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UNIDAD I:
Antecedentes y Principios
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DERECHO PROCESAL PENAL II
Antecedentes y Principios
Tema 1
1. ANTECEDENTES Y PRINCIPIOS
Con ocasión de la realización de un hecho que tendría carácter de delito, surge la necesidad
de establecer si el hecho punible ha tenido lugar en la realidad, asimismo, determinar si es posible
formular el título de imputación personal, es decir, a quien se podría atribuir el delito por una
acción dolosa o culposa. Por tanto, la determinación de la responsabilidad penal está
necesariamente sometida al cumplimiento de un proceso penal, máxime lo consagrado por el
artículo 139 inciso 10° de la Constitución Política, que estatuye como un principio y derecho de
la función jurisdiccional, el no ser penado sin proceso judicial. Por ello, es importante la
comprensión del proceso en general, el estudio que corresponde al derecho procesal penal así
como la identificación del proceso penal en particular, máxime, si en la actualidad el proceso
punitivo constituye un medio decisivo en la solución de conflictos con relevancia penal.
Asimismo, la realización del proceso penal exige no solo el reconocimiento, sino, un efectivo
cumplimiento de los principios que orientan su desarrollo, de allí que resulta trascendente la
comprensión de instituciones procesales importantes como los que presentamos en líneas
subsiguientes.
1.1. El proceso
Definición
1Real Academia Española. (2001) Diccionario de la Lengua Española, Tomo 8. España: Artes Gráficas. vigésima segunda edición.
2Acertadamente Santiago Mir Puig, señala que la norma jurídica es ante todo un mensaje prescriptivo, o sea, señala una
actuación determinada- expresado a través de determinadas símbolos que nosotros normalmente lo aprendemos a través de
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DERECHO PROCESAL PENAL II
(tesis judicialista o arbitral) que como se tiene referido entiende al proceso como “la sucesión de
actos interdependientes coordinados a la obtención de la satisfacción jurídica mediante el
ejercicio de la jurisdicción”3.
Julio Maier (procesalista argentino) señala la extendida definición de que (el derecho
Procesal Penal) “es la rama del ordenamiento jurídico interno de un Estado, cuyas normas
instituyen y organizan los órganos públicos que cumplen la función judicial penal del
Estado y disciplinan los actos que integran el procedimiento necesario para imponer y
actuar una sanción (o una medida de seguridad penal), regulando así el
comportamiento de quienes intervienen en él. De este concepto se desprende que el
derecho procesal penal se ocupa de dos aspectos: por un lado, de la organización judicial
y de la acusación (y aun defensa) estatales; y, por el otro, de los sujetos que deben actuar
y de los actos que deben o pueden llevar a cabo para la imposición de una pena (o
medida de seguridad) por la participación en un delito”5 .
Para el jurista nacional Arsenio Oré Guardia, el Derecho procesal penal contiene dos
aspectos f u n d a m e n t a l e s : uno relativo a la parte dogmática, que comprende el análisis,
sistematización y crítica de los principios y categorías procesales, y otro relativo al conjunto
normativo que regula el proceso penal. El primero tiene una perspectiva científica; el
segundo, una perspectiva normativa; concluye definiendo al Derecho procesal penal
como la rama del Derecho público interno encargada del estudio de los principios,
instituciones y normas jurídicas que regulan la actividad procesal destinada a la aplicación
de la ley penal6.
Respecto a la relación del Derecho Penal y Procesal Penal, el jurista alemán Claus Roxín
sostiene que El Derecho penal material (Derecho Penal) cuyas reglas fundamentales están
contenidas en el Strafgesetzbuch (StGB - Código Penal), establece los elementos de la
enunciados (proposiciones, preceptos, disposiciones legales o con frecuencia “normas legales”. Por ello los textos legales son
los vehículos de expresión de las normas legales ya que Cum- plen una funcion de informacion y aviso al ciudadano.
3 Barrios, D. (2002) Teoría del proceso, Buenos Aires: Editorial B de F. P.14.
4 Creus, C. (1996) Derecho Procesal Penal, Buenos Aires: editorial Astrea, p.1.
5 Cafferata, J. (2004) Manual de Derecho Procesal Penal, Argentina: editado por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales,
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DERECHO PROCESAL PENAL II
acción punible y amenaza con las consecuencias jurídicas (penas y medidas) que están
conectadas a la comisión del hecho. Para que esas normas puedan cumplir su función
de asegurar los presupuestos fundamentales de la convivencia humana pacífica es
preciso que ellas no permanezcan sólo en el papel, en caso de que se cometa un delito.
Para ello es necesario un procedimiento regulado jurídicamente con cuyo auxilio pueda
ser averiguada la existencia de una acción punible y, en su caso, pueda ser determinada
e impuesta la sanción prevista en la ley. A la vez, la expresión proceso “jurídicamente
regulado” comprende tres ideas: sus prescripciones tienen que estar dispuestas para
contribuir a la realización del Derecho penal material de acuerdo con la forma que
corresponde a las circunstancias de hecho demostradas; simultáneamente, ellas deben
trazar los límites fijados al derecho de intervención de la autoridades de la persecución
penal en protección de la libertad del individuo; y, finalmente, ellas deben lograr la
posibilidad, a través de una decisión definitiva, de restablecer la paz jurídica quebrantada.
El Derecho procesal penal (también llamado Derecho penal formal) representa la síntesis
del conjunto de las normas que sirven a ese fin. Ellas están reunidas preponderantemente
en la Stratprozebordnung (StPO-Ordenanza Procesal Penal)7.
Igualmente se entiende que: “El proceso penal resulta así un fenómeno de la vida humana
en su regulación jurídica, complejo y temporalmente proyectado por causa de la imputación de
un hecho punible, para llegar a la absolución o la condena y en su caso a controlar el
cumplimiento de la pena. Se desarrolla en un elemento objetivo mostrado en una serie gradual,
progresiva y concatenada de actos regulados por el derecho procesal penal; en un elemento
subjetivo en cuanto esos actos son cumplidos por órganos públicos predispuestos y por
particulares autorizados o impelidos a intervenir, y en un elemento teleológico en cuanto esa
actividad se dirige al descubrimiento de la verdad para actuar en concreto el derecho penal.
Su existencia real está en la ley; su base, en la Constitución.” 9
7 Roxín, C. (2006) Derecho Procesal Penal, Buenos Aires: Editores del Puerto, 3ª reimpresión, p.2.
8 Reyna, L. (2006) El proceso penal aplicado, Lima: editorial Gaceta Jurídica, 1ª edición, p.29.
9 Claria, J. (2004) Derecho Procesal Penal, tomo I, Buenos Aires: Rubinzal-Culzoni editores, p.212.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
En esa línea: “El proceso penal se presenta en la realidad como una secuencia (sucesión
ordenada) de actos cumplidos por funcionarios públicos o simples ciudadanos en procura de
permitir el conocimiento sobre un hecho delictivo que es objeto de una acusación y una decisión
jurisdiccional acerca de sus posibles consecuencias jurídica.”10
Concretamente el proceso penal persigue “la realización (positiva) del Derecho penal, en el
sentido de la imposición de una pena o de una medida de seguridad penal, sólo puede ser el
resultado del procedimiento penal. Ergo, la meta específica a la cual se dirige el procedimiento
penal, además de cualquier otra que pueda adjudicársele como proceso judicial o como
procedimiento de garantía para los justiciables, está constituida por la sentencia de condena.
La exclusión de la condena, en cambio, la absolución o el sobreseimiento material, como
sentencia absolutoria anticipada, es sólo una eventualidad del procedimiento que emerge de
rechazar la condena, de negar la autorización para reaccionar penalmente.
Ningún proceso penal se inicia y se edifica para constatar la inocencia, para absolver. La
inocencia no necesita ser declarada. Ella es una cualidad que frente a un hecho concreto,
tenemos construida de antemano (por ejemplo: no necesitamos un proceso penal para ser
considerados inocentes del homicidio que hoy se relata en el periódico, ni lo podemos exigir). El
proceso penal está allí como método necesario para obtener una condena; no ha sido instituido,
en cambio, para conseguir un certificado de inocencia. Es correcto, entonces, expresar que una
meta principal, directa, del proceso penal es la obtención de una decisión sobre la punibilidad
del imputado.”12
Acorde a la idea de que cada etapa del proceso penal plantea una determinada
finalidad, es que debe tenerse en cuenta que antes de la etapa esencial del juicio oral, existe
una etapa de investigación en el que prevalecen “las máximas del proceso inquisitorial” con el
propósito de que se vaya “dilucidando la verdad real o material” partiendo de una “sospecha
inicial” a fin de acreditar los hechos así como el compromiso de culpabilidad que hubiera en los
autores y partícipes, igualmente, es el momento de los aseguramientos mediante medidas
preventivas; que va permitir más adelante arribar a un mayor conocimiento o certeza sobre la
realidad.
En atención al objeto del proceso penal, Roxín distingue un sentido amplio del “objeto del
procedimiento” referido acerca de si el imputado ha cometido acciones punibles y, dado el
caso, que consecuencias jurídicas le deben ser impuestas. En cambio, el término técnico “objeto
del proceso” tiene un significado más restringido. Se refiere únicamente al “hecho descrito en la
acusación” de la(s) persona(s) acusada(s), esto es, sólo al objeto del procedimiento judicial. Esta
determinación es una consecuencia del principio acusatorio: si la investigación judicial depende
de la interposición de una acción, ella también debe estar relacionada temáticamente con la
10 Cafferata, J. (2004) Manual de Derecho Procesal Penal, Córdova: Universidad Nacional de Córdoba, 2da. Edición, p.178.
11 Jauchen, E. (2012) Tratado de Derecho Procesal Penal, Tomo I, Buenos Aires: Rubinzal Culzoni Editores, p.508.
12 Maier, J (2003) Derecho Procesal Penal Parte general, Tomo II, Buenos Aires: Editores del Puerto, p.149-150.
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acusación. Por el contrario, dentro de los límites del objeto procesal, el tribunal está obligado a
esclarecer por completo el hecho, tanto en su aspecto fáctico como jurídico. El objeto procesal
tiene tres funciones: designa el objeto de la litispendencia, demarca los límites de la investigación
judicial y de la obtención de la sentencia, y define la extensión de la cosa juzgada. 13
“Puede ser que la motivación fuese política, pero de esta forma se plantea un juicio de
intenciones para cuya dilucidación no hay testimonios adecuados. En vez de seguir esa vía, es
posible aceptar que las ideas socráticas sobre la sociedad en la que vivía no despertaban
muchas simpatías, que entre sus amigos figuraban personajes inquietantes y que, tal vez, estas
consideraciones impulsaron algún jurado hacia el voto de condena.
13 Roxín, C. (2006) Derecho Procesal Penal, Buenos Aires: Editores del Puerto, 3ª reimpresión, p.159.
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Y esto era percibido por quienes lo condenaron. En efecto, Sócrates se presentó ante un tribunal
formado por quinientos ciudadanos atenienses de toda condición social elegidos por sorteo e
ignorantes de lo que iban a juzgar. Los miembros de ese tribunal oyeron primero dos discursos,
el de la acusación incidiendo en los puntos señalados, y el Sócrates en su propia defensa.
Seguidamente se produjo la votación, en la que Sócrates fue condenado por 280 votos contra
220. Entonces se impuso un segundo debate sobre la pena que se debía aplicar al ya
declarado culpable. La acusación pidió la muerte.
Los Principios
Constituyen apotegmas, enunciados “maestros”, “líneas directrices” que orientan y limitan los
actos procesales y decisiones del juicio oral desde su inicio, desarrollo y finalización, estas
formulaciones nacen de teorías abstractas, generales e inductivas; además permiten el sustento
del sistema procesal adoptado. Posibilitan coherencia a nivel hermenéutico de la normatividad,
según algunos autores los principios obligan (vinculan) al juzgador solo si están reconocidas
normativamente (positivizadas) de allí que muchos autores prefieren emplear el término “normas
rectoras” o “principios reguladores”; empero otro sector de la doctrina reconoce que los
principios al ser “ideas fuerza” deben ser observados así no estén positivizados. Sin perjuicio del
desarrollo más detallado que comprende la lectura seleccionada en la presente unidad
mencionaríamos la importancia que recobran los principios:
Por ej.: El Título Preliminar del Código Procesal Penal del 2004 declara algunos principios, así tenemos:
14 Instituto Gallach. (2005) Historia universal Grecia II, Tomo VI, Barcelona: Q.W. Editores S.A.C. P.13-14.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
Los derechos
Son las facultades que asisten al individuo para exigir el respeto o cumplimiento de todo cuanto
se establece y reconoce en su favor en el ordenamiento jurídico positivo.
Las garantías
Son el amparo que establece la Constitución y que debe prestar el Estado para el efectivo
reconocimiento y respeto de las libertades y derechos de la persona individual, de los grupos
sociales, e incluso del aparato estatal, para su mejor actuación y desenvolvimiento.
Las garantías procuran asegurar que ninguna persona pueda ser privada de defender su
derecho vulnerado (por el delito) y su reparación (incluso penal, lo que es incuestionable en
casos de acción penal privada, mientras avanza la idea para el caso de la acción pública) ante
los tribunales de justicia. Asimismo, las garantías procuran asegurar que ninguna persona pueda
ser sometida por el Estado, y en especial por los tribunales, a un procedimiento ni a una pena
arbitraria (“acto o proceder contrario a la justicia, la razón o las leyes, dictado solo por la
voluntad o el capricho”) en lo fáctico o en lo jurídico, tanto porque el Estado no probó fe-
hacientemente su participación en un hecho definido (antes de su acaecimiento) por la ley
como delito, como también no se respetaron los límites impuestos por el sistema constitucional
a la actividad estatal destinada a comprobarla y a aplicar la sanción.
Es decir en el proceso penal, las garantías se relacionan con quien ha resultado víctima
de la comisión de un delito, a quien se considera con derecho a la “tutela judicial” del interés
(o derecho) que ha sido lesionado por el hecho criminal, y por lo tanto, con derecho a
reclamarla ante los tribunales penales, actuando como acusador. También se erige como
resguardo de los derechos del acusado, no solo frente a posibles resultados penales arbitrarios,
sino también respecto del uso de medios arbitrarios para llegar a imponer una pena.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
Tema 2
2. INTRODUCCIÓN
Binder asigna una interesante definición de la investigación al señalar que entraña una
actividad eminentemente creativa, en la que se trata de superar un estado de incertidumbre
mediante la búsqueda de todos aquellos medios que puedan aportar la información que acabe
con esa incertidumbre. Se trata pues, de la actividad que encuentra o descubre los medios que
servirán como prueba en el proceso.16
Debemos tener en cuenta que el Código Procesal Penal del 2004 (CPP 2004) delimita el proceso
en tres etapas diferenciadas: La Investigación Preparatoria, la Intermedia y el Juzgamiento.
Específicamente el nuevo modelo procesal que instala el Código Procesal Penal del
2004 a la primera “etapa” la denomina Etapa de Investigación Preparatoria, esta a su vez
presenta dos sub etapas (periodos):
Las diligencias preliminares tienen por finalidad que se realicen los actos urgentes
destinados a determinar si han tenido lugar los hechos objeto de conocimiento así como
determinar su delictuosidad (relevancia penal), así también cumple un propósito
particularmente asegurativo relacionado a la protección de los elementos materiales que
15 Cabanellas, G. (2008) Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Argentina: Editorial Heliasta, Tomo F-I, p.493.
16 Binder, A. (2002) Iniciación al Proceso Penal Acusatorio, Lima: editorial Alternativas, p.45.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
revelen la comisión delictiva, se logre individualizar a las personas que estarían involucradas con
la perpetración, incluyendo a los agraviados, y, dentro de los límites de la ley, asegurarlas
debidamente.
Suele señalarse que el fiscal al tener conocimiento de un delito, podrá constituirse al lugar
de los hechos -con el personal y medios especializados necesarios- con la finalidad de
establecer la realidad de los hechos y, en su caso, impedir que el delito produzca consecuencias
ulteriores y que se altere la escena del delito. El fiscal, además, podrá disponer las medidas
razonables y necesarias para proteger y aislar indicios materiales en los lugares donde se
investigue un delito, a fin de evitar la desaparición o destrucción de los mismos.
Mayoritariamente se reconoce a la denuncia como el acto que delimita el inicio formal del
proceso, sin embargo, la denuncia o notitia criminis (noticia criminal) lo puede realizar cualquier
persona que ha tenido oportunidad de conocer un hecho delictuoso, sea por razón de cargo,
o, simplemente porque sabe de la existencia de un posible delito; por ello, no se condiciona
legitimidad o interés en el acto comunicativo del delito. Precisamente, ante el conocimiento
de un hecho delictivo, urge llevar a cabo actos materiales de investigación, esta primera forma
17 Neyra, J. (2010) Manual del Nuevo Proceso Penal & de Litigación Oral, Lima: editora Idemsa, p.291.
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La denuncia no reviste mayor formalidad ya que puede ser oral, escrita o por cualquier
medio, tal es así que incluso se realiza a través del servicio amplio de internet
(www.mpfn.gob.pe), lo importante es que su contenido ilustre el dato identificatorio del
denunciante, la exposición de los hechos denunciados, así como la información que favorezca
la identificación del presunto autor, incluso no se descarta la descripción de los rasgos y
características del imputado.
Según el nuevo modelo procesal, las diligencias preliminares forman parte de una gran
unidad que es la etapa de investigación preparatoria, es decir, las diligencias que con carácter
urgente ya se han realizado pasan a formar parte de la investigación incluso luego de
formalizada; esto resulta ser trascendental ya que una buena defensa puede alegar el rasgo
de “irrepetibilidad” de determinado acto cuando la fiscalía ha decidido formalizar la
investigación. Felizmente, como tabla de salvación (criterio de eficacia) procede la ampliación
del acto si dicha diligencia resultare indispensable, empero, debe justificarse su necesidad sea
por mediar un efecto en su actuación o que ineludiblemente deba completarse como
consecuencia de la incorporación de nuevos elementos de convicción.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
San Martín Castro, opta en puntualizar (tanto en su Derecho Procesal Penal, Tomo I, 2003,
p.438, y prácticamente reproduce en Estudios de Derecho Procesal Penal, 2012, p.200) que los
fines de la Investigación, involucran, el conjunto de actuaciones que se realizan desde que se
descubre el hecho delictuoso hasta que el Fiscal decide si formula o no acusación, se denomina
Investigación. Constituye una etapa meramente preparatoria del juicio oral y sirve, como apunta
RICARDO LEVENE (H), para obtener los elementos de convicción que son indispensables durante
el juicio efectuándose una averiguación previa durante la cual casi todas las medidas son
provisorias y no causan instancia, siendo el sumario –nosotros, siguiendo nuestro sistema procesal
desde 1920, diríamos reservado-, escrito y sin contradicción en el caso de la ley peruana, sería
con contradicción más o menos amplia (1975:287)20.
En cuanto al plazo, esta fase no tiene una duración indefinida, sino que tiene establecido
un tiempo, el cual es de 120 días naturales que pueden prorrogarse hasta por sesenta días
naturales en caso de delitos simples, para los delitos complejos el plazo es de ocho meses y la
prórroga del plazo es por igual tiempo y para los delitos de criminalidad organizada el plazo es
de treinta y seis y la prórroga del plazo es tambien por igual tiempo.
En ese sentido vemos que la investigación preparatoria está sujeta a plazos, los cuales no
18 Baytelman, A. (2005) Litigación Penal Juicio Oral y Prueba, Lima: editorial Alternativas, p.22.
19 Armenta, T. (2003) Lecciones de Derecho Procesal Penal, Madrid: editorial Marcial Pons, p.37.
20 San Martín, C. (2012) Estudios de Derecho Procesal Penal, Lima: editora Grijley, p.200.
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son necesarios que se cumplan en su totalidad, sino que una vez cumplido el objeto de la
investigación se podrá finalizar la investigación preparatoria, es decir cuando las diligencias
encaminadas a probar la existencia del delito y a la determinación de los autores hayan dado
un resultado fiable para acusar o cuando por el contrario cuando de la investigación resulte
claro que el delito es inexistente o no puede ser probado o que el hecho siendo real no es
constitutivo de delito o siéndolo el imputado es manifiestamente inocente o no puede ser
enjuiciado porque existe una causa de justificación.”21
Conforme a la dirección que ostenta el Fiscal en la etapa investigatoria, este debe programar
–coordinadamente con la policía- aquellos actos de investigación que realmente resulten ser
pertinentes, conducentes y útiles a la actividad.
a. Ordenar que concurran las personas como el imputado, el agraviado, testigos, peritos
así como demás personas que se encuentren en posibilidad de informar sobre
circunstancias útiles para los fines de la investigación. Al existir obligatoriedad, el Código
ha innovado la figura de la conducción compulsiva, para tal fin el fiscal ordena dicha
medida restrictiva sin necesidad de que exista una “segunda”, “tercera” citación.
b. Solicitar informaciones de cualquier particular o funcionario público emplazándole
conforme a las circunstancias del caso.
21 Neyra, J. (2010) Manual del Nuevo Proceso Penal & de Litigación Oral, Lima: editora Idemsa, p.295.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
Resaltaríamos lo sostenido por el Fiscal Supremo Gálvez Villegas quien señala que “El Fiscal
viene a constituirse en el titular de la acción penal y va a dirigir la investigación de los hechos
punibles; para esto actuará, bajo los principios de legalidad y objetividad; después de la
investigación recién el Estado puede ejercer el Ius puniendi a través de una resolución definitiva
del juzgador sobre la base de la investigación llevada a cabo por el Ministerio Público. En el
nuevo Código Procesal Penal, señala SANCHEZ VELARDE (1994: p.55), la investigación por el fiscal,
sea bajo la denominación de dirección o conducción, significa la exclusión de la persecución
penal por el juez y, por ende, la desaparición del juez de instrucción y de la instrucción misma”22
e. La investigación es eficaz. TALAVERA ELGUERA (2004: p.17) señala que el Código procesal
apuesta por un modelo de investigación no sólo acorde con la Constitución y las garantías
reconocidas por los Tratados y los Convenios Internacionales sobre Derechos Humanos, sino
también con la eficacia y eficiencia que debe tener un sistema de justicia penal (…) Entre
los instrumentos que el Código provee al Fiscal y Policía para lograr la eficacia de la
persecución penal tenemos: control de la identidad, la video vigilancia, las pesquisas, la
22 Gálvez, T (2008) El Código Procesal Penal Comentarios descriptivos, explicativos y críticos, Lima: Jurista editores, p.651.
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f. La investigación es racional. Cuenta con mecanismos que permiten simplificar los procesos,
como por ejemplo: el Principio de Oportunidad, los Acuerdos Reparatorios y la Terminación
Anticipada.23
Lectura seleccionada 1:
“Principios del Proceso Penal en el Nuevo Código Procesal Penal”, Víctor Cubas Villanueva,
Revista Derecho & Sociedad, Nº 25, Lima, Facultad de Derecho, Universidad Pontificia Católica
del Perú, Diciembre, 2005, ps.26-42.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
Tema N.°3
Es así que para asegurar el cumplimiento de los fines del proceso (garantizar el
cumplimiento de las consecuencias penales y económicas del delito) es que se adoptan -a
través de resoluciones judiciales debidamente motivadas- determinadas restricciones o
limitaciones provisionales al ejercicio de los derechos personales o patrimoniales del imputados
así como de terceros para evitar el ocultamiento de bienes o que se rehúya la justicia penal,
es decir, para afectar derechos se requiere la intervención judicial salvo excepciones legales.
Por ello, las medidas coercitivas o cautelares son instrumentales porque son provisorias y
dependen del principal, “no tiene existencia propia”.
Las medidas cautelares, que tienden a garantizar el eficaz desarrollo de la fase procesal de
declaración y/o ejecución (Toma García, 1993: 292); sin embargo están regidas por grandes
principios como son:
Principio de Legalidad. Se invocan y aplican solamente aquellas preestablecidas por la ley tanto
en modo y oportunidad.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
Principio de prueba suficiente. Tiene que existir soporte probatorio para justificar un medida
coercitiva y tiene que existir suficiente vinculación entre el hecho punible y la necesidad
cautelar; así también si va ser más grave la medida tiene que existir mayor base probatoria.
Principio de Judicialidad. Las medidas cautelares sólo pueden dictarse por mandato judicial,
pese a existir algunas facultades discrecionales.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
Durante esta etapa el Fiscal realiza sus investigaciones preliminares conforme a las necesidades
y estrategias que el caso requiera, citará a las personas denunciadas, denunciantes, testigos,
pedirá informes, dispondrá de pericias, realizará constataciones, etc. Pero podrá también
considerar necesario asegurar la presencia de las personas imputadas a su investigación y la
investigación preparatoria por lo que la ley le faculta a requerir al Juez la adopción de medidas
coercitivas o cautelares o de aseguramiento para tales objetivos.
De acuerdo con la ley –y que no resulta nuevo con la normatividad vigente- el Fiscal
requiere al Juez de la Investigación Preparatoria su intervención judicial a fin de que ordene las
medidas coercitivas que corresponda tal como establece el principio rector establecido en el
artículo VI Título Preliminar del Código Procesal Penal de 2004, especialmente las siguientes:
a. Impedimento de salida del país.
b. La comparecencia con detención domiciliaria.
c. La comparecencia con otras restricciones.
d. El allanamiento.
e. La inmovilización.
f. Detención preventiva.
El nuevo modelo procesal acusatorio que predomina en el Código Procesal Penal del 2004 ha
introducido como metodología de trabajo lo que se ha venido en denominar el “sistema de
audiencias” que básicamente significa que se ha privilegiado la adopción de decisiones
relevantes luego de haberse llevado a cabo las denominadas “audiencias preliminares”(o
“audiencias previas”) diferente de la “audiencia de juzgamiento”.
“7°. El artículo 123° NCPP clasifica las resoluciones judiciales según su objeto –entendido
desde una perspectiva material– en: decretos, autos y sentencias. Los autos se dictan,
siempre que lo disponga el citado Código, previa audiencia con intervención de las
partes; las sentencias, por su lado, tienen un régimen propio fijado en los títulos
correspondientes –todas, a excepción de la sentencia en el proceso por faltas que
autoriza las denominadas sentencias in voce u orales, son escritas (vid.: artículos 394°–
396°, 425°, 431°.4, 468°.5, 477°.4 y 484°.6 NCPP).
El conjunto de las resoluciones judiciales, salvo los decretos, deben contener la exposición
de los hechos debatidos, el análisis de la prueba actuada, la determinación de la ley
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DERECHO PROCESAL PENAL II
aplicable y lo que se decide de modo claro y expreso. Por lo demás, sin perjuicio de las
disposiciones especiales y de las normas estipuladas en la LOPJ, las resoluciones serán
firmadas por los jueces respectivos (artículo 125°1 NCPP).
8°. Si se atiende a la clásica distinción entre proceso y procedimiento, esto es, entre el
objeto de las actuaciones procesales y las actuaciones propiamente dichas o conjunto
de actos procesales que, tanto el juez como las partes han de realizar, se tiene que
distinguir entre (1) principios del proceso –que determinan el régimen de entrada de la
pretensión y de su resistencia, oposición o defensa en el procedimiento, así como los
poderes de las partes en la conformación del objeto procesal y los del juez en su
enjuiciamiento– y (2) principios del procedimiento –que encausan el régimen de
actuación formal de dicha pretensión hasta que pueda obtener satisfacción por el
órgano judicial en forma de sentencia– [VICENTE GIMENO SENDRA: Introducción al
Derecho Procesal. Editorial Constitución y Leyes, Madrid, 2007, p. 41].
9°. Sin perjuicio del procedimiento principal o etapa de enjuiciamiento, que tiene reglas
específicas a las que es del caso atenerse, en los diversos procedimientos que instaura el
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DERECHO PROCESAL PENAL II
NCPP tiene lugar la expedición, indistinta, de resoluciones orales tras las correspondientes
audiencias preliminares ordenadas por la ley procesal.
Así se tiene que, por ejemplo, en cuatro supuestos la resolución –en los procedimientos de
investigación preparatoria– debe expedirse en forma inmediata, antes de la clausura de
la audiencia (artículos 71°.4, 266°.2, 271°.1 y 2, y 343°.2 NCPP). En otros casos –en cincuenta
y cinco supuestos aproximadamente–, autoriza al juez a dictar la resolución
inmediatamente, de suerte que la resolución será oral, o dentro un plazo determinado (2
o 3 días), generalmente impropio (artículos 2°.5, 2°.7, 8°, 15°.2.c), 34°.2, 74°.2, 75°.2, 76°.1,
91°.2, 102°.1y2, 203°.2, 203°.3, 204°.2, 224°.2, 224°.3, 225°.5, 228°.2, 229°, 231°.4, 234°.2, 245°,
254°.1, 274°.2, 276°, 279°.2, 283°, 293°.2, 294°.1, 296°.1, 296°.2, 296°.4, 299°.2, 301°, 305°.2,
319°.c), 334°.2, 352°.1, 450°.6, 451°.1, 453°.2, 478°.1 y 3, 480°.1, 480°.2.b), 480°.3.b), 484°.1,
3 y 6, 486°.2, 491°.2, 491°.3, 491°.4, 491°.5, 492°.2, 521°.3, 523°.6, 544°.3, 557°.4 NCPP: “…de
forma inmediata o dentro de […] días después de realizada la audiencia). También, el
NCPP determina que la resolución necesariamente ha de dictarse después de la
audiencia, lo que exige su expedición escrita en ocho supuestos aproximadamente –se
utiliza la fórmula: hasta dentro de […] horas o días después de realizada la audiencia
(artículos 45.2°, 468°.1 y 5, 477°.3, 420°, 424°, 431°.2, 521°.4, 526°.2)–. Asimismo, en otros casos
utiliza una expresión distinta –en ocho supuestos aproximadamente–: la resolución se
emitirá en el plazo de […] días: 255°.3, 345°.3, 493°.3, 539°.2, 543°.1, 544°.3, 563°.2, 557°.5
NCPP, de la que desprende su forma escrita. Más allá de las diversas expresiones
lingüísticas utilizadas por el NCPP las resoluciones orales están, pues, reconocidas
legalmente. En varias situaciones procesaleses obligatoria una resolución oral, mientras
que en otras, pese a la existencia de una audiencia previa, la expedición de una
resolución escrita es obligatoria. Fuera de estos casos, es de adoptar una regla o criterio
rector que permita decidir si la resolución será oral o escrita. El punto se aclara, sin duda,
desde la vigencia de otros principios consustanciales a la audiencia misma, en especial el
de concentración, puesto que exige que los actos procesales se realicen en una ocasión
[VÍCTOR MORENO CATENA y VALENTÍN CORTÉS DOMÍNGUEZ: Derecho Procesal Penal. 3ª
Edición, Editorial Tirant lo Blanch, Madrid, 2008, p. 231] y en el que se privilegia la memoria
como elemento clave para una correcta decisión. Si las audiencias se llevan a cabo bajo
una lógica de concentración y, además, de continuidad –en las denominadas
“audiencias preliminares”, fuera de la audiencia principal o de enjuiciamiento, por su
propia naturaleza, no se permite su suspensión, aunque es obvio que es posible admitir
excepciones fundadas en una causa objetiva y razonable–, es inevitable concluir que la
resolución será oral si se dicta antes de finalizar la audiencia. Ésta no puede suspenderse
para otro día con el sólo propósito de dictar una resolución oral o de realizar un acto
procesal intrascendente que muy bien pudo hacerse en el curso de la audiencia; un
pronunciamiento diferido exige, entonces, una resolución escrita.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
La motivación, por cierto, puede ser escueta, concisa e incluso –en determinados
ámbitos– por remisión. La suficiencia de la misma –analizada desde el caso concreto, no
apriorísticamente– requerirá que el razonamiento que contenga, constituya lógica y
jurídicamente, suficiente explicación que permita conocer, aún de manera implícita, los
criterios fácticos y jurídicos esenciales fundamentadores de la decisión. Basta, entonces,
que el órgano jurisdiccional exteriorice su proceso valorativo en términos que permitan
conocer las líneas generales que fundamentan su decisión. La extensión de la motivación,
en todo caso, está condicionada a la mayor o menor complejidad de las cuestiones
objeto de resolución, esto es, a su trascendencia. No hace falta que el órgano
jurisdiccional entre a examinar cada uno de los preceptos o razones jurídicas alegadas
por la parte, sólo se requiere de una argumentación ajustada al tema en litigio, que
proporcione una respuesta al objeto procesal trazado por las partes.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
Es palmario, por lo demás, que la nulidad procesal requiere como elemento consustancial
que el defecto de motivación genere una indefensión efectiva –no ha tratarse de una
mera infracción de las normas y garantías procesales–. Ésta únicamente tendrá virtualidad
cuando la vulneración cuestionada lleve aparejada consecuencias prácticas,
consistentes en la privación de la garantía de defensa procesal y en un perjuicio real y
efectivo de los intereses afectados por ella, lo que ha de apreciarse en función de las
circunstancias de cada caso (principio de excepcionalidad de las nulidades de decisiones
de mérito en concordancia con el principio de conservación de los actos procesales –
artículos 152° y siguientes del NCPP–).
Por otro lado, los errores –básicamente jurídicos– en la motivación, son irrelevantes desde
la garantía a la tutela jurisdiccional; solo tendrán trascendencia cuando sean
determinantes de la decisión, es decir, cuando constituyan el soporte único o básico de
la resolución, de modo que, constatada su existencia, la fundamentación pierda el
sentido y alcance que la justificaba y no puede conocerse cuál hubiese sido el sentido
de la resolución de no haber incurrido en el mismo.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
En tanto la resolución oral –con las particularidades antes citadas– se documenta en el acta y,
adicionalmente, la audiencia en la que se profiere es objeto de una grabación por medio de
audio o de video, su reconocimiento no importa vulneración constitución alguna.”
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DERECHO PROCESAL PENAL II
Glosario de la Unidad I
Absolución
Sentencia que pone fin al proceso, permite exonerar al acusado de toda responsabilidad que
había sostenido la acusación fiscal en su contra.
Actos (judiciales)
Las decisiones, providencias, mandamientos, diligencias, y cualquier disposición de un juez en
ejercicio de sus funciones.
P
Proceso
“En un sentido amplio equivale a juicio, causa o pleito” (Ossorio, 1974, p. 778).
O
Ordenamiento jurídico
Conjunto de normas que en determinado momento histórico rigen en una comunidad.
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DERECHO PROCESAL PENAL II
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