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CUENTOSDELAPERIFERIA

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BARBARA FIORE EDITORA


ERIC

Hace unos años tuvimos a un estudiante extraniero de intercambio viviendo

con nosotros. A todos nos costaba mucho pronunciar su nombre cotrectamente,


pero a é1 no le importaba. Nos dijo que le liamáramos simplemente «Eric».
Habíamos pintado 1a habitación de los huéspedes, habíamos comprado

una alfombra nueva y todo eso, queríamos asegurarnos de que le gustara

y estuviera cómodo. Por eso no os sabría decir por qué Eric preferia

casi siempre dormir y estudiar en la despensa de la cocina.

de ser algo cultural mamá . Mientras esté contento'..


-Debe -diio
Tuvimos que almacenar 1a comida y los trastos de la

cocina en otros armarios para no molestarlo.


Sin embargo, a veces me preguntaba si Eric erafeliz; era siempre tan

educado que no estoy seguro de que si algo le hubiera molestado se

hubiera atrevido a decírnoslo. Algunas veces 1o vi a través de la rendiia

de la puerta de la despensa. Estudiaba con silenciosa intensidad, yyo


intentaba imaginar qué debía de Pensar sobre la vida en nuestro país'

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No se 1o había conrado a nadie, pero yo siempre había querido tener un extranjero

en casa, i tenía tantas cosas que enseñarle y sobre las que hablar! Por una vez podría

ser la experta loca1, una fuente de datos y opiniones interesantes. Afortunadamente,

Eric era muy curioso y siempre me hacía un montón de preguntas'


Y, sin embargo, no eran el tipo de Preguntas que yo esperaba.

La mayoria áe las veces sólo podía responder: «No estoy muy segura»

o «Así son las cosas». No me sentía precisamente muy útil.


Había planeado que saldríamos de excursión cada semana rodos juntos,

ya que estaba decidida a mostrarle a nuesrro invitado los mejores


rincones de 1a ciudad y alrededores. Creo que a Eric le gusraron esas

visitas, pero una vez más era difícil saber si realmente era asi.
La mayoriade las veces, Eric parecia
más interesado en las cositas que

iba encontrando en e1 suelo.

Aveces eso me sacaba de quicio, Pero


entonces recordaba lo que me había

dicho mamá sobre el tema de las culturas;


entonces dejaba de importarme tanto.

No obstante, ninguno de nosotros pudo


evitar sentirse desconcertado por 1a manera

en que Eric nos dejó: se marchó de repente

un día por 1a máñana, tras saludarnos con

la mano y decirnos adiós educadamente.


De hecho tardamos algún tiempo en darnos cuenta de que no volvería.
Durante la cena estuvimos hablando largo y tendido sobre el tema.
iA alguien le había parecido que esraba disgustado por algo? ZHabría

disfrutado de la estancia? ZVolveríamos a saber algo de é1?

Un sensación de incomodidad llenó e1 ambiente, como si se tratara

de algo inacabado, algo por resolver. Pasamos varias horas preocupados,

hasta que alguien descubrió 1o que había en la despensa.

Ve, míralo tú mismo, aún está allí después de todos estos años, intacto
en 1a oscuridad. Es lo primero que 1es enseñamos a las visitas. «Mira 1o

que nos dejó un estudiante extranjero de intercambio», les decimos.

de ser una cuestión cultural mamá.


-Debe -dice
r..i ¡

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