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Marlene (El peso es importante)

Una rubia imponente (1.70 m de altura), Marlene pesaba sólo poco más de 36 kg el día que
ingresó al hospital. Vestida con unos pants y calentadores, invirtió parte de la entrevista
inicial haciendo sentadillas. La información de sus antecedentes también fue provista por su
hermana mayor, quien la acompañó al hospital.

Marlene creció en un pueblo pequeño en el estado de México. Su padre, que se dedicaba a la


perforación de pozos, tenía un problema con la bebida. Su madre, con sobrepeso intenso,
había comenzado muchas dietas rápidas, pero nunca había tenido gran éxito con alguna de
ellas. Una de las primeras memorias de Marlene era su propia resolución de nunca ser como
alguno de sus progenitores.

Las inquietudes de su grupo social de primero de preparatoria giraban en torno al aspecto, la


ropa y la dieta. Tan sólo ese año, Marlene había perdido 7.5 kilos a partir del peso más alto
que alguna vez hubiera alcanzado, que era de 57 kg; incluso entonces se quejaba con sus
amigas de que estaba demasiado gorda. Durante toda la preparatoria sintió fascinación por
los alimentos. Cursó las materias Introducción a la gastronomía y Gastronomía avanzada.
Invirtió gran parte de su tiempo de la clase de Ciencias de la computación diseñando una
base de datos que pudiera contar las calorías de cualquier receta. Siempre que se le permitía
hacerlo, Marlene comía en su habitación mientras miraba la televisión. Si se veía forzada a
comer con la familia, pasaba gran parte del tiempo reacomodando los alimentos en su plato,
o triturándolos con un tenedor e ingiriendo los pedazos más pequeños que no caían entre sus
dientes.

“No es como si no tuviera hambre”, dijo durante su entrevista de ingreso. “Pienso en la


comida casi todo el tiempo. Pero me veo tan distendida y desagradable—no soporto verme
en el espejo. Si como tan sólo un poco más de lo debido, me siento tan llena y culpable que
tengo que devolverlo”.

Dos años antes, Marlene había comenzado a vomitar cada vez que pensaba que había
comido demasiado. Al inicio se metía el dedo o el extremo de un lápiz en la garganta; en
alguna ocasión intentó con un jarabe, que encontró en el botiquín de medicamentos en la
casa de una amiga. Pronto aprendió a vomitar a voluntad, sin requerir auxiliares químicos o
mecánicos. También redujo su peso con diuréticos y laxantes. Los diuréticos le ayudaban a
deshacerse de 500 g o 1 kg, pero la dejaban tan sedienta que pronto recuperaba el peso. Una
o dos veces por semana se daba un atracón de alimentos ricos en carbohidratos (prefería los
totopos de maíz y los refrescos de cola), y luego vomitaba lo que había consumido.

Excepto por su delgadez y palidez excepcionales, la segunda de las cuales se atribuyó


después a la anemia, el aspecto de Marlene en el momento del ingreso era normal. Dejó de
ejercitarse
cuando el médico se lo solicitó, pero preguntó si el hospital tendría alguna escaladora que
ella pudiera utilizar después. Su estado de ánimo era alegre, y su flujo de pensamiento,
lógico. No presentaba ideas delirantes o alucinaciones, no obstante, admitía que se sentía
aterrorizada por la posibilidad de subir de peso. Sin embargo, negaba tener alguna otra fobia,
obsesión o compulsión; nunca había presentado un ataque de pánico. La mayor parte de sus
comentarios espontáneos eran relativos a la planeación del menú y la cocina; indicó de
manera voluntaria que pudiera desear convertirse en nutrióloga. Se le miraba brillante y
atenta, y logró una calificación perfecta en el Mini-Mental State Exam (MMSE). La única
inquietud médica de Marlene era que no había presentado sangrado menstrual durante cinco
o seis meses. Sabía que no estaba embarazada porque no había tenido ni siquiera una cita
durante todo un año. “Creo que sería más atractiva si tan sólo pudiera perder otro kilo más”,
dijo.

Ana Karol Flores Mendoza


Karime Fabiola Padilla García

Análisis desde el enfoque cognitivo conductual caso Marlene


a) Describe en forma general cuales son algunos rasgos de personalidad de Marlene
Marlene es una mujer de personalidad alegre y que se expresa con claridad y lógica. Es la
menor de dos hijas, creció en una familia en la que su padre era alcohólico y su madre tenía
sobrepeso. Se hizo el propósito de nunca ser como alguno de sus padres. Sus inquietudes
giran en torno a su peso y a como podría ser su aspecto si aumentaba aunque fuera un kilo.
Siente un gusto por los alimentos por lo que tomó materias relacionadas y le gustaría ser
nutrióloga; dice pensar todo el tiempo en comida pero debido a su disgusto por su peso, no
come.
b) Describe los síntomas principales para hacer un diagnóstico
Expresa pensar en la comida casi todo el tiempo, pero por su desagradado hacia su cuerpo
no come lo necesario; si come más de lo que ella considera “lo debido” se siente culpable y
muy llena que recurre a vomitar. Después de un tiempo utilizando objetos y diuréticos para
provocarse el vómito, aprendió a vomitar a voluntad. Una o dos veces por semana se daba
atracones de comida altamente calórica. Se siente atemorizada por aumentar de peso y sus
comentarios giran en torno a los alimentos o la preparación de menús. No ha menstruado
en cinco meses.
c) ¿Cuáles son las ideas centrales y las posibles ideas distorsionadas que pueden
detectarse?
Marlene se percibe a sí misma como “demasiado gorda” a pesar de que está muy por
debajo de su peso ideal. Debido a esto, trituraba la comida para ingerir raciones muy
pequeñas. Siente necesidad de hacer ejercicio constantemente, incluso pregunta si el
hospital cuenta con maquinaria para ejercitarse.

d) En caso de empezar un tratamiento desde el enfoque cognitivo conductual¿cuál


sería el objetivo central y los objetivos secundarios?
-->Como objetivo central de la terapia se plantea suprimir la sintomatología característica
del Trastorno de Bulimia Nerviosa

Objetivos secundarios
1. Reducir la activación de forma adaptativa.
2. Suprimir los atracones y las conductas purgativas mediante técnicas conductuales.
3. Identificar y ajustar las distorsiones cognitivas sobre la figura corporal, peso y comida.
4. Adecuar los patrones de alimentación y ejercicio según estándares saludables.
5. Mejorar la identificación y regulación de las emociones (tristeza, ira y ansiedad)
6. Mejorar la autoestima.
7. Mejorar la solución de problemas.
8. Dotar de habilidades para prevención y detección de recaídas.

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