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Sin una legítima compensación por la gestión realizada, resulta improbable que el
habilitado para el ejercicio de la profesión concurra voluntariamente a representar al afiliado
vulnerado en sus derechos fundamentales y víctima de los abusos cometidos por parte de
grandes corporaciones, por manifiesta que sea la justicia de la causa, debiendo por tanto,
soportar una carga pecuniaria que, acorde a las disposiciones de nuestra Carta Fundamental,
no debe tolerar. Por todo lo anterior, es que consideramos que al menos en esta materia
particular, el resolver en el sentido de la sentencia apelada en cuanto a las costas, vienen a
constituir en letra muerta la referida garantía constitucional, consiguiendo solo favorecer la
posición de las isapres y entregar un equivocado mensaje para que éstas perpetúen
aparentes políticas institucionales, que han devenido en un constante vulnerar de derechos
fundamentales de sus afiliados.
Que por lo demás, el resultado de la acción de protección, por otra parte, demostró que
nuestra parte estaba apoyada por la razón, la justicia y la ley, viéndose compelido por la
actitud abusiva de la recurrida, en orden a poner en movimiento el aparato judicial, incurriendo
para ello en gastos y desembolsos que nunca debió haber efectuado.
Que, existe jurisprudencia al respecto por parte de la Excelentísima Corte Suprema de
Justicia, en sentencia de fecha seis de septiembre del año dos mil doce, Rol: 6178-2012, en
cuanto señaló:
“Tercero: Que atendido el mérito de los antecedentes, de los que aparece que el
recurso deducido en lo principal de la presentación de fojas 9 fue acogido íntegramente y que
la actuación arbitraria de la Isapre obligó a la parte interesada a accionar, se estima acertado
condenar en costas a la parte recurrida, por lo que así se declarará. “
RUEGO A SS. ILUSTRÍSIMA: Se sirva tener por interpuesto, en tiempo y forma, recurso de
apelación en contra de la sentencia definitiva de primera instancia, admitirlo a tramitación,
concederlo, y elevar los autos para ante la EXCMA. CORTE SUPREMA, para su
conocimiento y resolución, con el objeto de que ésta decrete condenar a la recurrida al pago
de las costas de la presente acción judicial.