Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Para los veterinarios cl nicos, muy ocupados, es importante EXAMEN DE LAS HECES
conseguir una precisa identi icación de los parásitos con
el menor es uerzo posible. El sistema más convencional es Examen cualitativo de heces
aprovechar la especi icidad del parásito en cuanto al hospe- Extensión directa
dador y su localización anatómica. Este sistema no es válido La observación de un rotis directo realizado por dilución de
para algunos casos, por lo que si surge alguna duda o resulta una pequeña porción de heces en una gota de solución salina -
esencial identi icar con exactitud un determinado parásito siológica es un método rápido y simple. Muchos veterinarios de
(p. ej., para una publicación) se debe recurrir a un experto animales de compañ a realizan rutinariamente una extensión
reconocido. directa sobre un portaobjetos de las heces que quedan adheridas
La estructuración de la siguiente exposición no se basa en al termómetro rectal. El uso de cubreobjetos mejora la visuali-
la nomenclatura taxonómica. Esto se debe a que los objetivos zación y ayuda a evitar que se ensucie la lente de los objetivos
primordiales de la taxonom a di eren de los que persigue la del microscopio. El uso de la solución salina siológica en vez
parasitolog a aplicada. Los taxonomistas se a anan en clasi - de agua evita la lisis de los tro ozo tos de protozoos muy lábiles
car los organismos vivos en grupos de la manera que mejor a los cambios osmóticos. El único inconveniente de esta técnica
represente las relaciones logenéticas entre ellos. Sin embar- es su limitada e cacia, puesto que sólo puede examinarse una
go, las necesidades de los veterinarios y de los parasitólogos pequeña porción de heces, ya que la suspensión resultante debe
cl nicos se cubren mejor con el establecimiento de ciertas ser tan na como para que se pueda leer a su través. Los hallaz-
categor as diagnósticas que no necesariamente coinciden con gos negativos no son concluyentes, pero los resultados positivos
ningún nivel concreto del esquema de los taxónomos. Como son tan válidos como los que se pueden obtener con las técnicas
ejemplo, nosotros identi camos un huevo de una de las varias de concentración más e cientes. De hecho, la extensión directa
docenas de especies de cestodos caninos como un «huevo de presenta algunas ventajas sobre las técnicas de concentración a
ténido» más que como un huevo de Taenia pisi ormis, porque la hora de identi car algunas ormas como pueden ser larvas
es prácticamente imposible identi car tales huevos por deba- de nematodos y tro ozo tos de protozoos, que pueden quedar
jo del nivel de amilia. A ortunadamente, todos los miembros distorsionados o incluso destruidos con los métodos de concen-
de esta amilia en particular, excepto Echinococcus, respon- tración, y también para detectar huevos especialmente grandes
den prácticamente igual al tratamiento antihelm ntico, y los que no fotan en éstos. Los rotis directos de materia ecal re-
metacestodos de todos ellos se desarrollan en hospedadores ciente también nos permiten observar la movilidad de amebas,
intermediarios vertebrados. Por tanto, la categor a diagnós- fagelados, larvas de nematodos y similares. En general, las téc-
tica «ténido» es adecuada para las necesidades de un control nicas de concentración deben complementar, pero no suplan-
y tratamiento e caces. En otros casos, puede ser su ciente tar, al rotis directo, aunque en la práctica se suele adoptar una u
la identi cación de un gusano como miembro de su lum otra técnica como una simple cuestión de disponibilidad.
concreto. Por ejemplo, un acantocé alo obtenido de un cerdo
corresponde casi con toda seguridad a Macracanthorhynchus Detección de antígenos parasitarios en heces
hirudinaceus. Sin embargo, en otros casos será necesario lle- La detección de ant genos en heces (c pr antígen s) por di-
gar a la identi cación de especie. Por ejemplo, es importante versos métodos de inmunoanálisis es, cada vez más, una técnica
la distinción entre Toxocara canis y Toxascaris leonina, tanto de rutina. Estos métodos han existido desde hace poco tiempo
desde el punto de vista de control parasitológico como de para la detección en el laboratorio de ant genos parasitarios
salud pública. ecales, especialmente los de Giardia y Cryptosporidium. Uno de
Desgraciadamente existen numerosas distinciones prácticas los métodos disponible para la detección rutinaria en la propia
importantes que sobrepasan incluso los niveles más bajos de la consulta de ant genos de la pared del quiste de Giardia en las he-
sistemática convencional. Existen variaciones in raespec cas ces de perros y gatos es una prueba de fujo lateral como IDEXX
de muchos nematodos que pueden di erir notablemente en SNAP Giardia, pero muchos laboratorios realizan actualmente
su patogenicidad, antigenicidad y respuesta a los agentes ar- pruebas similares en placa para gran cantidad de muestras.
macológicos, pero que, desde el punto de vista mor ológico, se Para distinguir los huevos de cestodos de los perros, con
consideran dentro de la misma especie. En esas circunstancias el objeto de di erenciar los huevos de Echinococcus granulosus
sólo nuestra experiencia nos permitirá tomar una decisión so- y Echinococcus multilocularis de los huevos de T. pisi ormis
bre cuál es el criterio más útil. y de otras especies de Taenia, se ha llegado al desarrollo de
técnicas de enzimoinmunoanálisis (ELISA) para la detección de que se puedan decantar las grasas y los pigmentos disueltos en
coproant genos de estos parásitos. As , es posible detectar los el sobrenadante. Si se resuspende entonces el sedimento en una
ant genos de este parásito en ciertos laboratorios y distinguir solución con densidad intermedia entre los huevos y los detritos
entre s los de E. granulosus y E. multilocularis, as como distin- ecales, aquéllos fotarán, mientras que éstos caerán al ondo.
guir a éstos de los de Taenia spp. y otros parásitos y patógenos En general, las técnicas basadas en el principio de fotación se
intestinales (Deplazes y cols., 1999). También se ha observado utilizan para los huevos de cestodos y nematodos y de quistes
que se puede usar este tipo de pruebas antigénicas para el se- de algunos protozoos, pero no son adecuadas para algunos
guimiento de in ecciones experimentales por Echinococcus en huevos de trematodos y alteran los tro ozo tos y/o quistes de
perros y para monitorizar la e cacia del tratamiento (Jenkins y algunos protozoos y ciertas larvas de nematodos di cultando
cols., 2000). Los resultados de estos ensayos indican que tienen su identi cación. El sul ato de zinc (densidad espec ca 1,18) es
la su ciente calidad para poder utilizarlos rutinariamente en es- una mejor alternativa a la sacarosa de igual densidad para hacer
tudios de poblaciones caninas para detectar su presencia y quizá fotar los quistes de protozoos y las larvas de nematodos, porque
para monitorizar el éxito de los programas de control. su e ecto es más lento a la hora de distorsionarlos.
También se está estudiando la detección de coproant genos La disolución de las heces no es en ningún caso una técnica
para comprobar su utilidad en el diagnóstico de la parasitación exacta. El procedimiento concreto que se utilice no es tan im-
bovina por tricostrong lidos. Este método podr a resultar ex- portante como conocer adecuadamente los principios básicos
traordinariamente útil para una selección de animales antes de implicados. Un procedimiento actible en l neas generales po-
su inclusión en diversos protocolos de ensayos armacológicos. dr a ser el siguiente:
En ganado vacuno in ectado experimentalmente con Ostertagia 1. Mezclar aproximadamente una cucharadita de heces
ostertagi, un ELISA para captura de coproant genos dio muy bue- con su ciente volumen de agua como para hacer una
nos resultados, mostrando un aumento de los t tulos a lo largo suspensión semisólida. Usar un depresor de lengua y un
del curso de la in ección (Agneessens, Claerebout y Vercruysse, vaso de papel desechable.
2001); desgraciadamente, los valores de ELISA no tuvieron en 2. Poner dos capas de gasa simple sobre un segundo vaso de
esta primera ase una buena correlación con el número de ver- papel, y vaciar sobre ellas la suspensión ecal. Devolver la gasa
mes encontrados en la necropsia, aunque s a un cierto nivel. Más con los residuos sólidos al primer vaso de papel y desechar.
recientemente, ha resultado también prometedor el uso de ELISA 3. Pellizcar el borde del segundo vaso de papel para ormar un
para detectar Teladorsagia circumcincta en ovejas y en el que se pico que acilite el vertido y trans erir el contenido a tubos
redujo al m nimo la reactividad cruzada tratando la muestra ecal de centr uga de 15 ml.
con calor (Johnson, Behnke y Coles, 2004). Existen buenas razo- 4. Centri ugar durante 3 minutos y decantar el sobrenadante
nes para creer que estas pruebas serán cada vez más comunes, y que contiene grasas y pigmentos disueltos.
quizá rutinarias, como lo son ya para Giardia. 5. Añadir una solución concentrada de sacarosa (densidad
espec ca 1,33) a 1 cm desde la boca del tubo y resuspender
Reacción en cadena de la polimerasa el sedimento con una varilla aplicadora. Insertar un
La detección de diversos marcadores genéticos para di erentes tapón y mezclar invirtiendo el tubo cuatro o más veces.
parásitos encontrados en las heces, se lleva a cabo actualmente La viscosidad de la solución del azúcar di culta la mezcla
de orma rutinaria en el caso de varios protozoos. Los utilizados pero, no obstante, la solución debe quedar completamente
con más recuencia en la actualidad son para detectar Cryptos- mezclada con el sedimento.
poridium y Giardia (O’Handley y cols., 2000; Xiao y cols., 6. Centri ugar durante 5 minutos. Sin quitar el tubo de la
2001). Estos trabajos están siendo impulsados principalmente centr uga, recuperar la pel cula super cial que contiene los
por el deseo de determinar la uente de parásitos que podr a huevos y los quistes tocándola suavemente con una «uña
haber sido el origen de in ecciones zoonóticas en varios brotes de cristal» o con un asa de platino. Trans erir la pel cula
de transmisión h drica. Más recientemente, se ha iniciado un de super cie al portaobjetos de un microscopio y colocar
trabajo sobre la di erenciación espec ca de tricostrong lidos encima un cubreobjetos. Variante: alternativamente,
(Schnieder, Heise y Epe, 1999; Zarlenga y cols., 2001). Una vez tras haber realizado el paso 5, se puede llenar el tubo
que este trabajo se incorpore a un análisis cuantitativo, quizá sea de centr uga hasta el borde con la solución saturada de
posible determinar, con ADN extra do de las heces, la relativa sacarosa y aplicar encima un cubreobjetos. Después de
abundancia de cada especie parásita en un rumiante. El uso re- centri ugar, quitar el cubreobjetos levantándolo recto hacia
ciente del método de hibridización inversa por trans erencia en arriba y colocarlo con su pel cula adherida de la solución de
l nea para la identi cación espec ca de algunos estrongilados sacarosa sobre un portaobjetos. Esta variante no se puede
del caballo, cuando se aplica a las heces de hospedadores y sus utilizar con centr ugas de cabezal de ángulo jo inclinado.
respectivos helmintos, podr a ser un poderoso instrumento para 7. Examinar el portaobjetos a 100 aumentos. A n de evitar
ayudar al diagnóstico de algunas in ecciones en otros animales la omisión o el solapamiento de algunos campos, iniciar el
domésticos (Traversa y cols., 2007). examen a lo largo de un borde del cubreobjetos desde una
esquina a la contraria. Desplazarse después el ancho de un
Concentración de huevos y quistes por otación campo y continuar el examen. Este desplazamiento se puede
Todas las técnicas de fotación aprovechan la di erencia de den- realizar de orma bastante precisa jándose en cualquier
sidad de los parásitos con respecto a los residuos alimentarios. objeto que se encuentre en o cerca del borde del campo
Si se suspende una cierta cantidad de heces en agua, los huevos y trasladar ese objeto al otro borde con el controlador de
y las part culas ecales sólidas sedimentarán, haciendo posible movimientos de la platina. Con orme se va adquiriendo
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 297
tienden a hundirse gradualmente en una estimable masa de pero si coincide que las larvas son principal o totalmente heterogó-
agua dentro de la cual no existe tensión super cial. En la gu- nicas, no aparecerán en un número sustancial antes de 96 horas.
ra 7-1 se ilustra un t pico aparato de Baermann. Disolver una Cuando se puedan ver larvas nadando en las gotitas de
muestra ecal relativamente grande (5 a 15 g), colocarla en un condensación de las paredes de la jarra de cultivo, enjuagar las
colador de té o envolverla en gasa y ponerla en agua tibia en paredes de ésta con un pequeño volumen de agua, recoger el
un embudo. El calor estimula la movilidad de las larvas, y mu- residuo obtenido del enjuague y concentrar las larvas por cen-
chas de ellas irán hacia la super cie de la masa ecal, saldrán tri ugación. Pocas larvas se perderán con el sobrenadante si se
uera de ella y descenderán a la espita de cierre del embudo. decanta con un único movimiento invirtiendo simplemente el
En in ecciones intensas las larvas pueden ser extra das en una tubo de la centr uga. El sedimento que contiene las larvas se
gota de agua al cabo de una hora más o menos, pero cuando puede entonces recoger junto con el pequeño volumen de agua
existen pocas larvas puede ser necesario esperar 24 horas. Si se retenido con una pipeta para su observación en un portaobjetos
obtiene más de una sola gota de agua para ser examinada al al microscopio.
microscopio será necesario centri ugar, decantar y pipetear una Las placas de agar nutriente proporcionan excelentes condi-
gota de sedimento. Existen muchas modi caciones y mejoras de ciones de crecimiento para ciertos huevos o larvas de nematodos
esta técnica, pero todas se basan en el mismo principio simple. que se hayan extra do de las heces y hayan sido concentradas
Las larvas in ectantes de primer estadio de Filaroides osleri y por medio de alguna de las técnicas ya descritas. Por ejemplo,
Filaroides hirthi se encuentran en un estado letárgico y no mi- las larvas rhabditi ormes que se han concentrado a partir de
gran uera de la masa ecal. La técnica de Baermann será por heces de perro con la técnica de Baermann se depositan sobre
tanto un completo racaso con respecto a las larvas de Filaroides, la super cie del agar en un pequeño volumen de agua y se in-
y es necesario recurrir a la técnica de concentración con sul ato cuban a temperatura ambiente. Si son larvas de Strongyloides se
de zinc (gravedad espec ca 1,18) como medio de fotación. obtendrá una elevada cantidad de larvas lari ormes in ecciosas
y/o vermes adultos rhabditi ormes en menos de 2 d as.
Cultivo de larvas de nematodos A menudo, la identi cación de larvas requiere que las larvas
La identi cación genérica de huevos estrongilados requiere muertas estén extendidas longitudinalmente. Esto se logra con
habitualmente el cultivo de las larvas hasta el estadio in ectante. acilidad calentando con moderación la gotita de agua antes de
Las heces bien ormadas de ovejas y caballos contienen justo la colocar encima el cubreobjetos, para lo cual es su ciente con
cantidad adecuada de agua y habitualmente pueden cultivarse mantener una cerilla encendida bajo el portaobjetos y observar
con éxito colocando una pequeña cantidad de heces en una ja- desde arriba el cese de movimientos y la extensión de las larvas.
rra cubierta que haya sido previamente enjuagada con una so- La «relajación» es el eu emismo que se aplica a la muerte por
lución de carbonato sódico al 0,1%, para inhibir el crecimiento calor de los nematodos. Como Strongyloides tiende a revivir,
de mohos, y almacenándola en un cajón o una estanter a oscura puede ser necesario aplicarles calor una segunda vez. Se debe
a temperatura ambiente durante una semana a 10 d as. Las pa- evitar un calentamiento excesivo de las larvas porque distorsio-
redes de la jarra deben estar siempre húmedas con gotitas de na su mor olog a. Como alternativa al calentamiento se puede
condensación. Si parece que el cultivo empieza a secarse, añadir añadir una gota de solución de Lugol doble en el borde del cu-
unas pocas gotas de solución de carbonato sódico o de agua. breobjetos. Esto extiende y tiñe las larvas a la vez.
Cuando se vuelve a sacar la jarra a la luz tras la incubación, se Para poder realizar mediciones de orma correcta el cu-
podrán observar enseguida las larvas retorciéndose en las goti- breobjetos debe tener algún tipo de apoyo o, de lo contrario,
tas de condensación adheridas a las paredes del recipiente. presionará sobre las larvas y las distorsionará. Se puede deposi-
También se pueden cultivar heces de ganado vacuno de tar vaselina alrededor del cubreobjetos para evitar este e ecto y
consistencia similar sin ninguna preparación adicional, pero retrasar la evaporación. El cubreobjetos se puede sellar de orma
habitualmente las heces de vacuno son más l quidas y requieren rápida y cómoda como se indica a continuación: extender una
la adición de vermiculita o de arena para producir un cultivo delgada pel cula de vaselina sobre la palma de la mano izquier-
húmedo, pero no encharcado. da. Luego, sosteniendo los bordes de un cubreobjetos entre el
Todas las técnicas de cultivo ecal son esencialmente cuali- pulgar y el ndice de la mano derecha, pasar uno a uno cada bor-
tativas porque las diversas especies de nematodos tienen di e- de del cubreobjetos por la pel cula para untar uni ormemente
rentes condiciones óptimas de eclosión, desarrollo y supervi- todo el per metro de vaselina.
vencia de las larvas. Como consecuencia, la abundancia relativa
de especies de larvas de tercer estadio obtenidas de los cultivos Cultivo de ooquistes de coccidios para esporulación
no es una simple unción de las cantidades relativas de espe- Mezclar una pequeña cantidad de heces o del sedimento con-
cies de huevos de estrongilados presentes al inicio. Las larvas centrado de ooquistes con solución de dicromato potásico al
de Haemonchus contortus o de Strongyloides papillosus tienden 1%, y dejar una pel cula super cial de esta mezcla en una pla-
a predominar en los cultivos cuando en las heces hay huevos de ca de Petri. Los ooquistes en ase de esporulación necesitan
alguna de estas especies y no se deber a pasar por alto la posible mucho aire, por lo que esta capa de mezcla debe ser muy na
importancia cl nica de Trichostrongylus o Cooperia porque estén para avorecer la di usión de ox geno, pero sin permitir que se
representados sólo en un pequeño porcentaje. quede seca; añadir más solución de dicromato si uera necesa-
El cultivo de heces de perros para demostrar larvas lari ormes rio y mover con regularidad para oxigenar. Habitualmente, la
de Strongyloides stercoralis consiste simplemente en almacenar las esporulación se completa al cabo de 2 a 4 d as de incubación a
heces en una jarra a temperatura ambiente. Las larvas lari ormes temperatura ambiente, pero algunas especies requieren varias
de la generación homogónica aparecen al cabo de 24 a 48 horas, semanas.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 299
Figura 7-2. C l c ón del m c ómet o oc l . Izquierda, L esc l del m c ómet o de o jeto está e de oco, y l esc l del m
c ómet o oc l está des l ne d p ox m d mente n oct vo. Derecha, L s dos esc l s se h n coloc do en p lelo con n ot c ón
del oc l ; se h en oc do l esc l del o jeto, y s líne ce o (0,0) se h l ne do con l líne ce o (0) de l esc l oc l mov endo
dec d mente l plet n . O sé vese q e 0,17 mm (170 mm) eq v len 40 d v s ones del oc l (m d endo de o m s stemát c
desde el o de de echo de l s y s es s de l esc l de o jeto), de modo q e, este mento, c d d v s ón oc l eq v ld í
4,25 mm. Po t nto, n ooq ste q e m d 9 po 5,5 d v s ones tend í 38,2 mm de lon t d po 23,4 mm de nch .
Micrometría deben mantenerse con los mismos ajustes cada vez que se
La medición de las dimensiones de los parásitos con un micros- realicen las mediciones o será necesario recalibrarlo todo de
copio equipado con micrómetro ocular calibrado proporciona nuevo. Cualquier variación del espacio interpupilar de ciertos
el medio más e ciente de llegar a un diagnóstico. Un portaobje- microscopios binoculares altera la longitud del tubo y se puede
tos milimetrado es un portaobjetos de cristal grabado con una pasar por alto ácilmente como una potencial uente de error.
escala lineal de 1 o 2 mm de longitud subdividida en unidades de
10 m m (0,01 mm). Un micrómetro ocular es un disco de cristal Examen de heces cuantitativo
grabado con una escala de unidades arbitrarias, generalmente Recuento de huevos por dilución
de 0 a 100. El disco se inserta en el ocular del microscopio, y se La técnica Cornell-McMaster para recuento de huevos por dilu-
puede usar su escala para comparar dimensiones lineales de ob- ción, descrita en los siguientes párra os, se basa en los trabajos
jetos observados en el campo microscópico. Por ejemplo, puede de Stoll (1923 y 1930), Gordon y Whitlock (1939), Whitlock
determinarse as la proporción entre la longitud y la anchura (1941), y Kauzal y Gordon (1941).
de un tipo particular de huevo observado. Sin embargo, para Se pesa una muestra de heces y se mezcla vigorosamente con
medir longitudes absolutas hay que calibrar antes el micróme- agua en proporción de 1 g/15 ml. Se extraen al cuotas de 0,3 ml de
tro ocular para el aumento de cada objetivo contra la escala del esta suspensión y se mezclan con partes iguales de una solución
portaobjetos milimetrado. saturada de sacarosa en una cámara de recuento. Los huevos de
1. En ocar el objetivo de × 10 sobre la escala del portaobjetos los parásitos fotan en este medio y vienen a confuir en la cara
milimetrado. in erior de la cubierta de la cámara. De esta orma, todos los hue-
2. Rotar el ocular hasta que su escala y la del objetivo estén vos que pudiera haber en una muestra de 0,02 g quedan juntos en
paralelas.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
provocado numerosos accidentes de laboratorio; se han examen a lo largo de un borde del cubreobjetos desde
de usar con cuidado.) una esquina a la contraria. Desplazarse después todo
5. Cargar la pipeta con la materia ecal contenida en la el ancho de un campo y continuar el examen. Este
cubeta de agitación y llenar ambas cámaras de la cámara desplazamiento se puede realizar de orma bastante
de recuento precalibrada. precisa jándose en cualquier objeto que se encuentre
6. Dejar en reposo la preparación durante 5 minutos para en o cerca del borde del campo y trasladarlo al otro
permitir que los huevos salgan a fote a la super cie, y borde con el controlador de movimientos de la platina.
contar a continuación todos los huevos contenidos dentro El número de huevos contados con este procedimiento pro-
de las rejillas de ambas cámaras, con el objetivo de × 10. porciona una estimación m nima del número de huevos por gra-
7. Calcular la cantidad de huevos por gramo de heces mo de heces. Esta estimación se puede mejorar añadiendo otra
multiplicando por 50 el número total de huevos gota de la solución concentrada de sacarosa al tubo de centr uga,
contados en las dos cámaras. colocando un segundo cubreobjetos en la zona superior y repi-
tiendo los pasos 7 a 10. Si hubiese demasiados huevos en el pri-
Recuento de huevos por concentración mer cubreobjetos como para poder contarlos convenientemente,
Para cuanti car parasitaciones escasas, los procedimientos se puede repetir el procedimiento con una al cuota menor o recu-
de recuento de huevos por dilución son menos ables que los rrir a e ectuar un recuento de huevos por dilución. Debido quizás
recuentos por concentración (v. Consideraciones estad sticas, a que la solución de sacarosa utilizada es el doble de concentrada,
más adelante). Por supuesto, existe un l mite para el número de el procedimiento de concentración es más e ciente para detectar
huevos que se pueden contar de orma cómoda, por lo que hay ooquistes de Eimeria que el procedimiento de dilución.
que escoger el procedimiento que mejor se ajuste al nivel de la
in ección. Con este n se propone la siguiente solución práctica: Interpretación de los datos de recuento de huevos
1. Pesar 10 g de heces en un vaso de papel (hacer la Consideraciones estadísticas
corrección necesaria de la tara) y añadir a 150 ml de Si uera posible obtener una distribución uni orme de los
agua en el cilindro graduado. Si se dispone de menos huevos de parásitos en la suspensión ecal, cabr a esperar que
de 10 g de heces, reducir el volumen de agua para hubiese el mismo número de huevos en todas las al cuotas. Sin
conservar la proporción 1:15. embargo, la distribución de los huevos no es uni orme sino
2. Mezclar completamente el agua y las heces. Con la que se convierte en una distribución aleatoria. Por tanto, las
mezcladora abricada con la batidora de mano sólo al cuotas de una suspensión correctamente mezclada a ondo
serán necesarios unos pocos segundos. representan muestras equitativas extra das de una distribución
3. (Opcional.) Se puede pasar la suspensión a través de aleatoria, y el número de huevos contados en al cuotas duplica-
un colador de té o dos capas de gasa para eliminar das var a de una orma bastante predecible.
los residuos más gruesos que pudieran inter erir con Cuando se distribuyen al azar en el espacio objetos en núme-
el examen microscópico. A menudo, este paso es ro relativamente escaso (o sucesos relativamente in recuentes
necesario cuando se examina estiércol de caballo, pero se distribuyen al azar en el tiempo), el número de objetos que
debe evitarse siempre que sea posible porque puede se encontrarán en cada volumen de muestra (o el número de
hacer que se obtengan recuentos más bajos. Nota: hasta ocurrencias en cada intervalo de tiempo de muestra) sigue una
ahora el procedimiento es idéntico al del recuento de distribución de Poisson. En una suspensión ecal de 150 ml
huevos por dilución descrito anteriormente. hay su ciente espacio para varios miles de millones de hue-
4. Extraer una al cuota de 15 ml (equivalente a 1 g vos, aunque, incluso en una hemonchosis aguda, raramente se
de sólidos) de suspensión ecal bien mezclada y encontrarán más de medio millón. Esto signi ca que por cada
trans erirla a un tubo de centr uga de 15 ml. 2.000 volúmenes del tamaño de un huevo de Haemonchus no
5. Centri ugar durante 3 minutos y decantar el habrá más de un volumen que realmente contenga un huevo.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
sobrenadante que contiene grasas y pigmentos disueltos. Por tanto, los huevos contados en al cuotas extra das de una
6. Añadir solución concentrada de sacarosa (densidad suspensión ecal bien mezclada cumplen las especi caciones de
espec ca 1,3) a 1 cm de la parte superior del tubo y «objetos relativamente raros distribuidos al azar en el espacio»,
resuspender el sedimento con una varilla aplicadora. y podemos esperar que el número encontrado en cada volumen
Insertar un tapón y mezclar invirtiendo el tubo cuatro de muestra siga una distribución de Poisson.
veces o más. La media y la varianza de una distribución de Poisson son
7. Añadir más solución concentrada de sacarosa hasta el iguales. Este hecho puede aprovecharse en la práctica porque pro-
borde y colocar un cubreobjetos en lo alto. porciona un criterio por el que podemos evaluar la abilidad de
8. Centri ugar durante 10 minutos. No usar una centr uga nuestra técnica. Si la varianza de una serie de recuentos en algunas
de ángulo jo inclinado. La parte superior del tubo debe al cuotas resulta ser mucho mayor que la media, podemos con-
estar horizontal durante la centri ugación. cluir que el proceso de la mezcla, el muestreo o el recuento se han
9. Después de centri ugar, retirar el cubreobjetos realizado de orma descuidada. Si, por otra parte, la varianza de la
levantándolo recto y colocarlo con su pel cula adhesiva muestra resulta ser mucho más pequeña que la media, podemos
de solución de sacarosa sobre un portaobjetos de cristal. concluir que los datos han sido adaptados. El análisis de la Chi-
10. Mirar el portaobjetos a 50-100 aumentos, contando cuadrado proporciona un método numérico objetivo para com-
los huevos por toda la super cie. A n de evitar la probar hasta qué punto se ajustan a la distribución de Poisson
omisión o el solapamiento de algunos campos, inicie el los recuentos duplicados de huevos (Hunter y Quenouille, 1952),
302 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Figura 7-5. rep esent c ón á c de 151 ec entos d pl c dos de h evos. Teó c mente, no de e í h e más de ocho p ntos e
de l s d on les d v so s. un técn c más c d dos de mezcl do, m est eo y ec ento pod í mejo l á c .
aunque pocos pro esionales caer an en la tentación de molestarse ordinarias estas especies de animales domésticos eliminan
con los cálculos necesarios. Una simple alternativa viene dada por siempre huevos de estrongilados en sus heces, excepto cuando
la grá ca de la gura 7-5. Las l neas diagonales de este grá co de- han sido tratados recientemente con un ármaco antihelm ntico
limitan una zona dentro de la cual deber a estar, en promedio, el e caz. Por tanto la pregunta no es si estos animales están in ec-
95% de todos los puntos que representan los recuentos duplicados tados, sino cuál es el nivel de in ección que presentan.
de huevos, asumiendo que el muestreo y el recuento hayan sido
adecuados. Los l mites de tolerancia en el grá co son casi paralelos Determinación de las tasas de contaminación
en vez de divergentes, como cabr a esperar si se tiene en cuenta ambiental
la igualdad de las medias y varianzas inherentes a la distribución La mayor a de los métodos contemporáneos para controlar es-
de Poisson, porque las escalas de los ejes son de ra z cuadrada. La trongilados en herb voros en pastoreo depende undamentalmen-
trans ormación de la ra z cuadrada es una variante de Poisson que te de la administración periódica de ármacos antihelm nticos
convierte la varianza en constante para todos los valores excepto para suprimir la producción de huevos y reducir con ello la conta-
para los muy pequeños. En la gura 7-5 se observa que de 151 pa- minación de los pastos. Desgraciadamente, cuando las poblacio-
rejas de valores de recuentos de huevos 19 (13%) estaban por nes de parásitos se exponen repetidamente a los antihelm nticos
encima o incluso uera de los l mites de la zona del 95%. Esto es durante varios años desarrollan resistencia a estos ármacos y a
casi tres veces más de lo aceptable, y la conclusión evidente es que otros qu micamente similares. Cuanto más recuente es la admi-
el rendimiento técnico es susceptible de mejora. nistración de medicamentos antihelm nticos, con mayor rapidez
se desarrollan poblaciones de vermes resistentes rente a ellos. Para
Aplicaciones retrasar o renar el desarrollo de resistencia, se deber a administrar
Las técnicas de recuento de huevos pueden aplicarse, en antihelm nticos sólo cuando sea realmente necesario, con el n de
principio, a cualquier in ección parasitaria evidente en cualquier reducir una tasa signi cativa de contaminación de los pastos. Esto
hospedador. Sin embargo, a nes prácticos o recen su mayor se puede llevar a cabo realizando recuentos periódicos de huevos
utilidad a la hora de estimar los niveles de in ección por estron- en las heces de una muestra representativa del rebaño. Cuando la
gilados en rumiantes y caballos. En condiciones agropecuarias producción de huevos sea escasa, se puede retrasar el tratamiento
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 303
hasta que alcance un punto que se considere signi cativo en está eliminando un objeto no identi cable por las heces, se reco-
relación al alcance y productividad del pasto, la carga ganadera, mienda administrar al animal un enema, mantenerlo con nado
las especies y susceptibilidad de los hospedadores, y los objetivos durante 24 a 36 horas y realizar otro examen ecal. Si el objeto no
agropecuarios concretos. Sin tener en cuenta todos estos actores identi cable sigue todav a all es probable que sea un parásito,
no se puede especi car un número cr tico de huevos por gramo mientras que si ha desaparecido se trataba probablemente de un
de heces llegado el cual se deba tratar la manada. Por ejemplo, en seudoparásito. Quizá sea más e ciente aprender a identi car los
la in ección por H. contortus, 1.000 huevos por gramo de heces parásitos «bona de» y a ignorar todo lo irrelevante en vez de
podr an constituir supuestamente un número cr tico apropiado tratar de identi car todos los objetos que aparezcan en el campo
para ovejas cl nicamente normales que pastan en una pradera con microscópico. Sin embargo, es recuente observar algunos objetos
una baja carga ganadera en condiciones atmos éricas avorables. que tienen ormas regulares. En la gura 7-6 se muestran algunos
Sin embargo, ser a mejor no exceder de 100 huevos por gramo de ejemplos de estos seudoparásitos más comunes.
heces en caso de yeguas de cr a con potrillos pastando junto a ellas Las muestras de heces para examen parasitológico deben ser
en un pequeño prado. En ambos casos el número cr tico de hue- recientes y no contaminadas con tierra o con la cama del animal.
vos por gramo de heces estar a sujeto a revisión, dependiendo de Si se dejan reposar las heces, las células aisladas de los huevos
los resultados logrados y de cualquier modi cación signi cativa evolucionan a mórulas, eclosionan las larvas y los ooquistes co-
de las prácticas de gestión agropecuaria. mienzan a esporular. Es posible identi car estadios del desarrollo
distintos de los habitualmente encontrados, pero requiere mayor
Diagnóstico de en ermedad clínica destreza. La contaminación con tierra o con la cama del animal
Los recuentos elevados de huevos (p. ej., más de 5.000 huevos/g llevará probablemente a con usión porque la muestra puede ha-
en ovejas y cabras o más de 500 huevos/g en el ganado vacuno) ber sido invadida por nematodos y artrópodos de vida libre. Por
son áciles de interpretar. Indican que estos animales están in- el contrario, empezar con una muestra reciente y no contaminada
ectados con muchos parásitos reproductivamente activos. Sin permitir a a menudo una identi cación más espec ca al poder
embargo, un recuento elevado no necesariamente indica que el observar el subsiguiente desarrollo tras el cultivo de heces.
hospedador esté padeciendo una en ermedad parasitaria cl ni-
ca, porque hospedadores sanos y bien nutridos pueden soportar Huevos de nematodos
y compensar a menudo elevadas poblaciones de parásitos. Los La mayor a de los nematodos del tracto digestivo son ov paros. Un
recuentos negativos de huevos indican que el hospedador no huevo contiene un cigoto ertilizado, y la ertilización del óvulo por
está in ectado o se encuentra in ectado con vermes en ase no el espermatozoide ameboideo se produce dentro del oviducto y del
reproductiva (p. ej., larvas en desarrollo o en hipobiosis, adultos receptáculo espermático antes de que los huevos lleguen a entrar
in értiles). Los recuentos negativos de huevos son t picos de los en el útero. La auténtica cubierta del huevo de los nematodos es
estadios iniciales de la ostertagiosis invernal del ganado vacuno una cápsula lisa, transparente y homogénea de quitina. Una capa
y de la en ermedad sobreaguda por uncinarias en cachorros lip dica interna (membrana vitelina) y un estrecho espacio lleno
recién nacidos. Tales hechos tienden a desacreditar el análisis de l quido separan la cápsula del uturo embrión contenido en su
ecal cuantitativo en técnicos que necesitan reglas plausibles y interior. Dependiendo del parásito, el huevo puede salir al exterior
sencillas. Sin embargo, cuando son interpretados por personal con el cigoto todav a en ase unicelular, habiendo experimentado
amiliarizado, tanto con la biolog a del hospedador como del un cierto número de divisiones, o ya desarrollado hasta contener
parásito, los recuentos de huevos proporcionan un valioso co- una larva totalmente ormada de primer estadio. En algunos casos,
nocimiento de las interacciones que tienen lugar entre ellos. las larvas de primer estadio eclosionan de los huevos estando toda-
v a dentro del hospedador y salen al exterior con las heces.
Los huevos de nematodos de los di erentes órdenes y super-
IDENTIFICACIÓN GENERAL DE HUEVOS, amilias de estos parásitos tienen caracter sticas que tipi can a
QUISTES Y LARVAS
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 7-6. Se dop ás tos. A, Cheyletiella blakei, n ácn do p ás to del to (×108). B, Monocystis, n p otozoo p ás to de
l s lom ces de t e . C, Monocystis y q stes de Eimeria de los m ntes en l s heces de n pe o (×425). Recuadro: Monocystis
espo l do (×1.000). D, Espo s del co nez elo del m íz (×630). E, Polen de p no (×425). F, Saccharomycopsis guttulatus, lev d
l ment no m l de los conejos (×425). G, F ve et l (×168). H, F ve et l (×63). I, F ve et l (×63).
Huevos de ascáridos de la cubierta del huevo, que aparecerá entonces con una pared lisa
Los huevos de ascáridos, parásitos de los animales domésticos, y clara. A veces se encuentran en las heces huevos de ascáridos no
poseen de orma caracter stica una gruesa cubierta y de apariencia ecundados, y su orma es por lo general menos regular que la del
oblonga a es érica. En algunos huevos ascáridos hay un opérculo huevo ertilizado. Los huevos de ascáridos tienden a ser de tamaño
evidente como en Porrocaecum de los halcones ( g. 7-8). Cuando grande en general, con un diámetro alrededor de 80 a 100 m m.
se eliminan con las heces estos huevos tienden a contener una única
célula. Algunos huevos, como los de Toxocara, Parascaris y Ascaris, Huevos de espirúridos
están cubiertos con una capa externa albuminoide originada por Los huevos de los nematodos espirúridos que se encuentran
la hembra sobre una capa quitinosa; esta capa proteica puede en las heces son al menos de dos tipos básicos. Uno de ellos
ser lisa como en Toxascaris ( g. 7-9), rugosa como en Parascaris está representado por Physaloptera y Spirocerca, mide aproxi-
(v. g. 7-71) o uni ormemente irregular de orma muy caracter stica madamente 30 m m de largo, está cubierto por una gruesa capa
como en Toxocara ( g. 7-10). El material de la cubierta puede quedar incolora y contiene un embrión. Estos huevos son t picos de
teñido del contenido ecal, lo que le con ere un color pardo oscuro los espirúridos transmitidos por insectos terrestres copró agos
como en Ascaris y Parascaris. Este material puede separarse a veces ( g. 7-11). Los otros espirúridos, como Habronema y Draschia,
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 305
poseen cubiertas muy delgadas que pueden verse distorsionadas tipo de huevo de rhabd tida representa los huevos de aquellas
por la larva que contienen. Estos huevos y la larva de su interior hembras partenogenéticas de Strongyloides spp. que producen
son t picos de aquellos espirúridos transmitidos por insectos huevos ( g. 7-12). De orma t pica, en animales domésticos
voladores que se in ectan al alimentarse de materia ecal du- de América del Norte sólo S. stercoralis del perro y del hombre
rante su ase larvaria. Los láridos son parásitos espirúridos produce larvas. Otras especies de Strongyloides, como Strongy-
ovoviv paros que producen micro larias en vez de huevos. loides elis del gato en Australia y sudeste asiático y varias espe-
cies en la auna silvestre, también eliminan larvas con las heces.
Huevos de rhabdítidos De orma caracter stica, los huevos de las especies de Strongy-
Los huevos de rhabd tidos que se encuentran en las heces de los loides de caballos, cerdos y rumiantes son de pequeño tamaño,
animales domésticos son de dos tipos. Un tipo representa los con una delgada cubierta incolora, y contienen una larva. En
huevos espurios de nematodos del suelo que han sido ingeridos heces no recientes, el pequeño tamaño de estos huevos, menos
por un hospedador o incluso proceden de nematodos copró- de 50 m m, será uno de los mejores criterios para distinguirlos de
agos de vida libre que han contaminado las heces. El segundo los huevos de estrongilados ya desarrollados.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 7-9. Des ollo de h evos de Toxascaris leonina. A, Est d o n cel l típ co o se v do en m est s ec les ec entes, B,
Est d o de dos cél l s. C, Est d o de mó l . D, L v n ect nte en el nte o del h evo. E, L v n ect nte eclos on d t c lmente
n v t o. No m lmente, l eclos ón de los h evos de scá dos no se p od ce h st q e h n s do n e dos po n hosped do (×425).
306 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Huevos de estrongilados
Las hembras de las super amilias Strongyloidea, Trichostrongyloi-
dea y Ancylostomatoidea depositan huevos elipsoidales de pared
delgada que contienen un embrión en ase de mórula, y este mis-
mo estadio es el que se encuentra en las heces del hospedador ( gs.
7-13 a 7-15). En este texto dichos huevos se re eren colectivamen-
te con el nombre de huevos «estrongilados», porque es as como
los conocen la mayor a de los cl nicos y parasitólogos dedicados
al diagnóstico. Los huevos de Metastrongyloidea son también de Figura 7-13. H evo de est on íl do (Obeliscoides cuniculi, T
chost on ylo de ) p ocedente de n conejo.
pared delgada y orma elipsoidal, pero el estadio del desarrollo de- capiláridos suelen presentar una delicada ornamentación super-
positado en los tejidos del hospedador por las di erentes especies cial (p. ej., óveas, áreas rugosas, pequeñas l neas onduladas).
de hembras de Metastrongyloidea var a desde una única célula (p. Al contrario que los huevos de Trichuris spp., los capiláridos
ej., Muellerius) a una larva de primer estadio que está lista para pueden tener tapones polares que no se encuentran en el mis-
eclosionar (p. ej., Filaroides). Incluso aquellos huevos depositados mo eje de la l nea media ( g. 7-16). Sin embargo, los huevos
en la ase unicelular evolucionan a primer estadio larvario si son de Trichuris pueden estar muy distorsionados después de un
deglutidos durante el recorrido por el tracto digestivo y pueden tratamiento armacológico que no haya logrado eliminar todos
haber eclosionado ya cuando aparecen en las heces. Por tanto, en los vermes hembras. Tanto los huevos de Trichuris como los
las heces de hospedadores con in ecciones activas por parásitos capiláridos suelen contener una sola célula o se encuentran en
metastrongiloideos se pueden encontrar huevos con una larva en estadios precoces de división cuando se excretan con las heces.
su interior (p. ej., Metastrongylus) o larvas de primer estadio. Los huevos de Anatrichosoma y Trichosomoides se di erencian
en que contienen una larva totalmente ormada. En el perro, los
Un dilema diagnóstico huevos de los capiláridos son de menor tamaño que el huevo
Salvo algunas excepciones, no es posible establecer con abi- de Trichuris vulpis, que mide aproximadamente 80 m m de lon-
lidad la identidad de género de los huevos de estrongilados por gitud. Desgraciadamente, esto no es necesariamente cierto en el
simple inspección microscópica o por micrometr a (v. g. 7-58). caso de otros hospedadores mam eros.
Los huevos de Nematodirus resaltan por su gran tamaño, y los
de Bunostomum phlebotomum tienen super cies pegajosas que Larvas de nematodos
acumulan detritos, pero el resto son muy semejantes entre s . Para Las larvas de nematodos que pueden observarse en las heces
establecer un diagnóstico exacto estar a justi cado realizar la ne- se identi can más ácilmente si se relacionan con el hospeda-
cropsia a unos pocos animales si el valor unitario de éstos uese dor parasitado, y por tanto se discuten en este texto para cada
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
su cientemente bajo o el rebaño su cientemente grande. Sin hospedador cuando corresponda. El objetivo inicial debe ser
embargo, se entiende que los propietarios de animales valiosos identi carlas adecuadamente y no con undirlas con pelos, hilos
sean reacios a sacri carlos, y se debe recurrir a la identi cación o bras de plantas. El problema más común es encontrar un
larvaria (v. discusión sobre identi cación de larvas in ecciosas de arte acto y pensar que es una larva de nematodo. La mayor a de
estrongilados). Siempre que la situación sea demasiado urgente los individuos identi cará una larva cuando la vea ( g. 7-17).
como para a rontar el necesario retraso que supone el cultivo, Lo importante es no olvidar que hay que buscarlas. Las larvas
los signos cl nicos deber an ser su cientemente claros como para de nematodos que se encuentran en las heces de los animales
sugerir un diagnóstico razonablemente preciso. domésticos suelen medir todas alrededor de los 300 m m de lon-
gitud. Se debe poner especial atención a las longitudes relativas
Huevos de tricúridos del esó ago y de la cápsula bucal, la estructura de la cola y el
De orma caracter stica, los huevos de Trichuris y de los capi- tamaño y posición del primordio genital. Si las heces no son
láridos presentan una cubierta de color marrón con tapones recientes o han sido recogidas del suelo, pueden estar presentes
polares y tienden a ser alargados o en orma de tonel. Trichuris muchas larvas de nematodos que han eclosionado a partir de
sólo se encuentra en hospedadores mam eros. Por tanto, si se huevos de ormas parasitarias desarrolladas o de nematodos
observan estos huevos en otros vertebrados, la primera sospe- copró agos o del suelo, que posteriormente invaden la materia
cha deber a ser que se trata de huevos de capiláridos. Los huevos ecal. En estas situaciones, el proceso de identi cación es mucho
de Trichuris spp. tienen una cubierta lisa, mientras que los de más di cil.
308 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Huevos de cestodos
Algunos cestodos excretan usualmente huevos con las heces (p.
ej., Diphyllobothrium), mientras que otros eliminan segmentos de
orma más caracter stica (p. ej., Taenia). Sin embargo, es recuente
encontrar huevos o cápsulas de huevos del género Taenia en las
heces, desde las que pueden haber escapado los segmentos antes
de su recolección. La larva que se desarrolla en el interior de estos
huevos tiene seis pequeños ganchos (tres pares) ( gs. 7-19 y 7-20),
Figura 7-17. L v de Didelphostrongylus (Met st on ylo de )
mientras que las larvas de los huevos de los cestodos seudo l deos,
en l s heces de n z üey , Didelphis virginiana.
Diphyllobothrium y Spirometra, no están ya desarrolladas cuando
salen con las heces. Los huevos de estos dos últimos géneros son
también operculados y pueden con undirse inicialmente con los
Huevos de trematodos huevos de los trematodos. La con usión puede persistir incluso des-
Los huevos de trematodos parásitos de los vertebrados suelen pués de haber empleado un tiempo nada despreciable en el estudio
tener un color entre dorado y marrón oscuro y un opérculo en de estos huevos y de sus otogra as. Los huevos de los cestodos ci-
un extremo ( g. 7-18). El tamaño de los huevos puede variar de clo l deos contienen seis pequeños ganchos cuando salen con las
20 a 200 m m de longitud en su diámetro mayor. Algunos de estos heces, lo que ayuda a identi carlos como huevos de cestodos (v.
huevos contienen un miracidio totalmente ormado cuando son g. 7-20). Las cubiertas externas de los cestodos ciclo l deos pue-
expulsados por las heces, mientras que otros contienen varias den variar notablemente (p. ej., la super cie gruesa marrón de un
células en desarrollo. En la identi cación de los huevos de trema- huevo de taenido, las nas cubiertas de los huevos individuales de
todos se debe prestar atención a su orma y tamaño, as como a Dipylidium y los poco habituales huevos cuadrados o redondeados
su posible contenido embrionario, a si el opérculo aparece a nivel de los diversos géneros de anoploce álidos (v. g. 7-19). Los huevos
Figura 7-18. H evo de t em todo (St e d e) de n úho co Figura 7-19. H evo de cestodo (anoploce l d e) p ocedente
n do nde, Bubo virginianus. de n o l , Gorilla gorilla berengi.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 309
Huevos de pentastómidos
En Estados Unidos los huevos de pentastómidos se observan
con mayor recuencia en las heces de serpientes o de gaviotas.
En otras partes del mundo se pueden observar en las heces de
perros y de otros hospedadores. De orma caracter stica, los hue-
vos de los pentastómidos son bastantes grandes, 100 a 200 m m
de diámetro, con una delgada cubierta externa que rodea lo que
parece como un ácaro en desarrollo. La larva en desarrollo se
encuentra a menudo separada de la cubierta del huevo por un
Figura 7-20. H evo de cestodo (c clo lídeo) p ocedente de n área relativamente grande de espacio vac o. La di cultad está en
pollo. O sé vense los nchos del em ón (oncos e ) en el nte determinar si lo que se observa es el huevo de un pentastómido
o del h evo. b jo el h evo se enc ent n espo oq ste de Mo o el huevo de un ácaro que haya podido ser ingerido. No es in-
nocystis q e p o lemente se n ó con n lom z de t e . recuente encontrar en las heces huevos de ácaros de vida libre
y ácaros parásitos ingeridos por los animales mientras se acica-
lan. De orma t pica, el pentastómido en desarrollo dentro del
de cestodos parecen comportarse de orma errática en los di eren- huevo tiene cuatro o seis pequeñas patas, que pueden ayudar a
tes medios de fotación y pueden ser di ciles de evidenciar incluso distinguirlo de un ácaro (v. gs. 2-124 y 8-10).
cuando se encuentran presentes. La solución de sacarosa unciona
bien con los huevos de las tenias, pero no con muchos de los demás Quistes y ooquistes de protozoos
tipos de huevos que se pueden encontrar en las heces. Los quistes y ooquistes de protozoos tienen un diámetro mayor
que var a de 4 a 30 m m, con los grandes y relativamente raros
Huevos de acantocé alos quistes de Balantidium y Buxtonella ( g. 7-22) que alcanzan
Los huevos de acantocé alos tienden a ser alargados y poseen tamaños de 40 a 60 m m y los ooquistes de gruesa pared de
cubiertas compuestas por tres capas ( g. 7-21). Cuando se puede Eimeria leuckarti y Eimeria macusaniensis ( g. 7-23) que llegan a
ver la larva en su interior, se pueden identi car con recuencia las los 80 m m de longitud. Los quistes de Giardia aparecen bastante
espinas presentes en un extremo de la larva, lo que con rma de claros tanto en sul ato de zinc como en preparados de sacarosa,
orma de nitiva el diagnóstico. A menudo, los huevos de algu- y su aspecto general es similar al de las amebas pero éstas son
nos acantocé alos aparecen de color marrón oscuro en las heces más redondeadas. En muchos medios de fotación, los quistes de
(p. ej., Macracanthorhynchus spp.) y se tiñen de orma parecida a Giardia aparecerán colapsados en el interior, con la pared oval del
quiste intacta, mientras que los quistes colapsados de las amebas
pueden aparecer más redondos y aplastados de orma variable
en algunos de los lados. Los ooquistes de Cryptosporidium son
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
muy pequeños y se pueden encontrar cerca de la super cie del este medio de montaje para captar los ácaros y trans erirlos al
cubreobjetos. Son mucho más áciles de ver con la técnica de fo- portaobjetos para su estudio a más aumento con el microscopio
tación con sacarosa, donde aparecerán como un cuerpo hialino óptico convencional. La solución de Berlese se hace mezclando
rosado, que con la técnica del sul ato de zinc, donde parecen ser 200 g de hidrato de cloral, 30 g de goma arábiga, 20 g de glicerina y
más transparentes. Los ooquistes de Isospora y Eimeria se detec- 50 ml de agua destilada; hervir la mezcla durante 5 a 15 minutos
tan muy bien en medios de fotación con sacarosa y presentan y ltrarla a través de una tela de estopilla. La solución de Berlese
una imagen con una cubierta clara y n tida con un esporoblasto aclara la muestra y se endurece hasta producir una preparación
central en su interior. En muchas especies de Eimeria se puede permanente. Desgraciadamente, el hidrato de cloral está regu-
distinguir ácilmente el micrópilo, cuando está presente. En al- lado en la actualidad como un estupe aciente, y la calidad de
gunas especies de Eimeria puede ser di cil distinguirlo en todos los di erentes lotes de goma arábiga var a considerablemente,
los espec menes. Los ooquistes de Toxoplasma son similares en de modo que ahora es di cil conseguir una buena solución de
tamaño a los quistes de Giardia. Si el dia ragma del condensador Berlese. La glicerina es un medio de montaje semipermanente
no está bastante cerrado y la luz que pasa al objetivo del micros- bastante aceptable. Como medio de montaje semipermanente se
copio es demasiado intensa, muchos de los protozoos de menor puede usar una solución de hidróxido de potasio o de sodio al
tamaño desaparecerán en el ondo de la preparación. 5%, que digiere la epidermis y los pelos y ayuda a aclarar los
detritos del campo microscópico.
RASPADOS CUTÁNEOS Si el raspado contiene muchos detritos y no se han encontrado
piojos ni ácaros al inspeccionar con el microscopio estereoscópi-
PARA EL DIAGNÓSTICO DE SARNA co o la lupa de mano, proceder como se indica a continuación:
Los raspados cutáneos para el diagnóstico de sarna se deben ob- 1. Añadir 10 volúmenes de KOH al 5% a 1 volumen
tener teniendo en cuenta tanto la naturaleza de la lesión como la del raspado cutáneo en una cubeta grande (con una
localización del ácaro ( g. 7-24). capacidad de 500 a 1.000), cubrir con un vidrio de
Para lesiones con una m nima hiperplasia epidérmica y relojero o embudo para recuperar la condensación, y
para las producidas por ácaros que excavan túneles pro undos calentar hasta que se disuelvan el pelo y las escamas
(p. ej., Sarcoptes, Demodex), sumergir una hoja de bistur en epidérmicas. Puede ser necesario hervir la mezcla, pero
aceite mineral, pellizcar rmemente un pliegue de piel entre no permitir que hierva hasta que se seque. ¡Cuidado con
ndice y pulgar y, sosteniendo la hoja en ángulo recto con la las salpicaduras!
piel, raspar hasta que empiece a salir sangre de la abrasión. La 2. Dejar en riar.
mayor a de los animales no muestran objeción a un raspado 3. Trans erir a un tubo de centr uga, centri ugar, decantar
pro undo, aunque, ocasionalmente, puede ser necesario aplicar el sobrenadante, resuspender el sedimento en agua,
anestesia local. Muchos de los detritos quedarán adheridos a la y centri ugar nuevamente. Estos pasos eliminan las
capa de aceite mineral en la hoja del bistur y se pueden trans e- grasas que pudieran inter erir en el proceso. Decantar el
rir a un portaobjetos para buscar los ácaros en el microscopio. sobrenadante.
Para lesiones con marcada hiperplasia epidérmica y desca- 4. Trans erir el sedimento a una placa de Petri y buscar
mación y para las producidas por piojos y ácaros super ciales ácaros y huevos con un microscopio estereoscópico o
(p. ej., Chorioptes), raspar los detritos sobre una placa de Petri una lupa de bolsillo de × 10, o proceder al paso 5.
utilizando la tapa como rasqueta. Examinar los raspados con un 5. Añadir al tubo una solución saturada de sacarosa
microscopio estereoscópico o con una lupa de mano para ob- y centri ugar nuevamente. Sacar los ácaros que se
servar los movimientos de los ácaros. Sumergir unas pinzas de encuentren en la parte superior de la solución de
punta na o una aguja de disecar en solución de Berlese, y usar sacarosa con un asa de platino o una uña de vidrio y
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 311
trans erirlos a un portaobjetos para su estudio en un de unión (aorta, cavas, vena ácigos, diversos ligamentos) se en-
microscopio compuesto convencional. cuentran y se separan ácilmente. Extraer las v sceras torácicas
Los ácaros del o do pueden recuperarse del conducto auditi- del cadáver. Dejar abierto el árbol traqueobronquial, las cáma-
vo externo con una torunda de algodón. Si se coloca la torunda a ras card acas, las cavas, el tronco aórtico y las rami caciones de
la luz del sol o cerca de una lámpara de in rarrojo sobre un ondo las arterias pulmonares, e inspeccionar su contenido y reves-
oscuro, podrán verse los Otodectes como ácaros blancos movién- timiento en busca de parásitos macroscópicos. Los nematodos
dose de un lado para otro al cabo de unos pocos minutos. metastrong lidos muy pequeños (p. ej., Muellerius capillaris,
Aelurostrongylus abstrusus, F. hirthi) son prácticamente invisi-
PROCEDIMIENTOS DE NECROPSIA bles macroscópicamente. Estos parásitos pueden demostrarse
en preparaciones realizadas por aplastamiento de los grisáceos
Ocasionalmente, algunas parasitosis graves o mortales podr an nódulos subpleurales. La técnica de Baermann es útil para de-
escapar a un diagnóstico ante mórtem. Por ejemplo, algunos ca- mostrar la presencia de larvas de nematodos pulmonares (p.
chorros con en ermedad sobreaguda por ancilostomidos pue- ej., Muellerius, Aelurostrongylus), pero normalmente no es en el
den perder sangre hasta la muerte antes de haber excretado ni caso de F. hirthi porque las larvas de este parásito son demasiado
un solo huevo. Cuando se produce un brote de en ermedad en letárgicas para migrar uera de los tejidos pulmonares.
un rebaño de ovejas, el examen post mórtem de unos pocos ani-
males en ermos proporciona a menudo el medio más e ciente Vísceras abdominales
y económico de llegar a un diagnóstico. En in ecciones ovinas Examinar el peritoneo para buscar cisticercos, tetratiridios, pen-
por estrong lidos, las diversas combinaciones de patógenos pri- tastómidos enquistados y nin as de acantocé alos. Con recuencia,
marios y secundarios proporcionan con recuencia una con usa las larvas de Strongylus edentatus pueden observarse en los caballos
colección de signos cl nicos que pueden ser resueltos por la inmediatamente por debajo del peritoneo parietal. Examinar la
identi cación y enumeración de los vermes encontrados. super cie del h gado para detectar trayectos migratorios de larvas
Para llegar a un diagnóstico de nitivo, los hallazgos de la ne- de ascáridos, taénidos y Fasciola, y los riñones para la búsqueda de
cropsia deben tener correlación con la historia y los signos cl ni- larvas enquistadas de Toxocara. El páncreas equino es una localiza-
cos del caso. Esto resulta especialmente cr tico en las en erme- ción avorita para las larvas de Strongylus equinus. Colocar ligaduras
dades parasitarias. Por ejemplo, un diagnóstico de hemonchosis dobles alrededor del cardias (o de la bi urcación omasoabomasal),
aguda debe descansar no sólo en la demostración de un número del p loro y de la bi urcación ileocecal, aislando as el estómago, el
su ciente de vermes H. contortus en el abomaso, sino además en intestino delgado y el intestino grueso. Estas regiones proporcionan
la existencia de anemia cl nica. Si no hay anemia, no hay hemon- di erentes localizaciones para distintos parásitos, y si se junta todo lo
chosis. De hecho, los vermes de H. contortus abandonan a veces recolectado en la totalidad del intestino se pierde una in ormación
al hospedador moribundo, de modo que, durante la necropsia, se diagnóstica muy valiosa. Abrir una de estas regiones individual-
encuentran palidez y edema de los tejidos, pero ningún verme y mente, revisando con cuidado el contenido digestivo y la mucosa en
el diagnóstico correcto sigue siendo hemonchosis. busca de las ormas de menor tamaño. Muchos parásitos de perros,
gatos, caballos y cerdos son su cientemente grandes para verlos ma-
Apertura del cadáver croscópicamente, pero hay unos pocos de pequeño tamaño y que
Colocar el cadáver de los rumiantes sobre su costado izquierdo también son importantes (p. ej., Strongyloides, Trichinella). Raspar
para dejar el rumen a un lado. Los cadáveres de otras especies la mucosa del intestino delgado y examinar el producto obtenido
son casi igual de accesibles desde cualquiera de los dos lados, para detectar pequeños nematodos, coccidios y otros.
pero conviene adoptar siempre el mismo en oque para desarro- La mayor a de los nematodos parásitos importantes de los ru-
llar una imagen mental del aspecto y una localización normal de miantes son muy pequeños, y se debe tener especial cuidado para
los diversos órganos, de modo que se pueda detectar enseguida no pasarlos por alto. Una población de nematodos su ciente para
cualquier alteración. Hacer una incisión en la piel a lo largo de matar a una novilla puede pasar completamente desapercibida
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
la l nea media desde el espacio submaxilar al periné. Desplazar para un observador negligente. La siguiente técnica sirve para reali-
la piel hacia un lado, incluyendo los músculos torácicos super - zar una concentración y separación de estos vermes del contenido
ciales y con ellos el ribete pectoral, para dejar visible las costillas. digestivo y de detritos de la mucosa y, con un poco más de es uerzo,
Cortar las costillas cerca de los músculos axiales y los cart lagos proporciona una estimación del número de vermes presentes.
costales cerca del esternón. Levantar las costillas, seccionando 1. Trans erir todo el contenido del órgano objeto de estudio
en el proceso las uniones al dia ragma. Hacer una incisión en la (el abomaso es uno ácil con el que empezar) a un balde;
pared abdominal a lo largo de la l nea media, teniendo cuidado enjuagar o raspar ligeramente la super cie de la mucosa
de no per orar las v sceras. Prolongar la incisión a través del para asegurar una completa trans erencia de los vermes.
borde del pubis y refejar la pared abdominal. Separar la s n sis 2. Añadir agua tibia, mezclar y dejar reposar durante 5
pubiana o cortar los ligamentos de la articulación de la cadera y minutos aproximadamente, de orma que los vermes y los
refejar la extremidad pelviana. detritos más densos puedan sedimentar; a continuación,
decantar el sobrenadante. Repetir este proceso hasta que
Vísceras torácicas el sedimento esté ormado undamentalmente por vermes
Hacer una incisión en los músculos intermandibulares, el hioi- y restos más densos del contenido digestivo.
des y las demás inserciones, y disecar la lengua, laringe, tráquea 3. Trans erir una pequeña cantidad de sedimento a una placa
y esó ago. La retirada del corazón y de los pulmones se ve a- de Petri y examinar por transiluminación, pre erentemente
cilitada por tracción sobre la tráquea y el esó ago. Los puntos bajo una lupa o un microscopio estereoscópico. Si los
312 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Figura 7-25. H evos de l nos nem todos p ás tos del pe o (×400, excepc ón de Cystoisospora canis y Spirocerca lupi; l
ep esent 100 m m d v d d en n d des de 10 m m). El h evo de Toxascaris leonina posee n c e t ncolo , ent e s es é c y
el pso d l, de s pe c e l s y n p om nente c p l píd c , q e en m est s ec entes cont ene n cél l o veces dos. Cystoisospo
ra canis, n ooq ste de cocc d o y no n h evo de nem todo, se l st q í × 1.000 p l st lo ác l q e es lt con nd lo con
T. leonina, menos q e se dv e t l d e enc de t m ño o l senc de c p l píd c . El h evo de Toxocara canis es s es é co
de colo p do m llento, con n s pe c e n o memente ec e t de peq eñ s óve s q e c c nd n ún c cél l en m es
t s ec entes. Los h evos de Trichuris vulpis y de los c p lá dos t enen o m de l món y poseen otones pol es. Los h evos de T.
vulpis m den n p omed o s pe o 75 m m, m ent s q e los de c p lá dos m den menos de 75 m m de lon t d.
vermes han sido obtenidos del cadáver de un animal temente pequeño como para retener los parásitos y lo bastante
muerto recientemente, se volverán muy activos en agua grande como para dejar pasar el agua y los detritos nos. A con-
tibia y pueden detectarse ácilmente y ser extra dos con tinuación, se puede invertir el tamiz y enjuagar del revés para
unas pinzas para un examen más a ondo. trans erir los parásitos y los detritos más grandes a una copa de
El intestino delgado es largo y la vida es corta. La mayor a de sedimentación. Si no se dispone de tiempo o instalaciones para
los parásitos nematodos más importantes del intestino delgado examinar el sedimento en busca de parásitos, se puede conser-
de los rumiantes pueden ser recogidos haciendo pasar un litro var en ormalina al 10% y hacerlo posteriormente. Asegurarse
de agua a través de sus 6 primeros metros. Insertar un embudo de tamizar una vez más los sedimentos conservados para elimi-
en el extremo pilórico del intestino delgado sin abrir y verter en nar la ormalina antes de intentar aislar y estudiar los parásitos;
él una cubeta de agua. Masajear el agua a lo largo de todo el esto puede ahorrarle un buen dolor de cabeza.
intestino y recogerla por el otro extremo; proceder después con Como estamos casi seguros de encontrar parásitos en ovejas,
los pasos 2 y 3 descritos antes. ganado vacuno jóvenes y caballos, se deduce que la evaluación
Una buena alternativa al paso 2 es enjuagar vigorosamente de los hallazgos de la necropsia se debe basar en la cantidad de
el sedimento sobre un tamiz con un diámetro de luz lo su cien- parásitos encontrados además de en su identi cación. Con el
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 313
Figura 7-27. L v s de p me est d o de l nos nem todos p ás tos del pe o. Crenosoma y Filaroides spp. son ve mes p lmon es
met st on ylo deos y h t lmente no expe ment n n n ún t po de des ollo en los cop oc lt vos. L s l v s de p me est d o de
Strongyloides y Ancylostoma se p eden d st n po l s d e enc s en el t m ño el t vo del p mo d o en t l y l lon t d de l
cáps l c l. En cop oc lt vos, t nto Strongyloides como Ancylostoma, se des oll n l est d o n ect nte (v. . 728).
(v. g. 7-27). Si quedase alguna duda, cultivar las heces para o con materia orgánica, algunos nematodos de vida libre y sus
detectar el desarrollo de estadios in ectantes. Las larvas in ec- larvas pueden llevarnos a error. En tales circunstancias, lo mejor
tantes de tercer estadio de las uncinarias son envainadas y no es obtener una nueva muestra directamente del recto del perro.
empiezan a aparecer hasta después de 5-7 d as de incubación a
temperatura ambiente, mientras que las larvas lari ormes ho- Proglotis de cestodos
mogónicas de Strongyloides aparecen incluso a las 24-36 horas, Los proglotis o anillos ya separados de los cestodos ciclo l deos se
y las lari ormes heterogónicas surgen aproximadamente a los encuentran a menudo reptando por el periné o las heces recientes
4 d as. Las larvas lari ormes de Strongyloides son esbeltas, con de los perros in ectados (y los gatos). En la práctica, la inspección
un esó ago muy largo, y la punta de la cola se encuentra escotada con una lupa ya permite su identi cación. A veces, los propietarios
o truncada ( g. 7-28). Si la muestra está contaminada con tierra de los animales env an para identi cación objetos arrugados que
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 315
son en realidad segmentos de cestodos deshidratados ( g. 7-29, A). central de pared gruesa ( g. 7-32), y los que se han desprendido
Si se empapan en agua recobran habitualmente su aspecto ha- recientemente se dice que son parecidos a las semillas de sésamo.
bitual ( g. 7-29, B). Si todav a quedase alguna duda se puede
aplastar el segmento «reconstituido» entre dos portaobjetos uni- Huevos de cestodos
dos entre s con una cinta adhesiva. Se puede entonces identi car En la mayor a de los cestodos la segmentación y embriogénesis
el proglotis por el aspecto microscópico de los huevos y de sus del huevo tienen lugar dentro del útero del verme adulto. As es,
órganos (poro genital, cápsulas ov geras, órgano parauterino) por ejemplo, en los huevos habituales de cestodos ciclo l deos.
que pueden persistir en los anillos grávidos de diversas especies En el caso de los seudo l deos, el huevo, rodeado por las células
( gs. 7-30 a 7-33; v. también g. 7-29). Los proglotis de las tenias ov geras, no comienza a embrionar hasta que sale del útero y es
son más o menos rectangulares con un único poro genital lateral eliminado al medio ambiente.
y contienen huevos (v. gs. 7-29, 7-30 y 7-33, A). Los segmentos
de Dipylidium tienen una orma algo parecida a las semillas de Huevos de cicloflídeos
pepino, con un poro genital en cada borde lateral, y contienen Los huevos de taénidos son es éricos o subglobulares, con un
huevos agrupados en paquetes (cápsulas ov geras) (v. gs. 7-31 embrió oro radialmente estriado (una cubierta externa con or-
y 7-33, D). Los proglotis de Mesocestoides tienen un poro genital ma de concha), y contienen un embrión (oncos era o embrión
dorsal y los huevos están agrupados en un órgano parauterino hexacanto) con tres pares de ganchos (v. gs. 4-36 y 7-33, A). Si
316 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Huevos de diflobótridos
Los huevos de di lobótridos se eliminan continuamente por los
poros uterinos de los numerosos anillos a lo largo del cuerpo
del parásito y, como consecuencia, salen con las heces inde-
pendientemente de la salida de los proglotis desprendidos. Los
huevos de Diphyllobothrium y Spirometra son ovalados con un
opérculo en uno de los polos y un pequeño tapón en el otro
( g. 7-34, A), lo que con recuencia hace di cil distinguirlos de
Figura 7-34. H evos ope c l dos (×400). A, H evo de Diphy ciertos huevos de trematodos ( g. 7-34).
llobothrium. B y C, H evos no dent c dos; s s p om nentes
opé c los s e en q e, s lvo po s peq eño t m ño, pod í n Huevos de acantocé alos
se h evos de Paragonimus (v. . 736, B). Est l st l Los huevos de acantocé alos tienen una gruesa cubierta exte-
d c lt d de d st n los h evos de Diphyllobothrium de los de rior y otra interior más na que albergan un embrión llamado
c e tos t em todos. acanthor. La super cie externa del huevo de Macracanthorhyn-
chus está elegantemente estampada ( g. 7-35).
Huevos de trematodos
Los huevos de la mayor a de los trematodos Digenea tienen un opér-
culo en uno de los polos y contienen un embrión cuyo estadio de
desarrollo var a en cada especie ( g. 7-36). Por otra parte, los hue-
vos de esquistosomas carecen de opérculo y contienen un miracidio
totalmente desarrollado que sale del huevo en cuanto éste entra en
contacto con el agua. Muchos, aunque no todos, huevos de esquis-
tosomas poseen una a lada espina. Si un perro se ha alimentado
recientemente de tejidos in ectados con trematodos, como h gado
de ovejas in ectadas con Dicrocoelium o Fasciola o v sceras de conejo
in ectadas con Hasstilesia, la presencia de mir adas de huevos de
trematodos en sus heces podr a inducir a un diagnóstico erróneo.
Figura 7-35. H evo de Macracanthorhynchus ingens (ac nt Ooquistes y esporoquistes de coccidios
hoceph l ) (×400). A, En oq e del c ntho . B, En oq e de l Cystoisospora
s pe c e de l c e t . Los ooquistes de Cystoisospora, Hammondia y Neospora tienen
paredes de super cie lisa e incolora, ovoide o elipsoidal, sin mi-
lar y eliminar las heces. Los huevos de dipil didos son es éricos cropilo y contienen un único esporonte cuando salen con las heces
o subes éricos con un embrió oro no estriado, contienen una del hospedador (v. g. 7-25). La esporulación se produce en 2 a
oncos era y están envueltos en una cápsula ov gera. En Dipyli- 4 d as a temperatura ambiente. El ooquiste totalmente esporulado
dium puede haber hasta 29 huevos por cápsula (v. g. 7-33, D). de Cystoisospora contiene entonces dos esporoquistes, cada uno
En Joyeuxiella y Diplopylidium hay un único huevo por cada con cuatro esporozo tos ( g. 7-37, A). Como los perros tienden
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 7-36. H evos de t em todos (×400). A, Alaria sp. B, Paragonimus kellicotti. C, Nanophyetus salmincola.
318 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Figura 7-37. Ooq stes de cocc d os (×1.000). A, Cystoisospora canis, espo l do. B, Eimeria spp., no espo l do. C, Eimeria sp.,
espo l do. Los ooq stes espo l dos de Cystoisospora spp. cont enen dos espo oq stes, c d no de los c les cont ene, s vez,
c t o espo ozoítos. Los ooq stes espo l dos de Eimeria spp. cont enen c t o espo oq stes, c d no de los c les cont ene, s
vez, dos espo ozoítos. Ve 725 p el ooq ste s n espo l de Cystoisospora canis.
a ser copro ágicos, los ooquistes de otra variedad decoccidios, grande. En los tro ozo tos de E. coli no se observan eritrocitos. En
especialmente Eimeria spp. de los herb voros, son seudoparásitos los quistes de E. coli se pueden contar hasta ocho núcleos.
muy comunes en las heces de los perros. Si la especie de Eimeria Entamoeba gingivalis, un parásito de la cavidad oral, in ecta
en cuestión tiene micropilo, u otras caracter sticas distintivas, no tanto al hombre como a los perros. En los raspados orales sólo
supondrá un problema diagnóstico ( g. 7-37, B), pero muchas es- se encuentran tro ozo tos, con un rango de tamaño que var a
pecies son di ciles de di erenciar de Cystoisospora spp. La di eren- entre 5 y 35 m m.
ciación entre Eimeria y Cystoisospora puede realizarse por cultivo
ecal para inducir la esporulación de los ooquistes. Los ooquistes Flagelados
esporulados de Eimeria contienen cuatro esporoquistes, cada uno Los tro ozo tos de Giardia tienen menos de 21 m m de largo,
de los cuales contiene dos esporozo tos ( g. 7-37, C). simetr a bilateral y son piri ormes. Sus dos núcleos con gran-
La identi cación de las especies de Cystoisospora, Hammondia des endosomas centrales aparecen como un par de ojos (v.
y Neospora requiere micrometr a. Las dimensiones en micróme- g. 7-94). Los quistes de Giardia miden menos de 12 m m de
tros del ooquiste en las especies que in ectan a los perros son las largo, son elipsoidales y contienen cuatro núcleos.
siguientes: Cystoisospora canis, 32 a 42 × 27 a 33; Cystoisospora Trichomonas y otros géneros relacionados no orman quistes
ohioensis, 19 a 27 × 18 a 23; Cystoisospora burrowsi, 17 a 22 × 16 a y se observan en las heces (habitualmente diarreicas) sólo en
19; Hammondia heydorni, 10 a 13 × 10 a 13 (Trayser y Todd, 1978), orma de tro ozo tos mononucleados.
y Neospora caninum, 11,7 × 11,3 (Lindsay, Upton y Dubey, 1999).
Ciliados
Sarcocystis Los tro ozo tos de Balantidium coli son ovoides con un citostoma
Sarcocystis spp. esporula dentro del hospedador y, a menudo, en un extremo; miden entre 25 y 150 m m de diámetro; contienen
la rágil pared del ooquiste se rompe de modo que la orma que un macronúcleo y un micronúcleo, dos vacuolas contráctiles
habitualmente se encuentra en las heces es la de esporoquiste que y algunas inclusiones, y están cubiertos por hileras de cilios (v.
contiene cuatro esporozo tos (v. g. 7-54, D). Los esporoquistes g. 3-8). Los quistes son es éricos u ovoides, miden de 40 a 60 m m
miden de 11 a 28 × 7 a 13 m m, pero no es posible distinguir las de diámetro y poseen una pared de doble membrana (v. g. 3-8).
distintas especies de Sarcocystis de los esporoquistes por micro-
metr a (Dubey, 1976). En la tabla 3-1 se exponen las relaciones de Fijación e identifcación de microflarias
hospedador de las especies más comunes de Sarcocystis. en sangre
El procedimiento más simple para demostrar la presencia de
Amebas micro larias en la sangre de perros es poner una gota de sangre
Entamoeba histolytica, un grave patógeno del hombre, puede apa- venosa heparinizada sobre un portaobjetos, añadir un cubreob-
recer en muestras ecales caninas, bien como tro ozo to o como jetos y examinar la preparación bajo los objetivos de bajos y altos
quiste. Los tro ozo tos es más probable que se encuentren en heces aumentos. Las micro larias revelan su presencia al agitar los eri-
diarreicas y los quistes en muestras de heces ormes. Los tro ozo tos trocitos que están cerca de ellas. En general, si se observan más
de E. histolytica miden de 10 a 30 m m de diámetro, y sus núcleos de 5-10 micro larias por gota de sangre serán probablemente
presentan cromatina marginal y un pequeño endosoma central. Diro laria immitis. Si se observan menos puede ser quizá una
Los tro ozo tos de E. histolytica muestran movimientos ameboides laria card aca o una in ección por otras larias parásitas. En
y habitualmente contienen eritrocitos. Los quistes maduros miden América del Norte la única otra laria identi cada en los perros
de 10 a 20 m m de diámetro y contienen cuatro núcleos. es Dipetalonema reconditum (Newton y Wright, 1956, 1957), pero
Los tro ozo tos de Entamoeba coli miden de 20 a 30 m m de diá- en ciertas otras partes del mundo es necesario conocer también
metro. Sus núcleos tienen un endosoma excéntrico relativamente otras especies. El procedimiento siguiente es unas 15 veces más
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 319
Figura 7-38. M c o l s de Diroflaria immitis y Dipetalonema reconditum (×2.000). Ve texto p l expos c ón de c cte íst c s
d e enc les.
sensible que el rotis directo y permite realizar una di erenciación malina son elementos cr ticos de esta técnica. La ormalina al 2%
más precisa de las micro larias de D. immitis y D. reconditum. consiste en 2 ml de ormaldeh do al 37% (esto es, ormalina) y
98 ml de agua destilada. Este reactivo tiende a deteriorarse duran-
Técnica de Knott (1939) modifcada te su almacenaje y debe prepararse de nuevo periódicamente.
1. Extraer una muestra de sangre venosa con una jeringuilla
que contenga un anticoagulante apropiado como ácido Di erenciación de las microflarias
etilendiaminotetraacético (EDTA) o heparina. Las micro larias de D. immitis miden de 6 a 7 m m de ancho,
2. Introducir de 1 a 2 ml de aire en la jeringuilla y mezclar mientras que las de D. reconditum miden menos de 5,6 m m. La
la sangre y el anticoagulante balanceando varias veces la medición de la longitud es un criterio di erencial más tedioso
jeringuilla para que la burbuja de aire pase varias veces a y menos able. Cuando se jan con la técnica anteriormente
lo largo de toda la longitud del émbolo. Evitar demoras descrita, las colas de las micro larias de D. reconditum tienden a
prolongadas y temperaturas extremas. Mezclar de nuevo la curvarse como un gancho de ovariectom a. El extremo anterior
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
sangre inmediatamente antes de seguir con el paso 3. de las micro larias de D. immitis se va reduciendo suavemente,
3. Colocar 1 ml de sangre en un tubo de centr uga de 15 ml. mientras que el de D. reconditum mantiene aproximadamente
Añadir 10 ml de ormalina al 2%, tapar y mezclar invirtiendo el mismo diámetro en toda su longitud. El gancho ce álico de D.
y agitando el tubo. Nota: cuando se env en muestras de sangre reconditum ( g. 7-38) se puede observar con el objetivo de × 40
a un laboratorio para identi cación de micro larias, realizar de cualquier microscopio óptico estándar actual en muestras
sólo los pasos 1, 2 y 3 para prepararlas antes de su env o. preparadas por la técnica de Knott antes descrita. Para demos-
4. Esperar 2 o 3 minutos. trar el gancho ce álico no es necesario recurrir a una gota grue-
5. Centri ugar durante unos 5 minutos y decantar el sobrenadante sa ni a tinciones especiales. Al principio se requiere paciencia,
invirtiendo el tubo de centr uga una única vez. Quitar con pero, con la práctica, el gancho ce álico demuestra ser el criterio
papel absorbente la gota que queda en el borde del tubo. di erencial más rápido, ácil y able.
6. Añadir al sedimento una gota de azul de metileno al 0,1%,
mezclar y trans erir a un portaobjetos una pequeña parte Relación de los parásitos de los perros
de este sedimento teñido para su examen microscópico. por localización orgánica
Existen otras técnicas de concentración de micro larias, pero Toxoplasma gondii puede in ectar cualquier tejido de cualquier
es pre erible la de Knott porque es bastante estándar, barata e in- hospedador en orma de taquizo tos intracelulares o extracelula-
cluye la mejor técnica de preparación para muestras enviadas al res o como bradizo tos ormando quistes (v. g. 8-35). N. caninum
laboratorio. La calidad y la concentración de la solución de or- puede aparecer en órganos similares (v. gs. 3-22 y 8-36).
320 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Sistema digestivo
Boca
Protozoos
Trichomonas canistomae (Mastigophora). Se encuentra en el
borde marginal de las enc as; apatógeno.
Figura 7-42. Toxascaris. El ext emo c d l del m cho d sm n Figura 7-44. Hem de Ancylostoma caninum dhe d l
ye d lmente (×168). m cos ntest n l en n p nto de l ment c ón.
322 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Cestodos
T. pisi ormis, Taenia hydatigena, Taenia ovis, Taenia multiceps
y Taenia serialis (Taeniidae). Habitualmente, los cestodos adul-
tos ( g. 7-45; v. también gs. 4-33 a 4-35 y 4-37) no producen
signos cl nicos signi cativos.
E. granulosus y E. multilocularis (Taeniidae). Habitualmente, los
cestodos adultos (v. g. 4-43) no producen signos signi cativos.
Dipylidium caninum, Diplopylidium y Joyeuxiella (Dipylidii-
dae). Habitualmente sin signos cl nicos ( g. 7-46; v. también
gs. 4-55, 7-31 y 7-33), la in ección puede provocar impacta- Figura 7-46. Dipylidium caninum en el ntest no de n pe o
ción en cachorros jóvenes. d nte l nec ops .
Mesocestoides spp. (Mesocestoididae). Habitualmente, la in-
ección no produce signos cl nicos (v. gs. 4-58 y 7-32). Nanophyetus salmincola (1,1 mm, v. g. 4-13) y Sellacotyle mus-
Diphyllobothrium latum (Diphyllobothriidae). Habitual- telae (0,4 mm) (Troglotrematidae) tienen orma ovoide y piri or-
mente, la in ección no produce ningún signo cl nico (v. gs. 4-25, me, respectivamente, y cuerpos espinosos y ventosas bien desarro-
4-26 y 7-34, A). llados. N. salmincola es hospedador de Neorickettsia helminthoeca,
que produce el envenenamiento por salmón en los perros. Entre los
Trematodos signos cl nicos se incluyen enteritis hemorrágica y lin adenopat a.
Alaria americana (5 mm), Alaria arisaemoides (10 mm), Ala-
ria canis (3,2 mm) y Alaria michiganensis (1,9 mm) (Diplosto- Acantocé alos
matidae) (v. g. 4-22). Oncicola canis es pequeño (14 mm) y usi orme (v. g. 4-161).
Mesostephanus appendiculatum (1,8 mm) y Mesostephanus Macracanthorhynchus ingens es muy grande (v. gs. 4-155 y 7-35);
longisaccus (1 mm) (Cyathocotylidae). Estos ciatocot lidos se los perros adquieren la in ección al ingerir mil podos, y la diarrea
parecen a Alaria en que tienen un órgano triboc tico bulboso, es el principal signo cl nico.
pero di eren en que no están divididos en regiones corporales,
anterior y posterior, bien di erenciadas. Protozoos
Echinochasmus schwartzi (2,1 mm) (Echinostomatidae) es lagelad s. Los tro ozo tos de Giardia canis (v. g. 7-94)
un esbelto equinostomátido con un collar de espinas que rodea se pueden visualizar sobre la mucosa del intestino delgado en
a la ventosa oral. raspados examinados al microscopio. Puede producir diarrea y
Apophallus venustus (1,4 mm), Cryptocotyle lingua (2,2 mm) y vómitos, habitualmente en los animales más jóvenes. Otros pe-
Phagicola longa (1,2 mm) (Heterophyidae). Los perros que ingie- rros in ectados pueden no mani estar signos cl nicos pero tener
ren pescado y adquieren C. lingua pueden su rir enteritis grave. periódicamente heces blandas muy malolientes. A menudo se
Plagiorchis spp. Este pequeño (1,2 mm) plagiórquido tiene excretan quistes sin otros signos cl nicos.
un cuerpo en orma de huso, espinoso, con ventosas bien desa- C ccidi s. Los ooquistes de Cystoisospora canis, C. ohioensis,
rrolladas; el poro genital se encuentra en posición anterior a la C. burrowsi, H. heydorni y N. caninum (Apicomplexa) contienen
ventosa ventral. un único esporonte cuando salen con las heces (v. g. 7-25). Los
esquizontes, los gamontes y los ooquistes también pueden encon-
trarse en cortes histológicos o en raspados de la mucosa. Estos
coccidios dañan los enterocitos del hospedador. Los animales
jóvenes y los inmunode cientes son los a ectados con mayor re-
cuencia. El principal signo cl nico es la diarrea, que es habitual-
mente acuosa pero también puede contener moco o sangre.
Sarcocystis cruzi, Sarcocystis ovicanis, Sarcocystis miescheria-
na, Sarcocystis bertrami, Sarcocystis ayeri y Sarcocystis hemioni-
latrantis (v. tabla 2-1 y g. 7-54) (Apicomplexa) desarrollan es-
tadios sexuales en la mucosa, habitualmente sin signos cl nicos.
Cryptosporidium canis (Apicomplexa) tiene una ase de tamaño
diminuto sobre los bordes apicales de los enterocitos, que ser a di -
cil ver sin e ectuar cortes histológicos. La mayor a de las in ecciones
se produce en perros menores de 6 meses o inmunode cientes.
Ciego y colon
Nematodos
T. vulpis (Trichuroidea) ( g. 7-47; v. también gs. 4-151,
Figura 7-45. Ext emos nte o es de Taenia pisi ormis y á e s 4-153, 7-25, 8-113 y 8-114). En pequeñas cantidades estos ver-
de j c ón de t es escólex. mes se encuentran en el ciego; en in ecciones más intensas los
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 323
Hígado y páncreas
Nematodos
Toxocara canis y T. leonina (Ascaridoidea) invaden a veces
de orma errática el colédoco o el conducto pancreático produ-
ciendo obstrucción o ruptura.
Calodium (Capillaria) hepaticum (Trichinelloidea) (v. g.
8-117) se encuentra en el h gado de los perros, habitualmente
como hallazgo casual en la necropsia.
Larvas de nematodos
Toxocara canis (Ascaridoidea) se encuentra en orma de
larvas encapsuladas ampliamente distribuidas en los animales
adultos, especialmente en músculo esquelético y riñones, pero
también en el h gado.
Filaroides spp.
Trematodos Figura 7-48. Ác os Pneumonyssoides caninum (Mesost m
Opisthorchis tenuicollis, Opisthorchis viverrini, Clonorchis t , H l chn d e) en los senos n s les de n pe o d nte l
sinensis, Metorchis albidus y Metorchis conjunctus (Opisthorchii- nec ops . (Po co tesí del D . John M. K n .)
324 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Linguatula serrata (130 mm, Pentastomida). Estos parásitos Los amastigotes de Trypanosoma cruzi (hemofagelado) en
hemató agos vermi ormes viven en la cavidad nasal y los senos el músculo card aco producen miocarditis aguda por invasión
paranasales. Pueden producir ep staxis, infamación y di cultad miocárdica y ciclos de multiplicación y ruptura celular. Cl ni-
respiratoria. camente, se puede observar debilidad general, intolerancia al
ejercicio, s ncope, lin adenopat a, palidez de mucosas, signos
Tráquea y bronquios neurológicos, y signos de insu ciencia card aca derecha o iz-
Nematodos quierda que se mani estan en el electrocardiograma (ECG)
F. osleri (Metastrongyloidea) (v. gs. 4-105 y 7-27). F. osleri por acortamiento del complejo QRS y bloqueo card aco. La
se observa en nódulos cerca de la bi urcación traqueal produ- in ección crónica puede progresar a miocardiopat a dilatada, y
ciendo signos cl nicos de di cultad respiratoria. los perros pueden mostrar signos de debilidad, intolerancia al
Crenosoma vulpis (Metastrongyloidea) (v. gs. 4-102 y 7-27) ejercicio, s ncope, taquicardia ventricular y muerte súbita.
son vermes pequeños (16 mm) que se encuentran en la mucosa
bronquial y bronquiolar, produciendo de orma caracter stica Nematodos
signos de tos crónica, disnea e intolerancia al ejercicio. D. immitis (300 mm, Filarioidea) vive en el ventr culo derecho,
Eucoleus (Capillaria) aerophilus (Trichinelloidea) provoca tos. aur cula derecha, arterias pulmonares y, raramente, en las venas
cavas (v. gs. 4-137 y 7-38). Los vermes adultos viven en las arte-
Parénquima pulmonar rias pulmonares y producen signos cl nicos que indican a ección
Nematodos card aca, pulmonar, hepática y renal. En las in ecciones intensas
F. hirthi y Filaroides milksi (Andersonstrongylus milksi) los vermes pueden invadir el lado derecho del corazón y producir
(Metastrongyloidea) (Georgi, 1975, y v. gs. 4-69, 7-27, 8-89 insu ciencia card aca congestiva y ascitis. Entre los signos cl ni-
y 8-90). La mayor a de los perros son asintomáticos, pero los cos pueden aparecer tos, intolerancia al ejercicio, disnea, s ncope,
inmunode cientes pueden mostrar signos de neumon a grave hepatomegalia y tonos pulmonares y card acos anómalos a la aus-
que puede llegar a ser mortal. cultación. También se puede producir un s ndrome de vena cava
D. immitis (Filarioidea) (v. gs. 4-137 y 7-38) son vermes como consecuencia de la obstrucción por vermes adultos.
grandes (30 cm) que provocan in artos pulmonares. A. vasorum (25 mm, Metastrongyloidea) es mucho más pequeño
que D. immitis y se sitúa en las rami caciones de las arteriales pulmo-
Larvas de nematodos nares. Las larvas de primer estadio, que se parecen a las de Aeluros-
Durante su migración, las larvas de algunos nematodos pue- trongylus (v. g. 7-52), salen al exterior con las heces del hospedador.
den producir hemorragias petequiales, áreas de necrosis ocal e Los perros pueden experimentar intolerancia al ejercicio, pérdida de
infamación nodular del tejido pulmonar. Este tipo de lesiones peso, edema subcutáneo secundario a la presencia de insu ciencia
se investigan realizando preparaciones de muestras aplastadas card aca congestiva y de lesión pulmonar, o coagulopat as.
entre dos portaobjetos y por la técnica de Baermann. La identi- Larvas de Toxocara canis (Ascaridoidea) en el músculo card aco.
cación de larvas de nematodos en preparaciones histológicas
se describe en el cap tulo 8. Venas portales y mesentéricas
Los huevos y las larvas de A. vasorum (Metastrongyloidea) Trematodos
producen lesiones respiratorias, y los signos cl nicos son va- Heterobilharzia americana (Schistosomatidae) (v. gs. 4-24 y
riables. Los perros pueden presentar intolerancia al ejercicio, 8-50) produce patolog a por la presencia de huevos que erosio-
pérdida de peso, edema subcutáneo secundario a insu ciencia nan la mucosa intestinal y provocan reacciones granulomatosas
card aca congestiva y lesión pulmonar, o a coagulopat as. en el h gado.
Las larvas lari ormes de S. stercoralis (Rhabditoidea) (v.
g. 7-28) son larvas migratorias que pueden producir también Sangre
áreas hemorrágicas con equimosis y petequias por todo el pa- Micro larias de nematodos
rénquima pulmonar. D. immitis y D. reconditum (Filarioidea) (v. g. 7-38).
A. caninum, A. braziliense y U. stenocephala (Ancylostoma-
toidea) (v. g. 7-28). Protozoos
Las larvas migratorias de Toxocara canis (Ascaridoidea) Babesia canis (Apicomplexa) (v. g. 3-28) sólo se evidenciará
( g. 7-51) pueden producir neumon a. en una necropsia si se realizan rotis de sangre. Los signos cl ni-
Micro larias de D. immitis (Onchocercidae). cos de la babesiosis canina son palidez de las mucosas, ictericia
conjuntival, hemoglobinemia y hemoglobinuria, abatimiento,
Trematodos debilidad general, ebre, anorexia y esplenomegalia.
Paragonimus kellicotti (Troglotrematidae) (v. gs. 4-14, 4-15 Los trypomastigotes de T. cruzi (hemofagelado) pueden ser
y 7-36, B) vive en quistes llenos de trematodos que están rodea- escasos en los rotis de sangre. Para la búsqueda de amastigotes
dos por grandes áreas de tejido de granulación alrededor de los examinar cortes histológicos del músculo card aco (v. g. 8-17).
huevos que emiten los adultos. Estos parásitos pueden producir
una intensa disminución de la unción pulmonar. Músculo esquelético
Protozoos
Sistema circulatorio N. caninum (v. g. 2-20, Apicomplexa) produce patolog a prin-
Arteria pulmonar, corazón derecho y venas cavas cipalmente en perros menores de 6 meses, que muestran signos de
Protozoos parálisis. Las extremidades pelvianas su ren mayor a ección que
T. gondii, en músculo card aco (Apicomplexa). las torácicas y aparecen signos de atro a muscular progresiva.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 325
Larvas de nematodos
T. spiralis (Trichinelloidea) (v. gs. 4-150, 7-92 y 8-116) no Sistema urogenital
produce habitualmente signos cl nicos en perros. Riñón
Las larvas de A. caninum (Ancylostomatoidea) están presentes Nematodos
en orma de vacuolas en el interior de las bras musculares, con D. renale (hasta 1 metro, Trichinelloidea) es un gusano rojo
poca o ninguna evidencia de reacción orgánica (v. g. 8-86). de gran tamaño que se localiza en la pelvis renal o la cavidad
peritoneal (v. g. 4-146). El riñón derecho es el a ectado con
Tejido conjuntivo mayor recuencia. Entre los signos cl nicos se incluye hipertro a
Protozoos del riñón derecho, hematuria, in ecciones de las v as urinarias y,
Hepatozoon americanum (Apicomplexa) puede producir en raras ocasiones, insu ciencia renal si se ven a ectados ambos
miositis y proli eración ósea perióstica con cambios que pue- riñones.
den ser evidentes en los estudios radiológicos. Los organis-
mos pueden ormar grandes quistes en los músculos y atro a Larvas de nematodos
muscular, hiperestesia, y el animal puede mostrar intoleran- Las larvas de Toxocara canis (Ascaridoidea) ( gs. 7-50 y
cia a moverse. 7-51) pueden producir lesiones nodulares en los riñones, pero
habitualmente no originan signos cl nicos.
Nematodos Las larvas de A. caninum (Ancylostomatoidea) penetran en
D. reconditum (32 mm, Filarioidea) (v. g. 4-145), sin signos las células musculares de los perros.
cl nicos.
Estadios migratorios y migración ectópica de los adultos de Vejiga urinaria
D. immitis (300 mm, Filarioidea) (v. g. 4-135). Nematodos
Dracunculus insignis (360 mm, Spirurida) ( g. 7-49, y v. gs.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Larvas de nematodos
Las larvas de Rhabditis strongyloides (Rhabditida) (v. gs. 4-107
y 8-72) producen una dermatitis hiperémica pruriginosa. Habitual-
mente, las larvas son de vida libre y se alimentan de materia orgáni-
ca en descomposición, y por ello las lesiones se distribuyen de orma
caracter stica por áreas del cuerpo que entran en contacto con la
tierra, como las extremidades y la cara ventral de tórax y abdomen.
Figura 7-52. Nem todos p ás tos del to. Los h evos de Toxocara cati son más peq eños y del c dos q e los de Toxocara canis (v.
. 725). Toxascaris leonina es n p ás to q e n ect tos y pe os. El h evo de est p ocede de n t e. Trichuris spp. son
p ás tos poco ec entes en tos no te me c nos. El h evo de Trichuris l zq e d se o se vó en l s heces de n to de P e to
r co en el q e, d nte l nec ops , se encont ó q e contení t es hem s d lt s de Trichuris sp. El h evo de l de ech , p ocedente
de n to del est do de N ev Yo k, e dent c do p es nt v mente como Trichuris sp. po s est ech semej nz ( excepc ón de
n meno t m ño) con Trichuris vulpis (v. . 725). L s l v s de Aelurostrongylus abstrusus p eden se dent c d s po l c os
o m de s ext emo c d l.
328 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Huevos y proglotis de cestodos conductos biliares y conducto pancreático, osas nasales, pul-
Comúnmente, los gatos son hospedadores de cuatro cestodos, mones y vasos sangu neos. En todos los casos los huevos salen
aunque también pueden in ectarse con D. latum y con algunas al exterior a través de las heces. Los huevos de la mayor a de
otras especies menos recuentes. Estos cuatro cestodos habitua- estos trematodos son operculados, excepto los de Schistosoma-
les en gatos de América del Norte son Spirometra mansonoides, tidae. Algunos de los huevos ya están embrionados cuando se
Taenia taeniae ormis, D. caninum y Mesocestoides spp. Los hue- excretan por las heces (p. ej., los de Platynosomum astosum),
vos de Spirometra spp. son de color marrón, bastante elongados mientras que otros (p. ej., los de P. kellicotti) contienen el cigoto
y operculados. Los huevos de T. taeniae ormis son casi es éricos. rodeado por una cubierta ov gera. Algunos huevos pueden ser
En el caso de gatos que usan bandejas higiénicas con arena, sus bastantes grandes, como los de Alaria spp., mientras que otros
dueños advierten con recuencia los anillos o proglotis expulsa- son muy pequeños, como los de Metagonimus spp.
dos por los gatos con las heces: los proglotis rectangulares son
de tenias, los que tienen orma de pepitas de pepino son de D. Cystoisospora, Hammondia, Besnoitia y Toxoplasma
caninum y los más pequeños, con orma de semilla de sésamo, Las especies de Cystoisospora que in ectan a los gatos son total-
corresponden a especies de Mesocestoides. Los gatos pueden mente distintas de las que in ectan a los perros. El ooquiste de
in ectarse con algunas especies de Echinococcus, pero esta in ec- mayor tamaño es el de Cystoisospora elis. Los ooquistes de
ción es menos probable que en los perros. Cystoisospora rivolta son de tamaño medio. Hay varias especies
y géneros que producen ooquistes aún menores, como Besnoitia
Huevos de trematodos darlingi, Besnoitia wallacei y Besnoitia jellisoni, junto con T. gondii
En todo el mundo los gatos son hospedadores de aproxima- y Hammondia hammondi. Un cuidadoso estudio con microme-
damente 100 o más especies de trematodos (Bowman y cols., tr a permite la di erenciación de las especies con ooquistes de ma-
2002). Estos trematodos habitan en la boca, tubo digestivo, yor tamaño, pero, desgraciadamente, la especie más importante,
TabLa 7-1
D mens ones de los ooq stes de p ás tos del to
Especie Dimensiones del ooquiste (m m)
Sistema digestivo
Boca
Protozoos
Trichomonas elistomae (fagelado) se encuentra en los már-
genes de las enc as y se observa principalmente en gatos in ec-
tados con el virus de la inmunode ciencia elina (FIV), virus de
la leucemia elina (FeLV), con peritonitis elina in ecciosa (FIP)
o en gatos que padecen gingivitis; es apatógena.
heces l quidas negruzcas, y la in ección puede terminar con lulas epiteliales; probablemente, siendo detectables únicamente
la muerte del animal por pérdida signi cativa de sangre de la en cortes histológicos. Habitualmente, la in ección no provoca
mucosa intestinal. signos cl nicos, aunque ocasionalmente puede producir diarrea
A. braziliense (Ancylostomatoidea) (v. gs. 4-95, 4-96, 4-98 grave.
y 7-52) produce menos pérdida de sangre que A. tubae orme,
y los gatitos in ectados experimentalmente mantienen valores Intestino grueso
normales de eritrocitos. Nematodos
Las in ecciones por U. stenocephala (Ancylostomatoidea) (v. Strongyloides tume aciens (5 mm, Rhabditida) orma grandes
gs. 4-95, 4-96, 4-98 y 7-52) en gatos son muy poco recuentes nódulos a modo de tumoraciones en el intestino grueso, que se
en Estados Unidos. detectan a la palpación abdominal como un colon brótico y
Strongyloides elis ( recuente en Australia; Speare y Tinsley, duro.
1987) (5 mm, Rhabditida). Trichuris campanula y Trichuris serrata (exóticos, Sudaméri-
T. spiralis (Trichinelloidea) (v. g. 4-148) produce trastornos ca: Trichinelloidea) (v. gs. 4-151 y 7-52).
gastrointestinales leves, como vómitos y diarrea, a veces sangui-
nolenta. Hígado, conductos biliares y vesícula biliar; conducto
Aonchotheca (Capillaria) putorii (Trichinelloidea) (v. g. 7-52) pancreático
se localiza en el intestino delgado y el estómago. Nematodos
Calodium (Capillaria) hepaticum (Trichinelloidea) (v.
Cestodos g. 8-117).
T. taeniae ormis (Taeniidae) (v. gs. 4-34 y 4-36) no cursa Larvas de Toxocara canis (Ascaridoidea) en granulomas ( g.
habitualmente con signos cl nicos. 8-99) (Parsons y cols., 1988).
E. multilocularis (Taeniidae) (v. g. 4-43) no cursa habitual-
mente con signos cl nicos. Trematodos
D. caninum (Dipylidiidae) (v. gs. 4-53, 7-5 y 7-33) no cursa O. tenuicollis y Opisthorchis elineus (30 mm, Opisthorchii-
habitualmente con signos cl nicos. dae) habita en la ves cula biliar y en los conductos biliares y es
Mesocestoides lineatus (Mesocestoididae) (v. gs. 4-58 y probable que pueda inducir cirrosis, colecistitis y el desarrollo
7-32) no cursa habitualmente con signos cl nicos. de edema y ascitis secundaria a brosis periportal sostenida.
S. mansonoides (Diphyllobothriidae) (v. gs. 4-27 y 4-29) La presencia de M. albidus (4,6 mm) y M. conjunctus
puede producir diarrea, emaciación o vómitos. (6,6 mm) (Opisthorchiidae) en los conductos biliares se asocia
con ictericia conjuntival y hepatocolangitis, ascitis, ictericia y
Trematodos emaciación.
Alaria marcianae (5 mm, Diplostomatidae) (v. gs. 4-20 y Amphimerus pseudo elineus (22 mm, Opisthorchiidae) se lo-
4-22) no cursa habitualmente con signos cl nicos. caliza tanto en los conductos biliares como en la ves cula, dando
A. venustus (1,4 mm, Heterophyidae) no cursa habitualmen- lugar a anorexia, pérdida de peso, diarrea, vómitos e ictericia
te con signos cl nicos. conjuntival.
P. longa (1,2 mm, Heterophyidae) no cursa habitualmente Parametorchis complexus (10 mm, Opisthorchiidae) se locali-
con signos cl nicos. za en los conductos biliares.
Mesostephanus milvi (1,8 mm, Cyathocotylidae) no cursa C. sinensis (Asia) (Opisthorchiidae) (v. gs. 4-10 y 4-17) se
habitualmente con signos cl nicos. localiza en los conductos biliares y en la ves cula con a ección
ocasional del conducto pancreático, y produce cirrosis hepática
Acantocé alos progresiva.
Oncicola spp. (v. g. 4-161) no cursa habitualmente con P. astosum (¿Platynosomum concinnum?) (8 mm, Dicro-
signos cl nicos. coeliidae) se da en climas tropicales. Se localiza en los conduc-
tos biliares y la ves cula biliar, produciendo anorexia, pérdida
Protozoos de peso, vómitos, abatimiento, diarrea mucosa, ictericia y he-
Algunos estadios de Cystoisospora elis, C. rivolta, Besnoitia patomegalia.
spp., H. hammondi y T. gondii (Coccidia) (v. g. 7-54) se desa- Eurytrema procyonis (3,3 mm) (Dicrocoeliidae) ( gs. 4-19 y
rrollan en el epitelio intestinal, donde podr an producir enteri- 7-53) localizado en el conducto pancreático, conductos biliares
tis y quizá diarrea leve. y ves cula biliar, produce cirrosis, atro a y brosis pancreática.
Sarcocystis hirsuta, Sarcocystis tenella, Sarcocystis porci elis y
Sarcocystis leporum (Coccidia) (v. tabla 2-1 y g. 7-54) desarro- Sistema respiratorio
llan la reproducción sexual en el epitelio intestinal. Cavidad nasal, tráquea y bronquios
Los tro ozo tos de Giardia elis (v. g. 3-6) presentes en el Nematodos
epitelio intestinal se pueden detectar mediante raspados de la Eucoleus (Capillaria) aerophilus (Trichinelloidea) (v. g.
mucosa. Habitualmente, la in ección por G. elis transcurre sin 7-52).
signos cl nicos, pero en ocasiones puede provocar diarrea. Mammomonogamus spp. (Syngamidae) ( g. 7-57) in ecta las
Cryptosporidium elis (v. g. 3-16; Apicomplexa) desarrolla osas nasales y la naso aringe; algunas especies se han observado
sus estadios sexuales y asexuales en la porción apical de las cé- en el o do medio.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 331
Músculo esquelético
Larvas de nematodos
T. spiralis (Trichinelloidea) (v. gs. 4-150, 7-92 y 8-116).
Tejidos conjuntivos
Larvas de insectos
Cuterebra spp. (Diptera) (30 mm) (v. gs. 2-32, 8-1 y 8-2) se
Figura 7-57. Mammomonogamus auris en el oído med o de n observa en sus ormas migratorias.
to, o se v do t vés de n otoscop o. (Po co tesí del D .
Ed T do , P d se an m l Hosp t l, S p n, uSa.) Sistema urogenital
Riñones
Parénquima pulmonar Nematodos
Nematodos Larvas de Toxocara canis (Ascaridoidea) que orman granu-
A. abstrusus (9 mm, Metastrongyloidea) (v. gs. 7-52 y 8- lomas (Parsons y cols., 1988).
85) se localiza en los bronquiolos terminales y en los conductos
alveolares, y la mayor a de los signos cl nicos están relacionados Vejiga urinaria
con la presencia de huevos en desarrollo que quedan alojados Nematodos
en los tejidos; los gatos con cargas parasitarias altas pueden Pearsonema (Capillaria) plica (60 mm) y Pearsonema eliscati
presentar bronconeumon a y mostrar signos de respiración (32 mm) (Trichinelloidea) (v. g. 7-52).
abdominal con la boca abierta.
Sistema nervioso
Trematodos Nematodos
P. kellicotti y otras especies de Paragonimus uera de Estados Los adultos de D. immitis (Filarioidea) migran de orma
Unidos (Troglotrematidae) (v. gs. 4-14, 4-15 y 7-36, B) se ob- errática por las meninges y los ventr culos cerebrales (v. gs.
servan ormando nódulos, de orma t pica en parejas o en mayor 4-137 y 4-138).
número en el interior de los quistes; generalmente, los animales
no presentan signos cl nicos, pero la in ección puede ir acompa- Larvas de insectos
ñada de di cultad respiratoria o incluso provocar la muerte. Las larvas de Cuterebra spp. (Diptera) (30 mm) (v. gs. 2-32, 8-1
y 8-2) pueden migrar por el cerebro y la médula espinal producien-
Sistema circulatorio do signos cl nicos que dependen en gran parte de los órganos a ec-
Corazón tados, describiéndose convulsiones, signos vestibulares, ceguera,
Nematodos abatimiento, movimientos en c rculos, desorientación y muerte.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
migración orgánica y orman un nódulo subcutáneo. Con tamaños en un único cultivo. De orma similar, Bunostomum
recuencia, se pueden observar las larvas de tercer estadio y sus spp. se di erencia de otras larvas envainadas de estrong lidos
espiráculos a través del poro del rezno. por su menor tamaño. Los demás géneros de larvas envainadas
se pueden agrupar por la longitud de la extensión caudal de la
Arácnidos vaina (la extensión de la vaina desde la punta de la cola de la lar-
Dermacentor spp., Haemaphysalis leporispalustris e Ixodes va): corta, Trichostrongylus y Ostertagia; media, Haemonchus y
spp. (Ixodidae) (v. gs. 2-75 a 2-79, 2-82 y 2-86 a 2-88). Cooperia; larga, Oesophagostomum y Chabertia, como se ilustra en
Notoedres cati y S. scabiei (Sarcoptidae) (v. gs. 2-100, A y las guras 7-59 y 7-60. Dentro de estos grupos, la identi cación
2-102 a 2-105). se realiza por micrometr a y por la observación de determinados
O. cynotis (Psoroptidae) (v. g. 2-101, A y 2-111). detalles mor ológicos como los tubérculos caudales de Trichos-
Lynxacarus radovskyi (Listrophoroidea) (v. g. 2-114). trongylus, los «cuerpos ovales» de Cooperia y el número y orma
Cheyletiella blakei (Cheyletidae) (v. g. 2-116). de las células intestinales de Oesophagostomum y Chabertia. Una
Demodex cati (Demodicidae) (v. g. 2-115). larva extraña puede ser un problema de identi cación, pero un
Neotrombicula whartoni y Walchia americana (Trombiculi- diagnóstico acertado de los géneros predominantes en un cultivo
dae) (v. gs. 2-119 y 2-120). En el conducto auditivo externo de no es tarea di cil. Proceder como se indica a continuación:
algunos gatos se ha observado N. whartoni, una nigua de color Colocar una gota de la suspensión larvaria sobre un portaob-
rojo brillante. W. americana, normalmente un parásito de la jetos de microscopio. Relajar las larvas por medio de un ligero
ardilla gris Sciurus carolinensis, es capaz de producir una der- calentamiento o añadiendo una gota de solución de Lugol (5 g
matitis grave y generalizada en los gatos (Lowenstine, Carpenter de cristales de yodo y 10 g de yoduro potásico en 100 ml de agua
y O’Connor, 1979). destilada). Rodear el cubreobjetos con vaselina como soporte y
prevenir as la distorsión de las larvas. Evitar el uso de gran-
des aumentos al principio, revisando todo el portaobjetos a bajos
PARÁSITOS DE LOS RUMIANTES aumentos para conseguir una primera impresión de los di erentes
Estadios parásitos encontrados en las heces tipos de larvas existentes. Buscar entonces algunos representantes
de cada tipo, examinar estas larvas seleccionadas a mayor aumento
Huevos de nematodos
y realizar todas las mediciones necesarias para llegar a un diagnós-
A excepción de los numerosos huevos de diversos parásitos es-
tico de especie o de género. Los datos de la tabla 7-2 proceden de
trong lidos que habrá en las heces, habitualmente se encuentran
los trabajos de Dikmans y Andrews (1933, ovejas) y Keith (1953,
huevos de Strongyloides, Trichuris y capiláridos ( g. 7-58). Los
ganado vacuno). Salvo que se advierta lo contrario, el número de
huevos de estrong lidos presentes en las heces de los rumiantes
células intestinales es de 16. Los taxones agrupados entre llaves son
no se pueden identi car ácilmente en cuanto a género o especie
de aspecto similar y requieren ser más cuidadosos para su di eren-
salvo en algunos casos (p. ej., Nematodirus battus). Cuando se
ciación que las comparaciones entre otros grupos.
requiere un diagnóstico más espec co es necesario realizar un
coprocultivo hasta llegar al estadio in ectante.
Los huevos de los siguientes nematodos de rumiantes no Larvas de vermes pulmonares
se ilustran en la gura 7-58. Los huevos de Toxocara vitulorum D. viviparus es el único nematodo pulmonar del ganado vacuno.
(parásito del ganado vacuno) son muy similares a los de Toxo- Dictyocaulus laria, Protostrongylus ru escens y M. capillaris son
cara canis, son subglobulares con una super cie uni ormemen- nematodos pulmonares recuentes de las ovejas y las cabras en
te cubierta por pequeñas óveas y contienen una única célula América del Norte. El diagnóstico di erencial se lleva a cabo en
cuando salen al exterior. Nota: en el ganado ovino y vacuno base a las caracter sticas mor ológicas de las larvas de primer es-
se han descrito ocasionalmente in ecciones por Ascaris suum. tadio que se observan en las heces del hospedador ( g. 7-61). Las
Los huevos de A. suum (v. g. 7-64) son áciles de distinguir larvas de Dictyocaulus spp. son su cientemente grandes como
de los de T. vitulorum. Los huevos de Gongylonema presentan para poder contarse con la técnica Cornell-McMaster de recuento
una pared gruesa, tienen opérculos bipolares y contienen em- de huevos, pero se debe hacer lo antes posible para evitar que las
briones vermi ormes. Los huevos de Skrjabinema ovis tienen un larvas se arruguen por el choque osmótico. Para un diagnóstico
t pico aspecto de huevos de oxiuros, con un lado ligeramente cualitativo y cuantitativo de las in ecciones por vermes pulmona-
aplanado (v. g. 7-67). res, la técnica de Baermann es el método de elección.
Figura 7-58. H evos de p ás tos com nes de los m ntes. Los h evos de est on íl dos son
el pso d les, de p ed l s y cont enen n mó l . a nq e los h evos de Nematodirus spp. son m y
ndes, l n s espec es son cons de lemente meno es q e l q e se o se v q í. Los h evos
de Marshallagia marshalli (no most dos en est ) t m én son m y ndes, pe o d e en de
los h evos de Nematodirus en q e t enen los l dos más p lelos y los polos menos dos. Los
h evos de S. papillosus son l e mente meno es q e los de est on íl dos y, en m est s ec les
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 7-59. L v s n ect ntes de te ce est d o de p ás tos nem todos de l s ovej s. T nto l s l v s
n ect ntes ndes como l s peq eñ s de Strongyloides están ep esent d s los m smos mentos.
ov geras ( ig. 7-62, A). Los huevos de Fasciola gigantica (Á rica, de Paramphistomatidae («duelas» del rumen) son grandes y
Hawaii, Filipinas e India) son como los de F. hepatica pero se con unden ácilmente con los de Fasciola spp. ( ig. 7-62).
más grandes (más de 150 m m). Los huevos de Fascioloides Los huevos de Dicrocoelium dendriticum son pequeños
magna, normalmente un parásito del ciervo, se parecen a los (50 m m), asimétricos, de color marrón amarillento y contie-
de F. hepatica, pero se encuentran con muy poca recuencia nen un miracidio ( ig. 7-62, C). Los huevos de Eurytrema
en las heces de los rumiantes domésticos in ectados porque pancreaticum (lejano Oriente) se asemejan a los de D. den-
los huevos quedan atrapados en los quistes hepáticos que driticum. Los huevos de esquistosomas carecen de opérculo,
contienen los vermes adultos en el ganado vacuno y porque contienen un miracidio totalmente desarrollado y están ar-
los vermes no logran madurar en ovejas y cabras. Los huevos mados con una espina.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 335
Figura 7-60. Ext emos c d les de l v s n ect ntes de te ce est d o de p ás tos nem todos del
n do v c no y ext emo nte o de n l v de Cooperia q e m est los p om nentes c e pos
ov l dos ( echa), q e ep esent n secc ones ópt c s t nsve s les de n h z de s q e c c nd
l cáps l c l (×350). (De Wh tlock JH: The diagnosis o veterinary parasitisms, F l del , 1960,
Le & Fe e .)
Coccidios de los rumiantes homólogos caprinos se enumeran bajo el nombre de «grupo Ar-
Los ooquistes de Eimeria spp. se encuentran a menudo en loingi». Los ooquistes de Eimeria caprovina, Eimeria absheronae
considerables cantidades en las heces de rumiantes sanos. In- y Eimeria caprina son muy parecidos a los de Eimeria aurei, de
cluso corderos experimentales criados en laboratorio llegan a manera que en este texto hemos asignado también estas especies
in ectarse con coccidios. A pesar de su recuente presencia en a un grupo compuesto no o cial. (En la tabla los asteriscos indi-
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
animales sanos, los coccidios son capaces de producir patolog a can aquellas especies de coccidios que muy probablemente sean
grave en vacas, ovejas y cabras. A veces, los signos de en erme- responsables de producir signos cl nicos.)
dad grave aparecen ya antes de que los ooquistes se excreten con
las heces. El diagnóstico cl nico de coccidiosis no debe basarse Cryptosporidium
sólo en la identi cación de los ooquistes en las heces ( gs. 7-63 La mejor orma de concentrar los ooquistes de Cryptosporidium
y 7-64), sino también en la anamnesis y los signos cl nicos. es con la técnica de fotación con solución saturada de sacarosa.
En la gura 7-63 se recogen los ooquistes esporulados y no Como los ooquistes de Cryptosporidium parvum y Cryptospo-
esporulados de nueve especies de Eimeria en las ovejas. Las cabras ridium bovis apenas miden 5 m m de diámetro, el portaobjetos
se in ectan por un conjunto muy similar, aunque no se producen debe ser examinado con el objetivo de mayor aumento. Los oo-
in ecciones cruzadas y probablemente son todas especies distin- quistes de Cryptosporidium tienden a quedar en el plano ocal
tas. Las correspondientes especies de Eimeria de las ovejas y las inmediatamente por debajo del cubreobjetos (esto es, en la
cabras se describen en la tabla 7-3. Las especies descritas para las parte alta de las burbujas de aire) (v. g. 3-16). El ganado vacu-
ovejas son las ilustradas en la gura 7-63. Eimeria ahsata, Eimeria no sirve de hospedador para tres especies de Cryptosporidium:
bakuensis y Eimeria crandallis di eren principalmente en el ta- C. parvum y C. bovis del intestino delgado y Cryptosporidium
maño y sus medidas se solapan, por lo que resulta problemático andersoni del abomaso. Los ooquistes de C. andersoni son elip-
di erenciar estas tres especies. Por tanto, estas tres especies se soidales y más grandes que los de C. parvum, con un diámetro
enumeran en la tabla 7-3 bajo el t tulo de «grupo Ahsata», y sus aproximado de 7 m m (v. g. 3-17).
336 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
TabLa 7-2
T l con l s d mens ones de l s l v s n ect ntes de te ce est d o de est on íl dos q e n ect n l n do
v c no y ov no
Dimensiones (micrómetros)
Figura 7-64. Ooq stes espo l dos y no espo l dos de 12 espec es de Eimeria del n do v c no (×1.000). (De Joyne LP, No ton
CC, D v es SFM, W tk ns CV: The spec es o cocc d occ n n c ttle y sheep n the so thwest o En l nd, Parasitology 56:536, 1966.
C own copy ht. rep od c d con to z c ón del Cont olle o He b t nn c M jesty’s St t one y O ce.)
TabLa 7-3
Espec es de Eimeria en ovej s y c s
Grupo Ahsata Grupo Arloingi Grupo Faurei Grupo Absheronae
Eimeria ahsata*, Eimeria bakuensis* y Eimeria arloingi*, Eimeria hirci y Eimeria aurei y Eimeria Eimeria absheronae*, Eimeria
Eimeria crandallis Eimeria christenseni* caprovina caprina y Eimeria caprovina
Eimeria intricata Eimeria kocharii* Eimeria ovinoidalis Eimeria ninakohlyakimovae
Eimeria granulosa Eimeria jolchijevi Eimeria parva Eimeria alijevi*
Eimeria pallida Eimeria pallida
Abomaso y produce huevos subes éricos con una super cie cubierta por
Protozoos pequeñas óveas similar a la de T. canis. A. suum, un parásito
Eimeria gilruthi (Coccidia) megaesquizontes (v. g. 8-27). muy ocasional de los rumiantes, carece de ventr culo y produce
C. andersoni (Apicomplexa) no cursa habitualmente con huevos elipsoidales con una super cie mamelonada de su cu-
signos cl nicos. bierta.
Cooperia curticei, Cooperia bisonis, Cooperia oncophora, Coo-
Nematodos peria pectinata, Cooperia punctata, Cooperia spatulata, Cooperia
H. contortus, Haemonchus placei, Haemonchus similis, Mecis- occidentalis, Trichostrongylus colubri ormis, Trichostrongylus lon-
tocirrus digitatus, Ostertagia ostertagi, Ostertagia bisonis, Oster- gispicularis, Trichostrongylus capricola, Trichostrongylus vitrinus,
tagia (Teladorsagia) circumcincta, Ostertagia orlo , Ostertagia Nematodirus helvetianus, Nematodirus spathiger, Nematodirus
tri urcata, Ostertagia (Grosspiculagia) lyrata, Ostertagia (Gros- licollis, Nematodirus abnormalis, Nematodirus lanceolatus y
spiculagia) occidentalis, Ostertagia (Telodorsagia) davtiani, Os- N. battus (Strongylida: Trichostrongyloidea) producen diarrea
tertagia (Pseudostertagia) bullosa, M. marshalli y Trichostrongy- con los signos cl nicos t picos asociados a in ecciones masivas
lus axei (Strongylida: Trichostrongyloidea) ( g. 7-65, tabla 7-4). (v. tabla 7-4).
Dependiendo de cada especie, estos parásitos producen anemia, B. phlebotomum (ganado vacuno) y Bunostomum trigono-
diarrea, abomasitis y otros. cephalum (ovejas) (25 mm, Ancylostomatoidea) (v. g. 4-93)
son capaces de producir anemia en los animales más jóvenes
Intestino delgado con in ecciones masivas.
Nematodos S. papillosus (6 mm, Rhabditida) (v. g. 4-109) puede producir
Toxocara vitulorum (30 cm, Ascaridoidea) sólo se encuentra diarrea y anemia cuando las cargas parasitarias son elevadas.
en raras ocasiones en Estados Unidos, aunque puede ser re- Aonchotheca (Capillaria) bovis y Aonchotheca (Capillaria)
cuente en el mundo en desarrollo. Tiene un ventr culo eso ágico brevipes (Trichinelloidea) (v. g. 7-58).
Oesophagostomum spp., larvas de tercer y cuarto estadio
(Strongyloidea) (v. g. 4-90).
Cestodos
M. expansa y M. benedeni (Anoplocephalidae) ( g. 7-66; v.
también gs. 4-49, 4-50 y 7-58) no cursa habitualmente con
signos cl nicos.
Thysanosoma actinoides, Wyominia tetoni (Anoplocephali-
dae) no cursa habitualmente con signos cl nicos.
Thysaniezia, Stilesia, Avitellina (Anoplocephalidae) son ano-
ploce álidos exóticos de los rumiantes.
Protozoos
Dependiendo de las especies implicadas, Eimeria spp. (Coc-
cidia) (v. gs. 7-63, 7-64 y 8-20 a 8-24) puede producir enteritis
grave con diarrea sanguinolenta; los distintos estadios pueden
Figura 7-65. Les ones p od c d s po l v s de Ostertagia os visualizarse en resco, en raspados de la mucosa intestinal ob-
tertagi en el om so de n v c . servados al microscopio.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 341
Protozoos
Eimeria spp. (Coccidia) (v. gs. 7-63, 7-64 y 8-20 a 8-24).
Entamoeba bovis y otras especies de amebas se consideran
comensales o parásitos no patógenos del intestino grueso de los
rumiantes.
B. sulcata (ciliado) es un comensal del intestino grueso del
ganado vacuno (v. g. 7-22).
Hígado
Nematodos
A. suum (Ascaridida) del cerdo aparece en raras ocasiones en
los conductos biliares de ovejas y ganado vacuno.
Stephanurus dentatus (Strongyloidea) (v. g. 4-91) presenta
larvas inmaduras que pueden migrar a través del h gado del
ganado vacuno y origina graves lesiones.
porción muscular del dia ragma del ganado vacuno; el escólex Larvas de insectos
tiene cuatro ventosas pero no tiene ganchos. Las larvas de H. bovis (Hipodermatidae) se localizan en la
Los cisticercos de T. hydatigena (Taeniidae) (v. g. 3-29) se médula espinal del ganado vacuno.
localizan a veces en los músculos esqueléticos, pero con más
recuencia en el h gado o en el peritoneo. Ojo
Los cisticercos de T. ovis (Taeniidae) adoptan la orma de ve- Nematodos
s culas del tamaño de un guisante y se localizan en el corazón y el T. cali orniensis (ovejas), Thelazia gulosa (ganado vacuno) y
esó ago y debajo del pericardio y la pleura dia ragmática de ovejas Thelazia skrjabini (ganado vacuno) (Spirurida), localizadas en
y cabras; se consideran in ecciones exóticas en Estados Unidos. el saco conjuntival y el conducto lagrimal (v. g. 4-132), pue-
den producir conjuntivitis e inducir el desarrollo de tejido de
Larvas de insectos granulación.
Las larvas de Hypoderma bovis y H. lineatum (Hypoderma-
tidae) (v. g. 2-22) realizan la hipobiosis hibernan en el ganado Piel y pelo
vacuno de climas septentrionales. H. bovis se localiza en el canal Insectos
de la médula espinal y H. lineatum en los tejidos circundantes Dípteros adultos
al esó ago. Los adultos de Musca autumnalis, Stomoxys calcitrans y Hae-
matobia irritans (Muscidae) (v. gs. 2-13, 2-14 y 2-15) emplean
Nematodos una buena cantidad de tiempo en parasitar al ganado vacuno; S.
Onchocerca gutturosa, Onchocerca lienalis, Onchocerca bovis calcitrans es más probable que repose uera del ganado cuando
y Onchocerca gibsoni (Filarioidea). Los vermes adultos de On- no se está alimentando.
chocerca se localizan en tejidos conjuntivos pro undos y las mi- Glossina spp. (Á rica) (v. g. 2-16).
cro larias en la dermis. En el ganado vacuno australiano O. gib- Las pupas y los adultos del la mosca ovina Melophagus ovi-
soni produce nódulos en la alda que requieren amplias exéresis. nus (Hippoboscidae) (v. g. 2-17) se encuentran en el vellón.
Nosotros hemos visto O. gibsoni en cecina de vaca comprada en H. bovis y H. lineatum (Hypodermatidae), tabánidos, se ven
un supermercado local. en ocasiones mientras revolotean sobre el ganado vacuno para
pegar sus huevos a los pelos de los animales.
Protozoos Los tabánidos (v. gs. 2-10 y 2-11) se posan sobre el ganado
Sarcocystis spp. (Apicomplexa) en los músculos (v. tabla 2-1 vacuno, habitualmente sólo el tiempo necesario para alimen-
y g. 8-32). tarse.
Los quistes de Sarcocystis (Apicomplexa) se pueden locali- Haematopinus eurysternus, Haematopinus quadripertusus,
zan en el cerebro del ganado vacuno (Dubey, Perry y Kennedy, Haematopinus tuberculatus, Linognathus vituli, Solenopotes
1987). capillatus (ganado vacuno), Linognathus ovillus, Linognathus
pedalis, Linognathus ovi ormis (ovejas), Linognathus ovi ormis y
Nematodos Linognathus stenopsis (cabras) (v. gs. 2-36, 2-38 y 2-40).
Parelaphostrongylus tenuis (Metastrongylidae) (v. gs. 8-93
y 8-94). Habitualmente, los adultos parasitan al ciervo de cola Maló agos
blanca. Las larvas y adultos jóvenes que logran in ectar a las Damalinia (Bovicola) bovis (ganado vacuno), Damalinia
ovejas y las cabras migran a través del cerebro y la médula espi- ovis (ovejas), Damalinia caprae, Damalinia limbatus, Damali-
nal, produciendo parálisis. Las in ecciones en el ganado vacuno nia (Holokartikos) crassipes (cabras) (v. g. 2-45).
son raras pero se han descrito.
Si onápteros
Larvas de cestodos Echidnophaga gallinacea (v. g. 2-54).
T. multiceps (Taeniidae) in ecta el cerebro de ovejas y cabras Ctenocephalides elis puede producir serios trastornos en los
produciendo el «cenuro» (cenurosis) (v. gs. 4-42 y 8-62); este terneros y se ha descrito incluso que llega a provocar la muerte
parásito se considera exótico y supuestamente ya no existe en de terneros, corderos y ovejas, aunque principalmente en entor-
América del Norte. nos tropicales de ultramar (v. g. 2-53).
344 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Arácnidos
Metastigmata: ixodidae
A. americanum, Amblyomma cajennense, A. maculatum, Am-
blyomma inornatum (México), Amblyomma oblongoguttatum
(América Central y Sudamérica) y Amblyomma variegatum
(importado al Caribe desde Á rica, su erradicación de esta área
se encuentra actualmente en proceso) (v. g. 2-69).
Boophilus annulatus y Boophilus microplus (v. g. 2-84);
B. annulatus se consideran exóticos y debe in ormarse a las
autoridades sanitarias si se encuentra en el ganado vacuno.
D. andersoni, Dermacentor albipictus, Dermacentor occiden-
talis, Dermacentor nigrolineatus, D. variabilis y Dermacentor
(Otocentor) nitens (v. gs. 2-86 a 2-88). Figura 7-69. Ooq stes no espo l dos (izquierda) y espo l
Ixodes cookei, Ixodes paci cus, Ixodes scapularis (v. gs. 2-70, dos (derecha) de Eimeria leuckarti (×425).
2-75 y 2-78).
Las micro larias de E. schneideri (Filarioidea) pueden locali-
Metastigmata: argasidae zarse en la piel, habitualmente en la región de la cabeza.
Las larvas y nin as de Otobius megnini (la garrapata espinosa Las larvas de Rhabditis strongyloides (Rhabditida) (v. gs.
de la oreja) (v. g. 2-73) se observan en las orejas. 4-107 y 8-72) penetran a veces en los ol culos pilosos de los
Ornithodoros coriaceus y Ornithodoros turicata (v. g. 2-72) animales si éstos descansan sobre heno húmedo u otras camas.
sólo permanecen en sus hospedadores el tiempo su ciente para
alimentarse.
PARÁSITOS DE LOS CABALLOS
Astigmata Estadios parásitos encontrados en las heces
S. scabiei (v. gs. 2-100 y 2-102) puede producir dermatitis Los parásitos intestinales de los caballos orman un grupo espe-
graves, especialmente en el ganado vacuno. cial. Los caballos sólo son hospedadores de dos especies de coc-
Chorioptes bovis (v. gs. 2-101, 2-109 y 2-110). cidios, C. parvum y E. leuckarti (Apicomplexa) ( g. 7-69), y de
Psoroptes ovis (v. gs. 2-100, 2-107 y 2-108) se considera erra- tres especies de cestodos (Anoplocephala magna, Anoplocephala
dicado en la mayor parte de Estados Unidos, pero tanto éste como per oliata y Paranoplocephala mamillana), que pertenecen todos
otros ácaros similares aparecen en las orejas de las llamas y otros a la amilia Anoplocephalidae ( g. 7-70). Los nematodos orman
camélidos americanos, diversas ovejas silvestres y ganado vacuno el grupo más abundante ( g. 7-71), que incluye un ascárido (Pa-
en las partes más occidentales y del sur de Estados Unidos. rascaris equorum), dos oxiuros (O. equi y Probstmayria vivipara),
un nematodo rhabditoide, Strongyloides westeri, tres espirúridos
Prostigmata habronemátidos (Habronema muscae, Habronema microstoma y
Demodex bovis, Demodex ovis y Demodex caprae (v. gs. Draschia megastoma) y muchos estrong lidos, miembros todos de
2-115 y 8-7) pueden producir lesiones muy extensas en la piel Strongyloidea excepto uno, T. axei, encuadrado en Trichostrongy-
de las cabras y del ganado vacuno, cada una de las cuales llega a loidea. Aunque el caballo no es hospedador de uncinarias ni de
contener miles de ácaros. tricocé alos, 54 especies de estrong lidos suplen con creces estas
Psorobia bos (ganado) y Psorergates ovis (ovejas y cabras) ausencias. Los estrong lidos son de distribución cosmopolita, y los
(Psorergatidae) son los ácaros del prurito de los rumiantes.
Las niguas de los trombicúlidos (v. gs. 2-118 a 2-120) son las
larvas de los ácaros adultos de vida libre y pueden producir inten-
so prurito que se localiza a menudo en el interior de las orejas.
Mesostigmata
Raillietia auris (ganado vacuno) y Raillietia caprae (cabras).
Ácaros de la oreja (v. g. 2-96).
Protozoos
Besnoitia besnoiti (Coccidia), exótico.
Nematodos
Stephano laria stilesi (6 mm, Filarioidea). Filariidos adultos
de muy pequeño tamaño que se localizan en la piel del abdo-
men ventral, exóticos.
Para laria bovicola (Filarioidea). Los adultos penetran en los Figura 7-70. H evos de Anoplocephala magna (izquierda) y
tejidos subcutáneos y producen el «sangrado estival» en ganado Anoplocephala per oliata (derecha) (×425). L s oncos e s es
vacuno; exótico. tán del m t d s po em ó o os p o mes. El t m ño del h evo
O. gutturosa, O. lienalis y O. bovis (Filarioidea). Las micro - de Paranoplocephala mamillana es sólo t es c t s p tes de
larias se localizan en la dermis del ganado vacuno. los nte o es.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 345
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
caballos in ectados de orma natural tienden a albergar simultá- equorum son de color marrón amarillento, con una cubierta
neamente una docena de especies o más. El dilema diagnóstico subes érica de gruesas paredes y super cie rugosa que contiene
asociado a los huevos de estrong lidos se ve acentuado as en el una célula. A menudo, los huevos se encuentran con su capa
caso del caballo. Sin embargo, el coprocultivo puede permitirnos externa proteica parcial o completamente desprendida. Las por-
establecer el diagnóstico espec co ( g. 7-72). ciones expuestas de dichas cubiertas son lisas y claras. Los huevos
En las heces de los équidos, la mayor a de los estadios parasi- de estrong lidos presentan el habitual problema de diagnóstico
tarios que fotan con una técnica de concentración con sacarosa di erencial. Se puede recurrir al coprocultivo e identi cación de
son relativamente áciles de identi car. Los huevos de Parascaris las larvas in ectantes de tercer estadio (v. g. 7-72). Los huevos
346 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Figura 7-72. L v s n ect ntes de te ce est d o de l nos est on íl dos del c llo. L s l v s
de l s m l Cy thostom n e, ep esent d s q í po Cyathostomum catinatum, t enen ocho
cél l s ntest n les. Gyalocephalus capitatus (no most do) t ene 12, Poteriostomum t ene 16,
Triodontophorus t ene 18 (pe o l s l v s de Triodontophorus serratus most d s q í t enen sólo
16), Strongylus edentatus t ene de 18 20 y Strongylus vulgaris t ene 32 cél l s ntest n les.
S. vulgaris se d st n e ác lmente de todos los demás po s n t m ño y s l col mn de
cél l s ntest n les.
de S. westeri son más pequeños que los huevos de estrong lidos caballo; a continuación, se pega la cinta adhesiva sobre un por-
y, cuando se observan muestras recientes, contienen una larva taobjetos y se examina al microscopio (v. g. 7-71).
rhabditi orme. Es más probable obtener huevos de O. equi de Los huevos de Draschia, Habronema y los cestodos equinos
raspados anales que de muestras ecales. El huevo mostrado aqu tienden a no fotar demasiado bien en diversas soluciones por-
ue recogido mediante cinta adhesiva transparente del ano de un que son bastante rágiles y es di cil que foten en los medios de
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 347
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
fotación habituales. Pueden incluso ser realmente di ciles de Identifcación de microflarias equinas
encontrar cuando parece que deber an estar presentes en gran- En la gura 7-73 se muestra un diagrama de las micro larias
des cantidades, como sucede al observar parásitos adultos sobre equinas según dibujos del Dr. Jay Georgi. La realidad es que tras
la mesa de necropsia en el mismo animal. Los huevos de Dras- la aprobación de la ivermectina y de otras avermectinas para
chia y Habronema tienen orma de cigarro puro y contienen su uso en caballos, resulta ya di cil encontrar micro larias de
un embrión vermi orme. Estos huevos son di ciles de demos- orma habitual en los caballos; la administración rutinaria de
trar en las heces. Si resulta esencial realizar alguna técnica para ivermectina a los caballos podr a estar reduciendo la trans-
diagnóstico ante mórtem de habronemosis gástrica, se puede misión o suprimiendo las micro larias.
recurrir al xenodiagnóstico usando larvas de Musca domestica Las micro larias con vaina de Setaria equina se pueden de-
para D. megastoma y H. muscae, y larvas de S. calcitrans para mostrar en muestras de sangre con las técnicas ya descritas para
H. microstoma. detección de micro larias de la laria card aca del perro.
348 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Figura 7-76. M em os de l s m l St on yl n e ( ndes est on íl dos) y Gyalocephalus capitatus (s m l Cy thostom n e). Strongy
lus vulgaris y Oesophagodontus robustus (×72); Strongylus equinus (×40); Strongylus edentatus (×33); Triodontophorus spp. y Gyalocephalus
capitatus (×112). (Strongylus spp. cl dos y mont dos po el método de l col met c l to de P j nowsk y cols.: Cornell Vet 62:333, 1972.)
las hembras reptan hasta el exterior del ano, haciendo que el caba- cauda, Triodontophorus tenuicollis, Triodontophorus nipponi-
llo se restriegue la cola; P. vivipara no se observa casi nunca. cus, Oesophagodontus robustus y Craterostomum acuticauda-
amilia Str ngylidae. El caballo es hospedador de aproxi- tum ( g. 7-76; v. también gs. 4-63, 7-79 [ la in erior], 7-78
madamente 60 especies de parásitos que pertenecen a la amilia y 7-79).
Strongylidae y, con recuencia, se pueden encontrar hasta 20 Sub amilia Cyath st minae. Géneros: Cyathostomum, Cyli-
especies di erentes en el mismo caballo. cocyclus, Cylicostephanus, Cylicodontophorus, Poteriostomum,
Sub amilia Str ngylinae. Strongylus vulgaris, S. edentatus, Paraposteriostomum, Petrovinema, Coronocyclus y Gyalocepha-
S. equinus, Triodontophorus serratus, Triodontophorus brevi- lus ( gs. 7-77 a 7-87).
350 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Cada especie puede identi carse mediante un cuidadoso estu- pec menes conservados pueden estudiarse de esta manera, aunque
dio únicamente de la cápsula bucal. En ejemplares rescos se pue- tienden a ser mucho menos transparentes que los rescos. Para que
den observar su cientes detalles identi cativos sin tener que recu- se puedan llevar a cabo ácilmente las oportunas comparaciones,
rrir a agentes clari cadores. Montar simplemente el parásito bajo se han colocado juntas las ilustraciones de aquellas especies con
un cubreobjetos en una gota de agua. Con esta sencilla preparación mayores similitudes entre s . La sistemática que se ha aplicado en la
es posible habitualmente girar el parásito de modo que puedan siguiente clave pictórica es la nomenclatura de la excelente mono-
estudiarse tanto las caras laterales como la dorsal. Incluso los es- gra a de J. Ralph Lichten els Helminths o Domestic Equids (Proc
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 351
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Helminthol Soc Wash, 42, 1975) junto con una actualización sobre cal, donde produce ulceraciones e in lamación crónica de la
la taxonom a del grupo (Lichten els y cols., 1998). pared ileal.
Cestodos Insectos
A. per oliata (Anoplocephalidae) (v. igs. 4-52 y 7-70) En ocasiones, las larvas de G. haemorrhoidalis (Diptera: Gaste-
se localiza principalmente en el ciego; este cestodo tiende rophilidae) se adhieren brevemente a la mucosa con orme recorren
también a agruparse en el leon, cerca de la válvula ileoce- su camino para salir desde el tubo digestivo al medioambiente.
352 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Figura 7-85. Cylicocyclus auriculatus (s m l Cy thostom Figura 7-87. Cylicocyclus brevicapsulatus, ún co m em o más
n e) (×50). O sé vense l s p om nentes p p l s ce ál c s l te común de l s m l Cy thostom n e (×168).
les. L fech nd c l pos c ón del po o exc eto .
Peritoneo y cavidad peritoneal
Hígado Nematodos
Larvas de nematodos Los adultos de S. equina (150 mm; Filarioidea) (v. gs. 4-143
P. equorum (Ascaridoidea) atraviesa el h gado en su camino y 7-73) viven en la cavidad peritoneal.
hacia el pulmón tras la ingestión de huevos en estadio in ectante. Las larvas de S. edentatus (44 mm; Strongylinae) (v. gs. 8-78
S. edentatus y S. equinus (v. gs. 8-79 a 8-82) migran por a 8-81) migran por el peritoneo.
el h gado durante algún tiempo antes de hacerse cl nicamente
evidentes. Sistema respiratorio
Senos paranasales
Larvas de cestodos Larvas de insectos
Los quistes hidat dicos de E. granulosus (Taeniidae) (v. gs. Rhinoestrus purpureus (Oestridae) es un rezno nasal, ya con-
4-44 a 4-46 y 8-64) son muy raros en caballos en la mayor parte siderado exótico.
del mundo y especialmente en Estados Unidos.
Bronquios y bronquiolos
Páncreas Nematodos
Nematodos Dictyocaulus arn eldi (65 mm; Trichostrongyloidea) (v. gs.
Las larvas de S. equinus (Strongylinae) (v. g. 8-82) migran a ve- 4-143 y 7-73) parasita al caballo; se cree que los burros ayudan
ces al páncreas antes de producir en ermedad cl nicamente patente. a mantener la in ección entre equinos.
Protozoos
Babesia caballi (piroplasma) (v. g. 3-29) puede observarse
en el interior de los eritrocitos en preparaciones jadas.
Protozoos
S. bertrami y S. ayeri (coccidios) (v. tabla 2-1 y gs. 8-32 y
8-33) se mani estan en orma de quistes (sarcoquistes) en el
Figura 7-88. a te t s y ne sm ve m noso po Strongylus interior de las bras musculares.
vulgaris en l o t de n pon desc e to d nte n ope
c ón de c í meno . Larvas de insectos
H. bovis y H. lineatum (Diptera: Hypodermatidae) (v. g.
Parénquima pulmonar 2-22) migran ocasionalmente de orma errática al tejido subcu-
Nematodos táneo dorsal de los caballos.
S. edentatus (migración aberrante) (v. gs. 8-78 y 8-80).
Las larvas de P. equorum (Ascaridoidea) hacen una migración Micro larias de nematodos
hepatopulmonar en el caballo antes de volver al intestino. Hay Las micro larias de O. cervicalis y O. reticulata (Filarioidea)
razones para creer que muchas de las larvas que no se desarro- (v. gs. 8-111 y 8-112) se encuentran en la dermis.
llan a la ase adulta en los caballos se quedan en los pulmones y
Sistema urogenital
originan patolog a asociada a la presencia de eosinó los.
Riñones
Sistema circulatorio Nematodos
Arterias Halicephalobus gingivalis (Rhabditida) puede localizarse en
Nematodos diversas v sceras del caballo tanto en orma de larvas como de
Las larvas de S. vulgaris ( gs. 7-88 y 7-89) migran a través hembras adultas, siendo el riñón uno de los órganos parasitados
de las paredes de las arterias mesentéricas y producen lesiones con mayor recuencia.
notablemente graves en las paredes de estos vasos.
Protozoos
E. böhmi (Filarioidea) (v. g. 7-73) se localiza en la ntima de la
Klossiella equi (coccidio) ( g. 8-30).
pared de la aorta y de otros vasos ormando nódulos. Es exótica.
Sangre Testículos
Micro larias de nematodos Nematodos
S. equina (Filarioidea) (v. g. 7-73). Los preadultos de S. edentatus (Strongylinae) (v. gs. 8-78 a
8-81) se localizan, a veces, en las túnicas vaginales.
Sistema nervioso
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Protozoos
Sarcocystis neurona (Apicomplexa), agente etiológico de la
mielitis equina por protozoos (MEP).
Ojo
Nematodos
Thelazia lacrymalis (Spirurida) (v. g. 4-132) se localiza en el
saco conjuntival y en los conductos lagrimales.
Las larvas de D. megastoma y de Habronema spp. (Spirurida)
pueden producir conjuntivitis habronémica.
Micro larias de Onchocerca spp. (v. g. 7-73).
Piel y pelo
Insectos
M. autumnalis y S. calcitrans (Diptera: Muscidae) (v. gs.
2-13 y 2-14).
Hippobosca equina y Lipoptena cervi (Diptera: Hippobosci-
dae) (v. g. 2-17) son las hiposcas de los caballos. H. equina es
rara en Estados Unidos; L. cervi del ciervo es recuente, pero
a ortunadamente sólo in ecta en raras ocasiones a los caballos.
Las hembras de G. intestinalis, G. nasalis y G. haemorrhoidalis
(Diptera: Gasterophilidae) revolotean alrededor de los caballos
mientras depositan sus huevos dejándolos adheridos a los pelos.
Tabanus y Chrysops spp. (Diptera: Tabanidae) (v. gs. 2-10
y 2-11) atacan a pleno sol durante el tiempo su ciente para
producir una picadura muy dolorosa.
Haematopinus asini (Anoplura).
Damalinia equi (Mallophaga: Ischnocera).
E. gallinacea (Siphonaptera) (v. g. 2-54).
Triatoma sanguisuga (Hemiptera: Triatominae) (v. g. 2-63).
Larvas de insectos Figura 7-90. Ooq stes espo l dos de ocho espec es de
Eimeria y de n espec e de Cystoisospora del ce do. (De Vette
Las larvas de H. bovis y H. lineatum (Diptera) (v. g. 2-22) se
l n JM: J Parasitol 51:909, 1965.)
localizan en la epidermis del área de la silla.
aparece desorganizada. Los espirúridos Ascarops y Physocephalus de cerdos in ectados. La última micción contiene la mayor con-
producen huevos de pared gruesa con una larva en su interior. Los centración de huevos.
huevos de Strongyloides ransomi (Rhabditida) se parecen a los de
S. papillosus (Rhabditida) y son de pared delgada y con una larva Examen para diagnóstico de triquinelosis
en su interior (v. g. 7-58). La presencia de huevos de estrong lidos Preparaciones por aplastamiento entre portaobjetos
en las heces del cerdo puede signi car in ección por Hyostrongylus Las in ecciones de moderadas a intensas por T. spiralis pueden
rubidus (Trichostrongyloidea), Oesophagostomum spp. (Strongy- diagnosticarse por una sencilla compresión de pequeñas por-
loidea), o Globocephalus urosubulatus o Necator americanus (Ancy- ciones de tejido muscular entre dos portaobjetos de cristal y
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
lostomatoidea), pero los más recuentes son los dos primeros. La examinando la preparación a bajo aumento. El dia ragma y los
presencia de metastrongyloidea en el cerdo es poco recuente si se músculos maseteros son especialmente adecuados para conse-
compara con muchos otros en los que, como hospedador interme- guir hallazgos positivos.
diario, tienen una lombriz de tierra en lugar de un molusco y, al 1. Separar una pequeña porción de musculatura y
contrario que la mayor a de los metastrongyloidea de los animales colocarla sobre un portaobjetos.
domésticos, los huevos de Metastrongylus apri, Metastrongylus sal- 2. Cubrirla con un segundo portaobjetos y apretar los dos
mi y Metastrongylus pudendotectus son pequeños y subglobulares y cristales entre s con el pulgar y el ndice, para aplastar el
contienen una larva en su interior. Trichuris suis (Trichinelloidea) trozo de carne.
se localiza en la mucosa del ciego y colon, sus huevos son t picos 3. Mientras se mantiene la presión, unir entre s los dos
del género, casi idénticos a Trichuris trichiura del hombre y más portaobjetos rmemente envolviendo cada extremo con
pequeños que los huevos del tricocé alo del perro, T. vulpis. Los cinta adhesiva.
huevos de M. hirudinaceus (Acanthocephala) tienen tres cubiertas 4. Cortar cualquier porción de musculatura de carne que
concéntricas elipsoidales que rodean al embrión acanthor. pudiera sobresalir de entre los portaobjetos para evitar
que se contamine la platina del microscopio.
Estadios encontrados en la orina 5. Examinar la totalidad del campo a bajo aumento. Si
Los huevos de S. dentatus (Strongyloidea) son grandes, se en- hubiese larvas son ácilmente visibles ( g. 7-92). Nota:
cuentran en ase de mórula y se observan en muestras de orina este procedimiento también es aplicable a otros parásitos
362 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Estómago
Nematodos
Physocephalus sexalatus (v. g. 4-135), Ascarops strongylina, Gnat-
hostoma hispidum (v. g. 4-129) y Simondsia paradoxa (Spirurida).
H. rubidus (9 mm) y O. tricuspis (1 mm) (Trichostrongy-
loidea) (v. gs. 4-78 y 4-79).
Aonchotheca (Capillaria) gastrosuis (Trichinelloidea) (v.
g. 7-52).
Figura 7-92. Q ste de Trichinella spiralis en n p ep c ón
ec ente po d est ón de músc lo de t .
Intestino delgado
Nematodos
tisulares como los pequeños trematodos pulmonares de las
A. suum (410 mm; Ascaridoidea) ( g. 7-93; v. también gs.
ovejas y los carn voros, larvas enquistadas de Toxocara, etc.
4-114 a 4-116 y 7-52).
G. urosubulatus (6 mm; Ancylostomatoidea) (v. g. 4-94).
Digestión tisular
S. ransomi (5 mm; Rhabditida) (v. gs. 4-108 y 4-109).
Para detectar in ecciones leves por T. spiralis y otros nematodos en los
T. spiralis (4 mm; Trichinelloidea) (v. gs. 4-148 a 4-150 y 7-92).
tejidos se utiliza la digestión péptica de los mismos. El jugo gástrico
digiere el tejido muscular pero no las larvas de T. spiralis. La solución Acanthocephala
de pepsina-ácida consiste en 0,2 g de pepsina granular y 1,0 ml de
M. hirudinaceus (470 mm) (v. g. 4-155).
ácido clorh drico concentrado en 100 ml de agua destilada.
1. Pesar unos 4 g del tejido y desmenuzarlo con un bistur . Protozoos
2. Añadir 100 ml de la solución de pepsina-ácida y dejar Eimeria debliecki y aproximadamente otras 10 especies de Eime-
reposar durante aproximadamente 1 a 6 horas a 37 °C. ria (coccidios); habitualmente la in ección cursa sin signos cl nicos.
3. Decantar con cuidado el exceso de sobrenadante, Cystoisospora suis (coccidio) produce enteritis en el intestino
resuspender el sedimento y trans erir a una placa de Petri. delgado de los animales jóvenes.
4. Hacer recuento de las larvas bajo un microscopio de Cryptosporidium suis (Apicomplexa).
disección. Las larvas se pueden recuperar con una Giardia spp. (Mastigophora) ( g. 7-94; v. también g. 3-6);
pipeta Pasteur para un estudio más detallado con el habitualmente la in ección cursa sin signos cl nicos.
microscopio óptico.
Ciego y colon
Nematodos
Oesophagostomum dentatum, Oesophagostomum brevicau-
dum, Oesophagostomum georgianum y Oesophagostomum qua-
drispinulatum (Strongyloidea) (v. gs. 4-86 y 4-87).
T. suis (Trichinelloidea) (v. gs. 4-151 a 4-153 y 7-91).
Protozoos
E. polecki, E. nana, I. buetschlii y otras (amebas) se conside-
ran comensales en su mayor a.
Chilomastix mesnili, Tetratrichomonas buttreyi, Trichomitus
rotunda y Tritrichomonas suis (mucofagelados) se consideran
comensales en su mayor a.
B. coli (ciliado) (v. g. 3-8) es un comensal que puede produ-
cir colitis ocasionalmente.
Figura 7-94. P ás tos com nes de los tones, t s y conejos de l o to o. P n l st más mpl
de p ás tos de los n m les de l o to o, po hosped do y ó no, ve el texto. Ratón y rata: Hymenolepis
nana e Hymenolepis diminuta (Hymenolep d d e) son t m én p ás tos del hom e. Los h evos de H. nana en
colon s de oedo es son n ect ntes p los se es h m nos; p l t nsm s ón de este cestodo no se eq e e
hosped do nte med o. D ve sos esc jos y c c ch s ctú n como hosped do es nte med os de
H. diminuta y, en s oc s ones, de H. nana. T o ozoítos (grupo de cinco, centro) y q stes (recuadro, superior
izquierda) de Giardia (M st opho ), p ás to ec ente de los tones. Conejo: los h evos de Cittotaenia ctenoi
des (anoploceph l d e) p ecen como es e s mo s (izquierda de la echa) h st se pl st dos po p es ón
so e el c eo jetos (derecha de la echa), t s lo c l se h ce v s le l oncos e y el em ó o o p o me.
Los h evos de Obeliscoides cuniculi t enen l s típ c s c cte íst c s de n h evo de est on íl do. Los de Passa
lurus ambiguus (Oxy d e) son l o s mét cos y poseen n est ct modo de t p de en n ext emo.
Ooq stes espo l dos de Eimeria. No con nd con Saccharomycopsis guttulatus (v. . 76) p ás to on de
del conejo. Todos × 425 excepto Giardia (×1.000).
364 C A P í T U L O 7 Diagnóstico parasitológico
Larvas de cestodos
Los cisticercos de Taenia solium (Taeniidae) (v. g. 8-60)
en el músculo son un problema potencial en áreas donde los
humanos pueden in ectarse, especialmente en algunos pa ses en
desarrollo, donde los cuidadores de animales están trabajando
con cerdos; la presencia de quistes exige la destrucción de la
carne de los animales in ectados.
Los esparganos de S. mansonoides (Diphyllobothriidae) (v.
gs. 4-31 y 8-68) pueden in ectar a los cerdos, que actúan como
hospedadores paraténicos.
Larvas de trematodos
Alaria (mesocercarias, Diplostomatidae).
Protozoos
En los músculos del cerdo se observan sarcoquistes de
S. miescheriana, S. porci elis y Sarcocystis suihominis (coccidios) Figura 7-95. Obeliscoides cuniculi, ext emo nte o (izquierda)
(v. tabla 2-1 y gs. 8-32 y 8-33). y ols cop l do y espíc l s del m cho (derecha) (×120).
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 365
Protozoos
coccidios, los cestodos del género Hymenolepis y los oxiuros son
particularmente recuentes. El siguiente per l, incompleto, in- Eimeria spp. (coccidios) (v. g. 7-94). Diez especies de
cluye sólo aquellos parásitos comunes de conejos, ratas, ratones, Eimeria parasitan el epitelio intestinal y originan diarrea y ema-
cobayas, monos y simios de laboratorio. ciación.
En la gura 7-94 están representados algunos de los parási- Entamoeba cuniculi (ameba). No patógeno.
tos más comunes de los roedores y conejos.
Hígado y cavidad peritoneal
Relación de los parásitos de los conejos Protozoos
por localización orgánica Eimeria stiedae (coccidio) origina coccidiosis biliar (v. g. 8-28).
Sistema digestivo
Estómago Larvas de cestodos
Nematodos Los cisticercos de T. pisi ormis (Taeniidae) ( g. 7-96) migran
Obeliscoides cuniculi y Graphidium strigosum (18 a 20 mm; inicialmente por el h gado, pero nalmente se asientan y madu-
Trichostrongyloidea) ( g. 7-95). Las esp culas de O. cuniculi ran en el peritoneo.
miden 0,54 mm; las de G. strigosum 2,4 mm.
Piel y pelo
Intestino Arácnidos
Nematodos Psoroptes cuniculi (Astigmata) ( g. 7-97; v. también gs.
Trichostrongylus retortae ormis y Nematodirus leporis (Tri- 2-100, 2-107 y 2-108) puede producir lesiones cutáneas graves
chostrongyloidea) (v. gs. 4-70 y 4-72). en las orejas de los conejos.
S. papillosus (6 mm; Rhabditida). Sarcoptes y Chorioptes (Astigmata) (v. gs. 2-100 a 2-102 y
Passalurus ambiguus (11 mm; Oxyurida) (v. g. 4-110). 2-109).
Trichuris leporis (Trichinelloidea). Leporacarus gibbus (Listrophoridae) ( g. 7-98).
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Protozoos
Eimeria nieschultzi y otras especies (coccidios) (v. g. 7-94).
Giardia (mucofagelado) (v. g. 7-94).
Protozoos
Hepatozoon muris (plasmodio) realiza una esquizogonia en
las células hepáticas; los gamontes se encuentran en los mono-
citos sangu neos circulantes. El vector es un ácaro mesostigmá-
tido, Echinolaelaps echidninus.
Nematodos
Heligmosomoides polygyrus (sin. Nematospiroides dubius;
Trichostrongyloidea); estos parásitos son de color rojizo y se
encuentran uertemente enrollados.
N. brasiliensis (6 mm; Trichostrongyloidea) (v. g. 7-99).
Syphacia obvelata y Aspiculuris tetraptera (Oxyuroidea) (v.
g. 7-100).
H. spumosa (Ascaridida).
T. muris (Trichinelloidea).
Cestodos
Hymenolepis nana y H. diminuta (Hymenolepididae) (v. g.
7-94). El escólex de H. nana está armado con ganchos; el de H.
diminuta es inerme.
delgado) (v. gs. 3-17, C. andersoni y 3-18, C. parvum). H. nana (v. g. 7-94).
Figura 7-105. al nos p ás tos nem todos de monos y s m os. (Po co tesí del D . M.M.
r ste n.)
Las sanguijuelas que atacan la mucosa ar ngea de los monos E. granulosus (Taeniidae) (v. gs. 4-44 a 4-46 y 8-64).
son grandes anélidos de color negro con una gran ventosa caudal
en orma de cúpula. La presencia de este parásito hemató ago se Arácnidos
sospecha por la existencia de ep staxis crónica en un mono captu- Pneumonyssus simicola (Mesostigmata) ( g. 8-8).
rado recientemente. Cuando el hospedador bebe agua in estada,
las jóvenes sanguijuelas penetran en la boca, nariz, aringe o la- Cavidades serosas
ringe y se adhieren a la mucosa. Las sanguijuelas permanecen all Nematodos
durante varias semanas a menos que sean extra das. Dipetalonema spp. (Filarioidea) (v. g. 4-145).
Acantocé alos Faler K, Faler K: Improved detection o intestinal parasites, Mod Vet Pract
Prosthenorchis spp. 65:273, 1984.
Foster AO, Johnson CM: A preliminary note on the identity, li e cycle, and
pathogenicity o an important nematode parasite o captive monkeys,
Sangre Am J Trop Med 19:265, 1939.
Micro larias de nematodos Georgi JR: Di erential characters o Filaroides milksi Whitlock, 1956 and
Diro laria, Dipetalonema, Tetrapetalonema, Loa y Brugia Filaroides hirthi Georgi and Anderson, Proc Helminthol Soc Wash 46:142,
(Filarioidea). La di erenciación de los numerosos tipos de mi- 1975.
cro larias encontradas en los monos de todas las zonas tropica- Gordon HM, Whitlock HV: A new technique or counting nematode eggs in
sheep aeces, J Counc Sci Industr Res (Aust) 12:50, 1939.
les es una tarea para el especialista. Muchas especies permane- Hughes PL, Dubielzig RR, Kazacos KR: Multi ocal retinitis in New Zealand
cen todav a sin describir. sheep dogs, Vet Pathol 24:22, 1987.
Hunter GC, Quenouille MH: A statistical examination o the worm egg
Protozoos count sampling technique or sheep, J Helminthol 26:157, 1952.
Los agentes etiológicos del paludismo de los simios son Plas- Jenkins DJ, Fraser A, Bradshaw H, Craig PS: Detection o Echinococcus gra-
nulosus coproantigens in Australian canids with natural or experimental
modium y Hepatocystis.
in ection, J Parasitol 86:140, 2000.
Johnson DA, Behnke JM, Coles GC: Copro-antigen capture ELISA or
Musculatura y tejido conjuntivo the detection o Teladorsagia (Ostertagia) circumcincta in sheep:
Nematodos improvement o speci icity by heat treatment, Parasitology 129:115,
Onchocerca, Diro laria, Dipetalonema, Tetrapetalonema, Loa 2004.
y Brugia (Filarioidea) (v. gs. 4-137 y 4-145). Las micro larias Kauzal GP, Gordon HM: A use ul mixing apparatus or the preparation
o suspensions o aeces or helminthological examinations, J Counc Sci
de Onchocerca se encuentran en la dermis.
Industr Res (Aust) 14:304, 1941.
Keith RK: In ective larvae o cattle nematodes, Aust J Zool 1:223, 1953.
Larvas de cestodos Knott J: A method or making micro larial surveys on day blood, Trans R
Taenia (cisticerco). Soc Trop Med Hyg 33:191, 1939.
Mesocestoides (tetratiridio) (v. gs. 8-65 a 8-67). Lichten els JR: Helminths o domestic equids, Proc Helminthol Soc Wash
Spirometra (plerocercoide) (v. gs. 4-31 y 8-68). (Special Issue) 42:1, 1975.
Lichten els JR, Kharchenko VA, Krecek RC, et al: An annotated
checklist by genus and species o 93 species level names or 51 recog-
Piel y pelo nized species o small strongyles (Nematoda: Strongyloidea: Cyathos-
Insectos tominea) o horses, asses, and zebras o the world, Vet Parasitol 79:65,
Pedicinus y Pthirus (Anoplura) (v. g. 2-43). 1998.
Lindsay DS, Upton SJ, Dubey JP: A structural study o the Neospora cani-
num oocyst, Int J Parasitol 29:1521, 1999.
Nematodos Lowenstine LJ, Carpenter JL, O’Connor BM: Trombiculosis in a cat, J Am
Anatrichosoma cutaneum (Trichinelloidea). Estos vermes Vet Med Assoc 175:289, 1979.
(25 por 0,2 mm) originan nódulos subcutáneos, edema de arti- Mayhew IG, Lichten els JR, Greiner EC, et al: Migration o a spirurid
culaciones y ampollas alargadas y serpiginosas en las palmas de nematode through the brain o a horse, J Am Vet Med Assoc 180:1306,
las manos y plantas de los pies. Las hembras adultas excavan la 1983.
epidermis de palmas y plantas. Newton WL, Wright WH: A reevaluation o the canine lariasis problem in
the United States, Vet Med 52:75, 1957.
Micro larias de Onchocerca.
Newton WL, Wright WH: The occurrence o a dog lariid other than Diro-
Dracunculus (Spirurida) (v. gs. 4-127 y 4-128). laria immitis in the United States, J Parasitol 42:246, 1956.
O’Handley RMO, Olson ME, Fraser D, et al: Prevalence and genotypic
characterization o Giardia in dairy calves rom Western Australia and
BIBLIoGRA ÍA Western Canada, Vet Parasitol 90:193, 2000.
Agneessens J, Claerebout E, Vercruysse J: Development o a copro-antigen Parsons JC, Bowman DD, Gillette DM, Grieve RB: Disseminated granulo-
capture ELISA or detecting Ostertagia ostertagi in ections in cattle, Vet matous disease in a cat caused by larvae o Toxocara canis, J Comp Pathol
Parasitol 97:227, 2001. 99:343, 1988.
Ash LR, Orihel TC: Atlas o human parasitology, Chicago, 1990, ASCP Schnieder T, Heise M, Epe C: Genus-speci c PCR or the di erentiation o
Press. eggs or larvae rom gastrointestinal nematodes o ruminants, Parasitol
Bowman DD, Hendrix CM, Lindsay DS, et al: Feline clinical parasitology, Res 85:895, 1999.
Ames, Iowa, 2002, Iowa State University Press. Speare R, Tinsley DJ: Survey o cats or Strongyloides elis, Austral Vet J
Craig TM, Barton CL, Mercer SH, et al: Dermal leishmaniasis in a Texas cat, 64:191, 1987.
Am J Trop Med Hyg 35:1110, 1986. Stoll NR: Investigations on the control o hookworm disease, XV: an e -
Deplazes P, Alther P, Tanner I, et al: Echinococcus multilocularis coproanti- ective method o counting hookworm eggs in human eces, Am J Hyg
gen detection by enzyme-linked immunosorbent assay in ox, dog, and 3:59, 1923.
cat populations, J Parasitol 85:115, 1999. Stoll NR: On methods o counting nematode ova in sheep dung, Parasito-
Dikmans G, Andrews JS: A comparative morphological study o the in ec- logy 22:116, 1930.
tive larvae o the common nematodes parasitic in the alimentary tract o Supperer R: Filariosen der P erde in Österreich, Wien Tierarztl Monatsschr
sheep, Trans Am Microsc Soc 52:1, 1933. 40:214, 1953.
Dubey JP: A review o Sarcocystis o domestic animals and o other coccidia Teare JA, Loomis MR: Epizootic o balantidiasis in lowland gorillas, J Am
o cats and dogs, J Am Vet Med Assoc 169:1061, 1976. Vet Med Assoc 181:1345, 1982.
Dubey JP, Perry A, Kennedy MJ: Encephalitis caused by a Sarcocystis-like Thomas JS: Encephalomyelitis in a dog caused by Baylisascaris in ection, Vet
organism in a steer, J Am Vet Med Assoc 191:231, 1987. Pathol 25:94, 1988.
CAPíTULO 7 Diagnóstico parasitológico 371
Traversa D, Iorio R, Klei TR, et al: New method or simultaneous species- Whitlock JH: The diagnosis o veterinary parasitisms, Philadelphia, 1960, Lea
speci c identi cation o equine strongyles (Nematoda, Strongylida) & Febiger.
by reverse line blot hybridization, J Clin Microbiol 45(9):2937, 2007. Xiao L, Bern C, Kimor J, et al: Identi cation o 5 types o Cryptosporidium
Trayser CV, Todd KS: Li e cycle o Isospora burrowsi n. sp. (Protozoa: Eime- parasites in children in Lima, Peru, J In ect Dis 183:492, 2001.
riidae) rom the dog Canis amiliaris, Am J Vet Res 39:95, 1978. Zarlenga DS, Chute MB, Gasbarre LC, Boyd PC: A multiplex PCR assay
Whitlock JH: A practical dilution egg count procedure, J Am Vet Med Assoc or di erentiating economically important gastrointestinal nematodes o
98:466, 1941. cattle, Vet Parasitol 97:199, 2001.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
C a p ít u l o 8
La identi cación microscópica de los parásitos realizada a partir W. M. Meyers, R. C. Nea e, A. M. Marty y D. J. Wear, AFIP, 2000,
de cortes histológicos plantea un reto interesante. Con recuen- American Registry o Pathology, Washington, DC.
cia, el responsable del diagnóstico recibe un único porta en el que
sólo hay ragmentos del parásito. Cuando se trata de identi car
ARTRÓPODOS
una parasitosis por este método, se debe recoger toda la in orma-
ción posible sobre el paciente, incluidos los antecedentes epide- Los artrópodos están constituidos por cientos de miles de es-
miológicos y los signos cl nicos. También es importante conocer pecies y tienen unas caracter sticas tan diversas que resulta casi
qué tipo de parásitos se pueden encontrar con mayor recuencia imposible tratar de describirlas de orma breve. Comparten al-
en un hospedador o tejido determinado, as como en un área gunos rasgos comunes; por ejemplo, su cuerpo está segmentado,
geográ ca concreta. El listado de parásitos por localización en los tienen un exoesqueleto a base de quitina, un celoma y apéndices
distintos órganos hospedadores que se ha incluido en el cap tulo articulados. El exoesqueleto quitinoso, llamado cut cula, apare-
anterior debe considerarse de gran utilidad. El objetivo unda- ce grueso y oscuro en los cortes histológicos, pero en general el
mental de esta sección es destacar algunas de las caracter sticas propio exoesqueleto no capta los colorantes. En algunas partes
anatómicas microscópicas más importantes de los parásitos, que del cuerpo, sobre todo en áreas situadas entre los segmentos y las
pueden servir para su identi cación en los cortes histológicos. articulaciones de un apéndice, la cut cula puede ser muy delgada.
En el caso de los artrópodos y los metazoos parásitos se pueden El músculo estriado de los artrópodos permite diagnosticar este
de nir varias caracter sticas para cada grupo parasitario, pero la grupo de patógenos si se encuentra en los cortes. Los artrópodos
presencia o ausencia de una cavidad corporal y de tubo digestivo, de mayor tamaño tienen también un sistema respiratorio cons-
as como el tipo y la distribución de las bras musculares, son cri- tituido por un sistema arracimado de tráqueas, que en el corte
terios importantes que hay que tener en consideración a la hora aparecen como tubos de diversos tamaños que atraviesan el cuer-
de clasi car a un microorganismo dentro de un grupo principal. po. Los tubos traqueales más grandes presentan unos anillos de
Para completar la in ormación sobre el diagnóstico histoló- quitina como re uerzo. Los artrópodos pueden contener también
gico de ciertas parasitosis pueden ser útiles las siguientes uen- cuerpos grasos, que con recuencia se tiñen oscuros en los cortes.
tes. Un trabajo relacionado sobre este tema es «Identi cation o Los artrópodos parásitos de menor tamaño suelen tener cuerpos
Parasitic Metazoa in Tissue Sections» por MayBelle Chitwood y que pueden ir de redondeados a elongados que se observan en los
J. Ralph Lichten els; ue publicado inicialmente en Experimental cortes histológicos, y en ocasiones podemos encontrar secciones
Parasitology, volumen 32, páginas 407 a 519 en 1972, y poste- de algunos apéndices aritulados. Todas estas caracter sticas resul-
riormente reimpreso como monogra a por el U.S. Department tan bastante completas para de nir un artrópodo en un corte.
o Agriculture. Los textos que se ocupan de este tema incluyen: Existen tres grupos undamentales de artrópodos que se pue-
Pathology o Tropical and Extraordinary Diseases, volúmenes 1 y den reconocer en un corte histológico. Los insectos (sub lo Man-
2, dirigido por C. H. Bin ord y D. H. Connor, Washington, DC, dibulata, clase Insecta) incluyen las larvas de varias especies de
1976, Armed Forces Institute o Pathology (AFIP); Pathology o moscas responsables de miasis que suelen aparecer en los cortes
In ectious Diseases, volúmenes 1 y 2, por D. H. Connor, F. W. histológicos. Los ácaros, incluidos en la clase Arachnida del sub -
Chandler, D. A. Schwartz, H. J. Manz y E. E. Lack, Stam ord, lo Chelicerata, pueden aparecer también en un corte histológico,
Connecticut, 1997, Appleton & Lange; An Atlas o Protozoan dado su pequeño tamaño y la capacidad de colonizar diversas re-
Parasites in Animal Tissues, por C. H. Gardiner, R. Fayer y J. P. giones super ciales, como las mucosas respiratorias y la piel. Las
Dubey, USDA Agriculture Handbook N.° 651, U.S. Government garrapatas suelen permanecer super ciales en el hospedador, al
Printing O ce, Washington, DC, 1988 y edición 2, publicado que sólo se unen el tiempo su ciente para comer, de orma que
por AFIP, American Registry o Pathology, Washington, DC; normalmente, salvo que exista una presentación cl nica extraña o
Diagnostic Pathology o Parasitic In ections with Clinical Correla- el investigador tenga gran interés, no aparecen en los cortes histo-
tions, edición 2, por Y. Gutierrez, Filadel a, 1990, Lea & Febiger; lógicos. Los Pentastómidos son un grupo de crustáceos parásitos
Parasites in Human Tissues por T. C. Orihel y L. R. Ash, Chica- que tienen estadios larvarios que parasitan a los vertebrados.
go, 1995, American Society o Clinical Pathology (ASCP) Press;
Parasitic Diseases, por J. To t y M. L. Eberhard, en Nonhuman Larvas
Primates in Biomedical Research: Diseases, dirigido por B. T. Ta- Las larvas en el tejido corresponden a las de las moscas d pteras
ylor, C. R. Abee y R. Henrickson, San Diego, 1998, Academic; y y pueden corresponder a especies que necesitan un hospedador
Pathology o In ectious Diseases, volumen 1, Helminthiases, por o especie viva y que producen miasis secundarias, como las que
causan diversos Calliphora y Sarcophaga. Ambos tipos de larvas Figura 8-3. Ác os de Sarcoptes en l p el de n pe o (×230);
presentan unas caracter sticas similares y lo más di cil es esta- l s fech s nd c n esp n s en l c tíc l .
blecer un diagnóstico genérico basándose exclusivamente en la
mor olog a. El espiráculo es importante para la identi cación Ácaros
de las larvas de mosca y puede ser preciso recuperarlas de los
tejidos en resco o de los bloques de para na (v. g. 2-22). Los ácaros suelen ser bastante pequeños, de unos mil metros o
Los cortes de las larvas mostrarán las caracter sticas t picas de menos. En muchas especies se encuentran huevos, larvas (seis
un artrópodo; es decir, una cavidad corporal ( g. 8-1), segmen- patas), nin as (ocho patas) y adultos (ocho patas) en el mismo
tación, músculos estriados unidos a diversos puntos del exoes- corte, y en un corte de un adulto se pueden encontrar todas
queleto de quitina y tráqueas, a menudo con anillos cuticulares las partes que componen un artrópodo t pico, es decir, patas
( g. 8-2). Algunas especies tienen prominentes espinas (v. g. segmentadas, espinas y pelos en la cubierta externa y músculos
8-2). Las larvas de Cuterebra son endoparásitos obligados de los estriados, órganos reproductores, intestino y huevos en desa-
roedores y los lagomor os, y estas larvas pueden in ectar a los pe- rrollo en la parte interna. Los ácaros que viven sobre la piel, Sar-
rros, los gatos y, en ocasiones, al ser humano. Es t pico encontrar coptes, Notoedres, Knemidocoptes y Trixacarus, son muy peque-
estas larvas en los tejidos subcutáneos cervicales, pero en perros ños y tienen un aspecto redondeado, se alimentan en el estrato
y gatos migran al sistema nervioso central con resultados atales germinativo y la dermis ( g. 8-3) y tienen espinas en el dorso
(v. gs. 8-1 y 8-2). Las larvas de primer estadio de Hypoderma ( g. 8-4). En algunos hospedadores, como el zorro rojo, Vulpes
realizan importantes migraciones en el ganado y se han descrito vulpes, y los cerdos, la sarna por Sarcoptes se caracteriza por una
migraciones erráticas al cerebro en los caballos. hiperqueratosis extraordinaria (v. g. 8-4) y se produce una hi-
perqueratosis similar en los gatos con in ecciones por Notoedres
( g. 8-5). También es caracter stico encontrar hiperqueratosis
en la sarna asociada a Chorioptes y Cheyletiella en determinados
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Pentastómidos
Los pentastómidos se llaman as porque antes se cre a que te-
n an cinco bocas; en realidad tienen una sola boca rodeada de
cuatro ganchos (v. g. 2-100). Los adultos de estos extraños pa-
rásitos son parecidos a los vermes de las v as respiratorias de
los reptiles depredadores de pájaros y mam eros, que se suelen
in ectar cuando ingieren las nin as enquistadas en los tejidos de
sus presas. En los cortes histológicos del hospedador vertebrado
aparecen las nin as después de que el hospedador ha ingerido
un huevo ( g. 8-10) que contiene una larva con cuatro o seis
apéndices. El cuerpo seudosegmentado de una nin a tiene una
orma de es érica a oval, y está cubierta por una gruesa cut cula
con agujeros escleróticos, llamados estomas ( gs. 8-11 a 8-13).
Los pentastómidos tienen un aparato digestivo completo, con
boca y ano; y en el corte, el intestino suele estar rodeado por
unas glándulas grandes y acidó las (v. gs. 8-11 y 8-12). Estas
Figura 8-6. Demodex canis en el olíc lo p loso de l v lv de glándulas acidó las son una buena caracter stica distintiva para
n ovej . Arriba, L v . Abajo, ad lto (×430). este grupo de gérmenes; se tiñen rosa brillante con prominentes
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 375
PROTOZOOS
Los protozoos que se encuentran en los cortes suelen ser cé-
lulas individuales muy especializadas con núcleos de inidos
y otras estructuras; pueden aparecer solos o en «nidos» en
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Amebas
Las amebas son parásitos extracelulares que se alimentan a-
Figura 8-12. Tej do de pent stóm do q e m est po os ( e gocitando bacterias, restos celulares y otras células como ma-
chas blancas) y lánd l s c dó l s ( echas negras) (×290). terial alimentario. La inmensa mayor a de estos parásitos de
vida libre o comensales residen normalmente en el intestino
grueso de los animales. Sin embargo, dos ormas de amebas
el interior de las células del hospedador o uera de ellas. La
producen en ermedad. Los primates son hospedadores de En-
valoración de muchos de los detalles de las células indivi-
tamoeba histolytica, que puede colonizar la pared intestinal
duales suele resultar di cil con el microscopio óptico, y con
y desplazarse hacia lugares ectópicos en los que dan lugar a
recuencia el estudio del material con microscopio electróni-
la ormación de quistes que suelen a ectar al h gado, aunque
co aportará los detalles adicionales precisos para el diagnós-
también se describen en los pulmones o el tejido nervioso;
tico. Además, existen métodos inmunohistoqu micos o de
los reptiles padecen un patógeno similar, Entamoeba invadens,
que puede provocar en ermedad grave en los hospedadores
con lesiones extraintestinales. Estas amebas suelen tener nú-
cleos t picos del género, con un punto de cromatina central, el
cari s ma, end s ma o nucléolo, de orma que la cromatina
se agrega alrededor de la super cie interna de la membrana
nuclear. Estos parásitos pueden contener también eritrocitos,
a veces varios, en diversos estadios de digestión. El otro grupo
undamental de amebas causantes de en ermedad son pará-
sitos acultativos que incluyen los géneros Naegleria, Acan-
thamoeba y Balamuthia, que han in ectado a perros, ovejas,
ganado, primates y caballos (Da t y cols., 2005). Estas ormas
viven en el medio ambiente, pero pueden invadir los tejidos si
consiguen acceder a los mismos por inhalación o a través de
heridas, y por eso las lesiones se localizan de orma t pica en
el cerebro o la piel, si bien se pueden encontrar en cualquier
localización. En los cortes, estas amebas suelen aparecer en los
espacios claros por la retracción de los tejidos circundantes
durante la jación y preparación de la muestra, tienen un cito-
plasma caracter stico y núcleos que contienen un endosoma
muy denso, rodeado de un halo claro en el interior de la pared
nuclear ( g. 8-14).
Flagelados
Los fagelados t picos que se describen en los tejidos de los ver-
tebrados son aquellos que se presentan en orma de amastigotes
Figura 8-13. im en s pe c l de l c tíc l de n pent stó en el interior de las células del hospedador. Los amastigotes son
m do en l q e se p ec n los po os (×440). pequeños cuerpos de ovales a redondeados, con un diámetro
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 377
Ciliados
Los tro ozo tos de Balantidium coli se localizan en el contenido
del ciego y el colon de los cerdos, pero pueden invadir de orma
secundaria la pared del intestino grueso de estos animales, que
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Apicomplexa
Figura 8-15. am st otes de Trypanosoma cruzi en el músc lo Coccidios
c dí co de n pe o (×1.300). P eden o se v se el núcleo y el Los coccidios son miembros del lo Apicomplexa. En este
k netopl sto de los p ás tos nd v d les. (Po co tesí del D . comentario se incluyen miembros de los géneros Eimeria,
Stephen C. b .) Klossiella, Cystoisospora, Hammondia, Besnoitia, Sarcocystis,
378 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico
Eimeria y Cystoisospora
Estadios asexuales
El estadio in ectante contenido dentro del ooquiste se llama
esp r z ít , que es producto de la división por sión binaria
que se produce en el ooquiste (los Apicomplexa son haploides,
salvo inmediatamente después de la usión de los gametos).
Figura 8-18. C l dos en el men (×360). Cuando el esporozo to penetra en la célula, se redondea para
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 379
dar lugar a un tr z ít dentro de una vacu la parasitó ra Figura 8-22. Ot o esq zonte de Eimeria bovis en n cél l
recubierta por una membrana ( g. 8-20). No todas las especies ep tel l ntest n l de n te ne o (×400).
de coccidios se encuentran en el interior de la vacuola parasi-
tó ora y éste puede ser un dato útil para llegar a un diagnóstico Estadios sexuales
espec co. Un merozo to producido en la última esquizogonia entra
Los tro ozo tos se multiplican de orma asexual dentro de las en una célula hospedadora nueva y se convierte en un gameto-
células a través de diversos procesos. En el caso de Eimeria su- cito masculino o emenino. El gametocito emenino aumenta
ren un tipo especial de división celular llamado esquiz g nia de tamaño, almacena alimentos e induce una hipertro a del
(otros términos para describir este tipo de división con diversos citoplasma y del núcleo de la célula hospedadora. Cuando
resultados son mer g nia y end p ligenia). En este tipo de di- está maduro, el gametocito emenino se llama macr gamet
visión, el complejo apical se divide en numerosas copias alrede- ( g. 8-23). El gametocito masculino induce también hipertro-
dor de la peri eria de la célula, el núcleo se lobula de orma que a del citoplasma y del núcleo de la célula hospedadora (v. g.
una porción del mismo se asocia a cada complejo apical y, por 8-23) y su re una división nuclear repetida convirtiéndose en
último, la membrana celular se contrae y se divide para dar lu- una célula multinucleada. Cada núcleo se acaba convirtiendo
gar a una cantidad de organismos individuales que puede variar en un micr gamet fagelado (los microgametos de las espe-
entre unos pocos y miles ( gs. 8-21 y 8-22). Según las especies, cies de Cryptosporidium no tienen fagelos). Cuando un macro-
los esquizontes se pueden localizar en los enterocitos, las células gameto es ecundado por un microgameto se orma el cig t .
epiteliales biliares, las células endoteliales, las células epiteliales Los cuerpos ormadores de membrana, que ya se reconocen
renales e incluso en las células epiteliales uterinas. Los meron- en los macrogametos, son entonces claramente visibles como
tes contienen un número que oscila entre menos de 10 y varios grandes gránulos eosinó los es éricos en el citoplasma del ci-
cientos de merozo tos; algunos merontes (megaesquizontes) (v. goto (v. g. 8-23). Éstos coalescen más tarde para crear la pared
g. 8-21) pueden llegar a contener más de 100.000 merozo tos. del ooquiste ( g. 8-24).
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 8-21. Esq zontes de Eimeria bovis en v os est Figura 8-23. g montes m sc l nos de Eimeria auburnensis l
d os de des ollo en l s cél l s ep tel les ntest n les de n ededo de n ooq ste en des ollo en l s cél l s ep tel les
te ne o (×250). ntest n les de n te ne o (×1.050).
380 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico
Figura 8-24. Ooq stes de Eimeria q e se des oll n en el ep Figura 8-26. Ooq ste de Cystoisospora canis q e se des oll
tel o ntest n l de n c (×900). en l lám n p op de l m cos del colon de n pe o (×900).
Ejemplos
En los caballos Eimeria leuckarti orma grandes esquizon- Cryptosporidium
tes y ooquistes evidentes de pared muy gruesa ( g. 8-25). El Los diminutos estadios (5-7 m m) aparecen como es eras ba-
ooquiste de Cystoisospora canis parece desarrollarse dentro de só las en la super cie luminal de las células epiteliales del tubo
la lámina propia en lugar de en las células epiteliales ( g. 8-26). digestivo de los vertebrados ( g. 8-29); en raras ocasiones, sobre
Eimeria gilruthi es at pica porque orma macroesquizontes en todo en hospedadores inmunodeprimidos, se produce la in ec-
el abomaso que son visibles macroscópicamente ( g. 8-27). Ei- ción del epitelio respiratorio o de la ves cula biliar. La in ección
meria stiedae del conejo se localiza en el epitelio biliar, donde es muy super cial y parece protruir de la super cie de la célula,
causa una gran proli eración, pudiendo provocar una hepatitis pero estos parásitos son intracelulares y todos los estadios, es-
mortal ( g. 8-28). quizontes, gametos, ooquistes, etc., se orman por debajo de la
membrana de la célula hospedadora.
Klossiella
Klossiella equi, parásito renal del caballo, suele ser un ha-
llazgo histopatológico accidental. Las esquizogonias se pro-
ducen en el endotelio glomerular y los túbulos contorneados
proximales renales. Los esporontes caracter sticos ( g. 8-30)
del epitelio tubular renal producen hasta 40 esporoblastos, que
se convierten en esporoquistes, cada uno de los cuales puede
contener entre 8 y 15 esporozo tos. Existe una especie parecida,
Klossiella muris, que aparece en los cortes histológicos de los
riñones de ratón.
Sarcocystis
Los esquizontes precoces de Sarcocystis se encuentran en di-
versas células endoteliales de distintos órganos ( g. 8-31). Los
quistes de Sarcocystis, estadios que se encuentran en el hos-
pedador intermediario, se localizan en las bras musculares
card acas y esqueléticas ( gs. 8-32 y 8-33); var an en tamaño
desde unas pocas micras hasta ser visibles macroscópicamen-
te, se tiñen intensamente con hematoxilina y están repletos de
bradizo tos, que son más grandes que los de Toxoplasma. Los
tabiques subdividen el interior del quiste, pero pueden no ob-
servarse porque se tiñen poco o nada con H-E. Con recuencia,
la pared del quiste se describe como hirsuta (peluda) debido a
Figura 8-25. Esq zonte y ooq ste en des ollo de Eimeria las múltiples prolongaciones que dotan al quiste de su aparente
leuckarti en l m cos ntest n l de n pot o de o en s zo borde estriado. La pared hirsuta y los tabiques que dividen los
(×250). (Po co tesí de l D . M j S te .) zo tos dentro de los quistes suelen ser diagnósticos.
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 381
describir los distintos estadios que se producen en los hospeda- Figura 8-32. Q ste de Sarcocystis muris en l m sc l t es
dores paraténicos. Dentro de estos hospedadores la única orma q elét c de n tón (×200). (Po co tesí de l D . M e te
de división que tiene lugar es la end di genia, que se parece a F on llo.)
la esquizogonia, aunque sólo se orman dos células hijas en cada
organismo en división. Los únicos esquizontes reconocidos den-
tro de T. gondii se observan en las células epiteliales intestinales
de los élidos (v. g. 8-34). Los taquizo tos se dividen de orma
rápida y, en general, no resisten la digestión por pepsina. Los bra-
dizo tos se dividen lentamente, son resistentes a la digestión por
pepsina y orman quistes en los tejidos, que se reconocen con
acilidad en cortes histológicos de cerebro teñidos con PAS, de-
bido a que las ormas de división lenta almacenan material PAS
positivo. Los gatos pueden tener quistes de bradizo tos en todos
los tejidos, al igual que otros hospedadores ( g. 8-35). Los taqui-
zo tos se agrupan ormando seudoquistes intracelulares; los bra-
dizo tos se disponen densamente agrupados dentro de «quistes Figura 8-33. Q stes de Sarcocystis cruzi (izquierda) y Sarco
cystis bovi elis (derecha) en l m sc l t esq elét c de n
v c (×300). L p ed del q ste de S. bovi elis está en os d
y est d .
los invertebrados y los asexuales en los vertebrados, como por lleryi y Leucocytozoon simondi, que producen megaesquizontes
en pollos y gansos ( g. 8-38), respectivamente, y que pueden re-
sultar muy patógenas. Estos esquizontes pueden alcanzar un ta-
maño muy grande y resultar perjudiciales para el hospedador.
Hepatozoon
En Estados Unidos las hepatozoonosis se asocian a Hepato-
zoon americanum, que da lugar a estadios qu sticos en los mús-
culos del hospedador asociados a dolor muscular crónico en los
animales parasitados. Estos estadios se utilizan a menudo para
el diagnóstico, que se suele establecer a partir de una biopsia de
tejido muscular.
Cytauxzoon
Cytauxzoon es un parásito que puede matar a los gatos, con
Figura 8-36. b d zoítos de Neospora caninum en n q ste en recuencia, de orma muy aguda. Se describen esquizontes gran-
el ce e o de n pe o (×1.200). des dentro de los macró agos, lo que hace que éstos sean enormes.
384 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico
Figura 8-42. Fasciola hepatica en el colédoco de n v c (×20). Figura 8-44. Paragonimus kellicotti en el p lmón de n to (×5).
386 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico
Figura 8-46. Paragonimus kellicotti, n p ej de ve mes q e Figura 8-48. Hete ophy d e en el ntest no de n m p che
m est n l s esp n s en l c tíc l y l s lánd l s v tel n s (×40); l s esp n s del ext emo nte o son st nte ev dentes,
(×800). l q e l el c ón ent e l d el y l m cos ntest n l.
CAPíTULO 8 Diagnóstico histopatológico 387
Cestodos
Los cestodos que se reconocen en los cortes tisulares suelen ser
ormas larvarias, aunque siempre existe la posibilidad de encon-
trar un corte de una proglotis en una localización no habitual.
Los cestodos, a di erencia de los trematodos, no tienen intesti-
no en ninguna ase de larva o adulto. Al igual que sucede en los
trematodos, los órganos internos de los cestodos están inmersos
dentro de una matriz parenquimatosa; no existe cavidad corpo-
ral. Hay dos zonas principales de bras musculares no estriadas,
subtegumentaria y parenquimat sa ( g. 8-54). Los cestodos ab-
sorben los nutrientes del hospedador a través del tegumento, y la Figura 8-52. H evos de Heterobilharzia americana en el ntest
super cie sincitial se dispone con esta nalidad, sobre todo en los no de n m p che con n ecc ón n t l (×58).
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 8-58. Q ste h d tíd co lveol de Echinococcus multi Figura 8-61. Est o loce co de Taenia taeniae ormis enq st
locularis (×100) q e m est n se e de p otoescólex. do en el hí do de n top llo de l s p de s (×5).
390 C A P í T U L O 8 Diagnóstico histopatológico
Nematodos
Los nematodos vivos son animales seudocelomados con un cuer-
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Trichostrongyloidea
Los adultos de este grupo suelen ser vermes pequeños que
se localizan en el estómago o el intestino delgado. En el corte
transversal, se caracterizan por un pequeño número de células
musculares platimiarias y por un intestino constituido por unas
pocas células, a menudo con núcleos prominentes y un borde
Ancylostomatoidea
Figura 8-79. P e d lto m cho de Strongylus edentatus en el
Los Ancylostomatoidea, que se suelen llama vermes con ganchos
p lmón de n c llo (×15). Se ven dos co tes del ve me. El o ancilostomas, viven en el intestino en estado adulto y en el corte
s pe o es n co te t nsve s l ce c del ext emo c d l (v. muestran rasgos t picos de los estróngilos ( g. 8-85). Las larvas de
t m én . 877) y el n e o es n co te o l c o t vés de l los ancilostomas son relativamente pequeñas, en general miden
cáps l c l (v. t m én . 878). 14-16 mm de diámetro y tienen alas laterales dobles ( g. 8-86).