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La revolución Grancolombiana

Venezuela fue el primer país que declaró la independencia, en un proceso vinculado con el
alzamiento en las provincias de Nueva Granada. Desde el inicio afloraron las
contradicciones que perturbaron la lucha contra los realistas: tensiones regionales, y
diferencias de clases y castas.

Un cuadro conflictivo.
Venezuela, dominada por los matuanos, la aristocracia terratienente, era una sociedad co
gran variedad en cuanto a las en ese entonces llamadas razas. Blancos, indios, negros y
mestizos convivían en esta zona, que concentraba aproximadamente un milló n de
habitantes. Los mantuanos estaban en la época, inquietos, por un lado por el monopolio y
sus consecuencias (sobre las producciones de cacao, tabaco, café y algodó n), por el
creciente ascenso social de los pardos, y por la latente posibilidad de una revuelta de
esclavos.

 En 1795 estalló una rebelió n en Coro, dirigida por un zambo y un pardo y que
ed+ia por la repú blica y la abolició n de la esclavitud. Estaba formada por esclavos y
trabajadores.
 En 1797 se frustró un intento en La Guaira, en el cual pequeñ os propietarios y
trabajadores criollos y pardos, se disponían a reclamar con un programa de
solidaridad entre blancos, indios, y negros, exigiendo también un gobierno
republicano, distribució n de la tierra, supresió n de la esclavitud y del tributo
indígena.
Este tipo de brotes mantenía a los mantuanos cerca del régimen españ ol.

Nueva Granada se encontraba dividida. Al oriente, un á rea ganadera tenía continuidad con
Venezuela, la zona del cordó n oriental era la má s poblada, sobre todo en Bogotá y
alrededores, aquí y en la zona de la costa, predominaba la població n mestiza. En la regió n
serrana de Quito, en cambio, predominaba la poblaciones indígena, allí otras ciudades
como Pasto, Cundinamarca, Socorro, Bocayá, veían su producció n textil afectada por las
medidas de los borbones.

La incursión de Miranda.

Preparada desde 1790 por tratativas de Francisco de Miranda, fue un intento en la ciudad
de Coro, que encontró abandonada. Tenía como propuesta, una modelo republicado con
divisió n de poderes, contemplaba la incorporació n de castas e indios en los cabildos,
aunque ponía condiciones de merito y fortuna para la plena participació n política.

El levantamiento de Quito.

Se produjo en 1809, de la mano de criollos aristó cratas que depusieron a la Audiencia para
establecer una junta, presidida por el marqués de Selva Alegre, quien dejó la presidencia
cuando el cará cter independentista fue la pauta. Pese a que frente a la amenaza de la
avanzada realista desde Perú , el nuevo presidente cedió el poder, en un acuerdo con la
Audiencia, se produjo la llamada “masacre de Quito”
Unos meses después de este suceso, la ocupació n realista generó descontento,
impulsando el levantamiento popular, que obligó a la retirada y al indulto. En 1811 se
reunió un Congreso que declaró la independencia y en 1812 se sancionó la constitució n.
Ese mismo añ o las tropas realistas del Perú obligaron a la rendició n a las nuevas
autoridades, quedando así los realistas nuevamente en el poder.

La república aristocrática venezolana.


En 1810 se estableció la “Junta Conservadora de los derechos de Fernando VII”
pese a los intento de las autoridades de desbaratar cualquier intentona independentista
desde 1808. Sus primeras medidas siguieron los intereses de los mantuanos,
estableciendo la libertad de comercio y suprimiendo los impuestos a las exportaciones.
En 1811 se reunió un Congreso y ese añ o se declaró la independencia. La
Constitució n de él nacida, establecía una repú blica federal, con igualdad civil, pero
mantuvo la divisió n entre ciudadanos con y sin derecho a sufragio; una ordenanza de ese
añ o buscó controlar a los llaneros proponiendo castigos y deberes.

La contrarrevolución realista.
Hacia 1812 la contrarrevolució n realista avanzó con ayuda de llaneros, esclavos,
pardos y negros. Domingo Monteverde fue quien tomó Caracas nuevamente.

Revolución en Nueva Granada.


En 1810, la insurrecció n comenzó en distintas ciudades, Casanare, Cali, Pamplona y
Socorro. En Julio se reunió el cabildo abierto en Santa Fe (Bogotá ) nombrando una junta
en sustitució n del virrey. La divisió n entre centralistas y federalista fue una constante, en
1811 una Asamblea constituyó en Bogotá el gobierno de Cundinamarca, al cual otras
provincias se negaron a obedecer. Varias ciudades como Cartagena se declararon
independientes y reclamaron un sistema federal; en Noviembre de ese añ o se reunieron
en el Congreso que constituyó las Provincias Unidas de Nueva Granada, una federació n
presidida por Camilo Torres.

La segunda república venezolana.


Con apoyo del Congreso de las Provincias Unidas de Nueva Granada, Simó n Bolívar
marcho a Venezuela en 1813, libertando Caracas en 1813. Allí fundo la segunda repú blica,
obteniendo en 1814 poderes supremos. Ese fue el llamado “añ o terrible” por el avance
realista de Boves desde el sur, que llegó a Caracas en Julio apoyado por las castas. El añ o
siguiente, 1815, se produjo la restauració n de Fernando, que envió gran cantidad de
tropas. Hacia 1816 se había completado la reconquista.

Bolívar y la guerra social.


Luego de juntar fuerzas, Bolívar regresó a Venezuela en 1816, haciendo su base en
Angostura. Su nuevo plan consistía en buscar el apoyo de las castas. Prometió la libertad a
los esclavos que se unieran a su causa, los pardos se sumaron también a las tropas con
posibilidades de ascenso social, pese a que Bolívar intentó mantenerlo bajo su control,
como en el caso de Manuel Piar. Otro paso importante fue conseguir el apoyo de los
llaneros liderados por José Antonio Pá ez.

La Gran Colombia.
El Congreso convocado por Bolívar en 1819 en Angostura estableció las ideas
constitucionales de Bolívar: proponía un gobierno aristocrá tico, un ejecutivo con gran
poder y un senado bicameral a lo que se sumaba un cuarto poder moral. Fue electo
presidente y su constitució n sancionada ese mismo añ o.
Avanzó luego a Nueva Granada, llegando a Bogotá en agosto de ese mismo añ o.
Quito se mantenía en manos realistas, y el libertador regresaba a Venezuela dejando a
Francisco de Paula Santander a cargo de Nueva Granada. En diciembre en Congreso de
Angostura creó la Gran Colombia. Los realistas que quedaban en Caracas y la costa,
perdieron apoyo con la revolució n del ’20. Los enfrentamientos continuaron en 1821 en
Maracaibo y la realista Carabobo.
En 1821 el Congreso de Cú cuta dictó la constitució n de Gran Colombia. Bolívar
encomendó la administració n a Santander para atender asuntos en el sur: Guayaquil se
había declarado independiente. Luego de negociar con ellos, se dispusieron a avanzar
sobre Quito y Pasto, avanzando luego al sur, para la incorporació n definitiva de Guayaquil.

Liberación y gobierno del Bajo y Alto Perú.


El Congreso convocado por San Martín en 1822, llamó a Bolívar en 1823
otorgá ndole plenos poderes como dictador. Los aristó cratas peruanos aprovecharon la
divisió n de los propios realistas, mientras Bolívar y Sucre reorganizaban el ejército;
logrando las victorias de Junín y Ayacucho, y marchando luego sobre el Alto Perú , que en
1825, en base a una asamblea convocada por Sucre para decidir sus destinos, se declaró
independiente.

Disgregación de Gran Colombia.


En Colombia, Santander y el grupo civilista, orientaron las decisiones econó micas
segú n el liberalismo má s ortodoxo, ejemplo de ello fue el tratado de amistad y comercio
con Gran Bretañ a; la situació n econó mica era sumamente inestable. Conservadores y
federales pugnaban contra esta política.
En Venezuela Mariñ o y otros jefes que se sentían relegados ante la política de
Bolívar, instaron a Pá ez al separatismo; Santander lo relevó de su cargo de comandante
del departamento de Venezuela, incentivando en levantamiento que el libertador tuvo
personalmente que tratar con Pá ez.
De vuelta en Bogotá , en 1827 reasumió el poder, causando el viraje de los
santanderinos al separatismo. La inestabilidad política llevó a que Bolívar se declarara
dictador en 1828, marchando pronto a territorio ecuatoriano que era invadido por Perú .
En Venezuela se declaraba la independencia en 1829 en su ausencia. El añ o siguiente
Guayaquil y Quito acordaron constituirse como Repú blica de Ecuador. Lo que quedaba de
la gran Colombia, adoptó una constitució n oligá rquica, con elecciones indirectas y
censitarias, y Santander fue llamado para dirigirla.

Revolución en el Plata, Chile y


Perú.
Desde Buenos Aires se expandió la causa de la independencia por el sur, por su
posició n estratégica. Sin embargo el centralismo porteñ o, tan vinculado al comercio inglés,
llevó a la desmembració n del virreinato.

El nuevo virreinato del Río de la Plata.


El Alto Perú era el centro econó mico de la zona, Paraguay había quedado rezagado
por la cuestió n del acceso a los puertos, Chile se había transformado en una capitanía
desde 1778 y basaba su economía en la agricultura y una incipiente industria minera del
cobre. Buenos Aires había desplazado a Lima como puerto de comercio y su crecimiento
en esta época fue notorio. Montevideo era otro puerto importante, aunque su comercio
equivalía a la cuarta parte del de Buenos Aires.

Las invasiones inglesas.


En 1806, una invasió n inglesa logró tomar la ciudad, pero fue reconquistada con ahínco,
destacando personalidades como Juan Martín de Pueyrredó n, Martín de Á lzaga, y Santiago
de Liniers. En 1806 un cabildo abierto depuso al virrey Sobremonte en favor de Liniers,
nombrado comandante militar. Y en 1807 se produjo una nueva invasió n, esta vez primero
a Montevideo, es cuando se depone de forma definitiva a Sobremonte y Liniers es
nombrado virrey. La resistencia de la ciudad porteñ a será clave en el futuro político.

Levantamientos en Alto Perú.


La Audiencia de Charcas no reconoció a la Junta de Sevilla, pese a que su presidente el
marqués García Pizarro, recomendó hacerlo. El debate se trasladó a la Universidad de
Chuquisaca, mientras que a fines de 1808 el general peruano Manuel de Goyeneche, se
presentaba ante la junta con la propuesta de carlotismo, pese a ser un enviado de la junta
de Sevilla. Las sesió n de la Audiencia terminó en un tumulto que se extendió a los
estudiantes, y a la misma Audiencia que designó como gobierno a una “Junta de oidores”
en 1809, que fueron mandados a detener por García Pizarro, lo que desencadenó el
levantamiento popular.
La Junta de Chuquisaca entonces mandó enviados a otras ciudades para extender el
movimiento, fue en La Paz donde se formó una Junta Tuitiva que fue disuelta, quedando el
mando en manos de Pedro Domingo Murillo. Las divisiones internas contribuyeron al
éxito de la contraofensiva realista que para 1810 había recuperado el Alto Perú .

La Junta de Buenos Aires y el plan Jacobino.


En 1810 se estableció una Junta de gobierno en Buenos Aires, mientras Montevideo se
decantaba por el bando realista. El plan de operaciones encomendado a Moreno establece
a grandes rasgos las ideas del bando “morenista” : libertad de los esclavos, igualdad entre
las castas, negociació n con Inglaterra y promoció n de la revolució n a otros espacios.

Proyecciones a Chile, Paraguay y Alto Perú.


En Chile se estableció una Junta en 1810, liderada por Juan Manuel de Rozas. En 1811 el
militar José Carrera estableció un golpe independentista, afirmá ndose dictador, y
consiguiendo manejar la situació n por un tiempo.
Mientras la Junta de Buenos Aires enviaba fuerzas a Paraguay y Alto Perú . Las tropas de
Belgrano promovieron el accionar criollo en Asunció n, y en Mayo de 1811 se formó un
triunvirato que incluía al antiguo gobernador a Valeriano Cevallos y a José Gaspar
Rodríguez de Francia.
Hacia el norte Castelli avanzó hasta Tiahuanaco donde sus proclamas en defensa de los
indios le ganaron el desfavor de los criollos de la elite, lo que contribuyó al avance realista
que obligó a los patriotas a replegarse.
En 1814 estalló la revolució n en Cuzco, se formó una junta de Gobierno que por corto
tiempo controló algunas ciudades. El avance realista sobre ellos triunfó en 1815, pese a
que as guerrillas campesinas continuaron vigentes.
El triunvirato y la Logia Lautaro.
La Grande de Buenos Aires estableció un Triunvirato donde la influencia de Rivadavia fue
preponderante. Fue la Logia Lautaro que conspiró para la deposició n de este primer
triunvirato, en favor de otro en 1812, que llamó a una Asamblea Constituyente en 1813,
estableciéndose así el directorio que sería dominado por Alvear.
El movimiento federal de Artigas.
Artigas había sido convocado para organizar el levantamiento contra Montevideo. A
principio de 1811 se puso al servicio de la Junta de Buenos Aires participando activamente
en el sitio de Montevideo. A fines de ese añ o, el acuerdo de armisticio entre Brasil y
Buenos Aires lo llevó a replegarse en Entre Ríos, en el llamado éxodo oriental.
Al reanudarse el sitio de Montevideo en 1812, Artigas se enfrentó con el porteñ o Sarratea,
y el añ o siguiente sus diputados no fueron recibidos en la Asamblea Constituyente. La
ruptura era inminente. Se retiró del sitio en 1814, siendo condenado por el directorio
porteñ o. Promovió entonces una Liga Federal con:

 Francisco Ramírez de Entre Ríos


 Estanislao Ló pez de Santa Fé
 Blas Basualdo, José de Silva y Juan Bautista Méndez en Corrientes
 Bulnes y José Antonio Cabrera en Có rdoba
 Andresito Guacurarí en las Misiones
Su proyecto preveía una redistribució n de tierras, plasmado en el Reglamento de Tierras
de 1815, aunque no pudo levarlo a cabo.

El Congreso de Tucumán y el Directorio.


En 1816 se declaró la independencia en Tucumá n, en un Congreso que nombró a
Pueyrredó n como director. Inspirado en el centralismo, se opuso a los reclamos federales
y democrá ticos, de este período surge la Constitució n unitaria de 1819 que restringía a
participació n popular, que fue rechazada por las provincias y signó la caída del directorio.

Campaña libertadora de Chile.


Entre 1813 y 1814 los realistas habían recuperado su poder en Chile, mientras O´Higgins
se refugiaba en Cuyo, junto a San Martín que hasta 1817 preparó su ejército, con el que
cruzó los andes al iniciar ese añ o. En 1818 pese a la pervivencia de alguna resistencia
aislada, Chile había sido liberado, estableciéndose un Directorio con O’Higgins a la cabeza.
El senado consultivo que lo acompañ aba entró pronto en conflicto con él impidiendo sus
intentos de reformas liberarles e igualitarias.
En 1820 el ejército san martiniano marchó hacia el Perú , mientras que en 1822 una nueva
Asamblea era convocada en Chile, encargada de sancionar otra constitució n, lo que hizo en
ese mismo añ o.

Las provincias desunidas.


A partir del Tratado de Pilar de 1820 cada provincia organizó sus instituciones,
manteniendo una confederació n de hecho. Buenos Aires, con Rivadavia a la cabeza vivió
una época de relativa tranquilidad política que Rivadavia aprovecho para mejorar la
economía, el gobierno oficial tomó algunas medidas como el salario máximo, la creació n de
universidad de Buenos Aires, la creació n del Banco de Buenos Aires, el pedido de
préstamos a Inglaterra, la reforma eclesiá stica.
Campaña del Perú.
La expedició n de San Martín llegó a Pisco en 1820; sus hombres eran insuficientes contra
el ejercito realista del virreinato, pero varias ciudades adhirieron a plan sanmartiniano,
como Trujillo, Pisco, Guayaquil al norte; otra columna al mando William Miller actuó en el
sur, mientras el general Arenales operaba en las sierras. Las guerrillas que habían
permanecido latentes, convulsionaron las cercanías de Lima. Incluso el batalló n realista
Numancia se pasó al bando patrió tico.
En Enero de 1821 la política españ ola viró nuevamente, desconcertando a las autoridades
realistas de Lima, donde el virrey Pezuela fue sustituido por el general José de la Serna, de
simpatías liberales, que accedió a negociar con San Martín. Los realistas evacuaron Lima,
dirigiéndose a la sierra.

Protectorado de San Martín.


San Martín se declaró protector del virreinato, mientras un cabildo abierto declaraba la
independencia. Este gobierno controlaba solo una parte del país y se encontraba en una
situació n complicada.
El protectorado tomó algunas medidas como abolir el tributo indígena, y los servicios
forzados, dictó la libertad de vientres y la libertad de los esclavos que se integraran a las
tropas patrió ticas. Se creó ademá s un Banco y un Reglamento Provisional de comercio.
Recién en 1823- 1824 con la intervenció n de Bolívar, se logró en este espacio la expulsió n
definitiva de los realistas.

La política rivadaviana.
El gobierno unitario de Buenos Aires presidido por Rivadavia se preocupó en gran manera
de concordar con Gran Bretañ a, firmando el tratado de Amistad, Comercio y Navegació n
con ellos, con lo que se obtenía reconocimiento de la independencia, pero sobre todo que
garantizaba el libre comercio.
En 1824 la política agraria acudió a la enfiteusis, lo que resultó clave en cuanto a la
distribució n de tierras que fue acaparada por unas pocas manos. Rivadavia ascendió a la
presidencia de una Repú blica impuesta por sus partidarios en el Congreso, que
presionaron también para la aprobació n de la Constitució n unitaria en 1826, que preveía
la elecció n de gobernadores a cargo del presidente y la nacionalizació n de Buenos Aires.

Segregación de Uruguay.
En 1821 un Congreso había decidido que la Provincia Oriental se incorporara al imperio
portugués. El coronel Antonio Lavalleja, refugiado en Buenos Aires, obtuvo la ayuda de un
grupo de hacendados bonaerenses para volver a la Banda Oriental, en 1825, incentivando
pronto el alzamiento rural, hasta sitiar Montevideo. Lavalleja convocó a un Congreso en
Florida que declaró la independencia de Brasil y la reincorporació n a las provincias
unidas.
La maniobra política de intentar negociar con Brasil la provincia oriental, má s el rechazo a
la constitució n unitaria llevaron en Buenos Aires a la renuncia de Rivadavia y a la
disolució n del gobierno central
En 1828 y con intercesió n de Gran Bretañ a, Brasil y el gobierno porteñ o de Manuel
Dorrego aceptaron la Convenció n preliminar de la Paz, donde aceptaban la independencia
de la Repú blica de Uruguay en 1830. Ese mismo añ o se sancionó una nueva constitució n
aristocrá tica, Fructuoso Rivera fue nombrado primer presidente.
La Repú blica del Paraguay.
En 1813 se formó un Consulado, integrado por Francia y Fulgencio Yegros. En 1814 el
Congreso nombró al primero como “dictador Supremo

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