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El principio de Proporcionalidad del Derecho Penal es un principio que consta en

sentido amplio en que el Derecho Penal debe de aplicarse tomando en cuenta todas las
circunstancias tanto internas como externas que llevaron a un individuo a cometer un hecho
punible, valorando cada una de éstas circunstancias y aplicando una consecuencia jurídica
en base al delito realizado y todas esas circunstancias que lo permitieron. La aplicación de
este principio debe estar presente en todo el Derecho Penal y un ejemplo de ello puede
observarse al momento de calcular la penal, cuando un juez dicte sentencia condenatoria en
contra de un individuo, por la comisión de un hecho punible, así como al momento de
determinar la medida de coerción personal aplicable para el imputado en una causa penal;
incluso al momento de que el juez fije al Ministerio Público un lapso prudencial para concluir
la fase de investigación previa solicitud del imputado o víctima, de conformidad con lo
establecido en el artículo 295 del Código Orgánico Procesal Penal; se plantea a
continuación, las sentencias con carácter vinculantes que interpretan al derecho, abriendo
nuevas posibilidades para aplicarlo, con el fin de garantizar el cumplimiento de los principios
del Derecho Penal, como lo es el principio de Proporcionalidad.

La sentencia a analizar es la N° 1859 de fecha 18 de diciembre del 2014, la cual fue


emitida por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, sumariada como
“Sentencia de la Sala Constitucional que establece, con carácter vinculante, la posibilidad de
conceder a los imputados y penados por el delito de tráfico de drogas de menor cuantía,
fórmulas alternativas a la prosecución del proceso y a la ejecución de la pena, y a los
condenados por el delito de tráfico de drogas de mayor cuantía se les pospone la posibilidad
de obtener las fórmulas para el cumplimiento de la pena, solo para cuando el recluso haya
cumplido las tres cuartas (3/4) partes de la misma, conforme lo previsto en el ordenamiento
jurídico”, la cual se pronuncia respecto a diferentes aspectos, pero antes de abordar sobre
ellos, se hace necesario mencionar de forma general los antecedentes del caso. La presente
sentencia corresponde a un expediente penal donde figura un ciudadano imputado o
acusado por el delito de Tráfico Ilícito de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas,
previsto y sancionado en el artículo 149, segundo supuesto de la Ley Orgánica de Drogas,
cuya cuantía de la pena es de 8 a 12 años de prisión, siendo condenado por el Tribunal de
Control que conocía de la causa en esa oportunidad, a cumplir con la pena de 6 años de
prisión, penalidad y oportunidad procesal que corresponde a una sentencia por admisión de
hechos, tomando en cuenta el límite superior de la pena de este delito, con una disminución
de la mitad de la misma por admisión de hechos, sin ningún tipo de agravantes de las
contenidas en el artículo 163 de la Ley Orgánica de Drogas. Posteriormente 1 año, 3 meses
y 15 días después, el Tribunal de Ejecución que para esa fecha conocía del asunto, negó la
aplicación de fórmula alternativa de cumplimiento de pena de destacamento de trabajo,
solicitada por la defensa, a favor de su defendido, dicha decisión fue apelada, declarada con
lugar por la corte de apelaciones correspondiente, siendo remitida las actuaciones al mismo
Tribunal de Ejecución que había conocido de las actuaciones previo al recurso de apelación
señalado anteriormente. Posteriormente el Tribunal de Ejecución señalado desaplicó por
control difuso, la sentencia emitida por la Corte de Apelaciones, negando la aplicación de la
Fórmula Alternativa de cumplimiento de pena denominada Destacamento de Trabajo, a favor
del sentenciado; luego las actuaciones fueron remitidas a la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia en cumplimiento de los artículos 334 y 336 de nuestra Constitución.

El pronunciamiento de esta Sala Constitucional en primer lugar definió y diferenció los


mecanismos de control de la constitucionalidad, es decir, el control difuso y el control
concentrado, definiendo al primero como una atribución que poseen todos los tribunales
penales de control para garantizar el cumplimiento y la integridad de los preceptos
constitucionales, desaplicando el juzgador, para el caso en concreto, disposiciones penales
que coliden con nuestra Constitución, mientras que el control concentrado es una facultad
única de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia para desaplicar
disposiciones penales que coliden con la constitución nacional, pero dicha disposición penal
quedará desaplicada para todos los asuntos penales a nivel general y de forma permanente,
dejando constancia que no es ajustado a derecho que un tribunal penal de control desaplique
por control difuso, una sentencia emitida por la corte de apelaciones; asimismo consideró
que el otorgamiento de Fórmulas Alternativas de Cumplimiento de Pena no constituyen un
beneficio procesal ya que este tipo de fórmulas se aplican una vez que la culpabilidad del
imputado es comprobada y es sentenciado mediante sentencia condenatoria, y no antes de
ser determinada esta culpabilidad, como ocurre con las fórmulas alternativas de prosecución
del proceso, es por lo que la primera de las mencionadas permiten una agilización de las
dinámicas que realiza el estado para lograr la reinserción social del condenado, y que de
ninguna manera, dada la naturaleza de la misma, no genera impunidad, y es por esto que
para los delitos de Tráfico de Drogas de Mayor Cuantía, así como con otros delitos que por
su materia tienen un trato especial para la ley, la aplicación de estas fórmulas solo es posible
una vez que el sentenciado cumpla con las ¾ partes de la pena sentenciada y no una ½
partes de la pena como con el resto de los delitos. Determinó cuales son los delitos de
Tráfico de Drogas de Mayor Cuantía y de Menor Cuantía, clasificación cuya existencia es
sugerida en el Código Orgánico Procesal Penal vigente, específicamente en los artículos 38,
43, 374, 375, 430 y el parágrafo segundo del artículo 488, esto al señalar el Tráfico de
Drogas de Mayor Cuantía, indicando por lógica la existencia de la “Menor Cuantía”, pero que
previo a la sentencia en referencia, no se podía definir cuales delitos de droga constituyen el
Tráfico de Mayor Cuantía y cuáles de Menor Cuantía; clasificando los delitos contenidos en
los artículos 149 segundo aparte, 151 primer aparte y 153 segundo aparte, todos ellos de la
Ley Orgánica de Drogas, como delitos de Tráfico de Menor Cuantía, incluyendo en el Tráfico
de Drogas de Mayor Cuantía los delitos no mencionados, contemplados en los señalados
artículos; y por último, creó la posibilidad de que a los imputados por los delitos de Tráfico de
Drogas de Menor Cuantía, la posibilidad de que les sean otorgados fórmulas alternativas de
prosecución del proceso u de cumplimiento de penas, destacando las primeras de las
mencionadas ya que del contenido de los artículos 43 (Relativo a la suspensión condicional
del proceso en el procedimiento abreviado) y 375 (Relativo a la suspensión condicional del
proceso en el procedimiento especial para el juzgamiento de los delitos menos graves), todos
ellos del Código Orgánico Procesal Penal, este tipo de fórmula alternativa no es aplicable
para los delitos de tráfico de drogas de menor cuantía (los contenidos en los artículos 149
segundo aparte y 151 primer aparte de la Ley Orgánica de Drogas), no pertenecer a este tipo
de delitos de menor cuantía, sino por la penalidad que poseen, ya que los delitos señalados
exceden de los 8 años de prisión en su límite superior que requieren ambos casos de
suspensión condicional del proceso para su procedencia (12 años de prisión para el delito
previsto y sancionado en el artículo 149 segundo aparte, y 10 años de prisión para el delito
previsto y sancionado en el artículo 151 primer aparte, ambos de la Ley Orgánica de
Drogas), por lo que es en este aspecto donde se puede evidenciar la aplicación del Principio
de Proporcionalidad del Derecho Penal; se evidencia en el contenido del Código Orgánico
Procesal Penal, al hacer referencia únicamente al Tráfico de Drogas de Mayor Cuantía, en
sus artículos 38, 43, 374, 375, 430 y en el parágrafo segundo del artículo 488 , pudiendo
otorgarle el legislador, el mismo trato a todos los delitos de tráfico de drogas como así lo
hace en el artículo 295, reiterando la evidencia de la aplicación por parte del legislador, de la
proporcionalidad como principio del Derecho Penal; asimismo se puede evidenciar la
aplicación de este principio en la sentencia abordada en esta oportunidad al esta considerar
que a todos los delitos de Tráfico de Drogas de Menor Cuantía, no se les puede dar el mismo
trato, citando de la sentencia lo siguiente:

“Conforme a lo anterior, esta Sala estima que no es posible dar el mismo trato a
todos los casos, en razón de que no todos los supuestos de los delitos que
corresponden a esta sensible materia son iguales, ni el daño social
-consecuencias sociales- que ellos generan es de igual naturaleza. Sin embargo,
existen situaciones cuyas consecuencias jurídicas y sociales son de mayor
magnitud que otras, y es allí en donde el legislador por medio de la normativa
vigente impone un orden para evitar que iguales conductas se realicen de
nuevo.”

En virtud de esto el juzgador debe evaluar las circunstancias del caso en estudio y
tomar una decisión cuya consecuencia jurídica, en comparación a otros casos del mismo
delito, pero con circunstancias completamente diferentes, tratados de la misma manera,
creando desproporcionalidad en las decisiones, es por lo que se les otorga al juzgador la
posibilidad de evaluar estas circunstancias y aplicar una fórmula alternativa de prosecución
del proceso en aras de cumplir con el principio de la proporcionalidad del Derecho Penal.

Por último se hace necesario acotar lo contenido en el segundo parágrafo del artículo
288 del Código Orgánico Procesal Penal, reiterado por la sentencia en estudio, y es en
cuanto a las condiciones de procedencia de la Fórmula Alternativa de Cumplimiento de Pena,
denominada como Régimen Abierto, ya que en virtud de la gravedad de los delitos de Tráfico
de Drogas de Mayor Cuantía, este tipo de fórmula alternativa de cumplimiento de pena será
procedente una vez el sentenciado cumpla con las ¾ partes de la condena, en comparación
con los delitos de Tráfico de Drogas de Menor Cuantía que pueden proceder una vez
cumplida la mitad de la condena.

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