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Durante años, la psicología se centró en todo aquello que estaba mal en el ser humano: sus
fobias, conductas y pensamientos desadaptativos, características “anormales” de la personalidad,
la reacción ante el ambiente en el cual se encontraba, lo mal que se desempeñaba en su contexto
laboral, el mucho tiempo que llevada el desarrollar una labor y las patologías que este presentaba
o desarrollaba; dejando de lado las características o cualidades positivas que este podría poseer,
es entonces cuando la Psicología Organizacional Positiva (POP) tiene lugar; la cual es definida
por Forbes (2013), como “un enfoque de la psicología industrial y organizacional, centrado en el
estudio del funcionamiento óptimo de las personas en el contexto laboral... Busca potenciar
ambientes en general equilibrados a fin de conseguir el máximo desarrollo de las virtudes
personales y por ende apoyar el éxito empresarial” (p. 1).
Enfoque propuesto por Seligman, quién al preocuparse por los malestares que se producían en
los trabajadores, orientó sus investigaciones a las cualidades que permiten desarrollar la
creatividad y el sentido de las actividades laborales rutinarias; cualidades que posibilitan el
desarrollo de las habilidades necesarias para un mejor desempeño laboral, la calidad de vida, la
salud y el bienestar; entendiendo la salud como un aspecto positivo, en el cual la persona
desarrolla al máximo sus potencialidades, capacidades, competencias y fortalezas (Escario y
Fernández, 2015).
1. ¿Cuáles son las características que posee una persona positiva en una organización?
2. ¿Cuáles son las situaciones o particularidades que permiten el desarrollo de una
organización positiva?
Para que una organización sea considerada positiva, se hace necesario identificar cuáles son
sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, con el propósito de implementar
estrategias que permitan afianzar o cambiar el estado de la organización; donde el visionar y la
misión de esta, se consideren pilares necesarios para conseguir los objetivos y metas trazadas de
los empleados y por ende de la organización.
Referencias Bibliográficas