Sie sind auf Seite 1von 7

Cristo te Quiere Liberar

3ABN Latino
03 ECP Evangelizando con poder
Campaña: Un nuevo comienzo
Sermón: Cristo te quiere liberar -
Basado en El Camino a Cristo Capítulo 3 - Un Poder Misterioso que convence
Versión de la Biblia: Reina Valera Gómez

Cristo te Quiere Liberar

Pregunta:¿Cómo se hará justo el pecador?

¿Como se justificará el hombre con Dios?

Al mirarnos a nosotros mismos en busca de justicia por medio de la cual hallar aceptación ante
Dios, miramos en la dirección equivocada

Romanos 3:23  Por cuanto todos pecaron, y estándestituidos de la gloria de Dios;

Pregunta: ¿Qué es pecado?

1Juan 3:4  Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es
transgresión de la ley.

Este versículo se refiere a la santa ley de Dios, Los Diez Mandamientos

1Juan 3:5  Ysabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.

Sólo por intermedio de Cristo podemos ser puestos en armonía con Dios y con la santidad.
Pero. Ahora llegamos a una pregunta sumamente importante:

Pregunta:¿Cómo debemos ir a Cristo?

Muchos formulan hoy la misma pregunta que hizo la multitud el día de Pentecostés, cuando,
convencida de pecado, exclamó:

Hechos2:37  Y al oíresto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros


apóstoles: Varones hermanos, ¿quéharemos?

La primera palabra de la respuesta del apóstol Pedro fué: “Arrepentíos.”

Hechos 3:19  Asíque, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados;
para que vengan tiempos de refrigerio de la presencia del Señor,

Noten que el apóstol Pedro dijo arrepentíos y convertíos. Esto es porque el arrepentimiento
divino y genuino produce un cambio en la vida de la persona.

Pregunta: ¿Que es el arrepentimiento?

El arrepentimiento comprende tristeza por el pecado y abandono del mismo.

1 de 7
Cristo te Quiere Liberar

La realidad es que verdaderamente no renunciamos al pecado a menos que veamos su


pecaminosidad. Mientras no lo repudiemos de corazón, no habrá cambio real en nuestra vida.
{CC 23.2}

Muchos no entienden la naturaleza verdadera del arrepentimiento. Muchas personas se


entristecen por haber pecado, y aun se reforman exteriormente, porque temen que su mala
vida les provoque sufrimientos. Pero esto no es arrepentimiento en el sentido bíblico. Lamentan
el dolor más bien que el pecado.

Vamos a considerar algunos ejemplos. Esaú,el hermano de Jacob, cuando vio que había
perdido su primogenitura para siempre lamentó lo que había perdido, o sea el resultado, pero
no el pecado. Por supuesto, entendemos que lo que Jacob hizo no estaba bien tampoco.

Algunos piensan que Judas Iscariote sinceramente se arrepintió. Vamos a considerar este
caso. Este es un caso interesante, pero triste.

Lucas 22:1-6  1Y se acercaba el día de la fiesta de los panes sin levadura, que es llamada la
Pascua.
2 Y los príncipes de los sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarle; porque temían al
pueblo.
3Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce;
4y éste fue y habló con los príncipes de los sacerdotes, y con los magistrados, de cómo se lo
entregaría.
5Y ellos se alegraron, y convinieron en darle dinero.
6Yél prometió, y buscó oportunidad para entregárselo en ausencia del pueblo.

¡Que triste! El pecado de Judas fue premeditado. Fue Satanás que puso la idea en la mente de
Judas. El la consideró, y decidió tener una reunión secreta con los sacerdotes y escribas para
saber cuánto dinero podía ganar por si entregaba a Jesús. Se pusieron de acuerdo acerca del
dinero y Judas buscó oportunidad para cometer el horrible pecado de traicionar a Cristo. Pero,
las cosas no salieron como Judas pensaba. Fue sorprendido al darse cuenta que Jesús, no se
escapó, no resistió, y fue condenado a la muerte.

Mateo 27:3-4  3Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado,
arrepentido, devolvió las treinta monedas de plata a los príncipes de los sacerdotes y a los
ancianos,
4diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Pero ellos dijeron: ¿Qué a nosotros?
Míralo tú.

La historia de Judas nos enseña que ocurre con una persona que permite que Satanás entre
en su vida y no rechaza las ideas que él le presenta. El caso de Judas es triste porque a pesar
de estar tan cerca de Jesús, amaba más al mundo que a su amante salvador, Cristo Jesús.
Lamentablemente el amor al dinero y posición dominó su vida y cometió un horrible pecado.

El remordimiento solo no es arrepentimiento genuino


En algunas ocasiones en un relato de la Biblia y en la vida actual es difícil distinguir entre el
remordimiento y el arrepentimiento. Por eso la Biblia dice, “por sus frutos los conoceréis”. En la
Biblia la mayoría de los casos es el contexto del relato que nos ayuda entender si es
arrepentimiento o remordimiento. Al estudiar el significativo de las dos palabras vamos a ver
que en ambas experiencias puede existir tristeza.

2 de 7
Cristo te Quiere Liberar

El remordimiento es producto o reacción al hecho de que las cosas no salieron como uno
pensaba. Por ejemplo, un ladro que intenta robar en un banco y lo arrestan, se va a lamentar y
poner triste por los resultados. Él está triste por los resultados pero no por el pecado o crimen
que ha cometido. Pero, entienda que cuando uno comete un pecado Dios en su amor y
misericordia obra en el corazón para dirigir esa persona hacia al arrepentimiento. Si la persona
no rechaza el llamado de Dios, entonces esa persona experimentará tristeza por el pecado y no
va a querer seguir pecando. Ya no quiere ser un esclavo de Satanás.

El arrepentimiento de Judas fue como el de Esaú. Lo que sintió fue remordimiento no


acompañado por un cambio de parecer. En el caso de Judas, lo llevó al suicidio. No hubo
ningún cambio básico en el carácter. Después de traicionar a su Señor, exclamó:“¡He pecado
entregando la sangre inocente!” Esta confesión fué arrancada a su alma culpable por un
tremendo sentimiento de condenación y una pavorosa expectación de juicio. Las
consecuencias que habría de cosechar le llenaban de terror, pero no experimentó profundo
quebrantamiento de corazón ni dolor en su alma por haber traicionado al Hijo inmaculado de
Dios y negado al Santo de Israel.

Otro ejemplo es cuando el faraón de Egipto sufría bajo los juicios de Dios, reconocía su pecado
a fin de escapar al castigo, pero volvía a desafiar al Cielo tan pronto como cesaban las plagas.
Todos los mencionados lamentaban los resultados del pecado, pero no experimentaban pesar
por el pecado mismo. {CC 24.1}

En el remordimiento la persona experimenta el fin amargo de su pecado. La persona sufre por


los resultados, no le gusta como salieron las cosas, y no acepta el llamado de Dios al
arrepentimiento, no busca el perdón de Dios, no quiere cambiar su vida.

En la segunda epístola de Corintios El apóstol Pablo presenta las dos palabras en los
siguientes versículos:

2Corintios 7:8-11  8Porque aunque os contristé con la carta, no me arrepiento, bien que me


arrepentí; porque veo que aquella carta, aunque por un poco de tiempo, os contristó.
9Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para
arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida
padecieseis por nosotros.
10Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay
que arrepentirse; mas la tristeza del mundo produce muerte.
11Porque he aquí, esto mismo que os contristósegún Dios; ¡cuánta solicitud ha obrado en
vosotros, y qué defensa, y qué indignación, y qué temor, y qué gran deseo, y qué celo, y aun
vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en este asunto.

Aquí vemos que la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación.

Ahora vamos a ver de donde procede al arrepentimiento genuino.

El arrepentimiento genuino
Romanos 2:4  ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, y paciencia y longanimidad,
ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?

Pero cuando el corazón cede a la influencia del Espíritu de Dios, la conciencia se vivifica y el
pecador discierne algo de la profundidad y santidad de la sagrada ley de Dios, que es el
fundamento de su gobierno en los cielos y en la tierra. El arrepentimiento es un don de Dios. El

3 de 7
Cristo te Quiere Liberar

sufrimiento o tristeza que corresponde a la voluntad de Dios resultan en un cambio de corazón


hacia salvación. La Biblia dice hablando de Jesús:

Juan1:9  Aquél era la Luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene a este mundo.

En este versículo podemos ver que Cristo Jesús ilumina las cámaras secretas del alma, y
quedan reveladas las cosas ocultas. La convicción se posesiona de la mente y del corazón. El
pecador reconoce entonces la justicia de Jehová, y siente terror de aparecer en su iniquidad e
impureza delante del que escudriña los corazones. Al considerar que Jesús murió por sus
pecados, ve el amor de Dios, la belleza de la santidad y el gozo de la pureza. Ansía ser
purificado y restituido a la comunión del cielo. {CC 24.2}

El arrepentimiento genuino debe producir un cambio, buenos frutos


Mateo 3:4-8  4Y Juan mismo tenía su vestidura de pelo de camello, y un cinto de cuero
alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.
5Entonces salía aél Jerusalén, y toda Judea, y toda la región de alrededor del Jordán;
6 y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.
7 Pero cuando vio que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les dijo:
Generación de víboras, ¿quién os enseñóa huir de la ira que vendrá?
8Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,

El arrepentimiento del rey David


La oración de David después de su caída ilustra la naturaleza del verdadero dolor por el
pecado. Su arrepentimiento fué sincero y profundo. No se esforzó él por atenuar su culpa y su
oración no fué inspirada por el deseo de escapar al juicio que le amenazaba. David veía la
enormidad de su transgresión y la contaminación de su alma; aborrecía su pecado. No sólo
pidió perdón, sino también que su corazón fuese purificado. Anhelaba el gozo de la santidad y
ser restituido a la armonía y comunión con Dios. Este era el lenguaje de su alma: {CC 25.1}

Salmos 51:1-121Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud


de tus piedades borra mis rebeliones.
2 Lávamemás y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado.
3 Porque yo reconozco mis rebeliones; y mi pecado está siempre delante de mí.
4 Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos: Para que seas
reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio.
5 Heaquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.
6 Heaquí, tú amas la verdad en lo íntimo; y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
7 Purifícame con hisopo, y seré limpio: Lávame, y seré más blanco que la nieve.
8 Hazme oír gozo y alegría; y se recrearán los huesos que has abatido.
9 Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades.
10  Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí.
11  No me eches de delante de ti; y no quites de mí tu Santo Espíritu.
12  Vuélveme el gozo de tu salvación; y el espíritu libre me sustente.

Debemos ir a Cristo tales como somos


Precisamente en este punto es donde muchos yerran, y por ello no reciben la ayuda que Cristo
quiere darles. Piensan que no pueden ir a Cristo a menos que se arrepientan primero, y que el
arrepentimiento los prepara para que sus pecados les sean perdonados. Es verdad que el
arrepentimiento precede al perdón de los pecados; porque es únicamente el corazón

4 de 7
Cristo te Quiere Liberar

quebrantado y contrito el que siente la necesidad de un Salvador; pero no es necesario que el


pecador espere hasta que se haya arrepentido antes de ir a Jesús, nuestro Salvador. {CC 25.4}

La Sagrada Escritura no enseña que el pecador deba arrepentirse antes de poder aceptar la
invitación de Cristo. Querido amigo esta noche Jesús te invita a que vengas a Él no importa tú
condición. Jesús en este momento te dice:

Mateo 11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

La virtud proveniente de Cristo es la que nos induce a un arrepentimiento genuino. El apóstol


Pedro presentóel asunto de una manera muy clara cuando dijo a los israelitas:

Hechos 5:31 A Éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel
arrepentimiento y perdón de pecados.
Tan imposible es arrepentirse si el Espíritu de Cristo no despierta la conciencia como lo es
obtener el perdón sin Cristo. {CC 26.1}

Él es la fuente de todo buen impulso. Es el único que puede implantar en el corazón enemistad
contra el pecado. Todo deseo de verdad y pureza, toda convicción de nuestra propia
pecaminosidad evidencia que su Espírituestá obrando en nuestro corazón. {CC 26.2}.

En la vida del Salvador, fueron perfectamente ejemplificados los principios de la ley de Dios: el
amor a Dios y al hombre. La benevolencia y el amor desinteresado fueron la vida de su alma.
Cuando contemplamos al Redentor, y su luz nos inunda, es cuando vemos la pecaminosidad
de nuestro corazón. {CC 28.1}

Si percibestu condición pecaminosa, no esperes hasta hacerte mejor a ti mismo. ¡Cuántos hay
que piensan que no son bastante buenos para ir a Cristo!

Pregunta: ¿Puede el ser humano mejorar por su propio esfuerzo?

La Biblia responde esta pregunta en el libro de Jeremías:

Jeremías 13:23 ¿Podrá el etíope mudar su piel, o el leopardo sus manchas? Entoncestambién


vosotros podéis hacer bien, estando habituados a hacer mal.

Únicamente en Dios hay ayuda para nosotros. No debemos permanecer en espera de


persuasiones más fuertes, de mejores oportunidades, o de tener un carácter más santo. Nada
podemos hacer por nosotros mismos. Debemos ir a Cristo tales como somos. {CC 31.1}

El peligro de pensar Dios es bueno, El salvará a todos


Tenemos que hablar de un peligro que existe en las mentes de algunas personas. Por favor,
que nadie se engañe a sí mismo pensando que Dios, en su grande amor y misericordia, salvará
aun a los que rechazan su gracia. La excesiva corrupción del pecado puede medirse tan sólo a
la luz de la cruz. Cuando los hombres insisten en que Dios es demasiado bueno para desechar
al pecador, miren al Calvario. Si Cristo cargó con la culpa del desobediente y sufrió en lugar del
pecador, fué porque no había otra manera en que el hombre pudiera salvarse, porque sin ese
sacrificio era imposible que la familia humana escapase del poder contaminador del pecado y
fuese restituída a la comunión con seres santos, era imposible que volviese a participar de la
vida espiritual. El amor, los sufrimientos y la muerte del Hijo de Dios, todo atestigua la terrible

5 de 7
Cristo te Quiere Liberar

enormidad del pecado y prueba que no hay modo de escapar de su poder ni esperanza de una
vida superior, sino mediante la sumisión del alma a Cristo. {CC 31.2}

2Pedro 3:9 El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos vengan al
arrepentimiento.
El peligro de esperar hasta la próxima oportunidad
Ten cuidado con las dilaciones. No debemos postergar la obra de abandonar nuestros pecados
y buscar la pureza del corazón por medio del Señor Jesús. En esto es donde miles y miles han
errado a costa de su perdición eterna. No insistiré aquí en la brevedad e incertidumbre de la
vida; pero se corre un terrible peligro, que no se comprende lo suficiente, cuando se posterga el
acto de ceder a la voz suplicante del Santo Espíritu de Dios y se prefiere vivir en el pecado,
porque tal demora consiste realmente en esto. No se puede continuar en el pecado, por
pequeño que se lo considere, sin correr el riesgo de una pérdida infinita. Lo que no venzamos
nos vencerá a nosotros y nos destruirá. {CC 32.2}

Ezequiel 18:32 Porque yo no quiero la muerte del que muere, dice el Señor Jehová,
convertíos, pues, y viviréis.

Toda transgresión, todo descuido o rechazamiento de la gracia de Cristo, obra indirectamente


sobre nosotros; endurece el corazón, deprava la voluntad, entorpece el entendimiento, y no
sólo os vuelve menos inclinados a ceder, sino también menos capaces de oír las tiernas
súplicas del Espíritu de Dios. {CC 33.2}

Muchos están apaciguando su conciencia inquieta con el pensamiento de que pueden cambiar
su mala conducta cuando quieran; de que pueden tratar con ligereza las invitaciones de la
misericordia y, sin embargo, seguir sintiendo las impresiones de ella. Piensan que después de
menospreciar al Espíritu de gracia, después de echar su influencia del lado de Satanás, en un
momento de extrema necesidad pueden cambiar su modo de proceder. Pero esto no se logra
tan fácilmente. La experiencia y la educación de una vida entera han amoldado de tal manera
el carácter, que pocos desean después recibir la imagen de Jesús. {CC 33.3}

Un solo rasgo malo en el carácter, un solo deseo pecaminoso, persistentemente albergado,


neutraliza con el tiempo todo el poder del Evangelio. Cada vez que uno cede al pecado, se
fortalece la aversión del alma hacia Dios. El hombre que manifiesta un descreído atrevimiento o
una estólida indiferencia hacia la verdad, no está sino segando la cosecha de su propia
siembra. En toda la Escritura no hay amonestación más terrible contra el hábito de jugar con el
mal que estas palabras del sabioSalomon:

Proverbios5:22  Prenderánal impío sus propias iniquidades, y detenido será con las cuerdas
de su pecado;

El llamado
Considera a Jesús. Él fue levantado en alto en la cruz de sobre la tierra. El fue quien murió por
tus pecados y tomó sobre el mismo todos tus pecados. Al morir por tus pecadores, Cristo
manifestóun amor incomprensible, El hizo ese sacrificio para que tu tenga la oportunidad de ser
perdonado, aceptado y ser hecho un hijo de Dios. Cristo pagó El gran precio por tu salvación,
Él fue traspasado por tus pecados.

Puede ser que en esta noche El Espíritu Santoestá hablando a tu corazón y está creando en ti
un deseo indecible de algo que no tienes. Las cosas del mundo no pueden satisfacer tu ansia.

6 de 7
Cristo te Quiere Liberar

El Espíritu de Dios te suplica que busques las únicas cosas que pueden dar paz y descanso: la
gracia de Cristo y el gozo de la santidad. Por medio de influencias visibles e invisibles, nuestro
Salvador está constantemente obrando para atraer tu corazón y liberarte de los vanos placeres
del pecado a las bendiciones infinitas que puedes obtener de El. Cristo te ama y hoy te está
llamando al arrepentimiento.

Si en tu corazón existe el anhelo de algo mejor que cuanto este mundo pueda dar, reconoced
en este deseo la voz de Dios que habla a tu alma. Pídele que te dé arrepentimiento, que te
revele a Cristo en su amor infinito y en su pureza absoluta. Pídele como David Lávamemás y
más de mi maldad, y límpiame de mi pecado.

Yo quiero orar por ti esta noche. Si tú quiere decirle a Jesús“Lávame más y más de mi maldad,
y límpiame de mi pecado”, yo te invito a pasar al frente en este momento (mientras escuchas
este himno que va a cantar ——-). Si es tú deseo decirle a Jesús
 “Purifícame y seré limpio: Lávame, y seré más blanco que la nieve”, yo te invito a pasar al
frente.

Cristo está listo para libertarnos del pecado, pero no fuerza la voluntad; y si ésta, por la
persistencia en la transgresión, se inclina por completo al mal, y no deseamos ser libres ni
queremos aceptar la gracia de Cristo, ¿quémás puede El hacer? Al rechazar deliberadamente
su amor, hemos labrado nuestra propia destrucción. La Biblia dice “¡He aquí ahora es el tiempo
acepto! ¡he aquí ahora es el día de salvación!” “¡Hoy, si oyereis su voz, no endurezcáis
vuestros corazones!”17 {CC 34.2}

¿Hay alguien más que desea aceptar la invitación de Dios?

¿Quién le quiere decir a Dios como lo hizo David? ¡Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y
renueva un espíritu recto dentro de mí!”(Salmos 51:10 ).

Cuando tu veas la enormidad del pecado, cuando te ves como eres en realidad, no te
entregues a la desesperación, pues a los pecadores es a quienes Cristo vino a salvar. No
tenemos que reconciliar a Dios con nosotros, sino que—¡oh maravilloso amor! Mira lo que dice
en en 2 Corintios 5:19:

2Corintios 5:19 De manera que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no
imputándole sus pecados, y nos encomendó a nosotros la palabra de la reconciliación.

Por su tierno amor está atrayendo a sí los corazones de sus hijos errantes. Ningún padre según
la carne podría ser tan paciente con las faltas y los yerros de sus hijos, como lo es Dios con
aquellos a quienes trata de salvar. Nadie podría argüir más tiernamente con el pecador. Jamás
enunciaron los labios humanos invitaciones más tiernas que las dirigidas por Dios al extraviado.
Todas sus promesas, sus amonestaciones, no son sino la expresión de su amor inefable. {CC
35.3} (Adaptado)

7 de 7

Das könnte Ihnen auch gefallen