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1. ¿Qué es el Sol?

El Sol es la estrella más cercana al planeta Tierra, ubicada a 149,6 millones de kilómetros de distancia. Todos los
planetas del Sistema Solar orbitan a su alrededor a distintas distancias, atraídos por su gigantesca gravedad, así como
los cometas y asteroides que conocemos. Comúnmente se conoce al Sol con el nombre de Astro Rey.
Se trata de una estrella bastante común de nuestra galaxia, la Vía Láctea: no es ni muy grande ni muy pequeña en
comparación con sus millones de hermanas. Científicamente, el Sol se clasifica como una estrella enana amarilla, del
tipo G2.
Por demás, el Sol es una enorme bola de plasma, casi redonda. Está compuesto mayormente por hidrógeno (74,9%) y
helio (23,8%), así como una pequeña porción (2%) de elementos más pesados como oxígeno, carbono, neón y hierro.
El hidrógeno es el combustible principal del Sol. Sin embargo, debido a la combustión se va convirtiendo en helio,
dejando atrás una capa de “cenizas” de helio conforme la estrella avanza en su ciclo principal de vida.
2. Estructura y partes del Sol
El Sol se estructura en capas, más o menos como una cebolla.
Estas capas son:
 El núcleo. La región más interna del Sol, que ocupa una
quinta parte del total de la estrella: unos 139.000 kilómetros de
su radio total. Es allí en donde tiene lugar la gigantesca
explosión atómica del hidrógeno fusionándose; pero es tal
la gravedad que hay en el núcleo solar, que a
la energía producida de esta forma le toma alrededor de un
millón de años emerger hacia la superficie.
 La zona radiante. Está compuesta de plasma, o sea, de
gases como helio y/o hidrógeno ionizados, y es la región que
permite la más fácil radiación de la energía hacia las capas de
afuera, lo cual disminuye considerablemente
la temperatura que se registra en este lugar.
 La zona convectiva. Se trata de una región donde
los gases dejan de estar ionizados, haciendo más difícil que la
energía (en forma de fotones) escape hacia afuera del Sol.
Esto ocasiona que la energía pueda escapar solamente por convección calórica, mucho más lentamente. Así, el
fluido solar se calienta de manera desigual, originando dilataciones, pérdidas de densidad y corrientes
ascendentes o descendentes, como una marea interior.
 La fotósfera. La región del Sol donde se emite la luz visible, que se percibe como gránulos brillantes sobre una
superficie más oscura, aunque se trata de una capa transparente de unos 100 a 200 km de profundidad. Es
considerada la superficie de la estrella, y es donde aparecen las manchas solares.
 La cromósfera. Se llama así a la capa externa de la propia fotósfera, mucho más translúcida todavía y difícil de
apreciar, pues está opacada por el brillo de la capa anterior. Posee un tamaño de alrededor de 10.000 km y vista
durante un eclipse, posee un tono rojizo exterior.
 La corona solar. Se conoce así a las capas más tenues de la atmósfera externa del Sol, en las que la temperatura
aumenta considerablemente respecto a las capas interiores. Esto es un misterio de la naturaleza solar. Sin
embargo, en ella se dan bajas densidades de materia junto a intensos campos magnéticos, atravesados por
energía y materia a elevadísimas velocidades, así como por numerosos rayos X.
3. Temperatura del Sol
Como hemos visto, la temperatura del Sol varía según la región de la estrella, aunque para nuestros estándares es, en
todas, increíblemente elevada.
En el núcleo solar pueden registrarse temperaturas próximas a los 1,36 x 10 6 grados Kelvin (es decir, unos 15
millones de grados Celsius), mientras que en la superficie la temperatura desciende a “apenas” 5.778 K (alrededor de
5.505 °C), y vuelve a ascender en la corona solar a 2 x 10 5 grados Kelvin.
4. Importancia del Sol para la vida
El Sol es indispensable para la fotosíntesis, y por lo tanto para la vida en nuestro planeta.
Debido a su emisión continua de radiaciones electromagnéticas, entre ellas la luz perceptible por nuestros ojos, el Sol
brinda calor e iluminación a nuestro planeta, haciendo la vida posible tal y como la conocemos. Por este motivo, el
Sol es irremplazable.
Su luz permite la fotosíntesis, sin la cual la atmósfera no contendría los niveles de oxígeno que necesitamos, ni
la vida vegetal para sostener las distintas cadenas tróficas. Por otro lado, su calor mantiene el clima estable, permite la
existencia de agua líquida y da energía a los distintos ciclos climáticos.
Por último, la gravedad solar mantiene a los planetas orbitando a su alrededor, entre ellos la Tierra. Sin él no habría
día y noche, no habría estaciones, y la Tierra seguramente sería un planeta frío y muerto, como son muchos de los
planetas exteriores.
Actividad domiciliaria:
1. Realiza un organizador visual sobre el tema (ficha).
2. Dibuja una planta donde el sol brinda la iluminación para realizar la fotosíntesis.

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