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Tratamiento para residuos peligrosos como los

aceites

Todo aceite lubricante, de motor, transmisión, hidráulico con base mineral o

sintético que haya sobrepasado su tiempo de vida útil debe ser desechado,

pero siempre, siguiendo las respectivas especificaciones dispuestas por la

Secretaría de Ambiente.

El acopiador primario es la persona o empresa que dentro de su actividad

laboral acumula y almacena de manera temporal aceites usados provenientes

de uno o varios generadores.

Uno de sus deberes es estar inscrito como acopiador primario ante la

Secretaría de Ambiente, diligenciando el formato de inscripción para

acopiadores primarios.

También debe solicitar la recolección y movilización del aceite recolectado, así

mismo debe exigir al conductor  una  copia del reporte de movilización de este

aceite usado por cada entrega que se realice, archivándola por lo menos 24

meses a partir de la fecha de recibido del reporte.

Estas empresas utilizan los aceites reciclados para la elaboración de nuevos


productos y al mismo tiempo también generar nuevos aceites para el mismo
huso en motores etc.
Procesos
Como todos los residuos aprovechables, el aceite usado exige unos requisitos
previos. Debe ser correctamente extraído y almacenado y, una vez recuperado,
es analizado en los centros de almacenamiento temporal o en centros de
transferencia donde se determina su destino final para ser tratado a través de
los siguientes procesos:
Regeneración
El proceso consiste en eliminar el agua, aditivos, metales pesados y otros
sedimentos del residuo para obtener una base lubricante válida para su
reformulación en nuevo aceite lubricante, lo que contribuye a un notable ahorro
de materias primas en la producción de nuevos aceites. Por ello, es la opción
que la Ley marca como prioritaria.
Valorización energética
Tratamiento físico-químico de descontaminación del aceite usado que posibilita
su posterior uso como combustible industrial, aprovechando su poder calorífico
en centrales térmicas de generación eléctrica, cementeras, papeleras, equipos
marinos, etc., evitando con ello la utilización de otros combustibles tradicionales
como el fuel óleo.
Reciclado
El aceite usado también se puede someter a un reciclado material, siendo
válido para producir otros materiales como betún asfáltico que luego se usa
para telas impermeabilizantes o en el asfaltado de carreteras, pinturas, tintas,
fertilizantes o arcillas expandidas.

Tratamiento para residuos peligrosos como los ácidos y las baterías

Un elemento con potencial alto de contaminación si su manejo no es el


adecuado, es la batería ácida de plomo.

En Colombia opera un programa de posconsumo que busca que los dueños de


carros lleven sus baterías para cambio a los sitios autorizados, con el fin de
que allí se acopien y luego sean transportadas a centros especializados para el
proceso de reciclaje y disposición final. Allí, con un proceso químico, se extrae
por completo el plomo que contienen estos acumuladores de energía, que
luego es usado en nuevas baterías, sin que el material llegue, por ejemplo, a las
fuentes de agua.

También se filtra la solución de electrolitos con contenido de ácido sulfúrico y


se somete a procesos especiales para su recuperación y posterior reutilización.

Tratamiento y uso de la chatarra de los vehículos

Podría decirse que un carro ensamblado es la reencarnación de otros autos que


cumplieron su vida útil. Francisco Vergara, gerente de método y calidad
comercial de Renault Sofasa, explica que en promedio el 80 por ciento de las
partes que componen un vehículo se fabrican con material reciclado. Incluso en
algunos modelos más modernos el porcentaje puede ser mayor. La chatarra
proveniente de la misma industria automotriz u otras actividades que es
fundida y mezclada con minerales, da vida a la carrocería, motores,
transmisiones y suspensiones, por ejemplo. Los termoplásticos reciclados son
la fuente para el desarrollo de guarnecidos y tableros de a bordo. El neopreno
de las bolsas de aire, las fibras de los cinturones de seguridad, los plásticos de
las piezas grandes, el vidrio y los cristales de las ventanas y parabrisas se
recuperan y se pueden reutilizar en autos u otros procesos industriales.

Uso adecuado para reciclar las llantas

Una vez la vida útil de estos cauchos termina para rodar, su destino no puede
ser un botadero, tampoco ser quemados en plena vía.

Bajo este parámetro, la destrucción del caucho y su procesamiento para ser


utilizado como combustible en hornos industriales es una alternativa más
amigable. Pablo Agudelo, gerente de Sistema Verde, explica que este caucho,
que es trozado o partido en partes más pequeñas, se procesa para alimentar
hornos dedicados a la producción de cemento reemplazando el carbón. Ya son,
hasta el momento, poco más de 1.400 toneladas de carbón que se han
sustituido y dejado de extraer al reemplazarse por las llantas viejas, de las que
también se pueden extraer los cordones de acero que hacen parte de su
estructura y que las firmas siderúrgicas funden para el desarrollo de nuevos
elementos para diversos sectores industriales.

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