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Corporación Universitaria Minuto de Dios

Actividad final. Investigación Inflación, PIB, Desempleo en Colombia

Curso:

Macroeconomía

Alumnos:

Edwin Fajardo

Profesora Titular:

Silvia Liliana Ramos Gutiérrez

Profesor Tutor:

Felipe Victoria Barragán

Garzón Huila Colombia, 28 marzo de 2020


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INTRODUCCIÓN

La presenta investigación es sobre el comportamiento de las variables


Inflación, desempleo y el PIB (Producto interno bruto) en los últimos 40 años en
Colombia. Nuestro grupo de trabajo busca aprender y desarrollar con los
estudiantes la capacidad de aproximarse a los estudios de la asignatura de Macro
Economía, cuyo enfoque se interesa por el estudio de la distribución de los
recursos económicos y políticos en el territorio nacional. Con los instrumentos
mencionados sabemos que son artes antiguas y necesarias en la civilización para
la Economía, que tiene presencia importante en el que hacer de nuestro país,
repartida a lo largo de los años.

OVEJITOS

Objetivo general

Determinar el comportamiento de las variables Inflación, desempleo y el


PIB (Producto interno bruto) en los últimos 40 años en Colombia.

Objetivos específicos

- Evidenciar de manera investigativa el Comportamiento del a inflación


en los últimos 40 años en Colombia.

- Comprobar el Comportamiento del desempleo en los últimos 40 años


en Colombia

- Definir el Comportamiento del PIB en los últimos 40 años en


Colombia

- enfoque interesado por el estudio de la distribución de los recursos


económicos y políticos en el territorio nacional.
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LA INFLACIÓN

La inflación, dicho a groso modo, es la subida de los precios en un margen


de tiempo concreto. Es un término estrechamente relacionado con la pérdida de
poder adquisitivo, pues cuanto más suban los precios sin actualizarse los ingresos
más habrá que pagar por los bienes y servicios; pudiendo así comprar menos
cosas con el mismo dinero. 

CLASES DE INFLACIÓN

Hay varios términos asociados de manera directa con la inflación:

Deflación: Se da cuando el efecto real es inverso a la inflación. Es


decir, cuando los precios bajan. Podría parecer algo positivo, pero no lo es tanto,
puesto que está demostrado que esta situación lleva a disminuir el consumo en
espera de mejores oportunidades. Al final las empresas cierran por falta de
beneficios y el desempleo se incrementa.

Reflación: Las economías que se encuentran en deflación necesitan


provocar un incremento de los precios para evitar los problemas del punto anterior.
A esta vuelta de tuerca se le llama “reflación”.

Estanflación: El término estanflación hace alusión a un hecho típico en


las crisis económicas: subida de la inflación y del paro manteniendo estancado el
PIB.

Inflación subyacente: La inflación subyacente comparte el mismo


principio que la inflación, pero con la salvedad de que para su cálculo no se
incluyen aquellos bienes con precios muy variables. Por ejemplo, se dejan fuera
los servicios energéticos, pues sus tarifas cambian constantemente y pueden
viciar la inflación real.

Inflación estructural: Se da cuando el incremento de precios en un


sector determinado afecta a otros, haciendo que otro tipo de industrias asociadas
suban sus precios de manera generalizada. Es típico cuando se dispara el precio
del petróleo, del gas y en general de todas las materias primas.
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Desinflación: La desinflación básicamente viene a ser el contexto


económico en el que la inflación decrece sin desaparecer.

Inflación moderada: La inflación moderada existe cuando las tasas


inflacionistas son inferiores al 10% anual. Se trata de un tipo de inflación
manejable a través de políticas económicas convencionales.

Inflación galopante: Se llama así a este tipo de inflación puesto que es


capaz de provocar incremento de precios de hasta tres cifras. Es decir, que los
productos de consumo podrían duplicar, triplicar o cuadruplicar su precio de un
año para otro. Se da en medio de contextos económicos muy graves. Como por
ejemplo guerras.

Hiperinflación: La hiperinflación es una realidad cuando la subida de


precios es superior al 1.000%. Esto causa una pérdida de poder adquisitivo brutal,
una depreciación completa del dinero y una inestabilidad social y política muy
peligrosa. Es el contexto en el que se encuentra Venezuela.

Con base en un módulo especial que se realizó en 1997 en la Encuesta


Nacional de Hogares, El DANE, puede determinar el comportamiento de los
precios.

El Dane presenta datos del índice de precios al consumidor de cuatro


maneras, en la que se hace referencia al índice, con respecto al año base, las
otras tienen que ver con la variación mensual, anual y lo que va corrido del año.
Esto es lo que escuchamos en los noticieros o leemos en los periódicos cuando se
habla de cómo va la inflación en lo que va corrido del año, o al finalizar cada mes.
La inflación anual es la inflación de todo el año, y casi siempre se utiliza diciembre
como mes de referencia; la inflación mensual, ésta se obtiene porque es
importante distinguir ciertos meses en los que se realizan muchas más
transacciones de bienes y servicios, por ejemplo, diciembre, junio y julio son
meses en los que se suele comprar más bienes que en los demás meses del año,
y esto es vital para entender la evolución mes a mes de la inflación. La inflación
acumulada o año corrido es la que va hasta la fecha, por ejemplo, desde enero a
marzo si se está en marzo, o de enero a septiembre si se está en septiembre, con
este dato se puede tener información sobre cómo va evolucionando la inflación y
los analistas, empresarios, estudian lo que la afectó en el año, Pero el dato más
esperado es la inflación anual, pues con ella se ajustan los salarios y los precios,
de allí la importancia de este índice. Ésta cubre todo, por ejemplo, de diciembre de
1999 a diciembre de 2004.
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HISTORIA DE LA INFLACIÓN EN COLOMBIA 1960 - 2004

Para entender mejor la evolución de la inflación en Colombia a


continuación se presentan tres períodos en los cuales se explican los distintos
procesos inflacionarios, desde 1955 hasta el 2004.

En 1957 se presentó una de las primeras crisis cambiarias de la segunda


mitad del siglo XX (el peso tuvo una devaluación equivalente al 91%), originada
por la expedición del Decreto 107 de 1957 en el que se creaban dos tipos de
mercados de divisas, el de capitales y el de certificados. Cuando se presenta un
aumento de la tasa de cambio, el precio de los bienes importados sube, y por
ende los costos de producción de aquellas empresas que utilizan insumos
importados, a su vez estas empresas traducirán esos aumentos en sus costos en
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incrementos en los precios, ocasionando un proceso inflacionario por el lado de la


oferta, situación que explicaría la cifra de inflación para 1957, que fue del 20.2% y
luego se estabilizó un poco, con valores de 8.1% en 1958 y 7.95 en 1959.

Entre 1958 y 1962, durante la primera administración del Frente Nacional


(que estuvo a cargo de Alberto Lleras Camargo), se expandió el gasto público
gracias a los recursos provenientes del exterior otorgados por la Alianza para el
Progreso. Se podría pensar que ese aumento del gasto público se traduciría en un
incremento de la inflación, sin embargo, entre 1958 y 1962 se observa una
reducción sistemática de la misma (hasta llegar en 1962 a 6.4%). Esto se podría
explicar porque dicha expansión fiscal no jalonó la demanda agregada
(recordar Recuadros 1 y 2) y por ende no generó incrementos en el nivel general
de precios; además, se presentó un comportamiento muy irregular del Producto
Interno Bruto durante el período.

Entre 1961-1968 los términos de intercambio estuvieron relativamente


deprimidos, lo cual provocó una escasez de dólares, por lo que el país se quedó
casi sin divisas y se dio una devaluación en 1962. Frente a esto el Banco de la
República salió a comprar divisas, con lo cual se aumentó la cantidad del dinero
(pesos) circulante en la economía, hecho que se reflejó en la inflación, en este
caso, en una inflación del 32.56% en 1963, una de las más altas de la historia.

Para 1965 en Colombia existían una serie de desequilibrios inflacionarios


respecto a las tasas internacionales de inflación, es decir, las tasas internas de
inflación eran muy superiores a las externas, además aún existía el régimen de
cambio fijo. Por esta razón el Decreto-Ley 444 de 1967 reformó el sistema
cambiario y lo convirtió en uno, manejado por el Banco de la República, conocido
como «crowling-peg» que se basaba en un control cambiario diario, con una
devaluación cercana a la diferencia entre la inflación interna y la inflación
observada en países en desarrollo. El decreto estableció la compra y venta diaria
de divisas por parte del Banco de la República, lo que implicaba emisiones diarias
que generaban efectos inflacionarios (como vimos anteriormente en la ecuación
cuantitativa del dinero, donde aumentos de la masa monetaria se pueden traducir
en aumentos en el nivel de precios). Este decreto fue un mecanismo para poner
en términos reales el tipo de cambio fijo, a pesar de solucionar el problema que
causa un tipo de cambio fijo con tasas de inflación internas altas, creó un
mecanismo que validaba la inflación pasada al traducirse en un incremento de
precios actuales, similar al incremento del período anterior. Es decir, el incremento
de precios de hoy se fijaba con base en el incremento del año anterior.

Así pues, la inflación en 1967 fue de 7.32%; 6.54% en el año siguiente y


8.58% hacia 1969.
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El incremento de la inflación desde 1970 fue bastante notable, pasó de un


6.8% en ese año a 13.63% en 1971 y hacia 1973 estaba en un 23.54%. Este
fenómeno tuvo varias causas.

1. Una mayor indexación de la economía, causada por el tipo de régimen


cambiario que se implantó a partir de 1967, el «crowling-peg », que llevó a
que los precios se indexaran de acuerdo con el pasado, generando
condiciones inflacionarias permanentes, las cuales también se fortalecieron
porque se adoptó un mecanismo, el upac (unidad de poder adquisitivo
constante), para ajustar periódicamente los activos monetarios afectados
por la inflación, el cual se basaba principalmente en la inflación pasada,
causando también un incremento en la frecuencia de las negociaciones
salariales que se fundamentaban en la inflación pasada (medida por el
IPC), generando así mayores presiones inflacionarias. Esto es importante
porque en situaciones como éstas se ve claramente la importancia de las
expectativas; en estos años la inflación estuvo basada en la inflación
pasada, lo que hacía más difícil cambiar las percepciones sobre una
inflación futura menor. La aplicación del «crowling-peg» generó unos
aumentos permanentes de la inflación lo cual acababa con el valor de los
ahorros, afectaba al sector de la construcción y generaba un incremento en
el desempleo. Para evitar esta pérdida de valor de los ahorros y sus
consecuencias fue que se creó el upac en 1972 mediante el cual se
ajustaban los pasivos y los ahorros a términos reales, dando origen a la
indexación de la economía.
2. El shock de los precios relativos del petróleo en 1973 causó un deterioro en
las finanzas públicas porque la exploración y exportación de crudo se vieron
fuertemente desincentivadas debido a una equivocada política petrolera, lo
que llevó al país a convertirse en exportador de petróleo y adicional a eso el
Gobierno y Ecopetrol tuvieron que subsidiar parcialmente el precio de la
gasolina. Ese incremento en el precio del petróleo también se reflejó en
otros productos por el lado de las importaciones generándose así una
inflación superior al 22%.
3. El incremento permanente de las reservas internacionales por parte del
Banco de la Republica, aumentó la base monetaria presionando
fuertemente la demanda agregada y por lo tanto los precios. 5 Esta
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situación fue especialmente grave entre 1976 y 1978, por el inusitado


aumento de las reservas internacionales originado por las dos causas
siguientes: 1. Los altos precios internacionales del café, lo cual incrementó
las exportaciones cafeteras y por ende los reintegros de divisas al Banco de
la República, a cambio de pesos, y 2. Por el crecimiento de la deuda
pública externa, para financiar la construcción de infraestructura por el
Estado, lo cual también aumentó la monetización de las divisas obtenidas
en calidad de préstamo y por lo tanto el aumento de la base monetaria.
Para entender mejor el efecto del aumento de la base monetaria en la
inflación se puede analizar la ecuación cuantitativa del dinero, 6 ya expuesta
en el Recuadro 2, M x V = P x Y. Dado que se trata de una identidad,
suponiendo que la velocidad de las transacciones (V) se mantenga
constante, un aumento de la masa monetaria (M), se refleja directamente
en el nivel de precios (P), o en un incremento de la producción (Y), si esto
es posible, dado el nivel de la producción potencial. Lo que ocurrió en
Colombia fue que la mayor proporción del aumento de M en esos años, se
tradujo posteriormente en un aumento de precios.
4. El aumento del gasto público, debido a la política fiscal expansiva, en
especial en los períodos 1970-1974, 1978-1982 y 1986-1990, trajo como
consecuencia la aparición de saldos de déficit fiscal cercanos a 3% del PIB
en varios de esos años, los cuales en la mayoría de las veces, se
financiaron mediante la emisión de dinero que hacía el Banco de la
República,7 con el rótulo de préstamos al gobierno. Por lo tanto, sumados
los dos efectos, el resultante de la política cambiaria, ya descrita atrás, y
este de la financiación de la política fiscal, el peso resultante sobre la
inflación era mucho mayor.

Durante el resto de la década de los años setenta, la inflación se


caracterizó por unos altibajos muy marcados, por ejemplo, en 1974 la inflación fue
de 26.02% y hacia 1975 era de 17.71%; hacia 1977 era de 28.37%.

Ya en los inicios de los años ochenta, la economía había asimilado los


shocks y mantenía la inflación entre niveles del 25% y 30%. Pero a partir de 1983
la inflación tuvo de nuevo un descenso causado por variaciones en los cánones de
arrendamiento, el aumento en la oferta de alimentos, el contrabando y la
devaluación en Venezuela y Ecuador.

En los años siguientes, el comportamiento de los precios de los alimentos


y las políticas cambiarias y agrícolas tuvieron un fuerte impacto en la inflación. Por
ejemplo, como se había dado un atraso cambiario, a causa del ingreso masivo de
divisas por la bonanza cafetera de finales de los años setenta, en 1985 el tipo de
cambio se devaluó un 51generando un incremento de los precios de los
productos, por otro lado, en 1987 la política agrícola buscó aumentar los precios
pagados a los productores por medio de una estrategia de regulación de las
importaciones y compras del Estado para acumulación de existencias en el Idema.
Estas políticas llevaron a que la inflación en 1990 tocara su punto más alto desde
1963, llegando a un 32.4%.
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En este período se observa la clara influencia del sector externo, de las


devaluaciones y las revaluaciones, es decir, los shocks de oferta, en el
desempeño de la inflación en Colombia, y al mismo tiempo los shocks de
demanda originados en los aumentos de la oferta de dinero, por parte del Banco
de la República, para financiar el déficit del gobierno y el aumento de las reservas
internacionales, lo cual aumentó la demanda agregada y por ende los precios,
como consecuencia de que la oferta de productos no creció con la misma rapidez
que aquella.

Si se observa la gráfica, es claro que a partir de 1990 la inflación empezó


a descender. Para ese entonces, el presidente César Gaviria buscó implantar su
plan económico que consistía en tres puntos básicos: el primero era la aplicación
de reformas económicas estructurales con un proceso de apertura económica, el
segundo era la transparencia en las relaciones internacionales y el tercero era
luchar contra la inflación. Así pues, el descenso de la inflación a partir de 1990 se
atribuye a:

1. La liberación de importaciones.
2. La reducción del ritmo de devaluación (en 1990 era del 28%; en el primer
semestre de 1991 fue de 22%, en 1992 fue de 16.8% y en 1993 del 9%).
ductos no creció con la misma rapidez que aquella.
3. Una disminución en los aranceles.
4. La independencia del Banco de la República y de la política monetaria, y la
prohibición al Banco de la República de financiar el déficit fiscal del
gobierno.

Estas tres medidas tuvieron un impacto directo sobre el precio de los


bienes importados, al disminuir sus costos, y por lo tanto sobre los precios en
general. Así pues, la inflación pasó de un 32.4% en 1990 a un 26.8% en 1991, y a
un 22.6% en 1993.

También en 1991, la Constitución otorgó al Banco de la República


autonomía e independencia con el propósito exclusivo de reducir la inflación, es
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decir, mantener el poder adquisitivo de la moneda. Con este propósito, la Junta


Directiva del Banco de la República adoptó una estrategia de estabilización que
permitió independizar en alto grado la política monetaria de la política cambiaria,
ejemplo de ello fue la creación de una banda cambiaria con un techo y un piso que
cambiaban diariamente para que la divisa fluctuara en ella, y así se lograba que la
meta de devaluación fuera coherente con la inflación esperada. Hacia septiembre
de 1999, la banda fue removida y a partir de esa fecha el tipo de cambio fluctúa de
acuerdo con los movimientos de mercado. Igualmente, la prohibición que se
establece en la Constitución al Banco de la República, de financiar el déficit fiscal
del gobierno central, ha evitado que se continuaran dando las emisiones de dinero
que se presentaban en el pasado y que tenían efectos inflacionarios, como los que
han sido documentados en este artículo para el período 1958-1990. Sin embargo,
el abultado crecimiento del gasto público en la década de los años 90 y principios
de los 2000, se ha tenido que financiar en parte mediante las sucesivas reformas
tributarias que se han dado y con el preocupante aumento del endeudamiento
interno y externo, hasta llegar a cerca del 50% del valor del PIB.

El Banco de la República empezó a manejar unas metas de inflación para


cada año, pero su obtención sólo comenzó a ser palpable a partir de 1998- 1999
cuando se dio una aguda crisis económica en el país con una fuerte caída de la
demanda agregada. Para 1999 el Banco de la República se había fijado una meta
de inflación del 15% frente a 16.7% observada en 1998, esperando un crecimiento
económico del 2% frente al presentado en 1998 que fue del 0.6%. Después de
una contracción del producto de -5.8% en el primer trimestre de 1999 y de un
-7.6% en el segundo trimestre, la meta de inflación fue alcanzada fácilmente: la
inflación en mayo de 1999 fue inferior al 10%. 11 Es importante tener en cuenta que
durante esta recesión se dio una de las tasas de desempleo abierto más altas de
la historia del país: 19.4%

EL RÉGIMEN DE INFLACIÓN

OBJETIVO

A partir del 13 de octubre de 2000, las autoridades monetarias adoptaron


un régimen de inflación objetivo, el cual consiste en un compromiso por parte del
Banco Central al logro de una inflación objetivo dentro de un rango y unos plazos
definidos.

Este tipo de estrategia ha sido seguido por varios países en el mundo,


como Chile, Nueva Zelanda, República Checa, Brasil, entre otros. Un compromiso
así genera cierta característica de transparencia que aumenta la credibilidad en el
Banco Central y sus decisiones, puesto que éste rinde cuentas sobre el
cumplimiento de su objetivo y difunde las proyecciones de la inflación, con lo que
el objetivo tendría el papel de guía de las expectativas inflacionarias.

En Colombia, la estrategia de inflación objetivo consiste en fijar unas


metas plurianuales de inflación prestando atención a todo el entorno
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macroeconómico; en palabras de la Corte Constitucional, las funciones del Banco


de la República «deben ejercerse en coordinación con la política económica
general, y sus actuaciones, como las de los demás órganos del Estado, deben
propender a la realización de los valores del Estado Social de Derecho y a la
materialización de los fines propios de la intervención del Estado en la economía.
Esto significa que si bien la finalidad del Banco es la estabilidad de precios, sin
embargo, esta institución no puede ser indiferente a otros objetivos de política
económica de raigambre nacional, como pueden ser la búsqueda del pleno
empleo o la distribución equitativa de los beneficios del desarrollo». (Sentencia C-
481 de 1999 de la Corte Constitucional).

Realmente el régimen de inflación objetivo se empezó a implementar


desde 1991, al establecerse gradualmente metas combinadas con un objetivo
intermedio del agregado monetario (M1: efectivo más cuentas corrientes) y un
régimen de bandas deslizantes. En 1995, el M1 dejó de ser un buen elemento
para la estimación, así que en 1996 se estableció la base como meta intermedia.

Pero existía un régimen semi-fijo de tipo de cambio que hacía que el


agregado monetario quedara determinado exógenamente en el momento en que
el Banco compraba divisas, perdiendo así la meta de inflación.

Ya a partir de 1995 se empezaron a desarrollar modelos de pronósticos y


también un informe interno sobre la inflación. Este informe comenzó a publicarse
en 1998, confirmando así el compromiso del Banco de la República con las metas
de inflación. En el Cuadro 1 se puede observar que sólo después de 1998 se
lograron las metas de inflación previstas por el Banco de la República.
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Desde que se eliminó el sistema de bandas en septiembre de 1999, el


régimen de inflación objetivo quedó instalado adecuadamente, con una coherencia
entre las políticas de tasas de interés, el esquema cambiario y el agregado
monetario.

INFLACIÓN EN COLOMBIA 2002-2010


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El objetivo de este acápite es explicar brevemente el comportamiento de la


inflación desde el año 2002, dado que existen factores que además de las
decisiones de política monetaria influyen sobre el nivel de precios, como los
choques de oferta y demanda, las crisis mundiales, la tasa de cambio, entre otros.
Para 2002, la inflación esperada fue de 6,0% y la registrada estuvo 0,99
puntos porcentuales por encima de la meta establecida por la Junta Directiva el
Banco de la República (JDBR). El informe sobre inflación de la Junta (2002),
argumenta que la desviación de la meta se produjo debido al marcado aumento
del precio de la papa
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En el último trimestre del año, a la devaluación nominal presentada desde


mediados de 2002 y además al incremento de los precios internacionales de los
combustibles y los cereales, entre otros, los cuales provocaron grandes aumentos
en el precio de la gasolina y alimentos. En cuanto a las tasas de interés de
intervención (meta operativa del esquema IO), estas estuvieron inalteradas
durante el cuarto trimestre: lombarda de expansión, 9,0 %; subasta de expansión,
5,25%; subasta de contracción, 4,25%, y lombarda de contracción, 3,25%. Por
otra parte, la tasa de cambio presentó una tendencia revaluacionista, lo que en
parte se debió a la menor incertidumbre sobre el riesgo, pero también fue el
resultado del progreso de los proyectos de reforma tributaria y el apoyo ofrecido
por la banca multilateral (Informe sobre inflación, 2002).
En 2003 y 2004 el rango meta fue de 5 a 6% con una meta puntual de
5,5%. El comportamiento de la inflación en el primer año estuvo 0.49 puntos
porcentuales por encima de la meta y en el segundo se cumplió el objetivo con
una inflación registrada de 5,5%. El informe sobre inflación de 2003 argumenta
que en el comportamiento de la inflación para este año se destacó el reajuste de
las tarifas de los servicios públicos y los combustibles, y la inflación de alimentos
que en diciembre del mismo año fue de 5,3 %. Las tasas de interés no se alteraron
durante los últimos tres meses del año. En enero y abril se incrementaron hasta en
cien puntos básicos, debido al aumento de las expectativas de inflación generadas
a finales de 2002 y comienzos de 2003.

Para 2004, los resultados en materia de inflación fueron los esperados,


debido, entre otros, a los siguientes factores: la disminución de las expectativas de
inflación, la masiva entrada de capitales que propiciaron la apreciación nominal y
real del peso, la que produjo la reducción del nivel de precios de bienes
transables, además la brecha del producto terminó siendo más amplia por la
rápida expansión de la inversión. En cuanto a las tasas de interés, en diciembre de
2004, la JDBR la redujo veinticinco puntos básicos (Informe sobre inflación, 2004).
Es importante destacar que aunque la meta de inflación se cumplió, sin embargo,
del crecimiento económico no se puede decir lo mismo, ya que en el último
trimestre la economía solo creció 2,4 %.
Los informes sobre inflación de los años 2005 y 2006 registraron
resultados positivos en la meta de inflación, 4,85, para el primero, y 4,48, para el
segundo. El resultado del primer año se explica por la caída de la inflación sin
alimentos que compensó el aumento de la inflación con alimentos; en el último
trimestre, la JDBR mantuvo inalteradas las tasas de interés de intervención y la
estrategia que utilizó fue no entregar liquidez de largo plazo: “En su lugar, el
Banco otorgó liquidez a través de la intervención cambiaria discrecional,
principalmente, tal como lo hizo a lo largo del año” (Informe sobre inflación, 2005,
p. 23). En el segundo año, la reducción de la inflación se debió principalmente a
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menor incremento en los precios de los alimentos perecederos y los


bienes transables. Por otra parte, para el último trimestre, el Banco consideró
conveniente aumentar las tasas de interés de intervención con el objetivo
desestimular el crecimiento monetario que pusiera en riesgo la meta de inflación.
En 2007 se presentaron presiones inflacionarias que obligaron a la JDBR
a subir las tasas de interés en varias ocasiones, para cumplir con el objetivo de
estabilidad de precios. Sin embargo, como se observa en la Tabla 1, la meta no se
cumplió, pues se registró una tasa de inflación 1,19 puntos porcentuales por
encima del rango superior de la meta. El comportamiento para 2008 fue de 7,67%
con un rango meta de 3,5 a 4,5%. Se puede observar en la Gráfica 1 que los años
2007 y 2008 registran una variación muy marcada respecto a los objetivos de
inflación planteados. El comportamiento de la inflación en 2008 hizo evidente el
proceso de desinflación por el que estaba pasando el país, afectado, por un lado,
por la crisis mundial y, por otro, por el comportamiento de la inflación de alimentos
que registró aumentos marcados a lo largo del año, lo que activó el mecanismo de
transmisión de expectativas, aumentándolas. A pesar de los esfuerzos que realizó
la JDBR incrementando las tasas de interés de intervención para que
repercutieran en las demás tasas de interés, los resultados no fueron los
esperados.
Es pertinente resaltar que la meta de inflación es el objetivo principal de
política monetaria, pero debe estar coordinado con los demás objetivos de política
económica. No obstante, la crisis financiera internacional presentada a finales de
la primera década del siglo XXI en las economías desarrolladas, evidenció que “la
estabilidad de precios por sí misma no conduce a la estabilidad macroeconómica”
(Zárate et al., 2012, p. 10), porque, efectivamente, la recesión repercutió en el
crecimiento económico mundial. En el caso de Colombia, además de afectar la
demanda externa por nuestros productos, ocasionó una caída en el precio de los
bienes básicos de exportación y un descenso de las remesas de los trabajadores
colombianos en el exterior (Informe sobre Inflación, 2008).

El nivel de precios para 2009 se redujo significativamente respecto


al año 2008, la inflación registrada fue de 2,5%, dos puntos porcentuales
debajo del rango-meta inferior. El Informe sobre inflación (2009) explica el
comportamiento, principalmente, por la contracción de los precios de
alimentos, y en menor grado al IPC sin alimentos. Se resalta que la
inflación registrada fue la más baja desde 1951, año en que la inflación fue
de 1,4%. La crisis mundial favoreció la desinflación en el país para el año
2009, porque debilitó la demanda por petróleo y otros productos básicos y,
por ende, influyó en la caída de los precios internacionales de
hidrocarburos y algunos alimentos (Informe sobre Inflación, 2009).

La inflación registrada en 2010 fue de 3,17%, con un rango meta de 2 a 4


una meta puntual de 3%, esto debido en gran parte a que el fenómeno de La Niña
en el último trimestre del año y el incremento de los precios internacionales de
algunos de los productos básicos repercutieron en los precios de los alimentos y
algunos bienes y servicios. Además de los efectos de estos choques, la inflación
tuvo un comportamiento ajustado al margen esperado.
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El Banco de la República concluye sobre el particular: “Los excesos de


capacidad productiva y las aún altas tasas de desempleo impidieron aumentos en
costos y precios internos. Tampoco se hicieron evidentes presiones por cuenta del
tipo de cambio a pesar de la depreciación del último trimestre, e incluso durante
gran parte del año esta variable facilitó reducciones en precios de un segmento
importante de bienes registrados por el índice de precios al consumidor (IPC)”
(Informe sobre Inflación, 2010, p. 15-16). En cuanto a la producción, esta solo
creció 3,6% en el último trimestre, debido, principalmente, al débil crecimiento de
las exportaciones y la inversión (Informe sobre Inflación, 2010)

2011
A pesar de los problemas originados por el invierno en Colombia en el
2011, la meta de inflación que había proyectado el Banco de la República se
cumplió de acuerdo con el informe revelado por el Dane.
El índice de precios al consumidor fue del 3.73 por ciento que se
encuentra dentro de las proyecciones del emisor del 2 al 4 por ciento.
Según el Dane, los sectores que presionaron la Inflación en Colombia en
el año que acaba de concluir fueron: alimentos 5.27 por ciento, educación 4.57 %
y vivienda 3.78 por ciento
Por debajo de la inflación en el 2011 se ubicaron: salud 3.64 por ciento,
comunicaciones 3.26 %, transporte 3.07 por ciento y otros gastos con el 2.08 por
ciento.
Las ciudades con las mayores variaciones en el año fueron Bucaramanga
con el 5.76 %, Neiva 5.41 por ciento, Valledupar 5.05 %, Bogotá registró una tasa
de 3.21 por ciento y la de menor valor fue pasto con el 2.41 por ciento
En el mes de diciembre la Inflación en Colombia se ubicó en el 0.42 por
ciento jalonada por los sectores de comunicaciones, diversión, y alimentos.

2012
La inflación desaceleró a 2,44 por ciento en el 2012, favorecida por el
buen comportamiento en los precios de los alimentos, las comunicaciones, el
transporte y el vestuario, según lo indicó el Dane. El Índice de Precios al
Consumidor (IPC) se ubicó por debajo del registrado en el 2011, de 3,73 por
ciento. El crecimiento de los precios en la economía nacional el 2012 se ubicó
dentro del rango de 2 a 4 por ciento fijado como meta por el Banco de la
República, la misma que estableció el Emisor para este año. La cifra anual se
ubicó por debajo de las expectativas del mercado, que esperaba un avance de los
precios de 2,65 por ciento. En diciembre, la inflación fue 0,09 por ciento.
17

2013

El incremento del costo de vida del 2013 es el menor en medio siglo, de


acuerdo a las mediciones hechas por el departamento de estadística.
"La inflación más baja (1,94%) en más de medio siglo según acaba de
divulgar el Dane es una gran noticia para el bolsillo de los colombianos", escribió
en su cuenta de Twitter el presidente Juan Manuel Santos.
"Aparte del fútbol somos ahora también cabeza de serie en A. L. en inflación,
crecimiento económico, creación de empleo, inversión, TICS!”, agregó. En el año
2013 cuatro grupos se ubican por encima del promedio nacional (1,94%): Salud
(4,44%), Educación (4,37%), Comunicaciones (2,75%) y Vivienda (2,74%). El
resto de los grupos de gastos se ubicaron por debajo del promedio: Diversión
(1,84%), Transporte (1,39%), Otros gastos (1,02%), Vestuario (0,94%) y Alimentos
(0,86%).
Por ciudades, Riohacha fue la urbe que registró un mayor aumento del
Índice de Precios al Consumidor (IPC), con un 3,70%. En la capital del
departamento de la Guajira, el grupo de transporte con (21,33%) registró el mayor
crecimiento en los precios, explicó el Dane.
En la otra orilla se encuentra Cúcuta, que anotó una variación positiva de
tan solo 0,03%. En la capital del departamento de Norte de Santander, los grupos
de menor variación fueron: transporte (5,67%), salud (4,09%), educación (3,23%)
y vivienda (1,44%).
Para Bogotá, la inflación del 2013 alcanzó 2,43%, con lo que se ubica
como la tercera mayor variación en el costo de vida en Colombia. El Dane también
dio a conocer que para la diciembre, la variación en el Índice de Precios al
Consumidor (IPC) fue de 0,26%. Cuatro grupos de bienes y servicios presentaron
crecimientos superiores al IPC en el mes de diciembre de 2013: diversión (1,46%),
transporte (0,34%), alimentos (0,31%) y vivienda (0,29%).

2014

El promedio de las variaciones de los precios de los bienes y servicios que


componen la canasta familiar que es adquirida por los hogares colombianos para
su consumo registró en 2014 un crecimiento del 3,66 por ciento, superior en 1,72
puntos porcentuales a la registrada en 2013, cuando llegó a 1,94 por ciento.
En diciembre de 2014 se registró una variación de 0,27 por ciento. Esta
tasa es superior en 0,01 puntos porcentuales a la registrada en el mismo periodo
del año anterior (0,26 por ciento).
Aunque el Banco de la República esperaba que la inflación anual a
diciembre del 2014 permaneciera dentro del rango meta (cerca del 3 por ciento),
los analistas del mercado local estimaban que el dato para todo el año sería
superior al 3,5 por ciento.
En el año 2014 tres grupos se ubican por encima del promedio nacional
(3,66 por ciento): Alimentos (4,69%), Educación (4,12%) y Vivienda (3,69%). El
resto de los grupos se ubicaron por debajo del promedio: Salud (3,46%),
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Transporte (3,24%), Diversión (2,81%), Comunicaciones (2,30%), Otros gastos


(2,21%) y Vestuario (1,49%). En alimentos los subgrupos con mayores
incrementos en los precios correspondieron a: tubérculos y plátanos (36,21%),
frutas (13,16%) y hortalizas y legumbres (9,32%). En educación los subgrupos con
mayores incrementos en los precios correspondieron a: instrucción y enseñanza
(4,48%) y artículos escolares (1,85%). En vivienda los subgrupos con mayores
incrementos en los precios correspondieron a: gas y servicios públicos (6,92%),
gasto de ocupación (3,04%) y artículos para limpieza (1,90%).

2015
Sí para usted 2015 fue uno de los años más caros que recuerde, no se
equivoca: la tasa de inflación nacional fue de 6,77 por ciento, la cifra anual más
alta registrada desde 2009 y 3,11 por ciento mayor a la de 2014.
El Dane reveló anoche que en 2015 lo que más aumentó en su valor final
fueron los alimentos, con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 10,85 por
ciento. Se explica, principalmente, por el traspaso de la devaluación del peso
frente al dólar sobre los costos de producción y el impacto del fenómeno de El
Niño sobre los cultivos. El segundo segmento con mayor variación en sus precios
fue la vivienda con 5,38 por ciento.
En el caso de Medellín, la inflación durante el año pasado fue de 6,82 por
ciento, ubicándose 0,05 por ciento encima del promedio nacional y 3,38 por ciento
superior a la cifra registrada en 2014 para la ciudad (ver Informe).
Ahora bien, en el último mes de 2015, el IPC nacional fue de 0,62 por
ciento, el segundo incremento más alto registrado para ese mes desde 2010. Para
diciembre, diversión y alimentos jalonaron la muestra, con 1,28 y 1,08 por ciento,
respectivamente.

2016

El Dane informó que la variación anual del IPC en el 2016 fue de 5,75
%. Un año antes, en el 2015 fue de 6,77 %.
Salud, con 8,14 %, fue el grupo de gasto que registró la mayor variación anual.
Aumentaron los precios de las medicinas, el aseguramiento privado, y las
medicinas anticonceptivas, entre otros. 
Hay que recordar que el rango- meta del Banco de la República se ubica entre 2%
y 4 por ciento. Es decir, los precios no deberían aumentar más de 4 por ciento al
año.  
El precio de los alimentos subió 7,22 %, aunque hay advertir que empezaron a
corregirse desde el segundo semestre.  
Frente al 2015, la papa, el fríjol, la cebolla, el tomate y otras frutas frescas, no
aumentaron tanto el año pasado.
El vestuario presentó la menor variación anual, con 3,98 %. La ropa interior para
niños, los pantalones para hombre, los servicios de confección y de lavandería,
subieron muy poco sus precios.
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2017
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reveló
que durante el año 2017 la inflación se ubicó en 4,09%, lo que significa una
reducción de 1,66% frente a la inflación registrada durante el año 2016, que fue
del 5,75%.
Esta cifra, si bien es menor a la del año inmediatamente anterior, está 0,9% por
encima del rango meta del Banco de la República, estableció para el 2017 en 3%
más o menos un punto porcentual.
De acuerdo con la información estadística del Dane, esta variación anual del
Índice de Precios al Consumidor durante el 2017 se explica principalmente por el
comportamiento favorable del grupo Alimentos, que durante todo el año se ubicó
en 1,92%; mientras que en 2016 su crecimiento fue de 7,22%, una reducción de
5,30 puntos porcentuales.
El segundo grupo con menor variación en sus precios fue Vestuario, que su ubicó
en 1,98%, menor en 2% puntos porcentuales comparada con la registrada en el
año anterior, cuando fue 3,98%. En tercer lugar se ubicó el grupo Vivienda, con un
IPC acumulado de 4,49%, menor en 0,34 puntos porcentuales comparada con la
registrada en el año anterior, cuando fue 4,83%.

IPC DE DICIEMBRE
Según el Dane, en diciembre de 2017 la variación mensual del IPC fue 0,38%,
menor en 0,04 puntos porcentuales con respecto a la registrada en el mismo
periodo del año anterior, cuando fue 0,42%.

En el último mes del año cinco de los nueve grupos de gasto registraron una
variación menor que la presentada en el mismo mes del año anterior (Alimentos,
Vivienda, Vestuario, Salud y Otros gastos).

2018
Colombia cerró el 2018 con una inflación del 3,18 %, mientras que en
2017 fue de 4,09 %, así lo reveló el Departamento Administrativo Nacional de
Estadística (DANE). La cifra es levemente menor a lo que había proyectado el
Banco de la República, cuyas estimaciones se situaban en 3,2 %.  
De acuerdo con los resultados del DANE, los mayores aportes a la
variación anual se registraron en los grupos de vivienda y alimentos, que en
conjunto contribuyeron con 1,98 puntos porcentuales al acumulado anual de dicha
variación.
Barranquilla y Medellín fueron las ciudades que registraron la mayor
inflación del país, con 3,69%, mientras que Valledupar tuvo la menor inflación con
un 2,37 %. 
Bogotá, por su parte, registró una variación del 3,06 %. Los gastos que
más contribuyeron a esta cifra fueron los arrendamientos, almuerzos, pensiones y
energía eléctrica. 
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La inflación en diciembre
En diciembre de 2018, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de
0,30 %, mientras que el mismo mes del año pasado fue de 0,38%. El índice del
mes pasado registró una variación de 0,30 %, respecto a noviembre de 2018. 
De acuerdo con el DANE, los grupos que se ubicaron por encima del
promedio nacional fueron: educación (6,38 %), salud (4,33 %), vivienda (4,13 %) y
transporte (3,73 %).
Los demás grupos de gastos quedaron por debajo del promedio: alimentos
(2,43 %), otros gastos (2,29 %), vestuario (0,33 %), comunicaciones (0,28 %) y
diversión (-1,16 %).
Canon de arrendamiento de vivienda urbana incrementará 3,8 % 
Con la inflación se presentan subidas en los peajes bajo la administración
del Invías y en los arriendos (a excepción de los inmuebles de uso comercial).
Estos últimos no subirán automáticamente en enero sino una vez se hayan
cumplido 12 meses de la firma del contrato o del último incremento.

2019

Enero: El índice de precios al consumidor (IPC) se ubicó enero en 3,15


por ciento (últimos 12 meses), según informó el Dane.
Esta cifra es inferior a la registrada al corte del mismo periodo del 2018, cuando se
ubicó en 3,68 por ciento, y a la de diciembre pasado, cuando llegó a 3,18 por
ciento. 
En enero pasado el IPC se ubicó en 0,6 por ciento, menor al de enero de 2014,
cuando llegó a 0,49 por ciento y el 0,63 por ciento del primer mes del 2018.
Según el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, “seguimos en el mismo
país, es decir, como lo reflejamos en diciembre pasado, los líderes para jalonar la
inflación anual siguieron siendo la educación, la salud y la vivienda”.

Febrero: El Dane reportó que el mes de febrero de 2019 registró una


inflación mensual de +0,57%, inferior al consenso del mercado (+0,75%) y a lo
observado un año atrás (+0,71%). Ello implicó convergencias en la lectura anual
hacia un favorable 3,01% (vs. 3,15% del mes anterior), ubicándose en el punto
medio del rango meta del Banco de la República (BR), ver gráfico adjunto.
Marzo: Los alimentos y bebidas alcohólicas llevaron a que, en marzo, el
índice de precios al consumidor (IPC) de Colombia aumentara 0,43%, según el
Dane.
Este resultado derivó a que la inflación de los últimos 12 meses en el país
repuntara y se ubicara en 3,21%, cuando en febrero estuvo cerca de aterrizar en
la meta del Banco de la República, que es de 3%.
Y aunque todo indicaría que los bloqueos en la vía Panamericana, que
están cerca de completar un mes, habrían sido la razón del alza en los precios de
los alimentos, el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, desmintió esta conjetura. 
21

2. DESEMPLEO

CLASES DE DESEMPLEO

1. Desempleo coyuntural o cíclico: Es una modalidad de desempleo


directamente relacionada con las fases de expansión y recesión de la economía:
cuando la economía va bien el desempleo baja y cuando va mal se dispara.

2. Desempleo estacional: Nos referimos a una modalidad de desempleo


que tiene su razón de ser en el hecho de que existen ciertas actividades
profesionales que sólo requieren mano de obra en épocas determinadas del año.

3. Desempleo estructural: Es una modalidad de desempleo bastante


compleja de solucionar, pues se debe a que los empresarios buscan un perfil
profesional que no puede ser cubierto con la demanda de empleo existente.

4. Desempleo friccional: Nos referimos a personas que tienen la opción


de trabajar, pero no desean hacerlo. Las razones pueden ser varias. Por ejemplo,
son desempleados friccionales los trabajadores que dejan

TASA DE DESEMPLEO DESDE 1960 -2019

LA DECADA DE LOS 80

La tasa de desempleo se incrementó del 8.1 por ciento en 1981 al 9.57 por
ciento a finales de 1989, habiendo alcanzado la cifra record del 13.8 por ciento en
1985. El efecto sobre el desempleo abierto no fue mayor gracias a tres factores:
(1) el descenso en las tasas de crecimiento de la población en edad de trabajar
(de 3.6 por ciento en promedio en la segunda mitad de los 70, a 2.3 por ciento en
los 80), como consecuencia de los profundos cambios demográficos que
ocurrieron en la sociedad colombiana durante la década de los 70; (2) la
22

disminución del ritmo de crecimiento de la tasa de participación laboral, del 2.2 por
ciento en la segunda mitad de los 70 al 0.7 por ciento en los 80; (3) el considerable
aumento de los empleos en el sector informal, en particular en la primera mitad de
la década de los 80, que absorbió buena parte de los nuevos trabajadores que no
pudo emplear el sector formal de la economía.
A pesar de ello, el crecimiento absoluto del número de ocupados fue
inferior al de la población en edad de trabajar en todos los años 80, con excepción
de 1987, de modo que la década no contribuyó a aliviar los problemas
estructurales de empleo.
La década se dividió en tres períodos muy claros. Hasta 1985 se vivió una
recesión (el PIB creció al dos por ciento por año y la industria al 0.7 por ciento),
con un deterioro muy sustancial del empleo, pero con una compensación parcial
por el incremento de los salarios reales (gracias al descenso de las tasas de
inflación) y un aumento importante en el gasto público social.
En 1986 y 1987 se reactivó la economía y la generación de empleo,
gracias al impulso de demanda de la bonanza cafetera. Sin embargo, en 1988 y
1989 la tasa de crecimiento volvió a descender, al 3.6 por ciento anuales
promedios, como consecuencia de la aplicación de una política anti-inflacionaria
de corte tradicional, ante la aceleración de los índices de precios al consumidor.
Esta política ortodoxa trajo como consecuencia una reducción notable en el
crecimiento económico y en la generación de nuevos empleos, sin haber tenido un
mayor efecto sobre las tasas de inflación. Su evidente fracaso ha dado lugar a
que, finalmente, las autoridades económicas reconozcan que, dado el carácter
inercial del proceso inflacionario, se requiere algo más que políticas ortodoxas
para combatirlo. En sus últimas declaraciones, el Ministro de Hacienda concedió
que será necesario algo parecido a un Pacto Social, en busca de la desindexación
de la economía, como lo venían proponiendo los sectores académicos del país
desde hace varios años.
Frente a estos hechos, es preciso reconocer que la economía termina la
década sin desequilibrios mayores.

EL DESEMPLEO MAS ALTO DE SURAMERICA

De 1990 a 2010, la tasa de desempleo promedio anual en Colombia ha


estado por encima de 10 por ciento y ha sido superior a la de los países de
Suramérica, como puede observarse en el Cuadro 1.
Podría decirse que el desempleo de dos dígitos ha sido una característica
endémica de Colombia en los últimos veinte años. En 2010, solamente Venezuela
tenía una tasa de desempleo superior a 8 por ciento, mientras Colombia tuvo una
tasa altísima a nivel internacional de 12,4 por ciento.
23

Habría que crecer más rápido:

Para obtener tasas de desempleo menores de 10 por ciento, Colombia


debe lograr tasas de crecimiento del PIB superiores al 5 por ciento. Si el objetivo
es alcanzar simultáneamente tasas de desempleo abierto del 6 por ciento, reducir
el subempleo y disminuir la informalidad en un período corto, entonces el país
deberá crecer en promedio a tasas por encima del 8 por ciento.
Si tenemos en cuenta que de 2002 a 2010 la productividad promedio del
trabajo, medida en términos de ocupados con relación al PIB, creció entre 2,6 y
3,0 por ciento, y que la tasa de crecimiento de la población estará alrededor de 1,3
por ciento, se requiere crecer entre 3,93 y 4,33 por ciento para
mantener apenas constante la tasa de desempleo; de lo contrario, ésta volverá a
aumentar.
Lo ocurrido efectivamente con la tasa de desempleo de 1990 a 2010
concuerda con el análisis anterior. En efecto, durante este período el PIB creció
4,3 por ciento en promedio, lo que explica las altas tasas de desempleo de dos
dígitos y su inflexibilidad hacia abajo.
Ocupados, desempleados, subempleados:
De 2001 a junio de 2011, la población ocupada ha venido aumentando a
una tasa anual de 1,89 por ciento, muy en consonancia con la tasa de crecimiento
promedio poblacional y del PIB durante este período.
Como muestra el Cuadro 2, se pasó de 16.506.000 de ocupados a finales
de 2001 a 19.732.000 en junio de 2011, para un promedio de aumento anual de
339.579 empleados.
24

Paralelamente, los desempleados bajaron de 2.907.000 en 2001 a 2.406.000 en


2005 y se han mantenido muy estables en los siguientes años, salvo en 2007, un
año excepcional también en términos de crecimiento económico.
Los subempleados subjetivos (las personas empleadas que sin embargo
desean cambiar de puesto) han oscilado en el tiempo, pero en junio de 2011 son
más numerosos que los de 2001. En cuanto a los subempleados objetivos (los
empleados que de hecho están buscando un puesto diferente) aumentaron de
2001 a 2005, disminuyeron entre 2006 y 2008 y han vuelto a aumentar a junio de
2011. La sumatoria de subempleados objetivos y subjetivos pasó de 8.384.000 en
2001 a 9.386.000 en junio 2011.
Al combinar desempleados y subempleados, esta población en 2001 era
de 11.291.000 de personas y para junio de 2011 había crecido a 11.804.000.
Aunque los desempleados disminuyeron, al considerar también a los
subempleados, la situación laboral no mejoró globalmente en los últimos diez
años.
Desempleo y subempleo en la ciudad:
Más revelador aún resulta mirar el desempleo y el subempleo en las
ciudades, en un país cada vez más urbano. El Cuadro 3 muestra cómo el
desempleo urbano ha superado el promedio nacional, dado que el desempleo
rural presenta menores tasas.
Con relación a junio de 2011, se observa un mejoramiento de unos 3
puntos porcentuales en el efecto combinado total con relación a junio de 2010.
25

Medio país sin trabajo:

Las principales conclusiones que resultan de analizar el comportamiento


de las tasas de desempleo y de subempleo urbano en Colombia son las
siguientes:
 Comparando junio de cada año, el desempleo abierto pasó de una tasa de
17,3 en 2001 al 11,9 por ciento en 2011.
 Para lograr tasas de desempleo menores, se requiere que el PIB siga
creciendo a tasas de 5 por ciento o más.
 El subempleo subjetivo ha estado por encima de 30 por ciento en promedio.
 El subempleo objetivo ha estado por encima de 10 por ciento en promedio
 Al considerar el total de desempleo y subempleo, siempre ha estado por
encima de 50 por ciento.

El desempleo es uno de los principales indicadores macroeconómicos


para medir el desempeño de una economía, y uno de los problemas que más
genera preocupación en la sociedad actual. Cuando el número de personas
desempleadas aumenta por encima de lo esperado por la sociedad, en el mercado
se generan presiones sobre la economía, indicando que se encuentra mal
encaminada. Conceptualmente, el desempleo se define como la situación en que
se encuentra una persona en edad de trabajar y no tiene empleo, siempre y
cuando haya buscado trabajo durante, por lo menos, dos semanas consecutivas.
Así, la tasa de desempleo es la relación porcentual entre aquellas personas
desempleadas y el número de personas que integran la fuerza laboral, es decir, la
Población Económicamente Activa (PEA), entendiéndose esta como la población
en edad de trabajar que trabajan o están buscando empleo. Por otro lado, la tasa
de ocupación es la relación porcentual entre la población ocupada, que son las
personas que durante el período de referencia se encontraban en una de las
siguientes situaciones: 1) Trabajó por lo menos una hora remunerada en dinero o
26

en especie en la semana de referencia, 2) Los que no trabajaron la semana de


referencia, pero tenían un trabajo, o 3) Trabajadores familiares sin remuneración
que trabajaron en la semana de referencia por lo menos 1 hora; y el número de
personas que integran la población en edad de trabajar (mayor a 12 años en
zonas urbanas y mayor a 10 años en zonas rurales) - PET. Por último, se entiende
el subempleo como una situación en la que se encuentran algunas de las
personas que están ocupadas; en esta posición, las personas desean y sienten
que pueden trabajar en mejores condiciones (suficientes horas, mejor ingreso,
mayores competencias) pero el empleo en el que se encuentran no cumple con
sus expectativas. La tasa de subempleo es, entonces, la relación porcentual entre
este número de personas ocupadas subempleadas y la PA.
En resumen, las fórmulas que definen las tasas del mercado laboral a
analizar son las siguientes:

𝑇𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑚𝑝𝑙𝑒𝑜 = 𝑃𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎𝑑𝑎𝑠 /𝑃𝐸𝐴


𝑇𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑐𝑖o𝑛 = 𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑠 𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑑𝑎𝑠/ 𝑃𝐸𝑇
𝑇𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑏𝑒𝑚𝑝𝑙𝑒𝑜 = 𝑃𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑠 𝑠𝑢𝑏𝑒𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎𝑑𝑎𝑠/ 𝑃𝐸𝐴

Todas estas variables son calculadas para Colombia por el Departamento


Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), la metodología que utiliza para
calcular el desempleo radica en La Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH),
que es una encuesta mediante la cual se solicita información sobre las
condiciones de empleo de las personas (si trabajan, en qué trabajan, cuánto
ganan, si tienen seguridad social en salud o si están buscando empleo), además
de las características generales de la población como sexo, edad, estado civil y
nivel educativo, fuentes de ingreso. La GEIH proporciona al país información a
nivel nacional, cabecera - resto, regional, departamental, y para cada una de las
capitales de los departamentos. Se debe ser precavido con el uso de esta
información, pues al calcular los datos por medio de encuestas hace que estos
sean subjetivos, en especial, el número de personas subempleadas.

LA TENDENCIA DEL DESEMPLEO:


Teniendo en cuenta los datos de desempleo mensual desde enero de
2001 hasta septiembre de 2015, se puede observar una tendencia bajista,
pasando de niveles máximos, 17,8% en marzo de 2002, hasta su nivel más bajo
en noviembre de 2014, 7,71%. Esta tendencia se explica por coyunturas
económicas y sociales.

Periodo Uribe I y II
Colombia al inicio del siglo XXI se encontraba en una crisis económica con
orígenes internacionales, una crisis que afectó principalmente a los países en
desarrollo, adicionalmente, el conflicto interno se encontraba en el peor momento.
Con la llegada del gobierno de Uribe en 2002 se empezaron a tomar medidas de
orden público que a mediano plazo generaron confianza para el sector empresarial
y dinamizó gradualmente la economía, el desempleo empezaba a bajar
paulatinamente hasta que llegó una nueva crisis financiera internacional en 2008,
en este periodo el desempleo se volvió a disparar a pesar de que se realizaron
27

varios planes para estimular el empleo, se eliminaron las horas extras y se recortó
el pago de domingos y festivos, fueron políticas justificadas para incentivar el
empleo, pero no logró el objetivo, los beneficiados con estas políticas fueron los
empresarios (Gráfico 1). De 2002 a 2010, la cifra de desempleados se redujo de
3,5 millones a 2,4 millones de personas, pero la informalidad se disparó, al punto
de que seis millones de colombianos vivieron del ‘rebusque’. Otros datos
interesantes fueron la tasa de participación femenina la cual se mantuvo en 48.6%
promedio, mientras que la de los hombres fue 73.6%. Y las tasas de desempleo
femenino (17%) permanecieron por encima de las masculinas (10%).

Período Santos I y II
Santos inicia su plan de gobierno en 2010, el desempleo se mantenía
estable por encima de los dos dígitos, su ministro de hacienda y crédito público
Juan Carlos Echeverry se pone como meta disminuir el desempleo a un dígito en
menos de un año, meta que se cumplió temporalmente. Su metodología para bajar
el desempleo se basó en impulsar sectores intensivos en mano de obra como la
construcción (programa PIPE) y aprovechó la buena racha por la cual pasaba en
ese momento el sector minero energético. Tendencia cíclica o Temporal Lo
interesante del periodo Santos es que el desempleo presenta una tendencia
temporal o cíclica que a largo plazo va disminuyendo considerablemente. Como se
observa en el gráfico 1, entre enero y febrero de todos los años es cuando el
desempleo es más alto, después empieza a bajar hasta llegar al periodo de mayo
a agosto donde se mantiene en promedio un mismo nivel, posteriormente el
desempleo empieza a bajar hasta su mínimo en noviembre – diciembre y después
el patrón se repite el año siguiente pero cada vez los máximos a los que se llega
son menores, al igual que los mínimos a los que se llega son inferiores al año
inmediatamente anterior, lo que se traduce como un mejoramiento de las tasas de
desempleo. Este ciclo estacional se podría explicar de la siguiente forma, en fin de
año los individuos aumentan su poder adquisitivo ya sea por las primas legales y
extra legales, por ahorros previos o por endeudamiento, y deciden aumentar su
consumo. Debido a esto aumenta la demanda y las empresas se ven obligadas a
contratar mano de obra para suplir los nuevos requerimientos, por lo tanto
aumenta la tasa de ocupados y disminuye la tasa de desempleo. Al final del
periodo navideño la economía vuelve a su ciclo normal, la demanda se reduce
obligando a las empresas a despedir personas, los estudiantes que trabajaban en
los períodos de vacaciones renuncian por deberes escolares y es por esta razón
por la cual los niveles más altos de desempleo se presentan en los primeros
meses del año, enero a marzo.

OCUPADO EN EL PAÍS

Se puede observar la tasa de ocupación desde enero del 2001 hasta


septiembre de 2015. Se puede observar que el porcentaje de ocupados en
relación con las personas en edad de trabajar ha tenido una gran volatilidad en el
periodo estudiado, desde el 2001 hasta mediados del 2006 la tasa presenta un
comportamiento cíclico, después empieza una tendencia alcista, es decir que el
porcentaje de ocupados empezó a aumentar. En el periodo de la crisis financiera
28

internacional los ocupados no aumentaron, se mantuvieron e incluso por periodos


bajaron. También se observa que en los últimos años la tasa de ocupados tiende a
estabilizarse sobre el 58%, registrando un crecimiento de 6% desde el período de
inicio 2001. Se observa, entonces, una relación inversa con la tasa de desempleo.
Es importante aclarar que aunque el porcentaje de ocupados en el país ha venido
aumentando no es claro que la situación laboral esté mejorando, básicamente
porque la mitad del empleo que genera Colombia es empleo informal, el problema
con los trabajadores informales es que de cierta forma están desvinculados del
Estado y son propensos a permanecer en la pobreza ya que no tienen seguridad
social, es decir no acceden a pensiones, cesantías, vacaciones, salud y
educación. Además, no todos los empleos informales son mal pagos, incluso hay
unos que generan mayor salario que su homólogo en el trabajo formal. Es
destacable el esfuerzo que ha realizado el gobierno Santos para disminuir la
informalidad y por lo menos aumentar la cobertura de salud y educación; sin
embargo, pese a los esfuerzos todavía falta mucho y se considera que se pudo
haber hecho más. EL SUBEMPLEO Por último, se examinará los datos acerca del
subempleo, tomando para este la tasa nacional objetiva. Hay que tener en cuenta
que existen dos tipos de subempleo, el subjetivo y el objetivo; el subjetivo se
refiere al simple deseo manifestado por el trabajador de mejorar sus ingresos, el
número de horas trabajadas o tener una labor más propia de sus personales
competencias, esto hace que el cálculo de la tasa de subempleo pueda estar
sesgada por el pensamiento del subempleado. Para corregir este problema y
poder tener un valor estimado más acertado se tiene el subempleo objetivo, el cual
comprende a quienes tienen el deseo, pero además han hecho una gestión para
materializar su aspiración y están en disposición de efectuar el cambio. Se
observa que hasta el año 2007 los datos se comportan de forma estacional,
alcanzando mínimos en los meses de diciembre y enero, mientras que los
máximos son alcanzados con frecuencia en la mitad del año, entre los meses de
junio y septiembre. De ahí en adelante, no se observa el mismo comportamiento,
en realidad, es difícil encontrar algún patrón. Entre el periodo analizado, diciembre
de 2006 fue el mes en el que hubo menor subempleo, mientras que la mayor tasa
se registró en julio de 2005.

El subempleo y el desempleo
Desde el año 2007, se observa que las variables tienen una relación
inversa periodo a periodo, pero ambas con una tendencia bajista, mientras que
antes de ese dato, no se ve un comportamiento evidente en conjunto (Gráfico 4).
Se puede ver que la relación positiva entre las dos tasas que se observa en la
gráfica desde el año 2010, momento en el que se posesionó Juan Manuel Santos,
es debido a que si aumenta la tasa de desempleo, más personas estarán
dispuestas, por necesidad, a aceptar trabajos que están por debajo de sus
expectativas en diferentes criterios, lo cual hace aumentar la tasa de subempleo
de la economía. Por otro lado, si disminuye la tasa de desempleo, indica que hubo
una oferta mayor de empleo, la cual fue aprovechada por personas que estaban
clasificadas como subempleadas, lo cual hace que también disminuya la tasa de
subempleo. Esta relación de causalidad puede darse con un retraso, que podría
entenderse como el tiempo en el que una persona demora en pasar de ser
29

desempleada a conseguir un empleo, el cual lo califica como inadecuado, o en el


caso en que disminuyan las tasas, se considerará como el tiempo que demora una
persona subempleada en obtener un trabajo decente.
30

¿Qué es producto interno bruto PIB?


El producto interno bruto es el total de los bienes y servicios producidos en
un país dentro de un determinado periodo de tiempo, incluye los productores
nacionales y extranjeros residentes en nuestro país; y excluye a los productores
nacionales residentes en el exterior.
El pib se mide en tasa porcentual, el pib real es el valor monetario de los
bienes y servicios producidos en un país y el pib per cápita es un indicador
macroeconómico el cual tiene la facilidad de permitir que se registren los
rendimientos económicos y sociales de un país. Siendo el resultado de una
división entre el pib y el número de habitantes de un país.
CLASES DE PIB
31

Década de los 60
Antes de la década de 1960, la economía se caracterizaba por el
monopolio en el sector privado o falso libre mercado, que manipulaba las
diferentes variables para su beneficio, incluyendo el manejo de las normas
gubernamentales y la eliminación de la competencia por todos los medios
posibles. Por supuesto, este monopolio del mercado creó descontento en la
población.
Las características fiscales que presenta esta década son las siguientes:

 La estructura tributaria estaba basada en su mayoría por impuestos


directos.

 Se planteaba la necesidad de diseñar una política de estabilidad monetaria


compatible con una de gastos ejecutada con presupuestos balanceados y
no con emisiones de dinero, para evitar presiones inflacionarias.

 Se estableció la controvertida "doble tributación" para las empresas.

 Los organismos de crédito internacional recomendaban, en ese entonces,


una política de desarrollo con gran intervención estatal y ampliación del
mercado vía gasto, sustentado dicho gasto en los impuestos directos.

 En esta época, la tributación era básicamente directa; Colombia disponía


del impuesto sobre la renta más progresiva y productiva de América Latina.

En 1956 se dio paso a la teoría de Robert Solow, la cual decía muy


acertadamente que el crecimiento de la economía se debía basar en la oferta, la
inversión y la productividad y no en la demanda exclusivamente. Esta teoría
condujo a los economistas a estudiar a fondo e implementar esta presunción en
los años siguientes para mejorar la calidad de vida y el modelo económico que
afrontaban en esos años. Gracias a la teoría de Robert Solow, la economía
evolucionó y dio paso para que Solow ganara el nobel de economía en 1987.
Uno de los más importantes economistas de la historia, John Maynard
Keynes, expuso en su teoría que los déficits fiscales eran una herramienta para
reactivar una economía cuando ésta se encontraba en recesión; sin embargo, esta
teoría tiene también muchas críticas, pues algunos teóricos sugieren, por el
contrario, que los déficits fiscales elevan el costo de vida de los ciudadanos, el
cual es medido por la inflación.
Existen varios métodos utilizados por los gobiernos para poder pagar el
déficit fiscal: disminución del gasto, aumento de impuestos, un aumento en la
cantidad y monto de los préstamos que solicita en el exterior o a nivel nacional, o
32

con emisiones de dinero. Para poder tener buenos resultados, todas estas
herramientas se deben ser correctamente aplicadas, puesto que la disminución del
gasto puede afectar las políticas sociales y de inversión del gobierno; los
impuestos pueden afectar a los ciudadanos, que dejarán de consumir y de invertir,
y por lo tanto no se presentaría crecimiento económico; los prestamos aumentan
la deuda pública y éste, al competir con la banca privada por el dinero, hace que
aumenten las tasas de interés que, a su vez, pueden llevar a una disminución de
la inversión en el país y, como ya es conocido, las emisiones de dinero pueden
terminar generando un aumento de la inflación.

DECADA DE LOS 60-70-80

El crecimiento económico (del PIB) en la década de los 60 fue del 5.1 por
ciento anual promedio; en la de los 70 del 5.5 por ciento y en los 80 apenas llegó
al 3.2 por ciento anual. Esta desaceleración fue particularmente notoria en el
sector industrial, que pasó de crecer al seis por ciento anual en los 70 a tan solo
2.4 por ciento en los 80.

PRODUCTO INTERNO BRUTO TOTAL Y POR HABITANTE


(A precios constantes de 1994)
             
  Total Por habitante
Mill Va M Pe Va D
  ones riación illones sos riación ólares
F de an d an d
in de: pesos ual % e dólares ual % e 1994
d
      e 1994      
33

             
1 56.8 6 1. 1.
990 73.930 - 8.808 626.380 - 968
1 58.2 2,3 7 1. 0,3 1.
991 22.935 7 0.440 631.521 2 974
1 60.7 4,3 7 1. 2,2 2.
992 57.528 5 3.506 668.878 9 019
1 64.2 5,7 7 1. 3,6 2.
993 26.882 1 7.704 729.910 6 093
1 67.5 5,1 8 1. 3,1 2.
994 32.862 5 1.703 784.264 4 159
1 71.0 5,2 8 1. 3,3 2.
995 46.217 0 5.954 843.363 1 230
1 72.5 2,0 8 1. 0,1 2.
996 06.824 6 7.721 845.155 0 232
1 74.9 3,4 9 1. 1,4 2.
997 94.021 3 0.730 871.851 5 265
1 75.4 0,5 9 1. - 2.
998 21.325 7 1.247 847.348 1,31 235
1 72.2 - 8 1. - 2.
999 50.601 4,20 7.411 737.252 5,96 102
2 74.3 2,9 8 1. 1,1 2.
000 63.831 2 9.968 757.122 4 126
2 75.4 1,4 9 1. - 2.
001 58.108 7 1.292 751.959 0,29 120
2 76.9 1,9 9 1. 0,1 2.
002 17.222 3 3.057 754.734 6 123
2 79.8 3,8 9 1. 2,1 2.
003 84.490 6 6.647 791.792 1 168
2 83.7 4,8 1 1. 3,1 2.
004 72.433 7 01.351 848.250 5 236
2 87.7 4,7 1 1. 3,1 2.
005 27.925 2 06.136 905.507 0 305
2 93.7 6,8 1 2. 5,1 2.
006 (p) 30.891 4 13.399 003.984 7 424
2 100. 7,5 1 2. 5,8 2.
007 (p) 777.524 2 21.924 120.701 2 566
             

PIB 2002 – 2012


34

La anterior gráfica describe la evolución que ha tenido la tasa de variación


del PIB para Colombia desde el año 2002 hasta el año 2012. Se evidencia un
inicio de la década en condiciones bien favorables hasta el año 2004 con una tasa
de crecimiento del PIB para éste año de 5.3%, con un leve descenso en el año
2005 hasta una tasa del 4.7%, y un posterior auge mayor hasta mostrar un
crecimiento del 6.9% en el año 2007. Producto de un entorno económico
desfavorable a nivel mundial luego de la crisis financiera de Estados Unidos,
Colombia también experimenta una fuerte disminución en el crecimiento de su
PIB, presentando para el año 2009 una tasa de crecimiento del PIB de apenas
1.7%, siendo ésta última la más baja de la década analizada y el punto de partida
para un nuevo crecimiento logrado en el año 2011 hasta del 6.6%.
35

PUNTOS ATIPICOS Y RELEVANTES DE LA ECONOMIA EN


COLOMBIA

CRISIS DE 1999 EN COLOMBIA

La recesión más profunda del 98-99 El último trimestre de 1998 marcó el


comienzo de la peor recesión en la historia de Colombia, que llevó a que 1999 por
primera vez se registrara un crecimiento negativo del 4,5 por ciento en el Producto
Interno Bruto, PIB. El último trimestre de 1998 marcó el comienzo de la peor
recesión en la historia de Colombia, que llevó a que 1999 por primera vez se
registrara un crecimiento negativo del 4,5 por ciento en el Producto Interno Bruto,
PIB. Entre las causas figuran el excesivo endeudamiento del sector público y el
endeudamiento del sector privado que con unas tasas de interés excesivamente
altas que tocaron niveles del 50 y 60 por ciento hicieron las veces de aspiradoras
de los recursos de la economía.
36

La demanda se contrajo, la gente no tuvo con que comprar, se generó un


efecto domino, no hay recursos para inversión, no hay demanda, sobran
empleados y así el desenlace final: cierre de empresas, incremento en el
desempleo y caída de la producción nacional. Al gobierno de turno del presiente
Pastrana le tocó hacerle frente a la crisis financiera, a la crisis de las cooperativas,
a las más altas tasas de interés y a la crisis del Upac. Desde cuando ese desastre
hizo su aparición el gobierno trató de contrarrestarlo y salir adelante, sin embargo,
aún hoy cuatro años después, todavía se habla de que el país empieza a salir del
peor capítulo en la historia económica del país.
Banca: de la expansión a la crisis.
A comienzos de la década de los 90 el sector financiero colombiano
registraba una fuerte expansión. Las operaciones aumentaron, los índices de
crecimiento de sus activos pasaron de 38 por ciento en 1992, a 42 por ciento en
1994. Las entidades se fortalecieron patrimonialmente y el número de
intermediarios financieros creció de 98 en 1990 a 140 en 1995. Como
consecuencia de esta prosperidad, las utilidades eran millonarias en la banca.
Pero la dicha no duró más allá. Cuando la economía comenzó a desacelerarse a
finales de la década, empezó el deterioro progresivo del sistema financiero.
Durante el año 98 este deterioro se profundizó y se extendió a todos los
intermediarios. El crecimiento de la cartera vencida se aceleró, las provisiones se
redujeron y los bienes recibidos en pago aumentaron significativamente pasando
de 800.000 millones de pesos en diciembre de 1997 a 1,4 billones de pesos en
octubre de 1998.Como si fuera poco comenzaron a evidenciarse problemas de
liquidez del sistema, agravando la situación.

Así, la estructura de captación se trasladó a recursos de cortísimo plazo.


Para octubre de 1998, el 60 por ciento de los CDT y CDAT se encontraban entre 2
y 14 días, mientras que las captaciones superiores a 6 meses alcanzaban un nivel
del 5 por ciento, frente a 15 por ciento que significaban nueve meses atrás.
El crítico panorama se completaba con problemas de encajes en muchas
de las entidades que obligó a los establecimientos a pagar enormes tasas de
interés (hasta el 150 por ciento) por los recursos de corto plazo.

Tal situación llevó al sistema a arrojar pérdidas por 500.000 millones de


pesos a octubre del 98, después de la danza de los millones de la primera parte
de la década. Para los años 99 y 2000 las pérdidas sobrepasaron el billón de
pesos. Nadie se escapó de la crisis, por el contrario, más se unieron a ella. El
sector cooperativo se obligó al Dansocial de ese entonces a intervenir 31
sociedades y 8 por parte de la Superbancaria. Entre tanto, más de una docena de
establecimientos de crédito fueron intervenidos por la Superintendencia, en el
término de un año y medio. En cuanto a la banca pública el reflejo de la crisis no
podría ser más patético. A diciembre de 1998 existían doce entidades públicas
que empleaban alrededor de 90.000. A esa fecha la banca oficial representaba el
22 por ciento de los activos del sistema e igual proporción de la cartera. Hoy
quedan tres bancos oficiales de los cuales sólo permanecerá el Banco Agrario
(para la venta están Bancafé y Granahorrar). La crisis en la banca pública dejó
37

como resultado el cierre del BCH, del Banco del Estado y la Caja Agraria (se creó
el Banco Agrario).El costó de la crisis financiera se acercó a los nueve billones de
pesos, incluidas las capitalizaciones de entidades oficiales y privadas y la
liquidación de la Caja Agraria y el BCH.El mayor costo lo representaron las
capitalizaciones de entidades financieras públicas y privadas por 5,6 billones de
pesos, a los que se suman 2,7 billones de la liquidación de la Caja Agraria y 1,4
billones a las primeras capitalizaciones que se aplicaron a entidades como
Granahorrar y al desaparecido Banco Uconal.

Colapsó el sistema hipotecario: muere el Upac (unidad de poder


adquisitivo constante).

Paralelamente a la crisis financiera el sistema hipotecario colapsó. Los


deudores de vivienda comenzaron a devolver sus inmuebles a los bancos. Los
morosos aumentaron al tiempo que las tasas de interés hacían impagables las
cuotas mensuales. El Upac entró en crisis y el gobierno adoptó medidas para darle
alivios a los deudores que se encontraban en mora. Paralelamente, diseñó un
programa de reducción automática de tasas de interés para los deudores al día.
En septiembre de 1999, la Corte Constitucional le dio el puntillazo final al Upac.
Este murió después de 25 años. Sin embargo, el Tribunal dio un plazo de nueve
meses (hasta junio de 2000) para crear un nuevo sistema de financiación de
vivienda.

Inmediatamente el gobierno lo presentó al Congreso y en diciembre del


2000 éste lo aprobó para dar vida a la nueva Unidad de Valor Real, UVR, atada a
la inflación.

La nueva Ley previó una fórmula de reliquidación de los créditos


haciéndolo extensivo a todos los deudores hipotecarios con crédito vigentes. Una
lluvia de demandas, tutelas y quejas de los deudores hipotecarios atiborraron los
tribunales en todo el país. Colombia fue al FMI. A lo largo del primer semestre del
99 se acentuaron los problemas para el país: la crisis financiera nacional e
internacional se agudizó; un ataque especulativo al peso propició una pérdida
importante en las reservas internacionales y la recesión económica se aceleró.
Todo ello provocó una pérdida de confianza en la economía y obligó al gobierno
del presidente Pastrana a tomar la decisión de solicitar el respaldo del Fondo
Monetario Internacional en julio del 99.

El ministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, acudió al FMI, siendo la


primera vez que el país suscribía un acuerdo formal con este organismo.

Durante el gobierno del presidente Betancur se acordó un programa de


monitoreo simple con el FMI y no se firmó acuerdo stand-by. El programa
económico del gobierno Pastrana con el FMI fue discutido durante el segundo
semestre del 99 y fue finalmente aprobado en diciembre 20 por el organismo. Fue
un programa para el período 1999-2002, con el cual el país tuvo a disposición un
crédito por 2.700 millones de dólares que nunca utilizó. Posteriormente el gobierno
38

del presidente Uribe firmó un nuevo acuerdo con el FMI, este para dos años y que
aún está en vigencia. Los acuerdos con el FMI incluyeron un severo programa de
ajuste fiscal y la adopción de reformas estructurales. Tapando huecos con
reformas tributarias y deuda.

Durante la década de los noventa la situación fiscal del país se


deterioró.

Los ingresos corrientes de la Nación, aunque crecen no alcanzan pues los


gastos del gobierno que van en aumento. Las transferencias territoriales suben y
se desbordan los intereses de la deuda pública (interna y externa) presionando
hacia un mayor déficit fiscal. Los distintos gobiernos expidieron un conjunto de
normas que incrementaron los gastos en materia de defensa y justicia ahondando
el desequilibrio entre gasto e ingresos públicos. Pero además llegaron
contingencias adversas como las crisis cafetera y financiera. Para resolver el
problema de financiamiento del déficit fiscal los últimos gobiernos han acudido a
reformas tributarias y al mercado internacional de capitales. La financiación del
déficit fiscal mediante mayores niveles de deuda ha ocasionado que el gobierno
tenga que contratar nueva deuda para pagar la vieja.La deuda pública, interna y
externa, se incrementa año en año a medida que crecen las necesidades de
recursos para financiar por parte del Estado. Como proporción del PIB la deuda
pública sobrepasa el 50 por ciento. Entre 1990 y 2002 el gobierno nacional ha
emitido bonos externos por 13.125 millones de dólares, de los cuales el 60 por
ciento correspondió al período 99-2000. El país cuenta con una historia de
reformas tributarias nada envidiable: siete desde 1990.

Adicionalmente, ha habido cambios impositivos mediante facultades


extraordinarias.

Los ingresos tributarios han sido la manera más recurrente para cubrir
faltantes de financiación del gobierno central. La Ley 6 del 92 estableció una
inversión forzosa a través de los Bonos para el Desarrollo Social y desde allí todos
los gobiernos han usado este mecanismo para financiar gasto. Las diferentes
reformas han llevado a un aumento de la tarifa del IVA, de las tasas para el
impuesto de renta, y se han incluido nuevos contribuyentes. Entre tarifas
diferenciales, rentas exentas, bienes excluidos del IVA. Retenciones y
contribuciones especiales los colombianos se han acostumbrado a que cada
gobierno llegue con su reforma tributaria bajo el brazo. Los ingresos tributarios
pasaron de representar un 10,3 por ciento del PIB en 1990 a 12,6 por ciento en
1999 y 13 por ciento en el2000, mientras que los gastos como porcentaje del
producto se incrementaron de 11 a 18 por ciento en el período.

La agonía de los cafeteros.

El que fuera sector bandero de la economía colombiana cayó en una


profunda crisis.
39

En diez años la industria cafetera perdió más de 1.000 millones de dólares


de patrimonio. Entre 1990 y 2000 el patrimonio del Fondo Nacional del Café se
redujo de 1.595 millones de dólares a 569 millones.
La realidad no podría ser más triste para los cafeteros. Del gran
reconocimiento social y poder económico que tuvieron pasaron a un estado de
escasez que les obligó a vender todos sus activos.
A junio del 99 el FNC tenía inversiones permanentes en 38 empresas de
las cuales 34 eran en el país y 4 en el exterior. De este grupo, en 8 la participación
accionaria del Fondo era mayoría. Aunque desde 1988 la Federación había
comenzado un proceso de desinversión que arrojó la venta de la inversión en 11
empresas y la liquidación de 7, entre los años 98 y 99 ocurrió el desenlace de la
crisis que afectó a varias empresas del gremio. Así, en 1999 los cafeteros
perdieron a Bancafé el que fuera el valioso soporte de esta industria e instrumento
de desarrollo de las regiones productoras.
El sector no tuvo para cumplir una orden de capitalización impartida por la
Superintendencia Bancaria y Fogafín terminó quedándose con la institución.

Ya el gremio había salido de Concasa al fusionarla con Bancafé. También


en los 90 el gremio vendió la participación en la Flota Mercante Grancolombiana
que había sido creada en el año 45 con aportes del FNC. Producto de esta venta
se constituyó la Compañía de Inversiones de la Flota Mercante, pero en el año 98
la sociedad entró en liquidación. La Corporación Financiera de Occidente también
salió de las manos de los cafeteros y más recientemente el gremio perdió a Aces
considerada una de las inversiones estrellas del sector.

CONCLUSIONES DE LA INVESTIGACIÓN

INFLACIÓN EN COLOMBIA

La inflación es uno de los términos económicos que han pasado a formar


parte del vocabulario diario. Constantemente, los medios de comunicación reportan
noticias que involucran este término; en las discusiones en las empresas y oficinas
se toca el tema, inclusive en las bancas de los parques se discute acerca del mismo.
El uso cotidiano de este concepto sin que comúnmente sea explicado su significado,
convierte la inflación en un fenómeno inteligible para los no iniciados en las ciencias
económicas.

En Colombia este tema es igual de importante que en cualquier otro país y


nuestra economía también ha vivido los efectos de la inflación en sus distintos
niveles. Para entender mejor el desempeño de la inflación en nuestro país, ésta se
puede dividir en tres períodos: 1955 a 1970, que se caracterizó por devaluaciones
que generaron picos notorios en los niveles de precios, 1970 a 1990 tiempo durante
el cual se presenta una tendencia general al alza, en medio de variaciones causadas
40

principalmente por los alimentos y el petróleo, y de 1991 hasta 2004, se nota una
caída gradual pero marcada del nivel de precios como consecuencia de varios
acontecimientos como la independencia otorgada por la Constitución de 1991 al
Banco de la República, la eliminación de la banda cambiaria y la crisis económica de
1999. Esta división se explica básicamente en que en cada uno de estos períodos el
comportamiento de la inflación es muy marcado, con alzas y caídas notorias,
consecuencia de causas específicas.

PIB EN COLOMBIA

La economía colombiana se basa, fundamentalmente, en la producción de


bienes primarios para la exportación, y en la producción de bienes de consumo para
el mercado interno. Una de las actividades económicas más tradicionales es el
cultivo de café, siendo uno de los mayores exportadores mundiales de este producto;
ha sido parte central de la economía de Colombia desde principios del siglo XX y le
ha valido reconocimiento internacional gracias a la calidad del grano; sin embargo, su
importancia y su producción han disminuido significativamente en los últimos años,
en 2011 se produjeron 7,8 millones de sacos, lo que representa una caída del 12%
frente a 2010.

Para el cálculo del PIB sólo se tiene en cuenta la producción que se realiza en
el país, dentro de las fronteras geográficas de la nación, sin importar si ésta
producción fue realizada por personas o empresas nacionales o extranjeras.

DESEMPLEO EN COLOMBIA

Varios factores se han conjugado en el precario resultado de empleo obtenido


por el país en los últimos tiempos: reducción importante del crecimiento económico,
recesión prolongada, exposición cada vez mayor a los flujos económicos
internacionales que hacen más vulnerable al país; cambio en la estructura productiva
inducido por la apertura comercial y las reformas de principios de los años noventa;
incremento de la participación laboral especialmente de las mujeres; desvalorización
de las competencias específicas de los trabajadores y dificultades para adoptar
estrategias de formación de la fuerza de trabajo para responder a las
transformaciones tecnológicas y de la estructura productiva.

en conclusión, los indicadores económicos son valores estadísticos que


reflejan el comportamiento de las principales variables económicas, financieras y
monetarias obtenidas a través del análisis comparativo entre un año y otro de un
41

periodo determinado por ello se dice que los indicadores macroeconómicos son
los conceptos y cifras que espesan la imagen general de la economía de un país

el pib refleja la competitividad de las empresas cuando decrece quiere


decir que no ha habido la suficiente inversión en las empresas nuevas y esto
también impacta en la generación del desempleo ya que si el producto interno
bruto crese por debajo de la inflación significa que los salarios no alcanzaran para
suplir todas las necesidades ya que la tasa de desempleo es una medida clave de
cómo se desempeña la economía de un país

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