a18 I El ComErCio DOMINGO 19 de diciembre del 2010
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San martín. un grupo que nació del desarraigo
coStumbre. los quechua-lamistas mantienen ciertas costumbres
andinas en su modo de vida.
La selva a través de ojos andinos
Comunidades
quechua-lamistas
buscan mantener su
valor cultural
La discriminación
pone en riesgo el
quechua como su
lengua madre
texto: RicaRdo león
fotos: musuk nolte
Un pueblo sin límites territoriales
definidos. Un no pueblo. Eso era
hasta hace algunos años la comu-
nidad nativa quechua-lamista de
Chiricyacu, uno de los focos dis-
persos que componen esta cultu-
ra misteriosa, única en su género,
nacida en el desarraigo, sembra-
da de mitos. Y era un caserío sin
fronteras, digámoslo así, por el
no tan simple hecho de que care-
cía de hitos. Pero hace unas pocas
noches salieron a pie Linder Ta-
pullima y un grupo de comune-
ros –lampa al hombro, bolsas de
cemento a la cabeza, el primero
de la fila sin soltar el machete– e
instalaron los últimos bloques.
Ya son un pueblo afianzado. Y, al
mismo tiempo, no.
La historia de los quechua-
lamistas es una cadena de tran-
siciones. La versión histórica
oficial se inicia con la huida de
los hombres y mujeres chancas
que abandonaron la sierra para
no ser dominados por el imperio
inca. Escogieron Lamas, llama-
da La Ciudad de los Tres Pisos
por Antonio Raimondi. Ya en la
El dato
Etnia numerosa
los censos más recientes
indican que la etnia quechua-
lamista está compuesta por
unos 22.500 individuos en
todo el país.
selva , que para los hijos del an-
de era un espacio ignoto y abru-
mador, algunos jefes de familia
optaron por seguir esa senda del
desmembramiento.
Cuenta José Roberto Chuju-
talli, el único profesor del único
colegio de Chiricyacu: “Se abu-
comentariodelaeditora
Bienvenidos los tesoros incas
maría Luisa
del río
Esta semana hemos asistido,
con satisfacción, a otro avan-
ce en torno a la devolución de
las piezas de Machu Picchu por
parte de la Universidad de Yale.
Una delegación de la univer-
sidad estadounidense estuvo en
la ciudad de Cusco y eligió a la
perfiL. chiricyacu, aviación y chumchiwi son tres comunidades quechua-lamistas ubicadas entre la-
mas y tarapoto. es la única etnia que habita la amazonía y que utiliza un dialecto andino.
rrieron de obedecer al apu y se
abrieron. Hasta Ecuador llega-
ron, incluso”.
Y recuerda Candelaria Tapu-
llima, tejedora,cocinera y madre
honoraria de esos alumnos: “Fue
mi abuelo el que fundó el pueblo.
Manuel Tapullima se llamaba.
Casa Concha como el lugar don-
de se albergarán, cuando sean
devueltas, las 46.332 piezas
incas (363 de ellas con valor de
exhibición), mientras se acon-
diciona un lugar más adecuado
para abrir un museo definitivo,
cuya construcción contará con
el apoyo técnico de la Universi-
dad de Yale.
Nos dio gusto ver cómo el
rector de la Universidad San
Antonio Abad del Cusco, Víctor
El clima para mañana
Lluvias de moderada intensidad se registrarán
en las principales ciudades de la sierra norte
del país, pronosticó el Senamhi.
chiricyacu. en la comunidad de chiricyacu viven solo niños y an-
cianos. los jóvenes suelen enrolarse al ejército para ganarse la vida.
Venía a ‘montear’ y un día se qui-
so quedar y se quedó”.
La eterna lucha de los que-
chua-lamistas por adecuarse a
otro hábitat fue superada con
cierta dosis de orgullo: los hom-
bres y mujeres de esta etnia no
suelen comer pescado, nunca
sí podemos
recibir las piezas
de Machu picchu y
vamos a hacerlo con
elegancia
Aguilar, afirmó con orgullo que
la institución que dirige cuenta
con suficientes fondos prove-
nientes del canon para dar se-
guridad a las piezas.
instalan caseríos junto al río y no
son muy aficionados a la navega-
ción; son, de hecho, cargadores
natos.
Lo que no se ha podido supe-
rar aún es esa identidad fraccio-
nada que los identifica. Escribió
el antropólogo Luis Calderón
El caso de las negociaciones
para la devolución de las piezas
de Machu Picchu fue altamente
visitado en la web de El Comer-
cio este año. Por unanimidad,
los lectores opinaron que las
piezas debían ser devueltas.
El tema tuvo una gran lec-
toría cuando se firmó la devo-
lución. Luego surgió una inte-
rrogante que refleja esa baja
estima que a veces tenemos los
peruanos: ¿Somos capaces de
darles un lugar bueno, moder-
no, seguro?
Ante ello, y confiados en lo
que hemos visto con nuestros
agricuLtoreS. sin ganadería y sin una tradición pesquera, los
nativos quechua-lamistas se dedican básicamente a la agricultura.
la lucha por preservar un bien propio
en cLaSe. los niños solo hablan quechua en la escuela.
cada día un niño de la etnia
quechua-lamista olvida defini-
tivamente lo poco que apren-
dió del quechua y adopta el
español como lengua única.
no es una estadística oficial:
es apenas el cálculo desespe-
ranzado del profesor José Ro-
berto chujutalli.
este grupo étnico ha sa-
bido mantener costumbres
históricas a pesar de sus di-
visiones. la vestimenta, la
música y la fiesta patronal de
santa Rosa siguen siendo las
oportunidad. las comunidades quechua-lamistas de san Martín
han encontrado en la siembra de café un negocio rentable.
Pacheco: “La identificación no
es grupal, sino de carácter local.
No se escuchará a un nativo decir
‘soy quechua-lamista’ [...] la gen-
te se identificará por su propia co-
munidad o su grupo familiar”.
En Chiricyacu, la colocación
del último hito terminará formal-
propios ojos, nos permitimos
opinar que sí. Lo somos, por-
que tenemos puestas en valor
modernas, valiosas y estética-
mente impresionantes como
el complejo Chavín de Huántar
en Áncash, el Museo de Cao y
el Museo Huacas de Moche en
La Libertad o el Tumbas Reales
de Sipán en Lambayeque, por
ejemplo.
La suma de esfuerzos de la
empresa privada, del canon
minero, de las universidades
y de la buena organización de
las autoridades ha hecho posi-
ble que tengamos museos de si-
mismas. el estilo de vida sigue
siendo el mismo. la añoranza
callada por la montaña andina
sigue siendo la misma. lo que
están perdiendo es la lengua
que los define como grupo.
el colegio está casi empape-
lado de letreros en quechua,
desde la tabla del 10 hasta el
padre nuestro, pero los niños
salen al recreo y piden leche
en español. “siguen creyendo
que hablar quechua los vuel-
ve inútiles”, lamenta entonces
chujutalli.
mente con un ciclo, el de la no po-
sesión. Metafóricamente, es tam-
bién un separatismo materializa-
do: el pueblo seguirá rumiando
sus silencios y su aislamiento,
y será otra de las comunidades
quechua-lamistas que se disipa,
que se aísla. Otra de tantas. π
tio de arquitectura inteligente,
donde el estilo de vida de nues-
tros antepasados se exhibe con
unas buenas dosis de realismo,
belleza y respeto, en armonía
con el entorno geográfico.
Tenemos museos que reciben
a más extranjeros que peruanos,
donde hombres como Walter Al-
va o Régulo Franco suelen dejar
el alma, investigando con pasión
bajo el sol, descubriendo y po-
niendo en valor nuestra heren-
cia más valiosa. Sí podemos re-
cibir las piezas de Machu Picchu
y estamos seguros de que vamos
a hacerlo con elegancia. πππ