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1. Qué critica la hermenéutica del paradigma positivista?

Básicamente lo que intentaremos establecer es un conjunto de diferencias entre el


enfoque positivista y el interpretativo respecto del carácter de las ciencias que se
podrían resumir de la siguiente manera:
Las ciencias naturales como método propio acceden a la explicación de fenómenos
observables y verificables en la realidad para extraer una ley general por medio del
análisis matemático del material empírico recogido, dejando de lado
consideraciones metafísicas o psicológicas.
En contraste, la hermenéutica establece como método propio la comprensión
ontológica, metodológica y epistemológica, es decir, adentrarse en la profundidad
del ser, hacerse uno con su interioridad para encontrar su verdad subjetiva.
El positivismo analiza desde su riguroso método las manifestaciones de su objeto de
investigación desde fuera, atendiendo sólo a los comportamientos observables y
verificables. Por el contrario, la hermenéutica se ocupa de las manifestaciones
desde dentro del ser en observación teniendo en cuenta su especificidad,
subjetividad y autenticidad involucrando su realidad histórica.
Las ciencias naturales basan su fuente de conocimiento en el fenómeno como
manifestación medible de un comportamiento en búsqueda de un patrón que pueda
llevarse a una conclusión absoluta o ley general. El punto crítico de observación de
la hermenéutica es la conexión del ser con su entorno y su bagaje de experiencias.
Por último, las ciencias naturales cifran su método en la verdad como conocimiento
objetivo despreciando consideraciones subjetivas y metafísicas que no sean
medibles y no entran en los cánones matemáticos de su investigación. Para la
hermenéutica la verdad se logra a través de la interpretación histórica del ser,
teniendo en cuenta su entorno y experiencias previas.

2. En qué consiste el paradigma hermenéutico o interpretativo?


La hermenéutica surge históricamente como la necesidad de comprender las
complejidades del lenguaje dotándole de características alegóricas, morales,
espirituales y anagógicas, más allá incluso del propósito mismo del autor (Dilthey).
El método hermenéutico está orientado a la comprensión como característica última
del ser de generar textos interpretables teniendo en cuenta su especificidad histórica
(Heidegger), por lo tanto, se relaciona directamente con la lógica, la gramática, la
retórica, la dialéctica y la historia.
El concepto se extendió poco a poco a todo tipo de manifestación susceptible de ser
comprendida. El ser humano como generador y agente de comunicación es
observado desde sus múltiples facetas personales y subjetivas, todos aquellos rasgos
que pasan inadvertidos para las ciencias naturales son tenidos en cuenta a la hora de
valorar o interpretar el lenguaje en su profundo significado, por esto cobra especial
importancia el entorno y su situación histórica como punto de inicio, para una
reflexión en torno a sus intereses y motivaciones comunicativas. Por esto, la
hermenéutica es considerada la escuela de pensamiento opuesta al positivismo.
La hermenéutica establece sus principios basada en cuatro estructuras. La
estructura de horizonte nos habla que un contenido singular es comprendido en su
totalidad en la medida que tengamos en cuenta el contexto que le dé sentido que
surge del prejuicio y la reflexión surgida de ese prejuicio. La estructura singular
habla de que todo contenido tiene un carácter de precompresión y comprensión. La
estructura de dialogo nos expresa que nuestra comprensión siempre permanece
abierta en tanto se mantenga viva la conversación, con el propósito de mejorarla o
enriquecerla. La estructura de mediación es entendida como comprensión de
nuestro mundo y nuestra historia.
La hermenéutica por lo tanto se erige como un método de búsqueda de verdad desde
la reflexión y que tiene en cuenta al ser como generador de comunicación y
lenguajes con todas sus motivaciones e implicaciones, debido a esto, cobra tanta
importancia en el ámbito de la educación y la comunicación.

3. Cómo se puede aplicar el paradigma hermenéutico en las investigaciones


educativas?
Para afrontar este interrogante nos remitimos a la interesante y amena conferencia
de Gadamer “Educar es educarse” en donde, a base de anécdotas de su infancia, nos
ayuda a dilucidar puntos importantes de la investigación educativa. Pienso que
debemos tener claros ciertos aspectos pertinentes del proceso de aprendizaje,
preguntas como ¿quién educa? ¿cuándo comienza la educación? ¿dónde inicia la
educación básica? De esta manera, nos remontamos a analizar el proceso de
aprendizaje desde sus inicios, esto es, la relación madre-hijo que establece las bases
y los mismos aspectos de toda investigación educativa.
Partimos de establecer que existe una comunicación no verbal que da placer y
seguridad a el bebé para intentar y probar todo tipo de comportamiento, Gadamer lo
define como un estar en casa que hace que a medida que el bebe se desarrolla va
imitando el lenguaje verbal y obtiene placer al ir mejorando su “conversación”. En
esta situación logramos identificar todos los métodos y misterios que también se
plantean en la educación formal; retomando la pregunta de ¿quién educa? vemos
que el papel de la madre es secundario ya que la conversación se activa por
voluntad del bebé de acceder a la casa, este planteamiento es la directriz de toda
clase de educación y formación, encontramos entonces un factor decisivo en el
aprendizaje: “La educación es educarse”. El proceso de comunicarse con otros seres
humanos es el paso definitivo hacia la formación educativa. “El aprender a atreverse
a formar y exponer juicios propios” define la totalidad del objetivo de la educación,
ya que intentamos que sea el mismo hombre el que acceda a la educación.
Luego el niño se enfrenta a un nuevo entorno: el jardín infantil, es decir la
comunicación y adaptación con otros seres humanos, el niño escoge quiénes son sus
amigos y cómo se comporta con los que no lo son tanto. Gadamer nos plantea aquí
una nueva pregunta: ¿Para qué es uno propiamente educado? Vemos que el niño
intenta comprender los estímulos externos y reaccionar adecuadamente para poder
sentirse en casa. Mediante el ejemplo de los buenos modales, Gadamer nos muestra
el alto valor social que siempre buscamos lograr en nuestro entorno y con otros
seres humanos. En este punto, se encuentra el momento decisivo e importante para
la investigación hermenéutica y educativa: el aprender a leer y escribir. Como
aporte personal considero que a veces no se le da el suficiente valor e importancia a
el hecho que el niño pueda interpretar, comprender y desarrollar el lenguaje escrito.
Esta primera experiencia define casi en su totalidad la relación que tendrá en su
futuro el ser humano con la educación. Es sabido que un niño que logre tener una
experiencia agradable y positiva (sobre todo) con la lectura en estos años, tiene más
probabilidades de tener éxito en su proceso educativo posterior. Además, considero
que estos procesos iniciales, aunque se desarrollan durante el inicio del proceso
escolar, es importante que sea el entorno familiar quien los defina, de esta manera
podemos aprovechar este deseo de acceder a la casa para generar un ambiente
tranquilo y beneficioso en el proceso de la lectoescritura, así como del aprendizaje
de una lengua extranjera. De hecho, investigadores del aprendizaje como Glenn
Doman, señalan estos años como los más propicios para el aprendizaje de las
matemáticas, la música, el arte. Aunque Gadamer plantea que “Leer no es hablar”
este proceso es altamente definitivo en la formación y educación del individuo pues
establece los parámetros de la interpretación, comprensión y creación de contenido
escrito. El proceso de comprensión de textos juega un papel determinante en la
adaptación y desarrollo del ser humano en su formación. Los últimos interrogantes
ya nos dan un acercamiento a nuestra inquietud inicial: ¿Qué es lo que se aprende
en la escuela? ¿qué formación se configura? Gadamer es partidario de una escuela
que ofrezca una formación general que no se diluya en especializaciones además
nos define tres parámetros importantes: “Lo que uno debe saber, lo que uno desea
saber y lo que uno desea demostrar efectivamente en el trato con el otro”. En
resumen, la educación para Gadamer se realiza plenamente en la conversación y
debe consistir en potenciar fuerzas en puntos débiles. El entorno educativo es
altamente importante en el proceso ya que, al ser una conversación. El “otro” está
presente en nuestro ser en el mundo. El educar-se es recíproco”. Nos educamos
unos a otros. Por último añadimos que “La educación es un proceso natural que se
acepta cordialmente queriendo entenderse con los demás”.

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