ascomiceto

Se reproducen de forma sexual por ascosporas, denominadas así porque sus


micelios desarrollados están formados por hifas dicarióticas ascógenas, es decir,
se forman dentro de estructuras llamadas ascas en el extremo de hifas
ramificadas. También se pueden reproducir asexualmente, como en el caso del
Penicillium y Aspergillus, mediante conidios, consistentes en conjuntos de esporas
que se forman por gemación en el extremo de las hifas.

Destacan sobre todo el orden Sacaromicetales y Plectascales:

Sacaromicetales

Las Sacaromicetales integra el grupo más importante, las levaduras. Son capaces de
fermentar glúcidos en ausencia de oxígeno para producir alcohol
etílico, mientras que en presencia de oxígeno oxidan los azúcares en
CO2. Algunos de los más importantes son Sacharomyces minor (levadura del pan);
Sacharomyces cerevisiae (levadura de la cerveza); Sacharomyces ellipsoideus (levadura del
vino).

Plectascales
 
Penicillum glaucum, típico de
los cítricos, como las
naranjas

Los Plectascales agrupan a mohos (saprófitos en general) y algunos parásitos como los
géneros Aspergillus y Penicillium, éste último muy conocido por ser el género de donde el
Dr. Alexander Fleming extrajo los hongos para la preparación de la penicilina. También se
utilizan los penicillium en procesos de maduración de quesos, tales como roquefort,
cabrales, camembert, etc.

Basidiomicetos

Los basidiomicetos son los hongos más evolucionados. A este grupo pertenecen
las denominadas setas (orden agaricales), así como los carbones de los cereales,
royas, y otros que causan enfermedades en los vegetales.

La denominación basidiomicetes se refiere a que poseen unos basidios en el


extremo de las hifas, donde se forman las esporas de origen sexual, siendo ésta la
forma usual de reproducción, y cuyo ciclo es básicamente igual al de los
ascomicete

s; la reproducción asexual se da en basidiomecetos menos evolucionados. Se


desarrollan de forma variable según se trate de hongos parásitos o saprófitos.
Suelen ser saprófitos sobre materias orgánicas o suelos ricos en humus; y
parásitos cuando se establecen sobre plantas superiores. Aunque pueden
desarrollarse como parásitos de plantas acuáticas, existen muy pocas especies.

Los órdenes más destacables de basidiomicetos son: Uredinales, Ustilaginales,


Auriculariales y Agaricales.

Uredinales

Son las royas (llamadas así por el color rojizo de la lesión que producen) agrupan a
parásitos de determinados vegetales, a los que pueden causar graves daños. La más
conocida es la que se manifiesta en el trigo (Puccinia graminis).
Basidiomicetos (continuación)

Ustilaginales
 

on las cenizas, tizones y carbones; abarcan a varios centenares de


especies de hongos, huéspedes de las plantas superiores a los que
suelen generar malformaciones.

Atacan especialmente a las gramíneas. La infección se presenta en forma de unas masas de


esporas con aspecto de hollín o polvo negro que terminan por asfixiar a la planta. Los más
conocidos son los que atacan a los cereales, como el carbón del maíz (Ustilago maydis) o
del trigo (Ustilago tritici).

Tizón del maíz


 

Auriculariales

Son hongos gelatinosos, saprófitos de la madera, sobre la que se adhieren y concluyen


pudriéndola. Destacan las tremelas (Tremella encephala y Tremella mesenterica) y la oreja
de judas (Auricularia auricula Judae).

Agaricales

Se trata de las típicas setas; integra tanto a especies comestibles como


venenosas. Son saprófitos sobre suelos o madera; en algunos casos son parásitos
o constituyen micorrizas (asociación del hongo con las raíces de plantas
superiores).

En el caso de las micorrizas, éstas se suelen observar en las coníferas, fagáceas,


salicáceas, orquidáceas y ericáceas. Esta asociación puede ser externa (ectótrofa)
si se unen íntimamente en la zona superficial de la raíz, o interna (endótrofa), si
las hifas de los hongos penetran en el interior de las células.

Especies comestibles son las del género denominado boleto (ejemplo del Boletus
edulis) y otras de alto valor gastronómico, como el níscalo o rovellón (Lactarius
deliciosus), la verdadera oronja o amanita de los césares (Amanita cesarea), la
seta de cardo y chopo (Pleurotus eryngii y Pleurotus ostreatus), o el tan conocido
champiñón (Psaliota campestris). Pero existen gran cantidad de especies que, si
no son venenosas, no gozan de interés alguno en alimentación.

Amanita muscaria
(papamoscas)

Algunas especies son muy peligrosas por su toxicidad, ejemplo del boleto de Satanás
(Boletus satanas); pero otras pueden incluso causar la muerte, como algunas pertenecientes
al género Amanita: ejemplo de la vulgarmente llamada matamoscas (Amanita muscaria); la
pantera (Amanita pantherina); la oronja o cicuta verde (Amanita phalloides); la oronja o
cicuta blanca (Amanita verna); y la cicuta fétida (Amanita virosa).

Liquenofitos (líquenes)

Muchos autores agrupan a los líquenes independientemente en los denominados


Micoficofitos, dado que se trata de un hongo que vive en simbiosis con un alga,
formando una unidad morfológica y fisiológica. Gracias a esa simbiosis, ambos
pueden ocupar espacios donde no existen condiciones para que puedan sobrevivir
independientemente (ausencia de agua, materia orgánica, etc).
El alga, que suele ser una cianofícea o clorofícea (géneros Nostoc, Pleurococcus o
Trebouxia), está adaptada a bajas intensidades de luz, siendo la encargada de realizar la
fotosíntesis. Por su parte, en el hongo (principalmente de ascomicetos), las hifas fúngicas
absorben el agua y las sales minerales que cede el alga. Se desarrollan fácilmente sobre
rocas o cortezas de los árboles (ejemplo del liquen amarillo de muchos árboles denominado
Xanthoria parietina).

Liquen antártico

El metabolismo de ambos organismos hongo y alga, producen sustancias que no podrían


sintetizar por separado, y que en algunos casos sirven para la producción de antibióticos, o
como elementos nutritivos. Los líquenes pueden resistir temperaturas extremas y sustratos
inhóspitos, y por esa razón son los primeros en colonizar los desiertos helados; son sin
embargo de lento desarrollo en comparación con otros organismos talosos.

Briofitos
 

os briofitos, a diferencia de los hongos, son plantas verdes autótrofas.


Se trata de los primeros vegetales "puente" entre la vida acuática y
terrestre. Se clasifican en dos grandes clases: Hepáticas y Musgos. Se trata de
pequeñas plantas adaptados a hábitats húmedos; aunque pueden presentar
estructura talosa, se encuentran en general diferenciadas externamente en tallitos
y hojitas, fijándose al suelo mediante estructuras rizoides que en ocasiones son
capaces de absorber agua. 

Los periodos de desecación los mantienen vegetativos, sea cubriendo superficies


rocosas, troncos, paredes, tejados, etc., reviviendo después cuando las
condiciones de humedad les favorece. Dado que los briofitos almacenan agua
entre sus hojas, otros vegetales pueden aprovecharla; por este motivo suelen ser
los primeros organismos que se instalan sobre el sustrato y superficies rocosas,
aportando de esta forma materia orgánica para contribuir a mantener las
siguientes sucesiones vegetales.
Se pueden reproducir sexual o asexualmente. La sexual se realiza
mediante la unión de dos gametos (ovocélula y espermatozoide),
siempre en un medio húmedo, en el interior del arquegonio (gametangio femenino). La
reproducción asexual se realiza mediante fragmentación del gametofito, o por gemación del
protonema. También se pueden formar nuevos individuos a partir de los llamados
propagulos, consistentes en unos ramitos especialidados que pueden existir en los musgos.
Los briofitos presentan una clara alternancia de generaciones, con un esporofito diploide y
un gametofito verde y haploide (el protonema).

Los musgos son generalmente los


primeros organismos que se
instalan sobre el sustrato y
superficies rocosas

El protonema del musgo, consistente en filamentos verdes creciendo muy


ramificados en sentido vertical, y conteniendo gran cantidad de cloroplastos,
representa ese tapiz verdoso que podemos observar sobre las rocas o lugares
húmedos. El gametofito de los musgos, que es siempre foliáceo, y en posición
erecta o tumbada, puede llegar a alcanzar el medio metro de longitud. Un grupo
muy importante de musgos formadores de turba, son los denominados esfagnos,
característicos de turberas y zonas pantanosas ácidas.

Por su parte, las hepáticas, presentan una aparato vegetativo aplanado (gametofito), en
aquellas que son rastreras como las hepáticas talosas; o folioso, con hojitas dispuestas
dorsiventralmente, como en las hepáticas foliosas. Las estructuras que asemejan raíces,
consisten en rizoides no ramificados.

Pteridófitos
 

os pteridofitos son cormofitos, en los cuales existe xilema y floema, que


transportan tanto la savia bruta como elaborada en el órgano vegetativo
(esporofito) que tiene también la función de reproducción vegetativa. No producen
semilla, formándose los gametofitos a partir de esporas haploides independientes
del esporofito.

Comprenden las clases: Licopodios, Equisetos y Filicados o helechos.

Equisetos y licopodios

Los equisetos, o colas de caballo, son plantas que proceden de antepasados muy difundidos
durante el paleozoico que poseían portes arbóreos, y que se encontraban integrados en los
bosques carboníferos.

Equisetum arvense

Desarrollan formas herbáceas, siendo en la actualidad el Equisetum el único


género existente. Presentan tallos anuales que crecen a partir de un longevo,
extenso y profundo rizoma. Externamente presenta una estructura con una serie
de nudos y entrenudos muy evidentes; de los nudos salen hojas pequeñas y
fotosintéticas, de los que a su vez surgen tallos que pueden ramificar. La
epidermis es áspero y cortante al tacto debido a los depósitos de sílice que
contiene. Algunas especies destacables son el Equisetum ramosissimum y
Equisetum arvense (se le reconocen propiedades medicinales). 

Por su parte, los licopodios son pequeñas plantas herbáceas; según la especie pueden ser
acuáticas, anfibias o terrestres. Son igualmente descendientes de especies (lepidodendros)
que cubrían los bosques carboníferos durante el paleozoico; algunas especies son
verdaderas reliquias del Terciario. Habitan en climas tanto fríos como tropicales, incluso
desérticos. Algunas especies muy extendidas son: Licopodium clavatum y Isoetes velata.

Helechos
Se trata de los pteridofitos más abundantes. Algunos autores los
consideran una clase simple dentro de los Pterofitinas o Pteropsida, junto a
Gimnospermas y Angiospermas.

Eran las denominadas antiguamente criptógamas vasculares, debido a su carencia de flores.


Tuvieron su origen en el Devónico, siendo dominantes en los bosques del carbonífero. Son
plantas perennes, ya que los rizomas desarrollan raíces adventicias de donde salen los
frondes cada año. En zonas tropicales pueden desarrollar formas arbóreas de hasta 25
metros de altura, presentando aspecto de palmeras.

Helecho común (Pteridium Helecho macho (Dryopteris


aquilinum) filix-mas)

Los helechos presentan las hojas (frondes) erguidas, simples o compuestas.


Habitualmente, las frondes están divididas o hendidas, y compuestas por foliolos
independientes (pinnas), las cuales pueden estar a su vez divididas una o más
veces (pinnulas), como ocurre en el helecho común.

Algunos grupos de helechos tienen la facultad de alimentarse mediante unos protalos


subterráneos no fotosintéticos, en simbiosis con hongos. Típicamente habitan lugares
frescos, húmedos y umbrosos. Los Leptosporangiados son la subclase más representativa
de los helechos; éstos incluyen el helecho común (Pteridium aquilinum); helecho macho
(Dryopteris filix-mas); helecho real (Osmunda regalis); polipodio común (Polypodium
vulgare), etc. Determinados helechos, como el macho y común, se le reconocen
propiedades medicinales.

Ginnospermas - 1ª parte
 

 
as gimnospermas son plantas espermatófitas (con semillas), que
presentan los carpelos no diferenciados en ovario, estilo y estigma.

Al contrario de las angiospermas, los óvulos y semillas no se forman en cavidades


cerradas. Son plantas leñosas de porte variado, árboles o arbustos. Comprenden
las clases Ginkgoineas, Coníferas, Cicadinas y gnetinas.

Coníferas

Son típicas plantas cormofitas, leñosas y muy ramificadas. Abundaban en el


jurásico y cretácico formando tupidos bosques. Los órdenes Cordaitales y
Coniferales comprenden a especies fósiles y actuales, que tuvieron su máximo
desarrollo en el Mesozoico; algunos de ellos llegaban a los 30 metros de altura.

Gimnosperma de la clase conífera

Muchas especies ya han desaparecido o reducido, pero se conservan otras como


los pinos, de amplia distribución en la actualidad. En general se trata de árboles
longevos, de gran porte, con hojas simples (trofofilos), numerosas, relativamente
pequeñas y en su mayoría con forma acicular (cedros, pinos, enebros...) o
escamosas (cipreses, tuyas o secoyas). Salvo alguna excepción que presenta
hojas caducifolias, éstas son normalmente perennes.

Aunque las características de las flores varían según los grupos,


éstas carecen de periantio, siendo siempre unisexuales.
Normalmente, las flores son monoicas, es decir, masculinas y
femeninas situadas en la misma planta, aunque también se da el caso de flores
dioicas (situadas en plantas independientes), como sucede por ejemplo en los
enebros. En las formas más evolucionadas las flores femeninas (megasporangios)
son muy reducidas, y están soldados por brácteas ovulíferas (escamas
seminíferas) en los conos o estróbilos de las piñas. Según la especie, la semilla
posee un ala para permitir la dispersión por el viento.

Por su parte, las flores masculinas (microsporangios) se agrupan en unos conos


que incluyen numerosas hojas polínicas o microsporófilos, El polen contenido en
los sacos polínicos poseen en ocasiones dos vesículas de aire, con objeto de
facilitar la polinización anemógama (mediante el viento). Entre la polinización y la
verdadera fecundación puede transcurrir más de un año. Las familias de las
coníferas se dividen en: Pináceas, Cupresáceas,Taxodiáceas, Araucariáceas,
Podocarpáceas, Taxáceas y Cefalotaxáceas.

Ginkgofitos

La clase Ginkgoíneas presenta una única especie, la Ginkgo biloba, un verdadero


fósil viviente que representa actualmente a un buen número de fósiles con origen
en el Pérmico.

Ginkgo biloba

Ginkgo procede del chino, y después también del japonés, que significa
"albaricoque de plata" (gin=plata, kgo=albaricoque); Biloba (del latín bi=doble y
loba=lóbulos) significa bilobado, en referencia a que la hoja, que es en forma de
abanico, tiene un corte en el medio mostrando dos lóbulos.

Se trata un árbol dioico (con flores femeninas y masculinas situadas en plantas


independientes). Las hojas son caducas, en forma de abanico y con nerviación
dicotómica. En esta especie, al igual que en las coníferas, el polen se produce en
unos conos o estróbilos. La fecundación tiene lugar tras recibir los estróbilos
femeninos el polen disperso de forma anemógama (mediante el viento). La semilla
se presenta desnuda (no dentro de un fruto); tiene aplicaciones medicinales en
determinados países asiáticos.

El Ginkgo puede ser la planta gimnosperma más antigua


 

n ejemplar de Ginkgo pueden vivir más de 3000 años. El Ginkgo biloba


chino sobrevivió esencialmente en el tiempo sin variaciones. El material
de hoja fosilizada del pérmico es notablemente similar al actual Ginkgo biloba, por
eso Charles Darwin lo llamó un fósil viviente en 1859. Probablemente se trate de
la planta viviente con semillas más antigua, por eso es visto por muchos amantes
de la naturaleza como una de las maravillas del mundo.

Pensemos por un momento, que esta planta fue en un tiempo muy remoto una
especie dominante en el mundo, y hoy en día, entre todos los miles de vegetales
que pueblan la Tierra, el Ginkgo es un precioso eslabón (el único de su género)
entre nuestro presente y ese pasado que se remonta a cientos de millones de
años.

Actualmente, el Ginkgo, con sus brazos fuertes y ramificados, y sus curiosas hojas
caprichosamente modeladas, distingue y dignifica con su presencia muchos
espacios humanos; vías y jardines de nuestras ciudades acogen sus ramas y
demuestran con su longevidad que la historia humana es insignificante, si la
comparamos con la genealogía de este árbol singular.

Desde esta visión, el paleobotánico Sir Albert Seward, en 1938, expresaba la


grandeza de este árbol: "Apela al alma histórica: lo vemos como un emblema de la
inmutabilidad, una herencia de mundos demasiado remotos para que nuestra
inteligencia humana comprenda, un árbol que tiene en su custodia los secretos del
inconmensurable pasado."

Un Ginkgo bombardeado símbolo de paz


A finales de la II Guerra Mundial, el 6 de agosto de 1945, una bomba atómica fue
lanzada sobre la ciudad japonesa de Hiroshima. Las plantas y árboles en varios
kilómetros alrededor del epicentro de la explosión quedaron calcinados. En
septiembre de 1945 se realizó un examen del área, y un Ginkgo que se
encontraba situado junto a un templo, distante alrededor de 1 km del centro de la
explosión, había brotado y renacido de sus cenizas.

Tras la Guerra, en el momento de reconstruir el templo el espacio disponible era


menor, así que consideraron si debían cortar el árbol o trasplantarlo. Decidieron
conservarlo en su lugar, y ajustar la construcción del templo a aquél. Actualmente,
el templo dispone los peldaños en el frente, pero salvando el Ginkgo por ambos
lados izquierdo y derecho, protegiendo el árbol dentro de una forma de U.

En el lugar existen grabados en recuerdo de aquel terrible acontecimiento: "No


más Hiroshima", así como plegarias de las gentes en favor de la paz. Hoy en día
se conocen dos árboles Ginkgo que sufrieron el bombardeo, y que permanecen
vivos todavía; el otro se en encuentra en el jardín Syukkeien, en la ciudad de
Hiroshima. Estos acontecimientos le han aportado al Ginkgo un valor místico,
considerado como un árbol sagrado, allí permanecerá como un símbolo portador
de paz y esperanza.

Cicadinas
Las cicas son plantas de las regiones húmedas o desérticas (tropicales y
subtropicales). Se trata, junto con los Ginkgofitos, de auténticos fósiles vivientes
del Paleozoico y Mesozoicos; muchas de las formas ya han desaparecido,
comprendiendo en la actualidad pocos géneros representativos.

También se denominan Prespermafitas, pues son un eslabón entre los helechos y


las espermafitas. Tienen parecido con los helechos arborescentes o palmeras.
Poseen flores sencillas y carentes de periantio, que incluso después de caer la flor
continúan creciendo sus ejes florales. Al igual que en las coníferas, las flores se
agrupan en conos o estróbilos (piñas), recubiertas de escamas que se separan
para permitir la polinización, la cual se realiza normalmente por el viento
(anemógama). Los ginostróbilos (órganos reproductores femeninos) se encuentran
siempre en plantas separadas de los androstróbilos (órganos reproductores
masculinos portadores del polen), por ello estas plantas son dioicas. Salvo alguna
especie que puede ser venenosa, existe una variedad de ellas que sirven como
fuente de nutrientes, y en jardinería como plantas ornamentales.

Gnetinas

La clase Gnetinas comprende plantas muy semejantes en aspecto a las


angiospermas o antofitos; árboles o arbustos de diversas regiones, incluso
desérticas (como la Welwitschia del Kalahari), pero preferentemente tropicales o
lluviosas. Tienen normalmente flores sencillas, con escasos estambres y un
primordio seminal, aunque presentan periantio. En algunos casos son
hermafroditas. Son consideradas un punto intermedio entre las Coníferas y las
Angiospermas. Solo sobreviven los géneros Gnetun, Ephedra y Welwitschia. La
Ephedra es muy conocida por su utilidad en farmacología, pues de ella se extrae
un alcaloide, la efedrina.

as Dicotiledóneas son el grupo de vegetales más diversificado y con mayor


número de especies. Se caracterizan principalmente por desarrollar dos
cotiledones en el embrión.

Aunque existen numerosas especies herbáceas, predominan las que presentan


características arbóreas. Si realizamos un corte transversal del tallo, podemos
observar los típicos haces vasculares dispuestos concéntricamente. Las hojas
(que no suelen ser compuestas), están unidas al tallo por un peciolo y presentan
generalmente nervadura reticulada. Las flores están compuestas por cáliz y
corola, y en general con verticilos tetrámeros, pentámeros, e incluso dímeros y
trímeros.

Atendiendo a la característica del periantio (pétalos y sépalos), se distinguen dos subclases:


Coripétalas, cuando presentan perianto (sencillo o doble) con pétalos libres; y  Simpétalas
o Gamopétalas, cuando toda la corola muestra los pétalos más o menos soldados. A su vez,
las coripétalas se dividen en Monoclamídeas cuando el periantio es sencillo o no existe; y
Dialipétalas cuando el periantio es doble.

CORIPÉTALAS MONOCLAMÍDEAS

Las coripétalas monoclamídeas poseen una sola envoltura floral (en general sin
corola) o carecen de periantio. Las flores son unixesuales habitualmente, con
fecuendación anemógama y entomógama.

Destacan los órdenes Salicales, Fagales, Juglandales, Urticales, Cactales, Euforbiales,


Cariofilales y Quenopodiales.

Salicales

Comprende una sola familia, las salicáceas. Son árboles y arbustos de hojas sencillas,
alternas y caducas; flores en amento y fruto capsular con muchas semillas sin albumen.
Pertenecen a esta familia dos únicos géneros Populus (álamos o chopos) y Salix (sauces).

Fagales

Se trata de un orden que algunos autores lo engloban como familia de las


Fagáceas dentro del orden Urticales. Comprende árboles o arbustos de hojas
simples, provistas de estípulas caducas, flores generalmente unisexuales apétalas
agrupadas en inflorescencias (amentos); monoicas; y fruto en nuez. 

Comprende las familias betuláceas y fagáceas o cupulíferas:

Betuláceas

Son árboles o arbustos de hojas alternas, flores monoicas en amento, y fruto seco
indehiscente. Todos de hojas caducas. Ejemplo del avellano, abedul o aliso (Alnus
glutinosa).
Aliso (Alnus glutinosa), como
ejemplo de árbol de la familia
betuláceas
 

Fagáceas o cupulíferas

Son árboles o arbustos de hojas caducas o persistentes alternas, como la encina,


haya o castaño. Las flores son unisexuales y poco vistosas, las masculinas se
disponen en amentos, mientras que las femeninas son solitarias y pequeñas. El
fruto (glande) que es seco e indehiscente, tipo nuez, está parcialmente rodeado
por una cúpula  (de ahí el sobrenombre de cupulíferas) y contiene una sola
semilla. En el caso del castaño, consiste entre uno y tres frutos envueltos y
recubiertos por una superficie globosa y de púas rígidas.

Por su parte, el haya presenta los frutos o hayucos agrupados en dos o tres, en una cúpula
erizada que se abre en cuatro valvas. Es una familia importante que incluye unas 400
especies, presentes en los países templados en ambos hemisferios. Los géneros más
importantes son Fagus, Quercus y Castanea, propios del hemisferio norte, mientras que
Nothofagus es exclusivo del hemisferio austral.

Juglandales

Comprende una sola familia, las juglandáceas. Son árboles caducifolios leñosos, de flores
monoicas, unisexuales apétalas, hojas pinnatocompuestas y espaciadas,  y fruto en nuez
rodeado de una especie de cúpula; son ricas en aceites. Pertenecen a esta familia los
géneros Juglans (como el Juglans regia o nogal) y Carya.

CORIPÉTALAS MONOCLAMÍDEAS (continuación)

Urticales
 

on plantas leñosas o herbáceas con flores poco aparentes, aisladas o


reunidas en inflorescencias, normalmente unisexuales. Las plantas
pueden ser monoicas o dioicas. La morfología del fruto es muy variada,
generalmente una drupa.

Comprende las familias urticáceas, ulmáceas, moráceas y cannabáceas.

Urticáceas

Son plantas herbáceas de hojas sencillas, como las ortigas, que están provistas de pelos que
segregan un jugo urticante.

Ortiga mayor (Urtica


dioica)

Poseen flores pequeñas, generalmente unisexuales, y fruto en nuez o drupa. Pertenecen a


esta familia los géneros Urtica y Parietaria.

Ulmáceas

Son árboles o arbustos de ramas alternas; hojas caducas, simples, nervudas y aserradas;
flores pequeñas en hacecillos y fruto en núcula o en drupa. Pertenece a esta familia el
género Ulmus (olmo).

Moráceas

Son generalmente árboles o arbustos laticíferos, leñosas y caducifolios; de flores


unisexuales, en ocasiones con las cubiertas florales carnosas y fruto en aquenio, o
bien en una serie de pequeñas drupas que forman un fruto llamado sorosis, como
la morera (Morus alba) cuyas infrutescencias son las moras, y muy conocidas por
que sus hojas son el alimento de los gusanos de seda
Otro árbol de las moráceas muy antiguo y conocido es la higuera (Ficus carica. Posee savia
láctea, hojas grandes y lobuladas e infrutescencias de siconos piriformes (los higos). Al
igual que la morera, posee una sustancia, el látex, que se extrae para fines industriales
(Ficus elástica).

Cannabáceas

Algunos autores consideran a esta familia comprendida en la más


amplia de las moráceas. Abarca plantas herbáceas que, a diferencia de las moráceas, no
presentan látex.

Cáñamo (Cánnabis
sativa)

Son vivaces, ricas en principios amargos y alcaloides, con flores pentámeras. Reúne dos
especies de gran importancia económica debido a su utilización industrial, como son el
lúpulo y el cáñamo, una de cuyas variedades (cáñamo indio) proporciona la marihuana.

Cactales

Agrupa la familia de las cactáceas. Plantas suculentas o crasas, xerófitas, de tallo carnoso,
casi todas de la América tropical; perennes, cuyas hojas atrofiadas suelen estar
transformadas en espinas. Tiene flores hermafroditas, generalmente grandes, sentadas y
colocadas en la axila de un grupo de espinas, y fruto en baya. Son los cactos y nopales. Son
conocidos los higos chumbos (comestibles), fruto de las chumberas (Opuntia ficus-cárica).

Euforbiales
Incluye la familia de las Euforbiáceas. Plantas leñosas y herbáceas, dioicas y monoicas, de
flores unisexualesde; con jugos acres o venenosos y generalmente lechosos. Los frutos son
secos con tres cavidades o cocas.

Ricino (Ricinus communis)

Pertenecen a esta familia los géneros Euphorbia; Flor de Pascua (Pinsetia); Ricino (Ricinus
communis), utilizado medicinalmente por su aceite purgante; árbol del caucho (Hevea
brashensis), del que se obtiene esa sustancia; o la Manihot utilissima, de cuyas raíces se
extrae la mandioca, y de ésta la tapioca.

CORIPÉTALAS MONOCLAMÍDEAS (continuación)

Cariofiliales

Destacan dos familias:

 Cariofiláceas
 Quenopodiáceas

Cariofiláceas

Son plantas o matas, de tallos nudosos articulados, hojas opuestas, enteras, estrechas y
sencillas, flores hermafroditas regulares, normalmente en inflorescencias cimosas, y fruto
capsular.
El clavel es una
cariofilácea típica

Abundan las especies: Dianthus caryophyllus (Clavel) y Paronychia argentea


(Sanguinaria).

Quenopodiáceas

Algunos autores la sitúan en el orden Quenopodiales. Son plantas  herbáceas o fruticosas;


muy pocas son leñosas. Posee hojas alternas u opuestas, con flores unisexuales o
hermafroditas generalmente en inflorescencias, y fruto monospermo con pericarpio y de
consistencia muy variada. Pertenecen géneros como Beta y Chenopodium. En esta familia
aparecen plantas de ambientes nitrófilos o salinos. Hay especies comestibles, como las
espinacas, acelgas, remolacha azucarera, etc.

CORIPÉTALAS DIALIPÉTALAS

Las plantas Dialipétalas tienen la característica de que los pétalos no están unidos
entre sí; el periantio está diferenciado en cáliz y corola, formado normalmente por
dos verticilos: uno exterior verde o sépalos, y otro interior coloreado o pétalos
(siempre libres). Las flores son hermafroditas.

Destacan los órdenes Laureales, Rosales, Mirtales, Bixales, Tiliales, Magnoliales,


Ramnales, Ranales, Roedales y Umelales.

Laureales
Son árboles y arbustos peremnifolios, de hojas coriáceas y
aromáticas en todas sus partes. Las flores son hermafroditas y
en algunos casos unisexuales; se presentan en umbelas o panojas. Los frutos son
bayas o drupas.

Pertenecen a la familia de las Lauráceas los géneros Laurus, Persea, Ocotea y


Cryptocarya. En su parénquima llevan un aceite esencial; el alcanfor, por ejemplo, es una
de las sustancias que se obtiene del leño de la Cinnamomum camphora.

Laurel (Laurus nobilis)

La especie más conocida es el laurel común (Laurus nobilis), que alcanza hasta ocho
metros de altura, de ramas levantadas, hojas coriáceas, persistentes y lanceoladas de color
verde oscuro, brillantes por el haz y pálidas por su envés. Las flores son blancoverdosas en
grupillos axilares, y el fruto en baya ovoidea y negruzca. Las hojas son muy aromáticas, se
usan como condimento y en farmacología. La madera es dura y flexible. El laurel estaba
consagrado a Apolo, que era el símbolo de la victoria, por ello se coronaba con la rama de
laurel a los poetas y a guerreros victoriosos. Los antiguos creían también que esta planta
comunicaba el don de la profecía.

CORIPÉTALAS DIALIPÉTALAS (continuación)

Rosales

e trata de un amplísimo orden de plantas hérbáceas, arbustivas,


arbóreas y algunas lianas. Presentan hojas simples, compuestas, con
estípulas o sin ellas, flores hermafroditas y zigomorfas. Los frutos son de varias
estructuras y no faltan los falsos frutos o frutos múltiples.

Destacan las familias de las Rosáceas, Saxifragáceas y Leguminosas.


Rosáceas

Son árboles, arbustos y hierbas, de hojas sencillas y alternas con estípulas, flores
hermafroditas con cinco grandes pétalos, completas y  actinomorfas. El fruto es de diversas
formas (aquenios, folículos, drupas...) con semillas sin albumen.

Rosa, perteneciente a la
familia de las rosáceas

Pertenecen a esta familia los géneros Rosa, Fragaria, Pirus y Prunus.

Destacan las especies: Rosa canina (escaramujo o rosal silvestre), Rubus ulmifolius (zarza o
zarzamora), Rubus idaeus (frambueso), Pyrus communis (peral común), Malus doméstica
(manzano), Cydonia oblonga (membrillero), Eriobotrya japónica (níspero), Prunus pérsica
(melocotonero), otra variedad de Prunus persica (nectarina), Prunus armeniaca
(albaricoquero), Prunus spinosa (endrino), Prunus doméstica (ciruelo), Prunus avium
(cerezo), Prunus cerasus (guindo), Crataegus monogyna (espino albar o majuelo),
Amigdalus communis (almendro), Fragaria vesca y Fragaria chilensis (fresal y fresón).

Saxifrágaceas

Son plantas herbáceas o leñosas, matas o arbustos, de hojas (suculentas o crasas) alternas u
opuestas, flores hermafroditas en inflorescencias o aisladas, de cinco pétalos y fruta en
cápsula o baya. Un género representativo es Ribes (groselleros). Otros géneros de esta
familia son: Saxifraga, Sedum y Parnassia.

Leguminosas o papilonáceas

Deben su nombre a que muestran la flor papilonada y el fruto en vaina o


legumbre. Según los autores, esta familia se integra en el orden Leguminales. Se trata de
uno de los grupos de plantas más extendidos por todo el mundo y muy importantes por su
interés, no sólo alimenticio, sino también industrial y farmacéutico. Se distinguen plantas
herbáceas anuales, arbustivas y arbóreas de hojas habitualmente compuestas y con
estípulas. Las flores son hermafroditas en racimos o umbelas, con corola papilonácea
(amariposada). Son muy estimadas en los cultivos rotativos, ya que sus raíces suelen formar
simbiosis con la bacteria Rhizobium leguminosarum, que tiene la propiedad de fijar en la
tierra el nitrógeno atmosférico.

Guisante
(Pisum sativus)

Entre las leguminosas con formas herbáceas, y con mayor interés alimenticio, destacan:
guisantes (Pisum sativus), garbanzos (Cicer arietinum), judías o alubias (Phaseolus
vulgaris), habas (Vicia faba), lentejas (Lens culinaris), cacahuete o maní (Arachis
hypogea), tréboles (Trifolium), alfalfa (Medicago sativa), regaliz (Glycyrrhiza glabra), y
altramuz (Lupinus).

Retama común (Retama


sphaerocarpa)

Entre las formas arbustivas y arbóreas destacan: las retamas, como la retama común
(Retama sphaerocarpa), retama de olor o gayomba (Spartium junceum), y retama negra
(Cytisus scoparius); tojo (Ulex europaeus), piorno serrano (Cytisus purgans), aulaga
(Genista scorpius), espantalobos (Colutea arborescens), falsa acacia (Robinia
pseudoacacia), acacia de tres espinas (Gleditsia triacanthos), algarrobo (Ceratonia
siliqua), árbol del amor (Cercis siliquastrum), y sófora (Sophora japónica).
 

as monocotiledóneas proceden de las dicotiledóneas, independizándose


de éstas tras una evolución que se inició hace mucho tiempo. Se
clasifican modernamente en la subclase Lílidas. Son plantas en su mayoría
herbáceas, típicas del medio acuático o zonas pantanosas, aunque incluye
también especies terrestres. Se diferencian principalmente de las Dicotiledóneas
en que la semilla posee un único cotiledón; otra característica son los haces
vasculares, que no están distribuidos en el tallo mediante una posición
determinada, como ocurre en las Dicotiledóneas, sino que están esparcidos por el
parénquima de forma un tanto aleatoria.

Poseen hojas carentes de peciolo que están insertadas en el tallo mediante una vaina. Las
únicas estructuras ramificadas de estas plantas son las flores, trímeras y con nectarios
situados entre las paredes carpelares. Destacan ocho órdenes: Liliales, Arales,
Amarilidales, Palmales, Zingiberales, Orquidales, Ciperales y Graminales.

Liliales

Son plantas antes denominadas Lilifloras. Se trata de plantas


generalmente herbáceas, en ocasiones con raíces bulbáceas o rizomas y tallos trepadores.
Flores mayormente hermafroditas, flores terminales aisladas o en inflorescencias, y fruto en
cápsula o baya. De la familia de las liliáceas podemos citar los géneros Colchicum,
Asphodelus, Smilax y Vertrum.

Aloe (Aloe
Ajo (Allium sativum)
succotrina)

Entre las especies más conocidas las hay ornamentales y también comestibles, ejemplo:
aloe (Aloe vulgaris, Aloe succotrina...), cólchico (Colcicum autumnale), tulipán (Tulipa
generiana), jacinto (Hyacinthus orientalis), azucena (Lilium candidum), cebolla (Allium
cepa), ajo (Allium sativum), espárrago (Asparagus officinalis), etc.

Arales

Son plantas herbáceas, tuberculosas o con rizomas tuberosas. Son epífitas (viven con el
soporte de otra planta) o acuáticas flotantes. Las flores son hermafroditas o unisexuales,
presentadas en espádices (una inflorescencia típica). El fruto es una baya. Pertenecen a este
grupo las lentejas de agua (Lemna), calas (Calla) y los aros (Arum).

Amarilidales

Son plantas herbáceas o sufruticosas, que pueden presentar bulbos o no. Las flores son
hermafroditas y con frutos en cápsula. Especies muy conocidas son los nardos (Polianthes
tuberosa), o la flor de lis (Amarilis formosissima).

Palmales

Son plantas arbustivas, arbóreas o lianas, dioicas o monoicas, de grandes hojas


divididas, pinnadas o palmeadas. El pecíolo de la vaina deja cicatriz en el tallo
cuando cae la hoja. Las flores son unisexuales, y en ocasiones hermafroditas,
dispuestas en racimo o espádice. El fruto es una baya, drupa o nuez. A la familia
de las palmáceas pertenecen entre otros los géneros Phoenix, Chamaerops y
Areca.

Algunas especies conocidas son: Cocos nucifera (el fruto es el coco) y Phoenix canariensis
(Palma de Canarias).

Zingiberales

Son plantas herbáceas pero de gran porte, incluso arbóreas en ocasiones; flores zigomorfas,
hermafroditas o unisexuales.
Plátano o banano (Musa
paradisiaca)

El fruto es por lo general capsular o en baya. Una especie mundialmente famosa es el


plátano o banano (Musa paradisiaca).

Abortivo: susceptible de provocar el aborto.

Adventicia: planta que crece espontáneamente en lugares donde no ha sido sembrada.

Albúmina: cualquiera de un grupo de proteínas de bajo peso molecular, solubles en agua y


soluciones diluidas de sales; coagulan por el calor. Se encuentra en animales y vegetales:
en el suero (seroalbúmina), en la clara de huevo (ovoalbúmina), en la leche
(lactoalbúmina), etc.

Albuminoides: proteínas o sustancias proteicas.

Alcaloide: Véase una amplia definición de este término en la sección: Plantas


medicinales: Los alcaloides

Almáciga: lugar donde se siembran las semillas de las plantas para trasplantarlas después.

Almidón: polisacárido de origen vegetal, que constituye la principal reserva hidrocarbonada


de las plantas superiores.

Amento: racimo de florecillas masculinas o femeninas, colgante típico en algunas familias


de plantas monoclamídeas, tales como las Fagáceas (roble, haya, encina, etc.) y las
Betuláceas (abedul, avellano).

Aminoácido: cada uno de los componentes que a manera de "Ladrillos" forman los
complejos edificios moleculares de las proteínas.

Androceo: uno de los dos verticilos florales fértiles; comprende los elementos
reproductores masculinos de las flores unisexuales masculinas y de las flores hermafroditas.

Antraquinona: compuesto orgánico aromático. Es un sólido cristalino, amarillo, que se


sintetiza industrialmente mediante una reacción de Friedel-Crafts. Es un producto
importante en la fabricación de colorantes.

Ápice: extremo superior o punta de la planta.

Aquenio: fruto indehiscente y seco, cuyo pericarpio no está soldado a la semilla (girasol). Si
va protegido por una cúpula de material lignificado recibe el nombre de glande (bellota del
roble). Cuando posee una expansión membranosa en forma de ala que facilita su dispersión
se le llama sámara (fruto del olmo).

Baya: fruto carnoso monocárpico o sincárpico, de epicarpo generalmente delgado y


mesocarpo y endocarpo carnosos. Suelen ser esferoidales u ovoides y a menudo de colores
intensos o llamativos; como la uva, la naranja, el tomate y el melón.

Bohordo: tallo herbáceo y sin hojas que sostiene las flores y el fruto de
algunas plantas.

Bráctea: hoja de cuya axila nace una flor o un eje floral. Hoja modificada en su forma,
tamaño, color, etc., situada junto a las flores o inflorescencias. Algunas pueden presentar un
colorido brillante y confundirlas con los pétalos.

Caducifolio: dícese de los árboles y arbustos que pierden las hojas durante la época
desfavorable, que coincide con la estación más fría o más seca.

Cáliz: Cubierta externa de las flores completas, primer verticilo floral.

Campaniforme: dícese de las flores acampanadas.

Capítulo: Inflorescencia típica de la familia de las compuestas, aunque no exclusiva de


éstas, que se caracteriza porque su aspecto externo es convergente con el de una flor
sencilla. Está formada por un pedúnculo que se ensancha en su parte superior formando un
receptáculo donde se sitúan las verdaderas flores.

Cariópside: fruto seco e indehiscente, a cuya única semilla está íntimamente adherido el
pericarpio. Es el fruto característico de las gramíneas.

Carotenoides: grupo de pigmentos naturales que se hallan en numerosas plantas y en las


grasas animales.

Carpelo: órgano sexual femenino de las plantas fanerógamas que sostiene y protege los
óvulos.

Codeina: alcaloide menos tóxico que la morfina, que, como ésta, se extrae del opio.

Coriáceo: de consistencia del cuero.

Corimbo: inflorescencia constituida por un eje alargado del que parten los ejes secundarios,
siendo éstos más largos cuanto más abajo están insertados; de modo que las flores vienen a
quedar casi a la misma altura.

Corola: cubierta o verticilo interior de las flores completas, que protege los órganos de la
reproducción.

Dehiscencia: acción de abrirse naturalmente del pericarpio de ciertos frutos o las


anteras de una flor, para dar salida a la semilla o al polen.

Dentículo: cualquier órgano o parte de él en figura de diente pequeño; como los de


ciertas hojas y los de la epidermis de ciertos animales.

Diastasa: enzima de origen vegetal, contenido en ciertas semillas germinadas y


otras partes de las plantas que cataliza la hidrólisis del almidón.
Digitalina: glucósido contenido en las hojas de la digital, de las cuales se extrae en
forma pulverulenta, de color amarillo y de sabor muy amargo. Es un alcaloide de
efectos cardiotónicos.

Dioico: de las plantas fanerógamas que poseen flores masculinas y femeninas en


individuos distintos.

Discoidal/discoido: a manera de disco.

Drupáceo:  de la naturaleza de la drupa o parecido a ella. Que tiene por fruto una
drupa. Drupa: Fruto monospermo de mesocarpo carnoso coriáceo o fibroso y
endocarpio leñoso, como el melocotón, la cereza, la almendra, etc.

Endocarpio: capa interior del pericarpio cuando éste consiste en dos o más capas
de diferente textura. A menudo es de consistencia leñosa, ej., el hueso del
melocotón.

Entomófilo/la: aplícase a las plantas cuya fecundación se efectúa por intermedio


de los insectos que transportan el polen.

Enzima: catalizador de origen biológico y naturaleza proteica globular. Tienen la


capacidad de favorecer las transformaciones bioquímicas. En la actualidad se
conocen alrededor de unas 1 000 enzimas.

Epicarpio: capa externa del pericarpiio cuando éste consiste en dos o más capas de
diferente textura.

Epíteto: adjetivo o expresión que e aplica en biología en la definición/clasificación


de un grupo de animales o plantas.

Estambre: órgano sexual masculino de las plantas fanerógamas.

Esterol: nombre genérico de un grupo de alcoholes no saturados de elevado peso


molecular. Los esteroles se encuentran libres o combinados en los animales
(colesteroles) y en los vegetales (fitosteroles).

Estigma: 1) parte del carpelo diferenciado, situada en su extremo libre y destinada


a recibir el polen. 2) Órgano celular fotorreceptor propio de algunas algas
fitoflageladas.

Estilo: en el carpelo diferenciado, prolongamiento filiforme del


ovario, que termina en el estigma.

Fasciculado/da: agrupado en hacecillos: estambres fasciculados.

Folíolo: cada una de las hojuelas de una hoja compuesta.

Gálbulo: estróbilo redondeado, carnoso e indehiscente que encierra unas pocas


semillas en su interior.
Gineceo:  verticilo fértil femenino de las flores hermafroditas y de las femeninas.

Glúcidos: Véase una amplia definición de este término en la sección: Plantas


medicinales: Los glúcidos o carbohidratos

Glucósido: Véase una amplia definición de este término en la sección: Plantas


medicinales: Los glucósidos

Gluma: cada una de las dos brácteas que encierran las espiguillas de las gramíneas
antes de abrirse las flores.

Herbáceo: que tiene las cualidades o propiedades de la hierba.

Hermafrodita: que tiene órganos reproductores de los dos sexos.

Híbrido/da: dícese del animal o vegetal que proviene de dos especies o variedades
distintas por fecundación o copulación entre ellas.

Indehiscente: dícese de los frutos u órganos que no tienen dehiscencia.

Inflorescencia: disposición que toman y orden en que aparecen y se desarrollan las


flores en una planta cuyos brotes florales se ramifican.

Inulina: polisacárido (compuesto de fructofuranosa polimerizada), de color blanco


y aspecto granuloso, que se encuentra en las raíces de ciertas plantas
fanerógamas (p. ej. en los tubérculos de dalia) formando parte de sus sustancias
de reserva.

Lacinia: cada uno de los segmentos estrechos en que se dividen las hojas, sépalos
o pétalos de algunas plantas.

Lampiño: que le falta, o tiene poco pelo o vello.

Lanceolado: de imagen semejante al hierro de la lanza.

Látex: jugo contenido en ciertos vasos de algunos vegetales que se coagula al


contacto del aire y constituye las gomas, resinas, etc.

Lígula: Apéndice membranoso de ciertas hojas en la juntura del limbo y el pecíolo


y de ciertos pétalos en su base.

Limbo: lámina de las hojas, sépalos o pétalos.


Melífero/ra: que lleva o tiene miel.

Mesocarpio: parte intermedia del pericarpio en los frutos carnosos, como el


melocotón, comprendida entre el epicarpio y el endocarpio.

Monocárpico: que tiene uno solo fruto o tiene frutos solitarios.

Monoico: dícese de la planta o especie que tiene flores unisexuales masculinas y


femeninas en un mismo pie.

Monospermo: fruto que sólo tiene una semilla.

Palmeado/da: de figura de palma. Dícese de las hojas, raíces, etc., que parecen
una mano abierta.

Panícula: inflorescencia racemosa compuesta por un racimo y que toma aspecto


piramidal.

Pecíolo: pedúnculo que sostiene las hojas de los vegetales, y los une al tallo.

Pedúnculo: parte de la flor que, como continuación del receptáculo floral, la une al
tallo.

Pentámero: dícese de las flores cada uno de cuyos verticilos está formado por
cinco piezas.

Pericarpio: parte del fruto que envuelve a las semillas. Está constituido por tres
capas: epicarpo (externa), mesocarpo (media) y endocarpo (interna).

Perenne: dícese  de la planta que vive varios años; también se dice de las hojas.

Periantio: conjunto de las hojas florales que forman la envoltura de la flor, no


implicadas directamente en la reproducción, sino que sirven para proteger a la
verdadera flor.

Pétalo: cada una de las piezas que forman la corola de la flor.

Pinnado/da: Dícese de las hojas u otros órganos vegetales que tienen la nerviación
constituida por un nervio principal del que salen otros secundarios a ambos lados
del mismo, como las barbas de la pluma. También se llama pinnatinervia.

Pistilo: carpelo u órgano floral femenino de las plantas, diferenciado en ovario,


estilo y estigma, y que por lo general ocupa el centro de la flor.

Proteólisis: hidrólisis de las proteínas por la acción de ciertas enzimas.

Pubescente: velloso, con pelo.

Rizoma: tallo horizontal y subterráneo que por un lado echa ramas aéreas
verticales y por el otro raíces.

Roya: nombre genérico de varias especies de hongos basidiomicetes del orden


uredinales y del género Puccinia todas ellas parásitas de vegetales superiores,
ejemplo de la roya negra (P. graminis) y la roya parda (P. triticina), del trigo y
otras gramíneas.

Saponina: Véase una amplia definición de este término en la sección: Véase una
amplia definición de este término en la sección: Plantas medicinales: glucósidos -
saponínicos

Silicua: fruto en cápsula, alargado, bicarpelar.

Sépalo: cada una de las hojas, generalmente de color verde, que


forman el cáliz de una flor.

Sésil: dícese de cualquier órgano (u organismo) que carece de pie o soporte.

Sincárpico: conjunto de frutos soldados entre sí formando una unidad.

Sumidad: Ápice o extremo más alto de la planta.

Sustrato: lugar que sirve de asiento a una planta o animal fijo.

Tanino: Véase una amplia definición de este término en la sección: Plantas


medicinales: Los taninos

Tépalo Voz analógica de las palabras pétalo y sépalo. Cada una de las piezas del
periantio de una flor, cuando en ella no existe una diferenciación entre cáliz
(sépalos) y corola (pétalos).

Trifoliado: que tiene hojas compuestas de tres folíolos.

Tubuloso: dícese del cáliz o la corola con las piezas total o parcialmente soldadas
en forma de tubo.

Umbela: inflorescencia en que los pedúnculos arrancan de un mismo punto y se


elevan a igual altura.

Verticilo: 1) conjunto de hojas, ramas u otros órganos que brotan en un mismo


nivel de eje caulinar. 2) cada uno de los elementos que componen una flor: cáliz,
corola, androceo y gineceo. gineceo.

Vivaz: dícese de la planta cuyos órganos aéreos son anuales y cuyas raíces viven
varios años. Son las llamadas hierbas perennes, intermedias entre las plantas que
viven un año y las leñosas.
Fórmula floral

Es una forma de expresar, en forma breve, los caracteres de una flor. Por medio de
iniciales y signos convencionales se designan los distintos órganos, como así también la
sexualidad y simetría.

Disposición:

cíclica, las piezas florales están dispuestas en verticilos.

helicoidal o espiralada, las piezas florales están dispuestas en forma espiralada sobre el
receptáculo.

Simetría

- actinomorfa: flores con dos o más planos de simetría.

- cigomorfa: flores con un solo plano de simetría.

- asimétrica: flores que no presentan planos de simetría.

Sexualidad de la flor

masculina o estaminada femenina o pistilada hermafrodita


Partes de la flor:

K cáliz    Pc perigonio corolino     Pk  perigonio calicino


C corola       A androceo G  gineceo
G ovario súpero G ovario semiínfero G ovario ínfero

 El número de piezas de cada verticilo se indica con una cifra; cuando el número de los
miembros es muy grande se emplea el signo .

Si hay dos verticilos de igual naturaleza, las cifras se unen con el signo +.

La concrescencia de las piezas florales se indica por medio de paréntesis ( ).

Si las piezas de distintos verticilos están soldadas entre sí, se encierran las
iniciales correspondientes y las cifras entre corchetes [ ].

La cantidad de lóculos del ovario se indica como subíndice del número de


carpelos; el número de óvulos por lóculo se indica como exponente: 

DIAGRAMA FLORAL

Es una representación gráfica de la disposición de las piezas florales y de la ordenación


de los distintos verticilos, en corte transversal de flor.

Cada verticilo se representa con una circunferencia concéntrica alrededor del gineceo,
indicado por un corte a la altura del ovario. Los estambres se marcan con cortes
transversales de antera, y los verticilos de protección con cortes transversales de pétalos y
sépalos.

Generalmente las piezas de un verticilo alternan con las piezas del verticilo anterior. Los
estambres pueden estar opuestos o alternos con respecto a los pétalos.

La soldadura entre las piezas de cada verticilo o de verticilos opuestos, se indica con líneas de
puntos.  Las cifras deben estar a la misma altura que las letras, sólo el número de lóculos y el
número de óvulos van como subíndice y superíndice.
Flor trímera de monocotiledónea Flor pentámera de dicotiledónea

Das könnte Ihnen auch gefallen