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Noticias de trabajo

Venezuela no ha permanecido ajena a la crisis económica mundial, y como el resto de países ha visto
cómo su situación laboral y condiciones de trabajo se han visto condicionadas por la actual coyuntura
socioeconómica. El estado, mediante una política amparada en la protección de lo público, ahoga aquellas
iniciativas empresariales de tipo privado, imponiendo lo que el propio Presidente Chávez denomina como
propiedad social sobre los medios de producción, situación que obliga a los emprendedores con capital
privado a competir en una posición de desventaja en el mercado con respecto a aquellas empresas
avaladas por el estado; en esta línea, abundando en el tema del trabajo hoy en Venezuela, cabría
mencionar lo ocurrido, entre otras, con diversas empresas cuya actividad de tipo energético,
principalmente hidrocarburos, tuvieron que ceder a una nacionalización más o menos forzada.

Así, las multinacionales temen las condiciones que pudiera imponerle el gobierno venezolano, con la
consecuente disminución de la inversión extranjera directa, lo que redunda en una desestabilización del
mercado laboral en cuanto al trabajo hoy en Venezuela. La situación económica de Venezuela tiene una
muy fuerte dependencia de sus reservas de petróleo, entre las mayores del mundo, lo que en cierta forma
deja la mayor riqueza del país dependiendo de la balanza de precios de los mercados internacionales.

El gobierno venezolano ha recurrido a la creación de empleo público con el propósito de frenar el alza de las
cifras de desempleo del país, las cuales han experimentado un aumento considerable, tras la bonanza del final
de la primera década del siglo XXI en cuanto al trabajo en Venezuela, para llegar al 7,9% en el año 2010 y al
12,10% durante el presente año, aunque las fuentes oficiales hayan situado la cifra en el 8,3% de la población
económicamente activa (PEA) durante el pasado mes de agosto. Como en otros países donde los medios de
comunicación están sometidos a la más férrea censura gubernamental, en Venezuela se produce una gran
disparidad en cuanto al manejo de porcentajes según las diferentes fuentes, lo que convierte en tarea
complicada dilucidar la realidad a pie de calle de lo que ocurre en la oficialmente República Bolivariana de
Venezuela. En este sentido, el modelo cubano sería la referencia más evidente.

El salario mínimo de los venezolanos es uno de los más bajos de Latinoamérica, mientras que por el
contrario, su inflación es de las más altas del mundo, si no la mayor, rondando el 27%. Los ingresos que
proporciona el petróleo no acaban de reflejarse en la calidad de vida de los venezolanos, y la proyección
laboral se encuentra en un terreno de inestabilidad, con lo que el trabajo hoy en Venezuela tiene un
futuro de carácter incierto. En cuanto a los salarios, si los estimamos más allá del valor cambiante de la
moneda venezolana, se espera que dicho valor se siga deteriorando en los próximos tiempos o se
mantenga estancado, que sería lo esperable de mantenerse la coyuntura actual caracterizada por una alta
inflación y el bajo crecimiento económico de la coyuntura actual. Lo que sí reconoce el gobierno de
Venezuela, siendo además uno de los mayores problemas respecto al asunto del empleo, es el aumento
del conocido como empleo informal, situado actualmente en torno al 44% según el INE y auténtico
rompecabezas del trabajo hoy en Venezuela, y que es propio de estructuras socioeconómicas no
plenamente desarrolladas y condicionadas por la transición del medio
La Pobreza
La historia reciente de Venezuela debería ser de enseñanza obligatoria en todas las universidades del
mundo, como ejemplo de un milagro económico al revés: a pesar de haberse beneficiado del boom
petrolero más grande de su historia, el país hoy en día tiene más altos niveles de pobreza que antes. Un
nuevo estudio realizado en conjunto por tres importantes universidades venezolanas -- la Universidad
Católica Andrés Bello, Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar -- muestra que el
48.4 por ciento de los hogares venezolanos se encuentra por debajo de la línea de pobreza en el 2014,
frente al 45 por ciento de los hogares en 1998, antes de que el difunto presidente Hugo Chávez asumiera
el poder y el país se beneficiara de casi una década de aumento en los precios del petróleo. Luis Pedro
España, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello y coautor del estudio, me dijo en una entrevista
telefónica que la encuesta nacional de 5,400 personas fue realizada en octubre del 2014, y utilizó la misma
metodología que un estudio similar realizado en 1998 por la oficina de estadísticas del gobierno de
entonces. El nuevo estudio de la pobreza contrasta con las cifras del gobierno del presidente Nicolás
Maduro, según las cuales la pobreza ha disminuido bajo la “revolución socialista” de Chávez. Según el
Instituto Nacional de Estadística (INE) del gobierno de Venezuela, la tasa de pobreza ha caído del 44 por
ciento de los hogares en 1998 al 27.3 por ciento de los hogares en el 2013. Sin embargo, el INE no ha
publicado las cifras del 2014. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones
Unidas (CEPAL), que utiliza cifras oficiales de Venezuela, informó recientemente que la pobreza en aquel
país --incluyendo la pobreza extrema -- se incrementó casi 10 puntos porcentuales durante el 2013. Sin
embargo, la CEPAL tampoco proporcionó cifras para el 2014. Cuando le pregunté a España por la
disparidad entre su estudio y las estadísticas oficiales de pobreza, dijo que se ha producido una “brutal
caída del poder adquisitivo de los venezolanos en 2014”, y que la disparidad radica en gran medida en que
las cifras del INE y la CEPAL no reflejan las cifras del 2014. Venezuela, que tras la destrucción de gran parte
de su sector privado depende de las exportaciones de petróleo para el 96 por ciento de sus ingresos
externos, es uno de los países más afectados por el colapso de los precios mundiales del petróleo.
Después de que pasaron de $9 dólares por barril cuando Chávez fue elegido en 1998 a un récord de $145
por barril en el 2008, los precios del petróleo han caído a cerca de $45 por barril actualmente. La gestión
de Chávez y su sucesor, Maduro, espantó a la inversión nacional y extranjera, y dio lugar a una escasez
generalizada de leche, papel higiénico y otros productos básicos, junto con una tasa de inflación anual del
64 por ciento, la más alta del mundo. “Y todo indica que el 2015 va a ser peor”, dice España. “Todos los
indicadores económicos muestran que nos estamos dirigiendo hacia una inflación del 100 por ciento o 120
por ciento este año, que será un récord en la historia de Venezuela”. Maduro culpa a una supuesta
“guerra económica” de la oligarquía y el imperialismo, y cita como ejemplo las recientes sanciones
anuncias por Washington. Sin embargo, Estados Unidos dice que las sanciones se limitan exclusivamente a
la revocación de visas de entrada para funcionarios venezolanos acusados de corrupción o abusos a los
derechos humanos. Mi opinión: Es difícil recordar otro caso de un país que haya recibido tanto dinero en
los últimos años, y haya terminado más pobre que antes. Según el Banco Central de Venezuela, el
gobierno obtuvo $325,000 millones dólares de exportaciones de petróleo entre 1998 y 2008 --más que el
producto bruto interno de varios países latinoamericanos juntos. Pero en lugar de aprovechar los buenos
tiempos para invertir en educación, ciencia, tecnología e innovación, o por lo menos crear un colchón
financiero para los años de las vacas flacas, Venezuela se embarcó en una fiesta populista de subsidios,
corrupción y expropiaciones sin sentido. Es una película que hemos visto una y otra vez en América Latina,
y que invariablemente termina mal. Ahora, se ha caído el último argumento del mal llamado “Socialismo
del siglo XXI”, que es el haber supuestamente reducido la pobreza. Como lo muestra el nuevo estudio de
las tres universidades, el petropopulismo de Venezuela solo dio lugar a una ilusión pasajera de justicia
social, y dejó al país con más pobres que antes. Rural al urbano.

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