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C a p ít u l o 7

Diagnóstic parasit lógic

Para los veterinarios cl nicos, muy ocupados, es importante EXAMEN DE LAS HECES
conseguir una precisa identi icación de los parásitos con
el menor es uerzo posible. El sistema más convencional es Examen cualitativo de heces
aprovechar la especi icidad del parásito en cuanto al hospe- Extensión directa
dador y su localización anatómica. Este sistema no es válido La observación de un rotis directo realizado por dilución de
para algunos casos, por lo que si surge alguna duda o resulta una pequeña porción de heces en una gota de solución salina -
esencial identi icar con exactitud un determinado parásito siológica es un método rápido y simple. Muchos veterinarios de
(p. ej., para una publicación) se debe recurrir a un experto animales de compañ a realizan rutinariamente una extensión
reconocido. directa sobre un portaobjetos de las heces que quedan adheridas
La estructuración de la siguiente exposición no se basa en al termómetro rectal. El uso de cubreobjetos mejora la visuali-
la nomenclatura taxonómica. Esto se debe a que los objetivos zación y ayuda a evitar que se ensucie la lente de los objetivos
primordiales de la taxonom a di eren de los que persigue la del microscopio. El uso de la solución salina siológica en vez
parasitolog a aplicada. Los taxonomistas se a anan en clasi - de agua evita la lisis de los tro ozo tos de protozoos muy lábiles
car los organismos vivos en grupos de la manera que mejor a los cambios osmóticos. El único inconveniente de esta técnica
represente las relaciones logenéticas entre ellos. Sin embar- es su limitada e cacia, puesto que sólo puede examinarse una
go, las necesidades de los veterinarios y de los parasitólogos pequeña porción de heces, ya que la suspensión resultante debe
cl nicos se cubren mejor con el establecimiento de ciertas ser tan na como para que se pueda leer a su través. Los hallaz-
categor as diagnósticas que no necesariamente coinciden con gos negativos no son concluyentes, pero los resultados positivos
ningún nivel concreto del esquema de los taxónomos. Como son tan válidos como los que se pueden obtener con las técnicas
ejemplo, nosotros identi camos un huevo de una de las varias de concentración más e cientes. De hecho, la extensión directa
docenas de especies de cestodos caninos como un «huevo de presenta algunas ventajas sobre las técnicas de concentración a
ténido» más que como un huevo de Taenia pisi ormis, porque la hora de identi car algunas ormas como pueden ser larvas
es prácticamente imposible identi car tales huevos por deba- de nematodos y tro ozo tos de protozoos, que pueden quedar
jo del nivel de amilia. A ortunadamente, todos los miembros distorsionados o incluso destruidos con los métodos de concen-
de esta amilia en particular, excepto Echinococcus, respon- tración, y también para detectar huevos especialmente grandes
den prácticamente igual al tratamiento antihelm ntico, y los que no fotan en éstos. Los rotis directos de materia ecal re-
metacestodos de todos ellos se desarrollan en hospedadores ciente también nos permiten observar la movilidad de amebas,
intermediarios vertebrados. Por tanto, la categor a diagnós- fagelados, larvas de nematodos y similares. En general, las téc-
tica «ténido» es adecuada para las necesidades de un control nicas de concentración deben complementar, pero no suplan-
y tratamiento e caces. En otros casos, puede ser su ciente tar, al rotis directo, aunque en la práctica se suele adoptar una u
la identi cación de un gusano como miembro de su lum otra técnica como una simple cuestión de disponibilidad.
concreto. Por ejemplo, un acantocé alo obtenido de un cerdo
corresponde casi con toda seguridad a Macracanthorhynchus Detección de antígenos parasitarios en heces
hirudinaceus. Sin embargo, en otros casos será necesario lle- La detección de ant genos en heces (c pr antígen s) por di-
gar a la identi cación de especie. Por ejemplo, es importante versos métodos de inmunoanálisis es, cada vez más, una técnica
la distinción entre Toxocara canis y Toxascaris leonina, tanto de rutina. Estos métodos han existido desde hace poco tiempo
desde el punto de vista de control parasitológico como de para la detección en el laboratorio de ant genos parasitarios
salud pública. ecales, especialmente los de Giardia y Cryptosporidium. Uno de
Desgraciadamente existen numerosas distinciones prácticas los métodos disponible para la detección rutinaria en la propia
importantes que sobrepasan incluso los niveles más bajos de la consulta de ant genos de la pared del quiste de Giardia en las he-
sistemática convencional. Existen variaciones in raespec cas ces de perros y gatos es una prueba de fujo lateral como IDEXX
de muchos nematodos que pueden di erir notablemente en SNAP Giardia, pero muchos laboratorios realizan actualmente
su patogenicidad, antigenicidad y respuesta a los agentes ar- pruebas similares en placa para gran cantidad de muestras.
macológicos, pero que, desde el punto de vista mor ológico, se Para distinguir los huevos de cestodos de los perros, con
consideran dentro de la misma especie. En esas circunstancias el objeto de di erenciar los huevos de Echinococcus granulosus
sólo nuestra experiencia nos permitirá tomar una decisión so- y Echinococcus multilocularis de los huevos de T. pisi ormis
bre cuál es el criterio más útil. y de otras especies de Taenia, se ha llegado al desarrollo de

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técnicas de enzimoinmunoanálisis (ELISA) para la detección de que se puedan decantar las grasas y los pigmentos disueltos en
coproant genos de estos parásitos. As , es posible detectar los el sobrenadante. Si se resuspende entonces el sedimento en una
ant genos de este parásito en ciertos laboratorios y distinguir solución con densidad intermedia entre los huevos y los detritos
entre s los de E. granulosus y E. multilocularis, as como distin- ecales, aquéllos fotarán, mientras que éstos caerán al ondo.
guir a éstos de los de Taenia spp. y otros parásitos y patógenos En general, las técnicas basadas en el principio de fotación se
intestinales (Deplazes y cols., 1999). También se ha observado utilizan para los huevos de cestodos y nematodos y de quistes
que se puede usar este tipo de pruebas antigénicas para el se- de algunos protozoos, pero no son adecuadas para algunos
guimiento de in ecciones experimentales por Echinococcus en huevos de trematodos y alteran los tro ozo tos y/o quistes de
perros y para monitorizar la e cacia del tratamiento (Jenkins y algunos protozoos y ciertas larvas de nematodos di cultando
cols., 2000). Los resultados de estos ensayos indican que tienen su identi cación. El sul ato de zinc (densidad espec ca 1,18) es
la su ciente calidad para poder utilizarlos rutinariamente en es- una mejor alternativa a la sacarosa de igual densidad para hacer
tudios de poblaciones caninas para detectar su presencia y quizá fotar los quistes de protozoos y las larvas de nematodos, porque
para monitorizar el éxito de los programas de control. su e ecto es más lento a la hora de distorsionarlos.
También se está estudiando la detección de coproant genos La disolución de las heces no es en ningún caso una técnica
para comprobar su utilidad en el diagnóstico de la parasitación exacta. El procedimiento concreto que se utilice no es tan im-
bovina por tricostrong lidos. Este método podr a resultar ex- portante como conocer adecuadamente los principios básicos
traordinariamente útil para una selección de animales antes de implicados. Un procedimiento actible en l neas generales po-
su inclusión en diversos protocolos de ensayos armacológicos. dr a ser el siguiente:
En ganado vacuno in ectado experimentalmente con Ostertagia 1. Mezclar aproximadamente una cucharadita de heces
ostertagi, un ELISA para captura de coproant genos dio muy bue- con su ciente volumen de agua como para hacer una
nos resultados, mostrando un aumento de los t tulos a lo largo suspensión semisólida. Usar un depresor de lengua y un
del curso de la in ección (Agneessens, Claerebout y Vercruysse, vaso de papel desechable.
2001); desgraciadamente, los valores de ELISA no tuvieron en 2. Poner dos capas de gasa simple sobre un segundo vaso de
esta primera ase una buena correlación con el número de ver- papel, y vaciar sobre ellas la suspensión ecal. Devolver la gasa
mes encontrados en la necropsia, aunque s a un cierto nivel. Más con los residuos sólidos al primer vaso de papel y desechar.
recientemente, ha resultado también prometedor el uso de ELISA 3. Pellizcar el borde del segundo vaso de papel para ormar un
para detectar Teladorsagia circumcincta en ovejas y en el que se pico que acilite el vertido y trans erir el contenido a tubos
redujo al m nimo la reactividad cruzada tratando la muestra ecal de centr uga de 15 ml.
con calor (Johnson, Behnke y Coles, 2004). Existen buenas razo- 4. Centri ugar durante 3 minutos y decantar el sobrenadante
nes para creer que estas pruebas serán cada vez más comunes, y que contiene grasas y pigmentos disueltos.
quizá rutinarias, como lo son ya para Giardia. 5. Añadir una solución concentrada de sacarosa (densidad
espec ca 1,33) a 1 cm desde la boca del tubo y resuspender
Reacción en cadena de la polimerasa el sedimento con una varilla aplicadora. Insertar un
La detección de diversos marcadores genéticos para di erentes tapón y mezclar invirtiendo el tubo cuatro o más veces.
parásitos encontrados en las heces, se lleva a cabo actualmente La viscosidad de la solución del azúcar di culta la mezcla
de orma rutinaria en el caso de varios protozoos. Los utilizados pero, no obstante, la solución debe quedar completamente
con más recuencia en la actualidad son para detectar Cryptos- mezclada con el sedimento.
poridium y Giardia (O’Handley y cols., 2000; Xiao y cols., 6. Centri ugar durante 5 minutos. Sin quitar el tubo de la
2001). Estos trabajos están siendo impulsados principalmente centr uga, recuperar la pel cula super cial que contiene los
por el deseo de determinar la uente de parásitos que podr a huevos y los quistes tocándola suavemente con una «uña
haber sido el origen de in ecciones zoonóticas en varios brotes de cristal» o con un asa de platino. Trans erir la pel cula
de transmisión h drica. Más recientemente, se ha iniciado un de super cie al portaobjetos de un microscopio y colocar
trabajo sobre la di erenciación espec ca de tricostrong lidos encima un cubreobjetos. Variante: alternativamente,
(Schnieder, Heise y Epe, 1999; Zarlenga y cols., 2001). Una vez tras haber realizado el paso 5, se puede llenar el tubo
que este trabajo se incorpore a un análisis cuantitativo, quizá sea de centr uga hasta el borde con la solución saturada de
posible determinar, con ADN extra do de las heces, la relativa sacarosa y aplicar encima un cubreobjetos. Después de
abundancia de cada especie parásita en un rumiante. El uso re- centri ugar, quitar el cubreobjetos levantándolo recto hacia
ciente del método de hibridización inversa por trans erencia en arriba y colocarlo con su pel cula adherida de la solución de
l nea para la identi cación espec ca de algunos estrongilados sacarosa sobre un portaobjetos. Esta variante no se puede
del caballo, cuando se aplica a las heces de hospedadores y sus utilizar con centr ugas de cabezal de ángulo jo inclinado.
respectivos helmintos, podr a ser un poderoso instrumento para 7. Examinar el portaobjetos a 100 aumentos. A n de evitar
ayudar al diagnóstico de algunas in ecciones en otros animales la omisión o el solapamiento de algunos campos, iniciar el
domésticos (Traversa y cols., 2007). examen a lo largo de un borde del cubreobjetos desde una
esquina a la contraria. Desplazarse después el ancho de un
Concentración de huevos y quistes por otación campo y continuar el examen. Este desplazamiento se puede
Todas las técnicas de fotación aprovechan la di erencia de den- realizar de orma bastante precisa jándose en cualquier
sidad de los parásitos con respecto a los residuos alimentarios. objeto que se encuentre en o cerca del borde del campo
Si se suspende una cierta cantidad de heces en agua, los huevos y trasladar ese objeto al otro borde con el controlador de
y las part culas ecales sólidas sedimentarán, haciendo posible movimientos de la platina. Con orme se va adquiriendo
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 297

más habilidad en la identi cación, se puede hacer el examen


a 50 aumentos con un considerable ahorro de tiempo. Por
supuesto, los objetos muy pequeños, como los quistes de
Giardia y los ooquistes de Cryptosporidium, deben buscarse
con el objetivo seco de gran aumento y quizá ser estudiados
adicionalmente con el objetivo de inmersión.
En vez de la uerza centr uga puede utilizarse la simple uer-
za gravitatoria, pero es más débil y por tanto tarda más. Varios
equipos desechables para análisis ecal, comercialmente dispo-
nibles, uncionan por gravedad y obtienen buenos resultados. Si
se utiliza solución de nitrato de sodio (densidad espec ca 1,20)
como medio de fotación, el preparado queda listo para su exa-
men al microscopio en 10 minutos. Como consecuencia de su
mayor viscosidad, la solución saturada de sacarosa requiere de
15 a 20 minutos para proporcionar resultados equivalentes. Un
inconveniente del nitrato de sodio es que la preparación debe ser
examinada enseguida. En caso contrario, la distorsión osmótica
que provoca puede dejar los parásitos di ciles de identi car, o
la cristalización del medio puede haber enmascarado el campo
microscópico por completo.

Técnicas de sedimentación de heces


Las técnicas de sedimentación, al igual que los rotis ecales
directos, detectan objetos que son demasiado pesados o dema-
siado delicados para concentrarse por las técnicas antes des-
critas. La sedimentación es más sensible que el rotis directo
Figura 7-1. ap to de b e m nn p sep y concent
desde el punto de vista del número de organismos detectados,
l v s de nem todos de l s heces, tej dos t t dos y m est s
y la preparación es más ácil de leer al microscopio porque se
de t e . L m est se coloc en l cest de n col do o se
elimina gran parte de los residuos ecales. La sedimentación es
env elve en do le s y se s me e en t dent o del
particularmente adecuada para buscar huevos de trematodos y em do. L s l v s de los nem todos po ved d desc enden
acantocé alos, amebas, ciliados y quistes de Giardia jados con l esp t de c e e del em do y sí se p eden ec pe en n
ormalina. Sin embargo, la sedimentación es mucho menos sen- peq eño vol men de . P ede se neces o emple desde
sible que la fotación en sacarosa concentrada para detectar la nos pocos m n tos v s ho s, depend endo del t po de
mayor a de los huevos de nematodos y los ooquistes de coccidios l v s y del do de n ecc ón.
incluido Cryptosporidium, menos sensible que la fotación en
sul ato de zinc (densidad espec ca 1,18) para quistes no jados 6. Resuspender el sedimento en 10 ml de agua o ormalina y
de Giardia y larvas de Filaroides, y menos sensible que la técnica repetir los pasos 4 y 5 hasta que el sobrenadante esté claro.
de Baermann, descrita más adelante, para larvas de Strongy- 7. Resuspender el sedimento en 10 ml de agua o ormalina y
loides, Aelurostrongylus o Dictyocaulus y otras larvas móviles de añadir 3 ml de reactivo acetato de etilo de grado anal tico.
nematodos. Desgraciadamente, no existe una única técnica que 8. Insertar el tapón y agitar la preparación vigorosamente
sirva para todos los nes. Sin embargo, si comparamos en la ex- durante 30 segundos.
trema diversidad de los organismos a los que nos en rentamos,
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9. Quitar el tapón y centri ugar durante 1 minuto a


estas técnicas son llamativamente pocas y sencillas. 2.000 rpm.
El método de concentración con ormalina-éter debe evitar- 10. Decantar el sobrenadante y examinar una porción del
se a toda costa, porque el éter et lico es un producto altamente sedimento en un portaobjetos.
volátil. El método ormalina-acetato de etilo es más seguro Nota: con el n de duplicar la sensibilidad de las técnicas de
y probablemente igual de bueno. La ormalina conserva las heces, fotación para detectar la mayor a de los huevos de nematodos
rena o retrasa el desarrollo de la mayor a de los parásitos y y los ooquistes de coccidios, se debe examinar como m nimo la
reduce el olor de la muestra. El acetato de etilo elimina grasas, mitad del sedimento al microscopio.
pigmentos y otras sustancias que inter eren con el estudio mi-
croscópico. El siguiente resumen ha sido libremente adaptado Concentración de larvas de nematodos
de Faler y Faler (1984): por la técnica de Baermann
1. Mezclar aproximadamente una cucharadita de heces con En la técnica de Baermann se aprovecha la tendencia hidro lica
10 ml de agua o ormalina tamponada neutra al 10%. de la mayor a de las larvas de nematodos y su decantación al no
2. Colar la mezcla a través de un colador de té o de dos capas poder moverse contra la gravedad. Las migraciones verticales
de gasa. de las larvas de nematodos sobre la vegetación se producen
3. Pasar la mezcla ltrada a un tubo de centr uga de 15 ml. en pel culas de humedad donde la tensión super cial traduce
4. Centri ugar durante 1 a 2 minutos a 1.500-2.000 rpm. los movimientos sinusoidales de su cuerpo en un movimiento
5. Decantar el sobrenadante. e caz de traslación. Por el contrario, las larvas de nematodos
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tienden a hundirse gradualmente en una estimable masa de pero si coincide que las larvas son principal o totalmente heterogó-
agua dentro de la cual no existe tensión super cial. En la gu- nicas, no aparecerán en un número sustancial antes de 96 horas.
ra 7-1 se ilustra un t pico aparato de Baermann. Disolver una Cuando se puedan ver larvas nadando en las gotitas de
muestra ecal relativamente grande (5 a 15 g), colocarla en un condensación de las paredes de la jarra de cultivo, enjuagar las
colador de té o envolverla en gasa y ponerla en agua tibia en paredes de ésta con un pequeño volumen de agua, recoger el
un embudo. El calor estimula la movilidad de las larvas, y mu- residuo obtenido del enjuague y concentrar las larvas por cen-
chas de ellas irán hacia la super cie de la masa ecal, saldrán tri ugación. Pocas larvas se perderán con el sobrenadante si se
uera de ella y descenderán a la espita de cierre del embudo. decanta con un único movimiento invirtiendo simplemente el
En in ecciones intensas las larvas pueden ser extra das en una tubo de la centr uga. El sedimento que contiene las larvas se
gota de agua al cabo de una hora más o menos, pero cuando puede entonces recoger junto con el pequeño volumen de agua
existen pocas larvas puede ser necesario esperar 24 horas. Si se retenido con una pipeta para su observación en un portaobjetos
obtiene más de una sola gota de agua para ser examinada al al microscopio.
microscopio será necesario centri ugar, decantar y pipetear una Las placas de agar nutriente proporcionan excelentes condi-
gota de sedimento. Existen muchas modi caciones y mejoras de ciones de crecimiento para ciertos huevos o larvas de nematodos
esta técnica, pero todas se basan en el mismo principio simple. que se hayan extra do de las heces y hayan sido concentradas
Las larvas in ectantes de primer estadio de Filaroides osleri y por medio de alguna de las técnicas ya descritas. Por ejemplo,
Filaroides hirthi se encuentran en un estado letárgico y no mi- las larvas rhabditi ormes que se han concentrado a partir de
gran uera de la masa ecal. La técnica de Baermann será por heces de perro con la técnica de Baermann se depositan sobre
tanto un completo racaso con respecto a las larvas de Filaroides, la super cie del agar en un pequeño volumen de agua y se in-
y es necesario recurrir a la técnica de concentración con sul ato cuban a temperatura ambiente. Si son larvas de Strongyloides se
de zinc (gravedad espec ca 1,18) como medio de fotación. obtendrá una elevada cantidad de larvas lari ormes in ecciosas
y/o vermes adultos rhabditi ormes en menos de 2 d as.
Cultivo de larvas de nematodos A menudo, la identi cación de larvas requiere que las larvas
La identi cación genérica de huevos estrongilados requiere muertas estén extendidas longitudinalmente. Esto se logra con
habitualmente el cultivo de las larvas hasta el estadio in ectante. acilidad calentando con moderación la gotita de agua antes de
Las heces bien ormadas de ovejas y caballos contienen justo la colocar encima el cubreobjetos, para lo cual es su ciente con
cantidad adecuada de agua y habitualmente pueden cultivarse mantener una cerilla encendida bajo el portaobjetos y observar
con éxito colocando una pequeña cantidad de heces en una ja- desde arriba el cese de movimientos y la extensión de las larvas.
rra cubierta que haya sido previamente enjuagada con una so- La «relajación» es el eu emismo que se aplica a la muerte por
lución de carbonato sódico al 0,1%, para inhibir el crecimiento calor de los nematodos. Como Strongyloides tiende a revivir,
de mohos, y almacenándola en un cajón o una estanter a oscura puede ser necesario aplicarles calor una segunda vez. Se debe
a temperatura ambiente durante una semana a 10 d as. Las pa- evitar un calentamiento excesivo de las larvas porque distorsio-
redes de la jarra deben estar siempre húmedas con gotitas de na su mor olog a. Como alternativa al calentamiento se puede
condensación. Si parece que el cultivo empieza a secarse, añadir añadir una gota de solución de Lugol doble en el borde del cu-
unas pocas gotas de solución de carbonato sódico o de agua. breobjetos. Esto extiende y tiñe las larvas a la vez.
Cuando se vuelve a sacar la jarra a la luz tras la incubación, se Para poder realizar mediciones de orma correcta el cu-
podrán observar enseguida las larvas retorciéndose en las goti- breobjetos debe tener algún tipo de apoyo o, de lo contrario,
tas de condensación adheridas a las paredes del recipiente. presionará sobre las larvas y las distorsionará. Se puede deposi-
También se pueden cultivar heces de ganado vacuno de tar vaselina alrededor del cubreobjetos para evitar este e ecto y
consistencia similar sin ninguna preparación adicional, pero retrasar la evaporación. El cubreobjetos se puede sellar de orma
habitualmente las heces de vacuno son más l quidas y requieren rápida y cómoda como se indica a continuación: extender una
la adición de vermiculita o de arena para producir un cultivo delgada pel cula de vaselina sobre la palma de la mano izquier-
húmedo, pero no encharcado. da. Luego, sosteniendo los bordes de un cubreobjetos entre el
Todas las técnicas de cultivo ecal son esencialmente cuali- pulgar y el ndice de la mano derecha, pasar uno a uno cada bor-
tativas porque las diversas especies de nematodos tienen di e- de del cubreobjetos por la pel cula para untar uni ormemente
rentes condiciones óptimas de eclosión, desarrollo y supervi- todo el per metro de vaselina.
vencia de las larvas. Como consecuencia, la abundancia relativa
de especies de larvas de tercer estadio obtenidas de los cultivos Cultivo de ooquistes de coccidios para esporulación
no es una simple unción de las cantidades relativas de espe- Mezclar una pequeña cantidad de heces o del sedimento con-
cies de huevos de estrongilados presentes al inicio. Las larvas centrado de ooquistes con solución de dicromato potásico al
de Haemonchus contortus o de Strongyloides papillosus tienden 1%, y dejar una pel cula super cial de esta mezcla en una pla-
a predominar en los cultivos cuando en las heces hay huevos de ca de Petri. Los ooquistes en ase de esporulación necesitan
alguna de estas especies y no se deber a pasar por alto la posible mucho aire, por lo que esta capa de mezcla debe ser muy na
importancia cl nica de Trichostrongylus o Cooperia porque estén para avorecer la di usión de ox geno, pero sin permitir que se
representados sólo en un pequeño porcentaje. quede seca; añadir más solución de dicromato si uera necesa-
El cultivo de heces de perros para demostrar larvas lari ormes rio y mover con regularidad para oxigenar. Habitualmente, la
de Strongyloides stercoralis consiste simplemente en almacenar las esporulación se completa al cabo de 2 a 4 d as de incubación a
heces en una jarra a temperatura ambiente. Las larvas lari ormes temperatura ambiente, pero algunas especies requieren varias
de la generación homogónica aparecen al cabo de 24 a 48 horas, semanas.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 299

Figura 7-2. C l c ón del m c ómet o oc l . Izquierda, L esc l del m c ómet o de o jeto está e de oco, y l esc l del m ­
c ómet o oc l está des l ne d p ox m d mente n oct vo. Derecha, L s dos esc l s se h n coloc do en p lelo con n ot c ón
del oc l ; se h en oc do l esc l del o jeto, y s líne ce o (0,0) se h l ne do con l líne ce o (0) de l esc l oc l mov endo
dec d mente l plet n . O sé vese q e 0,17 mm (170 mm) eq v len 40 d v s ones del oc l (m d endo de o m s stemát c
desde el o de de echo de l s y s es s de l esc l de o jeto), de modo q e, este mento, c d d v s ón oc l eq v ld í
4,25 mm. Po t nto, n ooq ste q e m d 9 po 5,5 d v s ones tend í 38,2 mm de lon t d po 23,4 mm de nch .

Micrometría deben mantenerse con los mismos ajustes cada vez que se
La medición de las dimensiones de los parásitos con un micros- realicen las mediciones o será necesario recalibrarlo todo de
copio equipado con micrómetro ocular calibrado proporciona nuevo. Cualquier variación del espacio interpupilar de ciertos
el medio más e ciente de llegar a un diagnóstico. Un portaobje- microscopios binoculares altera la longitud del tubo y se puede
tos milimetrado es un portaobjetos de cristal grabado con una pasar por alto ácilmente como una potencial uente de error.
escala lineal de 1 o 2 mm de longitud subdividida en unidades de
10 m m (0,01 mm). Un micrómetro ocular es un disco de cristal Examen de heces cuantitativo
grabado con una escala de unidades arbitrarias, generalmente Recuento de huevos por dilución
de 0 a 100. El disco se inserta en el ocular del microscopio, y se La técnica Cornell-McMaster para recuento de huevos por dilu-
puede usar su escala para comparar dimensiones lineales de ob- ción, descrita en los siguientes párra os, se basa en los trabajos
jetos observados en el campo microscópico. Por ejemplo, puede de Stoll (1923 y 1930), Gordon y Whitlock (1939), Whitlock
determinarse as la proporción entre la longitud y la anchura (1941), y Kauzal y Gordon (1941).
de un tipo particular de huevo observado. Sin embargo, para Se pesa una muestra de heces y se mezcla vigorosamente con
medir longitudes absolutas hay que calibrar antes el micróme- agua en proporción de 1 g/15 ml. Se extraen al cuotas de 0,3 ml de
tro ocular para el aumento de cada objetivo contra la escala del esta suspensión y se mezclan con partes iguales de una solución
portaobjetos milimetrado. saturada de sacarosa en una cámara de recuento. Los huevos de
1. En ocar el objetivo de × 10 sobre la escala del portaobjetos los parásitos fotan en este medio y vienen a confuir en la cara
milimetrado. in erior de la cubierta de la cámara. De esta orma, todos los hue-
2. Rotar el ocular hasta que su escala y la del objetivo estén vos que pudiera haber en una muestra de 0,02 g quedan juntos en
paralelas.
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el mismo plano ocal de un campo microscópico relativamente


3. Alinear sus respectivas marcas de cero ajustando la platina libre de residuos ecales. El número de huevos contados en esta
del microscopio ( g. 7-2). al cuota se multiplica por 50 y proporciona una estimación de la
4. Localizar cualquier subdivisión pasada la marca central cantidad de huevos existentes por gramo de heces.
en la que las dos escalas coincidan per ectamente. La
proporción entre la longitud del objeto con respecto al Materiales necesarios
número de divisiones de la escala ocular hasta ese punto 1. Balanza su cientemente sensible como para indicar incluso
proporciona un actor para convertir a unidades absolutas un cambio de 0,1 g en el peso de la muestra.
cualquier medición subsiguiente que se haga con el 2. Aparato para mezclar ( g. 7-3) que consiste en un cilindro
micrómetro ocular y el objetivo de × 10. En la gura 7-2, graduado de 250 a 300 ml con una relación altura-diámetro
40 divisiones de la escala ocular corresponden exactamente de aproximadamente 2 a 1 (el cilindro de la g. 7-3 se
a 170 mm de la escala del portaobjetos milimetrado, lo que realizó serrando un cilindro plástico de 500 ml por la marca
arroja una proporción de 4,25 mm por cada división de de los 300 ml) y una taladradora eléctrica de mano con una
la escala. batidora especial. La batidora se puede abricar ácilmente
5. Repetir el procedimiento de calibración para todos los con una varilla de latón para el eje y una tira de cámara
objetivos de distintos aumentos. de aire vieja como batidor. El eje de la batidora deber a
Nota: los microscopios con tubos de longitud variable y deslizarse libremente a través de un agujero en una tapa de
otras posibles uentes de variación del aumento secundario goma que ajuste en el cilindro graduado.
300 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-3. ap to de mezcl p p ep s spens ones


ec les.

Figura 7-4. C de l cám de ec ento. Se nt od cen en


3. Cámara de recuento ( g. 7-4). Dos portaobjetos de
l cám de ec ento dos volúmenes de 0,3 ml de l sol c ón
microscopio separados por un espesor de dos portaobjetos
s t d de s c os . a cont n c ón, se ñ de n líc ot de
cortados en tiras estrechas y unidas con cemento de acuario.
0,3 ml de l s spens ón ec l c d vol men de l sol c ón de
Los portaobjetos in erior y superior deben estar ligeramente s c os y se mezcl po completo con n j de d secc ón.
desplazados entre s para acilitar el llenado de la cámara.
Para limpiar la cámara enjuagar bajo un chorro de agua r a.
4. Jeringuilla de 1 ml. Se puede limar el cono de inserción de la 7. Contar todos los huevos existentes en cada mezcla mientras
aguja para evitar que se atasque con residuos muy gruesos. se hace la observación con el objetivo de bajo aumento
5. Solución saturada de sacarosa. Añadir azúcar de mesa del microscopio. El plano ocal que contiene los huevos se
granulada a agua hirviendo, agitando continuamente hasta que puede localizar rápidamente por la presencia de burbujas
no se disuelva más. En riar. Añadir unos pocos cristales de enol de aire. Poner el máximo cuidado para incluir también
para inhibir el crecimiento de mohos. La densidad espec ca a los huevos que se encuentran en los bordes ópticamente
temperatura ambiente deber a ser de 1,31 como m nimo. oscurecidos de las mezclas.
6. Vasos de papel, depresores de lengua y agujas de disección. Algunas variaciones de esta técnica, utilizando cámaras
calibradas, superan la di cultad de contar los huevos situados
Procedimiento en los bordes ópticamente oscurecidos de las mezclas. Desgra-
1. Pesar 10 g de heces en un vaso de papel (hacer la corrección ciadamente, estas cámaras son a menudo di ciles de obtener
necesaria de la tara) y añadir a 150 ml de agua en el cilindro comercialmente.
graduado. Si se dispone de menos de 10 g de heces, reducir En el siguiente procedimiento se describe un método alterna-
el volumen de agua para conservar la proporción 1:15. tivo de cámara de recuento precalibrada con una placa eléctrica
2. Mezclar completamente el agua y las heces. Con la de agitación, una barra magnética para el mismo propósito, una
mezcladora abricada con la batidora de mano sólo son cubeta de 100 ml y sul ato magnésico (sales de Epsom) con una
necesarios unos pocos segundos. gravedad espec ca de 1,2 como medio de fotación (Advanced
3. (Opcional.) Se puede pasar la suspensión a través de Equine Products, 5004 228th Ave. SE, Issaquah, WA 98029).
un colador de té o dos capas de gasa para eliminar los 1. Colocar la cubeta en la balanza, tener en cuenta la tara y
residuos más gruesos que pudieran inter erir con el examen pesar 4 g de heces en su interior.
microscópico. A menudo, esto es necesario cuando se examina 2. Añadir aproximadamente 10 ml de la solución de
estiércol de caballo, pero debe evitarse siempre que sea posible sul ato magnésico, y mezclar bien usando bastoncillos
porque puede hacer que se obtengan recuentos más bajos. aplicadores o un depresor de lengua para disgregar la
4. Colocar 0,3 ml de la solución saturada de sacarosa en cada materia ecal tanto como sea posible.
mitad de la cámara de recuento (v. g. 7-4). 3. Llevar el volumen hasta 60 ml con más medio de
5. Remover la suspensión de heces, extraer dos al cuotas de fotación y añadir una barra magnética de agitación.
0,3 ml y añadir una a cada mezcla de solución de sacarosa Remover durante 5 minutos a velocidad moderada.
en la cámara de recuento. 4. Utilizando un portaobjetos de vidrio para hacer una
6. Remover a ondo cada al cuota de la mezcla de sacarosa con señal, marcar una pipeta Pasteur a media distancia entre
una aguja de disección y permitir que el preparado repose la punta y el cañón y quebrar la punta para producir un
durante 15 minutos aproximadamente. ori cio más ancho. (Precaución: las pipetas Pasteur han
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 301

provocado numerosos accidentes de laboratorio; se han examen a lo largo de un borde del cubreobjetos desde
de usar con cuidado.) una esquina a la contraria. Desplazarse después todo
5. Cargar la pipeta con la materia ecal contenida en la el ancho de un campo y continuar el examen. Este
cubeta de agitación y llenar ambas cámaras de la cámara desplazamiento se puede realizar de orma bastante
de recuento precalibrada. precisa jándose en cualquier objeto que se encuentre
6. Dejar en reposo la preparación durante 5 minutos para en o cerca del borde del campo y trasladarlo al otro
permitir que los huevos salgan a fote a la super cie, y borde con el controlador de movimientos de la platina.
contar a continuación todos los huevos contenidos dentro El número de huevos contados con este procedimiento pro-
de las rejillas de ambas cámaras, con el objetivo de × 10. porciona una estimación m nima del número de huevos por gra-
7. Calcular la cantidad de huevos por gramo de heces mo de heces. Esta estimación se puede mejorar añadiendo otra
multiplicando por 50 el número total de huevos gota de la solución concentrada de sacarosa al tubo de centr uga,
contados en las dos cámaras. colocando un segundo cubreobjetos en la zona superior y repi-
tiendo los pasos 7 a 10. Si hubiese demasiados huevos en el pri-
Recuento de huevos por concentración mer cubreobjetos como para poder contarlos convenientemente,
Para cuanti car parasitaciones escasas, los procedimientos se puede repetir el procedimiento con una al cuota menor o recu-
de recuento de huevos por dilución son menos ables que los rrir a e ectuar un recuento de huevos por dilución. Debido quizás
recuentos por concentración (v. Consideraciones estad sticas, a que la solución de sacarosa utilizada es el doble de concentrada,
más adelante). Por supuesto, existe un l mite para el número de el procedimiento de concentración es más e ciente para detectar
huevos que se pueden contar de orma cómoda, por lo que hay ooquistes de Eimeria que el procedimiento de dilución.
que escoger el procedimiento que mejor se ajuste al nivel de la
in ección. Con este n se propone la siguiente solución práctica: Interpretación de los datos de recuento de huevos
1. Pesar 10 g de heces en un vaso de papel (hacer la Consideraciones estadísticas
corrección necesaria de la tara) y añadir a 150 ml de Si uera posible obtener una distribución uni orme de los
agua en el cilindro graduado. Si se dispone de menos huevos de parásitos en la suspensión ecal, cabr a esperar que
de 10 g de heces, reducir el volumen de agua para hubiese el mismo número de huevos en todas las al cuotas. Sin
conservar la proporción 1:15. embargo, la distribución de los huevos no es uni orme sino
2. Mezclar completamente el agua y las heces. Con la que se convierte en una distribución aleatoria. Por tanto, las
mezcladora abricada con la batidora de mano sólo al cuotas de una suspensión correctamente mezclada a ondo
serán necesarios unos pocos segundos. representan muestras equitativas extra das de una distribución
3. (Opcional.) Se puede pasar la suspensión a través de aleatoria, y el número de huevos contados en al cuotas duplica-
un colador de té o dos capas de gasa para eliminar das var a de una orma bastante predecible.
los residuos más gruesos que pudieran inter erir con Cuando se distribuyen al azar en el espacio objetos en núme-
el examen microscópico. A menudo, este paso es ro relativamente escaso (o sucesos relativamente in recuentes
necesario cuando se examina estiércol de caballo, pero se distribuyen al azar en el tiempo), el número de objetos que
debe evitarse siempre que sea posible porque puede se encontrarán en cada volumen de muestra (o el número de
hacer que se obtengan recuentos más bajos. Nota: hasta ocurrencias en cada intervalo de tiempo de muestra) sigue una
ahora el procedimiento es idéntico al del recuento de distribución de Poisson. En una suspensión ecal de 150 ml
huevos por dilución descrito anteriormente. hay su ciente espacio para varios miles de millones de hue-
4. Extraer una al cuota de 15 ml (equivalente a 1 g vos, aunque, incluso en una hemonchosis aguda, raramente se
de sólidos) de suspensión ecal bien mezclada y encontrarán más de medio millón. Esto signi ca que por cada
trans erirla a un tubo de centr uga de 15 ml. 2.000 volúmenes del tamaño de un huevo de Haemonchus no
5. Centri ugar durante 3 minutos y decantar el habrá más de un volumen que realmente contenga un huevo.
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sobrenadante que contiene grasas y pigmentos disueltos. Por tanto, los huevos contados en al cuotas extra das de una
6. Añadir solución concentrada de sacarosa (densidad suspensión ecal bien mezclada cumplen las especi caciones de
espec ca 1,3) a 1 cm de la parte superior del tubo y «objetos relativamente raros distribuidos al azar en el espacio»,
resuspender el sedimento con una varilla aplicadora. y podemos esperar que el número encontrado en cada volumen
Insertar un tapón y mezclar invirtiendo el tubo cuatro de muestra siga una distribución de Poisson.
veces o más. La media y la varianza de una distribución de Poisson son
7. Añadir más solución concentrada de sacarosa hasta el iguales. Este hecho puede aprovecharse en la práctica porque pro-
borde y colocar un cubreobjetos en lo alto. porciona un criterio por el que podemos evaluar la abilidad de
8. Centri ugar durante 10 minutos. No usar una centr uga nuestra técnica. Si la varianza de una serie de recuentos en algunas
de ángulo jo inclinado. La parte superior del tubo debe al cuotas resulta ser mucho mayor que la media, podemos con-
estar horizontal durante la centri ugación. cluir que el proceso de la mezcla, el muestreo o el recuento se han
9. Después de centri ugar, retirar el cubreobjetos realizado de orma descuidada. Si, por otra parte, la varianza de la
levantándolo recto y colocarlo con su pel cula adhesiva muestra resulta ser mucho más pequeña que la media, podemos
de solución de sacarosa sobre un portaobjetos de cristal. concluir que los datos han sido adaptados. El análisis de la Chi-
10. Mirar el portaobjetos a 50-100 aumentos, contando cuadrado proporciona un método numérico objetivo para com-
los huevos por toda la super cie. A n de evitar la probar hasta qué punto se ajustan a la distribución de Poisson
omisión o el solapamiento de algunos campos, inicie el los recuentos duplicados de huevos (Hunter y Quenouille, 1952),
302 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-5. rep esent c ón á c de 151 ec entos d pl c dos de h evos. Teó c mente, no de e í h e más de ocho p ntos e
de l s d on les d v so s. un técn c más c d dos de mezcl do, m est eo y ec ento pod í mejo l á c .

aunque pocos pro esionales caer an en la tentación de molestarse ordinarias estas especies de animales domésticos eliminan
con los cálculos necesarios. Una simple alternativa viene dada por siempre huevos de estrongilados en sus heces, excepto cuando
la grá ca de la gura 7-5. Las l neas diagonales de este grá co de- han sido tratados recientemente con un ármaco antihelm ntico
limitan una zona dentro de la cual deber a estar, en promedio, el e caz. Por tanto la pregunta no es si estos animales están in ec-
95% de todos los puntos que representan los recuentos duplicados tados, sino cuál es el nivel de in ección que presentan.
de huevos, asumiendo que el muestreo y el recuento hayan sido
adecuados. Los l mites de tolerancia en el grá co son casi paralelos Determinación de las tasas de contaminación
en vez de divergentes, como cabr a esperar si se tiene en cuenta ambiental
la igualdad de las medias y varianzas inherentes a la distribución La mayor a de los métodos contemporáneos para controlar es-
de Poisson, porque las escalas de los ejes son de ra z cuadrada. La trongilados en herb voros en pastoreo depende undamentalmen-
trans ormación de la ra z cuadrada es una variante de Poisson que te de la administración periódica de ármacos antihelm nticos
convierte la varianza en constante para todos los valores excepto para suprimir la producción de huevos y reducir con ello la conta-
para los muy pequeños. En la gura 7-5 se observa que de 151 pa- minación de los pastos. Desgraciadamente, cuando las poblacio-
rejas de valores de recuentos de huevos 19 (13%) estaban por nes de parásitos se exponen repetidamente a los antihelm nticos
encima o incluso uera de los l mites de la zona del 95%. Esto es durante varios años desarrollan resistencia a estos ármacos y a
casi tres veces más de lo aceptable, y la conclusión evidente es que otros qu micamente similares. Cuanto más recuente es la admi-
el rendimiento técnico es susceptible de mejora. nistración de medicamentos antihelm nticos, con mayor rapidez
se desarrollan poblaciones de vermes resistentes rente a ellos. Para
Aplicaciones retrasar o renar el desarrollo de resistencia, se deber a administrar
Las técnicas de recuento de huevos pueden aplicarse, en antihelm nticos sólo cuando sea realmente necesario, con el n de
principio, a cualquier in ección parasitaria evidente en cualquier reducir una tasa signi cativa de contaminación de los pastos. Esto
hospedador. Sin embargo, a nes prácticos o recen su mayor se puede llevar a cabo realizando recuentos periódicos de huevos
utilidad a la hora de estimar los niveles de in ección por estron- en las heces de una muestra representativa del rebaño. Cuando la
gilados en rumiantes y caballos. En condiciones agropecuarias producción de huevos sea escasa, se puede retrasar el tratamiento
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 303

hasta que alcance un punto que se considere signi cativo en está eliminando un objeto no identi cable por las heces, se reco-
relación al alcance y productividad del pasto, la carga ganadera, mienda administrar al animal un enema, mantenerlo con nado
las especies y susceptibilidad de los hospedadores, y los objetivos durante 24 a 36 horas y realizar otro examen ecal. Si el objeto no
agropecuarios concretos. Sin tener en cuenta todos estos actores identi cable sigue todav a all es probable que sea un parásito,
no se puede especi car un número cr tico de huevos por gramo mientras que si ha desaparecido se trataba probablemente de un
de heces llegado el cual se deba tratar la manada. Por ejemplo, en seudoparásito. Quizá sea más e ciente aprender a identi car los
la in ección por H. contortus, 1.000 huevos por gramo de heces parásitos «bona de» y a ignorar todo lo irrelevante en vez de
podr an constituir supuestamente un número cr tico apropiado tratar de identi car todos los objetos que aparezcan en el campo
para ovejas cl nicamente normales que pastan en una pradera con microscópico. Sin embargo, es recuente observar algunos objetos
una baja carga ganadera en condiciones atmos éricas avorables. que tienen ormas regulares. En la gura 7-6 se muestran algunos
Sin embargo, ser a mejor no exceder de 100 huevos por gramo de ejemplos de estos seudoparásitos más comunes.
heces en caso de yeguas de cr a con potrillos pastando junto a ellas Las muestras de heces para examen parasitológico deben ser
en un pequeño prado. En ambos casos el número cr tico de hue- recientes y no contaminadas con tierra o con la cama del animal.
vos por gramo de heces estar a sujeto a revisión, dependiendo de Si se dejan reposar las heces, las células aisladas de los huevos
los resultados logrados y de cualquier modi cación signi cativa evolucionan a mórulas, eclosionan las larvas y los ooquistes co-
de las prácticas de gestión agropecuaria. mienzan a esporular. Es posible identi car estadios del desarrollo
distintos de los habitualmente encontrados, pero requiere mayor
Diagnóstico de en ermedad clínica destreza. La contaminación con tierra o con la cama del animal
Los recuentos elevados de huevos (p. ej., más de 5.000 huevos/g llevará probablemente a con usión porque la muestra puede ha-
en ovejas y cabras o más de 500 huevos/g en el ganado vacuno) ber sido invadida por nematodos y artrópodos de vida libre. Por
son áciles de interpretar. Indican que estos animales están in- el contrario, empezar con una muestra reciente y no contaminada
ectados con muchos parásitos reproductivamente activos. Sin permitir a a menudo una identi cación más espec ca al poder
embargo, un recuento elevado no necesariamente indica que el observar el subsiguiente desarrollo tras el cultivo de heces.
hospedador esté padeciendo una en ermedad parasitaria cl ni-
ca, porque hospedadores sanos y bien nutridos pueden soportar Huevos de nematodos
y compensar a menudo elevadas poblaciones de parásitos. Los La mayor a de los nematodos del tracto digestivo son ov paros. Un
recuentos negativos de huevos indican que el hospedador no huevo contiene un cigoto ertilizado, y la ertilización del óvulo por
está in ectado o se encuentra in ectado con vermes en ase no el espermatozoide ameboideo se produce dentro del oviducto y del
reproductiva (p. ej., larvas en desarrollo o en hipobiosis, adultos receptáculo espermático antes de que los huevos lleguen a entrar
in értiles). Los recuentos negativos de huevos son t picos de los en el útero. La auténtica cubierta del huevo de los nematodos es
estadios iniciales de la ostertagiosis invernal del ganado vacuno una cápsula lisa, transparente y homogénea de quitina. Una capa
y de la en ermedad sobreaguda por uncinarias en cachorros lip dica interna (membrana vitelina) y un estrecho espacio lleno
recién nacidos. Tales hechos tienden a desacreditar el análisis de l quido separan la cápsula del uturo embrión contenido en su
ecal cuantitativo en técnicos que necesitan reglas plausibles y interior. Dependiendo del parásito, el huevo puede salir al exterior
sencillas. Sin embargo, cuando son interpretados por personal con el cigoto todav a en ase unicelular, habiendo experimentado
amiliarizado, tanto con la biolog a del hospedador como del un cierto número de divisiones, o ya desarrollado hasta contener
parásito, los recuentos de huevos proporcionan un valioso co- una larva totalmente ormada de primer estadio. En algunos casos,
nocimiento de las interacciones que tienen lugar entre ellos. las larvas de primer estadio eclosionan de los huevos estando toda-
v a dentro del hospedador y salen al exterior con las heces.
Los huevos de nematodos de los di erentes órdenes y super-
IDENTIFICACIÓN GENERAL DE HUEVOS, amilias de estos parásitos tienen caracter sticas que tipi can a
QUISTES Y LARVAS
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todo el grupo. As , habitualmente un huevo puede ser identi -


Parásito rente a seudoparásito cado como el de un oxiúrido, ascárido, espirúrido, rhabd tido,
estrongilado o tricúrido. En general, los huevos de nematodos
En primer lugar es necesario aprender a distinguir entre pará-
tienen un tamaño que oscila entre los 30 y los 100 m m de diáme-
sitos y objetos super cialmente similares pero no relacionados
tro mayor, aunque algunos, como Nematodirus, pueden medir
con ellos, como burbujas de aire, granos de polen, pelos, bras
hasta 200 m m de largo.
de plantas, gotitas de grasa y esporas como la del cornezuelo del
ma z. La identi cación de seud parásit s puede ocasionalmente
arrojar cierta luz sobre la reciente ingestión de alimentos del hos- Huevos de oxiúridos
pedador. Supongamos, por ejemplo, que encontramos huevos de Los huevos de los oxiúridos, parásitos de rumiantes, caballos y
Moniezia expansa en una muestra de heces de perro. Sabremos primates suelen tener una cubierta bastante gruesa e incolora,
entonces que el perro ha comido recientemente heces de oveja y cuando se excretan ya contienen una larva en su interior. La ma-
porque M. expansa es un parásito de las ovejas y nunca de los yor a de los huevos también muestra uno de los lados más aplana-
perros. En realidad, como M. expansa es un parásito verdadero do que el otro. El oxiuro del caballo, Oxyuris equi, es un huevo que
cuando se encuentra en una oveja, ese huevo deber a denomi- parece poseer un opérculo en uno de los extremos. Los perros y los
narse un parásit espuri en lugar de un seudoparásito cuando gatos no son hospedadores de oxiuros, por lo que la presencia de
se encuentra en las heces de un perro, pero quizás esa distinción estos huevos en sus heces debe considerarse un hallazgo acciden-
es un poco pretenciosa. Con nes prácticos, si un perro o un gato tal, a menos que se demuestre lo contrario ( g. 7-7).
304 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-6. Se dop ás tos. A, Cheyletiella blakei, n ácn do p ás to del to (×108). B, Monocystis, n p otozoo p ás to de
l s lom ces de t e . C, Monocystis y q stes de Eimeria de los m ntes en l s heces de n pe o (×425). Recuadro: Monocystis
espo l do (×1.000). D, Espo s del co nez elo del m íz (×630). E, Polen de p no (×425). F, Saccharomycopsis guttulatus, lev d
l ment no m l de los conejos (×425). G, F ve et l (×168). H, F ve et l (×63). I, F ve et l (×63).

Huevos de ascáridos de la cubierta del huevo, que aparecerá entonces con una pared lisa
Los huevos de ascáridos, parásitos de los animales domésticos, y clara. A veces se encuentran en las heces huevos de ascáridos no
poseen de orma caracter stica una gruesa cubierta y de apariencia ecundados, y su orma es por lo general menos regular que la del
oblonga a es érica. En algunos huevos ascáridos hay un opérculo huevo ertilizado. Los huevos de ascáridos tienden a ser de tamaño
evidente como en Porrocaecum de los halcones ( g. 7-8). Cuando grande en general, con un diámetro alrededor de 80 a 100 m m.
se eliminan con las heces estos huevos tienden a contener una única
célula. Algunos huevos, como los de Toxocara, Parascaris y Ascaris, Huevos de espirúridos
están cubiertos con una capa externa albuminoide originada por Los huevos de los nematodos espirúridos que se encuentran
la hembra sobre una capa quitinosa; esta capa proteica puede en las heces son al menos de dos tipos básicos. Uno de ellos
ser lisa como en Toxascaris ( g. 7-9), rugosa como en Parascaris está representado por Physaloptera y Spirocerca, mide aproxi-
(v. g. 7-71) o uni ormemente irregular de orma muy caracter stica madamente 30 m m de largo, está cubierto por una gruesa capa
como en Toxocara ( g. 7-10). El material de la cubierta puede quedar incolora y contiene un embrión. Estos huevos son t picos de
teñido del contenido ecal, lo que le con ere un color pardo oscuro los espirúridos transmitidos por insectos terrestres copró agos
como en Ascaris y Parascaris. Este material puede separarse a veces ( g. 7-11). Los otros espirúridos, como Habronema y Draschia,
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 305

Figura 7-7. H evos de ox ú do (ox os) p ocedentes de n


d ón do y do, Pogona vitticeps. Figura 7-8. H evo de scá do, Porrocaecum, p ocedente de n
h lcón de col oj , Buteo jamaicensis.

poseen cubiertas muy delgadas que pueden verse distorsionadas tipo de huevo de rhabd tida representa los huevos de aquellas
por la larva que contienen. Estos huevos y la larva de su interior hembras partenogenéticas de Strongyloides spp. que producen
son t picos de aquellos espirúridos transmitidos por insectos huevos ( g. 7-12). De orma t pica, en animales domésticos
voladores que se in ectan al alimentarse de materia ecal du- de América del Norte sólo S. stercoralis del perro y del hombre
rante su ase larvaria. Los láridos son parásitos espirúridos produce larvas. Otras especies de Strongyloides, como Strongy-
ovoviv paros que producen micro larias en vez de huevos. loides elis del gato en Australia y sudeste asiático y varias espe-
cies en la auna silvestre, también eliminan larvas con las heces.
Huevos de rhabdítidos De orma caracter stica, los huevos de las especies de Strongy-
Los huevos de rhabd tidos que se encuentran en las heces de los loides de caballos, cerdos y rumiantes son de pequeño tamaño,
animales domésticos son de dos tipos. Un tipo representa los con una delgada cubierta incolora, y contienen una larva. En
huevos espurios de nematodos del suelo que han sido ingeridos heces no recientes, el pequeño tamaño de estos huevos, menos
por un hospedador o incluso proceden de nematodos copró- de 50 m m, será uno de los mejores criterios para distinguirlos de
agos de vida libre que han contaminado las heces. El segundo los huevos de estrongilados ya desarrollados.
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Figura 7-9. Des ollo de h evos de Toxascaris leonina. A, Est d o n cel l típ co o se v do en m est s ec les ec entes, B,
Est d o de dos cél l s. C, Est d o de mó l . D, L v n ect nte en el nte o del h evo. E, L v n ect nte eclos on d t c lmente
n v t o. No m lmente, l eclos ón de los h evos de scá dos no se p od ce h st q e h n s do n e dos po n hosped do (×425).
306 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-12. H evo h d to de (Strongyloides papillosus) p o­


cedente de n c .

Figura 7-10. S pe c e de n h evo de Toxocara canis cl ­


do con sol c ón de be lese p most el d st nt vo p t ón
o m do po peq eñ s óve s de s c p p ote c (cont ste de
se × 660).

Huevos de estrongilados
Las hembras de las super amilias Strongyloidea, Trichostrongyloi-
dea y Ancylostomatoidea depositan huevos elipsoidales de pared
delgada que contienen un embrión en ase de mórula, y este mis-
mo estadio es el que se encuentra en las heces del hospedador ( gs.
7-13 a 7-15). En este texto dichos huevos se re eren colectivamen-
te con el nombre de huevos «estrongilados», porque es as como
los conocen la mayor a de los cl nicos y parasitólogos dedicados
al diagnóstico. Los huevos de Metastrongyloidea son también de Figura 7-13. H evo de est on íl do (Obeliscoides cuniculi, T ­
chost on ylo de ) p ocedente de n conejo.

Figura 7-14. H evo de est on íl do (Oesophagostomum sp.,


Figura 7-11. H evos de n esp ú do (Tetrameres) y n t q ­ St on ylo de ) p ocedente de n o l ; este h evo se jó con
nél do (c p lá do) p ocedentes de n p to. o m l n , y l mó l p ece po ello l o et íd .
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 307

Figura 7-15. H evo de est on íl do (Syngamus sp., St on y­


lo de ) p ocedente de n co nej , Corvus brachyrhynchos. Figura 7-16. H evo de t q nél do (c p lá do) p ocedente de
n p to.

pared delgada y orma elipsoidal, pero el estadio del desarrollo de- capiláridos suelen presentar una delicada ornamentación super-
positado en los tejidos del hospedador por las di erentes especies cial (p. ej., óveas, áreas rugosas, pequeñas l neas onduladas).
de hembras de Metastrongyloidea var a desde una única célula (p. Al contrario que los huevos de Trichuris spp., los capiláridos
ej., Muellerius) a una larva de primer estadio que está lista para pueden tener tapones polares que no se encuentran en el mis-
eclosionar (p. ej., Filaroides). Incluso aquellos huevos depositados mo eje de la l nea media ( g. 7-16). Sin embargo, los huevos
en la ase unicelular evolucionan a primer estadio larvario si son de Trichuris pueden estar muy distorsionados después de un
deglutidos durante el recorrido por el tracto digestivo y pueden tratamiento armacológico que no haya logrado eliminar todos
haber eclosionado ya cuando aparecen en las heces. Por tanto, en los vermes hembras. Tanto los huevos de Trichuris como los
las heces de hospedadores con in ecciones activas por parásitos capiláridos suelen contener una sola célula o se encuentran en
metastrongiloideos se pueden encontrar huevos con una larva en estadios precoces de división cuando se excretan con las heces.
su interior (p. ej., Metastrongylus) o larvas de primer estadio. Los huevos de Anatrichosoma y Trichosomoides se di erencian
en que contienen una larva totalmente ormada. En el perro, los
Un dilema diagnóstico huevos de los capiláridos son de menor tamaño que el huevo
Salvo algunas excepciones, no es posible establecer con abi- de Trichuris vulpis, que mide aproximadamente 80 m m de lon-
lidad la identidad de género de los huevos de estrongilados por gitud. Desgraciadamente, esto no es necesariamente cierto en el
simple inspección microscópica o por micrometr a (v. g. 7-58). caso de otros hospedadores mam eros.
Los huevos de Nematodirus resaltan por su gran tamaño, y los
de Bunostomum phlebotomum tienen super cies pegajosas que Larvas de nematodos
acumulan detritos, pero el resto son muy semejantes entre s . Para Las larvas de nematodos que pueden observarse en las heces
establecer un diagnóstico exacto estar a justi cado realizar la ne- se identi can más ácilmente si se relacionan con el hospeda-
cropsia a unos pocos animales si el valor unitario de éstos uese dor parasitado, y por tanto se discuten en este texto para cada
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su cientemente bajo o el rebaño su cientemente grande. Sin hospedador cuando corresponda. El objetivo inicial debe ser
embargo, se entiende que los propietarios de animales valiosos identi carlas adecuadamente y no con undirlas con pelos, hilos
sean reacios a sacri carlos, y se debe recurrir a la identi cación o bras de plantas. El problema más común es encontrar un
larvaria (v. discusión sobre identi cación de larvas in ecciosas de arte acto y pensar que es una larva de nematodo. La mayor a de
estrongilados). Siempre que la situación sea demasiado urgente los individuos identi cará una larva cuando la vea ( g. 7-17).
como para a rontar el necesario retraso que supone el cultivo, Lo importante es no olvidar que hay que buscarlas. Las larvas
los signos cl nicos deber an ser su cientemente claros como para de nematodos que se encuentran en las heces de los animales
sugerir un diagnóstico razonablemente preciso. domésticos suelen medir todas alrededor de los 300 m m de lon-
gitud. Se debe poner especial atención a las longitudes relativas
Huevos de tricúridos del esó ago y de la cápsula bucal, la estructura de la cola y el
De orma caracter stica, los huevos de Trichuris y de los capi- tamaño y posición del primordio genital. Si las heces no son
láridos presentan una cubierta de color marrón con tapones recientes o han sido recogidas del suelo, pueden estar presentes
polares y tienden a ser alargados o en orma de tonel. Trichuris muchas larvas de nematodos que han eclosionado a partir de
sólo se encuentra en hospedadores mam eros. Por tanto, si se huevos de ormas parasitarias desarrolladas o de nematodos
observan estos huevos en otros vertebrados, la primera sospe- copró agos o del suelo, que posteriormente invaden la materia
cha deber a ser que se trata de huevos de capiláridos. Los huevos ecal. En estas situaciones, el proceso de identi cación es mucho
de Trichuris spp. tienen una cubierta lisa, mientras que los de más di cil.
308 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

super cial o se encuentra en un borde dentado sobre la cubierta


del huevo, y si hay alguna estructura, como espinas o excrecencias,
en el lado opuesto al opérculo. Los huevos de los esquistosomas no
son operculados, contienen miracidios totalmente desarrollados
cuando salen con las heces y, dependiendo de las especies impli-
cadas, tienen a menudo di erentes tipos de espinas en un extremo
de la cubierta. Los huevos de trematodos tienden a ser más densos
y a no fotar en muchos de los medios de fotación más ligeros, y
se rompen con recuencia en la solución de sacarosa y aparecen
como cubiertas vac as de color marrón que pueden estar colap-
sadas por un lado. Cuando se sospeche de esquistosomas hay que
tener cuidado de lavar las heces con suero salino en vez de hacerlo
con agua, porque el agua induce a la eclosión de los miracidios,
haciendo más di cil la búsqueda e identi cación de los huevos.

Huevos de cestodos
Algunos cestodos excretan usualmente huevos con las heces (p.
ej., Diphyllobothrium), mientras que otros eliminan segmentos de
orma más caracter stica (p. ej., Taenia). Sin embargo, es recuente
encontrar huevos o cápsulas de huevos del género Taenia en las
heces, desde las que pueden haber escapado los segmentos antes
de su recolección. La larva que se desarrolla en el interior de estos
huevos tiene seis pequeños ganchos (tres pares) ( gs. 7-19 y 7-20),
Figura 7-17. L v de Didelphostrongylus (Met st on ylo de )
mientras que las larvas de los huevos de los cestodos seudo l deos,
en l s heces de n z üey , Didelphis virginiana.
Diphyllobothrium y Spirometra, no están ya desarrolladas cuando
salen con las heces. Los huevos de estos dos últimos géneros son
también operculados y pueden con undirse inicialmente con los
Huevos de trematodos huevos de los trematodos. La con usión puede persistir incluso des-
Los huevos de trematodos parásitos de los vertebrados suelen pués de haber empleado un tiempo nada despreciable en el estudio
tener un color entre dorado y marrón oscuro y un opérculo en de estos huevos y de sus otogra as. Los huevos de los cestodos ci-
un extremo ( g. 7-18). El tamaño de los huevos puede variar de clo l deos contienen seis pequeños ganchos cuando salen con las
20 a 200 m m de longitud en su diámetro mayor. Algunos de estos heces, lo que ayuda a identi carlos como huevos de cestodos (v.
huevos contienen un miracidio totalmente ormado cuando son g. 7-20). Las cubiertas externas de los cestodos ciclo l deos pue-
expulsados por las heces, mientras que otros contienen varias den variar notablemente (p. ej., la super cie gruesa marrón de un
células en desarrollo. En la identi cación de los huevos de trema- huevo de taenido, las nas cubiertas de los huevos individuales de
todos se debe prestar atención a su orma y tamaño, as como a Dipylidium y los poco habituales huevos cuadrados o redondeados
su posible contenido embrionario, a si el opérculo aparece a nivel de los diversos géneros de anoploce álidos (v. g. 7-19). Los huevos

Figura 7-18. H evo de t em todo (St e d e) de n úho co ­ Figura 7-19. H evo de cestodo (anoploce l d e) p ocedente
n do nde, Bubo virginianus. de n o l , Gorilla gorilla berengi.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 309

los huevos de los ascáridos porque su cubierta es clara cuando son


excretados por la hembra. No todos los huevos de acantocé alos
son marrones, y los que tienen un color muy claro pueden ser
di ciles de observar, especialmente si uno no espera encontrarlos.
Existen numerosos acantocé alos presentes en hospedadores de la
auna silvestre, y es necesario desarrollar una cierta habilidad para
diagnosticar las in ecciones producidas por las di erentes especies.

Huevos de pentastómidos
En Estados Unidos los huevos de pentastómidos se observan
con mayor recuencia en las heces de serpientes o de gaviotas.
En otras partes del mundo se pueden observar en las heces de
perros y de otros hospedadores. De orma caracter stica, los hue-
vos de los pentastómidos son bastantes grandes, 100 a 200 m m
de diámetro, con una delgada cubierta externa que rodea lo que
parece como un ácaro en desarrollo. La larva en desarrollo se
encuentra a menudo separada de la cubierta del huevo por un
Figura 7-20. H evo de cestodo (c clo lídeo) p ocedente de n área relativamente grande de espacio vac o. La di cultad está en
pollo. O sé vense los nchos del em ón (oncos e ) en el nte­ determinar si lo que se observa es el huevo de un pentastómido
o del h evo. b jo el h evo se enc ent n espo oq ste de Mo­ o el huevo de un ácaro que haya podido ser ingerido. No es in-
nocystis q e p o lemente se n ó con n lom z de t e . recuente encontrar en las heces huevos de ácaros de vida libre
y ácaros parásitos ingeridos por los animales mientras se acica-
lan. De orma t pica, el pentastómido en desarrollo dentro del
de cestodos parecen comportarse de orma errática en los di eren- huevo tiene cuatro o seis pequeñas patas, que pueden ayudar a
tes medios de fotación y pueden ser di ciles de evidenciar incluso distinguirlo de un ácaro (v. gs. 2-124 y 8-10).
cuando se encuentran presentes. La solución de sacarosa unciona
bien con los huevos de las tenias, pero no con muchos de los demás Quistes y ooquistes de protozoos
tipos de huevos que se pueden encontrar en las heces. Los quistes y ooquistes de protozoos tienen un diámetro mayor
que var a de 4 a 30 m m, con los grandes y relativamente raros
Huevos de acantocé alos quistes de Balantidium y Buxtonella ( g. 7-22) que alcanzan
Los huevos de acantocé alos tienden a ser alargados y poseen tamaños de 40 a 60 m m y los ooquistes de gruesa pared de
cubiertas compuestas por tres capas ( g. 7-21). Cuando se puede Eimeria leuckarti y Eimeria macusaniensis ( g. 7-23) que llegan a
ver la larva en su interior, se pueden identi car con recuencia las los 80 m m de longitud. Los quistes de Giardia aparecen bastante
espinas presentes en un extremo de la larva, lo que con rma de claros tanto en sul ato de zinc como en preparados de sacarosa,
orma de nitiva el diagnóstico. A menudo, los huevos de algu- y su aspecto general es similar al de las amebas pero éstas son
nos acantocé alos aparecen de color marrón oscuro en las heces más redondeadas. En muchos medios de fotación, los quistes de
(p. ej., Macracanthorhynchus spp.) y se tiñen de orma parecida a Giardia aparecerán colapsados en el interior, con la pared oval del
quiste intacta, mientras que los quistes colapsados de las amebas
pueden aparecer más redondos y aplastados de orma variable
en algunos de los lados. Los ooquistes de Cryptosporidium son
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 7-21. H evo de c ntocé lo (Macracanthorhynchus


ingens) p ocedente de n m p che; o sé vense l s d ve s s Figura 7-22. Q ste de c l do (Buxtonella sulcata) p ocedente
c p s de l c e t y l l v c ntho q e cont ene. de l s heces de n v c .
310 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-24. Orthohalarachne attenuat (ác o, H l chn d e)


Figura 7-23. Ooq ste de cocc d o (Eimeria macusaniensis) p ocedente de n oc pelete septent on l, Callorhinus ur­
p ocedente de n ll m . sinus.

muy pequeños y se pueden encontrar cerca de la super cie del este medio de montaje para captar los ácaros y trans erirlos al
cubreobjetos. Son mucho más áciles de ver con la técnica de fo- portaobjetos para su estudio a más aumento con el microscopio
tación con sacarosa, donde aparecerán como un cuerpo hialino óptico convencional. La solución de Berlese se hace mezclando
rosado, que con la técnica del sul ato de zinc, donde parecen ser 200 g de hidrato de cloral, 30 g de goma arábiga, 20 g de glicerina y
más transparentes. Los ooquistes de Isospora y Eimeria se detec- 50 ml de agua destilada; hervir la mezcla durante 5 a 15 minutos
tan muy bien en medios de fotación con sacarosa y presentan y ltrarla a través de una tela de estopilla. La solución de Berlese
una imagen con una cubierta clara y n tida con un esporoblasto aclara la muestra y se endurece hasta producir una preparación
central en su interior. En muchas especies de Eimeria se puede permanente. Desgraciadamente, el hidrato de cloral está regu-
distinguir ácilmente el micrópilo, cuando está presente. En al- lado en la actualidad como un estupe aciente, y la calidad de
gunas especies de Eimeria puede ser di cil distinguirlo en todos los di erentes lotes de goma arábiga var a considerablemente,
los espec menes. Los ooquistes de Toxoplasma son similares en de modo que ahora es di cil conseguir una buena solución de
tamaño a los quistes de Giardia. Si el dia ragma del condensador Berlese. La glicerina es un medio de montaje semipermanente
no está bastante cerrado y la luz que pasa al objetivo del micros- bastante aceptable. Como medio de montaje semipermanente se
copio es demasiado intensa, muchos de los protozoos de menor puede usar una solución de hidróxido de potasio o de sodio al
tamaño desaparecerán en el ondo de la preparación. 5%, que digiere la epidermis y los pelos y ayuda a aclarar los
detritos del campo microscópico.
RASPADOS CUTÁNEOS Si el raspado contiene muchos detritos y no se han encontrado
piojos ni ácaros al inspeccionar con el microscopio estereoscópi-
PARA EL DIAGNÓSTICO DE SARNA co o la lupa de mano, proceder como se indica a continuación:
Los raspados cutáneos para el diagnóstico de sarna se deben ob- 1. Añadir 10 volúmenes de KOH al 5% a 1 volumen
tener teniendo en cuenta tanto la naturaleza de la lesión como la del raspado cutáneo en una cubeta grande (con una
localización del ácaro ( g. 7-24). capacidad de 500 a 1.000), cubrir con un vidrio de
Para lesiones con una m nima hiperplasia epidérmica y relojero o embudo para recuperar la condensación, y
para las producidas por ácaros que excavan túneles pro undos calentar hasta que se disuelvan el pelo y las escamas
(p. ej., Sarcoptes, Demodex), sumergir una hoja de bistur en epidérmicas. Puede ser necesario hervir la mezcla, pero
aceite mineral, pellizcar rmemente un pliegue de piel entre no permitir que hierva hasta que se seque. ¡Cuidado con
ndice y pulgar y, sosteniendo la hoja en ángulo recto con la las salpicaduras!
piel, raspar hasta que empiece a salir sangre de la abrasión. La 2. Dejar en riar.
mayor a de los animales no muestran objeción a un raspado 3. Trans erir a un tubo de centr uga, centri ugar, decantar
pro undo, aunque, ocasionalmente, puede ser necesario aplicar el sobrenadante, resuspender el sedimento en agua,
anestesia local. Muchos de los detritos quedarán adheridos a la y centri ugar nuevamente. Estos pasos eliminan las
capa de aceite mineral en la hoja del bistur y se pueden trans e- grasas que pudieran inter erir en el proceso. Decantar el
rir a un portaobjetos para buscar los ácaros en el microscopio. sobrenadante.
Para lesiones con marcada hiperplasia epidérmica y desca- 4. Trans erir el sedimento a una placa de Petri y buscar
mación y para las producidas por piojos y ácaros super ciales ácaros y huevos con un microscopio estereoscópico o
(p. ej., Chorioptes), raspar los detritos sobre una placa de Petri una lupa de bolsillo de × 10, o proceder al paso 5.
utilizando la tapa como rasqueta. Examinar los raspados con un 5. Añadir al tubo una solución saturada de sacarosa
microscopio estereoscópico o con una lupa de mano para ob- y centri ugar nuevamente. Sacar los ácaros que se
servar los movimientos de los ácaros. Sumergir unas pinzas de encuentren en la parte superior de la solución de
punta na o una aguja de disecar en solución de Berlese, y usar sacarosa con un asa de platino o una uña de vidrio y
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 311

trans erirlos a un portaobjetos para su estudio en un de unión (aorta, cavas, vena ácigos, diversos ligamentos) se en-
microscopio compuesto convencional. cuentran y se separan ácilmente. Extraer las v sceras torácicas
Los ácaros del o do pueden recuperarse del conducto auditi- del cadáver. Dejar abierto el árbol traqueobronquial, las cáma-
vo externo con una torunda de algodón. Si se coloca la torunda a ras card acas, las cavas, el tronco aórtico y las rami caciones de
la luz del sol o cerca de una lámpara de in rarrojo sobre un ondo las arterias pulmonares, e inspeccionar su contenido y reves-
oscuro, podrán verse los Otodectes como ácaros blancos movién- timiento en busca de parásitos macroscópicos. Los nematodos
dose de un lado para otro al cabo de unos pocos minutos. metastrong lidos muy pequeños (p. ej., Muellerius capillaris,
Aelurostrongylus abstrusus, F. hirthi) son prácticamente invisi-
PROCEDIMIENTOS DE NECROPSIA bles macroscópicamente. Estos parásitos pueden demostrarse
en preparaciones realizadas por aplastamiento de los grisáceos
Ocasionalmente, algunas parasitosis graves o mortales podr an nódulos subpleurales. La técnica de Baermann es útil para de-
escapar a un diagnóstico ante mórtem. Por ejemplo, algunos ca- mostrar la presencia de larvas de nematodos pulmonares (p.
chorros con en ermedad sobreaguda por ancilostomidos pue- ej., Muellerius, Aelurostrongylus), pero normalmente no es en el
den perder sangre hasta la muerte antes de haber excretado ni caso de F. hirthi porque las larvas de este parásito son demasiado
un solo huevo. Cuando se produce un brote de en ermedad en letárgicas para migrar uera de los tejidos pulmonares.
un rebaño de ovejas, el examen post mórtem de unos pocos ani-
males en ermos proporciona a menudo el medio más e ciente Vísceras abdominales
y económico de llegar a un diagnóstico. En in ecciones ovinas Examinar el peritoneo para buscar cisticercos, tetratiridios, pen-
por estrong lidos, las diversas combinaciones de patógenos pri- tastómidos enquistados y nin as de acantocé alos. Con recuencia,
marios y secundarios proporcionan con recuencia una con usa las larvas de Strongylus edentatus pueden observarse en los caballos
colección de signos cl nicos que pueden ser resueltos por la inmediatamente por debajo del peritoneo parietal. Examinar la
identi cación y enumeración de los vermes encontrados. super cie del h gado para detectar trayectos migratorios de larvas
Para llegar a un diagnóstico de nitivo, los hallazgos de la ne- de ascáridos, taénidos y Fasciola, y los riñones para la búsqueda de
cropsia deben tener correlación con la historia y los signos cl ni- larvas enquistadas de Toxocara. El páncreas equino es una localiza-
cos del caso. Esto resulta especialmente cr tico en las en erme- ción avorita para las larvas de Strongylus equinus. Colocar ligaduras
dades parasitarias. Por ejemplo, un diagnóstico de hemonchosis dobles alrededor del cardias (o de la bi urcación omasoabomasal),
aguda debe descansar no sólo en la demostración de un número del p loro y de la bi urcación ileocecal, aislando as el estómago, el
su ciente de vermes H. contortus en el abomaso, sino además en intestino delgado y el intestino grueso. Estas regiones proporcionan
la existencia de anemia cl nica. Si no hay anemia, no hay hemon- di erentes localizaciones para distintos parásitos, y si se junta todo lo
chosis. De hecho, los vermes de H. contortus abandonan a veces recolectado en la totalidad del intestino se pierde una in ormación
al hospedador moribundo, de modo que, durante la necropsia, se diagnóstica muy valiosa. Abrir una de estas regiones individual-
encuentran palidez y edema de los tejidos, pero ningún verme y mente, revisando con cuidado el contenido digestivo y la mucosa en
el diagnóstico correcto sigue siendo hemonchosis. busca de las ormas de menor tamaño. Muchos parásitos de perros,
gatos, caballos y cerdos son su cientemente grandes para verlos ma-
Apertura del cadáver croscópicamente, pero hay unos pocos de pequeño tamaño y que
Colocar el cadáver de los rumiantes sobre su costado izquierdo también son importantes (p. ej., Strongyloides, Trichinella). Raspar
para dejar el rumen a un lado. Los cadáveres de otras especies la mucosa del intestino delgado y examinar el producto obtenido
son casi igual de accesibles desde cualquiera de los dos lados, para detectar pequeños nematodos, coccidios y otros.
pero conviene adoptar siempre el mismo en oque para desarro- La mayor a de los nematodos parásitos importantes de los ru-
llar una imagen mental del aspecto y una localización normal de miantes son muy pequeños, y se debe tener especial cuidado para
los diversos órganos, de modo que se pueda detectar enseguida no pasarlos por alto. Una población de nematodos su ciente para
cualquier alteración. Hacer una incisión en la piel a lo largo de matar a una novilla puede pasar completamente desapercibida
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

la l nea media desde el espacio submaxilar al periné. Desplazar para un observador negligente. La siguiente técnica sirve para reali-
la piel hacia un lado, incluyendo los músculos torácicos super - zar una concentración y separación de estos vermes del contenido
ciales y con ellos el ribete pectoral, para dejar visible las costillas. digestivo y de detritos de la mucosa y, con un poco más de es uerzo,
Cortar las costillas cerca de los músculos axiales y los cart lagos proporciona una estimación del número de vermes presentes.
costales cerca del esternón. Levantar las costillas, seccionando 1. Trans erir todo el contenido del órgano objeto de estudio
en el proceso las uniones al dia ragma. Hacer una incisión en la (el abomaso es uno ácil con el que empezar) a un balde;
pared abdominal a lo largo de la l nea media, teniendo cuidado enjuagar o raspar ligeramente la super cie de la mucosa
de no per orar las v sceras. Prolongar la incisión a través del para asegurar una completa trans erencia de los vermes.
borde del pubis y refejar la pared abdominal. Separar la s n sis 2. Añadir agua tibia, mezclar y dejar reposar durante 5
pubiana o cortar los ligamentos de la articulación de la cadera y minutos aproximadamente, de orma que los vermes y los
refejar la extremidad pelviana. detritos más densos puedan sedimentar; a continuación,
decantar el sobrenadante. Repetir este proceso hasta que
Vísceras torácicas el sedimento esté ormado undamentalmente por vermes
Hacer una incisión en los músculos intermandibulares, el hioi- y restos más densos del contenido digestivo.
des y las demás inserciones, y disecar la lengua, laringe, tráquea 3. Trans erir una pequeña cantidad de sedimento a una placa
y esó ago. La retirada del corazón y de los pulmones se ve a- de Petri y examinar por transiluminación, pre erentemente
cilitada por tracción sobre la tráquea y el esó ago. Los puntos bajo una lupa o un microscopio estereoscópico. Si los
312 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-25. H evos de l nos nem todos p ás tos del pe o (×400, excepc ón de Cystoisospora canis y Spirocerca lupi; l
ep esent 100 m m d v d d en n d des de 10 m m). El h evo de Toxascaris leonina posee n c e t ncolo , ent e s es é c y
el pso d l, de s pe c e l s y n p om nente c p l píd c , q e en m est s ec entes cont ene n cél l o veces dos. Cystoisospo­
ra canis, n ooq ste de cocc d o y no n h evo de nem todo, se l st q í × 1.000 p l st lo ác l q e es lt con nd lo con
T. leonina, menos q e se dv e t l d e enc de t m ño o l senc de c p l píd c . El h evo de Toxocara canis es s es é co
de colo p do m llento, con n s pe c e n o memente ec e t de peq eñ s óve s q e c c nd n ún c cél l en m es­
t s ec entes. Los h evos de Trichuris vulpis y de los c p lá dos t enen o m de l món y poseen otones pol es. Los h evos de T.
vulpis m den n p omed o s pe o 75 m m, m ent s q e los de c p lá dos m den menos de 75 m m de lon t d.

vermes han sido obtenidos del cadáver de un animal temente pequeño como para retener los parásitos y lo bastante
muerto recientemente, se volverán muy activos en agua grande como para dejar pasar el agua y los detritos nos. A con-
tibia y pueden detectarse ácilmente y ser extra dos con tinuación, se puede invertir el tamiz y enjuagar del revés para
unas pinzas para un examen más a ondo. trans erir los parásitos y los detritos más grandes a una copa de
El intestino delgado es largo y la vida es corta. La mayor a de sedimentación. Si no se dispone de tiempo o instalaciones para
los parásitos nematodos más importantes del intestino delgado examinar el sedimento en busca de parásitos, se puede conser-
de los rumiantes pueden ser recogidos haciendo pasar un litro var en ormalina al 10% y hacerlo posteriormente. Asegurarse
de agua a través de sus 6 primeros metros. Insertar un embudo de tamizar una vez más los sedimentos conservados para elimi-
en el extremo pilórico del intestino delgado sin abrir y verter en nar la ormalina antes de intentar aislar y estudiar los parásitos;
él una cubeta de agua. Masajear el agua a lo largo de todo el esto puede ahorrarle un buen dolor de cabeza.
intestino y recogerla por el otro extremo; proceder después con Como estamos casi seguros de encontrar parásitos en ovejas,
los pasos 2 y 3 descritos antes. ganado vacuno jóvenes y caballos, se deduce que la evaluación
Una buena alternativa al paso 2 es enjuagar vigorosamente de los hallazgos de la necropsia se debe basar en la cantidad de
el sedimento sobre un tamiz con un diámetro de luz lo su cien- parásitos encontrados además de en su identi cación. Con el
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 313

n de obtener una estimación del número de vermes, sustituir


el paso 3 anteriormente descrito por el paso 3a y seguir como se
indica a continuación:
3a. Trans erir el sedimento lavado a una copa de
sedimentación graduada y rellenar con agua hasta
1 litro. Tendremos ahora suspendidos en 1 litro todos los
vermes de un determinado órgano.
4. Remover bien la suspensión y retirar una parte al cuota
de 50 ml.
5. Verter una pequeña porción de esta al cuota de 50 ml
en una placa de Petri y contar todos los vermes.
Continuar hasta agotar los 50 ml. El número de vermes
multiplicado por 20 proporciona una estimación del
número total de vermes en ese determinado órgano.
El recuento de vermes debe analizarse junto con los demás Figura 7-26. Gnathostoma spinigerum de n pe o (×400).
hallazgos de la necropsia, especialmente el estado de carnes del Este pe o pe tenecí l p op et o de n t end de m scot s
cadáver y las lesiones espec camente relacionadas con los pa- q e oc s on lmente lo l ment con los peces t op c les q e
rásitos encontrados. Sólo se atribuirá importancia etiológica a mo í n. L n ecc ón con este exót co p ás to p o lemente
Trichostrongylus o Cooperia si es evidente que el animal ha su rido e dq d po come estos peces.
diarrea intensa y prolongada. La presencia de incluso 10.000 ver-
mes de Trichostrongylus en el cadáver de un cordero bien nu- requiere anestesia general. La presencia de huevos de Pearsonema
trido con heces de consistencia dura en el recto sugiere sólo que plica en muestras ecales recientes signi ca contaminación con la
deber amos buscar más para averiguar la causa de la muerte. orina. Las muestras de orina pueden contener también huevos de
Sólo se adjudicará importancia etiológica a Haemonchus si el Dioctophyme renale, pero éstos tienen una cubierta mucho más
cadáver muestra signos de anemia. El ganado vacuno con oster- grande y rugosa que los de P. plica, y los huevos de D. renale se
tagiosis puede llegar a la emaciación incluso con una completa encuentran habitualmente en una ase bicelular cuando salen al
alimentación. Estos animales ni siquiera pierden el apetito, pero exterior. Los huevos de Ancylostoma y Uncinaria tienen una cu-
desarrollan un s ndrome de malabsorción que puede provocar bierta lisa, clara, incolora y elipsoidal, y contienen un embrión en
la muerte por inanición en medio de la abundancia. También la ase evolutiva de mórula. Los huevos de Ancylostoma caninum
es de justicia no acusar al granjero de «matar de hambre» al miden menos de 65 m m, de media, mientras que los huevos de
animal cuando, de hecho, el culpable es Ostertagia. Uncinaria stenoce ala miden más de 70 m m de longitud, de media.
La in ección mixta con estas dos especies recuentes se identi ca
PARÁSITOS DE LOS PERROS ácilmente por la presencia simultánea de huevos de tamaños di-
erentes. Gomes de Faria (1910), que describió Ancylostoma bra-
Estadios parásitos en las heces ziliense por primera vez, dio unas dimensiones de 65 por 32 m m
Los parasitismos internos más recuentes de los perros se pue- para estos huevos. Precaución: los huevos de estrongilados parási-
den diagnosticar habitualmente por el aspecto microscópico de tos de los herb voros domésticos llegan a menudo hasta las heces
los huevos, quistes o larvas que se encuentran en las heces. El de los perros por copro agia y pueden con undirse con huevos de
coprocultivo o la micrometr a pueden ser necesarios cuando uncinarias. Los huevos del orden Spirurida tienen habitualmente
es preciso llegar a una identi cación más espec ca de la que una pared lisa y contienen una larva. El más importante de estos,
puede realizarse sólo por el aspecto microscópico. Spirocerca lupi, produce huevos cil ndricos de tamaño muy pe-
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queño (30 por 12 m m), con extremos redondeados.


Huevos de nematodos
En las guras 7-25 y 7-26 se muestran algunos nematodos pa- Larvas de nematodos
rásitos de los perros. Si la muestra de heces caninas es reciente y no está contaminada
La ase de desarrollo embrionario de los huevos encontrados con tierra ni con materia orgánica, las larvas que se encuentran
en muestras ecales recientes var a entre las distintas especies de en el campo microscópico pueden ser de S. stercoralis o uno de
nematodos y nos proporciona con ello determinados criterios los siguientes metastrongiloideos: F. osleri, F. hirthi, Crenosoma
diagnósticos. En muestras ecales recientes, Toxocara, Toxasca- sp. o Angiostrongylus vasorum. El esó ago de las larvas de los
ris, Trichuris y los huevos capiláridos de Eucoleus aerophilus y metastrongyloideos es más largo que el de la larva rhabditi or-
Aonchotheca putorii, contienen una única célula. El embrión de me de primer estadio de Strongyloides, y la cola puede tener una
Ancylostoma o Uncinaria ya se ha segmentado para producir ligera curvatura como en Filaroides o una púa dorsal como en
una mórula, como lo hace el huevo capilárido de Eucoleus boeh- Angiostrongylus, mientras que el extremo caudal de las larvas de
mi. Muchos huevos de espirúridos contienen larvas de primer primer estadio de Strongyloides y Crenosoma disminuye suave-
estadio, y Strongyloides y Filaroides ya han eclosionado y apare- mente hasta la punta ( g. 7-27).
cen en las heces como larvas de primer estadio. En la gura 7-9 Si la muestra no es reciente las larvas de uncinarias se pue-
se representa el desarrollo t pico de un huevo de nematodo. den haber desarrollado y eclosionado ya. Esto recuerda en cierto
La recuperación a partir del exudado traqueobronquial de modo a las larvas rhabditi ormes de Strongyloides, pero tienen
los huevos de E. aerophilus por medio de una torunda traqueal una cápsula oral más alargada y un primordio genital menor
314 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-27. L v s de p me est d o de l nos nem todos p ás tos del pe o. Crenosoma y Filaroides spp. son ve mes p lmon es
met st on ylo deos y h t lmente no expe ment n n n ún t po de des ollo en los cop oc lt vos. L s l v s de p me est d o de
Strongyloides y Ancylostoma se p eden d st n po l s d e enc s en el t m ño el t vo del p mo d o en t l y l lon t d de l
cáps l c l. En cop oc lt vos, t nto Strongyloides como Ancylostoma, se des oll n l est d o n ect nte (v. . 7­28).

(v. g. 7-27). Si quedase alguna duda, cultivar las heces para o con materia orgánica, algunos nematodos de vida libre y sus
detectar el desarrollo de estadios in ectantes. Las larvas in ec- larvas pueden llevarnos a error. En tales circunstancias, lo mejor
tantes de tercer estadio de las uncinarias son envainadas y no es obtener una nueva muestra directamente del recto del perro.
empiezan a aparecer hasta después de 5-7 d as de incubación a
temperatura ambiente, mientras que las larvas lari ormes ho- Proglotis de cestodos
mogónicas de Strongyloides aparecen incluso a las 24-36 horas, Los proglotis o anillos ya separados de los cestodos ciclo l deos se
y las lari ormes heterogónicas surgen aproximadamente a los encuentran a menudo reptando por el periné o las heces recientes
4 d as. Las larvas lari ormes de Strongyloides son esbeltas, con de los perros in ectados (y los gatos). En la práctica, la inspección
un esó ago muy largo, y la punta de la cola se encuentra escotada con una lupa ya permite su identi cación. A veces, los propietarios
o truncada ( g. 7-28). Si la muestra está contaminada con tierra de los animales env an para identi cación objetos arrugados que
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 315

Figura 7-28. L v s n ect ntes de te ce est d o de Strongyl­


oides y Ancylostoma. L s l v s n ect ntes de Strongyloides
t enen n esó o m y elon do, y l p nt del ext emo c d l
es dent d . En e l d d, está comp est po c t o peq eñ s
p oyecc ones de l s do les l s l te les. L s l v s n ect ntes
de Ancylostoma conse v n l c tíc l (l c e t ) del se n­
do est d o, q e se p eden p ec en l so es l endo
l e mente más llá de l col del te ce est d o. L s fech s Figura 7-29. A, P o lot s desh d t dos de ten s. B, Los m s­
p nt n l conf enc eso á o­ ntest no. mos n llos desp és de n noche eh d t dos en .
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son en realidad segmentos de cestodos deshidratados ( g. 7-29, A). central de pared gruesa ( g. 7-32), y los que se han desprendido
Si se empapan en agua recobran habitualmente su aspecto ha- recientemente se dice que son parecidos a las semillas de sésamo.
bitual ( g. 7-29, B). Si todav a quedase alguna duda se puede
aplastar el segmento «reconstituido» entre dos portaobjetos uni- Huevos de cestodos
dos entre s con una cinta adhesiva. Se puede entonces identi car En la mayor a de los cestodos la segmentación y embriogénesis
el proglotis por el aspecto microscópico de los huevos y de sus del huevo tienen lugar dentro del útero del verme adulto. As es,
órganos (poro genital, cápsulas ov geras, órgano parauterino) por ejemplo, en los huevos habituales de cestodos ciclo l deos.
que pueden persistir en los anillos grávidos de diversas especies En el caso de los seudo l deos, el huevo, rodeado por las células
( gs. 7-30 a 7-33; v. también g. 7-29). Los proglotis de las tenias ov geras, no comienza a embrionar hasta que sale del útero y es
son más o menos rectangulares con un único poro genital lateral eliminado al medio ambiente.
y contienen huevos (v. gs. 7-29, 7-30 y 7-33, A). Los segmentos
de Dipylidium tienen una orma algo parecida a las semillas de Huevos de cicloflídeos
pepino, con un poro genital en cada borde lateral, y contienen Los huevos de taénidos son es éricos o subglobulares, con un
huevos agrupados en paquetes (cápsulas ov geras) (v. gs. 7-31 embrió oro radialmente estriado (una cubierta externa con or-
y 7-33, D). Los proglotis de Mesocestoides tienen un poro genital ma de concha), y contienen un embrión (oncos era o embrión
dorsal y los huevos están agrupados en un órgano parauterino hexacanto) con tres pares de ganchos (v. gs. 4-36 y 7-33, A). Si
316 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-30. P o lot s de ten en n p ep c ón po pl st ­


m ento ent e c eo jetos.

los ganchos no se ven claramente, se pueden poner de mani es-


to a veces apretando sobre el cubreobjetos con la punta de una
aguja para romper el embrió oro (v. gs. 7-33, B y 7-33, C). Los
huevos de Echinococcus son un grave problema de salud pública
y no se pueden distinguir de los de Taenia. Por tanto, en áreas
endémicas de Echinococcus la detección de huevos de taénidos
en muestras ecales caninas exige la inmediata instauración de Figura 7-32. P o lot s áv do de Mesocestoides sp.; esco y
terapia antihelm ntica y mucha precaución a la hora de manipu- s n el j .

Figura 7-33. H evos de cestodos. A, T es h evos de ten s.


B, H evo de ten , nchos no v s les. C, Oncos e s l endo
del em ó o o oto del h evo de ten de l zq e d . D, Cáps l
Figura 7-31. P o lot s de Dipylidium caninum. oví e de Dipylidium (×400).
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 317

cápsula ov gera. Los huevos de Mesocestoides son ovalados, con


una na cubierta, y contienen una oncos era.

Huevos de diflobótridos
Los huevos de di lobótridos se eliminan continuamente por los
poros uterinos de los numerosos anillos a lo largo del cuerpo
del parásito y, como consecuencia, salen con las heces inde-
pendientemente de la salida de los proglotis desprendidos. Los
huevos de Diphyllobothrium y Spirometra son ovalados con un
opérculo en uno de los polos y un pequeño tapón en el otro
( g. 7-34, A), lo que con recuencia hace di cil distinguirlos de
Figura 7-34. H evos ope c l dos (×400). A, H evo de Diphy­ ciertos huevos de trematodos ( g. 7-34).
llobothrium. B y C, H evos no dent c dos; s s p om nentes
opé c los s e en q e, s lvo po s peq eño t m ño, pod í n Huevos de acantocé alos
se h evos de Paragonimus (v. . 7­36, B). Est l st l Los huevos de acantocé alos tienen una gruesa cubierta exte-
d c lt d de d st n los h evos de Diphyllobothrium de los de rior y otra interior más na que albergan un embrión llamado
c e tos t em todos. acanthor. La super cie externa del huevo de Macracanthorhyn-
chus está elegantemente estampada ( g. 7-35).

Huevos de trematodos
Los huevos de la mayor a de los trematodos Digenea tienen un opér-
culo en uno de los polos y contienen un embrión cuyo estadio de
desarrollo var a en cada especie ( g. 7-36). Por otra parte, los hue-
vos de esquistosomas carecen de opérculo y contienen un miracidio
totalmente desarrollado que sale del huevo en cuanto éste entra en
contacto con el agua. Muchos, aunque no todos, huevos de esquis-
tosomas poseen una a lada espina. Si un perro se ha alimentado
recientemente de tejidos in ectados con trematodos, como h gado
de ovejas in ectadas con Dicrocoelium o Fasciola o v sceras de conejo
in ectadas con Hasstilesia, la presencia de mir adas de huevos de
trematodos en sus heces podr a inducir a un diagnóstico erróneo.

Figura 7-35. H evo de Macracanthorhynchus ingens (ac nt­ Ooquistes y esporoquistes de coccidios
hoceph l ) (×400). A, En oq e del c ntho . B, En oq e de l Cystoisospora
s pe c e de l c e t . Los ooquistes de Cystoisospora, Hammondia y Neospora tienen
paredes de super cie lisa e incolora, ovoide o elipsoidal, sin mi-
lar y eliminar las heces. Los huevos de dipil didos son es éricos cropilo y contienen un único esporonte cuando salen con las heces
o subes éricos con un embrió oro no estriado, contienen una del hospedador (v. g. 7-25). La esporulación se produce en 2 a
oncos era y están envueltos en una cápsula ov gera. En Dipyli- 4 d as a temperatura ambiente. El ooquiste totalmente esporulado
dium puede haber hasta 29 huevos por cápsula (v. g. 7-33, D). de Cystoisospora contiene entonces dos esporoquistes, cada uno
En Joyeuxiella y Diplopylidium hay un único huevo por cada con cuatro esporozo tos ( g. 7-37, A). Como los perros tienden
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Figura 7-36. H evos de t em todos (×400). A, Alaria sp. B, Paragonimus kellicotti. C, Nanophyetus salmincola.
318 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-37. Ooq stes de cocc d os (×1.000). A, Cystoisospora canis, espo l do. B, Eimeria spp., no espo l do. C, Eimeria sp.,
espo l do. Los ooq stes espo l dos de Cystoisospora spp. cont enen dos espo oq stes, c d no de los c les cont ene, s vez,
c t o espo ozoítos. Los ooq stes espo l dos de Eimeria spp. cont enen c t o espo oq stes, c d no de los c les cont ene, s
vez, dos espo ozoítos. Ve 7­25 p el ooq ste s n espo l de Cystoisospora canis.

a ser copro ágicos, los ooquistes de otra variedad decoccidios, grande. En los tro ozo tos de E. coli no se observan eritrocitos. En
especialmente Eimeria spp. de los herb voros, son seudoparásitos los quistes de E. coli se pueden contar hasta ocho núcleos.
muy comunes en las heces de los perros. Si la especie de Eimeria Entamoeba gingivalis, un parásito de la cavidad oral, in ecta
en cuestión tiene micropilo, u otras caracter sticas distintivas, no tanto al hombre como a los perros. En los raspados orales sólo
supondrá un problema diagnóstico ( g. 7-37, B), pero muchas es- se encuentran tro ozo tos, con un rango de tamaño que var a
pecies son di ciles de di erenciar de Cystoisospora spp. La di eren- entre 5 y 35 m m.
ciación entre Eimeria y Cystoisospora puede realizarse por cultivo
ecal para inducir la esporulación de los ooquistes. Los ooquistes Flagelados
esporulados de Eimeria contienen cuatro esporoquistes, cada uno Los tro ozo tos de Giardia tienen menos de 21 m m de largo,
de los cuales contiene dos esporozo tos ( g. 7-37, C). simetr a bilateral y son piri ormes. Sus dos núcleos con gran-
La identi cación de las especies de Cystoisospora, Hammondia des endosomas centrales aparecen como un par de ojos (v.
y Neospora requiere micrometr a. Las dimensiones en micróme- g. 7-94). Los quistes de Giardia miden menos de 12 m m de
tros del ooquiste en las especies que in ectan a los perros son las largo, son elipsoidales y contienen cuatro núcleos.
siguientes: Cystoisospora canis, 32 a 42 × 27 a 33; Cystoisospora Trichomonas y otros géneros relacionados no orman quistes
ohioensis, 19 a 27 × 18 a 23; Cystoisospora burrowsi, 17 a 22 × 16 a y se observan en las heces (habitualmente diarreicas) sólo en
19; Hammondia heydorni, 10 a 13 × 10 a 13 (Trayser y Todd, 1978), orma de tro ozo tos mononucleados.
y Neospora caninum, 11,7 × 11,3 (Lindsay, Upton y Dubey, 1999).
Ciliados
Sarcocystis Los tro ozo tos de Balantidium coli son ovoides con un citostoma
Sarcocystis spp. esporula dentro del hospedador y, a menudo, en un extremo; miden entre 25 y 150 m m de diámetro; contienen
la rágil pared del ooquiste se rompe de modo que la orma que un macronúcleo y un micronúcleo, dos vacuolas contráctiles
habitualmente se encuentra en las heces es la de esporoquiste que y algunas inclusiones, y están cubiertos por hileras de cilios (v.
contiene cuatro esporozo tos (v. g. 7-54, D). Los esporoquistes g. 3-8). Los quistes son es éricos u ovoides, miden de 40 a 60 m m
miden de 11 a 28 × 7 a 13 m m, pero no es posible distinguir las de diámetro y poseen una pared de doble membrana (v. g. 3-8).
distintas especies de Sarcocystis de los esporoquistes por micro-
metr a (Dubey, 1976). En la tabla 3-1 se exponen las relaciones de Fijación e identifcación de microflarias
hospedador de las especies más comunes de Sarcocystis. en sangre
El procedimiento más simple para demostrar la presencia de
Amebas micro larias en la sangre de perros es poner una gota de sangre
Entamoeba histolytica, un grave patógeno del hombre, puede apa- venosa heparinizada sobre un portaobjetos, añadir un cubreob-
recer en muestras ecales caninas, bien como tro ozo to o como jetos y examinar la preparación bajo los objetivos de bajos y altos
quiste. Los tro ozo tos es más probable que se encuentren en heces aumentos. Las micro larias revelan su presencia al agitar los eri-
diarreicas y los quistes en muestras de heces ormes. Los tro ozo tos trocitos que están cerca de ellas. En general, si se observan más
de E. histolytica miden de 10 a 30 m m de diámetro, y sus núcleos de 5-10 micro larias por gota de sangre serán probablemente
presentan cromatina marginal y un pequeño endosoma central. Diro laria immitis. Si se observan menos puede ser quizá una
Los tro ozo tos de E. histolytica muestran movimientos ameboides laria card aca o una in ección por otras larias parásitas. En
y habitualmente contienen eritrocitos. Los quistes maduros miden América del Norte la única otra laria identi cada en los perros
de 10 a 20 m m de diámetro y contienen cuatro núcleos. es Dipetalonema reconditum (Newton y Wright, 1956, 1957), pero
Los tro ozo tos de Entamoeba coli miden de 20 a 30 m m de diá- en ciertas otras partes del mundo es necesario conocer también
metro. Sus núcleos tienen un endosoma excéntrico relativamente otras especies. El procedimiento siguiente es unas 15 veces más
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 319

Figura 7-38. M c o l s de Diroflaria immitis y Dipetalonema reconditum (×2.000). Ve texto p l expos c ón de c cte íst c s
d e enc les.

sensible que el rotis directo y permite realizar una di erenciación malina son elementos cr ticos de esta técnica. La ormalina al 2%
más precisa de las micro larias de D. immitis y D. reconditum. consiste en 2 ml de ormaldeh do al 37% (esto es, ormalina) y
98 ml de agua destilada. Este reactivo tiende a deteriorarse duran-
Técnica de Knott (1939) modifcada te su almacenaje y debe prepararse de nuevo periódicamente.
1. Extraer una muestra de sangre venosa con una jeringuilla
que contenga un anticoagulante apropiado como ácido Di erenciación de las microflarias
etilendiaminotetraacético (EDTA) o heparina. Las micro larias de D. immitis miden de 6 a 7 m m de ancho,
2. Introducir de 1 a 2 ml de aire en la jeringuilla y mezclar mientras que las de D. reconditum miden menos de 5,6 m m. La
la sangre y el anticoagulante balanceando varias veces la medición de la longitud es un criterio di erencial más tedioso
jeringuilla para que la burbuja de aire pase varias veces a y menos able. Cuando se jan con la técnica anteriormente
lo largo de toda la longitud del émbolo. Evitar demoras descrita, las colas de las micro larias de D. reconditum tienden a
prolongadas y temperaturas extremas. Mezclar de nuevo la curvarse como un gancho de ovariectom a. El extremo anterior
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sangre inmediatamente antes de seguir con el paso 3. de las micro larias de D. immitis se va reduciendo suavemente,
3. Colocar 1 ml de sangre en un tubo de centr uga de 15 ml. mientras que el de D. reconditum mantiene aproximadamente
Añadir 10 ml de ormalina al 2%, tapar y mezclar invirtiendo el mismo diámetro en toda su longitud. El gancho ce álico de D.
y agitando el tubo. Nota: cuando se env en muestras de sangre reconditum ( g. 7-38) se puede observar con el objetivo de × 40
a un laboratorio para identi cación de micro larias, realizar de cualquier microscopio óptico estándar actual en muestras
sólo los pasos 1, 2 y 3 para prepararlas antes de su env o. preparadas por la técnica de Knott antes descrita. Para demos-
4. Esperar 2 o 3 minutos. trar el gancho ce álico no es necesario recurrir a una gota grue-
5. Centri ugar durante unos 5 minutos y decantar el sobrenadante sa ni a tinciones especiales. Al principio se requiere paciencia,
invirtiendo el tubo de centr uga una única vez. Quitar con pero, con la práctica, el gancho ce álico demuestra ser el criterio
papel absorbente la gota que queda en el borde del tubo. di erencial más rápido, ácil y able.
6. Añadir al sedimento una gota de azul de metileno al 0,1%,
mezclar y trans erir a un portaobjetos una pequeña parte Relación de los parásitos de los perros
de este sedimento teñido para su examen microscópico. por localización orgánica
Existen otras técnicas de concentración de micro larias, pero Toxoplasma gondii puede in ectar cualquier tejido de cualquier
es pre erible la de Knott porque es bastante estándar, barata e in- hospedador en orma de taquizo tos intracelulares o extracelula-
cluye la mejor técnica de preparación para muestras enviadas al res o como bradizo tos ormando quistes (v. g. 8-35). N. caninum
laboratorio. La calidad y la concentración de la solución de or- puede aparecer en órganos similares (v. gs. 3-22 y 8-36).
320 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Sistema digestivo
Boca
Protozoos
Trichomonas canistomae (Mastigophora). Se encuentra en el
borde marginal de las enc as; apatógeno.

Esó ago y estómago


Nematodos
Spirocerca lupi (Spirurida). Encontrado en nódulos brosos
de la pared del esó ago y a veces del estómago (v. gs. 8-103 a
8-105). Las larvas emigran a través de la adventicia de diversas
arterias y la aorta hasta las paredes del estómago o del esó ago.
Los adultos se enquistan ormando nódulos que comunican con
la luz de estos dos órganos. También pueden ormarse quistes
en otros órganos. La in ección crónica se mani esta por dis a-
gia, vómitos, osteosarcoma eso ágico, aneurisma aórtico (que
raramente llega a romperse) y osteoartropat a pulmonar.
Physaloptera rara y Physaloptera praeputialis (Spirurida). Los
vermes adultos (v. gs. 4-130 y 4-131) se encuentran jados a la
mucosa gástrica por su extremo anterior. La in ección puede ser
Figura 7-39. Toxocara. Ent e el esó o y el ntest no se o se ­
asintomática o puede ir acompañada de vómitos y anorexia.
v p ovent íc lo (×108).
Gnathostoma spinigerum (Spirurida). Relativamente raro en
América del Norte (v. g. 4-129). Los adultos se enquistan or-
mando nódulos en la pared de estómago. La migración larvaria Baylisascaris procyonis, el nematodo del mapache, está apa-
a través del h gado y de otros órganos es muy destructiva. La reciendo en los perros como vermes adultos. Se trata de un pa-
ruptura de los nódulos que contienen vermes adultos a la cavidad rásito peligroso porque la en ermedad zoonósica producida por
peritoneal puede constituir una auténtica urgencia médica. la ingestión de huevos embrionados puede ser grave y arriesga-
da. Aunque es una en ermedad bastante rara, se producen casos
Intestino delgado regularmente. Cuando están totalmente maduros los vermes
Nematodos tienden a ser de mayor tamaño que los de Toxocara canis o T.
Toxocara canis y T. leonina (Ascaridoidea). Toxocara po- leonina, y los huevos pueden di erenciarse porque son menores,
see un ventr culo intercalado entre el esó ago y el intestino tienen una cubierta externa rugosa (v. g. 4-125) y aparecen de
( g. 7-39), mientras que Toxascaris no lo tiene ( g. 7-40). El un color más castaño que los huevos de los dos ascáridos más
ventr culo es visible en parásitos rescos transiluminados con el recuentes del perro. Habitualmente, los perros in ectados no
microscopio estereoscópico y en espec menes jados y aclarados mani estan signos cl nicos.
con el microscopio óptico. Los ejemplares jados de gran tama-
ño se pueden disecar para determinar la presencia o ausencia
de ventr culo. El extremo distal de Toxocara es digiti orme ( g.
7-41), mientras que el de Toxascaris se va a lando hasta acabar
en punta ( g. 7-42). Las hembras de Toxocara y Toxascaris se
pueden distinguir comparando la mor olog a de los huevos en
su interior (v. g. 7-25). A la hora de adquirir habilidad diag-
nóstica, no hay que contentarse con una mera comparación de
impresiones generales de la imagen microscópica rente a un
conjunto de guras en un libro. Las personas que basan sus
diagnósticos en aspectos super ciales con unden a menudo los
huevos de Toxascaris con ooquistes de Cystoisospora canis que
miden menos de la mitad. En la gura 7-25 se han colocado
juntos un huevo de T. leonina a × 425 y un ooquiste de Cystoisos-
pora canis a × 1.000 para mostrar lo ácil que puede ser cometer
esta equivocación. Este problema se puede resolver con un ocu-
lar micrométrico, de orma más simple, al observar si existe una
distintiva capa lip dica (Toxascaris) o dicha capa está ausente
(Cystoisospora). Los ascáridos pueden producir obstrucción del
intestino delgado e inter erir con la digestión y la movilidad
intestinal ( g. 7-43). Como signos cl nicos se pueden observar
diarrea mucosa, vómitos, distensión abdominal y emaciación.
La in ección con T. leonina es menos patógena y habitualmente Figura 7-40. Toxascaris. No h y p ovent íc lo ent e el esó o
sólo provoca diarrea y vómitos en el peor de los casos. y el ntest no (×108).
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 321

Figura 7-43. Toxocara canis en el ntest no de n pe o en l


nec ops .

ricos, en cuyo caso se encontrarán muchos parásitos ya desprendi-


dos. Los preadultos de A. caninum penetran en la mucosa de orma
muy pro unda y destructiva ( g. 7-44), y los ganglios lin áticos
mesentéricos pueden aparecer hemorrágicos como consecuencia
de una in ección muy intensa durante la ase prepatente. El adulto
de A. caninum es de color rojizo, mientras que A. braziliense y U.
stenocephala son blanco-grisáceos. Sin embargo, el color rojo de A.
caninum desaparece rápidamente tras la jación. Los espec menes
se pueden di erenciar por examen microscópico de sus estructuras
orales: A. caninum tiene tres pares de dientes puntiagudos en el
borde ventral de la cápsula bucal, A. braziliense tiene una pareja
Figura 7-41. Toxocara. El ext emo c d l del m cho es d t ­ de dientes puntiagudos y U. stenocephala presenta un par de placas
o me (×108). redondas en vez de dientes (v. g. 4-95). A. caninum succiona mu-
cha más sangre que cualquiera de las otras especies de uncinaria
Ancylostoma caninum, A. braziliense y U. stenocephala (Ancy- que a ectan a los perros. Los cachorros lactantes pueden padecer
lostomatoidea). Las uncinarias maduras se encuentran jadas a la in ecciones sobreagudas como consecuencia de la transmisión lac-
mucosa con la cápsula bucal a menos que el cadáver se haya en ria- togénica de larvas de esta especie; la in ección puede ser mortal. Los
do ya o el hospedador haya muerto de una sobredosis de barbitú- cachorros a ectados presentan mucosas pálidas, y pueden presentar
heces l quidas con sangre parcialmente digerida.
S. stercoralis (Rhabditoidea). Las minúsculas (2,2 mm) hem-
bras parásitas partenogenéticas (v. g. 4-108) se pueden encon-
trar en raspados de la mucosa. Los signos cl nicos var an desde
ausencia de sintomatolog a hasta diarrea acuosa.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 7-42. Toxascaris. El ext emo c d l del m cho d sm n ­ Figura 7-44. Hem de Ancylostoma caninum dhe d l
ye d lmente (×168). m cos ntest n l en n p nto de l ment c ón.
322 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Trichinella spiralis (Trichinelloidea). Los pequeños adultos se


encuentran jados por toda la mucosa del duodeno y producen a-
ses inmaduras que penetran en la mucosa intestinal (v. g. 4-148).
Pueden aparecer vómitos o diarrea leve.

Cestodos
T. pisi ormis, Taenia hydatigena, Taenia ovis, Taenia multiceps
y Taenia serialis (Taeniidae). Habitualmente, los cestodos adul-
tos ( g. 7-45; v. también gs. 4-33 a 4-35 y 4-37) no producen
signos cl nicos signi cativos.
E. granulosus y E. multilocularis (Taeniidae). Habitualmente, los
cestodos adultos (v. g. 4-43) no producen signos signi cativos.
Dipylidium caninum, Diplopylidium y Joyeuxiella (Dipylidii-
dae). Habitualmente sin signos cl nicos ( g. 7-46; v. también
gs. 4-55, 7-31 y 7-33), la in ección puede provocar impacta- Figura 7-46. Dipylidium caninum en el ntest no de n pe o
ción en cachorros jóvenes. d nte l nec ops .
Mesocestoides spp. (Mesocestoididae). Habitualmente, la in-
ección no produce signos cl nicos (v. gs. 4-58 y 7-32). Nanophyetus salmincola (1,1 mm, v. g. 4-13) y Sellacotyle mus-
Diphyllobothrium latum (Diphyllobothriidae). Habitual- telae (0,4 mm) (Troglotrematidae) tienen orma ovoide y piri or-
mente, la in ección no produce ningún signo cl nico (v. gs. 4-25, me, respectivamente, y cuerpos espinosos y ventosas bien desarro-
4-26 y 7-34, A). llados. N. salmincola es hospedador de Neorickettsia helminthoeca,
que produce el envenenamiento por salmón en los perros. Entre los
Trematodos signos cl nicos se incluyen enteritis hemorrágica y lin adenopat a.
Alaria americana (5 mm), Alaria arisaemoides (10 mm), Ala-
ria canis (3,2 mm) y Alaria michiganensis (1,9 mm) (Diplosto- Acantocé alos
matidae) (v. g. 4-22). Oncicola canis es pequeño (14 mm) y usi orme (v. g. 4-161).
Mesostephanus appendiculatum (1,8 mm) y Mesostephanus Macracanthorhynchus ingens es muy grande (v. gs. 4-155 y 7-35);
longisaccus (1 mm) (Cyathocotylidae). Estos ciatocot lidos se los perros adquieren la in ección al ingerir mil podos, y la diarrea
parecen a Alaria en que tienen un órgano triboc tico bulboso, es el principal signo cl nico.
pero di eren en que no están divididos en regiones corporales,
anterior y posterior, bien di erenciadas. Protozoos
Echinochasmus schwartzi (2,1 mm) (Echinostomatidae) es lagelad s. Los tro ozo tos de Giardia canis (v. g. 7-94)
un esbelto equinostomátido con un collar de espinas que rodea se pueden visualizar sobre la mucosa del intestino delgado en
a la ventosa oral. raspados examinados al microscopio. Puede producir diarrea y
Apophallus venustus (1,4 mm), Cryptocotyle lingua (2,2 mm) y vómitos, habitualmente en los animales más jóvenes. Otros pe-
Phagicola longa (1,2 mm) (Heterophyidae). Los perros que ingie- rros in ectados pueden no mani estar signos cl nicos pero tener
ren pescado y adquieren C. lingua pueden su rir enteritis grave. periódicamente heces blandas muy malolientes. A menudo se
Plagiorchis spp. Este pequeño (1,2 mm) plagiórquido tiene excretan quistes sin otros signos cl nicos.
un cuerpo en orma de huso, espinoso, con ventosas bien desa- C ccidi s. Los ooquistes de Cystoisospora canis, C. ohioensis,
rrolladas; el poro genital se encuentra en posición anterior a la C. burrowsi, H. heydorni y N. caninum (Apicomplexa) contienen
ventosa ventral. un único esporonte cuando salen con las heces (v. g. 7-25). Los
esquizontes, los gamontes y los ooquistes también pueden encon-
trarse en cortes histológicos o en raspados de la mucosa. Estos
coccidios dañan los enterocitos del hospedador. Los animales
jóvenes y los inmunode cientes son los a ectados con mayor re-
cuencia. El principal signo cl nico es la diarrea, que es habitual-
mente acuosa pero también puede contener moco o sangre.
Sarcocystis cruzi, Sarcocystis ovicanis, Sarcocystis miescheria-
na, Sarcocystis bertrami, Sarcocystis ayeri y Sarcocystis hemioni-
latrantis (v. tabla 2-1 y g. 7-54) (Apicomplexa) desarrollan es-
tadios sexuales en la mucosa, habitualmente sin signos cl nicos.
Cryptosporidium canis (Apicomplexa) tiene una ase de tamaño
diminuto sobre los bordes apicales de los enterocitos, que ser a di -
cil ver sin e ectuar cortes histológicos. La mayor a de las in ecciones
se produce en perros menores de 6 meses o inmunode cientes.

Ciego y colon
Nematodos
T. vulpis (Trichuroidea) ( g. 7-47; v. también gs. 4-151,
Figura 7-45. Ext emos nte o es de Taenia pisi ormis y á e s 4-153, 7-25, 8-113 y 8-114). En pequeñas cantidades estos ver-
de j c ón de t es escólex. mes se encuentran en el ciego; en in ecciones más intensas los
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 323

dae) in ectan los conductos biliares (v. g. 4-10); las in ecciones


son habitualmente asintomáticas, a menos que exista una gran
cantidad de vermes, en cuyo caso se puede producir una grave
dis unción hepática.
Los huevos de Heterobilharzia americana (Schistosomatidae)
se encuentran en los tejidos y están rodeados por una reacción
granulomatosa, que en el caso del h gado puede ir acompañada
de elevación de las enzimas hepáticas. Recogiendo y lavando
el contenido del sistema vascular hepático con suero salino se
pueden obtener un gran número de trematodos adultos. Los
signos cl nicos son inespec cos y pueden consistir en anorexia,
letargo, pérdida de peso y diarrea.

Peritoneo y cavidad peritoneal


Larvas de cestodos
Los tetratiridios de Mesocestoides (v. gs. 8-65 a 8-67) pueden
producir in ecciones masivas como consecuencia de su multi-
Figura 7-47. Ext emos c d les de ve mes Trichuris vulpis en plicación asexual, lo que puede provocar diarrea, distensión
l m cos del c e o; l s po c ones nte o es de los ve mes abdominal, dolor y debilidad general.
están em e d s en l m cos .
Nematodos
vermes se encuentran también con su extremo anterior embebi- D. renale es un verme gigante (de hasta 1 m, Trichinelloidea) de
do en la mucosa del colon y del recto. La mayor a de los perros no color rojo que vive en la cavidad peritoneal o en la pelvis renal (v.
presenta signos cl nicos. Los perros pueden tener diarrea, carac- g. 4-146). Aparte de la presencia ocasional de los adultos libres en
terizada por hematoquexia, con a ección del intestino grueso; la la cavidad peritoneal, las larvas de tercer estadio atraviesan dicha
presencia de moco y tenesmo son los signos cl nicos principales. cavidad peritoneal en su camino hacia el h gado, donde mudan al
La diarrea puede conducir a deshidratación o a seudoinsu ciencia cuarto estadio. Estas larvas de cuarto estadio cruzan de nuevo la
corticosuprarrenal en perros de mediana edad y en los más viejos cavidad peritoneal antes de penetrar en la cápsula renal. Se puede
como consecuencia de la pérdida de l quido isotónico con pro- producir una peritonitis de sero brinosa a brinosa crónica.
ducción de hiponatremia, acidosis metabólica e hiperpotasemia.
Sistema respiratorio
Protozoos Fosas nasales
E. histolytica y E. coli son amebas que orman quistes. Los Nematodos
tro ozo tos de E. histolytica pueden contener eritrocitos ago- Eucoleus (Capillaria) boehmi (Trichinelloidea) puede provo-
citados. En los perros la in ección por estos organismos parece car estornudos.
muy poco recuente en Estados Unidos.
Artrópodos
Trichomonas spp. y Pentatrichomonas hominis son fagelados
Pneumonyssoides caninum (Mesostigmata) ( g. 7-48; v. tam-
que habitan en las mucosas y no orman quistes. Se pueden detec-
bién g. 8-8). Los signos cl nicos incluyen estornudos inversos,
tar por examen de las secreciones mucosas y se lisan en el agua, por
secreción nasal crónica, irritación nasal y ep staxis. La infama-
lo que es necesario realizar las preparaciones con suero salino.
ción de la cavidad nasal puede provocar hiposmia.
B. coli (ciliado) (v. g. 3-8) ha producido colitis en perros en
muy raras ocasiones.
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Hígado y páncreas
Nematodos
Toxocara canis y T. leonina (Ascaridoidea) invaden a veces
de orma errática el colédoco o el conducto pancreático produ-
ciendo obstrucción o ruptura.
Calodium (Capillaria) hepaticum (Trichinelloidea) (v. g.
8-117) se encuentra en el h gado de los perros, habitualmente
como hallazgo casual en la necropsia.
Larvas de nematodos
Toxocara canis (Ascaridoidea) se encuentra en orma de
larvas encapsuladas ampliamente distribuidas en los animales
adultos, especialmente en músculo esquelético y riñones, pero
también en el h gado.
Filaroides spp.
Trematodos Figura 7-48. Ác os Pneumonyssoides caninum (Mesost m ­
Opisthorchis tenuicollis, Opisthorchis viverrini, Clonorchis t , H l chn d e) en los senos n s les de n pe o d nte l
sinensis, Metorchis albidus y Metorchis conjunctus (Opisthorchii- nec ops . (Po co tesí del D . John M. K n .)
324 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Linguatula serrata (130 mm, Pentastomida). Estos parásitos Los amastigotes de Trypanosoma cruzi (hemofagelado) en
hemató agos vermi ormes viven en la cavidad nasal y los senos el músculo card aco producen miocarditis aguda por invasión
paranasales. Pueden producir ep staxis, infamación y di cultad miocárdica y ciclos de multiplicación y ruptura celular. Cl ni-
respiratoria. camente, se puede observar debilidad general, intolerancia al
ejercicio, s ncope, lin adenopat a, palidez de mucosas, signos
Tráquea y bronquios neurológicos, y signos de insu ciencia card aca derecha o iz-
Nematodos quierda que se mani estan en el electrocardiograma (ECG)
F. osleri (Metastrongyloidea) (v. gs. 4-105 y 7-27). F. osleri por acortamiento del complejo QRS y bloqueo card aco. La
se observa en nódulos cerca de la bi urcación traqueal produ- in ección crónica puede progresar a miocardiopat a dilatada, y
ciendo signos cl nicos de di cultad respiratoria. los perros pueden mostrar signos de debilidad, intolerancia al
Crenosoma vulpis (Metastrongyloidea) (v. gs. 4-102 y 7-27) ejercicio, s ncope, taquicardia ventricular y muerte súbita.
son vermes pequeños (16 mm) que se encuentran en la mucosa
bronquial y bronquiolar, produciendo de orma caracter stica Nematodos
signos de tos crónica, disnea e intolerancia al ejercicio. D. immitis (300 mm, Filarioidea) vive en el ventr culo derecho,
Eucoleus (Capillaria) aerophilus (Trichinelloidea) provoca tos. aur cula derecha, arterias pulmonares y, raramente, en las venas
cavas (v. gs. 4-137 y 7-38). Los vermes adultos viven en las arte-
Parénquima pulmonar rias pulmonares y producen signos cl nicos que indican a ección
Nematodos card aca, pulmonar, hepática y renal. En las in ecciones intensas
F. hirthi y Filaroides milksi (Andersonstrongylus milksi) los vermes pueden invadir el lado derecho del corazón y producir
(Metastrongyloidea) (Georgi, 1975, y v. gs. 4-69, 7-27, 8-89 insu ciencia card aca congestiva y ascitis. Entre los signos cl ni-
y 8-90). La mayor a de los perros son asintomáticos, pero los cos pueden aparecer tos, intolerancia al ejercicio, disnea, s ncope,
inmunode cientes pueden mostrar signos de neumon a grave hepatomegalia y tonos pulmonares y card acos anómalos a la aus-
que puede llegar a ser mortal. cultación. También se puede producir un s ndrome de vena cava
D. immitis (Filarioidea) (v. gs. 4-137 y 7-38) son vermes como consecuencia de la obstrucción por vermes adultos.
grandes (30 cm) que provocan in artos pulmonares. A. vasorum (25 mm, Metastrongyloidea) es mucho más pequeño
que D. immitis y se sitúa en las rami caciones de las arteriales pulmo-
Larvas de nematodos nares. Las larvas de primer estadio, que se parecen a las de Aeluros-
Durante su migración, las larvas de algunos nematodos pue- trongylus (v. g. 7-52), salen al exterior con las heces del hospedador.
den producir hemorragias petequiales, áreas de necrosis ocal e Los perros pueden experimentar intolerancia al ejercicio, pérdida de
infamación nodular del tejido pulmonar. Este tipo de lesiones peso, edema subcutáneo secundario a la presencia de insu ciencia
se investigan realizando preparaciones de muestras aplastadas card aca congestiva y de lesión pulmonar, o coagulopat as.
entre dos portaobjetos y por la técnica de Baermann. La identi- Larvas de Toxocara canis (Ascaridoidea) en el músculo card aco.
cación de larvas de nematodos en preparaciones histológicas
se describe en el cap tulo 8. Venas portales y mesentéricas
Los huevos y las larvas de A. vasorum (Metastrongyloidea) Trematodos
producen lesiones respiratorias, y los signos cl nicos son va- Heterobilharzia americana (Schistosomatidae) (v. gs. 4-24 y
riables. Los perros pueden presentar intolerancia al ejercicio, 8-50) produce patolog a por la presencia de huevos que erosio-
pérdida de peso, edema subcutáneo secundario a insu ciencia nan la mucosa intestinal y provocan reacciones granulomatosas
card aca congestiva y lesión pulmonar, o a coagulopat as. en el h gado.
Las larvas lari ormes de S. stercoralis (Rhabditoidea) (v.
g. 7-28) son larvas migratorias que pueden producir también Sangre
áreas hemorrágicas con equimosis y petequias por todo el pa- Micro larias de nematodos
rénquima pulmonar. D. immitis y D. reconditum (Filarioidea) (v. g. 7-38).
A. caninum, A. braziliense y U. stenocephala (Ancylostoma-
toidea) (v. g. 7-28). Protozoos
Las larvas migratorias de Toxocara canis (Ascaridoidea) Babesia canis (Apicomplexa) (v. g. 3-28) sólo se evidenciará
( g. 7-51) pueden producir neumon a. en una necropsia si se realizan rotis de sangre. Los signos cl ni-
Micro larias de D. immitis (Onchocercidae). cos de la babesiosis canina son palidez de las mucosas, ictericia
conjuntival, hemoglobinemia y hemoglobinuria, abatimiento,
Trematodos debilidad general, ebre, anorexia y esplenomegalia.
Paragonimus kellicotti (Troglotrematidae) (v. gs. 4-14, 4-15 Los trypomastigotes de T. cruzi (hemofagelado) pueden ser
y 7-36, B) vive en quistes llenos de trematodos que están rodea- escasos en los rotis de sangre. Para la búsqueda de amastigotes
dos por grandes áreas de tejido de granulación alrededor de los examinar cortes histológicos del músculo card aco (v. g. 8-17).
huevos que emiten los adultos. Estos parásitos pueden producir
una intensa disminución de la unción pulmonar. Músculo esquelético
Protozoos
Sistema circulatorio N. caninum (v. g. 2-20, Apicomplexa) produce patolog a prin-
Arteria pulmonar, corazón derecho y venas cavas cipalmente en perros menores de 6 meses, que muestran signos de
Protozoos parálisis. Las extremidades pelvianas su ren mayor a ección que
T. gondii, en músculo card aco (Apicomplexa). las torácicas y aparecen signos de atro a muscular progresiva.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 325

Figura 7-49. Dracunculus insignis desc e to en n d secc ón


de n pe o en n cl se de n tomí en 1966.
Figura 7-50. Les ones p od c d s po Toxocara canis en ño­
nes c n nos.

Larvas de nematodos
T. spiralis (Trichinelloidea) (v. gs. 4-150, 7-92 y 8-116) no Sistema urogenital
produce habitualmente signos cl nicos en perros. Riñón
Las larvas de A. caninum (Ancylostomatoidea) están presentes Nematodos
en orma de vacuolas en el interior de las bras musculares, con D. renale (hasta 1 metro, Trichinelloidea) es un gusano rojo
poca o ninguna evidencia de reacción orgánica (v. g. 8-86). de gran tamaño que se localiza en la pelvis renal o la cavidad
peritoneal (v. g. 4-146). El riñón derecho es el a ectado con
Tejido conjuntivo mayor recuencia. Entre los signos cl nicos se incluye hipertro a
Protozoos del riñón derecho, hematuria, in ecciones de las v as urinarias y,
Hepatozoon americanum (Apicomplexa) puede producir en raras ocasiones, insu ciencia renal si se ven a ectados ambos
miositis y proli eración ósea perióstica con cambios que pue- riñones.
den ser evidentes en los estudios radiológicos. Los organis-
mos pueden ormar grandes quistes en los músculos y atro a Larvas de nematodos
muscular, hiperestesia, y el animal puede mostrar intoleran- Las larvas de Toxocara canis (Ascaridoidea) ( gs. 7-50 y
cia a moverse. 7-51) pueden producir lesiones nodulares en los riñones, pero
habitualmente no originan signos cl nicos.
Nematodos Las larvas de A. caninum (Ancylostomatoidea) penetran en
D. reconditum (32 mm, Filarioidea) (v. g. 4-145), sin signos las células musculares de los perros.
cl nicos.
Estadios migratorios y migración ectópica de los adultos de Vejiga urinaria
D. immitis (300 mm, Filarioidea) (v. g. 4-135). Nematodos
Dracunculus insignis (360 mm, Spirurida) ( g. 7-49, y v. gs.
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Pearsonema (Capillaria) plica (60 mm, Trichinelloidea) se


4-127, 4-128 y 8-108) produce nódulos subcutáneos con pio- puede encontrar en el epitelio de la vejiga urinaria y habitual-
derma y eritema ocal. Se pueden ver salir larvas de cola larga mente no produce signos cl nicos. En in estaciones masivas los
de estos nódulos. perros pueden mani estar polaquiuria, disuria, hematuria y es-
tranguria.
Larvas de insectos
Las larvas de Cuterebra (30 mm, Cuterebridae) (v. gs. 2-31, Sistema nervioso
2-32, 8-1 y 8-2) migran a la piel para crear un rezno. La piel Cerebro y médula espinal
puede mostrarse sensible en esta área, y quizá exista una stula Protozoos
de drenaje. Se pueden observar los espiráculos de las larvas que N. caninum (Apicomplexa) (v. g. 3-22) puede aparecer en
sobresalen de la stula, y las larvas se pueden extraer por la perros viejos, produciendo signos neurológicos a nivel central
abertura. que incluyen convulsiones y temblores, mientras que la a ección
Cochliomyia hominivorax (17 mm, Calliphoridae) (v. gs. cerebelosa provocará un dé cit postural.
2-12 y 2-19).
Phaenicia sericata, Phormia regina y Protophormia terraeno- Nematodos
vae (17 mm, Calliphoridae) (v. gs. 2-12 y 2-19). En raras ocasiones larvas de Baylisascaris spp. (Ascari-
Wohl ahrtia vigil y Wohl ahrtia opaca (Sarcophagidae) (v. doidea) han producido en ermedad neurológica en perros
g. 2-19). (Thomas, 1988).
326 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

lesiones cutáneas son eritematosas y pueden estar cubiertas por


un exudado seborreico amarillento. Como consecuencia del
intenso prurito, los animales se pueden producir a s mismos
graves traumatismos en la piel.
Otodectes cynotis (Psoroptidae) (v. g. 2-111) origina otitis
que puede avorecer in ecciones secundarias.
Demodex canis (Demodicidae) (v. gs. 2-115 y 8-6) se puede
encontrar en perros, normalmente en escasa cantidad, y habitual-
mente no produce en ermedad. La demodicosis puede ser un pro-
blema localizado, que a ecta generalmente a la cara y se presenta
en orma de alopecia y descamación alrededor de los ojos y la
boca. La demodicosis generalizada produce grandes placas alopé-
cicas descamativas, coalescentes y eritematosas en cabeza, tronco y
extremidades. También puede haber oliculitis y urunculosis, y es
t pica la existencia de lin adenopat a generalizada. Las in ecciones
bacterianas secundarias producen infamación y exudación.
Cheyletiella yasguri (Cheyletidae) (v. g. 2-116) no produce
signos cl nicos habitualmente; podr a en ocasiones originar
dermatitis leve.

Larvas de nematodos
Las larvas de Rhabditis strongyloides (Rhabditida) (v. gs. 4-107
y 8-72) producen una dermatitis hiperémica pruriginosa. Habitual-
mente, las larvas son de vida libre y se alimentan de materia orgáni-
ca en descomposición, y por ello las lesiones se distribuyen de orma
caracter stica por áreas del cuerpo que entran en contacto con la
tierra, como las extremidades y la cara ventral de tórax y abdomen.

Figura 7-51. L v de Toxocara en el hí do de n conejo (×250). PARÁSITOS DE LOS GATOS


Estadios parásitos encontrados en las heces
Los gatos comparten algunos parásitos (p. ej., T. leonina, Eucoleus
Ojo [Capillaria] aerophilus, D. caninum, P. kellicotti) con los perros,
Nematodos y en raras ocasiones se pueden producir in ecciones cruzadas.
Toxocara canis (Ascaridoidea) se ha encontrado en raras oca- En otras partes del mundo, los gatos y los perros pueden com-
siones en la retina (Hughes, Dubielzig y Kazacos, 1987). partir numerosos trematodos adquiridos al ingerir pescado. Sin
D. immitis (Filarioidea) (v. gs. 4-137 y 7-38) puede aparecer de embargo, los parásitos más comunes del gato ( gs. 7-52 a 7-54)
orma errática en la cámara anterior del ojo o en el espacio epidural. son especies di erentes de los géneros encontrados en perros (p.
Thelazia cali orniensis (19 mm, Spirurida) (v. g. 4-132) pue- ej., Toxocara cati, Ancylostoma tubae orme, Cystoisospora elis).
de encontrarse a veces en el saco conjuntival y en los conductos
de las glándulas lagrimales. Huevos y larvas de nematodos
Los nematodos más comunes del gato son T. cati y A. tubae or-
Piel y pelo me; en el sudeste de Estados Unidos, un considerable porcentaje
Insectos de los huevos de uncinaria podr a ser también de A. braziliense.
D pteros adultos. Los gatos pueden albergar T. leonina, pero esto parece ser ahora
L. setosus (Anoplura) (v. g. 2-39). menos recuente de lo que ue en épocas pasadas. En los gatos
Trichodectes canis (Mallophaga) (v. g. 2-47). el seudoparasitismo es habitualmente consecuencia de la pre-
Heterodoxus spiniger (Mallophaga) tiene antenas en orma de dación más que de la copro agia. Por ejemplo, en el h gado de
maza que se alojan en unos surcos ce álicos, y el borde anterior de roedores in ectados se acumulan huevos de Calodium (Capilla-
la cabeza es puntiagudo. Este insecto se restringe a climas cálidos. ria) hepaticum que pueden encontrarse en las heces de un gato
Ctenocephalides canis, Ctenocephalides elis, Pulex irritans y Echid- que se haya alimentado con uno de esos roedores (v. g. 8-117).
nophaga gallinacea (Siphonaptera) (v. gs. 2-52 a 2-54 y 2-56). A menudo, la in ección elina por Trichuris suscita un vivo
debate porque sus raras apariciones en gatos de Norteamérica
Arácnidos contradicen la creencia ancestral de que no existe en absoluto.
Rhipicephalus sanguineus, Dermacentor variabilis, Dermacentor De todos modos, tiene en realidad poca importancia práctica
andersoni, Amblyomma americanum, Amblyomma maculatum, aparte de su tendencia a complicar el diagnóstico di erencial de
Ixodes spp. y otros (Ixodidae) (v. gs. 2-69, 2-70 y 2-74 a 2-90). capilariasis pulmonar y vesical. Los gatos son hospedadores de
El ácaro Sarcoptes scabiei (Sarcoptidae) (v. gs. 2-102 y 8-3) algunos capiláridos, habitualmente E. aerophilus en el sistema
produce alopecias que habitualmente respetan el dorso. Las respiratorio y A. putorii en el estómago e intestino delgado.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 327
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Figura 7-52. Nem todos p ás tos del to. Los h evos de Toxocara cati son más peq eños y del c dos q e los de Toxocara canis (v.
. 7­25). Toxascaris leonina es n p ás to q e n ect tos y pe os. El h evo de est p ocede de n t e. Trichuris spp. son
p ás tos poco ec entes en tos no te me c nos. El h evo de Trichuris l zq e d se o se vó en l s heces de n to de P e to
r co en el q e, d nte l nec ops , se encont ó q e contení t es hem s d lt s de Trichuris sp. El h evo de l de ech , p ocedente
de n to del est do de N ev Yo k, e dent c do p es nt v mente como Trichuris sp. po s est ech semej nz ( excepc ón de
n meno t m ño) con Trichuris vulpis (v. . 7­25). L s l v s de Aelurostrongylus abstrusus p eden se dent c d s po l c os
o m de s ext emo c d l.
328 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-53. H evos de pl telm ntos del to.


A, Taenia taeniae ormis. Este h evo de cesto­
do posee n em ó o o d lmente est do y
cont ene n oncos e tot lmente des oll d .
B, Spirometra mansonoides. Este h evo de ces­
todo d lo ót do t ene n cáps l ope c l d
y cont ene n em ón s n des oll . C, Platy­
nosomum astosum. Este h evo de t em todo
d c ocoél do t m én posee n cáps l ope ­
c l d , pe o cont ene n m c d o tot lmente
des oll do.

Huevos y proglotis de cestodos conductos biliares y conducto pancreático, osas nasales, pul-
Comúnmente, los gatos son hospedadores de cuatro cestodos, mones y vasos sangu neos. En todos los casos los huevos salen
aunque también pueden in ectarse con D. latum y con algunas al exterior a través de las heces. Los huevos de la mayor a de
otras especies menos recuentes. Estos cuatro cestodos habitua- estos trematodos son operculados, excepto los de Schistosoma-
les en gatos de América del Norte son Spirometra mansonoides, tidae. Algunos de los huevos ya están embrionados cuando se
Taenia taeniae ormis, D. caninum y Mesocestoides spp. Los hue- excretan por las heces (p. ej., los de Platynosomum astosum),
vos de Spirometra spp. son de color marrón, bastante elongados mientras que otros (p. ej., los de P. kellicotti) contienen el cigoto
y operculados. Los huevos de T. taeniae ormis son casi es éricos. rodeado por una cubierta ov gera. Algunos huevos pueden ser
En el caso de gatos que usan bandejas higiénicas con arena, sus bastantes grandes, como los de Alaria spp., mientras que otros
dueños advierten con recuencia los anillos o proglotis expulsa- son muy pequeños, como los de Metagonimus spp.
dos por los gatos con las heces: los proglotis rectangulares son
de tenias, los que tienen orma de pepitas de pepino son de D. Cystoisospora, Hammondia, Besnoitia y Toxoplasma
caninum y los más pequeños, con orma de semilla de sésamo, Las especies de Cystoisospora que in ectan a los gatos son total-
corresponden a especies de Mesocestoides. Los gatos pueden mente distintas de las que in ectan a los perros. El ooquiste de
in ectarse con algunas especies de Echinococcus, pero esta in ec- mayor tamaño es el de Cystoisospora elis. Los ooquistes de
ción es menos probable que en los perros. Cystoisospora rivolta son de tamaño medio. Hay varias especies
y géneros que producen ooquistes aún menores, como Besnoitia
Huevos de trematodos darlingi, Besnoitia wallacei y Besnoitia jellisoni, junto con T. gondii
En todo el mundo los gatos son hospedadores de aproxima- y Hammondia hammondi. Un cuidadoso estudio con microme-
damente 100 o más especies de trematodos (Bowman y cols., tr a permite la di erenciación de las especies con ooquistes de ma-
2002). Estos trematodos habitan en la boca, tubo digestivo, yor tamaño, pero, desgraciadamente, la especie más importante,

Figura 7-54. Ooq stes de cocc d os de


los tos. A, Cystoisospora elis (×1.000).
B, Cystoisospora rivolta (×2.000). C, Toxo­
plasma gondii (×2.000). D, Sarcocystis sp.
(×2.000). Los espo oq stes de Sarcocys­
tis l e dos po pt de l p ed del oo­
q ste son sólo l e mente m yo es q e T.
gondii, pe o son ovo des más q e s es é­
cos y cont enen c t o espo ozoítos c d
no.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 329

TabLa 7-1
D mens ones de los ooq stes de p ás tos del to
Especie Dimensiones del ooquiste (m m)

C. elis 38-51 × 27-39


Cystoisospora rivolta 21-28 × 18-23
Besnoitia darlingi 11-13 × 11-13
Besnoitia wallacei 16-19 × 10-13
Toxoplasma gondii 11-13 × 9-11
Hammondia hammondi 11-13 × 10-12

Toxoplasma, se sigue con undiendo con Hammondia. Hasta que


se pueda resolver este dilema, los ooquistes menores de 14 m m
deben ser identi cados como Toxoplasma, sencillamente por Figura 7-55. Physaloptera praeputialis en el estóm o de n
adoptar la decisión más segura (v. g. 7-54 y tabla 7-1). to.

Sarcocystis P. praeputialis y P. rara (Spirurida) (Fig. 7-55; v. también


Sarcocystis esporula dentro del hospedador, y la rágil pared del gs. 4-130 y 4-131), con su extremo anterior adherido a la
ooquiste se rompe con recuencia. Por tanto, las ormas que mucosa gástrica, se puede diagnosticar por endoscopia y puede
habitualmente se observan en las heces son esporoquistes que producir vómitos.
miden 9-12 m m × 7-12 m m y que contienen cuatro esporozo tos Ollulanus tricuspis (1 mm, Trichostrongyloidea) (v. g. 4-80)
(v. g. 7-54). No es posible distinguir ácilmente especies de vive en la pared del estómago de los gatos in ectados y produce
Sarcocystis por micrometr a. gastritis crónica que provoca vómitos, anorexia, pérdida de peso
y, posiblemente, la muerte.
Cryptosporidium Aonchotheca (Capillaria) putorii (Trichinelloidea) (v. g. 7-52)
Los ooquistes de Cryptosporidium elis se detectan mejor con no produce habitualmente signos cl nicos; se ha descrito que pue-
la técnica de fotación en solución saturada de sacarosa. Como de originar per oración de la mucosa caudal del p loro.
los ooquistes apenas miden 5 m m de diámetro, los portaobjetos
deben examinarse con el objetivo de mayor aumento. Los oo- Intestino delgado
quistes de Cryptosporidium tienden a quedar en el plano ocal Nematodos
inmediatamente por debajo del cubreobjetos (esto es, en la par- La in ección por T. cati (Ascaridoidea) ( g. 7-56; v. también
te alta de las burbujas de aire) (v. g. 3-16). gs. 4-123, 7-39 a 7-42 y 7-52) no cursa habitualmente con sig-
nos cl nicos excepto en in ecciones masivas.
Relación de los parásitos de los gatos De orma t pica, la in ección por T. leonina (Ascaridoi-
por localización orgánica dea) (v. gs. 4-123, 7-39 a 7-42 y 7-52) no mani esta signos
T. gondii puede in ectar cualquier tejido de cualquier hospe- cl nicos.
dador en orma de taquizo tos intracelulares o extracelulares A. tubae orme (Ancylostomatoidea) (v. gs. 4-95, 4-96, 4-
o como bradizo tos en el interior de quistes (v. gs. 3-21 y 98 y 7-52) no produce habitualmente signos cl nicos, pero los
8-35). La reproducción sexual con ormación de ooquistes (v. gatos pueden perder peso y presentan anemia regenerativa, con
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

g. 7-54) sólo se produce en la mucosa intestinal de los gatos y


demás miembros de la amilia Felidae.

Sistema digestivo
Boca
Protozoos
Trichomonas elistomae (fagelado) se encuentra en los már-
genes de las enc as y se observa principalmente en gatos in ec-
tados con el virus de la inmunode ciencia elina (FIV), virus de
la leucemia elina (FeLV), con peritonitis elina in ecciosa (FIP)
o en gatos que padecen gingivitis; es apatógena.

Estómago y esó ago


Nematodos
G. spinigerum (Spirurida) (v. g. 4-129), cuyo extremo ante-
rior se ja a la mucosa del estómago, puede producir per ora- Figura 7-56. Toxocara cati en el ntest no de n to, d nte
ción de la pared gástrica. l nec ops .
330 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

heces l quidas negruzcas, y la in ección puede terminar con lulas epiteliales; probablemente, siendo detectables únicamente
la muerte del animal por pérdida signi cativa de sangre de la en cortes histológicos. Habitualmente, la in ección no provoca
mucosa intestinal. signos cl nicos, aunque ocasionalmente puede producir diarrea
A. braziliense (Ancylostomatoidea) (v. gs. 4-95, 4-96, 4-98 grave.
y 7-52) produce menos pérdida de sangre que A. tubae orme,
y los gatitos in ectados experimentalmente mantienen valores Intestino grueso
normales de eritrocitos. Nematodos
Las in ecciones por U. stenocephala (Ancylostomatoidea) (v. Strongyloides tume aciens (5 mm, Rhabditida) orma grandes
gs. 4-95, 4-96, 4-98 y 7-52) en gatos son muy poco recuentes nódulos a modo de tumoraciones en el intestino grueso, que se
en Estados Unidos. detectan a la palpación abdominal como un colon brótico y
Strongyloides elis ( recuente en Australia; Speare y Tinsley, duro.
1987) (5 mm, Rhabditida). Trichuris campanula y Trichuris serrata (exóticos, Sudaméri-
T. spiralis (Trichinelloidea) (v. g. 4-148) produce trastornos ca: Trichinelloidea) (v. gs. 4-151 y 7-52).
gastrointestinales leves, como vómitos y diarrea, a veces sangui-
nolenta. Hígado, conductos biliares y vesícula biliar; conducto
Aonchotheca (Capillaria) putorii (Trichinelloidea) (v. g. 7-52) pancreático
se localiza en el intestino delgado y el estómago. Nematodos
Calodium (Capillaria) hepaticum (Trichinelloidea) (v.
Cestodos g. 8-117).
T. taeniae ormis (Taeniidae) (v. gs. 4-34 y 4-36) no cursa Larvas de Toxocara canis (Ascaridoidea) en granulomas ( g.
habitualmente con signos cl nicos. 8-99) (Parsons y cols., 1988).
E. multilocularis (Taeniidae) (v. g. 4-43) no cursa habitual-
mente con signos cl nicos. Trematodos
D. caninum (Dipylidiidae) (v. gs. 4-53, 7-5 y 7-33) no cursa O. tenuicollis y Opisthorchis elineus (30 mm, Opisthorchii-
habitualmente con signos cl nicos. dae) habita en la ves cula biliar y en los conductos biliares y es
Mesocestoides lineatus (Mesocestoididae) (v. gs. 4-58 y probable que pueda inducir cirrosis, colecistitis y el desarrollo
7-32) no cursa habitualmente con signos cl nicos. de edema y ascitis secundaria a brosis periportal sostenida.
S. mansonoides (Diphyllobothriidae) (v. gs. 4-27 y 4-29) La presencia de M. albidus (4,6 mm) y M. conjunctus
puede producir diarrea, emaciación o vómitos. (6,6 mm) (Opisthorchiidae) en los conductos biliares se asocia
con ictericia conjuntival y hepatocolangitis, ascitis, ictericia y
Trematodos emaciación.
Alaria marcianae (5 mm, Diplostomatidae) (v. gs. 4-20 y Amphimerus pseudo elineus (22 mm, Opisthorchiidae) se lo-
4-22) no cursa habitualmente con signos cl nicos. caliza tanto en los conductos biliares como en la ves cula, dando
A. venustus (1,4 mm, Heterophyidae) no cursa habitualmen- lugar a anorexia, pérdida de peso, diarrea, vómitos e ictericia
te con signos cl nicos. conjuntival.
P. longa (1,2 mm, Heterophyidae) no cursa habitualmente Parametorchis complexus (10 mm, Opisthorchiidae) se locali-
con signos cl nicos. za en los conductos biliares.
Mesostephanus milvi (1,8 mm, Cyathocotylidae) no cursa C. sinensis (Asia) (Opisthorchiidae) (v. gs. 4-10 y 4-17) se
habitualmente con signos cl nicos. localiza en los conductos biliares y en la ves cula con a ección
ocasional del conducto pancreático, y produce cirrosis hepática
Acantocé alos progresiva.
Oncicola spp. (v. g. 4-161) no cursa habitualmente con P. astosum (¿Platynosomum concinnum?) (8 mm, Dicro-
signos cl nicos. coeliidae) se da en climas tropicales. Se localiza en los conduc-
tos biliares y la ves cula biliar, produciendo anorexia, pérdida
Protozoos de peso, vómitos, abatimiento, diarrea mucosa, ictericia y he-
Algunos estadios de Cystoisospora elis, C. rivolta, Besnoitia patomegalia.
spp., H. hammondi y T. gondii (Coccidia) (v. g. 7-54) se desa- Eurytrema procyonis (3,3 mm) (Dicrocoeliidae) ( gs. 4-19 y
rrollan en el epitelio intestinal, donde podr an producir enteri- 7-53) localizado en el conducto pancreático, conductos biliares
tis y quizá diarrea leve. y ves cula biliar, produce cirrosis, atro a y brosis pancreática.
Sarcocystis hirsuta, Sarcocystis tenella, Sarcocystis porci elis y
Sarcocystis leporum (Coccidia) (v. tabla 2-1 y g. 7-54) desarro- Sistema respiratorio
llan la reproducción sexual en el epitelio intestinal. Cavidad nasal, tráquea y bronquios
Los tro ozo tos de Giardia elis (v. g. 3-6) presentes en el Nematodos
epitelio intestinal se pueden detectar mediante raspados de la Eucoleus (Capillaria) aerophilus (Trichinelloidea) (v. g.
mucosa. Habitualmente, la in ección por G. elis transcurre sin 7-52).
signos cl nicos, pero en ocasiones puede provocar diarrea. Mammomonogamus spp. (Syngamidae) ( g. 7-57) in ecta las
Cryptosporidium elis (v. g. 3-16; Apicomplexa) desarrolla osas nasales y la naso aringe; algunas especies se han observado
sus estadios sexuales y asexuales en la porción apical de las cé- en el o do medio.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 331

los órganos. Los gatos pueden mostrar signos de anemia, abati-


miento, anorexia, deshidratación, ebre, ictericia conjuntival y
hepatoesplenomegalia.

Micro larias de nematodos


D. immitis (Filarioidea) (v. g. 7-38) rara vez produce mi-
cro larias en los gatos; en otras partes del mundo existen otras
larias que también in ectan al gato.

Músculo esquelético
Larvas de nematodos
T. spiralis (Trichinelloidea) (v. gs. 4-150, 7-92 y 8-116).

Tejidos conjuntivos
Larvas de insectos
Cuterebra spp. (Diptera) (30 mm) (v. gs. 2-32, 8-1 y 8-2) se
Figura 7-57. Mammomonogamus auris en el oído med o de n observa en sus ormas migratorias.
to, o se v do t vés de n otoscop o. (Po co tesí del D .
Ed T do , P d se an m l Hosp t l, S p n, uSa.) Sistema urogenital
Riñones
Parénquima pulmonar Nematodos
Nematodos Larvas de Toxocara canis (Ascaridoidea) que orman granu-
A. abstrusus (9 mm, Metastrongyloidea) (v. gs. 7-52 y 8- lomas (Parsons y cols., 1988).
85) se localiza en los bronquiolos terminales y en los conductos
alveolares, y la mayor a de los signos cl nicos están relacionados Vejiga urinaria
con la presencia de huevos en desarrollo que quedan alojados Nematodos
en los tejidos; los gatos con cargas parasitarias altas pueden Pearsonema (Capillaria) plica (60 mm) y Pearsonema eliscati
presentar bronconeumon a y mostrar signos de respiración (32 mm) (Trichinelloidea) (v. g. 7-52).
abdominal con la boca abierta.
Sistema nervioso
Trematodos Nematodos
P. kellicotti y otras especies de Paragonimus uera de Estados Los adultos de D. immitis (Filarioidea) migran de orma
Unidos (Troglotrematidae) (v. gs. 4-14, 4-15 y 7-36, B) se ob- errática por las meninges y los ventr culos cerebrales (v. gs.
servan ormando nódulos, de orma t pica en parejas o en mayor 4-137 y 4-138).
número en el interior de los quistes; generalmente, los animales
no presentan signos cl nicos, pero la in ección puede ir acompa- Larvas de insectos
ñada de di cultad respiratoria o incluso provocar la muerte. Las larvas de Cuterebra spp. (Diptera) (30 mm) (v. gs. 2-32, 8-1
y 8-2) pueden migrar por el cerebro y la médula espinal producien-
Sistema circulatorio do signos cl nicos que dependen en gran parte de los órganos a ec-
Corazón tados, describiéndose convulsiones, signos vestibulares, ceguera,
Nematodos abatimiento, movimientos en c rculos, desorientación y muerte.
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D. immitis (Filarioidea) (v. gs. 4-137, 4-138 y 8-109) se


localiza en las arterias. Normalmente los gatos tienen pocos Ojo
vermes y los signos de in ección se asocian a la migración de los Protozoos
vermes inmaduros. T. gondii (Coccidia) puede producir iritis, uve tis, despren-
Larvas de Toxocara canis (Ascaridoidea) en granulomas dimiento de retina, iridociclitis, depósitos corneales, midriasis,
(Parsons y cols., 1988). anisocoria y disminución del refejo pupilar.

Venas mesentéricas Piel y pelo


Trematodos Insectos
Schistosoma japonicum (Schistosomatidae) en gatos de pa - D pteros adultos.
ses del sudeste asiático. Felicola subrostratus (Mallophaga) (v. g. 2-48).
Ctenocephalides elis, Ctenocephalides canis, y E. gallinacea
Sangre (Siphonaptera) (v. gs. 2-53 y 2-54).
Protozoos
Cytauxzoon elis (piroplasma) (v. g. 3-29) se observa en Larvas de insectos
orma de merozo tos dentro de los eritrocitos y de esquizontes Las larvas de Cuterebra spp. (Diptera) (30 mm) (v. gs.
dentro de los macró agos en la luz vascular de la mayor a de 2-31, 2-32, 8-1 y 8-2) penetran en la piel del gato tras su
332 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

migración orgánica y orman un nódulo subcutáneo. Con tamaños en un único cultivo. De orma similar, Bunostomum
recuencia, se pueden observar las larvas de tercer estadio y sus spp. se di erencia de otras larvas envainadas de estrong lidos
espiráculos a través del poro del rezno. por su menor tamaño. Los demás géneros de larvas envainadas
se pueden agrupar por la longitud de la extensión caudal de la
Arácnidos vaina (la extensión de la vaina desde la punta de la cola de la lar-
Dermacentor spp., Haemaphysalis leporispalustris e Ixodes va): corta, Trichostrongylus y Ostertagia; media, Haemonchus y
spp. (Ixodidae) (v. gs. 2-75 a 2-79, 2-82 y 2-86 a 2-88). Cooperia; larga, Oesophagostomum y Chabertia, como se ilustra en
Notoedres cati y S. scabiei (Sarcoptidae) (v. gs. 2-100, A y las guras 7-59 y 7-60. Dentro de estos grupos, la identi cación
2-102 a 2-105). se realiza por micrometr a y por la observación de determinados
O. cynotis (Psoroptidae) (v. g. 2-101, A y 2-111). detalles mor ológicos como los tubérculos caudales de Trichos-
Lynxacarus radovskyi (Listrophoroidea) (v. g. 2-114). trongylus, los «cuerpos ovales» de Cooperia y el número y orma
Cheyletiella blakei (Cheyletidae) (v. g. 2-116). de las células intestinales de Oesophagostomum y Chabertia. Una
Demodex cati (Demodicidae) (v. g. 2-115). larva extraña puede ser un problema de identi cación, pero un
Neotrombicula whartoni y Walchia americana (Trombiculi- diagnóstico acertado de los géneros predominantes en un cultivo
dae) (v. gs. 2-119 y 2-120). En el conducto auditivo externo de no es tarea di cil. Proceder como se indica a continuación:
algunos gatos se ha observado N. whartoni, una nigua de color Colocar una gota de la suspensión larvaria sobre un portaob-
rojo brillante. W. americana, normalmente un parásito de la jetos de microscopio. Relajar las larvas por medio de un ligero
ardilla gris Sciurus carolinensis, es capaz de producir una der- calentamiento o añadiendo una gota de solución de Lugol (5 g
matitis grave y generalizada en los gatos (Lowenstine, Carpenter de cristales de yodo y 10 g de yoduro potásico en 100 ml de agua
y O’Connor, 1979). destilada). Rodear el cubreobjetos con vaselina como soporte y
prevenir as la distorsión de las larvas. Evitar el uso de gran-
des aumentos al principio, revisando todo el portaobjetos a bajos
PARÁSITOS DE LOS RUMIANTES aumentos para conseguir una primera impresión de los di erentes
Estadios parásitos encontrados en las heces tipos de larvas existentes. Buscar entonces algunos representantes
de cada tipo, examinar estas larvas seleccionadas a mayor aumento
Huevos de nematodos
y realizar todas las mediciones necesarias para llegar a un diagnós-
A excepción de los numerosos huevos de diversos parásitos es-
tico de especie o de género. Los datos de la tabla 7-2 proceden de
trong lidos que habrá en las heces, habitualmente se encuentran
los trabajos de Dikmans y Andrews (1933, ovejas) y Keith (1953,
huevos de Strongyloides, Trichuris y capiláridos ( g. 7-58). Los
ganado vacuno). Salvo que se advierta lo contrario, el número de
huevos de estrong lidos presentes en las heces de los rumiantes
células intestinales es de 16. Los taxones agrupados entre llaves son
no se pueden identi car ácilmente en cuanto a género o especie
de aspecto similar y requieren ser más cuidadosos para su di eren-
salvo en algunos casos (p. ej., Nematodirus battus). Cuando se
ciación que las comparaciones entre otros grupos.
requiere un diagnóstico más espec co es necesario realizar un
coprocultivo hasta llegar al estadio in ectante.
Los huevos de los siguientes nematodos de rumiantes no Larvas de vermes pulmonares
se ilustran en la gura 7-58. Los huevos de Toxocara vitulorum D. viviparus es el único nematodo pulmonar del ganado vacuno.
(parásito del ganado vacuno) son muy similares a los de Toxo- Dictyocaulus laria, Protostrongylus ru escens y M. capillaris son
cara canis, son subglobulares con una super cie uni ormemen- nematodos pulmonares recuentes de las ovejas y las cabras en
te cubierta por pequeñas óveas y contienen una única célula América del Norte. El diagnóstico di erencial se lleva a cabo en
cuando salen al exterior. Nota: en el ganado ovino y vacuno base a las caracter sticas mor ológicas de las larvas de primer es-
se han descrito ocasionalmente in ecciones por Ascaris suum. tadio que se observan en las heces del hospedador ( g. 7-61). Las
Los huevos de A. suum (v. g. 7-64) son áciles de distinguir larvas de Dictyocaulus spp. son su cientemente grandes como
de los de T. vitulorum. Los huevos de Gongylonema presentan para poder contarse con la técnica Cornell-McMaster de recuento
una pared gruesa, tienen opérculos bipolares y contienen em- de huevos, pero se debe hacer lo antes posible para evitar que las
briones vermi ormes. Los huevos de Skrjabinema ovis tienen un larvas se arruguen por el choque osmótico. Para un diagnóstico
t pico aspecto de huevos de oxiuros, con un lado ligeramente cualitativo y cuantitativo de las in ecciones por vermes pulmona-
aplanado (v. g. 7-67). res, la técnica de Baermann es el método de elección.

Identifcación de larvas in ectantes de estrongílidos Huevos de cestodos


La identi cación de larvas in ectantes de tercer estadio en co- Los huevos encontrados en las heces del ganado vacuno pro-
procultivos de rumiantes supone un auténtico reto pero no es ceden todos de cestodos de la amilia Anoplocephalidae (v.
una tarea imposible. Habitualmente, hay dos o más géneros, y la gs. 4-50 y 7-19). El huevo de Moniezia benedeni tiene una
mejor orma de di erenciarlos es examinar el portaobjetos a bajo cubierta bastante gruesa y presenta una orma cúbica. En su ma-
aumento y agrupar mentalmente los de aspecto similar. Ciertas yor parte, las otras especies de cestodos anoploce álidos tienen
especies destacan de la mayor a, como por ejemplo, las larvas de cubiertas bastante delgadas que pueden quedar distorsionadas
Strongyloides son más esbeltas que cualquiera de las demás, care- con diversos medios de fotación (y también se aclaran algo). En
cen de vaina y tienen un largo esó ago cil ndrico y cola truncada. casi todos los casos, la inspección cuidadosa del huevo permi-
En la gura 7-59 se ilustran dos tamaños, de los que el más gran- tirá visualizar el aparato piri orme que contiene el embrión
de es el «estándar.» El Dr. Georgi ha encontrado larvas de ambos hexacanto.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 333

Figura 7-58. H evos de p ás tos com nes de los m ntes. Los h evos de est on íl dos son
el pso d les, de p ed l s y cont enen n mó l . a nq e los h evos de Nematodirus spp. son m y
ndes, l n s espec es son cons de lemente meno es q e l q e se o se v q í. Los h evos
de Marshallagia marshalli (no most dos en est ) t m én son m y ndes, pe o d e en de
los h evos de Nematodirus en q e t enen los l dos más p lelos y los polos menos dos. Los
h evos de S. papillosus son l e mente meno es q e los de est on íl dos y, en m est s ec les
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ec entes, cont enen n l v h d t o me. T s l nc c ón, l s l v s eclos on n p onto y evo­


l c on n l v s l o mes n ect ntes (v. . 3­62) o d ltos m chos y hem s de v d l e,
p edom n ntemente est s últ m s. Los h evos de Trichuris de los m ntes m den más de 60 mm
de l o; los de Capillaria son meno es de 60 mm de lon t d. Los h evos de Moniezia cont enen n
em ó o o p o me q e cont ene n oncos e . Los h evos de Thysanosoma (no most dos q í)
están p dos en el nte o de cáps l s oví e s.

Huevos de trematodos sedimentación con ormalina-acetato de etilo. El opérculo de


Los huevos de trematodos pueden no fotar por las técnicas los huevos de trematodos es a veces di cil de visualizar. Cuando
de concentración con soluciones de sacarosa utilizadas habi- haya dudas, apretar el cubreobjetos con la punta de un lápiz.
tualmente. Por el contrario, se concentran mejor lavando y l- Habitualmente, el opérculo t pico de los huevos de los tremato-
trando las heces a través de tamices para eliminar los detritos dos estallará y se abrirá bajo la presión ( g. 7-62, B).
más densos y centri ugando después estos lavados. Los huevos Los huevos de Fasciola hepatica son grandes (hasta
quedarán en el sedimento. También es adecuada la técnica de 150 m m) y operculados y contienen un racimo de células
334 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-59. L v s n ect ntes de te ce est d o de p ás tos nem todos de l s ovej s. T nto l s l v s
n ect ntes ndes como l s peq eñ s de Strongyloides están ep esent d s los m smos mentos.

ov geras ( ig. 7-62, A). Los huevos de Fasciola gigantica (Á rica, de Paramphistomatidae («duelas» del rumen) son grandes y
Hawaii, Filipinas e India) son como los de F. hepatica pero se con unden ácilmente con los de Fasciola spp. ( ig. 7-62).
más grandes (más de 150 m m). Los huevos de Fascioloides Los huevos de Dicrocoelium dendriticum son pequeños
magna, normalmente un parásito del ciervo, se parecen a los (50 m m), asimétricos, de color marrón amarillento y contie-
de F. hepatica, pero se encuentran con muy poca recuencia nen un miracidio ( ig. 7-62, C). Los huevos de Eurytrema
en las heces de los rumiantes domésticos in ectados porque pancreaticum (lejano Oriente) se asemejan a los de D. den-
los huevos quedan atrapados en los quistes hepáticos que driticum. Los huevos de esquistosomas carecen de opérculo,
contienen los vermes adultos en el ganado vacuno y porque contienen un miracidio totalmente desarrollado y están ar-
los vermes no logran madurar en ovejas y cabras. Los huevos mados con una espina.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 335

Figura 7-60. Ext emos c d les de l v s n ect ntes de te ce est d o de p ás tos nem todos del
n do v c no y ext emo nte o de n l v de Cooperia q e m est los p om nentes c e pos
ov l dos ( echa), q e ep esent n secc ones ópt c s t nsve s les de n h z de s q e c c nd
l cáps l c l (×350). (De Wh tlock JH: The diagnosis o veterinary parasitisms, F l del , 1960,
Le & Fe e .)

Coccidios de los rumiantes homólogos caprinos se enumeran bajo el nombre de «grupo Ar-
Los ooquistes de Eimeria spp. se encuentran a menudo en loingi». Los ooquistes de Eimeria caprovina, Eimeria absheronae
considerables cantidades en las heces de rumiantes sanos. In- y Eimeria caprina son muy parecidos a los de Eimeria aurei, de
cluso corderos experimentales criados en laboratorio llegan a manera que en este texto hemos asignado también estas especies
in ectarse con coccidios. A pesar de su recuente presencia en a un grupo compuesto no o cial. (En la tabla los asteriscos indi-
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animales sanos, los coccidios son capaces de producir patolog a can aquellas especies de coccidios que muy probablemente sean
grave en vacas, ovejas y cabras. A veces, los signos de en erme- responsables de producir signos cl nicos.)
dad grave aparecen ya antes de que los ooquistes se excreten con
las heces. El diagnóstico cl nico de coccidiosis no debe basarse Cryptosporidium
sólo en la identi cación de los ooquistes en las heces ( gs. 7-63 La mejor orma de concentrar los ooquistes de Cryptosporidium
y 7-64), sino también en la anamnesis y los signos cl nicos. es con la técnica de fotación con solución saturada de sacarosa.
En la gura 7-63 se recogen los ooquistes esporulados y no Como los ooquistes de Cryptosporidium parvum y Cryptospo-
esporulados de nueve especies de Eimeria en las ovejas. Las cabras ridium bovis apenas miden 5 m m de diámetro, el portaobjetos
se in ectan por un conjunto muy similar, aunque no se producen debe ser examinado con el objetivo de mayor aumento. Los oo-
in ecciones cruzadas y probablemente son todas especies distin- quistes de Cryptosporidium tienden a quedar en el plano ocal
tas. Las correspondientes especies de Eimeria de las ovejas y las inmediatamente por debajo del cubreobjetos (esto es, en la
cabras se describen en la tabla 7-3. Las especies descritas para las parte alta de las burbujas de aire) (v. g. 3-16). El ganado vacu-
ovejas son las ilustradas en la gura 7-63. Eimeria ahsata, Eimeria no sirve de hospedador para tres especies de Cryptosporidium:
bakuensis y Eimeria crandallis di eren principalmente en el ta- C. parvum y C. bovis del intestino delgado y Cryptosporidium
maño y sus medidas se solapan, por lo que resulta problemático andersoni del abomaso. Los ooquistes de C. andersoni son elip-
di erenciar estas tres especies. Por tanto, estas tres especies se soidales y más grandes que los de C. parvum, con un diámetro
enumeran en la tabla 7-3 bajo el t tulo de «grupo Ahsata», y sus aproximado de 7 m m (v. g. 3-17).
336 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

TabLa 7-2
T l con l s d mens ones de l s l v s n ect ntes de te ce est d o de est on íl dos q e n ect n l n do
v c no y ov no
Dimensiones (micrómetros)

Género Cola de la Extensión de


(sensu lato)* General larva† la vaina‡ Características mor ológicas especiales
Strongyloides
Oveja 574-710 Vaina Longitud del esó ago al menos 1/3 de la longitud del
Vacuno 524-678 ausente extremo caudal de la larva (v. g. 5-33)
Trichostrongylus
Oveja 622-796 76-118 21-40 Pequeños tubérculos en la punta
Vacuno 619-762 83-107 25-39 de la cola
Ostertagia
 Oveja
Vacuno
Haemonchus
797-910
784-928
92-130
126-170
30-60
55-75

Oveja 650-751 119-146 65-78 Vaina ondulada en la punta de la cola; extremo
Vacuno 749-866 158-193 87-119 anterior estrechado
Cooperia oncophora
Oveja 804-924 124-150 62-82 Dos cuerpos ovales bien visibles en el extremo
Vacuno 809-976 146-190 79-111 anterior del esó ago
 Cooperia spp.
Oveja
Vacuno
Nematodirus
711-850
666-866
97-122
109-142
35-52
47-71
Dos cuerpos ovales bien visibles en el extremo
anterior del esó ago

Oveja 922-1.118 310-350 250-290 Improbable encontrarlo en cultivos de menos de
Vacuno 1.095-1.142 296-347 207-266 2 semanas de antigüedad; cola bi urcada con un
tubérculo a modo de bastón; el intestino tiene 8 células
Bunostomum
Oveja 514-678 153-183 85-115 Pequeño tamaño, larga vaina de la cola
Vacuno 500-583 129-158 59-83
Oesophagotomum
Oveja 771-923 193-235 125-160 16-24 células intestinales triangulares
Vacuno 726-857 209-257 134-182
 Chaberia
Oveja 710-789 175-220 110-150 24-32 células intestinales rectangulares

*Los t xones p dos en ll ves son mo oló c mente s m l es y eq e en espec l c d do p se d e enc dos de ot os pos.

Desde el no h st l p nt de l v n .

Desde l p nt de l l v h st l p nt de l v n .

Otros protozoos Relación de los parásitos de los rumiantes


El ganado vacuno, las ovejas y otros rumiantes también pue- por localización orgánica
den ser hospedadores de otros protozoos. Entre los grupos más T. gondii puede in ectar cualquier tejido de cualquier hospeda-
comunes de protozoos observados en las heces de vacas, ovejas dor en orma de taquizo tos intracelulares o extracelulares, o
y otros rumiantes están los quistes de amebas, considerados como bradizo tos en el interior de los quistes (v. g. 8-35).
comensales en estos hospedadores. Además, en las heces de ru-
miantes también se puede encontrar a veces Giardia, en algunos Sistema digestivo
casos con signos de in ección y en otros no. El ganado vacuno Boca, esó ago y preestómagos
también alberga a un protozoo comensal, Buxtonella sulcata, Protozoos
cuyos quistes en las heces son muy parecidos a los de B. coli de Sarcocystis (Apicomplexa) in ecta los músculos de la lengua
los cerdos. y del esó ago (v. gs. 8-32 y 8-33).
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 337
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Figura 7-61. L v s de p me est d o de ve mes p lmon es de m ntes. Dictyocau­


lus viviparus es el ún co ve me p lmon del n do v c no, y l s l v s de p me est d o
de D. viviparus son los ún cos nem todos p ás tos encont dos en heces ec entes de
n do v c no. O sé vense los p om nentes án los. L s l v s de p me est d o de
Dictyocaulus flaria de l s ovej s son de n t m ño y t enen n col om edonde d
y n « otón» ce ál co y, de l o m , m est n án los m y p om nentes. L s l v s de
Protostrongylus ru escens son st nte o st s y l col d sm n ye p o es v mente en
o m de cono, s n esp n s. L s l v s de Muellerius capillaris t enen n ext emo c d l
q e dopt n c os o m con esp n do s l (recuadro).
338 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-62. H evos de l nos t em ­


todos p ás tos de los m ntes (×425).
A, Fasciola hepatica. B, (Derecha e izquier­
da), P mph stom n e. C, (Arriba y abajo),
Dicrocoelium dendriticum.

Figura 7-63. Ooq stes espo l dos y no


espo l dos de n eve espec es de Eimeria
de l s ovej s (×1.000). (De Joyne LP, No ton
CC, D v es SFM, W tk ns CV: The spec es
o cocc d occ n n c ttle y sheep n the
so thwest o En l nd, Parasitology 56:533,
1966. C own copy ht. rep od c d con
to z c ón del Cont olle o He b t nn c
M jesty’s St t one y O ce.)
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 339
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Figura 7-64. Ooq stes espo l dos y no espo l dos de 12 espec es de Eimeria del n do v c no (×1.000). (De Joyne LP, No ton
CC, D v es SFM, W tk ns CV: The spec es o cocc d occ n n c ttle y sheep n the so thwest o En l nd, Parasitology 56:536, 1966.
C own copy ht. rep od c d con to z c ón del Cont olle o He b t nn c M jesty’s St t one y O ce.)

TabLa 7-3
Espec es de Eimeria en ovej s y c s
Grupo Ahsata Grupo Arloingi Grupo Faurei Grupo Absheronae

Eimeria ahsata*, Eimeria bakuensis* y Eimeria arloingi*, Eimeria hirci y Eimeria aurei y Eimeria Eimeria absheronae*, Eimeria
Eimeria crandallis Eimeria christenseni* caprovina caprina y Eimeria caprovina
Eimeria intricata Eimeria kocharii* Eimeria ovinoidalis Eimeria ninakohlyakimovae
Eimeria granulosa Eimeria jolchijevi Eimeria parva Eimeria alijevi*
Eimeria pallida Eimeria pallida

*Espec es con m yo p o l d d de se l s espons les de los s nos clín cos de cocc d os s.


340 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Larvas de cestodos TabLa 7-4


Los cisticercos de Taenia spp. (Taeniidae) se observan en los Nem todos h ll dos en el om so y el ntest no
músculos de la lengua (v. gs. 4-38 y 8-60).
del do
Larvas de insectos Género Longitud (mm) Figura(s)
Hypoderma lineatum (Diptera: Hypodermatidae) se localiza
Abomaso
en la pared del esó ago.
Haemonchus 14-30 4-72, 4-75
Nematodos Mecistocirrus 47-93 4-77
Gongylonema pulchrum (150 mm) y Gongylonema verru- Ostertagia 7 4-66, 4-72
cosum (100 mm) (Spirurida) (v. gs. 4-133, 4-134 y 7-105) se Trichostrongylus axei 4-70, 4-72
observan serpenteando, con un claro patrón sinusoidal, por la
mucosa eso ágica (G. pulchrum) o ruminal (G. verrucosum). Intestino delgado
Cooperia 6-16 4-72, 4-78
Trematodos Trichostrongylus 6-7 4-70, 4-72
Cotylophoron cotylophoron, Paramphistomum cervi, Paramp- Nematodirus 20-25 4-72, 4-76
histomum liorchis y Paramphistomum microbothroides (Paramp-
histomatidae) (v. g. 4-12).

Abomaso y produce huevos subes éricos con una super cie cubierta por
Protozoos pequeñas óveas similar a la de T. canis. A. suum, un parásito
Eimeria gilruthi (Coccidia) megaesquizontes (v. g. 8-27). muy ocasional de los rumiantes, carece de ventr culo y produce
C. andersoni (Apicomplexa) no cursa habitualmente con huevos elipsoidales con una super cie mamelonada de su cu-
signos cl nicos. bierta.
Cooperia curticei, Cooperia bisonis, Cooperia oncophora, Coo-
Nematodos peria pectinata, Cooperia punctata, Cooperia spatulata, Cooperia
H. contortus, Haemonchus placei, Haemonchus similis, Mecis- occidentalis, Trichostrongylus colubri ormis, Trichostrongylus lon-
tocirrus digitatus, Ostertagia ostertagi, Ostertagia bisonis, Oster- gispicularis, Trichostrongylus capricola, Trichostrongylus vitrinus,
tagia (Teladorsagia) circumcincta, Ostertagia orlo , Ostertagia Nematodirus helvetianus, Nematodirus spathiger, Nematodirus
tri urcata, Ostertagia (Grosspiculagia) lyrata, Ostertagia (Gros- licollis, Nematodirus abnormalis, Nematodirus lanceolatus y
spiculagia) occidentalis, Ostertagia (Telodorsagia) davtiani, Os- N. battus (Strongylida: Trichostrongyloidea) producen diarrea
tertagia (Pseudostertagia) bullosa, M. marshalli y Trichostrongy- con los signos cl nicos t picos asociados a in ecciones masivas
lus axei (Strongylida: Trichostrongyloidea) ( g. 7-65, tabla 7-4). (v. tabla 7-4).
Dependiendo de cada especie, estos parásitos producen anemia, B. phlebotomum (ganado vacuno) y Bunostomum trigono-
diarrea, abomasitis y otros. cephalum (ovejas) (25 mm, Ancylostomatoidea) (v. g. 4-93)
son capaces de producir anemia en los animales más jóvenes
Intestino delgado con in ecciones masivas.
Nematodos S. papillosus (6 mm, Rhabditida) (v. g. 4-109) puede producir
Toxocara vitulorum (30 cm, Ascaridoidea) sólo se encuentra diarrea y anemia cuando las cargas parasitarias son elevadas.
en raras ocasiones en Estados Unidos, aunque puede ser re- Aonchotheca (Capillaria) bovis y Aonchotheca (Capillaria)
cuente en el mundo en desarrollo. Tiene un ventr culo eso ágico brevipes (Trichinelloidea) (v. g. 7-58).
Oesophagostomum spp., larvas de tercer y cuarto estadio
(Strongyloidea) (v. g. 4-90).

Cestodos
M. expansa y M. benedeni (Anoplocephalidae) ( g. 7-66; v.
también gs. 4-49, 4-50 y 7-58) no cursa habitualmente con
signos cl nicos.
Thysanosoma actinoides, Wyominia tetoni (Anoplocephali-
dae) no cursa habitualmente con signos cl nicos.
Thysaniezia, Stilesia, Avitellina (Anoplocephalidae) son ano-
ploce álidos exóticos de los rumiantes.

Protozoos
Dependiendo de las especies implicadas, Eimeria spp. (Coc-
cidia) (v. gs. 7-63, 7-64 y 8-20 a 8-24) puede producir enteritis
grave con diarrea sanguinolenta; los distintos estadios pueden
Figura 7-65. Les ones p od c d s po l v s de Ostertagia os­ visualizarse en resco, en raspados de la mucosa intestinal ob-
tertagi en el om so de n v c . servados al microscopio.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 341

Protozoos
Eimeria spp. (Coccidia) (v. gs. 7-63, 7-64 y 8-20 a 8-24).
Entamoeba bovis y otras especies de amebas se consideran
comensales o parásitos no patógenos del intestino grueso de los
rumiantes.
B. sulcata (ciliado) es un comensal del intestino grueso del
ganado vacuno (v. g. 7-22).

Hígado
Nematodos
A. suum (Ascaridida) del cerdo aparece en raras ocasiones en
los conductos biliares de ovejas y ganado vacuno.
Stephanurus dentatus (Strongyloidea) (v. g. 4-91) presenta
larvas inmaduras que pueden migrar a través del h gado del
ganado vacuno y origina graves lesiones.

Figura 7-66. Moniezia benedeni en el ntest no de n v c Cestodos


d nte l nec ops . T. actinoides y Wyominia tetoni (Anoplocephalidae) se en-
cuentran a veces en los conductos biliares de los rumiantes, a
También se observan C. parvum, C. bovis y C. andersoni los que migran poco después de la muerte del animal; con una
(Apicomplexa), siendo C. parvum causa de diarrea en terneros rápida ligadura del conducto, los vermes se encontrarán en el
de menos de 30 d as (v. gs. 3-16 y 3-17). intestino delgado.
Giardia spp. (fagelado) (v. g. 7-94) puede producir diarrea
en los animales jóvenes y, a veces, en los adultos. Larvas de cestodos
Los quistes hidat dicos de E. granulosus y E. multilocularis
Ciego y colon (Taeniidae) (v. gs. 4-44 a 4-48, 8-57, 8-58 y 8-64) originan
Nematodos signos cl nicos que pueden ser graves dependiendo de la locali-
Oesophagostomum radiatum (vacuno), Oesophagostomum co- zación de los quistes.
lumbianum (ovejas y cabras), Oesophagostomum venulosum (ovejas Cisticercos de T. hydatigena (Taeniidae) (v. g. 4-38).
y cabras) y Chabertia ovina (ovejas y cabras) (18 a 22 mm, Strongy-
loidea) (v. gs. 4-86 a 4-90). En abscesos de la pared intestinal se Trematodos
pueden encontrar larvas de cuarto estadio de O. radiatum en el Fasciola hepatica, F. gigantica y F. magna (Fasciolidae)
ganado vacuno y de O. columbianum en las ovejas (v. g. 4-90). ( g. 7-68; v. también gs. 4-1 a 4-9 y 7-62, A). F. hepatica
Trichuris discolor (52 mm, ganado vacuno) y Trichuris ovis (30 mm) es endémica en los estados occidentales y del Gol o
(70 mm, ovejas y cabras) (Trichinelloidea) (v. g. 7-58) pueden de Estados Unidos y en Hawaii, Puerto Rico, Columbia Britá-
estar relacionados con diarreas. nica y provincias orientales de Canadá. F. gigantica (75 mm) es
Las in ecciones por S. ovis y Skrjabinema caprae (8 a 10 mm, endémica en Hawaii y Á rica. F. magna (100 mm) se observa
Oxyurida) cursan habitualmente sin signos cl nicos ( g. 7-67). en ocos a lo largo de América del Norte. Hay que recordar que
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Figura 7-68. Hí do de n ovej mo t lmente n ect d con


Figura 7-67. H evo de Skrjabinema caprae y ooq ste de Eime­ Fascioloides magna q e m est l s les ones y los depós tos
ria en l s heces de n c (×400). ne os, «p mento de d el s», típ cos.
342 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

el hospedador de nitivo es habitualmente el ciervo de cola Larvas de cestodos


blanca. Las lesiones y los trayectos producidos durante la mi- E. granulosus (Taeniidae) (v. gs. 4-44, 4-45 y 8-64) orma
gración de F. magna pueden ser importantes en los rumiantes, quistes que pueden llegar a ser bastante grandes cuando se desa-
observándose grandes depósitos de color negro del denomi- rrollan en el tejido pulmonar.
nado «pigmento de duelas», a menudo mortal en rumiantes
de pequeño tamaño. Sistema circulatorio
D. dendriticum (Europa, Asia, Á rica, Sudamérica) se ha in- Corazón
troducido en América del Norte, y se observa ya en el centro del Larvas de cestodos
estado de Nueva York y en el noroeste de la costa del Pac co; Los cisticercos de Taenia saginata (Taeniidae) se localizan en
produce brosis hepática crónica. los músculos del ganado vacuno en Estados Unidos.
E. pancreaticum (Asia y Brasil) (Dicrocoeliidae) (v. gs. 4-18 Los cisticercos de T. ovis (Taeniidae) se localizan en diversos
y 7-62, C). músculos de las ovejas, pero se consideran ya parásitos exóticos
en Estados Unidos.
Peritoneo y cavidad peritoneal
Nematodos Arterias
Setaria labiatopapillosa (Filarioidea) (v. g. 4-142) son gran- Nematodos
des láridos blancos que se encuentran a veces como hallazgos Elaeophora schneideri (ovejas; Filarioidea) se observa en las
ortuitos en la cavidad abdominal del ganado vacuno. zonas más occidentales de Estados Unidos.
Elaeophora poeli (ganado vacuno; Filarioidea) es una in ec-
Larvas de cestodos ción exótica en Á rica y Asia.
Las larvas de T. hydatigena (Taeniidae) (v. g. 4-48) orman Onchocerca armillata (ganado vacuno; Filarioidea) es una
cisticercos que, con recuencia, tienen un largo «cuello» anterior in ección exótica en Á rica y Asia.
al escólex.
Venas
Nin as de pentastómidos Trematodos
Las larvas de L. serrata (Pentastomida) (v. g. 2-123) se pue- Las distintas especies de Schistosoma (Schistosomatidae) (v.
den encontrar en la cavidad abdominal en las v sceras de los g. 4-24) son todas exóticas. S. japonicum se encuentra en Asia
rumiantes, la mayor a de las veces en Á rica. con un amplio rango de hospedadores mam eros. Entre las es-
pecies que in ectan al ganado vacuno, ovejas y cabras se incluye
Sistema respiratorio Schistosoma bovis (Á rica, Asia, sur de Europa) y Schistosoma
Cavidad nasal y senos paranasales nasalis, Schistosoma matthei, Schistosoma indicum, Schistoso-
Larvas de insectos ma spindale y Schistosoma turkestanica (Asia).
Las larvas de Oestrus ovis (Oestridae) (v. g. 2-22) se locali-
zan en los senos nasales de ovejas y cabras; estas larvas pueden Ganglios lin áticos
ser relativamente pequeñas o bastante grandes (10 a 20 mm), Pentastómidos
dependiendo de su tiempo de desarrollo. Linguatula serrata (v. g. 2-123).

Tráquea y bronquios Sangre


Nematodos Micro larias de nematodos
Dictyocaulus viviparus (80 mm, ganado vacuno) (Trichos- S. labiatopapillosa (Filarioidea).
trongyloidea) es el único nematodo pulmonar que se encuentra
en el ganado vacuno, pudiendo ocasionar di cultad respiratoria Protozoos
intensa en in ecciones masivas. Babesia bigemina, Babesia bovis, Babesia divergens, Babesia
D. laria (100 mm, ovejas y cabras) (Trichostrongyloidea) argentina, Theileria parva, Theileria annulata y Theileria mu-
(v. gs. 4-72, 4-81 y 7-61) puede producir di cultad respiratoria tans (piroplasmas) (v. g. 3-29) son actualmente todos bastante
en el hospedador in ectado. exóticos en Estados Unidos.
P. ru escens (50 mm; ovejas) (Metastrongyloidea) (v. gs. 4-68 Trypanosoma theileri (ganado vacuno) y Trypanosoma me-
y 7-61). lophagium (ovejas) (hemofagelados) (v. g. 3-2). Observados
Mammomonogamus laryngeus (Syngamidae) (v. g. 3-91). en raras ocasiones en rotis de sangre, estos organismos son
Los vermes machos y hembras se encuentran en cópula perma- ácilmente evidenciables por hemocultivo.
nente; son endémicos en Puerto Rico y en diversas islas del Ca-
ribe. Estos vermes tienen una gran cápsula bucal caracter stica Rickettsias
de los estrong lidos. Anaplasma marginale, Mycoplasma wenyonii y Mycoplasma
ovis.
Parénquima pulmonar
Nematodos Músculo esquelético y tejido conjuntivo
M. capillaris (Metastrongyloidea) (v. gs. 3-100 y 5-35). Larvas de cestodos
Larvas de O. columbianum (durante su migración errática) Los cisticercos de T. saginata (Taeniidae) se encuentran con
(v. g. 4-90). más recuencia en los músculos masticadores, lengua, corazón y
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 343

porción muscular del dia ragma del ganado vacuno; el escólex Larvas de insectos
tiene cuatro ventosas pero no tiene ganchos. Las larvas de H. bovis (Hipodermatidae) se localizan en la
Los cisticercos de T. hydatigena (Taeniidae) (v. g. 3-29) se médula espinal del ganado vacuno.
localizan a veces en los músculos esqueléticos, pero con más
recuencia en el h gado o en el peritoneo. Ojo
Los cisticercos de T. ovis (Taeniidae) adoptan la orma de ve- Nematodos
s culas del tamaño de un guisante y se localizan en el corazón y el T. cali orniensis (ovejas), Thelazia gulosa (ganado vacuno) y
esó ago y debajo del pericardio y la pleura dia ragmática de ovejas Thelazia skrjabini (ganado vacuno) (Spirurida), localizadas en
y cabras; se consideran in ecciones exóticas en Estados Unidos. el saco conjuntival y el conducto lagrimal (v. g. 4-132), pue-
den producir conjuntivitis e inducir el desarrollo de tejido de
Larvas de insectos granulación.
Las larvas de Hypoderma bovis y H. lineatum (Hypoderma-
tidae) (v. g. 2-22) realizan la hipobiosis hibernan en el ganado Piel y pelo
vacuno de climas septentrionales. H. bovis se localiza en el canal Insectos
de la médula espinal y H. lineatum en los tejidos circundantes Dípteros adultos
al esó ago. Los adultos de Musca autumnalis, Stomoxys calcitrans y Hae-
matobia irritans (Muscidae) (v. gs. 2-13, 2-14 y 2-15) emplean
Nematodos una buena cantidad de tiempo en parasitar al ganado vacuno; S.
Onchocerca gutturosa, Onchocerca lienalis, Onchocerca bovis calcitrans es más probable que repose uera del ganado cuando
y Onchocerca gibsoni (Filarioidea). Los vermes adultos de On- no se está alimentando.
chocerca se localizan en tejidos conjuntivos pro undos y las mi- Glossina spp. (Á rica) (v. g. 2-16).
cro larias en la dermis. En el ganado vacuno australiano O. gib- Las pupas y los adultos del la mosca ovina Melophagus ovi-
soni produce nódulos en la alda que requieren amplias exéresis. nus (Hippoboscidae) (v. g. 2-17) se encuentran en el vellón.
Nosotros hemos visto O. gibsoni en cecina de vaca comprada en H. bovis y H. lineatum (Hypodermatidae), tabánidos, se ven
un supermercado local. en ocasiones mientras revolotean sobre el ganado vacuno para
pegar sus huevos a los pelos de los animales.
Protozoos Los tabánidos (v. gs. 2-10 y 2-11) se posan sobre el ganado
Sarcocystis spp. (Apicomplexa) en los músculos (v. tabla 2-1 vacuno, habitualmente sólo el tiempo necesario para alimen-
y g. 8-32). tarse.

Sistema urogenital Larvas de dípteros


Protozoos Las larvas de H. bovis y H. lineatum (30 mm, Hypoderma-
Tritrichomonas oetus (Flagelado) (v. gs. 3-4 y 3-5). tidae) (v. g. 2-22), en el ganado vacuno, maduran en nódulos
T. gondii (Apicomplexa) in ecta la placenta de ovejas produ- cutáneos t picos a lo largo de todo el dorso del animal.
ciendo abortos. Las larvas de Calliphoridae y Sarcophagidae (v. gs. 2-12,
N. caninum (Apicomplexa) in ecta la placenta de vacas pro- 2-18 y 2-19) pueden constituir graves plagas para los rumian-
duciendo abortos. tes, tanto en los recién nacidos como en los animales heridos
o echados en el suelo y los que permanecen sucios durante un
Sistema nervioso largo per odo de tiempo.
Cerebro, médula espinal y meninges
Protozoos Anopluros
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Los quistes de Sarcocystis (Apicomplexa) se pueden locali- Haematopinus eurysternus, Haematopinus quadripertusus,
zan en el cerebro del ganado vacuno (Dubey, Perry y Kennedy, Haematopinus tuberculatus, Linognathus vituli, Solenopotes
1987). capillatus (ganado vacuno), Linognathus ovillus, Linognathus
pedalis, Linognathus ovi ormis (ovejas), Linognathus ovi ormis y
Nematodos Linognathus stenopsis (cabras) (v. gs. 2-36, 2-38 y 2-40).
Parelaphostrongylus tenuis (Metastrongylidae) (v. gs. 8-93
y 8-94). Habitualmente, los adultos parasitan al ciervo de cola Maló agos
blanca. Las larvas y adultos jóvenes que logran in ectar a las Damalinia (Bovicola) bovis (ganado vacuno), Damalinia
ovejas y las cabras migran a través del cerebro y la médula espi- ovis (ovejas), Damalinia caprae, Damalinia limbatus, Damali-
nal, produciendo parálisis. Las in ecciones en el ganado vacuno nia (Holokartikos) crassipes (cabras) (v. g. 2-45).
son raras pero se han descrito.
Si onápteros
Larvas de cestodos Echidnophaga gallinacea (v. g. 2-54).
T. multiceps (Taeniidae) in ecta el cerebro de ovejas y cabras Ctenocephalides elis puede producir serios trastornos en los
produciendo el «cenuro» (cenurosis) (v. gs. 4-42 y 8-62); este terneros y se ha descrito incluso que llega a provocar la muerte
parásito se considera exótico y supuestamente ya no existe en de terneros, corderos y ovejas, aunque principalmente en entor-
América del Norte. nos tropicales de ultramar (v. g. 2-53).
344 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Arácnidos
Metastigmata: ixodidae
A. americanum, Amblyomma cajennense, A. maculatum, Am-
blyomma inornatum (México), Amblyomma oblongoguttatum
(América Central y Sudamérica) y Amblyomma variegatum
(importado al Caribe desde Á rica, su erradicación de esta área
se encuentra actualmente en proceso) (v. g. 2-69).
Boophilus annulatus y Boophilus microplus (v. g. 2-84);
B. annulatus se consideran exóticos y debe in ormarse a las
autoridades sanitarias si se encuentra en el ganado vacuno.
D. andersoni, Dermacentor albipictus, Dermacentor occiden-
talis, Dermacentor nigrolineatus, D. variabilis y Dermacentor
(Otocentor) nitens (v. gs. 2-86 a 2-88). Figura 7-69. Ooq stes no espo l dos (izquierda) y espo l ­
Ixodes cookei, Ixodes paci cus, Ixodes scapularis (v. gs. 2-70, dos (derecha) de Eimeria leuckarti (×425).
2-75 y 2-78).
Las micro larias de E. schneideri (Filarioidea) pueden locali-
Metastigmata: argasidae zarse en la piel, habitualmente en la región de la cabeza.
Las larvas y nin as de Otobius megnini (la garrapata espinosa Las larvas de Rhabditis strongyloides (Rhabditida) (v. gs.
de la oreja) (v. g. 2-73) se observan en las orejas. 4-107 y 8-72) penetran a veces en los ol culos pilosos de los
Ornithodoros coriaceus y Ornithodoros turicata (v. g. 2-72) animales si éstos descansan sobre heno húmedo u otras camas.
sólo permanecen en sus hospedadores el tiempo su ciente para
alimentarse.
PARÁSITOS DE LOS CABALLOS
Astigmata Estadios parásitos encontrados en las heces
S. scabiei (v. gs. 2-100 y 2-102) puede producir dermatitis Los parásitos intestinales de los caballos orman un grupo espe-
graves, especialmente en el ganado vacuno. cial. Los caballos sólo son hospedadores de dos especies de coc-
Chorioptes bovis (v. gs. 2-101, 2-109 y 2-110). cidios, C. parvum y E. leuckarti (Apicomplexa) ( g. 7-69), y de
Psoroptes ovis (v. gs. 2-100, 2-107 y 2-108) se considera erra- tres especies de cestodos (Anoplocephala magna, Anoplocephala
dicado en la mayor parte de Estados Unidos, pero tanto éste como per oliata y Paranoplocephala mamillana), que pertenecen todos
otros ácaros similares aparecen en las orejas de las llamas y otros a la amilia Anoplocephalidae ( g. 7-70). Los nematodos orman
camélidos americanos, diversas ovejas silvestres y ganado vacuno el grupo más abundante ( g. 7-71), que incluye un ascárido (Pa-
en las partes más occidentales y del sur de Estados Unidos. rascaris equorum), dos oxiuros (O. equi y Probstmayria vivipara),
un nematodo rhabditoide, Strongyloides westeri, tres espirúridos
Prostigmata habronemátidos (Habronema muscae, Habronema microstoma y
Demodex bovis, Demodex ovis y Demodex caprae (v. gs. Draschia megastoma) y muchos estrong lidos, miembros todos de
2-115 y 8-7) pueden producir lesiones muy extensas en la piel Strongyloidea excepto uno, T. axei, encuadrado en Trichostrongy-
de las cabras y del ganado vacuno, cada una de las cuales llega a loidea. Aunque el caballo no es hospedador de uncinarias ni de
contener miles de ácaros. tricocé alos, 54 especies de estrong lidos suplen con creces estas
Psorobia bos (ganado) y Psorergates ovis (ovejas y cabras) ausencias. Los estrong lidos son de distribución cosmopolita, y los
(Psorergatidae) son los ácaros del prurito de los rumiantes.
Las niguas de los trombicúlidos (v. gs. 2-118 a 2-120) son las
larvas de los ácaros adultos de vida libre y pueden producir inten-
so prurito que se localiza a menudo en el interior de las orejas.

Mesostigmata
Raillietia auris (ganado vacuno) y Raillietia caprae (cabras).
Ácaros de la oreja (v. g. 2-96).

Protozoos
Besnoitia besnoiti (Coccidia), exótico.

Nematodos
Stephano laria stilesi (6 mm, Filarioidea). Filariidos adultos
de muy pequeño tamaño que se localizan en la piel del abdo-
men ventral, exóticos.
Para laria bovicola (Filarioidea). Los adultos penetran en los Figura 7-70. H evos de Anoplocephala magna (izquierda) y
tejidos subcutáneos y producen el «sangrado estival» en ganado Anoplocephala per oliata (derecha) (×425). L s oncos e s es­
vacuno; exótico. tán del m t d s po em ó o os p o mes. El t m ño del h evo
O. gutturosa, O. lienalis y O. bovis (Filarioidea). Las micro - de Paranoplocephala mamillana es sólo t es c t s p tes de
larias se localizan en la dermis del ganado vacuno. los nte o es.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 345
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Figura 7-71. H evos de l nos p ás tos nem todos de los c llos.

caballos in ectados de orma natural tienden a albergar simultá- equorum son de color marrón amarillento, con una cubierta
neamente una docena de especies o más. El dilema diagnóstico subes érica de gruesas paredes y super cie rugosa que contiene
asociado a los huevos de estrong lidos se ve acentuado as en el una célula. A menudo, los huevos se encuentran con su capa
caso del caballo. Sin embargo, el coprocultivo puede permitirnos externa proteica parcial o completamente desprendida. Las por-
establecer el diagnóstico espec co ( g. 7-72). ciones expuestas de dichas cubiertas son lisas y claras. Los huevos
En las heces de los équidos, la mayor a de los estadios parasi- de estrong lidos presentan el habitual problema de diagnóstico
tarios que fotan con una técnica de concentración con sacarosa di erencial. Se puede recurrir al coprocultivo e identi cación de
son relativamente áciles de identi car. Los huevos de Parascaris las larvas in ectantes de tercer estadio (v. g. 7-72). Los huevos
346 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-72. L v s n ect ntes de te ce est d o de l nos est on íl dos del c llo. L s l v s
de l s m l Cy thostom n e, ep esent d s q í po Cyathostomum catinatum, t enen ocho
cél l s ntest n les. Gyalocephalus capitatus (no most do) t ene 12, Poteriostomum t ene 16,
Triodontophorus t ene 18 (pe o l s l v s de Triodontophorus serratus most d s q í t enen sólo
16), Strongylus edentatus t ene de 18 20 y Strongylus vulgaris t ene 32 cél l s ntest n les.
S. vulgaris se d st n e ác lmente de todos los demás po s n t m ño y s l col mn de
cél l s ntest n les.

de S. westeri son más pequeños que los huevos de estrong lidos caballo; a continuación, se pega la cinta adhesiva sobre un por-
y, cuando se observan muestras recientes, contienen una larva taobjetos y se examina al microscopio (v. g. 7-71).
rhabditi orme. Es más probable obtener huevos de O. equi de Los huevos de Draschia, Habronema y los cestodos equinos
raspados anales que de muestras ecales. El huevo mostrado aqu tienden a no fotar demasiado bien en diversas soluciones por-
ue recogido mediante cinta adhesiva transparente del ano de un que son bastante rágiles y es di cil que foten en los medios de
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 347
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Figura 7-73. M c o l s de p ás tos lá dos de los c llos. (Con l m le to z c ón de


Sp n e Sc ences + b s ness Med : Parasitology research, C p ll öhm spec. nov., eine neue
Haarwurmart aus den Stirnhöhlen des Fuchses, vol. 16, n.° 1, ene o 1953, S ppe e r.)

fotación habituales. Pueden incluso ser realmente di ciles de Identifcación de microflarias equinas
encontrar cuando parece que deber an estar presentes en gran- En la gura 7-73 se muestra un diagrama de las micro larias
des cantidades, como sucede al observar parásitos adultos sobre equinas según dibujos del Dr. Jay Georgi. La realidad es que tras
la mesa de necropsia en el mismo animal. Los huevos de Dras- la aprobación de la ivermectina y de otras avermectinas para
chia y Habronema tienen orma de cigarro puro y contienen su uso en caballos, resulta ya di cil encontrar micro larias de
un embrión vermi orme. Estos huevos son di ciles de demos- orma habitual en los caballos; la administración rutinaria de
trar en las heces. Si resulta esencial realizar alguna técnica para ivermectina a los caballos podr a estar reduciendo la trans-
diagnóstico ante mórtem de habronemosis gástrica, se puede misión o suprimiendo las micro larias.
recurrir al xenodiagnóstico usando larvas de Musca domestica Las micro larias con vaina de Setaria equina se pueden de-
para D. megastoma y H. muscae, y larvas de S. calcitrans para mostrar en muestras de sangre con las técnicas ya descritas para
H. microstoma. detección de micro larias de la laria card aca del perro.
348 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-75. ad ltos de Oxyuris equi ec pe dos de n c llo


Figura 7-74. Estóm o de n c llo q e m est dhe d s en l nec ops .
l v s de Gasterophilus intestinalis y n les ón en el o de ple­
do p od c d po el esp ú do Draschia megastoma. ma en la mucosa y D. megastoma en nódulos localizados a lo
largo del borde plegado (margo plicatus) (v. g. 7-74).
Las micro larias de Para laria multipapillosa se pueden Las in ecciones por Trichostrongylus axei (Trichostrongyloidea)
encontrar en la sangre que sale de los nódulos de animales con (v. gs. 4-70 y 4-72) pueden producir gastritis hipertró ca con proli-
«sangrado estival» producido por las hembras adultas de estos eración de la mucosa y se asocian con recuencia a situaciones en las
vermes. Miden menos de 200 m m de largo, son envainadas y que los caballos comparten zonas de pasto con el ganado vacuno.
poseen un extremo caudal redondeado (Supperer, 1953).
Las micro larias de Onchocerca cervicalis, Onchocerca reticula- Larvas de insectos
ta y Elaeophora böhmi se pueden detectar haciendo una pequeña G. intestinalis (Diptera: Gasterophilidae) (v. gs. 2-22, 2-26
escisión en la piel cercana a la l nea alba y colocándola en solución a 2-30 y 7-74), incluso a pesar de su designación espec ca, se
salina siológica. Se verán enseguida micro larias de alguna de encuentra en el estómago.
estas especies saliendo de la dermis a la solución salina. En caso de
cargas parasitarias bajas dejar la preparación durante la noche. Intestino delgado
Las micro larias de O. cervicalis son esbeltas y delicadas, y Nematodos
miden entre 207 y 240 m m de longitud. P. equorum (Ascaridoidea) (v. g. 7-71) tiene una longitud
Las micro larias de O. reticulata miden entre 330 y 370 m m muy variable desde 2,5 a 61 cm; en la actualidad, con la despa-
de longitud y muestran una cola en orma de látigo largo que rasitación regular de los animales, sólo se encuentran vermes de
termina en una punta na. pequeño tamaño en las necropsias.
Las micro larias de E. böhmi miden de 300 a 330 m m de lon- S. westeri (Rhabditida) (v. gs. 4-109, 7-71 y 8-74) es muy
gitud y se pueden distinguir de O. reticulata por una di erencia pequeño y se encuentra embebido en la mucosa intestinal.
en la distancia existente desde el primordio genital a la punta
de la cola, que es mayor de 140 m m en O. reticulata y menor de Cestodos
120 m m en E. böhmi. A. magna, P. mamillana (Anoplocephalidae) (v. gs. 4-51,
4-52 y 7-70).
Relación de los parásitos de los caballos
por localización orgánica Protozoos
Cryptosporidium spp. (Apicomplexa) pueden producir dia-
Sistema digestivo
rrea grave en potrillos recién nacidos.
Boca
E. leuckarti (Coccidia) (v. gs. 7-69 y 8-25) orma grandes
Larvas de insectos
esquizontes y ooquistes que pueden observarse al microscopio
Las larvas de Gasterophilus intestinalis, Gasterophilus nasalis
en raspados de la mucosa.
y Gasterophilus haemorrhoidalis (Diptera: Gasterophilidae)
Giardia spp. (fagelado) (v. g. 7-94) puede encontrarse en
( g. 7-74; v. también gs. 2-22 y 2-26 a 2-30) pueden localizarse
orma de tro ozo tos en raspados suaves de la mucosa super -
en la lengua, en los sacos interdentales o en la base de la lengua.
cial del intestino delgado anterior.
Protozoos
Insectos
Trichomonas equibuccalis (mucofagelado) se localiza en los
Las larvas de G. nasalis y G. haemorrhoidalis (Diptera: Gaste-
márgenes gingivales de los dientes.
rophilidae) se localizan en el duodeno.
Estómago Intestino grueso
Nematodos Nematodos
D. megastoma, H. muscae y H. microstoma (Spirurida) (v. g. O. equi (150 mm) y P. vivipara (3 mm) (Oxyurida) (v. gs. 4-111
4-136) se encuentran en el estómago: H. muscae y H. microsto- a 4-113 y 7-71). O. equi ( g. 7-75) se detecta habitualmente porque
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 349
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Figura 7-76. M em os de l s m l St on yl n e ( ndes est on íl dos) y Gyalocephalus capitatus (s m l Cy thostom n e). Strongy­
lus vulgaris y Oesophagodontus robustus (×72); Strongylus equinus (×40); Strongylus edentatus (×33); Triodontophorus spp. y Gyalocephalus
capitatus (×112). (Strongylus spp. cl dos y mont dos po el método de l col met c l to de P j nowsk y cols.: Cornell Vet 62:333, 1972.)

las hembras reptan hasta el exterior del ano, haciendo que el caba- cauda, Triodontophorus tenuicollis, Triodontophorus nipponi-
llo se restriegue la cola; P. vivipara no se observa casi nunca. cus, Oesophagodontus robustus y Craterostomum acuticauda-
amilia Str ngylidae. El caballo es hospedador de aproxi- tum ( g. 7-76; v. también gs. 4-63, 7-79 [ la in erior], 7-78
madamente 60 especies de parásitos que pertenecen a la amilia y 7-79).
Strongylidae y, con recuencia, se pueden encontrar hasta 20 Sub amilia Cyath st minae. Géneros: Cyathostomum, Cyli-
especies di erentes en el mismo caballo. cocyclus, Cylicostephanus, Cylicodontophorus, Poteriostomum,
Sub amilia Str ngylinae. Strongylus vulgaris, S. edentatus, Paraposteriostomum, Petrovinema, Coronocyclus y Gyalocepha-
S. equinus, Triodontophorus serratus, Triodontophorus brevi- lus ( gs. 7-77 a 7-87).
350 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-77. M em os de l s m l Cy thostom n e. V st do sovent l (izquierda), de l s pe ­


c e do s l (centro) y l te l (derecha) de l s cáps l s c les de Coronocyclus coronatus (fla supe­
rior), Coronocyclus catinatum (fla media) y Cyathostomum tetracanthum (fla in erior). (Todos × 283.)

Cada especie puede identi carse mediante un cuidadoso estu- pec menes conservados pueden estudiarse de esta manera, aunque
dio únicamente de la cápsula bucal. En ejemplares rescos se pue- tienden a ser mucho menos transparentes que los rescos. Para que
den observar su cientes detalles identi cativos sin tener que recu- se puedan llevar a cabo ácilmente las oportunas comparaciones,
rrir a agentes clari cadores. Montar simplemente el parásito bajo se han colocado juntas las ilustraciones de aquellas especies con
un cubreobjetos en una gota de agua. Con esta sencilla preparación mayores similitudes entre s . La sistemática que se ha aplicado en la
es posible habitualmente girar el parásito de modo que puedan siguiente clave pictórica es la nomenclatura de la excelente mono-
estudiarse tanto las caras laterales como la dorsal. Incluso los es- gra a de J. Ralph Lichten els Helminths o Domestic Equids (Proc
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 351
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Figura 7-78. M em os de l s m l Cy thostom n e. V st do sovent l (izquierda), de l s ­


pe c e do s l (centro) y l te l (derecha) de l s cáps l s c les de Coronocyclus labiatus (fla
superior), Coronocyclus labratus (fla media) y Cylicostephanus goldi (fla in erior). (Todos × 283.)

Helminthol Soc Wash, 42, 1975) junto con una actualización sobre cal, donde produce ulceraciones e in lamación crónica de la
la taxonom a del grupo (Lichten els y cols., 1998). pared ileal.

Cestodos Insectos
A. per oliata (Anoplocephalidae) (v. igs. 4-52 y 7-70) En ocasiones, las larvas de G. haemorrhoidalis (Diptera: Gaste-
se localiza principalmente en el ciego; este cestodo tiende rophilidae) se adhieren brevemente a la mucosa con orme recorren
también a agruparse en el leon, cerca de la válvula ileoce- su camino para salir desde el tubo digestivo al medioambiente.
352 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-79. M em os de l s m l Cy thostom n e y Craterostomum acuticauda­


tum (s m l St on yl n e). V st do sovent l (izquierda), de l s pe c e do s l (cen­
tro) y l te l (derecha) de l s cáps l s de Cylicostephanus asymetricus (fla superior),
Cylicostephanus bidentatus (fla media) y Craterostomum acuticaudatum (fla in erior).
(Todos × 283.)
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 353
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Figura 7-80. M em os de l s m l Cy thostom n e. V st do sovent l (izquierda)


de l s pe c e do s l (centro) y l te l (derecha) de l s cáps l s de Cylicostephanus cali­
catus (fla superior), Cylicostephanus minutus (fla media) y C. longibursatus (fla in erior).
(Todos × 425.)
354 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-81. M em os de l s m l Cy thostom n e. V st do sovent l (izquierda) de l


s pe c e do s l (centro) y l te l (derecha) de l s cáps l s c les de Cylicocyclus nassatus
(fla superior), Cylicocyclus ashworthi (fla media) y Cylicocyclus leptostomus (fla in erior).
(C. nassatus y C. leptostomus × 283, C. ashworthi × 242.)
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 355
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Figura 7-82. M em os de l s m l Cy thostom n e. V st do sovent l (izquierda)


de l s pe c e do s l (centro) y l te l (derecha) de l s cáps l s de Cylicocyclus elonga­
tus (fla superior), Cylicocyclus insigne (fla media) y Cylicocyclus ultrajectinus (fla in erior).
(Todos × 112.)
356 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-83. M em os de l s m l Cy thostom n e. V st do sovent l (izquierda) de


l s pe c e do s l (centro) y l te l (derecha) de l s cáps l s de Poteriostomum impariden­
tatum (fla superior), Poteriostomum ratzii (fla media) y Paraposteriostomum mettami (fla
in erior). (Todos × 112.)
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 357
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Figura 7-84. M em os de l s m l Cy thostom n e. V st do sovent l (izquierda) de l


s pe c e do s l (centro) y l te l (derecha) de l s cáps l s de Cylicodontophorus bicoronatus
(fla superior), Paraposteriostomum euproctus (fla media) y Cyathostomum pateratum (fla
in erior). (Todos × 170.)
358 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-85. Cylicocyclus auriculatus (s m l Cy thostom ­ Figura 7-87. Cylicocyclus brevicapsulatus, ún co m em o más
n e) (×50). O sé vense l s p om nentes p p l s ce ál c s l te ­ común de l s m l Cy thostom n e (×168).
les. L fech nd c l pos c ón del po o exc eto .
Peritoneo y cavidad peritoneal
Hígado Nematodos
Larvas de nematodos Los adultos de S. equina (150 mm; Filarioidea) (v. gs. 4-143
P. equorum (Ascaridoidea) atraviesa el h gado en su camino y 7-73) viven en la cavidad peritoneal.
hacia el pulmón tras la ingestión de huevos en estadio in ectante. Las larvas de S. edentatus (44 mm; Strongylinae) (v. gs. 8-78
S. edentatus y S. equinus (v. gs. 8-79 a 8-82) migran por a 8-81) migran por el peritoneo.
el h gado durante algún tiempo antes de hacerse cl nicamente
evidentes. Sistema respiratorio
Senos paranasales
Larvas de cestodos Larvas de insectos
Los quistes hidat dicos de E. granulosus (Taeniidae) (v. gs. Rhinoestrus purpureus (Oestridae) es un rezno nasal, ya con-
4-44 a 4-46 y 8-64) son muy raros en caballos en la mayor parte siderado exótico.
del mundo y especialmente en Estados Unidos.
Bronquios y bronquiolos
Páncreas Nematodos
Nematodos Dictyocaulus arn eldi (65 mm; Trichostrongyloidea) (v. gs.
Las larvas de S. equinus (Strongylinae) (v. g. 8-82) migran a ve- 4-143 y 7-73) parasita al caballo; se cree que los burros ayudan
ces al páncreas antes de producir en ermedad cl nicamente patente. a mantener la in ección entre equinos.

Figura 7-86. M em os de l s ml Cy thostom n e.


CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 359

Protozoos
Babesia caballi (piroplasma) (v. g. 3-29) puede observarse
en el interior de los eritrocitos en preparaciones jadas.

Músculo esquelético y tejido conjuntivo


Nematodos
Se han encontrado larvas de primer estadio de T. spiralis
(Trichinelloidea) en caballos engordados en Europa para con-
sumo humano.
Los adultos de O. cervicalis (Filarioidea) se encuentran en el
ligamento dorsal del cuello.

Protozoos
S. bertrami y S. ayeri (coccidios) (v. tabla 2-1 y gs. 8-32 y
8-33) se mani estan en orma de quistes (sarcoquistes) en el
Figura 7-88. a te t s y ne sm ve m noso po Strongylus interior de las bras musculares.
vulgaris en l o t de n pon desc e to d nte n ope ­
c ón de c í meno . Larvas de insectos
H. bovis y H. lineatum (Diptera: Hypodermatidae) (v. g.
Parénquima pulmonar 2-22) migran ocasionalmente de orma errática al tejido subcu-
Nematodos táneo dorsal de los caballos.
S. edentatus (migración aberrante) (v. gs. 8-78 y 8-80).
Las larvas de P. equorum (Ascaridoidea) hacen una migración Micro larias de nematodos
hepatopulmonar en el caballo antes de volver al intestino. Hay Las micro larias de O. cervicalis y O. reticulata (Filarioidea)
razones para creer que muchas de las larvas que no se desarro- (v. gs. 8-111 y 8-112) se encuentran en la dermis.
llan a la ase adulta en los caballos se quedan en los pulmones y
Sistema urogenital
originan patolog a asociada a la presencia de eosinó los.
Riñones
Sistema circulatorio Nematodos
Arterias Halicephalobus gingivalis (Rhabditida) puede localizarse en
Nematodos diversas v sceras del caballo tanto en orma de larvas como de
Las larvas de S. vulgaris ( gs. 7-88 y 7-89) migran a través hembras adultas, siendo el riñón uno de los órganos parasitados
de las paredes de las arterias mesentéricas y producen lesiones con mayor recuencia.
notablemente graves en las paredes de estos vasos.
Protozoos
E. böhmi (Filarioidea) (v. g. 7-73) se localiza en la ntima de la
Klossiella equi (coccidio) ( g. 8-30).
pared de la aorta y de otros vasos ormando nódulos. Es exótica.
Sangre Testículos
Micro larias de nematodos Nematodos
S. equina (Filarioidea) (v. g. 7-73). Los preadultos de S. edentatus (Strongylinae) (v. gs. 8-78 a
8-81) se localizan, a veces, en las túnicas vaginales.

Sistema nervioso
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Cerebro y médula espinal


Nematodos
Las larvas de cuarto estadio y/o los preadultos de S. vulgaris
(Strongylinae) (v. gs. 7-76 y 7-89) pueden realizar migraciones
erráticas; incluso un solo verme puede provocar una en erme-
dad neurológica mortal.
Las larvas de Setaria spp. (Filarioidea) (v. gs. 4-32, 4-33 y
7-73) también puede realizar este tipo de migración errática,
provocando en ermedad neurológica; esto parece suceder con
mayor recuencia en Asia.
H. gingivalis (Rhabditoidea) produce en ermedad neuroló-
gica que puede ser mortal.
D. megastoma (Spirurida) (Mayhew y cols., 1983).

Figura 7-89. Strongylus vulgaris, c to est d o (izquierda, Insectos


× 108) y q nto est d o nm d o (derecha, × 38) en n t om o Las larvas de H. bovis y H. lineatum (Diptera: Hypoderma-
de l te mesenté c c ne l de n c llo. tidae) pueden realizar una migración errática en hospedadores
360 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

equinos at picos; una sola larva puede producir en ermedad


neurológica mortal.

Protozoos
Sarcocystis neurona (Apicomplexa), agente etiológico de la
mielitis equina por protozoos (MEP).

Ojo
Nematodos
Thelazia lacrymalis (Spirurida) (v. g. 4-132) se localiza en el
saco conjuntival y en los conductos lagrimales.
Las larvas de D. megastoma y de Habronema spp. (Spirurida)
pueden producir conjuntivitis habronémica.
Micro larias de Onchocerca spp. (v. g. 7-73).

Piel y pelo
Insectos
M. autumnalis y S. calcitrans (Diptera: Muscidae) (v. gs.
2-13 y 2-14).
Hippobosca equina y Lipoptena cervi (Diptera: Hippobosci-
dae) (v. g. 2-17) son las hiposcas de los caballos. H. equina es
rara en Estados Unidos; L. cervi del ciervo es recuente, pero
a ortunadamente sólo in ecta en raras ocasiones a los caballos.
Las hembras de G. intestinalis, G. nasalis y G. haemorrhoidalis
(Diptera: Gasterophilidae) revolotean alrededor de los caballos
mientras depositan sus huevos dejándolos adheridos a los pelos.
Tabanus y Chrysops spp. (Diptera: Tabanidae) (v. gs. 2-10
y 2-11) atacan a pleno sol durante el tiempo su ciente para
producir una picadura muy dolorosa.
Haematopinus asini (Anoplura).
Damalinia equi (Mallophaga: Ischnocera).
E. gallinacea (Siphonaptera) (v. g. 2-54).
Triatoma sanguisuga (Hemiptera: Triatominae) (v. g. 2-63).

Larvas de insectos Figura 7-90. Ooq stes espo l dos de ocho espec es de
Eimeria y de n espec e de Cystoisospora del ce do. (De Vette ­
Las larvas de H. bovis y H. lineatum (Diptera) (v. g. 2-22) se
l n JM: J Parasitol 51:909, 1965.)
localizan en la epidermis del área de la silla.

Arácnidos Las larvas de D. megastoma, H. muscae y H. microstoma (Spi-


Amblyomma, Anocentor, Boophilus, Dermacentor, Hae- rurida) provocan reacciones granulomatosas en heridas, en zo-
maphysalis, Hyalomma, Ixodes y Rhipicephalus (Metastigmata: nas sometidas a constante humedad y en la conjuntiva ocular.
Ixodidae) (v. gs. 2-74 y 2-91).
S. scabiei (Sarcoptidae; Astigmata) (v. gs. 2-100 y 2-102). PARÁSITOS DE LOS CERDOS
P. ovis y C. bovis (Psoroptidae; Astigmata) (v. gs. 2-100,
2-101 y 2-107 a 2-110). Estadios parásitos encontrados en las heces
Trombiculidae (Prostigmata) (v. gs. 2-118 a 2-120). Entre los protozoos intestinales se incluyen ocho especies de Eime-
Demodex equi (Prostigmata) (v. g. 2-115). ria y Cystoisospora suis ( g. 7-90), Cryptosporidium suis, Entamoeba
polecki, Iodamoeba buetschlii, Endolimax nana, Giardia spp., otros
Micro larias y larvas de nematodos fagelados y el ciliado B. coli (v. g. 3-8), muy recuente. Excepto
Micro larias de P. multipapillosa (Filarioidea) (v. g. 7-73) las especies de Eimeria, Cystoisospora y Cryptosporidium, la mayor
en el exudado serosanguinolento de nódulos ulcerados. parte de estos parásitos no se detecta con técnicas de fotación en
Las micro larias de O. cervicalis y O. reticulata (Filarioidea) sacarosa por la de ormación que presentan.
(v. gs. 7-71, 8-111 y 8-112) están presentes casi universalmente En las heces del cerdo se encuentran a menudo diversos tipos
en la dermis de los caballos, especialmente la dermis de la zona de huevos, entre los que se incluyen nematodos y un acantocé alo
ventral, si no reciben tratamiento regular rutinario con aver- ( g. 7-91). Los huevos ertilizados del ascárido A. suum tienen una
mectinas. capa externa proteica rugosa, que se tiñe con la bilis. Los huevos
R. strongyloides (Rhabditida) (v. g. 4-107) puede producir no embrionados de A. suum pueden ser bastante recuentes y
dermatitis en caballos que estén echados en la paja durante uno aparecen un poco más largos y delgados que los embrionados; la
o dos d as después de una intervención quirúrgica. pared media de la cubierta tiende a ser delgada, y la porción central
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 361

Figura 7-91. H evos de l nos p ás tos de los ce dos (×425).

aparece desorganizada. Los espirúridos Ascarops y Physocephalus de cerdos in ectados. La última micción contiene la mayor con-
producen huevos de pared gruesa con una larva en su interior. Los centración de huevos.
huevos de Strongyloides ransomi (Rhabditida) se parecen a los de
S. papillosus (Rhabditida) y son de pared delgada y con una larva Examen para diagnóstico de triquinelosis
en su interior (v. g. 7-58). La presencia de huevos de estrong lidos Preparaciones por aplastamiento entre portaobjetos
en las heces del cerdo puede signi car in ección por Hyostrongylus Las in ecciones de moderadas a intensas por T. spiralis pueden
rubidus (Trichostrongyloidea), Oesophagostomum spp. (Strongy- diagnosticarse por una sencilla compresión de pequeñas por-
loidea), o Globocephalus urosubulatus o Necator americanus (Ancy- ciones de tejido muscular entre dos portaobjetos de cristal y
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lostomatoidea), pero los más recuentes son los dos primeros. La examinando la preparación a bajo aumento. El dia ragma y los
presencia de metastrongyloidea en el cerdo es poco recuente si se músculos maseteros son especialmente adecuados para conse-
compara con muchos otros en los que, como hospedador interme- guir hallazgos positivos.
diario, tienen una lombriz de tierra en lugar de un molusco y, al 1. Separar una pequeña porción de musculatura y
contrario que la mayor a de los metastrongyloidea de los animales colocarla sobre un portaobjetos.
domésticos, los huevos de Metastrongylus apri, Metastrongylus sal- 2. Cubrirla con un segundo portaobjetos y apretar los dos
mi y Metastrongylus pudendotectus son pequeños y subglobulares y cristales entre s con el pulgar y el ndice, para aplastar el
contienen una larva en su interior. Trichuris suis (Trichinelloidea) trozo de carne.
se localiza en la mucosa del ciego y colon, sus huevos son t picos 3. Mientras se mantiene la presión, unir entre s los dos
del género, casi idénticos a Trichuris trichiura del hombre y más portaobjetos rmemente envolviendo cada extremo con
pequeños que los huevos del tricocé alo del perro, T. vulpis. Los cinta adhesiva.
huevos de M. hirudinaceus (Acanthocephala) tienen tres cubiertas 4. Cortar cualquier porción de musculatura de carne que
concéntricas elipsoidales que rodean al embrión acanthor. pudiera sobresalir de entre los portaobjetos para evitar
que se contamine la platina del microscopio.
Estadios encontrados en la orina 5. Examinar la totalidad del campo a bajo aumento. Si
Los huevos de S. dentatus (Strongyloidea) son grandes, se en- hubiese larvas son ácilmente visibles ( g. 7-92). Nota:
cuentran en ase de mórula y se observan en muestras de orina este procedimiento también es aplicable a otros parásitos
362 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Relación de los parásitos de los cerdos


por localización orgánica
Sistema digestivo
Boca y esó ago
Nematodos
G. pulchrum (150 mm; Spirurida) (v. gs. 4-133, 4-134 y 7-105).
Eucoleus (Capillaria) gar ai (Trichinelloidea) se localiza en
los epitelios linguales de los jabal es.

Estómago
Nematodos
Physocephalus sexalatus (v. g. 4-135), Ascarops strongylina, Gnat-
hostoma hispidum (v. g. 4-129) y Simondsia paradoxa (Spirurida).
H. rubidus (9 mm) y O. tricuspis (1 mm) (Trichostrongy-
loidea) (v. gs. 4-78 y 4-79).
Aonchotheca (Capillaria) gastrosuis (Trichinelloidea) (v.
g. 7-52).
Figura 7-92. Q ste de Trichinella spiralis en n p ep c ón
ec ente po d est ón de músc lo de t .
Intestino delgado
Nematodos
tisulares como los pequeños trematodos pulmonares de las
A. suum (410 mm; Ascaridoidea) ( g. 7-93; v. también gs.
ovejas y los carn voros, larvas enquistadas de Toxocara, etc.
4-114 a 4-116 y 7-52).
G. urosubulatus (6 mm; Ancylostomatoidea) (v. g. 4-94).
Digestión tisular
S. ransomi (5 mm; Rhabditida) (v. gs. 4-108 y 4-109).
Para detectar in ecciones leves por T. spiralis y otros nematodos en los
T. spiralis (4 mm; Trichinelloidea) (v. gs. 4-148 a 4-150 y 7-92).
tejidos se utiliza la digestión péptica de los mismos. El jugo gástrico
digiere el tejido muscular pero no las larvas de T. spiralis. La solución Acanthocephala
de pepsina-ácida consiste en 0,2 g de pepsina granular y 1,0 ml de
M. hirudinaceus (470 mm) (v. g. 4-155).
ácido clorh drico concentrado en 100 ml de agua destilada.
1. Pesar unos 4 g del tejido y desmenuzarlo con un bistur . Protozoos
2. Añadir 100 ml de la solución de pepsina-ácida y dejar Eimeria debliecki y aproximadamente otras 10 especies de Eime-
reposar durante aproximadamente 1 a 6 horas a 37 °C. ria (coccidios); habitualmente la in ección cursa sin signos cl nicos.
3. Decantar con cuidado el exceso de sobrenadante, Cystoisospora suis (coccidio) produce enteritis en el intestino
resuspender el sedimento y trans erir a una placa de Petri. delgado de los animales jóvenes.
4. Hacer recuento de las larvas bajo un microscopio de Cryptosporidium suis (Apicomplexa).
disección. Las larvas se pueden recuperar con una Giardia spp. (Mastigophora) ( g. 7-94; v. también g. 3-6);
pipeta Pasteur para un estudio más detallado con el habitualmente la in ección cursa sin signos cl nicos.
microscopio óptico.
Ciego y colon
Nematodos
Oesophagostomum dentatum, Oesophagostomum brevicau-
dum, Oesophagostomum georgianum y Oesophagostomum qua-
drispinulatum (Strongyloidea) (v. gs. 4-86 y 4-87).
T. suis (Trichinelloidea) (v. gs. 4-151 a 4-153 y 7-91).

Protozoos
E. polecki, E. nana, I. buetschlii y otras (amebas) se conside-
ran comensales en su mayor a.
Chilomastix mesnili, Tetratrichomonas buttreyi, Trichomitus
rotunda y Tritrichomonas suis (mucofagelados) se consideran
comensales en su mayor a.
B. coli (ciliado) (v. g. 3-8) es un comensal que puede produ-
cir colitis ocasionalmente.

Hígado, páncreas y cavidad peritoneal


Larvas de nematodos
Figura 7-93. Les ones nd c d s en el hí do de n ce do ex­ Las larvas migratorias de A. suum (Ascaridoidea) (v. g.
p esto h evos n ect ntes de Ascaris suum (derecha); hí do 4-116) originan lesiones en orma de «manchas de leche» en la
no m l l zq e d . super cie del h gado.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 363
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 7-94. P ás tos com nes de los tones, t s y conejos de l o to o. P n l st más mpl
de p ás tos de los n m les de l o to o, po hosped do y ó no, ve el texto. Ratón y rata: Hymenolepis
nana e Hymenolepis diminuta (Hymenolep d d e) son t m én p ás tos del hom e. Los h evos de H. nana en
colon s de oedo es son n ect ntes p los se es h m nos; p l t nsm s ón de este cestodo no se eq e e
hosped do nte med o. D ve sos esc jos y c c ch s ctú n como hosped do es nte med os de
H. diminuta y, en s oc s ones, de H. nana. T o ozoítos (grupo de cinco, centro) y q stes (recuadro, superior
izquierda) de Giardia (M st opho ), p ás to ec ente de los tones. Conejo: los h evos de Cittotaenia ctenoi­
des (anoploceph l d e) p ecen como es e s mo s (izquierda de la echa) h st se pl st dos po p es ón
so e el c eo jetos (derecha de la echa), t s lo c l se h ce v s le l oncos e y el em ó o o p o me.
Los h evos de Obeliscoides cuniculi t enen l s típ c s c cte íst c s de n h evo de est on íl do. Los de Passa­
lurus ambiguus (Oxy d e) son l o s mét cos y poseen n est ct modo de t p de en n ext emo.
Ooq stes espo l dos de Eimeria. No con nd con Saccharomycopsis guttulatus (v. . 7­6) p ás to on de
del conejo. Todos × 425 excepto Giardia (×1.000).
364 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Las larvas de S. dentatus (Strongyloidea) migran por el h ga- Sistema urogenital


do y el páncreas (v. g. 4-91). Nematodos
S. dentatus (45 mm; Strongylida) (v. g. 4-91). Estos vermes
Trematodos blancos in ectan los riñones, uréteres, vejiga urinaria, grasa pe-
F. hepatica y F. gigantica (Fasciolidae) (v. gs. 4-2 y 4-11). rirrenal, costillas, médula espinal y algunas otras zonas como
consecuencia de migraciones erráticas.
Larvas de cestodos
Los quistes hidat dicos de E. granulosus (Taeniidae) (v. gs. Piel y pelo
4-44 a 4-46 y 8-64) son muy raros en Estados Unidos. Insectos
En raras ocasiones se pueden encontrar cisticercos de T. Musca y Stomoxys (Diptera) (v. gs. 2-13 y 2-14).
hydatigena (Taeniidae) (v. g. 4-48), principalmente en jaba- Haematopinus suis (Anoplura) (v. g. 2-37).
l es. P. irritans, E. gallinacea y Tunga penetrans (Siphonaptera) (v.
gs. 12-54, 2-56 y 2-62).
Sistema respiratorio
Bronquios y bronquiolos Arácnidos
Nematodos Metastigmata (garrapatas) (v. gs. 2-74 y 2-91).
M. apri, M. salmi y M. pudendotectus (Metastrongyloidea) S. scabiei (Astigmata) (v. gs. 2-100 y 2-102) sigue siendo un
(v. g. 4-99) pueden producir signos de di cultad respiratoria problema en los cerdos.
en cerdos. Demodex phylloides (Prostigmata) (v. g. 2-115) produce en
los cerdos pequeñas pústulas con presencia de un gran número
Parénquima pulmonar de ácaros.
Larvas de nematodos
Las larvas de A. suum (Ascaridoidea) (v. g. 4-116) migran a PARÁSITOS DE LOS ROEDORES
través del h gado y causan patolog a. Y DE LOS CONEJOS DE LABORATORIO
Larvas de cestodos Muchos parásitos pierden toda oportunidad de completar sus
Los quistes hidat dicos de E. granulosus (Taeniidae) (v. gs. ciclos biológicos el d a que su hospedador pasa a ser miembro
4-44 a 4-46 y 8-64) parecen ser muy raros en el cerdo en Estados de una colonia de animales de laboratorio. Aunque puedan
Unidos. limitar la utilidad de sus hospedadores inmediatos como indi-
viduos experimentales, dichos parásitos no presentan un pro-
Trematodos blema continuo de control. Por ejemplo, la in ección por Diro-
Paragonimus kellicotti (Troglotrematidae) (v. gs. 4-14, 4-15 laria deja a un perro inútil para experimentos que impliquen
y 7-36, B) ser a un excelente parásito de los jabal es y también de al sistema respiratorio o circulatorio, pero, en ausencia de mos-
los cerdos alimentados con cangrejos. quitos, el parásito quedará restringido a este hospedador. Por
otra parte, una sorprendente variedad de parásitos artrópodos,
Músculo esquelético y tejido conjuntivo protozoos y helmintos tienen mucho éxito para mantener gran-
Larvas de nematodos des poblaciones incluso en colonias de animales de laboratorio
razonablemente higiénicas. Los ácaros del pelo, las giardias, los
Las larvas de T. spiralis (Trichinelloidea) (v. gs. 7-92 y 8-116)
pueden estar presentes en grandes cantidades por gramo de mús-
culo del cerdo sin que el animal muestre signos de en ermedad.

Larvas de cestodos
Los cisticercos de Taenia solium (Taeniidae) (v. g. 8-60)
en el músculo son un problema potencial en áreas donde los
humanos pueden in ectarse, especialmente en algunos pa ses en
desarrollo, donde los cuidadores de animales están trabajando
con cerdos; la presencia de quistes exige la destrucción de la
carne de los animales in ectados.
Los esparganos de S. mansonoides (Diphyllobothriidae) (v.
gs. 4-31 y 8-68) pueden in ectar a los cerdos, que actúan como
hospedadores paraténicos.

Larvas de trematodos
Alaria (mesocercarias, Diplostomatidae).
Protozoos
En los músculos del cerdo se observan sarcoquistes de
S. miescheriana, S. porci elis y Sarcocystis suihominis (coccidios) Figura 7-95. Obeliscoides cuniculi, ext emo nte o (izquierda)
(v. tabla 2-1 y gs. 8-32 y 8-33). y ols cop l do y espíc l s del m cho (derecha) (×120).
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 365

Figura 7-98. Leporacarus gibbus, n ác o del pelo de los co­


nejos (×100). (Po co tesí del D . Stephen We s oth.)

Figura 7-96. C st ce cos de Taenia pisi ormis en l c v d d ­ Cestodos


dom n l de n conejo domést co n ect do expe ment lmente. Cittotaenia ctenoides (Anoplocephalidae) (v. g. 7-94).

Protozoos
coccidios, los cestodos del género Hymenolepis y los oxiuros son
particularmente recuentes. El siguiente per l, incompleto, in- Eimeria spp. (coccidios) (v. g. 7-94). Diez especies de
cluye sólo aquellos parásitos comunes de conejos, ratas, ratones, Eimeria parasitan el epitelio intestinal y originan diarrea y ema-
cobayas, monos y simios de laboratorio. ciación.
En la gura 7-94 están representados algunos de los parási- Entamoeba cuniculi (ameba). No patógeno.
tos más comunes de los roedores y conejos.
Hígado y cavidad peritoneal
Relación de los parásitos de los conejos Protozoos
por localización orgánica Eimeria stiedae (coccidio) origina coccidiosis biliar (v. g. 8-28).
Sistema digestivo
Estómago Larvas de cestodos
Nematodos Los cisticercos de T. pisi ormis (Taeniidae) ( g. 7-96) migran
Obeliscoides cuniculi y Graphidium strigosum (18 a 20 mm; inicialmente por el h gado, pero nalmente se asientan y madu-
Trichostrongyloidea) ( g. 7-95). Las esp culas de O. cuniculi ran en el peritoneo.
miden 0,54 mm; las de G. strigosum 2,4 mm.
Piel y pelo
Intestino Arácnidos
Nematodos Psoroptes cuniculi (Astigmata) ( g. 7-97; v. también gs.
Trichostrongylus retortae ormis y Nematodirus leporis (Tri- 2-100, 2-107 y 2-108) puede producir lesiones cutáneas graves
chostrongyloidea) (v. gs. 4-70 y 4-72). en las orejas de los conejos.
S. papillosus (6 mm; Rhabditida). Sarcoptes y Chorioptes (Astigmata) (v. gs. 2-100 a 2-102 y
Passalurus ambiguus (11 mm; Oxyurida) (v. g. 4-110). 2-109).
Trichuris leporis (Trichinelloidea). Leporacarus gibbus (Listrophoridae) ( g. 7-98).
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Cheyletiella parasitovorax (Prostigmata) (v. g. 2-116).

Relación de los parásitos de las ratas


por localización orgánica
Sistema digestivo
Estómago e intestinos
Nematodos
Nippostrongylus brasiliensis (6 mm; Trichostrongyloidea)
( g. 7-99).
Strongyloides ratti (Rhabditida) (v. g. 4-109).
Gongylonema neoplasticum (Spirurida) (v. g. 7-105).
Syphacia muris y Aspiculuris ratti (Oxyurida).
Heterakis spumosa (16 mm; Ascaridida).
T. spiralis (Trichinelloidea) (v. g. 4-148).
Trichuris muris (Trichinelloidea).
Cestodos
Hymenolepis diminuta (Hymenolepididae) (v. g. 7-94).
Figura 7-97. O ej de n conejo n est d po Psoroptes cuniculi. Posee un escólex sin ganchos.
366 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Figura 7-99. Nippostrongylus brasiliensis. A, b s y espíc l s


del m cho (×125). B, Ext emo c d l de l hem (×150).
C, re ón eso á c (×150).

Protozoos
Eimeria nieschultzi y otras especies (coccidios) (v. g. 7-94).
Giardia (mucofagelado) (v. g. 7-94).

Hígado Figura 7-101. Polyplax spinulosa m cho (×108).


Nematodos
Calodium (Capillaria) hepaticum (Trichinelloidea) (v.
g. 8-117). Larvas de cestodos
T. taeniae ormis (Taeniidae) (v. g. 8-61).

Protozoos
Hepatozoon muris (plasmodio) realiza una esquizogonia en
las células hepáticas; los gamontes se encuentran en los mono-
citos sangu neos circulantes. El vector es un ácaro mesostigmá-
tido, Echinolaelaps echidninus.

Figura 7-100. Ox os de los tones: Syphacia obvelata m ­


cho (izquierda) y Aspiculuris tetraptera, ext emo nte o (dere­ Figura 7-102. Q ste de Balantidium coli en l s heces de n
cha) (×80). co y .
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 367

Nematodos
Heligmosomoides polygyrus (sin. Nematospiroides dubius;
Trichostrongyloidea); estos parásitos son de color rojizo y se
encuentran uertemente enrollados.
N. brasiliensis (6 mm; Trichostrongyloidea) (v. g. 7-99).
Syphacia obvelata y Aspiculuris tetraptera (Oxyuroidea) (v.
g. 7-100).
H. spumosa (Ascaridida).
T. muris (Trichinelloidea).

Cestodos
Hymenolepis nana y H. diminuta (Hymenolepididae) (v. g.
7-94). El escólex de H. nana está armado con ganchos; el de H.
diminuta es inerme.

Figura 7-103. Co y n est do po el p ojo Gliricola porcelli. Sistema urogenital


Riñones
Protozoos
Klossiella muris (coccidio) se observa habitualmente en cortes
Sistema urogenital histológicos.
Nematodos
Trichosomoides crassicauda (Trichinelloidea) (v. gs. 3-142 Piel y pelo
y 8-120) se localiza embebido en el epitelio de la vejiga; el Insectos
macho vive dentro del sistema reproductor de la hembra. Polyplax serrata (Anoplura) (v. g. 2-41).

Piel y pelo Arácnidos


Insectos Myobia musculi y Rad ordia a nis (Prostigmata) (v. g.
Polyplax spinulosa (Anoplura) ( g. 7-101). 2-117). Los mióbidos no abandonan el hospedador cuando éste
Xenopsylla cheopis (Siphonaptera) (v. g. 2-55). muere; para encontrarlos el cadáver debe ser examinado cuida-
dosamente con un microscopio estereoscópico.
Arácnidos Myocoptes musculinus (Astigmata) (v. g. 2-113).
Ornithonyssus bacoti (Mesostigmata). O. bacoti y Allodermanyssus sanguineus (Mesostigmata)
Rad ordia ensi era (Prostigmata). (v. g. 2-92, Ornithonyssus sylviarum).
Notoedres muris (Astigmata) (v. gs. 2-103 y 2-104).
Relación de los parásitos de los cobayas
Relación de los parásitos de los ratones por localización orgánica
por localización orgánica Sistema digestivo
Sistema digestivo Nematodos
Estómago e intestino Paraspidodera uncinata (Oxyurida).
Protozoos
Cryptosporidium muris (estómago) y C. parvum (intestino Cestodos
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

delgado) (v. gs. 3-17, C. andersoni y 3-18, C. parvum). H. nana (v. g. 7-94).

Figura 7-104. T es p ás tos de los


p m tes. P n l st más complet
de p ás tos po ó nos ect dos de
los s m os ve el texto. Anatrichosoma
cynomolgi en l m cos n s l. Los
h evos de noploce ál dos m est n
n em ó o o p o me q e c c nd l
oncos e . Los h evos de Prosthenor­
chis elegans (ac nthoceph l ) t enen
n es c e t exte o y del d s
c p s nte o es q e enc e n el em­
ón ( c ntho ).
368 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Protozoos Trichostrongylus, Molineus y Nematodirus (Trichostrongy-


Eimeria caviae (coccidio). loidea) (v. g. 4-72).
Balantidium spp. (ciliado) ( g. 7-102 y v. g. 3-8). Oesophagostomum (Conoweberia) apiostomum, Oesophagos-
Cryptosporidium wrairi (v. 3-18, C. parvum). tomum stephanostomum y Ternidens deminutus (Strongyloidea)
(v. gs. 4-63 y 7-105). «Vermes nodulares» de cuerpo robusto con
Piel y pelo vértices en hoja y surco cervical transverso en la cara ventral.
Insectos Necator, Ancylostoma y Globocephalus (Ancylostomatoidea)
Gliricola porcelli, Gyropus ovalis y Trimenopon hispidum (v. gs. 4-94 y 4-95).
(Mallophaga) ( g. 7-103 y v. g. 2-50). Ascaris lumbricoides (Ascaridoidea) ( g. 4-114).
Trichuris spp. (Trichinelloidea) (4-151).
Arácnidos Enterobius spp. (Oxyurida) (v. g. 7-105). Los oxiuros tienen bas-
Chirodiscoides caviae (Astigmata) (v. g. 2-112). tante especi cidad por su hospedador. Generalmente, cada especie
Trixacarus caviae (Astigmata) puede producir sarna grave, de oxiuro in ecta a un género de monos. Enterobius vermicularis y
que puede llegar a ser mortal. Enterobius anthropopitheci in ectan a los chimpancés. Habitualmen-
te, Enterobius spp. no se consideran patógenos, pero a veces invaden
la pared intestinal y producen en ermedad grave o incluso mortal.
PARÁSITOS DE LOS MONOS Y LOS SIMIOS Streptopharagus, Gongylonema, Protospirura, Physocephalus y
Los distintos tipos de parásitos que se pueden encontrar en estos Rictularia, Physaloptera (Spirurida) (v. gs. 4-130, 4-131, 4-133,
animales dependen de su especie y procedencia geográ ca y de 4-134 y 7-105). Se ha observado que Protospirura muricola, un
la duración y condiciones ambientales de su cautiverio. Ciertos parásito de los roedores que utiliza a la cucaracha Leucophaea
parásitos (p. ej., Strongyloides y Oesophagostomum) prosperan maderae como hospedador intermediario, produce per oración
especialmente bien en los monos cautivos. Otros, especialmente del estómago en monos cautivos (Foster y Johnson, 1939).
aquéllos cuyos hospedadores intermediarios naturales ya no están
disponibles, tienden a desaparecer lentamente. En colonias mezcla-
Cestodos
das, los parásitos que no discriminan a la hora de seleccionar a sus Bertiella studeri (Anoplocephalidae) es bastante grande y
hospedadores pueden diseminarse a especies de monos que, por tiene cuatro ventosas pero carece de ganchos.
razones ecológicas o geográ cas, rara vez o nunca se in ectar an H. nana (Hymenolepididae) (v. g. 7-94) es muy pequeño,
en su hábitat natural. Dichas in ecciones cruzadas es más proba- tiene cuatro ventosas y también ganchos.
ble que produzcan en ermedad cl nica como consecuencia de la
Acantocé alos
alta de adaptación mutua entre hospedador y parásito. Por tanto,
Prosthenorchis y Monili ormis (v. g. 7-95).
la siguiente lista representa los parásitos más comunes de monos y
simios sin considerar las pre erencias o procedencias geográ cas de
Trematodos
las distintas especies naturales de sus hospedadores.
Gastrodiscoides hominis (Paramphistomatidae).
Estadios parásitos encontrados en las heces
Protozoos
En la gura 7-105 se muestran algunos huevos de parásitos de
B. coli (ciliado) (v. g. 3-8) produce enteritis aguda (Teare y
los primates. Numerosos parásitos los comparten con el hom-
Loomis, 1982).
bre, y para la identi cación de muchos de ellos se puede consul-
E. histolytica (ameba) es patógena, como en los humanos.
tar un texto como el Atlas o Human Parasitology (Ash y Orihel,
Giardia lamblia (fagelado) (v. g. 7-94).
1990).

Sistema digestivo Hígado y páncreas


Nematodos Protozoos
Esquizontes de Hepatocystis kochi.
Cephalobus parasiticus (Rhabditida). Estos ino ensivos pa-
E. histolytica (ameba) puede producir abscesos hepáticos.
rásitos del estómago y del intestino de Macaca iris mordax (y
probablemente de otros) se parecen a la generación de vida libre
Nematodos
de Strongyloides. Sus larvas rhabditi ormes pueden con undirse
Calodium (Capillaria) hepaticum (Trichinelloidea) (v. g.
con las de Strongyloides en el examen ecal. Sin embargo, no se
8-117) se observa en el parénquima hepático, tanto los vermes
desarrollan a larvas lari ormes, por lo que el dilema se puede
adultos como los huevos.
resolver haciendo un coprocultivo.
Trichospirura leptostoma (Spirurida) es un verme de 10 a
Strongyloides uelleborni y S. stercoralis (Rhabditida) (v. g.
20 mm con una larga aringe capilar; provoca diversos grados de
4-109). La estrongiloidosis de los simios es un riesgo para la
pancreatitis brótica. Se encuentra en el conducto pancreático
salud humana.
de primates americanos.
Nochtia nochti (Trichostrongyloidea). Estos vermes de color
rojo intenso se localizan en la región prepilórica del estómago Sistema respiratorio
o sobresalen de papilomas gástricos. La sección transversal de Cavidad nasal y aringe
N. nochti en preparaciones histológicas muestra 16 distintivas Nematodos
crestas longitudinales de la cut cula y alas laterales acanaladas. Anatrichosoma (Trichinelloidea) (v. gs. 8-118 y 8-119).
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 369

Figura 7-105. al nos p ás tos nem todos de monos y s m os. (Po co tesí del D . M.M.
r ste n.)

Anélidos Larvas de cestodos


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Las sanguijuelas que atacan la mucosa ar ngea de los monos E. granulosus (Taeniidae) (v. gs. 4-44 a 4-46 y 8-64).
son grandes anélidos de color negro con una gran ventosa caudal
en orma de cúpula. La presencia de este parásito hemató ago se Arácnidos
sospecha por la existencia de ep staxis crónica en un mono captu- Pneumonyssus simicola (Mesostigmata) ( g. 8-8).
rado recientemente. Cuando el hospedador bebe agua in estada,
las jóvenes sanguijuelas penetran en la boca, nariz, aringe o la- Cavidades serosas
ringe y se adhieren a la mucosa. Las sanguijuelas permanecen all Nematodos
durante varias semanas a menos que sean extra das. Dipetalonema spp. (Filarioidea) (v. g. 4-145).

Arácnidos Larvas de cestodos


Rhinophaga spp. T. hydatigena (cisticerco) (v. g. 4-48).
Mesocestoides (tetratiridio) (v. gs. 8-65 a 8-67).
Pulmones S. mansonoides (plerocercoide) (v. gs. 4-31 y 8-68).
Nematodos
Filaroides (Metastrongyloidea). Nin as de pentastómidos
Metathelazia (Spirurida). Porocephalus, Armilli er y Linguatula.
370 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico

Acantocé alos Faler K, Faler K: Improved detection o intestinal parasites, Mod Vet Pract
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CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 371

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C a p ít u l o 8

Diagnóstic hist pat lógic


Mark L. Eberhard

La identi cación microscópica de los parásitos realizada a partir W. M. Meyers, R. C. Nea e, A. M. Marty y D. J. Wear, AFIP, 2000,
de cortes histológicos plantea un reto interesante. Con recuen- American Registry o Pathology, Washington, DC.
cia, el responsable del diagnóstico recibe un único porta en el que
sólo hay ragmentos del parásito. Cuando se trata de identi car
ARTRÓPODOS
una parasitosis por este método, se debe recoger toda la in orma-
ción posible sobre el paciente, incluidos los antecedentes epide- Los artrópodos están constituidos por cientos de miles de es-
miológicos y los signos cl nicos. También es importante conocer pecies y tienen unas caracter sticas tan diversas que resulta casi
qué tipo de parásitos se pueden encontrar con mayor recuencia imposible tratar de describirlas de orma breve. Comparten al-
en un hospedador o tejido determinado, as como en un área gunos rasgos comunes; por ejemplo, su cuerpo está segmentado,
geográ ca concreta. El listado de parásitos por localización en los tienen un exoesqueleto a base de quitina, un celoma y apéndices
distintos órganos hospedadores que se ha incluido en el cap tulo articulados. El exoesqueleto quitinoso, llamado cut cula, apare-
anterior debe considerarse de gran utilidad. El objetivo unda- ce grueso y oscuro en los cortes histológicos, pero en general el
mental de esta sección es destacar algunas de las caracter sticas propio exoesqueleto no capta los colorantes. En algunas partes
anatómicas microscópicas más importantes de los parásitos, que del cuerpo, sobre todo en áreas situadas entre los segmentos y las
pueden servir para su identi cación en los cortes histológicos. articulaciones de un apéndice, la cut cula puede ser muy delgada.
En el caso de los artrópodos y los metazoos parásitos se pueden El músculo estriado de los artrópodos permite diagnosticar este
de nir varias caracter sticas para cada grupo parasitario, pero la grupo de patógenos si se encuentra en los cortes. Los artrópodos
presencia o ausencia de una cavidad corporal y de tubo digestivo, de mayor tamaño tienen también un sistema respiratorio cons-
as como el tipo y la distribución de las bras musculares, son cri- tituido por un sistema arracimado de tráqueas, que en el corte
terios importantes que hay que tener en consideración a la hora aparecen como tubos de diversos tamaños que atraviesan el cuer-
de clasi car a un microorganismo dentro de un grupo principal. po. Los tubos traqueales más grandes presentan unos anillos de
Para completar la in ormación sobre el diagnóstico histoló- quitina como re uerzo. Los artrópodos pueden contener también
gico de ciertas parasitosis pueden ser útiles las siguientes uen- cuerpos grasos, que con recuencia se tiñen oscuros en los cortes.
tes. Un trabajo relacionado sobre este tema es «Identi cation o Los artrópodos parásitos de menor tamaño suelen tener cuerpos
Parasitic Metazoa in Tissue Sections» por MayBelle Chitwood y que pueden ir de redondeados a elongados que se observan en los
J. Ralph Lichten els; ue publicado inicialmente en Experimental cortes histológicos, y en ocasiones podemos encontrar secciones
Parasitology, volumen 32, páginas 407 a 519 en 1972, y poste- de algunos apéndices aritulados. Todas estas caracter sticas resul-
riormente reimpreso como monogra a por el U.S. Department tan bastante completas para de nir un artrópodo en un corte.
o Agriculture. Los textos que se ocupan de este tema incluyen: Existen tres grupos undamentales de artrópodos que se pue-
Pathology o Tropical and Extraordinary Diseases, volúmenes 1 y den reconocer en un corte histológico. Los insectos (sub lo Man-
2, dirigido por C. H. Bin ord y D. H. Connor, Washington, DC, dibulata, clase Insecta) incluyen las larvas de varias especies de
1976, Armed Forces Institute o Pathology (AFIP); Pathology o moscas responsables de miasis que suelen aparecer en los cortes
In ectious Diseases, volúmenes 1 y 2, por D. H. Connor, F. W. histológicos. Los ácaros, incluidos en la clase Arachnida del sub -
Chandler, D. A. Schwartz, H. J. Manz y E. E. Lack, Stam ord, lo Chelicerata, pueden aparecer también en un corte histológico,
Connecticut, 1997, Appleton & Lange; An Atlas o Protozoan dado su pequeño tamaño y la capacidad de colonizar diversas re-
Parasites in Animal Tissues, por C. H. Gardiner, R. Fayer y J. P. giones super ciales, como las mucosas respiratorias y la piel. Las
Dubey, USDA Agriculture Handbook N.° 651, U.S. Government garrapatas suelen permanecer super ciales en el hospedador, al
Printing O ce, Washington, DC, 1988 y edición 2, publicado que sólo se unen el tiempo su ciente para comer, de orma que
por AFIP, American Registry o Pathology, Washington, DC; normalmente, salvo que exista una presentación cl nica extraña o
Diagnostic Pathology o Parasitic In ections with Clinical Correla- el investigador tenga gran interés, no aparecen en los cortes histo-
tions, edición 2, por Y. Gutierrez, Filadel a, 1990, Lea & Febiger; lógicos. Los Pentastómidos son un grupo de crustáceos parásitos
Parasites in Human Tissues por T. C. Orihel y L. R. Ash, Chica- que tienen estadios larvarios que parasitan a los vertebrados.
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Parasitic Diseases, por J. To t y M. L. Eberhard, en Nonhuman Larvas
Primates in Biomedical Research: Diseases, dirigido por B. T. Ta- Las larvas en el tejido corresponden a las de las moscas d pteras
ylor, C. R. Abee y R. Henrickson, San Diego, 1998, Academic; y y pueden corresponder a especies que necesitan un hospedador
Pathology o In ectious Diseases, volumen 1, Helminthiases, por o especie viva y que producen miasis secundarias, como las que

372 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 373

Figura 8-1. Cuterebra en el p lmón de n conejo (×5). Los ó ­


nos nte nos se s tú n en n c v d d co po l en l de
en n m t z p enq m tos ; l s fech s nd c n esp n s en
l c tíc l .

causan diversos Calliphora y Sarcophaga. Ambos tipos de larvas Figura 8-3. Ác os de Sarcoptes en l p el de n pe o (×230);
presentan unas caracter sticas similares y lo más di cil es esta- l s fech s nd c n esp n s en l c tíc l .
blecer un diagnóstico genérico basándose exclusivamente en la
mor olog a. El espiráculo es importante para la identi cación Ácaros
de las larvas de mosca y puede ser preciso recuperarlas de los
tejidos en resco o de los bloques de para na (v. g. 2-22). Los ácaros suelen ser bastante pequeños, de unos mil metros o
Los cortes de las larvas mostrarán las caracter sticas t picas de menos. En muchas especies se encuentran huevos, larvas (seis
un artrópodo; es decir, una cavidad corporal ( g. 8-1), segmen- patas), nin as (ocho patas) y adultos (ocho patas) en el mismo
tación, músculos estriados unidos a diversos puntos del exoes- corte, y en un corte de un adulto se pueden encontrar todas
queleto de quitina y tráqueas, a menudo con anillos cuticulares las partes que componen un artrópodo t pico, es decir, patas
( g. 8-2). Algunas especies tienen prominentes espinas (v. g. segmentadas, espinas y pelos en la cubierta externa y músculos
8-2). Las larvas de Cuterebra son endoparásitos obligados de los estriados, órganos reproductores, intestino y huevos en desa-
roedores y los lagomor os, y estas larvas pueden in ectar a los pe- rrollo en la parte interna. Los ácaros que viven sobre la piel, Sar-
rros, los gatos y, en ocasiones, al ser humano. Es t pico encontrar coptes, Notoedres, Knemidocoptes y Trixacarus, son muy peque-
estas larvas en los tejidos subcutáneos cervicales, pero en perros ños y tienen un aspecto redondeado, se alimentan en el estrato
y gatos migran al sistema nervioso central con resultados atales germinativo y la dermis ( g. 8-3) y tienen espinas en el dorso
(v. gs. 8-1 y 8-2). Las larvas de primer estadio de Hypoderma ( g. 8-4). En algunos hospedadores, como el zorro rojo, Vulpes
realizan importantes migraciones en el ganado y se han descrito vulpes, y los cerdos, la sarna por Sarcoptes se caracteriza por una
migraciones erráticas al cerebro en los caballos. hiperqueratosis extraordinaria (v. g. 8-4) y se produce una hi-
perqueratosis similar en los gatos con in ecciones por Notoedres
( g. 8-5). También es caracter stico encontrar hiperqueratosis
en la sarna asociada a Chorioptes y Cheyletiella en determinados
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Figura 8-4. H pe q e tos s c s d po Sarcoptes scabiei en el


ce do (×22). Los ác os ( echas) se enc ent n en l s c p s más
Figura 8-2. L v de Cuterebra en el encé lo de n to (×220). p o nd s de n ep de m s en os d de o m m y not le.
374 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico

Figura 8-5. Notoedres cati en l p el de n to (×150). Estos


ác os se loc l z n en el est to có neo.

hospedadores, pero los ácaros se localizan más super ciales en


el estrato córneo.
Los Demodex son ácaros usi ormes que están presentes
en los ol culos pilosos o en las glándulas sebáceas asociadas
( g. 8-6), aunque algunos de estos organismos, como Demodex Figura 8-7. S n po Demodex en n to o (×16). L s n de­
gatoi, Demodex criceti y Demodex injai, suelen ser super cia- modéc c del n do s ele c s con o m c ones nod l es
con múlt ples ác os y estos cel l es en po cent jes q e de­
les. En los perros con una sarna demodéctica grave se pueden
penden de l nt üed d de l les ón.
encontrar Demodex canis en los ganglios lin áticos. Las cabras

pueden tener lesiones nodulares muy extensas en la piel y se


pueden encontrar casos ocasionales de sarna por Demodex en el
ganado y los cerdos ( g. 8-7).
Los ácaros de la v a respiratoria (p. ej., Pneumonyssus y Ster-
nostoma) presentan exoesqueletos más delicados que sus pa-
rientes ectoparásitos. Pneumonyssus simicola y Pneumonyssoides
caninum del pulmón del primate y de las v as nasales caninas
recuerdan mucho más a nivel super cial a otros ácaros mesos-
tigmátidos ( g. 8-8).
Las larvas trombicúlidas se alimentan a través de un estilos-
toma o tubo de alimentación que se extiende hacia la dermis
( g. 8-9); es muy t pico que estos ácaros salgan de su localiza-
ción y sólo dejen una lesión muy pruriginosa.

Pentastómidos
Los pentastómidos se llaman as porque antes se cre a que te-
n an cinco bocas; en realidad tienen una sola boca rodeada de
cuatro ganchos (v. g. 2-100). Los adultos de estos extraños pa-
rásitos son parecidos a los vermes de las v as respiratorias de
los reptiles depredadores de pájaros y mam eros, que se suelen
in ectar cuando ingieren las nin as enquistadas en los tejidos de
sus presas. En los cortes histológicos del hospedador vertebrado
aparecen las nin as después de que el hospedador ha ingerido
un huevo ( g. 8-10) que contiene una larva con cuatro o seis
apéndices. El cuerpo seudosegmentado de una nin a tiene una
orma de es érica a oval, y está cubierta por una gruesa cut cula
con agujeros escleróticos, llamados estomas ( gs. 8-11 a 8-13).
Los pentastómidos tienen un aparato digestivo completo, con
boca y ano; y en el corte, el intestino suele estar rodeado por
unas glándulas grandes y acidó las (v. gs. 8-11 y 8-12). Estas
Figura 8-6. Demodex canis en el olíc lo p loso de l v lv de glándulas acidó las son una buena caracter stica distintiva para
n ovej . Arriba, L v . Abajo, ad lto (×430). este grupo de gérmenes; se tiñen rosa brillante con prominentes
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 375

Figura 8-10. H evos em on dos de pent stóm dos (×160).


Figura 8-8. Pneumonyssus simicola en el p lmón de n mono
hes s (×92). El ác o l e l s l v s en des ollo. L s fe­
ch s nd c n l s p t s, y l p nt de fech m c n p lpo. (Po
co tesí del D . C stlem n.)

núcleos azules en los cortes teñidos con hematoxilina y eosina


(H-E). La musculatura es estriada y se localiza dentro de la re-
gión subcuticular.

PROTOZOOS
Los protozoos que se encuentran en los cortes suelen ser cé-
lulas individuales muy especializadas con núcleos de inidos
y otras estructuras; pueden aparecer solos o en «nidos» en
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Figura 8-11. N n de n pent stóm do loc l z d ce c de l


Figura 8-9. Walchia americana en l p el de n to (×225). El vej en n mono c nomol o (×94). L c tíc l se c cte z
est lostom o t o de l ment c ón se p olon h st l e ón po p esent p o nd s est ct s n l es y l n n cont ene
de l de m s con n lt do nf m to o. lánd l s c dó l s ndes (puntas de echa).
376 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico

hibridación in situ que se pueden usar en algunas in ecciones


(p. ej., Toxoplasma gondii, Neospora caninum y Sarcocystis
neurona) para establecer el diagnóstico de initivo de género
o especie de un parásito en un caso determinado.
Dado que existen tantos protozoos, suele resultar di cil dis-
tinguirlos sólo a partir de las estructuras que se reconocen en
los cortes por el tipo de preparación, por la orma de jación y
tinción, y porque la resolución del microscopio óptico es casi
la máxima. Por tanto, un grupo de amastigotes de Trypano-
soma cruzi pueden parecerse mucho a los seudoquistes con
zo tos redondeados de T. gondii. La di erenciación deber a re-
sultar bastante sencilla porque se deber a ver que los amastigo-
tes contienen un kinetoplasto que puede ser visible sólo en un
porcentaje de los parásitos, y los zo tos t picamente elongados
de T. gondii pueden aparecer sencillamente como pequeñas cé-
lulas nucleadas redondeadas en algunos cortes. A menudo, la
anamnesis, los signos cl nicos y los cambios patológicos glo-
bales pueden ser muy útiles para establecer el diagnóstico en
cada caso.

Amebas
Las amebas son parásitos extracelulares que se alimentan a-
Figura 8-12. Tej do de pent stóm do q e m est po os ( e­ gocitando bacterias, restos celulares y otras células como ma-
chas blancas) y lánd l s c dó l s ( echas negras) (×290). terial alimentario. La inmensa mayor a de estos parásitos de
vida libre o comensales residen normalmente en el intestino
grueso de los animales. Sin embargo, dos ormas de amebas
el interior de las células del hospedador o uera de ellas. La
producen en ermedad. Los primates son hospedadores de En-
valoración de muchos de los detalles de las células indivi-
tamoeba histolytica, que puede colonizar la pared intestinal
duales suele resultar di cil con el microscopio óptico, y con
y desplazarse hacia lugares ectópicos en los que dan lugar a
recuencia el estudio del material con microscopio electróni-
la ormación de quistes que suelen a ectar al h gado, aunque
co aportará los detalles adicionales precisos para el diagnós-
también se describen en los pulmones o el tejido nervioso;
tico. Además, existen métodos inmunohistoqu micos o de
los reptiles padecen un patógeno similar, Entamoeba invadens,
que puede provocar en ermedad grave en los hospedadores
con lesiones extraintestinales. Estas amebas suelen tener nú-
cleos t picos del género, con un punto de cromatina central, el
cari s ma, end s ma o nucléolo, de orma que la cromatina
se agrega alrededor de la super cie interna de la membrana
nuclear. Estos parásitos pueden contener también eritrocitos,
a veces varios, en diversos estadios de digestión. El otro grupo
undamental de amebas causantes de en ermedad son pará-
sitos acultativos que incluyen los géneros Naegleria, Acan-
thamoeba y Balamuthia, que han in ectado a perros, ovejas,
ganado, primates y caballos (Da t y cols., 2005). Estas ormas
viven en el medio ambiente, pero pueden invadir los tejidos si
consiguen acceder a los mismos por inhalación o a través de
heridas, y por eso las lesiones se localizan de orma t pica en
el cerebro o la piel, si bien se pueden encontrar en cualquier
localización. En los cortes, estas amebas suelen aparecer en los
espacios claros por la retracción de los tejidos circundantes
durante la jación y preparación de la muestra, tienen un cito-
plasma caracter stico y núcleos que contienen un endosoma
muy denso, rodeado de un halo claro en el interior de la pared
nuclear ( g. 8-14).

Flagelados
Los fagelados t picos que se describen en los tejidos de los ver-
tebrados son aquellos que se presentan en orma de amastigotes
Figura 8-13. im en s pe c l de l c tíc l de n pent stó­ en el interior de las células del hospedador. Los amastigotes son
m do en l q e se p ec n los po os (×440). pequeños cuerpos de ovales a redondeados, con un diámetro
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 377

Figura 8-16. am st otes de Leishmania en n mp ont de


n n l o x l de n pe o (×690). Son ev dentes el núcleo y el
Figura 8-14. Acanthamoeba en el ce e o de n c llo m e to k netopl sto en v os p ás tos.
t s l n ecc ón (×1.200); o sé vese el n n cléolo dent o del
núcleo de c d no de los p ás tos me o des. (Po co tesí Los amastigotes de Leishmania parasitan sólo un tipo celu-
del D . gov nd V svesv .)
lar en el hospedador vertebrado, el macró ago, normalmente
los histiocitos. Por tanto, se pueden encontrar en la piel, médula
de 1,5-4 mm (con recuencia son más pequeños tras el proce- ósea y órganos hematopoyéticos, como el bazo y las células de
samiento tisular) y contienen un núcleo y un kinet plast a Kup er hepáticas ( g. 8-16). Una vez más, la organela diagnós-
modo de bastón. No contienen material PAS positivo. Los dos tica en el interior del parásito es también el kinetoplasto, pero
grupos de parásitos que tienen este estadio son T. cruzi y diver- diagnosticar la in ección en cortes de tejidos puede resultar algo
sas especies del género Leishmania. di cil porque las células se retraen durante la jación, lo que
Los estadios tripomastigote y amastigote de T. cruzi se en- complica la visualización del núcleo y el kinetoplasto. Uno de
cuentran en el hospedador vertebrado, pero, en general, sólo los los principales diagnósticos di erenciales que se plantean es dis-
amastigotes se reconocen en los cortes de tejido; el estadio de tri- tinguir una leishmaniosis de una in ección por Histoplasma. Las
pomastigote se encuentra de orma casi exclusiva en la sangre. muestras a partir de aspirados o improntas de lesiones cutáneas
Los amastigotes de T. cruzi se suelen encontrar en las células mus- o ganglionares, as como los aspirados medulares, se pueden pre-
culares del esó ago, colon y el corazón y pueden producir me- parar para tinción con solución de Wright-Giemsa, y en este tipo
gaesó ago, megacolon y miocarditis, respectivamente ( g. 8-15). de muestras suele resultar más sencillo visualizar la estructura
completa de este parásito, incluidos el núcleo y el kinetoplasto.

Ciliados
Los tro ozo tos de Balantidium coli se localizan en el contenido
del ciego y el colon de los cerdos, pero pueden invadir de orma
secundaria la pared del intestino grueso de estos animales, que
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su ren diversos tipos de enteritis. Los tro ozo tos se caracterizan


por su gran tamaño y por la presencia de un macr núcle y un
micr núcle y de cilios ( gs. 8-17 y 8-18). Los ciliados del rumen
pueden encontrarse en el pulmón como consecuencia de la inha-
lación terminal del contenido de esta cavidad, pero en este caso
no se encontrarán datos de reacción infamatoria. Los ciliados del
rumen se pueden encontrar también en los vasos hepáticos en
casos de enteritis muy grave ( g. 8-19). En caballos con una ente-
ritis grave, los ciliados, que de orma habitual están presentes en
el intestino grueso, pueden penetrar en la submucosa de orma
secundaria. Estos ciliados tienen macronúcleos grandes, con re-
cuencia polimor os, y algunos tienen penachos de largos cilios.

Apicomplexa
Figura 8-15. am st otes de Trypanosoma cruzi en el músc lo Coccidios
c dí co de n pe o (×1.300). P eden o se v se el núcleo y el Los coccidios son miembros del lo Apicomplexa. En este
k netopl sto de los p ás tos nd v d les. (Po co tesí del D . comentario se incluyen miembros de los géneros Eimeria,
Stephen C. b .) Klossiella, Cystoisospora, Hammondia, Besnoitia, Sarcocystis,
378 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico

Figura 8-19. C l do en n ven hepát c de n c con


n ln n tss p tv ve (×250).

Neospora y Toxoplasma. En el cap tulo 3 se describen los ci-


clos biológicos y el desarrollo de los principales géneros de
coccidios. Parece existir bastante consenso en la inclusión del
Figura 8-17. Balantidium coli en l s m cos del ntest no género Cryptosporidium dentro de los gregarinos en lugar de
eso de n ce do (×280). los coccidios, pero por comodidad se sigue incluyendo este gé-
nero en esta sección. Los géneros Eimeria y Cryptosporidium
parecen completamente monoxenos; es decir, la transmisión
siempre se produce entre miembros de un tipo de hospedador
sin hospedadores intermedios o paraténicos, y casi todos los
estadios que se reconocen en un corte tienen lugar dentro del
epitelio del aparato digestivo o, en raras ocasiones, dentro de
la ves cula biliar. También parece que Klossiella es monoxeno,
que se transmite de orma directa entre hospedadores y casi
todos los estadios se encuentran en el epitelio renal. Los demás
coccidios pueden ser heteroxenos acultativos (Cystoisospora y
Toxoplasma) u obligatorios (Sarcocystis, Hammondia, Neospo-
ra y Besnoitia), de orma que tienen un hospedador interme-
diario o paraténico. Cuando se trata de una especie de coccidio
heteroxeno, los estadios que se suelen ver en el tejido son los
que causan en ermedad en la presa que sirve como hospeda-
dor intermedio o paraténico. A continuación se describe el
aspecto histológico de los distintos estadios, pero a la hora de
establecer el diagnóstico se debe tener en consideración la es-
peci cidad del hospedador y la localización, el ciclo biológico
y los detalles del desarrollo de los distintos géneros y especies
de coccidios.

Eimeria y Cystoisospora
Estadios asexuales
El estadio in ectante contenido dentro del ooquiste se llama
esp r z ít , que es producto de la división por sión binaria
que se produce en el ooquiste (los Apicomplexa son haploides,
salvo inmediatamente después de la usión de los gametos).
Figura 8-18. C l dos en el men (×360). Cuando el esporozo to penetra en la célula, se redondea para
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 379

Figura 8-20. T o ozoíto de Eimeria bovis en n cél l ep tel l


ntest n l de n v c (×1.300).

dar lugar a un tr z ít dentro de una vacu la parasitó ra Figura 8-22. Ot o esq zonte de Eimeria bovis en n cél l
recubierta por una membrana ( g. 8-20). No todas las especies ep tel l ntest n l de n te ne o (×400).
de coccidios se encuentran en el interior de la vacuola parasi-
tó ora y éste puede ser un dato útil para llegar a un diagnóstico Estadios sexuales
espec co. Un merozo to producido en la última esquizogonia entra
Los tro ozo tos se multiplican de orma asexual dentro de las en una célula hospedadora nueva y se convierte en un gameto-
células a través de diversos procesos. En el caso de Eimeria su- cito masculino o emenino. El gametocito emenino aumenta
ren un tipo especial de división celular llamado esquiz g nia de tamaño, almacena alimentos e induce una hipertro a del
(otros términos para describir este tipo de división con diversos citoplasma y del núcleo de la célula hospedadora. Cuando
resultados son mer g nia y end p ligenia). En este tipo de di- está maduro, el gametocito emenino se llama macr gamet
visión, el complejo apical se divide en numerosas copias alrede- ( g. 8-23). El gametocito masculino induce también hipertro-
dor de la peri eria de la célula, el núcleo se lobula de orma que a del citoplasma y del núcleo de la célula hospedadora (v. g.
una porción del mismo se asocia a cada complejo apical y, por 8-23) y su re una división nuclear repetida convirtiéndose en
último, la membrana celular se contrae y se divide para dar lu- una célula multinucleada. Cada núcleo se acaba convirtiendo
gar a una cantidad de organismos individuales que puede variar en un micr gamet fagelado (los microgametos de las espe-
entre unos pocos y miles ( gs. 8-21 y 8-22). Según las especies, cies de Cryptosporidium no tienen fagelos). Cuando un macro-
los esquizontes se pueden localizar en los enterocitos, las células gameto es ecundado por un microgameto se orma el cig t .
epiteliales biliares, las células endoteliales, las células epiteliales Los cuerpos ormadores de membrana, que ya se reconocen
renales e incluso en las células epiteliales uterinas. Los meron- en los macrogametos, son entonces claramente visibles como
tes contienen un número que oscila entre menos de 10 y varios grandes gránulos eosinó los es éricos en el citoplasma del ci-
cientos de merozo tos; algunos merontes (megaesquizontes) (v. goto (v. g. 8-23). Éstos coalescen más tarde para crear la pared
g. 8-21) pueden llegar a contener más de 100.000 merozo tos. del ooquiste ( g. 8-24).
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 8-21. Esq zontes de Eimeria bovis en v os est ­ Figura 8-23. g montes m sc l nos de Eimeria auburnensis l­
d os de des ollo en l s cél l s ep tel les ntest n les de n ededo de n ooq ste en des ollo en l s cél l s ep tel les
te ne o (×250). ntest n les de n te ne o (×1.050).
380 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico

Figura 8-24. Ooq stes de Eimeria q e se des oll n en el ep ­ Figura 8-26. Ooq ste de Cystoisospora canis q e se des oll
tel o ntest n l de n c (×900). en l lám n p op de l m cos del colon de n pe o (×900).

Ejemplos
En los caballos Eimeria leuckarti orma grandes esquizon- Cryptosporidium
tes y ooquistes evidentes de pared muy gruesa ( g. 8-25). El Los diminutos estadios (5-7 m m) aparecen como es eras ba-
ooquiste de Cystoisospora canis parece desarrollarse dentro de só las en la super cie luminal de las células epiteliales del tubo
la lámina propia en lugar de en las células epiteliales ( g. 8-26). digestivo de los vertebrados ( g. 8-29); en raras ocasiones, sobre
Eimeria gilruthi es at pica porque orma macroesquizontes en todo en hospedadores inmunodeprimidos, se produce la in ec-
el abomaso que son visibles macroscópicamente ( g. 8-27). Ei- ción del epitelio respiratorio o de la ves cula biliar. La in ección
meria stiedae del conejo se localiza en el epitelio biliar, donde es muy super cial y parece protruir de la super cie de la célula,
causa una gran proli eración, pudiendo provocar una hepatitis pero estos parásitos son intracelulares y todos los estadios, es-
mortal ( g. 8-28). quizontes, gametos, ooquistes, etc., se orman por debajo de la
membrana de la célula hospedadora.

Klossiella
Klossiella equi, parásito renal del caballo, suele ser un ha-
llazgo histopatológico accidental. Las esquizogonias se pro-
ducen en el endotelio glomerular y los túbulos contorneados
proximales renales. Los esporontes caracter sticos ( g. 8-30)
del epitelio tubular renal producen hasta 40 esporoblastos, que
se convierten en esporoquistes, cada uno de los cuales puede
contener entre 8 y 15 esporozo tos. Existe una especie parecida,
Klossiella muris, que aparece en los cortes histológicos de los
riñones de ratón.

Sarcocystis
Los esquizontes precoces de Sarcocystis se encuentran en di-
versas células endoteliales de distintos órganos ( g. 8-31). Los
quistes de Sarcocystis, estadios que se encuentran en el hos-
pedador intermediario, se localizan en las bras musculares
card acas y esqueléticas ( gs. 8-32 y 8-33); var an en tamaño
desde unas pocas micras hasta ser visibles macroscópicamen-
te, se tiñen intensamente con hematoxilina y están repletos de
bradizo tos, que son más grandes que los de Toxoplasma. Los
tabiques subdividen el interior del quiste, pero pueden no ob-
servarse porque se tiñen poco o nada con H-E. Con recuencia,
la pared del quiste se describe como hirsuta (peluda) debido a
Figura 8-25. Esq zonte y ooq ste en des ollo de Eimeria las múltiples prolongaciones que dotan al quiste de su aparente
leuckarti en l m cos ntest n l de n pot o de o en s zo borde estriado. La pared hirsuta y los tabiques que dividen los
(×250). (Po co tesí de l D . M j S te .) zo tos dentro de los quistes suelen ser diagnósticos.
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 381

Figura 8-27. M c oesq zontes de Eimeria gilruthi en el om so de n ovej


(co tes h stoló co l zq e d , ×100; m c oscóp c l de ech , ×5).

Hammondia produzcan en ermedad sistémica en hospedadores inmunosu-


Hammondia se parece mucho mor ológicamente a Toxo- primidos o con de ciencias inmunitarias.
plasma gondii; la di erencia es más biológica y molecular que
estructural. El ciclo biológico es heteroxeno obligado, pero los Toxoplasma
estadios son muy parecidos a los que se describen para Toxo- Los estadios que tienen lugar dentro de las células epiteliales
plasma en el siguiente párra o y se encuentran en los tejidos de del gato son en mayor medida comparables con lo que sucede
muchos vertebrados de sangre caliente, que sirven como pre- con Eimeria y Cystoisospora ( g. 8-34). En este género se utiliza-
sas a perros y gatos. No se ha demostrado que estos parásitos ron por vez primera los nombres taquiz ít y bradiz ít para
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Figura 8-29. Cryptosporidium parvum. Est d os de des ollo


Figura 8-28. Eimeria stiedae des oll do en el ep tel o del con­ ( echas) de Cryptosporidium parvum en l m cos de n te ne o
d cto l de n conejo (×100). con n ecc ón n t l.
382 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico

Figura 8-30. Espo ontes de Klossiella equi en el ep tel o t ­


l en l de n c llo (×250)

describir los distintos estadios que se producen en los hospeda- Figura 8-32. Q ste de Sarcocystis muris en l m sc l t es­
dores paraténicos. Dentro de estos hospedadores la única orma q elét c de n tón (×200). (Po co tesí de l D . M e te
de división que tiene lugar es la end di genia, que se parece a F on llo.)
la esquizogonia, aunque sólo se orman dos células hijas en cada
organismo en división. Los únicos esquizontes reconocidos den-
tro de T. gondii se observan en las células epiteliales intestinales
de los élidos (v. g. 8-34). Los taquizo tos se dividen de orma
rápida y, en general, no resisten la digestión por pepsina. Los bra-
dizo tos se dividen lentamente, son resistentes a la digestión por
pepsina y orman quistes en los tejidos, que se reconocen con
acilidad en cortes histológicos de cerebro teñidos con PAS, de-
bido a que las ormas de división lenta almacenan material PAS
positivo. Los gatos pueden tener quistes de bradizo tos en todos
los tejidos, al igual que otros hospedadores ( g. 8-35). Los taqui-
zo tos se agrupan ormando seudoquistes intracelulares; los bra-
dizo tos se disponen densamente agrupados dentro de «quistes Figura 8-33. Q stes de Sarcocystis cruzi (izquierda) y Sarco­
cystis bovi elis (derecha) en l m sc l t esq elét c de n
v c (×300). L p ed del q ste de S. bovi elis está en os d
y est d .

Figura 8-31. Esq zonte de Sarcocystis cruzi ( echa) en el en­


dotel o de n te de peq eño c l e de n te ne o con n
n ecc ón n t l, q e es ltó mo t l (×800). (Po co tesí del D . Figura 8-34. F ses del des ollo de Toxoplasma gondii en el
P l F el e .) ep tel o ntest n l de n to con n ecc ón expe ment l (×800).
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 383

Figura 8-35. b d zoítos de Toxoplasma gondii en n q ste en


el ce e o de n to (×800).

intracelulares». Estos últimos, cuando se encuentran dentro de


las bras musculares estriadas, se pueden con undir con quistes
de Sarcocystis o agrupaciones de amastigotes de T. cruzi.
Figura 8-37. Q ste de Besnoitia en el p lmón de n z ­
Neospora üey (×40).
Los quistes de N. caninum resultan casi indistinguibles de los de
T. gondii con un microscopio óptico. La principal di erencia que se ejemplo Plasmodium, Theileria, Hepatocystis y Leucocytozoon.
reconoció en la descripción inicial de esta especie ue una «pared En muchos de estos parásitos existen numerosas descripciones
qu stica» más gruesa alrededor de los bradizo tos ( g. 8-36). sobre los estadios presentes en la sangre del hospedador, pero
se ha dedicado poco tiempo a describir los distintos estadios, en
Besnoitia concreto de esquizogonia, que se pueden producir en los órga-
Besnoitia se considera exótica en los animales domésticos de nos de los hospedadores y que se pueden reconocer en los cortes.
Estados Unidos, aunque algunas especies salvajes, como la za- Babesia in ecta sólo los hemat es, mientras que Theileria in ecta
rigüeya, pueden in ectarse. Se han descrito estos parásitos con eritrocitos y lin ocitos; dado que estos dos son los hemosporidios
el nombre de Besnoitia bennetti en burros de Estados Unidos más importantes de los animales domésticos, es poco necesario
(Dubey y cols., 2005). La presentación t pica son quistes muy prestar mucha atención a los estadios de esquizontes que se pro-
grandes sin tabiques, a menudo localizados en la piel, aunque ducen en los tejidos. Sin embargo, otras especies s producen pa-
también se pueden localizar en distintos órganos ( g. 8-37). tolog a y tienen estadios tisulares, porque los esquizontes pueden
llegar a tener un tamaño bastante grande y producir lesiones.
Hemosporidios
Una serie de géneros Apicomplexa tienen ciclos biológicos he- Leucocytozoon
teroxenos, de orma que los estadios sexuales se producen en Existen especies que parasitan a las aves, Leucocytozoon cau-
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los invertebrados y los asexuales en los vertebrados, como por lleryi y Leucocytozoon simondi, que producen megaesquizontes
en pollos y gansos ( g. 8-38), respectivamente, y que pueden re-
sultar muy patógenas. Estos esquizontes pueden alcanzar un ta-
maño muy grande y resultar perjudiciales para el hospedador.

Hepatozoon
En Estados Unidos las hepatozoonosis se asocian a Hepato-
zoon americanum, que da lugar a estadios qu sticos en los mús-
culos del hospedador asociados a dolor muscular crónico en los
animales parasitados. Estos estadios se utilizan a menudo para
el diagnóstico, que se suele establecer a partir de una biopsia de
tejido muscular.

Cytauxzoon
Cytauxzoon es un parásito que puede matar a los gatos, con
Figura 8-36. b d zoítos de Neospora caninum en n q ste en recuencia, de orma muy aguda. Se describen esquizontes gran-
el ce e o de n pe o (×1.200). des dentro de los macró agos, lo que hace que éstos sean enormes.
384 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico

Figura 8-38. M c oesq zontes de Leucocytozoon simondi en


el hí do de n nso c n d ense (×100).

Figura 8-40. Amphimerus pseudo elineus en el ntest no del ­


do de n ocelote (×40). (Po co tesí del D . M. D le L ttle.)

dios evolutivos cuyos adultos viven en otros tejidos. Los trema-


todos se pueden encontrar por todo el organismo de los verte-
brados, en los conductos biliares, en el conducto pancreático, en
las cavidades corporales, en los pulmones, en los uréteres, en los
Figura 8-39. Cytauxzoon elis. Ven p lmon de n to con vasos sangu neos, etc. En algunos casos se encuentran estadios
múlt ples cél l s monon cle es ment d s de t m ño q e larvarios en animales domésticos, en los que pueden o no cau-
cont enen esq zontes (×100). sar en ermedades.
Las caracter sticas de los trematodos en los cortes son evi-
Esto explica el nombre del género y lo que hace que la in ección denciables, pero como con recuencia se trata de distinguir los
sea tan mortal para los gatos. Los cortes histológicos mostrarán trematodos de los cestodos, parte de la caracterización debe in-
vasos ocluidos por tapones de estas células gigantes ( g. 8-39). cluir las di erencias con estos últimos. Por supuesto, para casi
cualquier caracter stica existe un grupo que representa una ex-
HELMINTOS cepción. Los trematodos tienen un cuerpo sólido, pero espon-
joso, que no suele contener cavidades grandes y no se divide en
Existen dos tipos undamentales de helmintos en los cortes histo- capas cortical y medular, a di erencia del cuerpo de los cestodos.
lógicos: los que tienen cuerpo sólido (acelomados) y los que pre- Los trematodos tienen un intestino que se suele bi urcar al nal
sentan tubos suspendidos dentro de otro tubo (seudocelomados). para acabar en un saco ciego (una excepción son los Cyclocoeli-
Los trematodos y los cestodos son de tipo sólido, mientras que los dae, que tienen una usión del intestino posterior, de orma que
nematodos y acantocé alos son de cuerpo «hueco». El problema se crea un asa continua [ g. 8-40]). A di erencia de los vermes
puede ser que los trematodos o cestodos pueden tener todo tipo planos, los trematodos no contienen corpúsculos calcáreos. El
de cavidades en los distintos órganos y esto les da aspecto de te- cuerpo está cubierto por un tegumento sincitial, que a menudo
ner un seudocele, mientras que los nematodos pueden estar tan contiene espinas. Existen músculos por debajo del tegumento,
llenos de órganos y huevos o de larvas, que se llega a dudar de si en general una capa circular externa, una longitudinal media y
lo que se está viendo es un nematodo o no. Los trematodos y ces- otra diagonal interna (que puede ser también externa a la capa
todos están cubiertos de un tegumento sincitial, mientras que los longitudinal o no estar presente) ( g. 8-41). Existen órganos
nematodos y acantocé alos están cubiertos de una cut cula. sexuales en las duelas adultas, que son herma roditas monoicos
salvo los Schistosomatidae, que tienen sexos separados. Los hue-
Trematodos vos tienen ormas t picas y las cubiertas suelen ser de pardas a
La mayor a de los trematodos son parásitos del aparato diges- doradas en los cortes. Cuentan normalmente con dos ventosas,
tivo, pero es raro que aparezcan en los cortes histológicos. Los una oral y otra ventral (con recuencia anterior al tercio medio
trematodos que se reconocen en los tejidos son aquellos esta- del cuerpo) ( gs. 8-42 y 8-43; v. también g. 8-40) y un sistema
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 385

Figura 8-41. Fo m nm d de Fasciola hepatica en el hí do


de n v c (×40).

excretor que resulta di cil de ver y que se abre al exterior a tra-


vés de un poro en el extremo posterior del cuerpo.
Una vez que se ha reconocido a un trematodo como tal, el
paso siguiente es tratar de determinar la amilia o el género.
Para ello, hay que estimar el tamaño global y valorar la disposi-
Figura 8-43. Fasciola hepatica en el colédoco de n t
ción de los órganos sexuales, los tipos de ventosas, la extensión
(×20). (Po co tesí de l D . Helen H n Hs .)
y las rami caciones del intestino, y el sistema excretor ( g. 8-44;
v. también g. 8-40). Si hay presencia de huevos pueden ser
intestino. Los cortes del útero pueden mostrar huevos, que pue-
muy útiles una vez que se han valorado el tamaño, la orma,
den aportar pistas en unción de su tamaño, orma y estado de
el tipo de opérculo y el estadio del desarrollo (con miracidio
desarrollo embrionario acerca de la identidad del parásito ( g.
o sin él) ( g. 8-45). Las espinas de la cut cula también pue-
8-47). La disposición de los órganos sexuales y la distribución
den resultar muy útiles para el diagnóstico y hay que valorar
de las glándulas vitelinas en el cuerpo del trematodo se usan
su número, tamaño y localización en el cuerpo del trematodo
mucho como caracter sticas taxonómicas (v. gs. 8-44 y 8-46).
( g. 8-46).
Por ejemplo, estas glándulas se localizan tanto dorsales como
Aunque tanto los trematodos como los cestodos tienen ven-
ventrales al intestino en Fasciola, mientras que todas ellas son
tosas, la ventosa oral en los trematodos se comunica con el in-
ventrales al mismo en Fascioloides. La orma del cuerpo de al-
testino (v. g. 8-40), mientras que los cestodos no tienen intes-
gunos trematodos es bastante caracter stica. Por ejemplo, los
tino. La ventosa ventral de los trematodos no está conectada al
Heterophydae tienen cuerpos pequeños con espinas de nidas
y suelen estar insertados en las criptas intestinales ( g. 8-48),
mientras que los diplostomátidos se dividen en un cuerpo an-
terior aplanado y otro posterior cil ndrico ( g. 8-49). En los
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Figura 8-42. Fasciola hepatica en el colédoco de n v c (×20). Figura 8-44. Paragonimus kellicotti en el p lmón de n to (×5).
386 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico

Figura 8-45. H evos de Paragonimus kellicotti en el p lmón de


n to (×800); o sé vese el opé c lo de l c e t y el c oto
cent l en el h evo l de ech . Figura 8-47. Dicrocoelium dendriticum en el colédoco de n
ovej (×40). Los h evos típ cos de este p ás to se o se v n
esquistosomátidos dioicos, la delgada hembra queda incluida dent o del úte o de l d el .
en el canal ginecó oro del macho más grueso ( g. 8-50). Los
trematodos adultos ponen huevos que pueden persistir dentro constituidas por un cuerpo parenquimatoso sólido, igual que los
de los tejidos durante mucho tiempo y producir una reacción trematodos adultos, con un tegumento externo, pero a menudo
granulomatosa infamatoria en los mismos ( gs. 8-51 y 8-52). se reconocen pocas estructuras internas adicionales ( g. 8-53).
Las larvas de trematodos, en concreto las mesocercarias y las Como se trata de estadios inmaduros, las estructuras reproducto-
metacercarias, se pueden reconocer con relativa recuencia en los ras no resultan evidentes. No se observan corpúsculos calcáreos,
cortes tisulares. Suelen ser pequeñas y en ocasiones aparecen suel- lo que ayuda a distinguirlas de las larvas de los cestodos.
tas, mientras que otras veces se observan en gran cantidad. Están

Figura 8-46. Paragonimus kellicotti, n p ej de ve mes q e Figura 8-48. Hete ophy d e en el ntest no de n m p che
m est n l s esp n s en l c tíc l y l s lánd l s v tel n s (×40); l s esp n s del ext emo nte o son st nte ev dentes,
(×800). l q e l el c ón ent e l d el y l m cos ntest n l.
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 387

Figura 8-51. H evos de Heterobilharzia americana en el hí do


de n m p che con n ecc ón n t l (×140).

Figura 8-49. Alaria en el ntest no del do de n pe o (×10).


Alaria, típ c de l m l D plostom t d e, con el c e po d v d do
en l p te nte o y poste o .

Cestodos
Los cestodos que se reconocen en los cortes tisulares suelen ser
ormas larvarias, aunque siempre existe la posibilidad de encon-
trar un corte de una proglotis en una localización no habitual.
Los cestodos, a di erencia de los trematodos, no tienen intesti-
no en ninguna ase de larva o adulto. Al igual que sucede en los
trematodos, los órganos internos de los cestodos están inmersos
dentro de una matriz parenquimatosa; no existe cavidad corpo-
ral. Hay dos zonas principales de bras musculares no estriadas,
subtegumentaria y parenquimat sa ( g. 8-54). Los cestodos ab-
sorben los nutrientes del hospedador a través del tegumento, y la Figura 8-52. H evos de Heterobilharzia americana en el ntest ­
super cie sincitial se dispone con esta nalidad, sobre todo en los no de n m p che con n ecc ón n t l (×58).
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 8-50. Heterobilharzia americana en l ven p nc eát c


de n e le (×80). L hem , de meno t m ño, está dent o Figura 8-53. Mesoce c s de n t em todo no dent c do en
del cond cto necó o o del m cho. el p lmón de n m p che (×125).
388 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico

Figura 8-56. Est o loce co de Taenia taeniae ormis q e m es­


t los co púsc los c lcá eos (×100).

adultos, en numerosas proyecciones a modo de vellosidades. En el


interior del cestodo, la zona parenquimatosa divide el parénqui-
Figura 8-54. Est o loce co de Taenia taeniae ormis en n to­ ma en una c rteza externa sobre una capa longitudinal de bras y
p llo e opeo (×20). Los cestodos t enen n c e po esponjoso la médula que se encuentra en el interior de una capa transversal
sól do s n c v d d co po l n p to d est vo. Los ó nos n­ de bras musculares; la médula contiene conductos osmorregu-
te nos de los cestodos se enc ent n nme sos en n m t z ladores y los órganos reproductores cuando están presentes. Los
l x , n ed p enq m tos de cél l s d st d s de o m c rpúscul s calcáre s son t picos de los tejidos de los cestodos,
l x q e se d v den en n p te exte n y ot nte n po n y sobre todo en las larvas pueden aportar la única prueba de que
s stem de s m sc l es p enq m tos s t nsve s les y la muestra se corresponde con este tipo de parásito ( gs. 8-55 y
s te ment s lon t d n les. 8-56). Los cestodos están cubiertos por un tegumento ormado
por las proyecciones citoplasmáticas de las células epidérmicas,
que aparecen en los cortes histológicos como una capa externa
acelular gruesa y homogénea apoyada en la membrana basal.
Las larvas de cestodos que se encuentran en los hospedado-
res vertebrados, metacestodos, representan los precursores de las
ormas adultas y es t pico que porten el escólex del adulto en cier-
ta orma embrionaria o rudimentaria ( gs. 8-57 a 8-68). Cuando
el hospedador de nitivo ingiere el metacestodo, gran parte de la
larva se digiere y el pequeño escólex o gancho se ja a la mucosa
intestinal dando lugar a los estróbilos adultos, que contienen los
diversos órganos sexuales y las estructuras asociadas. En medici-
na veterinaria, aunque con recuencia parece que se está tratando
con un inmenso número de tipos y ormas de botrios, escólex,
ventosas y ganchos, la realidad es que en comparación con el gran
número de amilias de cestodos con distintas ormas de escólex
que se describen en diversos vertebrados (p. ej., los Trypanorhyn-
cha o los Tetraphyllidea), únicamente estamos tratando sobre los
que se encuentran en los mam eros terrestres. Si se tiene suerte,
los cortes pueden incluir el extremo anterior de las larvas, lo que
ayuda mucho a identi car el parásito sin limitarse a decir verme
en estado larvario por la estructura corporal y la presencia de
corpúsculos calcáreos, pero por desgracia muchas veces sólo se
tienen cortes del cuerpo de la larva y en estos casos el diagnóstico
en unción de la mor olog a será siempre más di cil.
Como hasta hace muy poco tiempo la medicina veterinaria se
Figura 8-55. Est o loce co de Taenia taeniae ormis ndes centraba casi de orma exclusiva en los mam eros domésticos co-
mentos, q e m est l s c p s m sc l es s te ment munes utilizados como alimento o mascotas humanas, las larvas
y p enq m tos (×100). de cestodos que más se ve an eran las correspondientes a los téni-
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 389

Figura 8-59. Echinococcus vogeli de n t o t (Dasyproc­


ta leporina) en b s l, q e m est los típ cos nchos de l
ten en o m de m t llo en ñ en el p otoescólex (×400). (Po
co tesí del D . M. D le L ttle.)

Figura 8-57. Q ste h d tíd co lveol de Echinococcus multi­


locularis (×10) q e m est l s múlt ples á e s e m n les en
el nte o .

dos que utilizan mam eros como hospedadores de nitivos e in-


termediarios. Las t picas larvas de metacestodos de ténidos son los
cisticerc s (v. g. 8-60), los cenur s (v. g. 8-62), los estr bil -
cerc s (v. gs. 8-54 a 8-56y 8-61), el quiste hidatídic unil cular
(v. gs. 8-59 y 8-64) y el quiste hidatídic alve lar (v. gs. 8-57 y
8-58). Si se desea obtener más in ormación sobre los hospedado-
res y la especi cidad por localización, consultar la lista de parásitos
por localización y hospedador y los detalles correspondientes en
los cap tulos anteriores. Si el corte histológico incluye sólo la pared
vesical de las larvas, el único tejido que se reconocerá como propio
de un cestodo será el que orm los corpúsculos calcáreos. Un corte
del escólex de las larvas, que incluya los t picos ganchos en orma
de martillo de uña de este grupo (v. g. 8-59), permitirá identi - Figura 8-60. C st ce co de Taenia solium en el ce e o de n
pe o q e se p ede dent c po l o m y l med d de los
nchos del escólex (×5). (Po co tesí del D . M. D le L ttle.)
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 8-58. Q ste h d tíd co lveol de Echinococcus multi­ Figura 8-61. Est o loce co de Taenia taeniae ormis enq st ­
locularis (×100) q e m est n se e de p otoescólex. do en el hí do de n top llo de l s p de s (×5).
390 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico

Figura 8-62. Cen o de Taenia multiceps q e m est v os


escólex en l del d p ed ves c l (×45); m en mpl d q e
m est los nchos en no de los escólex (×250). (Po co tesí
de W d’s b olo c l S pply.) Figura 8-64. Q ste h d tíd co de Echinococcus granulosus
(×200).
car a este germen como un ténido. Taenia saginata, el cestodo del
ternero que a ecta al hombre, representa una excepción porque plano de corte o cuando se pueden aislar en los tejidos rescos.
no tiene ganchos en su orma larvaria ni adulta. A menudo, los Se puede consultar el libro de Verster (1969) si se desea obtener
escólex del cestodo están invaginados sobre s mismos y no se eva- in ormación sobre la longitud de los ganchos. En los cenuros hay
ginarán hasta que la larva sea ingerida por el hospedador nal. más de un escólex conectado con la misma pared vesical. Taenia
La identi cación de las especies de larvas de tenias se puede ba- crassiceps puede ser una uente de con usión en este sentido, por-
sar en su especi cidad de localización y hospedador. Por ejemplo, que orma muchos cisticercos mediante gemación. Todos ellos se
un cisticerco adherido a las membranas peritoneales de un conejo localizan dentro de los mismos quistes del hospedador, pero no
posiblemente corresponda a la larva de Taenia pisi ormis, mientras están unidos a una pared vesical común (v. g. 8-63). Los estrobi-
que un cisticerco en las membranas peritoneales de un rumiante o locercos de Taenia taeniae ormis son cisticercos que han empezado
cerdo posiblemente se corresponda con una larva de Taenia hyda- a elongarse de orma precoz, se segmentan como larvas y se en-
tigena. Se puede obtener más in ormación si se mide la longitud cuentran en el h gado de los roedores (v. gs. 8-54 a 8-56 y 8-61).
de los ganchos cuando se ven ganchos largos y cortos en el mismo Los quistes hidat dicos su ren un crecimiento expansivo y
tienen una membrana laminar gruesa que separa la capa ger-
minativa, en la que se localizan los pequeños escólex sésiles
(llamados protoescólex) o cápsulas germinativas, de la mem-

Figura 8-63. Taenia crassiceps. C st ce cos p esentes en n


les ón m c oscóp c de n m mot con n ecc ón n t l. C d
no de los co tes de los c st ce cos m est n escólex nv ­
n do (×250). Es n c st ce co n poco ext ño po q e p ol e
med nte em c ón y p ede encont se d sem n do de o m
extens en d ve sos tej dos de los oedo es. Recuadro pequeño, Figura 8-65. Tet t d o de Mesocestoides o ten do del co zón
im en m c oscóp c de los c st ce cos (puntas de echa) en l de n t de oz l de Colom (espec e Oryzomys) (×40);
nec ops de l m mot . o sé vese el escólex s n nchos en el cent o de l m en.
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 391

Figura 8-68. Ple oce co de de Spirometra mansonoides en el


Figura 8-66. Tet t d o de Mesocestoides o ten do en l c v ­
tej do s c táneo de n tón (×108).
d d pe tone l de n no (espec e Papio); l e ón del escó­
lex m est dos ventos s ( echas) (×200).
sólidos y el escólex no siempre está bien desarrollado, de orma
brana adventicia, cápsula de tejido conjuntivo circundante del que puede que no se consigan cortes a través de los botrios, con
hospedador. En los «quistes hidat dicos estériles» (quistes sin independencia del número de cortes seriados que se hagan. La
protoescólex), la membrana laminar es la única caracter stica identi cación de corpúsculos calcáreos en una matriz parenqui-
diagnóstica existente. Los quistes hidat dicos alveolares tienen matosa en la que no hay evidencia de otras estructuras puede ser
unas membranas laminares mucho más delgadas y su orma de la única caracter stica que permite identi car un plerocercoide.
crecimiento es más invasiva que expansiva. Los tetratiridios de los Mesocestoides se di erencian de los plero-
Las demás larvas de cestodos que se encuentran en los cortes cercoides en que poseen cuatro ventosas sin ganchos (v. g. 8-66)
tisulares son hebras o lazos parecidos a vermes de cuerpo sólido y sus corpúsculos calcáreos suelen ser grandes, pero no tan densos
(que pueden ser muy largos) y que atraviesan los tejidos o cavida- como los de otras larvas (v. g. 8-67). Los tetratiridios pueden ex-
des peritoneales del hospedador. Estas dos larvas son los tetrati- perimentar una multiplicación asexual masiva en el hospedador
ridi s de los Mesocestoididae (v. gs. 8-65 a 8-67) y los pler cer- intermediario (se ha observado sobre todo en los perros), dando
c ides (o espargano) de los gusanos seudo lideanos (v. g. 8-68). lugar a miles de ormas parasitarias at picas, quizá debido a la rá-
Los plerocercoides de los gérmenes Spirometra (v. g. 8-67) son pida multiplicación, y que en general resulta muy di cil identi -
larvas a modo de lazos, sin segmentar. No orman ves cula, son car como otra cosa que no sea un tejido de cestodo.

Nematodos
Los nematodos vivos son animales seudocelomados con un cuer-
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po lleno de l quido. El cuerpo está cubierto en su parte externa por


una cut cula constituida por colágeno y el movimiento se debe a
las células musculares que están situadas en cuadrantes a lo largo
de la pared corporal y que actúan en oposición a la cut cula, lo que
permite que los vermes tengan un movimiento sinusoidal. Los
nematodos tienen una boca y un ano conectados por un aparato
digestivo. En los cortes, los vermes suelen aparecer redondeados
y tienen órganos internos que fotan dentro de la cavidad seudo-
celómica. El primordio genital aparece en las larvas, pero no suele
crecer nada hasta que los vermes llegan al cuarto estadio larvario.
Una caracter stica de los vermes que llegan a adultos tras la cuarta
ase larvaria, que es la última de su desarrollo, es que la vulva de la
hembra se abre a través de la cut cula (se hace permeable).
En los cortes ( gs. 8-69 y 8-70) es posible dividir en la mayo-
r a de los casos a los nematodos en dos cuadrantes dorsolaterales
Figura 8-67. Tet t d o de Mesocestoides del p énq m
y dos ventrolaterales por la hip dermis. Existe una capa sincitial
de l 8­66 con ndes co púsc los c lcá eos ( echas)
por debajo de la cut cula que es responsable de secretar esta última.
(×250).
392 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico

Además, en los Trichinelloidea la hipodermis se suele organizar


más en bandas bacilares que en cordones laterales; una banda en
Trichuris, dos en Trichinella y tres o cuatro t picas en los diversos
capiláridos. Desde las bandas bacilares se pueden reconocer unos
poros que se extienden desde la banda hasta atravesar la cut cula.
La cutícula reviste la super cie externa del verme y, en diver-
sos grados según los distintos grupos, también el revestimiento
del esó ago, la porción posterior del aparato digestivo, la vagi-
na y la desembocadura del sistema excretor. La cut cula puede
mostrar varias capas en los cortes histológicos, sobre todo en
ormas de cut culas más gruesas. La cut cula puede tener mo-
di caciones importantes por encima del cordón hipodérmico
lateral, donde orma grandes alas de cut cula que se denominan
alas ce álicas (cuando sólo se encuentran en la cabeza); éstas
Figura 8-69. Strongylus vulgaris. Co te t nsve s l de l e ón pueden o no estar en continuidad con las alas laterales que se
eso á c de Strongylus vulgaris q e m est l d v s ón de l disponen por toda la longitud del gusano. Algunas ormas, so-
m sc l t somát c en l s e ones vent l y do s l po los bre todo los Trichostrongyloidea, tienen numerosas crestas lon-
co dones l te les. En est e ón conc et del c e po de S. vul­ gitudinales adicionales por toda la longitud de su cuerpo. Los
garis los co dones vent l y do s l están excepc on lmente gusanos adultos pueden su rir todo tipo de modi caciones en
en des oll dos y d v den s s espect vos c mpos m sc l ­ el extremo anterior, que suelen ser menos aparentes en las larvas
es en dos m t des. S n em o, l sep c ón nc on l, en lo e incluyen labios, grandes cápsulas bucales, dientes, etc. La cu-
q e se e e e l ct v d d m sc l coo d n d , s e s endo t cula puede tener también espinas, estriaciones, abollamientos
p nc p lmente do sovent l (×62). (abombamientos engrosados), poros (en algunas Adenopho-
rea), etc. En los nematodos adultos con esp culas, éstas están
La hipodermis se suele extender hacia el cuerpo del verme en unos constituidas por cut cula esclerosa y pueden tener una mir ada
cordones ventrales, dorsales y laterales, que dividen el cuerpo en de ormas y mor olog as diversas.
cuatro secciones aparentes. El sistema nervi s del nematodo está
constituido por un ganglio nervioso principal, que rodea de orma
caracter stica al esó ago y que tiene un conjunto de bras princi-
pales que se cruzan con los cordones hipodérmicos dorsal y ven-
tral. Los nematodos tienen también un sistema excret r-secret r,
que se suele vaciar a través de un p r excret r localizado en la
super cie ventral del cuerpo, a nivel del anillo nervioso o más an-
terior. El sistema excretor puede tener columnas que se extienden
en sentido posterior a modo de brazos para llegar a cada uno de
los cordones laterales. En algunos nematodos Adeno orea pueden
existir cordones adicionales aparte de los cuatro caracter sticos.

Figura 8-71. Espec es de Eustrongyloides (×170) de n z


z l nte. C d cél l m sc l somát c está const t d po
n mem n s l dy cente l h pode m s, s m sc l ­
es cont áct les y n del c d po c ón s coplásm c , q e l e
el núcleo. L s cél l s m sc l es celom s t enen n po c ón
Figura 8-70. Co te t nsve s l del ntest no de Haemonchus cont áct l, q e se t ñe de osc o y q e se ext ende po l s c s
contortus (×140). Todo el pe ímet o de l c tíc l está m c do l te les de l cél l m sc l y dot l cél l de s specto c ­
po n s c est s lon t d n les ( echas) y es lt ev dente el p o­ línd co, y n po c ón c topl smát c más nd nte no cont áct l
m nente o de en cep llo de l s pe c e l m n l del ntest no. q e p ece v cí con l m yo í de l s técn c s de t nc ón.
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 393

Las células musculares del cuerpo que permiten la locomo-


ción se localizan a lo largo del mismo por debajo de la hipodermis
( g. 8-71). Estas células musculares tienen su eje mayor orienta-
do siguiendo la longitud del verme y un número y una orma
variables; las células musculares de los nematodos son distintas a
las de otros organismos porque el músculo emite prolongaciones
hacia los cordones nerviosos ventrales y dorsales, en lugar de que
los nervios se extiendan hacia las células musculares. Cuando en
un corte se reconocen sólo unas pocas células musculares (3-5)
por cuadrante, se dice que la célula es mer miaria, mientras que
en los vermes que tienen más células se dice que son p limiarias.
Las células musculares se describen también según su aspecto. Si
tienen todos sus elementos contráctiles comprimidos contra la
hipodermis con un cuerpo celular vac o por encima de ellos se las
denomina platimiarias. Si las células tienen unas porciones con-
tráctiles que se extienden por el lateral del cuerpo celular se lla- Figura 8-72. Rhabditis (Pelodera) strongyloides en el olíc lo
man cel miarias. Normalmente, hay pocas células platimiarias p loso de n pe o (×130). El ec d o es n m en mpl d
por cuadrante y por eso son meromiarias, mientras que las células q e m est l s l s l te les do les (×400).
musculares celomiarias suelen ser numerosas en cada cuadran-
te y son polimiarianas. Los Ascaridida y Spirurida suelen tener alrededor de la luz, sobre todo en el caso de los Spirurida. Dentro
músculos polimiarianos y celomiarianos, mientras que los Rhab- de los Adenophorea, las especies de interés muestran un intestino
ditida, Oxyurida y Strongylida suelen presentar músculos mero- polic tico con células uninucleadas. En la mayor a de los nemato-
miarianos y platimiarianos. Los Adenophorea son variados. dos que se reconocen en un corte el ano es subterminal, es decir,
El aparato digestivo de los nematodos incluye un esó ago, un hay una cola distal al ano. El único grupo en el que esto no sucede
intestino y un recto (éste es una cloaca en los machos, en reali- son los Adenophorea, que están dotados de un ano terminal.
dad, pero esta distinción no se realiza casi nunca). Muchas de las
caracter sticas del aparato digestivo de los nematodos adultos se Rhabditida
encuentran también en sus correspondientes estadios larvarios. Las larvas de Pelodera strongyloides se localizan en los ol culos
Este dato puede ser un complemento muy útil para hacer un pilosos de los perros, cerdos y ganado ( g. 8-72). Tienen dobles
diagnóstico a partir de cortes histológicos. alas laterales.
El esó ag suele estar dividido en una porción dorsal y dos Halicephalobus gingivalis es otro nematodo sapro to, que in-
subventrales por una luz trirradiada, que normalmente está re- vade los tejidos de los mam eros y se disemina por varias loca-
vestida por una cut cula. Existen músculos dentro del esó ago que lizaciones, sobre todo por el cerebro ( g. 8-73), con resultados
lo estiran hacia la boca durante la alimentación. En los distintos mortales. La in ección se ha descrito mucho en los caballos. Estos
cortes se pueden reconocer también diversos elementos glandu- gusanos son pequeños y las hembras adultas llegan a medir 250-
lares. El esó ago puede ser muscular en toda su longitud o tener 450 mm de longitud, pero no superan los 25 mm de diámetro y
una parte anterior muscular y otra posterior glandular. Los Rhab- en los tejidos sólo se han descrito hembras y larvas, lo que sugie-
ditida tienen un esó ago muscular, que se divide normalmente en re que son partenogénicos. Las caracter sticas distintivas en los
cuerpo, istmo y bulbo. Los Oxyurida tienen un esó ago muscular cortes, además del pequeño tamaño y la localización, incluyen la
con un gran bulbo dotado de válvulas antes de la unión con el in- existencia de un esó ago rabditi orme, un tubo genital único y
testino. Los Strongylida tienen por lo general un esó ago muscular
sencillo. Los Ascaridida poseen un esó ago que puede tener una
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extensa área glandular, el ventr culo, en su base, y también ciegos


ventriculares. Los Spirurida tienen un esó ago t pico, que es mus-
cular en su parte anterior y glandular en la posterior. Los Trichi-
nelloidea suelen presentar un esó ago esticosoma (que se describe
más adelante), mientras que los Dioctophymatoidea tienen un
esó ago muscular con muchas glándulas grandes rami cadas.
El intestin de los nematodos es bastante sencillo en todos
ellos; está constituido por una sola capa de células cil ndricas, con
un borde con microvellosidades. En los Strongylida el intestino
se reviste de unas pocas células ( lig cit s), que son sincitios po-
linucleados, y con recuencia parece que sólo dos de estas célu-
las revisten la luz en un corte determinado. En los Rhabditida el
intestino parece revestido sólo por dos células en cada nivel. Los
Oxyurida, Ascaridida y Spirurida tienen un revestimiento de la
luz intestinal con numerosas células (p licit s) o por una mir a-
da de ellas (miri cit s); estas células suelen ser uninucleadas en Figura 8-73. Halicephalobus (Micronema) gingivalis en el ce e­
su mayor a, pero pueden mostrar grandes variaciones de altura o de n c llo (×200).
394 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico

Figura 8-74. Strongyloides westeri en l m cos del ntest no


del do de n c llo (×250).

una pared corporal delgada en la que no se consigue distinguir de


orma n tida la cut cula, la hipodermis y las capas musculares.
Strongyloides incluye un grupo de especies partenogénicas, y
en los tejidos sólo se reconocen larvas y hembras. Las hembras
adultas de esta especie se encuentran en la pro undidad de la Figura 8-76. Ostertagia ostertagi en l m cos del om so
mucosa del intestino delgado ( g. 8-74) y se caracterizan por te- de n te ne (×25). (Po co tesí de l D . Lo s roth.)
ner musculatura meromiaria y platimiaria, un intestino sencillo
constituido exclusivamente por dos células y presencia de hue- con microvellosidades. La mayor a de los tricostrong lidos, sal-
vos dentro del útero, en escaso número, dispuestos en las úni- vo los Trichostrongylus, tienen unas marcadas crestas longitu-
cas, que a menudo se acompañan de larvas de Strongyloides en dinales en la super cie de la cut cula ( g. 8-75). Se encuentran
desarrollo (v. g. 7-28). Estas larvas tienen alas laterales dobles. larvas de cuarto estadio en la mucosa gástrica e intestinal de los
rumiantes y en otra serie de hospedadores. Las larvas de cuar-
Strongylida to estadio y los preadultos de Trichostrongylus axei se localizan
Se describen cuatro super amilias de estos nematodos: Trichos- en la membrana basal y las células epiteliales de la mucosa del
trongyloidea, Strongyloidea, Ancylostomatoidea y Metastron- abomaso. En el caso de Ostertagia se localizan en las glándulas
gyloidea. gástricas del abomaso ( gs. 8-76 y 8-77).

Trichostrongyloidea
Los adultos de este grupo suelen ser vermes pequeños que
se localizan en el estómago o el intestino delgado. En el corte
transversal, se caracterizan por un pequeño número de células
musculares platimiarias y por un intestino constituido por unas
pocas células, a menudo con núcleos prominentes y un borde

Figura 8-77. Ostertagia ostertagi en l m cos del om so


Figura 8-75. Molineus barbatus en el ntest no del do de n (×200) q e m est los pl e es c t c l es lon t d n les típ ­
mono Cebus (×200). cos (puntas de echa) de l s pe m l T chost on ylo de .
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 395

Figura 8-80. Strongylus edentatus. im en ment d de l


Figura 8-78. Strongylus edentatus. Co te t nsve s l q e m es­ 8­79, donde se ve n co te t vés del ext emo c d l
t l es c tíc l m lt est t c d de est espec e (×220). (×100). O sé vese l es c tíc l m lt est t c d , l s es­
píc l s y los p om nentes co dones l te les. El c topl sm de
Strongyloidea los músc los me om os­pl t m os se h pe d do d nte el
p oceso h stoló co (v. t m én. . 8­75).
La mayor a de los estróngilos adultos viven en el tracto in-
testinal y son más grandes que los tricostrong lidos. En el corte nómica en los estróngilos, pero con recuencia estas caracter s-
presentan varias caracter sticas, como musculatura platimiaria ticas no se ven en los cortes tisulares.
y el t pico intestino de los estróngilos. La cut cula no muestra Algunas de las ases larvarias de los estróngilos se localizan
crestas. La existencia de una gran cápsula bucal y otras estruc- uera del intestino, mientras que otras orman nódulos en la pa-
turas especializadas de la cavidad oral tienen gran utilidad taxo- red intestinal. Strongylus vulgaris, Strongylus edentatus y Stron-
gylus equinus se desplazan ampliamente, y en ocasiones de orma
errática, cuando parasitan al caballo. S. edentatus suele migrar
hacia el retroperitoneo y se caracteriza por presentar una cut cula
gruesa y con múltiples capas ( g. 8-78). Los preadultos de S. equi-
nus suelen encontrarse en el páncreas; los cortes de la cápsula bu-
cal revelan la presencia de dientes en la base ( gs. 8-79 a 8-82).
Oesophagostomum y vermes relacionados son parásitos re-
cuentes del ganado y los monos, y son de distribución mundial.
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Se les suele llamar vermes nodulares porque las larvas en desarrollo


dan lugar a importantes abscesos nodulares en la pared intestinal
de los hospedadores vertebrados durante su desarrollo hasta que
se orman los adultos. En los cortes, más que identi car vermes en
su interior ( gs. 8-83 y 8-84), se suelen ver larvas con una cut cula
lisa y relativamente gruesa, con prominentes cordones laterales
y células musculares platimiarias y meromiarias, normalmente
con una pequeña cantidad de células musculares por cuadrante.
El intestino está constituido por un pequeño número de células
multinucleadas con un borde en cepillo (microvellosidades).

Ancylostomatoidea
Figura 8-79. P e d lto m cho de Strongylus edentatus en el
Los Ancylostomatoidea, que se suelen llama vermes con ganchos
p lmón de n c llo (×15). Se ven dos co tes del ve me. El o ancilostomas, viven en el intestino en estado adulto y en el corte
s pe o es n co te t nsve s l ce c del ext emo c d l (v. muestran rasgos t picos de los estróngilos ( g. 8-85). Las larvas de
t m én . 8­77) y el n e o es n co te o l c o t vés de l los ancilostomas son relativamente pequeñas, en general miden
cáps l c l (v. t m én . 8­78). 14-16 mm de diámetro y tienen alas laterales dobles ( g. 8-86).

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