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LA IMAGINACIÓN CREADORA

Gonzalo Micô 
Esta presente síntesis es un resumen del capítulo XI, del libro “El Retorno de Henoch”
del Il:. P:. H:. Fermín Vale Amesti, titulado “La Imaginación Creadora”.  

Quisiera comenzar este resumen con una cita de Pitágoras:

“Hay una misteriosa conexión entre los dioses y los números”

          Para la construcción de “La Gran Obra” o el “Templo Interior” el masón emplea la


técnica del V:.I:.T:.R:.I:.O:.L:. y debe apelar a dos competencias ineludibles: La
Imaginación y La Memoria. 

          La Imaginación es la capacidad de representar mentalmente imágenes de objetos


o acontecimientos no sensibles. Importante es hacer una distinción entre:

La Imaginación Reproductora, y;
La Imaginación Creadora.

* La primera, también llamada: Memoria Imaginativa es la capacidad de representar el


pasado de forma similar a una previa impresión; como si se consultaran imágenes del
pasado. Esa Imaginación Reproductora funciona como una “reorganización de datos”
basada en experiencias pasadas de modo que resulta una nueva vivencia imaginativa.
Esta forma de Imaginación sin invención se denomina “Evocación”.

* La segunda: La Imaginación Creadora consiste en representar sucesos u objetos  nunca


vistos, es concebir relaciones jamás percibidas. La Imaginación Creadora es la
revivificación de una imagen sensorial.
          La imaginación duplica patrones ideales, es decir imágenes; los   renueva y los
repite indefinidamente. Desde el punto de vista etimológico la palabra “Imaginación”
viene de Imago: representación, imitación, e Imitor: imitar y reproducir.

          Imaginación equivale a riqueza interior, gracias a un flujo ininterrumpido de


imágenes. El pensar por medio de imágenes descubre parte de una realidad inasequible
por otros medios; pensar con imágenes precede al discurso. El alquimista Arnold de
Villanova establece en su tratado Rosarium Philosophorum, la clara diferencia entre
la Imaginación y Fantasía; se deben controlar las imágenes y no ser controlado por ellas.

          El que solo accede a la información por medio de los sentidos tiene un muy
limitado margen de percepción ya que su modo de llegar al conocimiento es únicamente
racional, discursivo y analítico.
          Entre el universo perceptible por los sentidos y el universo aprehensible por la
pura percepción intelectual, existe el “Plano Sutil”: el mundo de las Ideas-Imágenes y de
las “Figuras Arquetípicas” donde lo espiritual toma cuerpo. Este; el “Plano Sutil” es el
órgano de la percepción, donde la imaginación activa percibe sin el auxilio de los
sentidos: las figuras, presencias, “Visiones Teofánicas” y todas las “Historias Simbólicas”
que cimientan los rituales iniciáticos.

          Con los elementos del mundo sutil o intermedio es que opera la Alquimia. La
Imaginación es la capacidad de ver con los ojos internos (no se trata de la imaginación
cerebral o emotiva), se trata de pensar sin palabras es la capacidad de penetrar en el
mundo sutil.

          Al soñar se activa la facultad de imaginar pero de manera pasiva, sin poderla


dirigir. Lejos de ser mera fantasía, la Imaginación es un órgano de percepciónde cosas
reales. La mentalidad moderna no concibe posible, nada que no pueda ser medido,
pesado o contado. Por lo mismo no es posible para ellos elevarse por encima de lo
sensible y por eso les resulta imposible distinguir la diferencia entre “concebir” e
“Imaginar”.
        Para la mentalidad moderna algunas cosas no son más que tonterías; muchos
“hombres de ciencia” actúan de forma absurda en casi su totalidad.

       Habría que preguntarse si las “Energías psíquicas” descuidadas por


nuestras costumbres no pueden ser puestas en acción por la actividad de la acción
invisible de nuestros procesos naturales.

     Muy lejos de ser invención arbitraria, la Imaginación es lo de que los alquimistas


llamaron “Imaginatio Vera” que no es otra cosa que la “Quintaescencia” es decir un
concentrado de fuerzas vivas, tanto corporales como psíquicas, es la razón por la que el
atifex trabaja con su quintaescencia o cuerpo sutil.

       Para el alquimista Paracelso Imaginación significaba: “Fuerza de acción del Astro” o


lo que es igual a: “Cuerpo Celeste y Superceleste del hombre superior”. La Imaginación
Activa pone en acción el proceso: La Imaginación Verdadera; no la fantasía. En la China
se rechaza la emotividad personal para buscar la reacción de la Consciencia
Espiritual. Synesius (Pensador Neo Platónico) explica que tener la comprensión de Dios
por medio de la Imaginación, corresponde al más alto orden de Intuición.

   La Imaginación activa es un hecho indiscutible; Imaginable significa principalmente una


“posibilidad”. Fantasía por el contrario es una imaginación sin control y caprichosa.

     El mundo de la Percepción Imaginativa es el Universo Espiritual. La Imaginación es el


principio y la fuente del ser; donde Dios se revela al hombre como potencia creadora.

     En las formas mentales la presencia divina es Principial, si la forma mental


corresponde a un símbolo revelado, la presencia será virtual y si la acción coincide con el
símbolo, la presencia divina será actual. El símbolo alcanza una existencia independiente
de la esfera individual del contemplativo. El símbolo se despliega a todos los estados del
ser.

    Solo aquel que se encuentra en un conocimiento global puede comprender el aspecto


emotivo y por lo tanto el conocimiento unitivo es decir, el conocimiento de la unidad
esencial de lo increado y de lo creado; lo absoluto de lo condicionado. La sabiduría
luminosa esparce su luz en la Presencia Imaginativa allí se encuentra el embrión de la
inspiración de los profetas y los enviados.
     El estado de vigilia es el sueño macrocósmico y lo que nos llega de esta manera es lo
que se llama: “Mundo Imaginativo”, cada forma aparece bajo otra forma y esto es lo se
llama Simbolismo.

     La plenitud de la Obra de Regeneración Espiritual puede darse gracias a la


Imaginación Creadora Activa. La energía espiritual creadora o Teofánicas al concentrarse
en el corazón nos permite acceder a la Gnosis de los Divinos Misterios. El Corazón
Gnóstico es el órgano por el que Dios se revela al hombre.

    La función de la voluntad de creatividad espiritual nos permite acceder al


conocimiento de las cosas, que el intelecto no es capaz de percibir. La Gnosis se
diferencia de la Dialéctica en que a través de ella se pueden percibir formas y figuras
Teofánicas y sus transformaciones, en vez de rechazarlas por medio de razonamientos
específicos.
    No es posible realizar la Obra (Opus) sin el concurso de a Imaginación y la Memoria. La
Imaginación corresponde al principio del Mercurio y La Memoria al del Azufre. Gracias a
ellos es posible desarrollar dos sentidos psíquicos superiores:

    A través del Mercurio, la clarividencia y por el Azufre la clariaudiencia. El Mercurio


simboliza la plomada, la perpendicular, la búsqueda de la verdad. El Azufre simboliza la
Escuadra, la Gnosis, el Conocimiento.

    La imaginación nos permite ver objetos y hechos que no pertenecen al presente y/o
que aún no han sucedido. La Memoria es la posibilidad que tenemos de revivir objetos
ausentes o hechos pasados y traerlos a nuestra imaginación.

 Existen dos tipos de manifestación de la Memoria:

    La Memoria Espontánea o Pasiva: la cual aparece sin el concurso de la voluntad,


generalmente es llamada: reminiscencia.

     (y) La Memoria Libre o Activa: la cual requiere el uso de la voluntad, sin esta ningún
tipo de educación, ni de conocimiento es posible.

     Si son recitadas ciertas palabras o frases ritualísticas, capaces de hacer vibrar el


mundo arquetípico, con el cual están relacionadas, es posible la proyección de formas-
pensamiento; esto viene a crear un “canal o puente” que une al acto ritual con su
prototipo, permitiendo que estas, formas-pensamiento, se unan a las fuerzas cósmicas
que circulan permanentemente en ese plano (Mundo Intermedio).

    Estas “Cadenas Analógicas” ponen nuestra Alma en consonancia con el Alma Universal


lo cual puede llevarnos a la Teofanía o Manifestación de la Plenitud del Ser también
llamada “Consciencia Cósmica”. La Forma está relacionada con la Función Mental y el
color con la Función Emocional. Los Símbolos son imágenes de la realidad que evocan.

  Para la construcción de la obra es esencial tener la facultad de elaborar imágenes


mentales o lo que es lo mismo Imaginar o Visualizar. Según Pitágoras: “Hay
una misteriosa conexión entre los dioses y los números”. El Mundo Espiritual es el mundo
del número y la naturaleza del mismo, es el ritmo y esta a su vez es vibración. En
Qabbalah los Sephiroth se relacionan con números para simbolizar el Proceso Creador
del Cosmos.

    Así mismo el Mundo Astral es el Mundo del Color y el Mundo Mental es el Mundo del
Sonido. Al pronunciar una palabra en su tono y color vibran los tres planos y este es una
de las claves del Arte Creador Hermético; las cosas se logran por medio de la
Imaginación (cuadros mentales) y los “Estados” por medio de las palabras
(mantras). Nuestra consciencia vigílica tan solo es una parte de nuestra plena
consciencia, razón por la que sin el Conocimiento Directo, Supra-Racional o
Intuitivo, nuestro conocimiento es limitado y restringido.

     Sin embargo la consciencia racional es el punto de desarrollo en el que nos


encontramos y es fundamental para desenvolvernos en el mundo físico. Pero como
iniciados nos corresponde alcanzar el equilibrio de los opuestos lo cual es básico para la
Gran Obra.

     Netzach es la sefirah del equilibrio entre la Fuerza y la Forma y precede a la


concreción de las formas mentales de la sefirah Hod. Netzach es la esfera de donde
brota la inspiración…

    El Pegaso simboliza el vuelo de la Imaginación Creadora y nadie podría montarlo sin el


freno mágico que Athena solo concede a muy pocos; Medusa, quien representa el plano
intermedio, petrifica a quien se atreve a mirarlo sin tener las cualificaciones
necesarias para cruzar el umbral. Athena diosa de la Sabiduría y de la Iniciación después
de haber domado a Pegaso se lo cede a Perseo (quien representa el Iniciado) para que
pueda alcanzar las manzanas de Oro de las Hespérides (que representan
las grandes verdades espirituales). Asi vemos que los Adeptos griegos nos dejaron
profundos mensajes velados en mitos y leyendas.
     El Iniciado debe combatir los tres aspectos  de la imaginación perversa:                 
     
1.-Perversión social (de tendencia dominante).
2.-Perversión Sexual
3.- Vanidad o Perversión espiritual.

     Ya que estos lo llevarán a una deformación psíquica.

    La Imaginación Sublimada es la que puede llevar al hombre a niveles elevados; de la


misma manera que el sentimentalismo, la imaginación deformada y las emociones
incontroladas representan impedimentos para poder alcanzar buenos resultados de la
imaginación creadora.  
   El Iniciado no puede dejarse llevar por alucinaciones ni sueños, al contrario debe
trabajar con perfecto dominio de sí mismo y plena lucidez ya que su búsqueda
es acceder a un nivel superior de la realidad.

    Las Escuelas de Misterios de todos los tiempos, como las Escuelas Egipcias de
Iniciación, los Esoteristas Occidentales o las Escuelas Orientales, han desarrollado
variadas técnicas para desarrollar el poder de la imaginación creativa con sus adecuadas
variantes. Sin embargo todas coinciden en dos métodos conocidos por los Antiguos
Maestros, los cuales emplean en proporciones variables:

1.-Formación de la Imagen y
2.-Conmemoración

    Los Jesuitas han desarrollado una serie de ejercicios, que no son otra cosa que
variantes de estos métodos, con ciertas connotaciones teológicas que nada tienen que
ver con el aspecto iniciático; y han sido llamados: “Ejercicios de San Ignacio”. La
Arrogancia Mental es producto de la concepción moderna; el hombre profano tiene
consciencia de una pequeña parte de su alma, por lo que las prácticas iniciáticas podrían
llevarlo a experiencias no espirituales, sino psíquicas.

  El despertar de la inteligencia subyacente, es el primer escalón para alcanzar la Piedra


Filosofal. El poeta Sufí persa Din Ar Rumi, nos explica que lo único importante es la
Percepción Interior y nos invita a la acción creadora: “…disuelve el cuerpo en la Visión y
aprende a Ver…”.

   Los que no pueden visualizar formas, podían visualizar colores ya que la forma es


bastante complicada para intuir. El color es parte del espectro magnético. El color y el
sonido son aspectos de la vibración y del mismo modo que el blanco incluye todos los
colores, el Logos contiene dentro de sí, todas las cosas; Él es la Divina Imaginación y en
el seno virginal de la imaginación: el verbo se hizo carne.

Nota Autor: Este trabajo está respetuosamente dedicada a la memoria del I:.P:.H:.


Fermín Vale Amesti, con inmensa gratitud por sus invalorables y desinteresadas
enseñanzas.

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