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Se cree que el apóstol Pablo escribió Hebreos aun no se sabe, el autor nos
habla aquí de una carrera, una carrera que todos iniciamos cuando aceptamos
a Cristo y no se trata de quien va mas adelante o quien va mas atrás, no se
trata de quien corre mas recio o quien va mas despacio, el propósito es que un
día terminar esa carrera, debemos de correr no llevarnos la despacio diciendo
que un día tiene que terminar.
Y si vamos a terminar un día pero también vamos a dar cuentas por como
corrimos, la carrera la hicimos pero debemos de tener en cuenta que un día
vamos a dar cuentas de la manera en que corrimos.
Ver. 2
“2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo
puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios.”
“puestos los ojos en Jesús” de eso quiero hablar. En la carrera hay obstáculos,
dificultades, unos caen, algunos tropiezan, se cansan, algunos se desaniman,
tenemos una carrera la que debemos de correr pero debemos de tener cuidado
de como la corremos, y gracias a Dios usted y yo estamos en esa carrera, por
la pura gracia de Dios estamos en esa carrera.
Debemos de tener cuidado como corremos esa carrera, el que hoy estemos en
la carrera, no garantiza que el día de mañana estemos en la carrera,
posiblemente hoy esta aquí en la iglesia con su pareja, con su familia, y que
bueno, y quien le garantiza que mañana va a estar igual, posiblemente un poco
mejor, pero posiblemente ya no este en la carrera, tal ves se desanime, o
tropiece pero debemos de tener cuidado de como corremos la carrera.
Ver. 1
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso…”
Para correr esta carrera que es muy importante, debemos de tener en cuenta
como debemos de correr, hay tres cosas bien importantes como cuando un
corredor, un atleta esta participando en un maratón, primero se prepara, pero al
momento de la carrera el corredor escoge la ropa, el calzado, lo mas ligero que
se pueda, a veces en la carrera ahí cosas que son estorbos.
Dice el versículo 1
Para correr la carrera primeramente debemos de despojarnos del peso que nos
estorba, ahí muchas cosas que no son pecado en la vida cristiana, pero si es
un peso.
Como las mujeres tampoco es malo ir de compras, andar viendo la ropa, las
bolsas, y todo lo que les gusta, pero si el domingo en ves de venir a la iglesia
se va hacer eso ahí si y es pecado, porque le esta impidiendo hacer lo que
Dios le manda hacer, ahí cosas que no son pecado, pero que si nos estorban
para hacer su voluntad.
Dios quiere que quitemos cosas que nos estorban para correr la carrera.
Yo no se que cosa le impide a usted acercarse mas a Dios, no que son
pecados, pero a veces hay cosas que le impiden acercarse mas a Dios.
Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, tenemos una
carrera por delante, y hay algunos de nosotros que Dios nos va a permitir
correr mucho, yo no se si hoy podría ser mi ultimo día y aquí termine mi
carrera, hay algunos que nos va a permitir 60, 70 80 años o posiblemente mas,
nos queda mucho por delante, algunos, pero a algunos nos queda poco, ¡no
sabemos! Supongamos que nos queda mucho toda vía, mucha carrera por
delante, pero hay muchas cosas que nos van a querer impedir correr como
debemos de correr.
Pero lo triste o la realidad es que como cristianos muchas veces, (Cristo mismo
en su Palabra nos a dicho (“puestos los ojos en Jesús” “en el mundo tendréis
aflicción pero confiad”) vendrán problemas el mundo va a querer llamar nuestra
atención, pero Cristo dijo puestos los ojos en Jesús, la razón o el problema
muchas veces es que el mundo nos llama, las aflicciones nos hace quitar los
ojos de Cristo y volteamos, lo correcto seria eso, pero la realidad es que es así,
vienen problemas, dificultades, no se de que magnitud sea su problema, lo
correcto es poner los ojos en Jesús.
La orden fue, “puestos los ojos en Jesús” no en las personas, una de las
razones de porque cristianos se desaniman, dejan de correr, de porque se
detienen, porque ya no siguen creciendo, es porque quitaron los ojos de Jesús
y los pusieron en algo, algo les llamo la atención, fue distraído.
Muchas veces en nuestra vida espiritual van a ver cositas que nos van a querer
llamar la atención, y nosotros no hemos aprendido o se nos olvida este
mandato, “puestos los ojos en Jesús”, a veces caminamos un buen rato bien,
pero escuchamos un ruidito y volteamos.
Nos dice corramos con paciencia, hay otras cosas de las que debemos de
cuidarnos, de saber distinguir, y valorar lo que hemos recibido de el Señor
Jesucristo y no dar importancia al mundo, a las cosas que nos quieren distraer.
Hebreos 11:24-27
“24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de
Faraón, 25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar
de los deleites temporales del pecado,
26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los
egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.
27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como
viendo al Invisible.”
Tenía un objetivo, una meta, un blanco hacia donde tenia que poner la mirada,
se cree que Moisés pudo a ver heredado el puesto de Faraón porque era hijo,
había sido instruido, preparado, Moisés escogió a Dios que los deleites, las
riquezas.
Filipenses 3:13-14
“13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa
hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante,
14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús.”
Tengo un meta, algo a lo que estoy mirando, no me voy a distraer con el
mundo, con la aflicción, y Pablo tuvo muchas razones para poderse distraer,
pero a pesar de eso no quito su mirada.
2 Timoteo 4:6-8
“6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está
cercano.
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el
Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que
aman su venida.”
Pablo pudo haber tenido muchas excusas, o pretextos para decir, ya no sigo,
tenia muchas razones para quitar su mirada, pero dijo ¿sabes que? Voy a tener
mi mirada puesta en el galardón. Pablo fue maltratado, se vio en tormentas, en
hambre, en escases, lo apedrearon, lo arrastraron, tantas cosas, pero eso no le
impidió para seguirse manteniendo.
Muchos cristianos corren con los ojos puestos en la gente, otros viendo para
abajo, a los lados, a las circunstancias, y por eso no corren la vida cristiana
como deberían de correrla, algunos se caen, otros se desvían y otros se paran,
¿como se encuentra usted en la vida cristiana, en su carrera?
Un día empezó, se le dio el silbatazo de que iniciara, ¿como empezó? Tal ves
empezó corriendo bien, y ahora ya no lee su Biblia, ya no ora, ya no viene a la
iglesia como debería de venir, como que ya le bajo el volumen, o como que ya
le bajo la velocidad, ¿como esta corriendo ahorita?
Esta dentro de la pista pero, ¿esta parado? Yo no he visto ningún corredor que
de repente se pare y vea los tenis de alguien mas a veces así hacemos en la
vida cristiana, los corredores que quieren ganar no se paran a ver las cosas
que pasan, en la carrera no hay tiempo para andarnos fijando en otras cosas, y
ahorita estamos en la carrera y no hay tiempo para andarnos criticando.
Ahorita estamos en la carrera, pero tantas cosas que nos llaman la atención a
veces, hasta de la iglesia andamos hablando. Es muy importante como
estamos corriendo tenemos una carrera, ya nos dieron la orden de como
despojarnos de todo peso, de alejarnos del pecado, y correr con paciencia
Dios a puesto lideres que están para ser ejemplo para nosotros, que están para
ser instructores para nosotros de los cuales deberíamos de aprender de ellos.
Uno de los problemas o una de las razones del porque se desaniman o ya no
quieren seguir adelante, y ponen todos los pretextos que quieren en el hombre
y no en Jesús, es triste cuando una persona confía demasiado en alguien.
Porque Jesús dijo, hay de aquel que haga tropezar uno de estos pequeñitos,
posiblemente Dios los va a juzgar a ellos por hacernos tropezar, pero la orden
sigue siendo la misma “puestos los ojos en Jesús”.
Si algún día llega a fallar, o hacer caer a alguien recuerde que la orden es
“puestos los ojos en Jesús” esa es la razón de porque muchos cristianos se
desaniman, el que le salvo fue Jesús, el que lo va a entender es Jesús, el que
lo va a perdonar es Jesús. Sígalo a Él nunca le va a fallar.
Lucas 17:1-2
“Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡Hay
de aquel por quien vienen!
Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al
mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos”
Timoteo 2:1, 3
“Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.”
Gente va hacer cosas que no debe de hacer pero usted no debe de hacerlo,
eso como me ayudo a mi, Dios me decía por medio de su Palabra Cristian la
gente va hacer muchas cosas pero tu tienes que ser ejemplo, el que otros lo
hagan no significa que tu lo tienes que hacer, pero a veces como nos
agarramos de eso, pero usted y yo no debemos de hacerlo.
El hermano Iván tiene muchas cosas buenas que yo puedo aprender de él,
pero él también tiene muchas cosas de las que yo no debería de aprender de
él, y usted también, usted tiene muchas cosas de las que yo podría aprender
de usted, pero hay muchas cosas de las que yo no debería de aprender de
usted, pero no por eso deje de venir a la iglesia.
Estamos como los espías, hay dos tipos de actitud en la iglesia siempre, los
que tienen una actitud negativa y los que tienen una actitud positiva, los que
tienen una actitud negativa es porque ponen sus ojos en ellos mismos, los que
tienen una actitud positiva es porque ponen sus ojos en Jesús, ¿recuerdan
cuando Dios le dijo a Moisés, envía hombres para espiar la tierra y regresaron?
Y regresaron unos, Caleb muy optimista por lo que Dios había dicho, y ponía
sus ojos en Dios y decía si se puede vamos.
Números 13:1-2
“Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
2 Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los
hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno
príncipe entre ellos.”
Números 13:17, 30
“17 Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles:
Subid de aquí al Neguev, y subid al monte,
30 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos
luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.”
Caleb era bien optimista, bien positivo porque tenía su mirada puesta en lo que
Dios había dicho.
Números 13:31
“31 Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra
aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.”
Una de las razones que no podían era porque se estaban viendo a ellos
mismos.
Ver. 33
“33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos
nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.”
Igual Dios no quiere que algo nos distraiga, que nos llame la atención y por eso
vas a dejar de correr. Se imagina un caballo corriendo y que valla volteando,
no, porque va a perder, y aparte va hacer tropezar a otro, y es lo que pasa
muchas veces en el cristianismo, por no obedecer lo que Dios dijo, volteamos y
el que viene atrás también caí, el que cae en pecado o como el pecado, cae el
pero también es tropiezo a su familia, no solamente callo el, pero también
afecto a su familia.
Hay veces que corremos pero Dios o a veces nosotros mismos provocamos
cosas y nos metemos en líos, en problemas, nos metemos en tanta cosa, en un
enredadero, que después por tanta presión volteamos y dejamos de poner los
ojos en Jesús y pones los ojos en otros lugar.
Con eso de las tarjetas de crédito, con agarrar cosas que no podemos, dicen
que la avaricia es mala, damos pasos tan grandes que nos metemos en tantos
problemas, deudas y todo eso, que eso nos presiona tanto que dejamos de
poner los ojos en Jesús y ahora estamos metidos en todo este relajo, por no
tener cuidado, o nos puede distraer, tenga paciencia, si es la voluntad de Dios
a su tiempo se lo va a dar.
Mateo 14:22-30
“22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él
a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.
23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la
noche, estaba allí solo.
24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el
viento era contrario.
25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un
fantasma! Y dieron voces de miedo.
27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no
temáis!
28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a
ti sobre las aguas.
29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas
para ir a Jesús.
30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio
voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!”
A veces así empezamos la vida cristiana, cuando aceptamos a Cristo y
empezamos a escuchar la Palabra de Dios, aquí dijo Pedro si eres tu, con que
tu lo digas s e cumple, quiero saber si eres tu, Jesús le dijo Yo Soy, Pedro
poniendo sus ojos en Jesús y la gente se admiró de lo que paso Pedro
caminando en las aguas, pero después se vinieron los fuertes vientos y Pedro
volteo y le dio miedo e inmediatamente se empezó a hundir.
Así somos nosotros cuando empezamos bien nuestra vida espiritual poniendo
los ojos en Jesús pero algo nos distrae, las pruebas, las circunstancias y nos
empieza a dar miedo y lo que hacemos es quitar los ojos de Jesús y nos
empezamos a hundir, a veces nos hundimos en nuestro miedo, en nuestras
propias circunstancias y sentimos que nos empezamos a hundir
espiritualmente, económicamente en cuanto a la familia parece que todo se
empieza a derrumbar, porque quitamos nuestros ojos de Jesús.
Romanos 10:9
“que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón
que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.
Si usted no esta seguro que cuando muera, debe poner sus ojos en Jesús
y si ya tienes tiempo en los caminos de Dios recuerda poner tus ojos en
Jesús, no en los hombres, no en las circunstancias. Puestos los ojos en
Jesús.