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EL URBANISMO Y SU DIMENSIÓN INTEGRAL E

INTEGRADORA

Un espacio manifiesto para reflexionar sobre la problemática urbana y


la labor de los Urbanistas en Colombia.

PRESENTADO POR:
WILLIAM ANDRES PANTOJA CUELLAR

PRESENTADO A:

ARQUITECTO URBANISTA

DIEGO FABIAN BOLAÑOS SARRIA

ELECTIVA VIII- INSTRUMENTOS DE GESTIÓN Y PLANIFICACIÓN TERRITORIAL

SEMESTRE 8

FUANDACION UNIVERSITARIA DE POPAYAN

POPAYAN – CAUCA
31 DE MARZO 2020
El documento reflexiona, sobre los inicios de la planificación urbanística en las
ciudades más importantes de Colombia, haciendo un comparativo entre diferentes
autores y ejemplos, de cómo se han manejado las planificaciones del territorio en
ciudades y países europeos, a partir de las preocupaciones y búsqueda de
soluciones en la historia del territorio, puesto que anteriormente, no se había
estructurado una planificación como tal, sobre el conocimiento de la arquitectura.
Como consecuencia de muchos factores como la violencia, el abandono estatal de
lo rural, entre otros, surge en Colombia un gran crecimiento de las ciudades, sin
contar con un plan de crecimiento adecuado, de allí, que algunas ramas del
conocimiento como la sociología, la antropología y las ciencias sociales, fueran
quienes esbozaran algunos intentos de planificación territorial, basándose en los
primeros debates urbanos de comienzos del siglo XX que en Colombia fueron
particularmente interesantes, sobre todo, al mirarlos históricamente, pues es el
inicio de las discusiones que la Europa industrializada había dado, desde hacía un
siglo antes o más y sin embargo, nuestras ciudades deberán transitar por las
mismas dificultades y por los experimentos fallidos de aquellos territorios, puesto
que tenemos una mentalidad de hacer o copiar lo que los países desarrollados
han plasmado.
En Colombia, el desarrollo de las ciudades ha tenido más intervención por la
política, que por la arquitectura, ya que siempre se hacen comparativos de las
ciudades europeas con respecto a las colombianas y no se ha logrado una
autenticidad en el planteamiento del territorio colombiano con sus pro y sus
contras, sabiendo que poseemos situaciones geográficas y socio-culturales
totalmente distintas a las europeas.
En las ciudades Europeas, se supone, existen mejores condiciones de vida, en
comparación a las observadas en la población rural y urbana de Colombia, en
donde existen asentamientos precarios, sin posibilidades de llevar a cabo un buen
planteamiento sobre el territorio, aparte de eso, en Colombia los primeros
mandatos los toman los políticos, que fueron, quizá, los primeros urbanistas
cuando pusieron de presente la necesidad de utilizar la ciencia, la técnica y la
cultura para resolver los problemas derivados del proceso de manifestación de las
primeras ciudades de Colombia.
El urbanismo moderno y la ausencia de la cultura del plan, posteriormente en los
años 30 del siglo XX y quizás por el prestigio que hayan ganado en el mundo los
arquitectos, urbanistas que provenían de la corriente llamada “movimiento
moderno” y los congresos internacionales de arquitectura moderna, la capital del
país y otras ciudades, optaron por experimentar procesos de planificación física,
ensayando instrumentos de regulación del suelo y procesos de zonificación de las
actividades, como elementos para direccionar la expansión urbana. En el contexto
nacional fue indispensable el aporte de la arquitectura, que ha sido una profesión
que se esmeró en busca de aportes teóricos y prácticos en la planeación de las
ciudades colombianas, especialmente con sus reflexiones acerca de cómo
aprovechar las particularidades topográficas, climáticas y culturales entre otros
subsistemas de las ciudad, de las laderas andinas, así como los intentos por
entregarle al urbanismo la enorme responsabilidad de rendir a la sociedad y
particularmente a las clases obreras o más vulnerables, reconociendo que la
cuestión fundamental estaba en la construcción del plan, como ente ordenador del
espacio económico de las ciudades, que se abocaron a transformaciones
especiales no planificadas, por efecto los procesos de industrialización, se logra la
reelaboración teórica y conceptual de los movimientos intelectuales que
emprendieron los nuevos procesos arquitectónicos y urbanísticos, para planificar
las ciudades sobre paramentos modernos, algunos de ellos revaluados por los
impactos de las ciudades en conflicto y por los nuevos desarrollos tecnológicos en
materia de planeación urbana y la insensibilidad de los arquitectos para con la
ciudad y lo urbano.
En este mismo período la profesión limito sus propias fronteras al campo del
proyecto arquitectónico y en menor medida al ser humano como una expansión
importante pero limitada de los estudios y aplicaciones para el ordenamiento
territorial, la plantación física, a la planeación del desarrollo, el plan regulador
como instrumento para responder con eficiencia a los retos del proceso acelerado
de expansión urbana, especialmente en las zonas residenciales precarias y los
portadores para la alianza para el progreso.
Argumentaban que el estado, tanto a nivel nacional como municipal no tenía las
capacidades económicas, ni de planeación y mucho menos el control de lo que le
permitirá asumir con realismo la aplicación de los reglamentos de zonificación y
subdivisión de tierras, tampoco la planificación del desarrollo lograba el consenso
suficiente, otra orilla del problema se asumía con el libre juego de la tecnología y
como consecuencia el papel culturista, como un suspenso instrumento de
neutralidad científica de estado de los conocimientos suficientes para asumir con
autonomía y autoridad las decisiones sobre el planteamiento del desarrollo
urbano, el elemento clave del problema científico va en ausencia de espacios de
concentración entre la administración de la comunidad y adicionalmente la
debilidad de los espacios de representatividad democrática efectiva del sistema
político-administrativo, Igualmente se cuestionaba el papel de los técnicos
quienes se consideran como relevantes de las opciones de los habitantes de los
sectores populares, por preocuparse más por las obras estrictamente locales y
del estado, que los planes generales.
En este caso el artículo nos hace entender que no se tenía en cuenta lo que era la
sociedad, para hacer planificación de ciudad, primaba más la inversión pública,
que la calidad de vida de todos sus habitantes en el territorio para lograr una mejor
planificación, solamente se pensaba en intereses de políticos y no sociales, en el
cual puede ser muy afectado el territorio, ya que hay sectores que no se logran
conectar entre lo urbano y lo rural, quedando así alguna población afectada por la
falta de conexión y planificación del territorio, los planes de ordenamiento
territorial para la mayoría de los municipios del país, inauguraron una nueva
modalidad de planeación que aspira tener una visión a más largo plazo en el
desarrollo urbanístico, tanto en los aspectos de gestión y administración como en
las actuaciones físico-espaciales, quizás una parte de la causa de este asunto en
la profunda crisis que puede estar sufriendo La academia en medio del conflicto
social.
El desarrollo de un territorio, especialmente por su incapacidad como dimensión
fundamental de la identidad en un mundo en proceso de globalización capitalista
vuelven los mandatos, y la planificación de la ciudad queda a manos de los
políticos y sus ideologías.
La arquitectura y el urbanismo para quienes los procesos de globalización, que
están en curso y los nuevos desarrollos tecnológicos están obligando a
repensarse, como sostienen algunos, los fundamentos de la disciplina de los
instrumentos utilizados y la praxis con la cual se ha intentado afrontar la
problemática urbana y ciudadana en los últimos tiempos desde la perspectiva
profesional las búsquedas contemporáneas a la superación de tal estado de cosas
que han intentado romper la dicotomía artificial entre proyecto arquitectónico y
planteamiento urbanístico o entre arquitectura y urbanismo, como los urbanistas
y planificadores y el desinterés de las profesionales de la arquitectura. Mientras
que otras comunidades profesionales instauraron sus argumentos discursivos
especialmente los economistas, abogados, sociólogos, estadísticos, geógrafos,
entre otros, se tiene en cuenta o se llega a una conclusión específica que la
ciudad no solo se debe planificar por la parte política, sino que debe ser un
conjunto de profesiones, los cuales se deben tener en cuenta, para lograr
planificar una adecuada ciudad en Colombia, que es un país en proceso de
desarrollo, con carencias en la planificación social y de identidad con el territorio.
Se propone, el ejemplo de la ciudad de Medellín, al tener un gran sentido de
pertenencia e identidad con el lugar, sus gobernantes locales y en ocasiones los
presidentes procedentes de la parte antioqueña aportan los recursos que son
aprovechados para la planificación y desarrollo urbano, requerido por la ciudad
para que se lleve un desarrollo social, económico, político adecuado y proveer la
calidad de vida a la población en general, en busca de llegar a ser una ciudad auto
sostenible, donde la misma ciudad genera empleo, empresas, mejores redes de
transporte público, trabajo, economía, sostenibilidad social, económica y
ambiental, conectividades de espacio público en las comunas más afectadas por
el conflicto social, ya que tiene muchas enlaces y sentido de pertenencia e
identidad con la ciudad y en el departamento como tal, entonces la crítica va a que
debemos cambiar la forma de pensar, en invertir en el territorio desde un carácter
social, político y todas las ramas profesionales para hacer un buen planteamiento
del país, en donde la población sea partícipe de los planes maestros y parciales,
además del plan de ordenamiento territorial, para que sea una planificación
acordé a las necesidades y que tenga un hilo conductor en donde todos seamos
partícipes con la ciudad y así lograr un mejor desarrollo, entonces crear nuevas
modalidades donde la población arte y parte, en donde las entidades profesionales
logren aportar sus conocimientos para generar una mejor estructuración de todos
los sistemas urbanos, tanto en la parte ambiental, movilidad, equipamientos
complementarios para toda la población en general, plan de viviendas de interés
social, pero que sea una vivienda digna, donde se analicen todos los sectores, los
culturas, las tradiciones y todos los aspectos sociales para llevar a cabo una
buena planificación de vivienda. Así mismo, crear mejores redes de transporte y
de espacio público que sean integradas para que la gente tome conciencia y
sentido de pertenencia con el lugar al que pertenecen para obtener mejoraría en el
aspecto social y de seguridad, porque en el espacio habitado se vive y se reducen
los índices de inseguridad.

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