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En muchas ocasiones, para los empresarios, es fácil perder perspectiva sobre las áreas que

se pueden mejorar o las prioridades estratégicas que se deben tener en cuenta en su


empresa. Cuando el negocio va bien, parece que no es necesario pararse a evaluarlo en
profundidad. Y cuando va mal, el día a día absorbe de tal manera, que no hay tiempo para
indagar en el origen de los problemas.

En CEDEC estamos convencidos de la importancia que las empresas realicen de forma


periódica un diagnóstico empresarial, y que de esta manera, conozcan el estado de la
compañía en diferentes áreas de gestión, y sobre todo, a la hora de identificar los puntos
débiles que se pueden corregir, o las fortalezas que se deben potenciar para que el negocio
se consolide a largo plazo. Es por eso que compartimos este artículo en el que se indica,
paso a paso, cómo realizar un diagnóstico empresarial eficaz.

Se trata de una herramienta de evaluación para las empresas que proporciona un análisis


en profundidad de su situación actual y de si está desarrollando de forma efectiva su actividad
para cumplir  con los objetivos que se ha marcado. Lo ideal es evaluar las 5 áreas
funcionales más importantes de todo negocio: contabilidad, marketing, recursos humanos,
procesos y, por descontado, dirección.

Los beneficios de hacer un diagnóstico empresarial son muchos: ayuda a descubrir el grado
de madurez de la empresa (lo que influirá en las decisiones estratégicas), permite entender
si el rendimiento actual de la compañía es el correcto, contribuye a detectar qué errores se
están cometiendo en la gestión, para así poder solucionarlos, además de determinar los
puntos fuertes. En definitiva, da una información clave a la hora de optimizar el desempeño
de la organización, incrementando su productividad.

Lo más apropiado es que el diagnóstico empresarial lo realice una consultoría externa, por


su grado de especialización y objetividad. Pero también pueden llevarlo a cabo los
responsables del negocio de forma más simple y operativa. ¿Cómo hacerlo? Centrándonos
tan solo en 4 fases:

1. Evaluación: Se establece la metodología a emplear, se detallan los parámetros que


se usarán para evaluar la situación de la empresa y se concretan las áreas sobre las que se
desea realizar dicho diagnóstico.
2. Análisis en profundidad: se recogen todos los datos y recursos posibles sobre los
campos a estudiar: gráficas, tablas, imágenes, vídeos, entrevistas, etc.
3. Cálculo: se procesa la información recopilada en la fase anterior, definiendo el
alcance en los diversos parámetros fijados.
4. Desarrollo del plan de acción: en función de las debilidades detectadas, se
establecen nuevas estrategias y medidas concretas para corregirlas.

En CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica, consideramos el diagnóstico


empresarial una herramienta sencilla y muy útil para evaluar la situación de la compañía y
su funcionamiento en todas las áreas clave. Con ella, el empresario puede conocer mejor
su empresa, reducir la incertidumbre y tomar las mejores decisiones para impulsar el
crecimiento de la empresa, lo que sentará las bases para la consecución de la excelencia
empresarial.

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