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y ¿quienes son los indígenas venezolanos? además de otras incógnitas como cuál es su
evolución a lo largo de los años, su cultura, su gastronomía e impacto que tienen en la
cultura venezolana actual.
Pues con este articulo espero desentrañar algunas de estas preguntas que pueden resultar
en un viaje asombroso de conocimiento y comprensión de unas de las culturas más
variadas y hermosas del mundo.
A continuación comienza el periodo Neoindio que abarca desde el año 1.000 a.C al 1.500
d.C y se caracterizó por una organización social estable en viviendas de diversas
apariencias, estructuras y materiales.
En otras partes del territorio, donde se colindaba con el mar y los ríos se destacó la
construcción y uso de canoas para navegar y comercializar con otras tribus en el
intercambio de productos.
Por ultimo está el periodo Indohispano, que se comprende desde el año 1.500 d.C y se
extiende hasta nuestros días. Durante esta etapa es en la que se inicia el contacto entre los
indígenas venezolanos y los españoles conquistadores.
La mayoría de las poblaciones estaban conformadas por los grupos caribes que se
localizaban y distribuían en las áreas costeras del territorio. Fue con la llegada de estos
extranjeros que comenzaron los enfrentamientos y hostilidades entre los españoles y los
indígenas venezolanos, llegando a diezmar la población.
Fue en esta etapa también donde se dio comienzo al proceso de mestizaje entre españoles
e indígenas, que más adelante fue complementado por el ingreso de los negros esclavos
traídos de África.
Época colonial.
Aunque los españoles llegaron a tierras Americanas para el año de 1492
aproximadamente, no fue sino hasta 1498 que los colonos llegan por la laguna de
Sinamaica a tierras venezolanas, en el año de 1498.
Durante las primeras décadas del siglo XVI, los europeos se habían limitado a habitar las
zonas costeras del territorio haciendo que los indígenas venezolanos trabajaran
forzosamente para ellos y su enriquecimiento.
“Obligaban a los indígenas a sacar perlas de la manera más cruel… No hay peor suplicio
infernal que se le pueda comparar… Los metían a la mar a cinco brazas de hondo desde la
mañana hasta ponerse el sol. Si tratan de descansar los apuñalan. En pocos días mueren
sangrando por la boca o los devoran los tiburones. La mayoría prefería morir ahogado
antes de continuar el suplicio… Un barco puede viajar desde esta isla hasta la Española,
guiándose sólo por los cuerpos despedazados de indios que flotan en el mar”.
Para la fecha 12 de septiembre del año 1530 el explorador alemán Nicolás Federmann
decide salir de Coro, embarcándose en una expedición al Sur del territorio por donde
atraviesa tierras de Jirajaras, Ayamanes y Guayones.
En el año 1559 los españoles descubren oro en las tierras alrededor de Los Teques, por lo
que deciden crear un asentamiento en la zona. Desde el año 1560 hasta 1570 se llevan a
cabo una serie de batallas entre los europeos y los indígenas venezolanos que dieron
como resultado el sometimiento de los aborígenes.
Llegado un nuevo siglo se funda la ciudad de Quibor, que actualmente se encuentra como
parte de tierras larenses. Pero los pobladores de esta zona son principalmente indígenas
venezolanos de diferentes etnias como gayones, ajaguas, camagos, coyones, caquetíos y
jirajaras.
Para la segunda mitad del siglo, los colonizadores europeos se embarcan en la tarea de
desplazar a los indígenas venezolanos que ocupaban lo que hoy en día se conoce como el
Sur de Valencia, para fundar el pueblo de San Diego.
Entre los años 1558 y 1628, grupos de indígenas venezolanos de las etnias nirguas y
jirajaras oponen resistencia a los extranjeros y se establecen en los territorios que hoy se
conocen como Bejuma y Montalbán ubicados en el oeste de Valencia.
Muchos perecieron debido a las continuas guerras que se hacían, sin contar con el trabajo
forzado al que eran obligados y las enfermedades para las cuales no tenían defensas.
Para el año 1799 y 1800 Alexander von Humboldt hace una serie de observaciones y
referencias con respecto a los indígenas venezolanos que quedan plasmados en su diario
de Viajes a las Regiones Equinocciales.
En él se refiere que en las zonas que conforman los valles de Aragua se pueden apreciar
que quedan unos 5.000 indígenas venezolanos que se concentran en Turmero y Guacara,
aunque ya estos no hablan su idioma ancestral y la mayoría de la población se ha
mestizado.
Siglos XX y XXI.
Con la llegada del siglo XX los indígenas venezolanos se vieron grandemente afectados
debido a la penetración que hacían a su territorio los mineros ilegales, además de la
continuada ocupación de sus tierras por parte de grupos guerrilleros y paramilitares.
Para los últimos años del siglo XXI, los indígenas venezolanos son insertados por primera
vez como etnias reconocibles dentro de la Constitución de 1999 y se les da participación
política. En ella se establece que los idiomas de estos pueblos son lenguas co-oficiales de
la Republica y que los grupos étnicos tendrán una representación activa en la Asamblea
Nacional al escoger 3 diputados.
En algunos casos los indígenas venezolanos llegaron a construir sus viviendas en el agua,
como el caso de los palafitos que se encuentran en el lago de Maracaibo.
Además de esto, el agua fue utilizada para cocinar, el aseo personal, la curación de
enfermedades por medio de la inmersión en ellas. Pero también los ríos y mares
constituyeron una vía de comunicación para los indígenas venezolanos que las surcaban
usando canoas, cariaras y balsas.
Los indígenas venezolanos también fueron capaces de aprovechar los suelos según el
estilo de vida que llevaban, pues los grupos recolectores nómadas conseguían de la tierra
raíces, tubérculos, roedores e insectos con lo que se alimentaban.
Mientras tanto los indígenas venezolanos agricultores sacaron provecho de los suelos
fértiles para cultivar maíz, papa, yuca y otros frutos con los que se alimentaban.
Por otro lado, el barro era utilizado en la creación de vasijas, ídolos y otros objetos de uso
diaria, así como para la construcción de casas de bahareque. De este suelo también fueron
capaces de extraer minerales como sal y oro que era usado como adorno sin valor.
Para la caza de animales silvestres como venado, chigüire, lapa, tortugas , iguanas,
culebras, recolección de huevos de aves y reptiles se tomaban en cuenta las épocas de
apareamiento y reproducción de los animales, además de que estas prácticas eran
realizadas solo en caso de ser necesarias.
Por último, los indígenas venezolanos tenían una cultura no contaminante pues no
producían ningún desperdicio solido o químico que afectara el equilibrio del ecosistema.
La mayoría de sus desechos eran orgánicos y eran absorbidos por la tierra en poco tiempo.
Entre los productos cultivados se destacan el maíz, yuca, papa, pimientos y ajíes, vegetales
que hoy en día también forman parte importante en la dieta de todos los venezolanos
logrando así sobrevivir a la transculturización.
Pero la alimentación de los indígenas venezolanos solía ser muy variada, prevaleciendo en
maíz que era preparado en forma de bollos, arepas y chicha. Esta última era endulzada con
miel pues en cada casa había una colmena habitada con abejas que no picaban.
Este tipo de fogón aun es usado por algunos indígenas venezolanos en el país, pero en
estas épocas antiguas daban la ventaja de que se podían improvisar en cualquier lugar
como el campo, un lugar específico como el corredor o un cuarto de la casa que se destina
para ser usado de cocina.
La fogata era hecha a partir de leña que se enciende utilizando rajas de ocote que son
trozos resinosos de los arboles vivos. También se pueden emplear como combustible
pencas secas de maguey y olotes de las mazorcas de maíz, aunque estos no eran muy
usados porque producían mucho humo.
Una vez prendido, el fuego era avivado con sopladores siendo abanicos tejidos con tule o
palma, pero los materiales podían variar entre las etnias como por ejemplo se usaban las
plumas que obtenían de las aves.
Cada lugar del hogar está determinado por sus habitante y la distribución de formas y
espacios es la base de la vida de diversos grupos sociales. Es por esto que la organización
social del grupo de indígenas venezolanos resulta fundamental para la distribución de los
espacios.
Las sociedades que se caracterizaban por estar formadas por familias extendidas en la
que se iban añadiendo parientes a medida que se realizaban matrimonios y uniones, tenían
una forma de vivienda y organización diferentes a aquellas que eran nucleares.
Debido a esto se pueden encontrar diferentes tipos de viviendas en las etnias de los
indígenas venezolanos que varían tanto en forma y distribución como en los materiales
usados para su construcción.
El espacio comunitario recibe el nombre de atta y se compone por las casa de familias
extendidas que se dedican a las actividades diarias. Esta tiene una forma cónica y puede
llegar a albergar a 120 personas que conforman una unidad de producción y consumo.
Su construcción es llevada a cabo solo por los hombres de la comunidad, quienes tardan
unos 6 meses en terminar la obra, aunque al final de cada etapa se realiza una celebración
que tiene como finalidad purificar los elementos que han sido llevados del mundo natural
al material.
Estas casas se caracterizan por no tener puertas o paredes y albergar familias que están
conformados por una pareja con hijos, que en ocasiones puede estar engrandecida con
algún abuelo o pariente colateral, bien sea materno o paterno.
Dentro se guindan los chinchorros, mientras que el centro del lugar sirve para la colocación
del fogón que es usado tanto para cocinar como para dar calor y alumbrar en las noches.
La vida familiar e íntima toma lugar en la parte trasera del alero, mientras que la vida
religiosa y social toma lugar en la parte delantera del hogar y en la plaza central.
Por su parte, los indígenas venezolanos Piaroa conforman sus hogares mediante la
construcción de churuatas, o como se conocen en su idioma itso’de. Esta casa también
tiene forma cónica y una planta redonda que puede ser construida según una estructura
social especifica.
Las más grande y comunal pertenece al jefe chaman, una un poco más reducida que es la
familiar, otra que tiene paredes de bahareque y techo de palma y la última que tiene igual
paredes de bahareque pero techo a dos aguas. Esta última con una fuerte influencia de los
criollos que se construye cunado comienzan a penetrar las misiones religiosas.
En esta casa viven varias familias nucleares que se encuentran emparentadas por la línea
materna. El lugar donde se establecerá la vivienda queda de parte del chamán, quien se
encarga de verificar que el lugar este libre de entes malignos o un comedero de lechuzas,
lo cual es un mal augurio.
Pero la arquitectura de los indígenas venezolanos no se veía limitada a la tierra, puesto que
las tribus wayúu y warao se caracterizaban por la construcción de palafitos. Estas eran
viviendas comunes que se construían en el agua tranquila de lagos y lagunas. Eran
pequeñas y usaban como apoyo unos pilotes de grandes de madera.
Este tipo de construcción de los ancestros ha sobrevivido hasta nuestros días, siendo
común encontrarlas en la costa oriental del Lago de Maracaibo y en el Delta del Orinoco.
Las viviendas de los indígenas venezolanos que han sido más apreciadas y han logrado
perdurar en el tiempo hasta nuestros días han sido la churuata y el palafito, aunque existían
otras como las construidas por los pueblos wahiba.
Estos construían casas de palma y bambú cuya planta era rectangular. Pero la
particularidad de esta vivienda es que contaba con grandes aleros y eran de dos pisos,
pues durante la época de lluvia cuando la aldea quedaba inundada en el agua los indígenas
venezolanos habitaban la parte alta de la casa, mientras que en época de sequía Vivian en
la parte de abajo.
A pesar de que cada etnia tenía unas características específicas, la cultura de los
indígenas venezolanos refleja una gran coherencia interna que la ha llevado a persistir en el
tiempo y llegar a nuestros días, siendo la artesanía, la música, los bailes y la literatura
manifestaciones utilitarias y creativas.
Sin embargo, no hay nada más lejos de esta realidad, pues los indígenas venezolanos
solían formarse en comunidades pequeñas autóctonas donde cada una tenía un jefe o
cacique, aunque este no imponía su voluntad a los demás miembros, sino que estaba en
esta posición gracias a sus múltiples conocimientos en cuanto a las actividades diarias y
tradiciones de la tribu.
A estas cualidades se le debía sumar la tolerancia, ecuanimidad y el buen juicio para tomar
y acatar las decisiones resultantes. Además de esto, cada comunidad mantenía una
estrecha relación laboral y política con las demás que lo rodeaban haciendo intercambio
de mercancía como comida, vestido o abalorios.
En cuanto a las decisiones que podían llegar a afectar a toda la tribu de indígenas
venezolanos, se formaban grandes asambleas donde cada miembro adulto expresaba su
opinión y tras lo cual se llegaba a una resolución unánime. Un verdadero modelo de
democracia.
Algunas de ellas son tan particulares como un poco aterradoras. Por ejemplo, los
indígenas venezolanos Kariñas tienen 3 rituales ancestrales que son considerados los más
importantes de su cultura.
Otro ritual de los Kariña lo representa el Bomankaano, el cual debe ser realizado 8 días
después de que una persona ha muerto. En esta celebración, los familiares se tienen que
bañar con un agua preparada con cardón y piedras blancas para tomar el luto y purificar
sus almas.
Por su lado el Bepeekotono, es un ritual tradicional donde el luto se retira luego de un año
de la muerte del familiar. Este se basa en quitarle la pollina a la viuda del muerto, aunque
también hay hombres que se involucran en este acontecimiento.
Es por esto que el calendario patronal de Venezuela está lleno de ritos religiosos que se
acompañan en la mayoría de veces con música de tambores proveniente de negros y se
complementan con los conocimientos ancestrales de los indígenas venezolanos.
Entre estas fiestas podemos destacar bailes como el tamunangue, el joropo central, la
fiesta de San Juan y de San Pedro, la llora, los Diablos Danzantes de Corpus Christi, las
turas, entre muchas otras fiestas tradicionales del país.
Aun en nuestros días se conservan varios de estos juegos que hacían de las últimas horas
del día o aquellas jornadas de descanso más amenas y agradables, como por ejemplo arco
y flecha, la lucha, carreras de carritos de cardón, futbol sobre arena y canotaje.
Con el pasar de los años, esta peregrinación fue convirtiéndose en una danza tradicional
que se realiza para estrechar las relaciones del grupo, teniendo un canto monótono y grave,
mientras se baila en círculo o rueda.
Se dice que al principio era solo un simple canto con poco baile, pero ha ido evolucionando
hasta incluir hoy en día instrumentos como flauta, pito y tambor Kariña, que es pequeño y
está hecho de cuero de venado o chivo.
En la actualidad es considerada una celebración patronal, donde los criollos lo bailan por
las calles de los pueblos mientras visten atuendos originarios de los indígenas
venezolanos y se le han agregado instrumentos como cuatro, guitarra y bandolinas.
Existen varios cuentos de indígenas venezolanos que eran contados solo a los niños con la
intención de trasmitir de generación en generación ciertos conocimientos ancestrales que
hacían únicos a la tribu.
Uno de ellos es el de Amalivaca. Se dice que cuando las grandes aguas del rio Orinoco, que
es el gran rio padre que devoro el mar, llegaron a inundar toda la tierra se ahogó toda la
gente pero apareció Amalivaca junto con sus hijas y Vochi que era su hermano.
Llegaron con una canoa y habitaron en una cueva que estaba en lo alto de los tepúes
donde las aguas no habían conseguido llegar. Y muy cerca de este tepuy, habitaba una
pareja que había sobrevivido a la caída del Gran Árbol.
Cerca de estas dos familias estaba la Palmera o moriche de la vida, por lo que Amalivaca
le dijo a la pareja que tomara algunas semillas y las arrojaran por encima de los hombros,
pues asombrados vieron como este lo hacía y surgían más hombres y mujeres.
Al nacer estos hombres, Amalivaca quebró las piernas de sus hijas para que no pudieran
estar de un lado al otro y las caso, lo que hizo que la tierra de abajo comenzara a poblarse
otra vez. Pero antes de que las aguas del rio se fueran, Amalivaca advirtió a las personas
sobre unas nuevas personas destructivas y crueles muy barbados que llegarían al final de
los tiempos usando unas grandes canoas.
Entre ellos están, el cacique Guaicaipuro perteneciente a la zona de los Teques y Caracas.
Este lucho contra los conquistadores aproximadamente en el año 1560 que tuvo un trágico
final cuando los españoles fueron hasta su casa para atacarlo y apresarlo, logrando
matarlo luego de quemar su bohío.
El cacique Terepaima era el jefe de las tribus araucos y meregotos su dominio se extendía
por el Tuy, San Pedro, Mariches, hasta llegar a los territorio que hoy ocupan los estados
Miranda, Aragua, parte de Carabobo, Cojedes y parte de Lara.
Y toda esta situación, sin contar con las enfermedades que traían los europeos para los
cuales los indígenas venezolanos no estaban preparados o inmunizados que ayudaron
también a reducir la cantidad de aborígenes. Sin embargo, los indígenas venezolanos han
logrado sobrevivir hasta nuestros días, legando de generación en generación importantes
tradiciones y culturas del país para no olvidar las raíces que deben estar presentes en cada
venezolano.
Incluso en los últimos años, se ha visto como la participación política de los indígenas
venezolanos se ha visto acrecentada, llegando a ocupar un lugar en la asamblea nacional
de la Republica, participación electoral y acceso a las políticas sociales de vivienda,
educación y salud.
Grupos indígenas venezolanos caribes
arawacos y timotocuicas.
Los indígenas venezolanos más antiguos que habitaban en el territorio estaban
organizados en Tribus, donde algunos de ellos desarrollaron y explotaron la agricultura.
Pueden existir ciertas confusiones cuando se trata de estudiar a los indígenas venezolanos
debido a las numerosas tribus y etnias que existen, sin embargo se pueden clasificar en 3
grandes grupos según su lengua, los caribe, arawacos y timotocuicas.
Los caribes se conocían por ser nómadas y errantes que usaban técnicas de recolección y
caza para su alimentación usando como casa las enramadas y paravientos, siendo
grandes dominadores del arco, flecha y la navegación.
Para el año de 1498, etnias tan grandes como la de los arawacos se concentraban en el
Occidente y Centro de los que sería Venezuela. En estas regiones colonizaban y
comerciaban con diferentes islas de las Antillas, aunque en la actualidad este grupo de
indígenas venezolanos se concentran en el estado Zulia y Amazonas.
Este es el grupo más grande de la etnia arawacos que para el censo del año 2011 contaba
con 415.000 habitantes en total.
Los Añu son otro de los grupos de indígenas venezolanos de los arawacos que habitan en
el estado Zulia, más específicamente en la Península Guajira y los municipios Mara,
Almirante Padilla, Rosario de Perijá y Maracaibo.
Los Wanuikua, los Banova o Kurripako y los Piapoko, se encuentran ubicados en las zonas
del Amazonas, tanto en la zona alta como las orillas del Orinoco. Son de los grupos de
indígenas venezolanos más pequeños contando con 2.000, 2.300 y 1.300 habitantes
respectivamente.
A pesar de esto, pudieron someter a otras tribus más pequeñas que dependían de los
timotocuicas, especialmente en el campo lingüístico, pues no tenían condición de
guerreros y solo se defendían tirando piedras o usando armas envenenadas.
Indígenas venezolanos caribes.
Las tribus de los indígenas venezolanos que conformaban el grupo de los caribes estaban
diseminadas por todo el territorio de Venezuela. Se caracterizaban por ser recolectores,
cazadores y pescadores que dominaban perfectamente las artes del arco, flecha y la
navegación.
De la cacería podían obtener presas grandes o pequeñas como lapa, venado, dantas, patos,
báquiros, guacharacas y paujíes. Estos alimentos eran preparados y trasportados cuando
se movían de un sitio a otro.
Como se dijo anteriormente, los indígenas venezolanos que conformaban el grupo de los
caribe se encontraba dividido en numerosas tribus conformadas por pocas personas y que
se encontraban esparcidas por las zonas occidental y central del país.
Los indígenas venezolanos pemones habitan en el Bajo, Medio y también parte del Alto
Paragua perteneciente en el municipio Angostura, habitando en Venezuela el estado
Bolívar y compartiendo la frontera con Guyana y Brasil, siendo los habitantes más comunes
de la Gran Sabana y del Parque Nacional Canaima.
Actualmente se estima que hay unos 30.000 indígenas venezolanos pemones que habitan
entre Venezuela y Brasil entre los cuales se diferencian 3 grupos que son los Taurepan,
ocupando la frontera Venezuela-Brasil.
Los Arekuna habitan hacia el Noroeste del Roraima y en el valle de Kavanayén, más hacia
el territorio venezolano y por último los kamarakoto, quienes habitan al oeste del río
Karuay, Caroní, la Paragua y en el valle de Kamarata.indigenas-venezolanos-31
Viven en casas de forma circular o rectangular con un techo de paja y paredes que pueden
estar hechas de adobe y barrotes de madera. Su alimentación se basa en la yuca amarga y
en la recolección de productos silvestres.
Pueblos indígenas de Venezuela Kariña:
Este grupo es conocido también como Karibe, Cariña, Galibí, Kali’na, Kalihna, Kalinya,
Caribe Galibí, Maraworno o Marworno.
Como modelo político tienen una estructura descentralizada, es decir, cada aldea o
comunidad es autónoma en sus decisiones y tienen una figura de dopooto, que vienen
siendo como un gobernador en nuestra estructura política.
Los colonos solían denominarlos como motilones, que significa “cabezas rapadas”, aunque
este suele ser un nombre ambiguo pues fue también usado para referirse a otros pueblos
como los Barí.
También se les conoce como ‘Yapreria’, y su idioma es una subrama del idioma caribe,
siendo la lengua yukpa la más cercana. En el censo indígena de 1992 se les dio el
tratamiento de subgrupo de la etnia Yukpa, aunque actualmente han luchado por la
reivindicación de ser considerados una etnia diferente.
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Suelen habitar en viviendas construidas de paja con un piso de tierra que están formadas
por un solo ambiente donde se establecen varias familias. Se diferencian de otros grupos
de indígenas venezolanos por no usar tatuajes, perforaciones en la piel o prácticas
similares.
Se conoce muy poco de sus orígenes, pues al igual que sus vecinos, los baris, se
encontraban internados en el corazón de la selva y se necesitaron más de dos centurias
para conocer vagamente datos sobre sus costumbres y cultura.
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Siempre se dice que el nombre “Venezuela” viene dado directamente por los
conquistadores europeos, que al ver los palafitos que construían los indígenas
venezolanos en el lago de Maracaibo se inspiraron en la ciudad italiana Venecia.
Sin embargo, el profesor Alarico Gómez tiene otra interpretación del origen del nombre de
la Republica.
Y es que él afirma que el nombre Veneci-uela aparece por primera vez en un Mapamundi
hecho por Juan de La Cosa hacia el año 1500 y que este nombre fue escrito según la
fonética.
El Padre Giovanni Bottero en el siglo XIV, se refirió a este aspecto en su obra de nombre
Relaciones Universales del Mundo, el cual fue tomado como referencia por el padre
Antonio Vázquez de Espinosa para su libro titulado Compendio y Descripción de las Indias
Occidentales.indigenas-venezolanos-5
Ambos coinciden que la palabra “Venezuela” proviene de un vocablo de origen añu, pues el
vocablo Venezziola resulta un poco extraño en la lengua italiana. Una expresión italiana
más común de usar sería la de Piccola Venezia, que traducida significaría “pequeña
Venecia”, en referencia directa con los palafitos del Lago de Maracaibo.
Es por esto que la documentación conduce a concluir a que el nombre de Venezuela
realmente tiene su origen en la lengua de paraujanos, que son parte de la familia arawac y
cuya traducción será “agua-grande”, en referencia a los grandes ríos que atraviesan y
alimentan toda la nación.
Además esta conclusión llega tomando en cuenta que los conquistadores españoles
tenían la costumbre de castellanizar los nombres que los lugares usaban para nombrar los
sitios donde Vivian. Esto significa que adaptaban fonéticamente las palabras de los
indígenas venezolanos.
Esta característica se puede ver reflejada en los nombres que le dieron a ciertos estados
como por ejemplo, cambiaron la palabra Variciquimeto por Barquisimeto, Caraca por
Caracas, Uaira por La Guaira además de otros muchos nombres.
Los nombres hispánicos que usaban eran destinados para los poblados fundados por ellos
mismos, como fue el caso de Mérida, San Cristóbal y Angostura.
Estos tejidos se hacen a partir de fibras vegetales que se obtienen de las localidades como
bejuco común, palma, caña amarga o caña brava. Las técnicas de trenzado pueden variar
de un sitio a otro pero siempre es un trabajo manual.
Con estas fibras se obtienen elementos como canastas y diferentes clases de cestas, las
maras, que son una cesta de estilo bandeja muy común de Nueva Esparta y las costas
orientales del país.
Los mapires se usan como bolso para transportar las provisiones y los víveres, además los
indígenas venezolanos pueden hacer sombreros y esteras.indigenas-venezolanos-34
Para la tejeduría o la fabricación de textiles, se utiliza como materia prima las fibras que se
obtienen a partir de la lana de la oveja, el algodón, el sisal, el moriche, entre otras.
Para transformar estas fibras primero se tienen que lavar y ponerlas a blanquear para
proceder a peinarlas y arreglarlas en forma de madeja para luego ser hiladas manualmente
con la ayuda de unos telares de gran tamaño.
Cada región de Venezuela tiene una peculiaridad en cuanto a estilo, materia prima que es
utilizada que dan como resultado un producto obtenido del tejido de la fibra.
Estos elementos confeccionados son solicitados en todas partes del país para
ornamentación o decoración, indumentaria diaria o para fines prácticos. Entre los más
populares están los chinchorros que se hacen en el oriente del país, las Hamacas de
Margarita, las ruanas y cobijas proveniente de los Andes y las alpargatas de
Falcón.indigenas-venezolanos-7
Además de esto, son muy importantes los tapices guajiros que se caracterizan por tener
unas composiciones plásticas en los diseños y que le brindan al tejido armonía de líneas,
ritmos, Colores vivos, contrastes y que se convierten en obras de arte.