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Ciudad de Buenos Aires, 13 de julio de 2018.

Y VISTOS; CONSIDERANDO:

I. Que Patricia Noemí Simeone, Debora Judith Kozak, Gabriela Rosana Ortega,
Gustavo Enrique Alcaraz, Cecilia Beatriz Buratti, Vanesa Zito Lema y María Cecilia Pfister,
en su carácter de ciudadanos, con el patrocinio letrado del Dr. Ramiro Joaquín Dos Santos
Freire, en su carácter de Defensor Oficial, iniciaron acción de amparo en los términos de la
ley 104 contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires –Ministerio de Educación– (en
adelante GCBA) con el objeto que se les brinde la información solicitada mediante oficio
158/18.
Relataron que el Poder Ejecutivo presentó ante la Legislatura de la Ciudad de
Buenos Aires, en forma inconsulta, el proyecto de ley INLEG-2017-28021408-AJG mediante
el cual se pretende crear la Universidad de Formación Docente de la Ciudad de Buenos Aires (en
adelante UniCABA).
Manifestaron que no se le había dado participación a la comunidad educativa
en la elaboración del proyecto de ley, no había información con relación a la
implementación de mecanismos de participación ciudadana en esa etapa, ni respecto de la
dependencia que lo elaboró.
Adujeron que el proyecto tenía “varios puntos oscuros, que de aprobarse la
propuesta tal cual está diseñado, afectarían derecho adquiridos de los estudiantes, docentes y
directivos del sistema de educación terciaria” (v. fs. 1 vta.).
Indicaron que el citado proyecto de ley no aportaba certezas sobre la
continuidad del trayecto educativo de los estudiantes o de la continuidad laboral del
personal docente y no docente, de los institutos que se transferirían a la UniCABA.
Puntualizaron que no se habían aportado informes o estudios publicados que
analizaran si la formación docente en una universidad era mejor o peor, en términos
cualitativos que en los institutos de formación docente.
Destacaron que “no se p[odía] generar un cambio tan significativo, como cerrar 29
institutos de formación docente, muchos de ellos creados por los padres fundadores del sistema
educativo argentino, sin consultar a nadie, y mucho menos sin consultar a quienes le han dedicado
su vida y su carrera profesional, a la formación de los docentes del nivel terciario” (v. fs. 2 vta.).
Señalaron que en la etapa de elaboración del proyecto de ley en cuestión no se
había convocado a los rectores de los institutos de formación profesional.
Expresaron que, en materia de educación, las transformaciones estructurales
requerían años de implementación y un debate serio, responsable y consensuado.
En particular, solicitaron que se informara: 1. El organismo o dependencia que
elaboró el proyecto de creación de “UniCABA”, indique quiénes lo integran, detallando sus
antecedentes académicos y profesionales; 2. Si se implementaron mecanismos de
participación ciudadana y de discusión sobre el proyecto de ley; 3. Si se generaron ámbitos
de discusión sobre el proyecto de creación, y en caso afirmativo indique qué difusión y qué
carácter se le dio; 4. Si se convocó a discutir el proyecto de creación a sindicatos del sector,
a centros de estudiantes, a directivos de los Institutos de Educación Superior de Formación
Docente, y a instituciones u organizaciones académicas vinculadas con la educación; 5. La
estimación presupuestaria que se calcula para la implementación , y si tiene previsto su
financiación a través de organismos de crédito internacionales; 6. Con relación al artículo 6
del proyecto de ley, que autoriza al Poder Ejecutivo a transferir a UNICABA el nivel
terciario de gestión estatal, indique si está prevista la disolución de los 29 Institutos de
Educación Superior de Formación Docente, y en caso afirmativo si tienen proyectado algún
cronograma de implementación; 7. Con relación al artículo citado precedentemente,
indique el tratamiento que se le dará a los estudiantes de los cohortes que al momento de la
implementación, no hubieren finalizado la aprobación del plan de estudios en los Institutos
de Educación Superior de Formación Docente; 8. Con relación al artículo 11 del proyecto de ley,
que de aprobarse establecería la transferencia del personal docente y no docente de
los Institutos de Educación Superior de Formación Docente a UniCABA, conservando salario y
antigüedad, indique si tal transferencia, incluiría al personal designado interinamente; 9.
Con relación al artículo citado en el punto anterior, indique si está previsto algún régimen
de retiro voluntario, o el pase a disponibilidad de personal; 10 Si el Ministerio tiene
previsto la utilización de algún inmueble para el funcionamiento de UniCABA, y, en caso,
afirmativo indique si existen licitaciones o actuaciones administrativas tendientes a la
readecuación edilicia del mismo.
Señalaron que, a la fecha de promoción de esta acción, no se había brindado
respuesta a la información solicitada mediante el oficio citado.
Fundaron en derecho su pretensión y ofrecieron prueba.

II. Que, con posterioridad al inicio de la acción, se presentaron seiscientos


sesenta y cinco (665) nuevos actores (v. fs. 29/69 vta., 76/77 vta. y 80/104 vta.), los que
fueron tenidos por parte, al igual que los mencionados en el escrito de inicio, en el carácter
de ciudadanos invocado y acreditado –ver proveídos del tribunal de fs. 79/79 vta. y fs.
105/106–.
III. Que se presentó el Dr. Roque Matías Di Biase, en su carácter de apoderado
del GCBA y contestó la demanda (v. fs. 114/151 vta.).
Cuestionó el patrocinio letrado del Sr. Defensor Oficial de la parte actora por
cuanto no se verificarían, en el caso de autos, los supuestos previstos en la Ley Orgánica del
Ministerio Público que habilitan su intervención.
Acompañó las notas NO-2018-16942574–DGCLEI, NO-2018-16930896–
SSPLINED y el informe IF-2018-16940065–DGCLEI en los que su representada brindaba
acabada respuesta a la información solicitada por los accionantes en la demanda.
En razón de ello, solicitó que se declarara abstracta la cuestión y que,
finalmente, se rechazara la acción entablada.

IV. Que, conferido el pertinente traslado, solo lo contestaron los coactores


Simeone, Kozak, Alcaraz y Zito Lema, quienes manifestaron que, contrariamente a lo
sostenido por el GCBA, no se encontraba cumplido el objeto de la acción puesto que, a su
entender, la información brindada no había aportado mayor claridad respecto del proyecto
de ley de creación de la UniCABA y subsistía una “situación de preocupante incertidumbre
para los estudiantes, docentes, no docentes y directivos que integran los 29 Institutos de Formación
Docente de la Ciudad de Buenos Aires” (v. fs. 158).
En consecuencia, solicitaron que se rechazara el planteo de declaración de
abstracto y que se condenara a la demandada a brindar la información de los puntos 1 a 8 y
10 del oficio 158/18 (v. fs. 153/159).
Finalmente, habiendo dictaminado la Sra. fiscal (v. fs. 163/164), se llamaron los
autos a sentencia (v. fs. 165).

V. Que, en función a la cuestión propuesta, es menester señalar que el derecho


de acceso a la información pública se deriva de los artículos 1°, 14, 33, 41, 42, 43 y 75 inciso
22, de la Constitución nacional. Ello por cuanto la publicidad de los actos de gobierno es
una consecuencia de la forma republicana que consagra el artículo 1° de la Ley
Fundamental (cfr. Vallefín, Carlos A., El acceso a la información pública. Sus principales
aspectos en la Ciudad autónoma de Buenos Aires y sus vinculaciones con la regulación en el ámbito
federal: en Balbín, Carlos F. [director], Código Contencioso Administrativo y Tributario de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Comentado y Anotado, 3ª ed., Abeledo Perrot, Buenos Aires,
2012, t. II, pág. 1454 y doctrina allí citada).
Asimismo, el derecho de buscar y recibir información se encuentra
expresamente reconocido por distintos tratados con jerarquía constitucional (cfr. art. 75,
inc. 22 CN) entre ellos, la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre (art. IV),
la Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 19), la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (art. 13.1), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 19.2).
De consuno con lo indicado, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, recordó
que en el caso “Claude Reyes y otros vs. Chile”, fallado el 19 de septiembre de 2006, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos había señalado que (…) “el derecho a la libertad de
pensamiento y de expresión contempla la protección del derecho de acceso a la información bajo
control del Estado, el cual también contiene de manera clara las dos dimensiones, individual y social,
del derecho a la libertad de pensamiento y de expresión, las cuales deben ser garantizadas por el
Estado de forma simultánea (...). En una sociedad democrática es indispensable que las autoridades
estatales se rijan por el principio de máxima divulgación, el cual establece la presunción de que toda
información es accesible, sujeto a un sistema restringido de excepciones, pues el actuar del Estado
debe encontrarse regido por los principios de publicidad y transparencia en la gestión pública, lo que
hace posible que las personas que se encuentran bajo su jurisdicción ejerzan el control democrático de
las gestiones estatales, de forma tal que puedan cuestionar, indagar y considerar si se está dando un
adecuado cumplimiento de las funciones públicas. El acceso a la información bajo el control del
Estado, que sea de interés público, puede permitir la participación de la gestión pública a través del
control social que se puede ejercer con dicho acceso" (cfr. Fallos: 338:1258; 335:2393; 337:256;
339:827; 337:1108).
Es otras palabras, el derecho a la información pública “se encuentra ligado al
principio de publicidad de los actos de gobierno. Ello, toda vez que no puede hablarse de
transparencia de la actividad administrativa y de los actos de los gobernantes, si como contrapartida
no se garantiza el acceso al público para tomar conciencia de los mismos” (cfr. Basterra, Marcela
I., El derecho de acceso a la información pública en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A
propósito del caso ‘Pérez Esquivel’, accesible en http://marcelabasterra.com.ar/).
En ese contexto, cabe agregar que, en el ámbito nacional, se sancionó la ley
27275 (publicada el 29/09/2016) reglamentada por el decreto 79/2017 que modificó el
decreto 1172/03 de acceso a la información pública.

VI. Que, a nivel local, en la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos


Aires –en adelante CCABA– se dispone que “todos los actos de gobierno son públicos” (art. 1°),
que “la ciudad garantiza el derecho a comunicarse, requerir, difundir y recibir información
libremente” (art. 12, inciso 2°) y que son deberes del Jefe de Gobierno “arbitrar los medios
idóneos para poner a disposición de la ciudadanía toda la información y documentación atinente a la
gestión de gobierno de la Ciudad” (art. 105, inciso 1°).
En ese marco la legislatura porteña sancionó la ley 104 de Acceso a la
Información –texto modificado por ley 5784–, reglamentada por el decreto 260/2017, en la
que en forma específica se reconoce el derecho de toda persona a “…solicitar y a recibir
información completa, veraz, adecuada y oportuna…” (art. 1°) de cualquier órgano de la
Administración central y descentralizada (art. 3° –modif. por ley 5926–). A su vez, en el
artículo 4° se dispone que: “[d]eberá proveerse la información contenida en documentos escritos,
fotográficos, grabaciones, soporte magnético, digital o en cualquier otro formato, incluyendo base de
datos, acuerdos, directivas, reportes, estudios, oficios, proyectos de ley, disposiciones, resoluciones,
providencias, expedientes, informes, actas, circulares, contratos, convenios,
estadísticas, instructivos, dictámenes, boletines o cualquier otra información registrada en cualquier
fecha, forma y soporte; que haya sido creada u obtenida por el órgano requerido, y que se encuentre
en su posesión y bajo su control” (el destacado no pertenece al original), y en su artículo 5° se
prescribe que: “[l]a información debe ser brindada en el estado en que se encuentre al momento de
efectuarse la solicitud. En el caso de no poseer la información requerida, el órgano consultado tiene la
obligación de informar los motivos por los cuales no la posee”. En cuanto a la solicitud, en el
artículo 9° de la citada ley, se establece debe realizarse “…por medio escrito o por vía
electrónica (…) deberá contener: a. Nombre y apellido y dato de contacto; b. El/la solicitante deberá
constituir domicilio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o correo electrónico donde serán
consideradas válidas todas las notificaciones que se cursen; c. La información que solicita…” y que
la Ciudad debe evacuar la consulta en un plazo no mayor de quince (15) días hábiles,
prorrogables excepcionalmente por otros diez (10) días hábiles (art. 10).
En este sentido, en la norma se garantiza el derecho al libre acceso a la
información que sea requerida de acuerdo a lo previsto en el artículo 9º, y siempre que se
encuentre “contenida”, “creada” u “obtenida” por el órgano requerido, y bajo su posesión y
control.
Finalmente, en el artículo 12 de la ley de Acceso a la Información Pública local, se
prevé que “[e]n caso que el/la peticionante considere que su solicitud de información no hubiere
sido satisfecha o si la respuesta a la requisitoria hubiere sido ambigua o parcial, podrá
considerarlo como negativa injustificada a brindar información, quedando habilitada la vía de
reclamo prevista en la presente ley o la Acción de Amparo ante el fuero Contencioso Administrativo
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

VII. Que, a tenor de lo expuesto, de las constancias de la causa se desprende


que el titular de la Defensoría Oficial 5 ante el fuero, solicitó el 9 de abril de 2018
información al Ministerio de Educación con relación al proyecto de ley INLEG-2017-
28021408-AJG referido a la creación de la Universidad de Formación Docente de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, mediante el oficio 158/18 (v. fs. 14/15 vta.).
Cabe destacar que el Sr. Defensor Oficial, Dr. Ramiro Dos Santos Freire
peticionó en sede administrativa la información aludida, en uso de las facultades
conferidas en el artículo 20 de la ley 1903, en el que se lo autoriza a requerir informes a los
órganos administrativos para el mejor cumplimiento de sus funciones. Nótese, por lo
demás, que en el oficio referido, cuya copia luce agregada en autos, se transcribió la
normativa citada.
Por otra parte, del escrito de inicio de las presentes actuaciones se desprende
que los actores se presentaron –en esta sede– por derecho propio, invocando su carácter de
ciudadanos, con el patrocinio letrado del Sr. Defensor Oficial y requirieron, en los términos
de la ley 104, que se ordene al GCBA brindar información con relación a diversas
cuestiones vinculadas al proyecto de ley antes referido, tal como fuera solicitado por el
mencionado magistrado en el oficio 158/18 (cfr. fs. 1/11 vta.).
En este estado, resulta necesario reiterar que de la normativa aplicable al caso
se colige que el único presupuesto que se prevé en la ley de Acceso a la Información
Pública para iniciar la acción judicial es que se haya presentado la solicitud de información
ante la Administración con nombre y apellido, por medio escrito o por vía electrónica –ver
art. 9°–, puesto que en la norma se establece que ante el silencio o la denegatoria de la
autoridad administrativa o en el caso que el peticionario “considere que su solicitud de
información no hubiere sido satisfecha o si la respuesta a la requisitoria hubiere sido ambigua o
parcial” –ver art. 12– se podrá interponer una acción de amparo ante el fuero Contencioso
Administrativo y Tributario del Poder Judicial de la Ciudad.
Así las cosas, conforme surge de las constancias obrantes en la causa, los aquí
actores no han peticionado en sede administrativa la información que requieren en sede
judicial a través de la presente acción, lo que se erige como un valladar a los efectos de su
admisibilidad.
En el sentido indicado, se ha dicho que “[e]l sistema de acceso a la
información diseñado por el legislador exige la presentación de una solicitud al respecto en
sede administrativa” (Scheibler, Guillermo, [coordinador], Acceso a la información pública en
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ley 104 Comentada y Concordada, Ed. Ad-Hoc, Buenos
Aires, 2012, pág. 94, el destacado no pertenece al original). Asimismo, la sala II de la
Cámara de Apelaciones del fuero, en oportunidad de expedirse en un caso similar, señaló
que “la ley 104 establece un procedimiento específico para el ejercicio del derecho a la información
que requiere pocas formalidades dentro de las cuales se encuentra la petición por escrito con la
identificación del requirente” (in re “La Soleada SRL c/ GCBA s/ amparo [art.14 CCABA]”, expte.
5141/0, del 22 de octubre de 2002).
Ello es así por cuanto “[s]ólo la respuesta incompleta o ambigua, la
denegatoria infundada o improcedente y la falta de contestación configuran una conducta
arbitraria de la Administración que habilita la deducción de la acción de amparo referida”
(Scheibler, ob. cit., pág. 105, el destacado tampoco pertenece al original).
Por lo tanto, teniendo en cuenta el contexto fáctico del caso planteado, se
advierte que no se cumple el supuesto previsto en el artículo 12 de la ley 104 pues los
actores no han peticionado información alguna a la demandada previo a iniciar esta acción
judicial. Resulta, entonces, técnicamente imposible que no haya sido satisfecha.
Tal apreciación conduce a concluir que los accionantes no se encuentran
habilitados para promover la acción de acceso a la información entablada, lo que sella la
suerte adversa de su pretensión.

VIII. Que, sin perjuicio de lo anterior, es menester señalar que –como ya fue
dicho– la solicitud de información contenida en el oficio 158/18 fue efectuada en sede
administrativa por el Sr. Defensor Oficial, en el ejercicio de sus funciones conforme lo
establecido en la ley 1903; empero, en las presentes actuaciones el citado magistrado se
presentó como letrado patrocinante de la parte actora. Es decir, en ejercicio de otra de sus
funciones constitucionales y legales.
En este contexto, no se discute la legitimación del Sr. Defensor Oficial para
requerir informes a los sujetos obligados por el artículo 3° de la ley 104, sin embargo lo
cierto es que, en este caso concreto, no se ha cumplido con el procedimiento establecido por
la citada ley. No debe perderse de vista que “la legitimación activa puntualiza la situación
jurídica determinada de una persona respecto de un supuesto jurídico específico, un bien que se
intenta reparar o un derecho lesionado sobre el cual se pretende reclamar” (cfr. Lavalle Cobo,
Dolores, Derecho de acceso a la información pública, Ed. Astrea, CABA, 2009, pág. 133).
Claro está, ello no empece la legitimación que eventualmente el Sr. Defensor
Oficial pudiera tener para promover acciones individuales y colectivas en orden a sus
atribuciones constitucionales y legales conforme lo dispuesto en los artículos 124 y 125 de
la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en ley 1903.

IX. Que, ahora bien, más allá del óbice formal que se advierte, a fin de que éste
no redunde en un cercenamiento del derecho de acceso a la información pública, atento su
raigambre constitucional y su estrecha vinculación con la forma republicana de gobierno
adoptada en el artículo 1° de la Constitución nacional (cfr. Cámara del fuero, sala II,
“Asesoría Tutelar c/ GCBA s/ habeas data”, expte. 4541/0, del 30/04/02), corresponde
puntualizar que la información peticionada en sede administrativa por el Sr. Defensor
Oficial resulta análoga a la solicitada por los actores en la presente acción judicial.
A tales fines, se estima pertinente adentrarse en el análisis de la cuestión
sustancial planteada en autos.

X. Que, así las cosas, en primer lugar, cabe señalar que en el artículo 4° de
la ley 104 –modif. por ley 5784– se establecen los alcances de la información solicitada,
disponiendo expresamente que deberá proveerse la información contenida en
los proyectos de ley.
En consecuencia, desde este punto de vista, no se puede soslayar que conforme
la normativa aplicable, la demandada se encontraría obligada a proveer la información
contenida en el proyecto de ley, lo que, en la especie, se encuentra cumplido dado que en
oportunidad de promoverse la demanda se ha acompañado el proyecto de ley INLEG-
2017-28021408-AJG (v. fs. 23/26).
En segundo lugar, en función de la documentación adjuntada por el GCBA al
contestar el traslado de la demanda (v. fs. 115/148), es dable meritar la respuesta brindada a
cada uno de los puntos solicitados (cfr. args. sala II del fuero, “Moreno Gustavo Daniel y otros
c/ GCBA s/ amparo”, expte. 7134/0, del 30/09/2003).
Nótese así, que en el informe presentado por el GCBA se indicó que el
proyecto había sido preparado por el Ministerio de Educación junto al equipo técnico
compuesto por las Subsecretarías de Planeamiento e Innovación Educativa, de Carrera Docente y
Formación Técnico Profesional, de Coordinación Legal e Institucional, por la Unidad de Evaluación
Integral de la Calidad y Equidad Educativa y la Dirección General de Educación Superior y
Dirección de Formación Docente (v. fs. 116).
A su vez, en lo atinente a si estaba prevista la disolución de los veintinueve
(29) Institutos de Educación Superior de Formación Docente, se informó que no se encontraba
prevista, que se había proyectado integrarlos a la UniCABA y que “para ello se
están escuchando y buscando aportes de toda la comunidad educativa en distintos ámbitos…” (v. fs.
118).
En cuanto al tratamiento de los alumnos de las cohortes al momento en que se
implementara la transferencia del nivel terciario a la UniCABA, se informó que se proponía
“garantizar la continuidad académica de los estudiantes de nivel superior no universitarios cuyas
cohortes, se hayan iniciado con anterioridad de la actividad académica de la UNICABA” (v. fs. 118)
y respecto del personal, se indicó que el proyecto incluía a “todo el personal docente y no
docente de los institutos, por lo se propon[ía] garantizar la estabilidad laboral, salario y antigüedad”,
que no se encontraba previsto en régimen alguno de retiro voluntario, ni de pase a
disponibilidad (v. fs. 118).
Con relación a la información vinculada a la estimación presupuestaria y a la
previsión de los inmuebles a utilizar, la Administración refirió lo previsto al respecto en el
propio proyecto de ley y, específicamente con relación a los inmuebles, agregó que no se
encontraba en trámite un proceso de licitación. Se adjuntó documentación respaldatoria y
se indicaron diversas páginas de internet en las que también se encuentra publicada
información vinculada a lo requerido.
Por otro lado, en particular, respecto de los mecanismos de participación
ciudadana y de discusión sobre el proyecto de ley de creación de la UniCABA, se informó
que “[s]e generaron mecanismos de participación y de diálogo con diferentes actores del sistema y de
la comunidad educativa, tanto en el ámbito de la Legislatura con en ámbitos fuera de la misma, a
saber: reuniones de participación Rectores y Equipos de Conducción de los Institutos de Formación
Docente, Equipos de Conducción de los restantes niveles educativos, encuesta a la población civil,
diálogo y reuniones con especialistas en educación y alumnos, entre otros” (v. fs. 116 vta.)
Luego, detalló los diferentes espacios de análisis del proyecto de creación de la
UniCABA, tanto previos como posteriores a la presentación del proyecto de ley ante la
Legislatura, identificando 10 convocatorias –con sus respectivas fechas–, algunas de ellas
dirigidas a toda la comunidad educativa de los Institutos de Formación Docente de Gestión
Estatal y Gestión Privada, alumnos, docentes, equipos de conducción, asociaciones gremiales
y a todo aquél que estuviera interesado en participar, otras efectuadas a las asociaciones
sindicales y otras a los rectores de los Institutos de Formación Docente.
Además de las copias de las actas adjuntadas, labradas al celebrarse dichos
encuentros, se colige que fueron suscriptas –entre otras personas– por parte de los aquí
actores (v. fs. 119, coactores Buratti, Alcaraz, Pfister, Deodato, entre otros; v. fs. 125/127
vta., coactores Simeone, Alcaraz, Ortega, entre otros; v. fs. 145/147, coactores Buratti,
Kozak, Simeone, Alcaraz y Pfister, Aito Lema, Altamiranda, entre otros).
Sumado a ello, de la documentación acompañada surge que a ciertas
convocatorias fueron invitados expresamente los aquí accionantes Débora Kozak, Patricia
Simeone, Gabriela Ortega, María Cecilia Pfister, Cecilia Beatriz Buratti (v. impresión de
correos electrónicos; fs. 124, 129, 144) y que, asimismo, respondieron a dichas convocatorias
(v. fs. 131 y 135 –Simeone–; 137 –Pfister–; 138 –Buratti–).
Al respecto, de la lectura de la demanda como de la contestación de los
coactores Simeone, Kozak, Alcaraz y Zito Lema, al traslado de la información adjuntada
por el GCBA, se desprende que cuestionan que no se le haya dado participación a la
comunidad educativa en la elaboración del proyecto de ley en contraposición a lo reglado
en el artículo 24 de la Constitución local –contrariamente a lo informado por el GCBA–.
Por eso, cabe recordar que “la participación consagrada en el texto constitucional se
concreta a través de una serie de institutos y mecanismos, tales como el acceso a la información
pública (artículo 1 y concordantes); el presupuesto participativo (artículo 52); la audiencia pública
(artículo 63); la iniciativa popular (artículo 64); el referéndum (artículo 65), la consulta popular
(artículo 66); la revocatoria (artículo 67); y el procedimiento de doble lectura para la sanción de leyes
relativas a ciertas materias (artículos 89 y 90)” (Lago, Lidia E., Democracia Participativa. El
procedimiento de doble lectura; en Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Edición
Comentada, Basterra, Marcela I. [directora], ed. Jusbaires, CABA, 2017, pág. 949).
Así, si bien no se colige de lo expuesto que exista un deber jurídico de la
demandada de otorgar participación a la comunidad, en la etapa de elaboración de un
proyecto de ley con carácter previo a su presentación y que no parecería razonable sostener
que la participación prevista en el artículo 24 de la CCABA deba materializarse
obligatoriamente en forma previa a una iniciativa legislativa del Poder Ejecutivo, de la
información proporcionada en las presentes actuaciones por el GCBA, y aunque ello
exceda el marco de la presente acción, se advierte que se ha dado dicha participación. Ello
claro está, sin perjuicio de la diversa apreciación que puedan tener las partes involucradas
en los resultados obtenidos con motivo de la aludida participación.
Por lo demás, habiéndose presentado el proyecto ante la Legislatura, empezó a
tratarse en el seno de la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología, en ese ámbito se
celebraron diversas reuniones en las que se analizó el proyecto, expusieron sus opiniones
especialistas en el tema y tomaron participación los rectores de los Institutos de Formación
Docente, los docentes, dirigentes sindicales y estudiantes, quienes expresaron sus opiniones,
entre ellos, las coactoras Patricia Simeone, Débora Kozak, Gabriela Ortega y Vanesa Zito
Lema (cfr. información publicada en: https://www.legislatura.gov.ar/index3.php; reuniones
del 20/03/2018 y del 27/04/2018).
Además la prensa señaló que “el debate se está realizando en la Comisión de
Educación que preside Maximiliano Ferraro (…), donde ya se presentaron representantes del
Ministerio de Educación porteño, del nacional y de las escuelas terciarias”1.

XI. Que, ante la situación descripta, deviene pertinente señalar que conforme
se colige del texto de la ley 104 –modif. por ley 5784–, las autoridades a quienes se les haya
solicitado la información de que se trate “sólo deben informar acerca de la contenida en
documentos, cualquiera sea su formato, y que haya sido creada u obtenida por el órgano en cuestión o
que se encuentre en posesión de éste o bajo su control” de conformidad con lo establecido en el
artículo 4°, lo cual reviste una singular importancia puesto que como se ha
sostenido “…puede suceder que mediante una acción de amparo a fin de tomar conocimiento de los
planes, proyectos, en fin, políticas públicas, se quiera, en realidad, introducir modificaciones a éstas,
o bien, cancelarlas. Si se trata de evitar daños a los derechos y garantías constitucionales, por acción
u omisión del Estado, puede proceder el amparo del art. 14 de la CCBA, reglamentado por la ley
2145” (Gelli, María Angélica, El acceso a la información pública en la Ciudad de Buenos Aires:
derecho fundamental y sostén político de la República: en Scheibler, Guillermo,
[coordinador], Acceso a la información pública en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ley 104
Comentada y Concordada, Ed. Ad-Hoc, Buenos Aires, 2012, pág. 213/214).
En este contexto, más allá de lo apuntado en el considerando VII del presente
decisorio en cuanto que no se encuentran cumplidos los presupuestos de admisibilidad de
la acción interpuesta, lo cierto es que de las constancias de la causa se desprende que el
GCBA ha brindado la información aludida en la demanda.
Por lo tanto, teniendo en cuenta que en este tipo de juicios debe fallarse
siempre con arreglo a la situación fáctica y jurídica existente a la fecha de la sentencia,
tomando en consideración no sólo los factores iniciales sino también los sobrevinientes que
resulten de las actuaciones producidas (cfr. doc. CSJN, Fallos: 247:466, 253:346, 292:140,
300:844, 304:1020, 307:291, 311:787, entre muchos otros), corresponde declarar que la
cuestión traída a conocimiento del tribunal devino abstracta.
Por ello, y habiendo dictaminado el Ministerio Público Fiscal; FALLO:
1. Rechazando con relación al frente actor la acción incoada en los términos de
la ley 104 –modificada por ley 5784–, en virtud de los argumentos esgrimidos en el
considerando VII.
2. Declarando abstracta la cuestión traída a conocimiento del
tribunal, conforme lo expresado en los considerandos IX, X y XI.
3. Sin costas, en tanto la parte actora se encuentra patrocinada por el Ministerio
Público de la Defensa en ejercicio de sus funciones constitucionales y legales.
Regístrese, notifíquese –en el día, con habilitación de días y horas– a las
partes por secretaría, a la Sra. fiscal en su público despacho y, oportunamente, archívese.

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