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De brava a dura

Policía de la Provincia de Buenos Aires


Una historia (1930-1973)
De brava a dura
Policía de la Provincia de Buenos Aires
Una historia (1930-1973)

Osvaldo Barreneche

Rosario, 2019
Barreneche, Osvaldo
De brava a dura. Policía de la provincia de Buenos Aires: una historia, 1930-1973 /
Osvaldo Barreneche. - 1a ed . - Rosario : Prohistoria Ediciones, 2019.
176 p. ; 23 x 16 cm. - (Historia argentina / Barriera, Darío G.; 40)

ISBN 978-987-4963-23-9

1. Historia Argentina. 2. Historia de las Instituciones. 3. Policia Provincial. I. Título.


CDD 982.06

Maquetación de interiores: Lorena Blanco


Edición: Prohistoria Ediciones
Maquetación de tapa: Estudio XXII

Este libro recibió evaluación académica y su publicación ha sido recomendada por recono-
cidos especialistas que asesoran a esta editorial en la selección de los materiales.

TODOS LOS DERECHOS REGISTRADOS


HECHO EL DEPÓSITO QUE MARCA LA LEY 11723

© Osvaldo Barreneche
© de esta edición:
Email: admin@prohistoria.com.ar
www.prohistoria.com.ar

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, incluido su diseño tipográfico y de


portada, en cualquier formato y por cualquier medio, mecánico o electrónico, sin expresa
autorización del editor.

Este libro se terminó de imprimir en Gráfica América, Buenos Aires, Argentina


en el mes de agosto de 2019.

Impreso en la Argentina

ISBN 978-987-4963-23-9
ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS ...................................................................... 11

INTRODUCCIÓN .............................................................................. 13

CAPÍTULO I
Reformas Permanentes ......................................................................... 23

CAPÍTULO II
Los orígenes de la familia policial........................................................ 63

CAPÍTULO III
Justicia por mano propia ...................................................................... 79

CAPÍTULO IV
Corrupción y violencia ......................................................................... 101

CAPÍTULO V
Las y los policías como trabajadores ................................................... 123

EPÍLOGO ............................................................................................ 143

ANEXO
Archivos policiales e investigación histórica. El caso de la Policía de
la Provincia de Buenos Aires ................................................................ 149

BIBLIOGRAFÍA .................................................................................. 161


A María Celeste, amor de mi vida
AGRADECIMIENTOS

E
ntre varias cosas que se acumulan en un proyecto de investigación que lleva
ya algunos años, una de las más importantes es la lista de personas que, a lo
largo del mismo, han ayudado de incontables maneras a su desarrollo. Colegas
y amigos que han aportado mucho para un resultado, como el de este libro, que tal vez
no alcanza para cubrir todo lo recibido. Pidiendo una indulgencia académica plenaria
por ello, los evoco aquí con afecto.
Una primera lista de colegas, de aquí y de allá, que así como vienen a mi memo-
ria los menciono, sin que la prelación signifique nada en particular. Lila Caimari,
Sandra Gayol, Eduardo Zimmerman, Donna Guy, Ricardo Salvatore, Ernesto Bohos-
lavsky, Sofía Tiscornia, Máximo Sozzo, Marcelo Sain, Juan Manuel Palacio, Victor
Uribe-Uran, Pablo Piccato, Elisa Speckman-Guerra, Mariana Sirimarco, Gregorio
Kaminsky, Marcos Luiz Bretas, Diego Galeano, Darío Barriera, José Daniel Cesano,
Víctor Tau Anzoátegui, Marisa Moroni, Daniel Palma Alvarado, Gabriela Tío Vallejo,
María Belén Fernández, Jeff Shumway, Thomas Duve. En algún momento, en algún
evento académico, en algún café, en algún archivo, en algún e-mail, en algún pasillo,
todos ellos me aportaron algo que este libro aprovecha.
Una segunda lista de colegas, esta vez de mi Universidad Nacional de La Plata,
a quienes recuerdo y agradezco siguiendo el mismo criterio que el grupo anterior.
Angela Oyhandy, Anibal Viguera, Ricardo Rivas, Silvia Mallo, Emir Reitano, Jorge
Troisi-Melean, Noemí Mellado, Ernesto Domenech, Andrés Bisso, Claudio Panella.
En este grupo sumo a mis ex estudiantes de posgrado, ahora colegas, a quienes tanto
debo: María Angélica Corva, Andrés Stagnaro, Agustín Casagrande, Luis González
Alvo, María Eugenia Marengo, Carlos Vallefin, Hernán Olaeta, Sabrina Calandrón,
Betina Riva, Alfredo Alpini.
Estos últimos, junto a los actuales integrantes de nuestro grupo de investigación
vinculado a la historia de la justicia criminal, las instituciones de seguridad y de en-
cierro en el espacio bonaerense, han contribuido al contenido del libro y han ayudado
a poner a la Universidad Nacional de La Plata en el mapa académico de estas temáti-
cas: Sol Calandria, Lucía Inés Coppa, Sabrina Castronuovo, Florencia Castells, Vania
Cárdenas, Julia Bacchiega, Teresita Rodriguez Morales. Y sumo aquí a quienes, en
distintos momentos, me han asistido para a llevar adelante la investigación: María
Eugenia Marengo y Vania Cárdenas, ya nombradas, junto a Juan Ignacio Rodríguez
Ricciardi y Graciela Sieben.
12 De brava a dura

Por ayudarme a ampliar la perspectiva de la historia de las instituciones de seguri-


dad mucho más allá de la escala bonaerense, agradezco a las autoridades y colegas de
universidades nacionales que me recibieron como docente, expositor o comentarista.
Y extiendo las gracias a las instituciones internacionales donde, desde el 2012, pude
compartir los resultados de lo que hoy está en el libro. Universidad Federal de Santa
Catarina (Florianópolis), Universidad Federal de Rio Grande do Sul (Porto Alegre),
Universidad Católica de Pernambuco (Recife), Universidad Autónoma de Barcelona,
Instituto Universitario Sophia (Florencia), Brigham Young University (Provo, Utah),
Providence University (Taichung City, Taiwán), Universidad San Buenaventura (Me-
dellín), Universidad Cecilio Acosta (Maracaibo), Max Planck Institute for European
Legal History (Frankfurt am Main).
Este círculo de colegas, amigos e instituciones se completa con la familia, sin la
cual nada de lo anterior tendría para mi mucho sentido. María Celeste, de la cual ya
dije todo en la dedicatoria precedente. Nuestros cuatro hijos: Juan Ignacio, María
Luz, María Martha y María Clara, quienes aguantan a este padre itinerante mientras,
ya crecidos, nos van ampliando la familia al incorporar los y las destinatarias de sus
propios afectos. Gracias, gracias, gracias.
INTRODUCCIÓN


Fue como abrir una ventana y dejar que un aire fresco atravesase toda la casa.
Una casa que había estado cerrada por años y de cuyo interior se sabía poco,
casi nada”. Así describió una protagonista aquella mañana del 20 de diciembre
de 1997, primer día de la intervención a la Policía de la provincia de Buenos Aires
cuando, transcurridos los momentos iniciales del ingreso a la Jefatura de Policía en
La Plata, comenzó a concretarse todo aquello que sería la reforma policial bonaeren-
se. Para ese entonces, bien se sabían cuáles habían sido las causas que llevaron a esa
intervención e inicio del proceso de reforma. En los años de la democracia restaurada
a finales de 1983, muy poco era lo que había cambiado en la policía. Su marco norma-
tivo, su esquema organizacional, su carrera profesional, su forma de operar, su cultura
institucional –en definitiva– tenían entonces fuertes ligámenes de continuidad con su
pasado. Un pasado del que resaltaba principalmente su actuación durante la última
dictadura militar (1976-1983).
Muchos fueron los frentes de reformas institucionales abiertos en esos 14 primeros
años de la joven democracia. Cada cual con sus aciertos y errores, con sus limitacio-
nes, sus avances y retrocesos. Sin embargo, la policía de la provincia de Buenos Aires
los vio pasar sin que la atención se centrase en ella. El control político de la agencia
de seguridad bonaerense continuó bajo la órbita del Ministro de Gobierno con el Jefe
de Policía como cabeza de toda la institución. No era la misma policía que durante la
dictadura. Ahora el jefe era un oficial de carrera y no un militar. Pero eso, por sí solo,
no cambió realmente nada. Una sucesión de hechos de violencia y de corrupción po-
licial salieron a la luz durante esos años. Entonces, al menos, las denuncias públicas
y los medios de prensa impidieron el silenciamiento u ocultamiento de tales sucesos.
A ese creciente desprestigio se sumó la emergencia de los problemas de inseguri-
dad, acentuados durante los años noventa. Es por eso que, al descubrirse los vínculos
policiales con el asesinato del periodista José Luis Cabezas el 25 de enero de 1997, se
llegó a un punto sin retorno, un momento de inflexión precedido por un largo proceso
de deterioro institucional y de descomposición de una policía que la política y la so-
ciedad bonaerense habían forjado desde mucho tiempo atrás.
La espera se prolongó por unos meses, en los cuales fue madurando la interven-
ción. Un hecho no menor iba a reforzar la impostergable decisión política. En aquel
tiempo se aprobó y posteriormente se puso en práctica el nuevo Código de Procedi-
14 De brava a dura

miento Penal provincial. 18 Departamentos Judiciales, Jueces de Garantía, Fiscales


con un nuevo rol protagónico en la investigación criminal, la IPP –Instrucción Penal
Preparatoria– que reemplazaba a los sumarios policiales, entre otros cambios, plan-
teaban un gran interrogante: ¿Cómo iba a funcionar este nuevo sistema, en el cual la
policia tendria, obviamente, un rol importante como auxiliar de la justicia?
Todo confluyó en aquel 20 de diciembre de 1997. Pero lo que comenzó ese día y
que de algún modo aún sigue, con sus marchas y contramarchas, siempre fue acuciado
por la urgencia del momento. Poco espacio hubo entonces para analizar las causas
profundas e históricas de ese estado de cosas. Y seguramente, hasta hoy, eso sigue
siendo así.
Nunca hay tiempo y todo es para ayer. Esa parece ser la perenne consigna de tra-
bajo en el mundo policial. Pues entonces este libro va en la dirección opuesta. De la
mano de la historia, las páginas siguientes nos conducen mucho más profundo que lo
que se ve en el pasado reciente. Recorremos cinco décadas del siglo XX bonaerense
en las cuales pasó prácticamente de todo. Y en ese “todo”, la policía nunca estuvo
ajena.
Sin embargo, cabe aclarar de entrada que este libro no tiene una vocación genera-
lista. Su titulo ya lo advierte. No es LA historia sino apenas UNA historia de la policía
bonaerense entre 1930 y 1973. Una historia que reconoce la pluralidad del vocablo
“policía”. Es que dadas las complejidades que la investigación histórica va desentra-
ñando en los estudios sobre el pasado de las instituciones de seguridad, resulta cada
vez menos preciso referirse a “la” policia de tal o cual provincia. Esto queda muy cla-
ro en el caso de la agencia de seguridad bonaerense. La policia de la Jefatura, la de la
ciudad de La Plata y sus alrededores, la del primero y segundo cordón del conurbano
bonaerense, la del tercer cordón, la de las principales ciudades del interior provincial,
la de los pueblos bonaerenses, la de los espacios rurales, la de las carreteras y cami-
nos, son algunas de sus variantes. También lo son por la heterogeneidad de sus tareas:
seguridad, investigaciones, científica, vial, etc. Por tanto, los aportes recientes a estas
historias son renuentes a apresurar generalizaciones precedentes.
En el caso de esta investigación, el o la lectora reconocerá la pertinencia de tal
advertencia a través de sus limitaciones. Esta es una historia basada, mayormente,
en fuentes históricas provenientes de los archivos centrales de la policia bonaerense,
y de aquellos otros, no institucionales, pero localizados principalmente en la ciudad
de La Plata. En las páginas siguientes no se evitarán las consideraciones más amplias
y las referencias a documentos y testimonios procedentes de los varios espacios ya
señalados. Pero la preminencia de las fuentes platenses invitará seguramente a futu-
ras pesquisas en otros archivos que aportarán complejidad y diversidad a lo que este
trabajo representa.
El libro mayormente tiene 1930 como punto de partida. Sin embargo, en varios pa-
sajes y en un capítulo entero, se retrotrae a comienzos del siglo XX. La reorganización
policial y la creciente complejidad institucional acaecida durante la etapa política ini-
ciada con el derrocamiento del presidente Yrigoyen marcan el inicio. Pero no siempre
Osvaldo Barreneche 15

es posible ni necesario sujetarse a ese año, a esa marca. Además, mucho del contenido
dialoga permanentemente con la prolífica historiografia que ha estudiado las policias
en la etapa precedente, desde el último tercio del siglo XIX hasta los años treinta. Por
tanto, 1930 es una referencia más que un inicio preciso. Por otro lado, 1973 si es un
punto de arribo, de cierre, que el libro no traspasa. Varios son los motivos para ello.
Uno es que, con el retorno a la democracia en ese año, y con la llegada de Perón al
poder luego de su prolongado exilio, se conjugan una serie de factores que marcan los
comienzos de una nueva etapa en la historia de la policia de la provincia de Buenos
Aires. Etapa vinculada directamente al accionar policial durante la última dictadura
militar. Este momento cuenta con otra historiografía que se viene ocupando del tema
sostenidamente. Esa misma producción explora en la década del sesenta los orígenes
de lo ocurrido en la siguiente y ahí entonces se encontrarán algunos puntos de contac-
to y diálogo entre los contenidos de este libro, especialmente en sus últimos capítulos,
y la así llamada Historia Reciente.
Se comprende entonces que el libro se ubica entre dos fuertes producciones his-
toriograficas. Siendo tributario de ellas, esta investigación se sitúa en lo que podría
denominarse como un periodo “intermedio”, que abarca una buena parte del siglo XX
durante el cual menos se sabe sobre la historia de las policias. Y si ha de considerarse
un posible aporte de este producto sería precisamente este: el de identificar las cone-
xiones, los hilos conductores, las variaciones, los puntos de fuga, entre los orígenes de
la institucionalización policial en los albores del siglo pasado, y su temible despliegue
ulterior, ya hacia el ultimo tercio de la misma centuria. Este libro quiere dar cuenta de
qué pasó en el medio y de ahí su titulo: “De brava a dura”. Estos son dos adjetivos con
los que los bonaerenses describieron a su policía. La “brava” de los años treinta fue
dando paso a la “dura” de la década del sesenta.
La policía brava, gestada desde mucho tiempo atrás, tuvo su madurez en las déca-
das de 1930 y 1940. En esos años, las policías bonaerenses dirimieron localmente sus
espacios de poder a través del ejercicio de una autoridad fuerte y que frecuentemente
recurría a acciones extrajudiciales para la resolución de los conflictos, a cuenta y
riesgo de sus propios apoyos políticos. A partir de la experiencia policial atravesada
por el peronismo, y sin perder totalmente los rasgos precedentes, fue emergiendo la
policía dura, con una mayor fisonomía institucional. Estas policías, aun distinguibles
localmente pero en tensión hacia un creciente proceso de centralización, se fueron
articulando en torno a un comando verticalmente estructurado en toda la provincia.
Fue así que, con el aval explícito de las autoridades, esta policía dura reprimió sis-
temáticamente la protesta social y la disidencia política, contribuyendo junto a otros
actores políticos y militares, a crear las condiciones para la posterior instalación del
terrorismo de estado en el espacio bonaerense y más allá. En esa transición que abarcó
las décadas intermedias del siglo XX, la policía también alcanzó un grado significati-
vo de autonomía que le permitió negociar la continuidad de sus propios “negocios”,
vinculados al circuito de financiamiento ilegal de sus actividades, con los funcionarios
políticos provinciales y la justicia.
16 De brava a dura

Sin embargo, esta creciente imagen monolítica debe ser rápidamente desmenu-
zada. Junto con los objetivos institucionales señalados, fue creciendo el descontento
entre las filas policiales hacia los gobiernos de turno, especialmente los de extracción
militar. Las prácticas de resistencia peronista de los años cincuenta y sesenta también
emergieron dentro de la policía bonaerense, de la mano del personal de suboficiales
y agentes que no veía reflejado en los sueldos de bolsillo toda la prédica aduladora
de sus jefes, identificados con las autoridades castrenses. Los volantes impresos y los
actos velados de protesta, ocurridos en distintas comisarías de la provincia, se fueron
sucediendo durante toda la década del sesenta. Por lo tanto, esta policía dura iba a
tener en realidad numerosas fisuras.
De brava a dura, como recorrido de esta investigación, abre numerosos interro-
gantes sobre la policía, aunque solo responde a algunos de ellos. Pues más que todas
las respuestas, busca profundizar un diálogo con las ciencias sociales en torno al tema
policial. Un diálogo que, sin apartar la vista de los problemas contemporáneos vin-
culados a las agencias de seguridad estatales, aporte una perspectiva de largo plazo
que solo ocasionalmente ha sido tenida en cuenta en la creciente producción sobre
el tema. No siempre la Historia, como disciplina, tiene la oportunidad de conectar el
pasado que estudia con el presente que otea en el horizonte. Sin embargo, este tema de
la historia de las policías, si lo ha hecho. Y, por ende, no elude el necesario abordaje
interdisciplinario de un tema complejo al que puede sin duda contribuir. El libro fue
escrito siguiendo esa línea.

Breve contextualización historiográfica


El adjetivo “breve” en el título de este apartado tiene su razón de ser. Cada uno de
los capítulos del libro busca plantear su propia discusión teórica e historiográfica. Se
procura, de este modo y en cada caso, un diálogo más preciso con las ciencias sociales
pertinentes a cada tema que se va tratando. Por tanto, esta introducción solo se centra
en una contextualización historiográfica panorámica.
Durante mucho tiempo, la historia de las policías estuvo ligada a la producción
historiográfica de las mismas fuerzas de seguridad. Los textos entonces difundidos
pretendían ordenar los acontecimientos que marcaron el desarrollo histórico de las
policías y penitenciarías, al tiempo en que resaltaban las virtudes y logros de dichas
agencias. Mientras la mayoría de estos trabajos se remontaron al periodo colonial,
buscando antecedentes remotos de tales instituciones, pocos avanzaron más allá de
mediados del siglo XX. Y los que lo hicieron, se concentraron en simples enumeracio-
nes de innovaciones y avances aislados. Así, el pasado reciente fue visto y explicado
en estas producciones, como una palestra donde exhibir los logros institucionales,
consecuencia lógica de una historia lineal y acrítica.1 Por otro lado, esta (larga) etapa

1 Por ejemplo, Adolfo Rodríguez y Eugenio Zappietro, Historia de la Policía Federal Argentina a las
puertas del tercer milenio. Génesis y desarrollo desde 1590 hasta la actualidad. Buenos Aires, Editorial
Policial, 1999. Una figura clave en la producción histórica de este tenor fue la de Francisco L. Romay,
Historia de la Policía Federal Argentina, Tomo I a V, Buenos Aires, Editorial Policial, 1965 a 1972.
Osvaldo Barreneche 17

de historias oficiales ha contribuido a la difusión de información básica sobre las


fuerzas de seguridad, a la localización de ciertos archivos, e incluso a documentar la
existencia de fuentes primarias que hoy parecen extraviadas, o cuyo acceso todavía es
restringido bajo el amparo de una normativa ambigua y discrecional.
El interés de las ciencias sociales por la historia de las instituciones de seguridad
empezó a diversificarse a partir de la década de 1980, durante el proceso de transición
a la democracia en Argentina, en el cual tuvo lugar una ampliación y consolidación
de organismos dedicados a la defensa de los derechos humanos. Al interior de estas
organizaciones, comenzaron a formarse equipos de investigación que, en su búsqueda
para analizar el papel de las fuerzas de seguridad durante la última dictadura militar,
editaron trabajos sobre historia reciente de estas fuerzas que en algunas ocasiones se
remontaron hasta mediados del siglo XX. Efectivamente, entre los objetivos trazados
por estas investigaciones, se puso en evidencia la necesidad de conocer más sobre el
pasado de estas agencias que habían desempeñado un rol fundamental en el periodo
de predominio del terrorismo de Estado. La historia de las policías y penitenciarías,
en estos casos, vino a darle una cierta profundidad temporal a un análisis centrado en
lo contemporáneo. Fueron precisamente las contribuciones académicas nacidas de
organismos como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) las que marcaron
este nuevo interés por el estudio de las fuerzas policiales, motivado por una continua
voluntad de denuncia y búsqueda de transformación y control civil sobre dichas ins-
tituciones.2
De este modo, tras la recuperación democrática, las ciencias sociales se acercaron
al estudio de las agencias de seguridad desde una perspectiva crítica orientada inicial-
mente al análisis de la violencia institucional y la persistencia del autoritarismo. Un
problema fundamental giró en torno a la relación entre las prácticas represivas del
pasado, fundamentalmente durante la dictadura de 1976-1983, y la violencia ilegal
desplegada por las agencias de seguridad durante los primeros años de la democracia.
La hipótesis de la continuidad afirmaba que los procesos de socialización institucional
y las rutinas del trabajo policial perpetuaban una concepción militarista de la seguri-
dad. Al amparo de este argumento, se iniciaron un conjunto de investigaciones sobre
la trama normativa de la institución policial y sobre los procedimientos formales e in-
formales de formación y capacitación interna. Sin embargo, la historia quedó muchas
veces fuera de esos enfoques, centrados sobre todo en la sociología, la antropología y
la ciencia política.3

2 Por ejemplo, Sofía Tiscornia (compiladora), Burocracias y violencia. Estudios de antropología jurídi-
ca. Buenos Aires, Editorial Antropofagia y UBA, 2004.
3 Por ejemplo, Hugo Frühling y Azún Candina (editores), Policía, Sociedad y Estado: Modernización y
Reforma Policial en América del Sur. Santiago de Chile: CED, 2001; Sofía Tiscornia y María Victo-
ria Pita, Derechos Humanos, Tribunales y Policías en Argentina y Brasil. Buenos Aires: Facultad de
Filosofía y Letras, UBA, 2005; Ruth Stanley, “How Deviant is Deviance? ‘Cop Culture’, Mainstream
Cultures, and Abuse of Power in Buenos Aires,” en Globalization of Civil-Military Relations: De-
mocratization, Reform and Security. International Conferencem Bucharest. Bucharest: Enciclopedica
Publishing House, 2002.
18 De brava a dura

Ya en la década de 1990 surgió otro tipo de análisis sobre las instituciones de segu-
ridad. Los nuevos estudiosos elaboraron planes y proyectos para depurar las policías
y penitenciarías, para reformarlas y modernizarlas. Algunos de ellos, de hecho, se
sumaron a la acción política y asumieron cargos de responsabilidad en las secretarias
y ministerios de justicia y seguridad que se crearon por encima de las jefaturas uni-
formadas. El intento de control político de las agencias de seguridad fue primordial
en estos procesos.4
En este contexto también aparecen los estudios sobre las “relaciones cívico-mili-
tares”, centradas en conocer acerca de los vínculos entre los gobiernos civiles y las
corporaciones militares y policiales. Esta perspectiva fue importante en el estudio de
las fuerzas de seguridad en la Argentina de los años noventa y puso en primer pla-
no los aspectos institucionales, políticos y sociales del gobierno democrático de las
agencias estatales de seguridad. En estos trabajos existe una disposición de la mirada
orientada al análisis del funcionamiento de la institución policial y de sus vínculos con
el sistema político y con la sociedad en general.5
Una de las conclusiones más difundidas de estos trabajos afirma que la crisis del
estado en materia de justicia y seguridad pública fue causada por una delegación polí-
tica –tácita o explícita – de la gestión y el manejo de estas cuestiones en la burocracia
judicial y en la policía. Ahora bien, estas pesquisas parten de la clasificación binaria
entre mundo civil y mundo policial/penitenciario y se interrogan por la posibilidad
de transformar estas instituciones desde un punto de vista democrático. Se trata de
investigaciones concebidas en pleno auge de las llamadas “crisis de inseguridad” de
mediados de los años noventa, surgidas junto con los escándalos de corrupción poli-
cial y el aumento en los indicadores delictivos. En este contexto, se suman a la agenda
de estudios sobre las instituciones de seguridad los problemas de eficacia contra el
delito y las demandas de rendición de cuentas.6
A todos estos aportes se aduna el de los historiadores a partir de finales del siglo
pasado. Los nuevos estudios sobre la historia de la justicia en América Latina fueron
abriendo un mayor interés por saber sobre el pasado de las agencias estatales de se-
guridad. En el caso de México durante la época de Porfirio Díaz a finales del siglo
diecinueve, por ejemplo, un trabajo centrado en la justicia criminal se ocupó del rol de
la policía en este tema y de la manera en que los jueces penales actuaban en los delitos
donde estaban involucrados estos funcionarios.7 Por su parte, Brasil ha tenido contri-

4 Marcelo Sain, El Leviatán azul. Policía y política en la Argentina. Buenos Aires, Siglo Veintiuno Edi-
tores, 2008.
5 Sabina Frederic, Los usos de la fuerza pública. Buenos Aires, Biblioteca Nacional y Universidad Na-
cional de General Sarmiento, 2008.
6 Mariana Galvani, Karina Mouzo, Natalia Ortiz Maldonado, Victoria Rangugni, Celina Recepter, Alina
Luis Rios, Gabriela Rodriguez, Graciela Seghezzo, A La inseguridad la hacemos entre todos. Prácticas
académicas, mediáticas y policiales. Buenos Aires, Hekht Libros, 2010. Este libro revisa varias de esas
investigaciones y procura una relectura de la problemática policial y su vínculo con la sociedad civil.
7 Elisa Speckman Guerra, Crimen y castigo: legislación penal, interpretaciones de la criminalidad y
administración de justicia (Ciudad de México, 1872-1910). México, El Colegio de México, Centro de
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buciones importantes sobre la historia de la policía en ese país, fundamentalmente en


la época del Imperio y de la Primera República.8 Mientras que en la Argentina en el
mismo periodo sobresale la producción de Lila Caimari9 sobre la administración del
castigo, el control social y el papel de la policía en dichos procesos. Junto a este tema,
aparecen otros estudios sobre el rol del Estado y sus funcionarios (policías incluidos)
en la historia Argentina del siglo XX.10 Más recientemente, a través de la Red de His-
toriadores e Historiadoras del Delito en Las Américas (REDHHDA), se han realizado
eventos académicos en México, Chile, Brasil y Uruguay, que marcan la madurez de
este campo de pesquisa.11
La agenda propuesta es amplia, y junto al interés por la historia de las instituciones
de seguridad en la región, también encontramos trabajos centrados en la historia del
delito, del control social, de la violencia, y de las resonancias culturales y representa-
ciones periodísticas, literarias y científicas del crimen y del castigo. De todos modos,
queda claro que ya se cuenta con líneas de investigación y producciones que nos
permiten conocer la historia de las policías y que dialogan con los estudios contempo-
ráneos sobre la institución policial y su rol dentro del sistema democrático.12
Es innegable que los estudios históricos sobre las instituciones de seguridad en
la Argentina plantean desafíos metodológicos considerables.13 No obstante, resultan
imprescindibles para arrojar luz sobre un objeto de estudio que durante mucho tiempo
ha sido ignorado. El hermetismo y la opacidad de las fuentes históricas específicas,
sumado a las dificultades de acceso a las mismas, contribuyeron a ello. Pero a medida
que se conocen los aportes de los historiadores dedicados a las instituciones de segu-
ridad, podemos dimensionar la importancia de este campo de investigación. Se abren
así numerosas temáticas que permiten analizar con mayor complejidad a agencias

Estudios Históricos: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Histó-


ricas, 2002.
8 Marcos Luiz Bretas, A Guerra das Ruas: Povo e Policía na Cidade do Rio de Janeiro. Río de Janeiro:
Archivo Nacional, 1997; y Orden na cidade. O ejercicio cotidiano da autoridade policial no Rio de
Janeiro: 1907-1930. Río de Janeiro, Editorial Rocco, 1997; Ver también el libro de Thomas H. Ho-
lloway, Policing Rio de Janeiro. Repression and Resistance in a Nineteenth Century City. Redwood
City, Stanford University Press, 1993.
9 Lila Caimari, Apenas un delincuente. Crimen, castigo y cultura en la Argentina, 1880-1955, Buenos
Aires, Editorial Siglo XXI, 2004; y Mientras la ciudad duerme. Pistoleros, policías y periodistas en
Buenos Aires, 1920-1945, Buenos Aires, Editorial Siglo XXI, 2012.
10 Ernesto Bohoslavsky y Germán Soprano (editores), Un Estado con rostro humano. Funcionarios e insti-
tuciones estatales en Argentina (desde 1880 a la actualidad). Buenos Aires, editorial Prometeo, 2010.
11 Ver, por ejemplo, el libro compilado por Daniel Palma Alvarado (editor), Delincuentes, policías y justi-
cias. América Latina, Siglos XIX y XX. Santiago de Chile, Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2015.
12 Un ejemplo innovador, que aborda el tema policial desde la perspectiva de género, es el libro de Sabri-
na Calandrón, Género y sexualidad en la Policía Bonaerense. San Martín, Universidad General de San
Martín Edita, 2014.
13 Una serie de artículos señalan estas dificultades, pero también cómo superarlas, en la compilación de
Mariana Sirimarco, Estudiar la policía. La mirada de las ciencias sociales sobre la institución policial.
Buenos Aires, editorial Teseo, 2010.
20 De brava a dura

estatales como la policía, procurando entender su constitución, cultura institucional,


funcionamiento, vínculos y contradicciones.14

Contenidos del libro


De brava a dura se propone un abordaje temático para ayudar a que la o el lector arme
el rompecabezas de una policía que se va contorneando en el siglo XX, tensionada por
las permeables fronteras que la circundan. Entre ellas el poder político de turno y sus
enlaces con las jerarquías policiales; la justicia y los agentes judiciales protagonistas
de las recurrentes disputas y confluencias con los policías; los policías entre sí con sus
estamentos jerárquicos y objetivos profesionales muchas veces divergentes; las “fuer-
zas vivas” de la comunidad y sus intercambios de favores con las “fuerzas del orden”;
la prensa y sus tensiones con la institución policial; también los delincuentes, contra-
ventores y marginados de la ley que no siempre aparecen en la vereda de enfrente de
los policías sino que muchas veces comparten la misma senda. Todo ello para abonar
el objetivo central del libro, que es mostrar el proceso de transformación y profesio-
nalización de la policía bonaerense en una perspectiva histórica que va más allá de las
contingentes explicaciones de corto plazo que prevalecen en muchos estudios sobre
las instituciones de seguridad. Se busca así comprender la trabajosa y no siempre li-
neal historia de la institución policial que se va tejiendo a la par de la historia política
bonaerense del siglo XX.
Al ser este el resultado de una investigación que lleva ya varios años, a lo largo de
ese tiempo se han ido publicando resultados parciales en formato de artículos y capí-
tulos de libros. En la primera página de la bibliografía puede seguirse ese recorrido.
Sin embargo, la relaboración de contenidos y revisión de conclusiones preliminares
siempre fueron dando lugar a nuevas interpretaciones, a medida que la investigación

14 Algunos ejemplos de la producción de los últimos diez años: Diego Galeano, Escritores, detectives y
archivistas. La cultura policial en Buenos Aires, 1821-1910. Buenos Aires, Ediciones de la Biblioteca
Nacional, editorial Teseo, 2009; Lila Caimari, La ciudad y el crimen. Delito y vida cotidiana en Buenos
Aires, 1880-1940. Buenos Aires, editorial Sudamericana, 2009; Máximo Sozzo (coordinador) Historias
de la cuestión criminal en la Argentina. Buenos Aires, Ediciones del Puerto, 2009. Mercedes García Fe-
rrari. Ladrones conocidos / Sospechosos reservados. Identificación policial en Buenos Aires, 1880-1905.
Buenos Aires, editorial Prometeo, 2010; Gabriel Rafart (compilador), Historia social y política del delito
en la Patagonia. Educo, editorial de la Universidad Nacional del Comahue, 2010; Lila Caimari, Mientras
la ciudad duerme. Pistoleros, policías y periodistas en Buenos Aires, 1920-1945, Editorial Siglo XXI,
Buenos Aires, 2012; Ricardo Salvatore y Osvaldo Barreneche (editores) El delito y el orden en perspecti-
va histórica. Prohistoria Ediciones, 2013; Mercedes Garcia Ferrari, Marcas de identidad. Juan Vucetich y
el nacimiento transnacional de la dactiloscopia (1888-1913). Prohistoria Ediciones, Rosario, 2015; María
Eugenia Marengo, Lo aparente como real. Un análisis del sujeto “comunista” en la creación y consolida-
ción del servicio de inteligencia de la policía de la Provincia de Buenos Aires (1930-1962), Universidad
Nacional de General Sarmiento, Los Polvorines, 2015; Lila Caimari y Máximo Sozzo, Historia de la
cuestión criminal en América Latina. Prohistoria ediciones, Rosario, 2017; Diego Galeano, Delincuentes
Viajeros. Estafadores, punguistas y policías en el Atlántico sudamericano. Editorial siglo XXI, Buenos
Aires, 2018; Marisa Moroni, Fernando Casullo y Gabriel Carrizo (editores), Justicia, seguridad y castigo.
Concepciones y prácticas cotidianas en Patagonia (1884-1955). Prohistoria ediciones y Editorial Uni-
versidad Nacional de La Pampa, Rosario, 2018.
Osvaldo Barreneche 21

avanzó. Ahora, como punto de llegada, el libro pone juntos a buena parte de esos con-
tenidos, integrándolos en una secuencia temática que, como un todo, busca ser más
que la suma de las partes.
Una breve descripción de los capítulos que siguen ayuda a ilustrar lo dicho prece-
dentemente. Reformas permanentes (Capítulo I) refiere a las sinuosas modificaciones
y cambiantes diseños e implementaciones de reformas que se ensayaron en la policía
bonaerense entre 1930 y 1973. Se ponderan sus alcances y limitaciones, considerán-
dolos en sus respectivos contextos políticos, y el impacto que tuvieron en delinear
un cierto perfil institucional a lo largo del periodo considerado. Se comienza por los
intentos del gobernador Manuel Fresco, en los años treinta, de centralizar las policías
regionales, entonces en manos de los “caudillos” locales. Sigue con la reforma inte-
gral de la policía encarada por el gobernador Domingo Mercante y su jefe de policía
Adolfo Marsillach durante el primer peronismo. El capítulo cierra con las “reformas”
realizadas por los militares durante la implementación del Plan Conintes, por el cual
las policías fueron desdobladas. Esto último sirve para explicar que las reformas po-
liciales más perdurables no siempre son aquellas planificadas y ejecutadas, sino tam-
bién esas que pueden plasmarse a partir de circunstancias contingentes.
En Los orígenes de la “familia policial” (Capítulo II) se trata de darle historici-
dad a un término que hasta hoy se escucha, con connotaciones muy diferentes, tanto
dentro como fuera de las instituciones policiales. ¿Qué es la familia policial? Este ca-
pítulo va un poco hacia atrás del año 1930 pues es necesario hacer referencia a las pri-
meras décadas del siglo XX para entender el significado de la emergencia del término.
Vinculado inicialmente al mutualismo y a la asistencia de los policías y sus parientes,
la idea de familia policial se fue conformando en torno a un sistema de contención
asociado a los beneficios sociales y al desarrollo de una carrera profesional. La etapa
de concreciones a partir de 1930 y que va hasta los años sesenta, abarcó además los
espacios de socialización, de educación, y de descanso final (Panteón Policial). Ejem-
plos y casos son detallados aquí para dar cuerpo y recorrido histórico a esta idea.
Justicia por mano propia (Capítulo III) analiza el contexto histórico en el cual se
creó e implementó la llamada Justicia Policial en el ámbito de la provincia de Bue-
nos Aires. Fue durante los últimos años del primer peronismo, ya en la década del
cincuenta, que se otorgó a los policías fuero propio para ser juzgados por sus pares
o superiores en delitos comunes. El capítulo acompaña todo el recorrido de esta ex-
periencia que fue implementada a nivel federal y concretada en varias provincias. En
el caso que nos ocupa, sobresale el marcado impacto que el fuero policial tuvo en el
diseño institucional de la policía bonaerense y en un componente clave de su cultura
institucional. Esto es, el reforzamiento del imaginario de la “autodepuración”.
El capítulo IV, titulado Corrupción y violencia, afronta dos temas de muy difícil
abordaje histórico, especialmente por la falta o la dispersión de fuentes con las que
se cuenta. Lo cierto es que entramos aquí de lleno en la zona oscura del proceso de
profesionalización policial. La mutación de “rubros” vinculados a la recaudación ile-
gal de fondos, y la ampliación de los mismos, como el caso del robo de autopartes,
22 De brava a dura

son identificados. A partir de un estudio cuantitativo y cualitativo de causas judiciales


seguidas contra policías, se analizan estos fenómenos. Así también se profundiza la
cuestión de las modalidades de violencia policial, que están en el centro del tránsito
de brava a dura. El tratamiento de la violencia institucional cotidiana, pero también la
producida por la creciente persecución política, están incluidas en este parte.
El último abordaje temático se titula Las y los policías como trabajadores (Ca-
pítulo V). En el contexto actual de debates sobre la conveniencia o no de la sindi-
calización de los policías, este capítulo aporta una perspectiva histórica del tema,
analizando las diversas formas de protesta, velada y no tanto, a través de las cuales los
policías procuraron hacer escuchar sus reclamos por las condiciones de trabajo, por el
salario insuficiente, y por otras cuestiones. Se trata de un estudio de los antecedentes,
desarrollo y consecuencias de la huelga de la policía bonaerense ocurrida en 1973. Se
identifican allí diversos puntos nodales del proceso histórico policial iniciado en los
años treinta y ligado, en el largo plazo, a una policía que iba a tener un rol preponde-
rante de actuación durante la última dictadura militar.
En el breve Epílogo se busca reconectar, en clave histórica, las preguntas centrales
de impacto contemporáneo sobre los temas analizados en el libro. Finalmente, ade-
más de unas páginas de bibliografía selecta, se incluye un Anexo titulado Archivos
policiales e investigación histórica. El caso de la Policía de la Provincia de Buenos
Aires, en el cual se describen diversas fuentes primarias vinculadas al estudio de las
instituciones de seguridad, señalando las dificultades para su empleo pero, al mismo
tiempo, indicando su existencia y accesibilidad.

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