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Unidad 6 CEBJA 3-095LENGUA Y LITERATURA Nombre del alumno:

UNIDAD 6
TEXTO NARRATIVO LITERARIO

Hay distintos tipos de narraciones escritas. Algunas se refieren a hechos reales,


por ejemplo, las narraciones históricas que aparecen en los libros de Ciencias Sociales o
las crónicas de los diarios que cuentan los hechos ocurridos en el mundo.

En cambio, las narraciones de hechos imaginarios se llaman narraciones


literarias o de ficción, es decir, son historias inventadas por los escritores. Los cuentos
y las novelas son textos narrativos literarios.

1) Leé el siguiente texto:

Profesor: Jorge Zalazar

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El texto narrativo literario es el relato de hechos imaginados por


un autor real que son llevados a cabo por personajes, ubicados en un
tiempo y en un espacio, y relatados por un narrador. Este narrador
es una voz inventada por el autor.
En la superestructura de la narración literaria se pueden señalar:
 Situación inicial: aquí aparecen los personajes, el tiempo y
el espacio.
 Conflicto: es el momento donde los hechos modifican la
situación inicial y se produce el problema o conflicto que
los personajes tienen que enfrentar.
 Resolución: es el modo en que termina el conflicto, en
forma positiva o negativa.
 Situación final: es el desenlace del relato.

2) Ahora, teniendo en cuenta lo leído en el cuadro, completá la tabla:

Superestructura de la narración: LOS AMIGOS

Situación inicial:

Conflicto:

Resolución:

Situación final:

3) Leé la siguiente definición:

Profesor: Jorge Zalazar

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EL CUENTO:
Es un relato breve escrito en prosa, en el que se narran
hechos de forma sencilla y concentrada, como si hubiesen
sucedido en la realidad. Se trata, por tanto, de un tipo de
obra que pertenece al género narrativo literario.
Los hechos narrados en el cuento son llevados a cabo por
unos personajes y se desarrollan en un lugar y un tiempo
determinados

Existen distintos tipos de cuentos, en esta oportunidad estudiaremos los cuentos


realistas y los fantásticos. La siguiente tabla muestra sus características:

Tipo de cuento Características

REALISTA La acción se desarrolla en un


ámbito parecido a la realidad
conocida.
El lenguaje que se utiliza en estos
cuentos reproduce la forma de
hablar y los giros lingüísticos
propios del lugar donde se
desarrollan los acontecimientos.
Los hechos se ubican en un
espacio y en un tiempo de
existencia real que los lectores
pueden reconocer.

FANTÁSTICO Se narran historias en las que en


un mundo conocido por el lector
se presentan hechos
inexplicables.
El comienzo del cuento aparenta
ser normal y lógico, pero de
repente irrumpe algo extraño o
sobrenatural que desorienta al
lector.
Las explicaciones lógicas no
bastan y se abren nuevas puertas
a otras realidades posibles

4) Leé el siguiente cuento realista y reconocé sus características:

Profesor: Jorge Zalazar

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La Clarita
- ¿La Clarita cumple años? ¡Feliz
cumpleaños Clarita! ¿Y cuántos son?
- Seis
-¡Seis años ya! ¡Cómo pasa el
tiempo! ¿Y qué te dijeron en la escuela?
-Que no, que “no da”, que no hay Edmundo Beltrán
lugar, que no sabrían cómo integrarla.
-Che, cómo puede ser, si ella
Nació el 22 de diciembre de 1970, en
entiende todo.
Rivadavia. Estudia el Profesorado de
-Si, pero vos viste, si no la Letras. Trabaja como Docente. además
conocés de antes  da la impresión de es músico: toca percusión en la Banda
que… “Santos Guayama”. Y forma parte de
-¿Y qué vas a hacer? un grupo literario formado por
- No sé, me dijeron que probara escritores de Junín y Rivadavia.
en una escuela más chica, que tuviera Al principio sus compañeros  la
otro perfil miraban con asombro. En el aula Clarita
-¿Y qué pensaste? era el centro de atención y en cierto
- Que me estaban sacando de modo distraía a los demás. Pero una vez
encima con mucha diplomacia. De todas pasada la novedad, cada uno de los
maneras, voy a  preguntar mañana en la pibes, volviendo  sobre si mismo, logró
escuela Pedro Mansilla. prestar atención a la maestra.
- ¿Si? Pero…¿te parece? Es una En el aula nadie se animaba a
escuela marginal, ahí van los pibes de la hablarle, porque a la Clarita no se le
villa que erradicaron. entiende bien lo que dice. El Radar, un
- Y ¿qué querés que haga? No me pibe orejón con el pelo cortado al ras,
queda otra. Dicen que a lo mejor ahí me fue el primero.
la reciben. - ¿Y vos cómo te llamás? – le
************ preguntó
Y fue todo un suceso el primer día Ella le dijo su nombre,
de clase de la Clarita. Estaba feliz con pronunciándolo con un movimiento
su guardapolvo, su mochila, sus lateral de mandíbulas que deforma el
cuadernos, sus colores. Llevaba todo sonido de casi todas las consonantes.
encima del cochecito hecho a medida. - ¿Y cuantos años tenés?
Su madre trató de ayudarla, pero ella no - Siete.
quiso. Prefería llevar los útiles por sí - ¡Siete! ¿Y por qué andás en
misma, bien al alcance de la mano, coche de bebé?
atesorándolos. - Porque sí – le dijo la Clarita, y
Rumbo a la escuela se sentía tan se rió
contenta, que de puro alegre movía una La risa, como una clave en
de sus piernitas, que por lo general común, fue lo que hizo que el Radar, sin
estaban inertes. Meneaba la cabeza. saber de qué, también se riera. Y
Ansiosa, no hallaba la hora de llegar. mientras más se reía la Clarita, más se
Una maestra del Instituto de tentaba el  Radar.
rehabilitación la esperaba en la entrada. La algarabía infantil incitó a la
Ella la acompañaría durante las horas de comunicación sin preámbulos, y como
clase, tratando de que su mano pase del un llamado atrajo a más niños, que de
garabato a la letra. un momento a otro  se encontraron
rodeando a la Clarita, hablándole, sin

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entender del todo lo que ella les decía, Llegado el día del acto y ya frente
mirándose entre ellos, tratando de a toda la escuela, la Clarita vive la
descifrar. tensión propia de esa obligada
En los primeros tiempos, cuando exposición en público que son los actos
sonaba el timbre del recreo, la Clarita se escolares. Los nervios la están
quedaba en el aula junto a la maestra del traicionando, y un hilo de baba
Instituto, repasando tareas. Un día el comiensa a inundarle la parte baja de su
Radar y dos amigos la vinieron a rostro, sin que ella lo perciba.
buscar, diciendo: La indicación de la maestra es
- Seño, ¿podemos llevar a la dada, y los carteles se levantan tratando
Clarita a  jugar? de que todos queden a la misma altura.
-Sí, pero tengan cuida… -casi El Radar que está formado al lado de la
alcanzó a decir la maestra.- Clarita, por una seña que le hace otra
Cuando jugaban a la mancha los compañera, se da cuenta de lo que le
chicos le pasaban corriendo al lado y está pasando. La situación lo llena de
rozaban  con la mano el coche. Esto impotencia. Están delante de toda la
producía en ella un vértigo tal, que la escuela, la cara de la Clarita se inunda
hacía morir de risa. Y si en lugar de la cada vez más al punto que ésta ya
mancha  era la escondida, entonces uno empieza a sentirse incómoda, y ambos
de los pibes se la llevaba y se ocultaban tienen las manos ocupadas sosteniendo
detrás del quiosquito de la escuela. el cartel que, según la indicación de la
A quien le tocaba esta tarea se maestra, por nada del mundo deben
privaba de la posibilidad de ganar, pero bajar hasta que terminen las palabras
eso no importaba, porque al parecer a alusivas. Pero al Radar, la humedad en
los pibes les encantaba manejar el coche la cara de la Clarita le molesta como si
de la Clarita. estuviera en la suya.
En realidad ella se había Y en un extraño impulso que lo
convertido en una especie de lleva a ponerse en la piel de otro, sin
responsabilidad compartida. Algo que importarle nada, baja el cartel y
los sacaba de su cruda realidad. Porque poniéndose delante de la Clarita, como
a la Clarita, como a la mayoría de ellos, queriéndola cubrir, le seca el rostro con
la vida la había privado de muchas el puño de su guardapolvo. Luego
cosas, pero de cosas cualitativamente vuelve a su lugar, levanta el cartel, se
distintas. vuelve a formar la  frase hasta recién
Pasó el tiempo y el curso de interrumpida
Clarita es elegido para salir en uno de
los tantos actos que incluye el
calendario escolar. Ella tiene que llevar
en sus manos un cartel pedazo de una
frase que se completa con los carteles
que sostienen otros compañeros.
Carteles que todos deben levantar al
mismo tiempo, cuando así lo indique
una  de las maestras organizadoras.

Profesor: Jorge Zalazar

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5) Señalá con color algunas frases donde se aprecien aspectos que pertenecen a
la realidad conocida.
6) Marcá en el texto, señalando con flechas, los siguientes elementos de la
narración:
a. Personajes
b. Lugar
c. Marcas de tiempo
d. Hechos principales
7) Leé el siguiente cuento y respondé: ¿Cuál es el hecho sobrenatural que
ocurre?

El fantasma

Se dio cuenta de que acababa de


Enrique Anderson Imbert (1910-
morirse cuando vio que su propio
2000)
cuerpo, como si no fuera el suyo sino el
de un doble, se desplomaba sobre la
silla y la arrastraba en la caída. Cadáver
y silla quedaron tendidos sobre la
alfombra, en medio de la habitación.

¿Con que eso era la muerte?


Narrador y crítico literario
argentino, autor de un ensayo
¡Qué desengaño! Había querido fundamental, Historia de la literatura
averiguar cómo era el tránsito al otro hispanoamericana (1954) y de cuentos
mundo ¡y resultaba que no había ningún breves reunidos en diversas antologías.
otro mundo! La misma opacidad de los Sus cuentos se sitúan en una zona
muros, la misma distancia entre mueble entre lo fantástico y el realismo mágico: El
gato de Cheshire(1965), La locura juega
y mueble, el mismo repicar de la lluvia al ajedrez (1971) y La botella de
sobre el techo... Y sobre todo ¡qué Klein (1975). Recopiló sus ficciones en El
inmutables, qué indiferentes a su muerte mentir de las estrellas (1979).
los objetos que él siempre había creído
revelándole su aborrecida condición de
amigos!: la lámpara encendida, el
mamífero.
sombrero en la percha... Todo, todo
estaba igual. Sólo la silla volteada y su
-Ahora que sé que del otro lado no
propio cadáver, cara al cielo raso.
hay ángeles ni abismos me vuelvo a mi
humilde morada.
Se inclinó y se miró en su cadáver
como antes solía mirarse en el espejo.
Y con buen humor se aproximó a
¡Qué avejentado! ¡Y esas envolturas de
su cadáver -jaula vacía- y fue a entrar
carne gastada! "Si yo pudiera alzarle los
para animarlo otra vez.
párpados quizá la luz azul de mis ojos
ennobleciera otra vez el cuerpo", pensó.
¡Tan fácil que hubiera sido! Pero
no pudo. No pudo porque en ese mismo
Porque así, sin la mirada, esos
instante se abrió la puerta y se
mofletes y arrugas, las curvas velludas
entrometió su mujer, alarmada por el
de la nariz y los dos dientes amarillos,
ruido de silla y cuerpo caídos.
mordiéndose el labio exangüe estaban

Profesor: Jorge Zalazar

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-¡No entres! -gritó él, pero sin los cuerpos sólidos, tan opacos, las
voz. insobornables como siempre. Chocaba
contra ellos. No es que le doliera;
Era tarde. La mujer se arrojó simplemente no podía atravesarlos.
sobre su marido y al sentirlo exánime Puertas, ventanas, pasadizos, todos los
lloró y lloró. canales que abre el hombre a su
actividad, seguían imponiendo
-¡Cállate! ¡Lo has echado todo a direcciones a sus revoloteos. Pudo
perder! -gritaba él, pero sin voz. colarse por el ojo de una cerradura, pero
a duras penas. Él, muerto, no era una
¡Qué mala suerte! ¿Por qué no se especie de virus filtrable para el que
le habría ocurrido encerrarse con llave siempre hay pasos; sólo podía penetrar
durante la experiencia. Ahora, con por las hendijas que los hombres
testigo, ya no podía resucitar; estaba descubren a simple vista. ¿Tendría
muerto, definitivamente muerto. ¡Qué ahora el tamaño de una pupila de ojo?
mala suerte! Sin embargo, se sentía como cuando
vivo, invisible, sí, pero no incorpóreo.
Acechó a su mujer, casi No quiso volar más, y bajó a retomar
desvanecida sobre su cadáver; y su sobre el suelo su estatura de hombre.
propio cadáver, con la nariz como una Conservaba la memoria de su cuerpo
proa entre las ondas de pelo de su ausente, de las posturas que antes había
mujer. Sus tres niñas irrumpieron a la adoptado en cada caso, de las distancias
carrera como si se disputaran un dulce, precisas donde estarían su piel, su pelo,
frenaron de golpe, poco a poco se sus miembros. Evocaba así a su
acercaron y al rato todas lloraban, unas alrededor su propia figura; y se insertó
sobre otras. También él lloraba viéndose donde antes había tenido las pupilas.
allí en el suelo, porque comprendió que
estar muerto es como estar vivo, pero Esa noche veló al lado de su
solo, muy solo. cadáver, junto a su mujer. Se acercó
también a sus amigos y oyó sus
Salió de la habitación, triste. conversaciones. Lo vio todo. Hasta el
último instante, cuando los terrones del
¿Adónde iría? camposanto sonaron lúgubres sobre el
cajón y lo cubrieron.
Ya no tuvo esperanzas de una
vida sobrenatural. No, no había ningún Él había sido toda su vida un
misterio. hombre doméstico. De su oficina a su
casa, de casa a su oficina. Y nada, fuera
Y empezó a descender, escalón de su mujer y sus hijas. No tuvo, pues,
por escalón, con gran pesadumbre. tentaciones de viajar al estómago de la
ballena o de recorrer el gran
Se paró en el rellano. Acababa de hormiguero. Prefirió hacer como que se
advertir que, muerto y todo, había sentaba en el viejo sillón y gozar de la
seguido creyendo que se movía como si paz de los suyos.
tuviera piernas y brazos. ¡Eligió como
perspectiva la altura donde antes llevaba Pronto se resignó a no poder
sus ojos físicos! Puro hábito. Quiso comunicarles ningún signo de su
probar entonces las nuevas ventajas y se presencia. Le bastaba con que su mujer
echó a volar por las curvas del aire. Lo alzara los ojos y mirase su retrato en lo
único que no pudo hacer fue traspasar alto de la pared.

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A veces se lamentó de no hacer! Su cuñada había recogido a las


encontrarse en sus paseos con otro huérfanas. Allí se sintió otra vez en su
muerto siquiera para cambiar hogar. Y pasaron los años. Y vio morir,
impresiones. Pero no se aburría. solteras, una tras otra, a sus tres hijas.
Acompañaba a su mujer a todas partes e Se apagó así, para siempre, ese fuego de
iba al cine con las niñas. En el invierno la carne que en otras familias más
su mujer cayó enferma, y él deseó que abundantes va extendiéndose como un
se muriera. Tenía la esperanza de que, al incendio en el campo.
morir, el alma de ella vendría a hacerle
compañía. Y se murió su mujer, pero su Pero él sabía que en lo invisible
alma fue tan invisible para él como para de la muerte su familia seguía
las huérfanas. triunfando, que todos, por el gusto de
adivinarse juntos, habitaban la misma
Quedó otra vez solo, más solo casa, prendidos a su cuñada como
aún, puesto que ya no pudo ver a su náufragos al último leño.
mujer. Se consoló con el presentimiento
de que el alma de ella estaba a su lado, También murió su cuñada.
contemplando también a las hijas
comunes. ¿Se daría cuenta su mujer de Se acercó al ataúd donde la
que él estaba allí? Sí... ¡claro!... qué velaban, miró su rostro, que todavía se
duda había. ¡Era tan natural! ofrecía como un espejo al misterio, y
sollozó, solo, solo ¡qué solo! Ya no
Hasta que un día tuvo, por había nadie en el mundo de los vivos
primera vez desde que estaba muerto, que los atrajera a todos con la fuerza del
esa sensación de más allá, de misterio, cariño. Ya no había posibilidades de
que tantas veces lo había sobrecogido citarse en un punto del universo. Ya no
cuando vivo; ¿y si toda la casa estuviera había esperanzas. Allí, entre los cirios
poblada de sombras de lejanos en llama, debían de estar las almas de su
parientes, de amigos olvidados, de mujer y de sus hijas. Les dijo "¡Adiós!"
fisgones, que divertían su eternidad sabiendo que no podían oírlo, salió al
espiando las huérfanas? patio y voló noche arriba.

Se estremeció de disgusto, como


si hubiera metido la mano en una cueva
de gusanos. ¡Almas, almas, centenares
de almas extrañas deslizándose unas
encimas de otras, ciegas entre sí pero
con sus maliciosos ojos abiertos al aire
que respiraban sus hijas!

Nunca pudo recobrarse de esa


sospecha, aunque con el tiempo
consiguió despreocuparse: ¡qué iba a

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EL CUENTO DE TERROR

Son textos narrativos destinados a producir en el lector sentimientos de miedo y


de terror. En general, el efecto del miedo se logra mostrando una realidad en la que los
temas, los paisajes, los ambientes y los personajes son oscuros, lúgubres y amenazantes.
El clima suele ser violento y mostrar a algún personaje como víctima y a otros como
victimarios.

Características del relato de terror

Si bien este género tienen puntos en común con otros


tipos de relatos, como los policiales o los fantásticos, hay una serie de rasgos que le
son propios:
Ambientes: Escenarios lúgubres, oscuros o iluminados por la luna o
los relámpagos, abandonados, desolados; por lo general, un castillo
gótico, una abadía en ruinas, cementerios, páramos…El aislamiento y
la soledad del lugar son notas esenciales.
Personajes: Monstruos, demonios, que a veces aparecen encarnados
en un animal o en un ser humano, caracterizados por la perversidad y
la peligrosidad; seres gelatinosos; personajes de ultratumba (como
Drácula, el vampiro). Enfrentados a este grupo o en relación con él:
científicos que llevan a cabo experiencias siniestras, mujeres
indefensas, testigos que observan el horror o son sus víctimas.
Tiempo del relato: Las horas de la noche o del atardecer.
Núcleo narrativo: La experiencia del horror, la contemplación del
infierno…
El campo semántico: El léxico se caracteriza por la reiteración de
sustantivos, adjetivos y verbos relacionados con el concepto de miedo:
temor, horror, infernal, temblar, gritar… La repetición refuerza el
efecto perseguido.

8) Leé y luego identificá y marcá las características aprendidas en el siguiente


relato:

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El almohadón de plumas

Su luna de miel fue un largo


Horacio Quiroga (1878 - 1937)
escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el
carácter duro de su marido heló sus
soñadas niñerías de novia. Ella lo quería
mucho, sin embargo, a veces con un
ligero estremecimiento cuando
volviendo de noche juntos por la calle,
echaba una furtiva mirada a la alta
estatura de Jordán, mudo desde hacía Narrador uruguayo radicado en Argentina,
una hora. Él, por su parte, la amaba considerado uno de los mayores cuentistas
latinoamericanos de todos los tiempos. Su
profundamente, sin darlo a conocer. obra se sitúa entre la declinación del
modernismo y la emergencia de las
Durante tres meses -se habían vanguardias.
casado en abril- vivieron una dicha Quiroga manejó con destreza las leyes
especial. internas de la narración y se abocó con
ahínco a la búsqueda de un lenguaje que
lograra transmitir con veracidad aquello
Sin duda hubiera ella deseado que deseaba narrar; ello lo alejó
menos severidad en ese rígido cielo de paulatinamente de los presupuestos de la
amor, más expansiva e incauta ternura; escuela modernista, a la que había adherido
pero el impasible semblante de su en un principio. Fuera de sus cuentos
ambientados en el espacio selvático
marido la contenía siempre. misionero, abordó los relatos de temática
parapsicológica o paranormal, al estilo de
La casa en que vivían influía un lo que hoy conocemos como literatura de
poco en sus estremecimientos. La anticipación.
tarde pudo salir al jardín apoyada en el
blancura del patio silencioso -frisos,
brazo de él. Miraba indiferente a uno y
columnas y estatuas de mármol-
otro lado. De pronto Jordán, con honda
producía una otoñal impresión de
ternura, le pasó la mano por la cabeza, y
palacio encantado. Dentro, el brillo
Alicia rompió en seguida en sollozos,
glacial del estuco, sin el más leve
echándole los brazos al cuello. Lloró
rasguño en las altas paredes, afirmaba
largamente todo su espanto callado,
aquella sensación de desapacible frío.
redoblando el llanto a la menor tentativa
Al cruzar de una pieza a otra, los pasos
de caricia. Luego los sollozos fueron
hallaban eco en toda la casa, como si un
retardándose, y aún quedó largo rato
largo abandono hubiera sensibilizado su
escondida en su cuello, sin moverse ni
resonancia.
decir una palabra.
En ese extraño nido de amor,
Fue ese el último día que Alicia
Alicia pasó todo el otoño. No obstante,
estuvo levantada. Al día siguiente
había concluido por echar un velo sobre
amaneció desvanecida. El médico de
sus antiguos sueños, y aún vivía
Jordán la examinó con suma atención,
dormida en la casa hostil, sin querer
ordenándole calma y descanso
pensar en nada hasta que llegaba su
absolutos.
marido.
-No sé -le dijo a Jordán en la
No es raro que adelgazara. Tuvo
puerta de calle, con la voz todavía baja-.
un ligero ataque de influenza que se
Tiene una gran debilidad que no me
arrastró insidiosamente días y días;
explico, y sin vómitos, nada... Si
Alicia no se reponía nunca. Al fin una

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mañana se despierta como hoy, llámeme Entre sus alucinaciones más


enseguida. porfiadas, hubo un antropoide, apoyado
en la alfombra sobre los dedos, que
Al otro día Alicia seguía peor. tenía fijos en ella los ojos.
Hubo consulta. Constatóse una anemia
de marcha agudísima, completamente Los médicos volvieron
inexplicable. Alicia no tuvo más inútilmente. Había allí delante de ellos
desmayos, pero se iba visiblemente a la una vida que se acababa, desangrándose
muerte. Todo el día el dormitorio estaba día a día, hora a hora, sin saber
con las luces prendidas y en pleno absolutamente cómo. En la última
silencio. Pasábanse horas sin oír el consulta Alicia yacía en estupor
menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán mientras ellos la pulsaban, pasándose de
vivía casi en la sala, también con toda la uno a otro la muñeca inerte. La
luz encendida. Paseábase sin cesar de un observaron largo rato en silencio y
extremo a otro, con incansable siguieron al comedor.
obstinación. La alfombra ahogaba sus
pasos. A ratos entraba en el dormitorio -Pst... -se encogió de hombros
y proseguía su mudo vaivén a lo largo desalentado su médico-. Es un caso
de la cama, mirando a su mujer cada vez serio... poco hay que hacer...
que caminaba en su dirección.
-¡Sólo eso me faltaba! -resopló
Pronto Alicia comenzó a tener Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre
alucinaciones, confusas y flotantes al la mesa.
principio, y que descendieron luego a
ras del suelo. La joven, con los ojos Alicia fue extinguiéndose en su
desmesuradamente abiertos, no hacía delirio de anemia, agravado de tarde,
sino mirar la alfombra a uno y otro lado pero que remitía siempre en las
del respaldo de la cama. Una noche se primeras horas. Durante el día no
quedó de repente mirando fijamente. Al avanzaba su enfermedad, pero cada
rato abrió la boca para gritar, y sus mañana amanecía lívida, en síncope
narices y labios se perlaron de sudor. casi. Parecía que únicamente de noche
se le fuera la vida en nuevas alas de
-¡Jordán! ¡Jordán! -clamó, rígida sangre. Tenía siempre al despertar la
de espanto, sin dejar de mirar la sensación de estar desplomada en la
alfombra. cama con un millón de kilos encima.
Desde el tercer día este hundimiento no
Jordán corrió al dormitorio, y al la abandonó más. Apenas podía mover
verlo aparecer Alicia dio un alarido de la cabeza. No quiso que le tocaran la
horror. cama, ni aún que le arreglaran el
almohadón. Sus terrores crepusculares
-¡Soy yo, Alicia, soy yo! avanzaron en forma de monstruos que
se arrastraban hasta la cama y trepaban
Alicia lo miró con extravió, miró dificultosamente por la colcha.
la alfombra, volvió a mirarlo, y después
de largo rato de estupefacta Perdió luego el conocimiento. Los
confrontación, se serenó. Sonrió y tomó dos días finales deliró sin cesar a media
entre las suyas la mano de su marido, voz. Las luces continuaban
acariciándola temblando. fúnebremente encendidas en el
dormitorio y la sala. En el silencio
agónico de la casa, no se oía más que el

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delirio monótono que salía de la cama, y plumas, moviendo lentamente las patas
el rumor ahogado de los eternos pasos velludas, había un animal monstruoso,
de Jordán. una bola viviente y viscosa. Estaba tan
hinchado que apenas se le pronunciaba
Alicia murió, por fin. La sirvienta, la boca.
que entró después a deshacer la cama,
sola ya, miró un rato extrañada el Noche a noche, desde que Alicia
almohadón. había caído en cama, había aplicado
sigilosamente su boca -su trompa, mejor
-¡Señor! -llamó a Jordán en voz dicho- a las sienes de aquélla,
baja-. En el almohadón hay manchas chupándole la sangre. La picadura era
que parecen de sangre. casi imperceptible. La remoción diaria
del almohadón había impedido sin duda
Jordán se acercó rápidamente Y se su desarrollo, pero desde que la joven
dobló a su vez. Efectivamente, sobre la no pudo moverse, la succión fue
funda, a ambos lados del hueco que vertiginosa. En cinco días, en cinco
había dejado la cabeza de Alicia, se noches, había vaciado a Alicia.
veían manchitas oscuras.
Estos parásitos de las aves,
-Parecen picaduras -murmuró la diminutos en el medio habitual, llegan a
sirvienta después de un rato de inmóvil adquirir en ciertas condiciones
observación. proporciones enormes. La sangre
humana parece serles particularmente
-Levántelo a la luz -le dijo Jordán. favorable, y no es raro hallarlos en los
almohadones de pluma.
La sirvienta lo levantó, pero
enseguida lo dejó caer, y se quedó
mirando a aquél, lívida y temblando.
Sin saber por qué, Jordán sintió que los
cabellos se le erizaban.

-¿Qué hay? -murmuró con la voz


ronca.

-Pesa mucho  -articuló la


sirvienta, sin dejar de temblar.

Jordán lo levantó; pesaba


extraordinariamente. Salieron con él, y
sobre la mesa del comedor Jordán cortó
funda y envoltura de un tajo. Las
plumas superiores volaron, y la sirvienta
dio un grito de horror con toda la boca
abierta, llevándose las manos crispadas
a los bandós. Sobre el fondo, entre las

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EL NARRADOR

El narrador es una figura creada por el autor para contar los hechos; puede ser
externo (cuando no participa de los hechos que narra y se expresa en tercera persona) o
interno (cuando es un personaje de la historia y se expresa en primera persona).

También el narrador externo puede ser omnisciente (y saber todo acerca de los
personajes y de los hechos que narra) o no omnisciente (y saber incluso menos que los
personajes). En cambio, el narrador interno puede ser protagonista (el personaje
principal) o tratarse de un testigo que cuenta, en primera persona, la historia del otro.

Narrador

Tipo Persona Ejemplos:

Omnisciente “Alan, temblando de miedo y aterrorizado


por lo que podía encontrar, caminó hacia la
luz”
Externo Tercera

No omnisciente “Alan caminó hacia la luz con cuidado”

Protagonista “Temblando de miedo y aterrorizado por


lo que podía encontrar, caminé hacia la
luz”
Interno Primera
Testigo “Observé cómo Alan, caminaba hacia la
luz”

9) Reconocé el tipo de narrador en el fragmento leído y extraé una frase que lo


ejemplifique.
10) Leé el siguiente cuento de terror e identificá:
a. Ambiente:
b. Personajes:
c. Tiempo:
d. Campo semántico:
e. Tipo de narrador:

MARÍA DE MI CORAZÓN

María –la protagonista– era en la de una hora de señas inútiles a los


vida real una muchacha de unos vehículos que pasaban, el conductor de
veinticinco años, recién casada con un un autobús se compadeció de ella. No
empleado de los servicios públicos. Una iba muy lejos pero a María le bastaba
tarde de lluvias torrenciales, cuando con encontrar un sitio donde hubiera un
viajaba sola por una carretera solitaria, teléfono para pedirle a su marido que
su automóvil se descompuso. Al cabo viniera a buscarla. Nunca se le habría

Profesor: Jorge Zalazar

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Unidad 6 CEBJA 3-095LENGUA Y LITERATURA Nombre del alumno:

ocurrido que en aquel autobús de La enfermera fingió escucharla con


alquiler, ocupado por completo por un atención, pero la llevó de nuevo a su
grupo de mujeres atónitas, había cama, tratando de calmarla con palabras
empezado para ella un drama absurdo o dulces.
inmerecido que le cambió la vida para
siempre. ‘De acuerdo, linda’, le decía, ‘si te
portas bien, podrás hablar por teléfono
Al anochecer, todavía bajo la lluvia con quién quieras. Pero ahora no,
persistente, el autobús entró en el patio mañana’.
empedrado de un edificio enorme y
sombrío, situado en el centro de un Comprendiendo de pronto que estaba
parque natural. La mujer responsable de a punto de caer en la trampa mortal,
las otras las hizo descender con órdenes María escapó corriendo del dormitorio.
un poco infantiles, como su fueran niñas Pero antes de llegar al portón, un
de escuela. Pero todas eran mayores, guardia corpulento le dio alcance, le
demacradas y ausentes, y se movían con aplicó una llave maestra, y otros dos lo
una andadura que no parecía de este ayudaron a ponerle la camisa de fuerza.
mundo. Poco después, como no dejaba de gritar,
María fue la última que descendió sin le inyectaron un somnífero. Al día
preocuparse de la lluvia, pues, de todos siguiente, en vista que persistía en su
modos, estaba empapada hasta el alma. actitud insurrecta, la trasladaron al
La responsable del grupo se lo pabellón de las locas furiosas, y la
encomendó entonces a otras, que sometieron hasta el agotamiento con
salieron a recibirlo, y se fue en el una manguera de agua helada a alta
autobús. Hasta ese momento, María no presión.
se había dado cuenta de que aquellas
mujeres eran treinta y dos enfermas El marido de María denunció su
pacíficas trasladadas de alguna otra desaparición poco después de la media
ciudad, y que, en realidad, se encontraba noche, cuando estuvo seguro e que no
en un asilo de locas. se encontraba en casa de ningún
conocido. El automóvil –abandonado y
En el interior del edificio, María se desmantelado por los ladrones– fue
separó del grupo y preguntó a una recuperado al día siguiente. Al cabo de
empleada dónde había un teléfono. Una dos semanas, la policía declaró cerrado
de las enfermeras que conducía a las el caso, y se tuvo por buena la
enfermas la hizo volver a la fila explicación de que María, desilusionada
mientras le decía de un modo muy de su breve experiencia matrimonial, se
dulce: ‘Por aquí, linda, por aquí hay un había fugado con otro.
teléfono’. María siguió, junto con las
otras mujeres, por un corredor Para esa época, María no se había
tenebroso, y al final entró en un adaptado aún a la vida de sanatorio,
dormitorio colectivo donde las pero su carácter había sido doblegado.
enfermeras empezaron a repartir las Todavía se negaba a participar en los
camas. También a María le asignaron la juegos al aire libre de las enfermas, pero
suya. Más bien divertida con el nadie la forzaba. Al fin y al cabo, decían
equívoco, María le explicó entonces a los médicos, así empezaban todas, y
una enfermera que su automóvil se tarde o temprano terminaban por
había descompuesto en la carretera y incorporarse a la vida de la comunidad.
sólo necesitaba un teléfono para Hacia el tercer mes de reclusión, María
prevenir a su marido. logró por fin ganarse la confianza de

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una visitadora social, y ésta se prestó letra las instrucciones del médico, la
para llevarle un mensaje a su marido. primera visita fue tremenda. María trató
de irse con él a toda costa, y tuvieron
El marido de María la visitó el que recurrir otra vez a la camisa de
sábado siguiente. En la sala de recibo, el fuerza para someterla. Pero poco a poco
director del sanatorio le explicó en se fue haciendo más dócil en las visitas
términos muy convincentes cuál era el siguientes. De modo que su marido
estado de María y la forma en que él siguió visitándola todos los sábados,
mismo podía ayudarla a recuperarse. Le llevándole cada vez una libra de
previno sobre su obsesión dominante – bombones de chocolate, hasta que los
el teléfono– y le instruyó sobre el modo médicos le dijeron que no era el regalo
de tratarla durante la visita, para evitar más conveniente para María, porque
que recayera en sus frecuentes crisis de estaba aumentando de peso. a partir de
furia. Todo era cuestión, como se dice, entonces, sólo le llevó rosas.
de seguirle la corriente. * Publicado en El País, el martes 3 de
mayo de 1981.
A pesar de que él siguió al pie de la

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ


Gabriel José de la Concordia García Márquez (Aracataca, Colombia 6 de marzo de 1927 –
México D.F. 17 de abril de 2014),  es un novelista colombiano, escritor de cuentos, guionista y
periodista. Es conocido familiarmente como Gabo o Gabito (Hipocorístico guajiro de Gabriel),
desde que su compañero del diario de Bogotá El Espectador, José Salgar, empezara a llamarlo
así. En 1958, se casó con Mercedes Barch, tienen dos hijos, Rodrigo y Gonzalo.

Es considerado uno de los autores más significativos del siglo XX. Obtuvo el Premio Nobel de
Literatura en 1982, según la laudatoria de la Academia Sueca "por sus novelas e historias cortas,
en las que la fantasía y la realidad se combinan en un tranquilo mundo de imaginación rica,
reflejando la vida y los conflictos de un continente”.  Su novela más reconocida
internacionalmente es Cien años de soledad.

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