Sie sind auf Seite 1von 3

ETICA Y DERECHO

2019-1

TEMA: CODIGÓ DE ÉTICA DEL ABOGADO

Un código de ética, por su parte, es una combinación que tiene un determinado valor dentro de un  organismo
establecido. En él se conoce como código al conjunto de normas que regulan una materia determinada.

Un código de ética, por lo tanto, fija normas que regulan los comportamientos de las personas que componen
un conglomerado de personas . Aunque la ética no es coactiva (no impone castigos legales), el código de ética
supone una normativa interna de cumplimiento obligatorio.

No divulgar información confidencial, no discriminar a los clientes o los compañeros de trabajo por motivos de
raza, nacionalidad o religión y no aceptar sobornos, por ejemplo, son algunos de los postulados que suelen
estar incluidos en los códigos de ética.

El principal objetivo de estos códigos es mantener una línea de comportamiento uniforme entre todos los
integrantes de una empresa. Al incluir instrucciones por escrito, no resulta necesario que un directivo explique
a cada momento cuáles son las obligaciones que tiene cada empleado.

Por otra parte, aquellas personas que redactan el código de ética se encuentran en una posición
jerárquica sobre el resto, ya que están en condiciones de estipular cuáles son las conductas correctas desde
un punto de vista moral.

Casi todas las profesiones tienen su propio código de ética, el abogado no es la excepción; por tanto el trabajo
que se realizará el día de hoy girará en torno a dos temas claves y son:

1. Buscar en los diversos textos de la Biblioteca: ¿Qué es un código de ética?


2. Señale las partes más importantes que debe tener un código de ética.
3. Desde lo que se ha estudiado en el Curso y con la experiencia de cada uno de ustedes, construir un
Decálogo del Abogado.
4. Describir cuáles son los deberes del abogado (en su profesión) frente al Cliente, al juez y a la
contraparte.
5. Cuál es el código de ética del abogado en Colombia?. Consulte si existe o no, si hay un código de
ética en nuestro país, lo anexan a este trabajo. En caso contrario, buscar las razones por las cuáles
en Colombia no se ha implantado.

Les auguro un excelente trabajo, como lo han venido haciendo.

Carlos Eduardo Guerra González


Carlos.guerra@unilibrecucuta.edu.co
WhatsApp 3003684086
ETICA Y DERECHO
2019-1

RESPUESTAS

1R/.
Sistema normativo, que considera las responsabilidades y obligaciones que se imponen al profesional. Un
código de ética profesional, en general, aparece cuando se maneja un empleo en una profesión. Por lo
general, cada organización tiene un código bien documentado que puso por escrito y adoptado
formalmente así.
Mucha gente ha investigado mucho en este sentido. Sin embargo, para nuestros propósitos, la parte más
esencial es comprender que un código de ética profesional es básicamente una norma o estándar entre
los profesionales.
De acuerdo con esta aclaración, una profesión es un grupo de personas que tengan la intención de
ayudar al servicio de la misma ideal superior, en comparación con uno si no trabajamos juntos.
2R/.
Las partes más importantes que debe tener un código de ética son aquellas funciones del código de ética
que formula  valores fundamentales sobre los que se basa determinada ética profesional,  permite
dar identidad y rol social a una profesión, comunica a la sociedad los fundamentos y criterios éticos de
una profesión, diferencia los actos lícitos de los ilícitos, los que están de acuerdo o no con la ética
profesional, causes para decisiones éticas concretas, permitiendo valorar situaciones específicas
previstas por los códigos, protege a la profesión de las amenazas que la sociedad puede ejercer sobre
ella. Son un instrumento educativo tanto de la conciencia Ética del profesional, como también de la
sociedad en cuanto a lo esperable de la profesión.
3R/.
Estudia. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serás cada día un poco
menos Abogado.
Piensa. El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
Trabaja. La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la  Justicia.  
Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que encuentres en conflicto el Derecho con la
Justicia, lucha por la Justicia.
Sé leal. Leal con tu cliente al que no puedes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal
para con el adversario, aun cuando él sea desleal contigo. Leal para con el Juez que ignora los hechos, y
debe confiar en lo que tú le dices y que, en cuanto al Derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que
tú le invocas.
Tolera. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya.
Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
Ten fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la Justicia, como
destino normal del Derecho; en la Paz como substituto bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en la
Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.
Olvida. La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras llenando tu alma de rencor
llegaría un día en que la vida sería imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria
como tu derrota.
Ama tu profesión. Trata de considerar la Abogacía de tal manera que el día que tu hijo te pida consejo
sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que se haga Abogado.
4R/.
La proliferación de la responsabilidad civil y disciplinaria de jueces, asesores y abogados en general.
Ciertamente, sucesos ocurridos en los últimos meses dan cuenta de un sensible incremento en las
actuaciones seguidas contra profesionales del Derecho, lo que ha dado lugar a toda suerte de reacciones
que, como un péndulo, han pasado de los extremos más proactivos y optimistas, a las teorías de la
conspiración y las visiones más apocalípticas.
ETICA Y DERECHO
2019-1

 
Acertadas o no, lo paradójico es que esta circunstancia representa una oportunidad excepcional. En
efecto, es la ocasión para saldar la deuda que tiene el Derecho frente a la definición precisa del régimen
de responsabilidad aplicable a sus profesionales. Por esa razón, el panorama no es del todo oscuro. Al
menos se podrán clarificar los contornos de esta figura y las reglas llamadas a regirla.
 En cualquier caso, como en toda oportunidad, el llamado que debe hacerse es al equilibrio y a la mesura.
La calidad de abogado no puede ser un pretexto para atenuar o intensificar deliberadamente el régimen
de responsabilidad. No. Es claro que, como profesional, el abogado debe responder en su condición de
tal, pero también lo es que las autoridades no pueden sobreactuarse o extralimitar el alcance de esa
responsabilidad, en la medida en que ello podría conducir al peligroso derecho ejercido a la defensiva.
Por esa razón, vale la pena aventurar algunas pocas ideas sobre el tema:
1. No se debe perder de vista que la responsabilidad del abogado es una
responsabilidad profesional,  calificativo que tiene tanto de largo, como de ancho, por las tendencias que
actualmente experimenta esta materia. Así, por ejemplo, es de esperarse que la directriz siga siendo la de
la responsabilidad subjetiva, pero teniendo en cuenta que se ha arreciado el examen de diligencia
profesional; además, no debe perderse de vista la solidaridad, especialmente en el caso de los equipos
jurídicos; también debe destacarse la mayor importancia de los deberes secundarios de conducta y la
proclividad a flexibilizar la carga de la prueba.
2. Cada vez se hace más necesario revisar la interacción entre la responsabilidad disciplinaria y la   
responsabilidad civil del abogado. Un análisis conjunto, que preserve la independencia de cada una,
puede evitar excesos y proteger la situación de ciertas víctimas.
3. Hay que tener cuidado con el Estatuto del Consumidor. Es cierto que, en algunos casos, la
relación cliente-abogado y, especialmente, cliente-empresa de servicios jurídicos, puede configurar una
relación de consumo, que habilite la aplicación de la Ley 1480 del 2011. Sin embargo, la amplitud del
nuevo Estatuto no debe llevar a excesos. Criterios como la simetría de la relación, la vinculación con el
cliente y el modo de prestar los servicios jurídicos deben tenerse muy en cuenta para no llevar las normas
de consumo a un ámbito que le resulta ajeno.
4. Lo propio debe decirse frente a nuevas iniciativas como el Código General del Proceso. Es interesante
que se arrecien los deberes y la responsabilidad en cabeza de los abogados. Sin embargo, disposiciones
como la presunción de temeridad o mala fe, además de las reservas constitucionales que admiten, no son
pasibles de aplicarse automáticamente o per se. La razonabilidad es la que debe imperar.
5. En fin, el ejercicio del Derecho puede restringir las garantías fundamentales, pero solo debe hacerlo en
la medida en que sea estrictamente necesario y proporcional respecto del fin perseguido. La Corte
Constitucional no puede patentar limitaciones exageradas.
El llamado, nuevamente, es al equilibrio y a la mesura: bienvenida la responsabilidad, pero no omnímoda
o absoluta. Bienvenida la exigencia al abogado, pero no la desproporción. Bienvenido, en suma, el justo
medio, ya que, al fin y al cabo, hay que ser responsables con la responsabilidad.

5R/.
LEY 1123 DEL 2007.

Das könnte Ihnen auch gefallen