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Combate a la pandemia

Exclusivo: las Fuerzas Armadas ya tienen el plan para actuar en la provincia en ayuda humanitaria y
ante un estallido social

Este portal tuvo acceso a un documento que revela la misión de contención sanitaria y de apoyo a la
comunidad que se analiza para el territorio bonaerense. Los detalles.

TAGS: AGUSTíN ROSSI, DANIEL ARROYO, FUERZAS ARMADAS, CORONAVIRUS, COVID-


19, ESTALLIDO SOCIAL, AYUDA HUMANITARIA

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Diputados Bonaerenses accedió a un documento reservado revelador: el Jefe del Estado Mayor
Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general de brigada, Juan Paleo, ya emitió las directivas que
regirán para el apoyo al “Plan Operativo de Preparación y Respuesta al Covid-19”.

En la comunicación oficial a la que tuvo acceso este medio se detalla la misión, la ejecución, las tareas
a desarrollar, las misiones particulares de cada una de las áreas de las Fuerzas Armadas, las
instrucciones de coordinación y se explica cómo será la logística.

Incluso, el documento especifica las recomendaciones generales de profilaxis, higiene y de contención


para los efectivos, y hasta los equipos de protección personal descartable que van a utilizar para
protegerse de eventuales contagios de la pandemia del coronavirus.

En uno de los anexos también detalla cómo será la conformación de los Comandos Conjuntos de Zona
de Emergencia y las responsabilidades jurisdiccionales. En este sentido, ya están designados los tres
Comandos que se repartirán los 135 distritos de la provincia de Buenos Aires.
De este modo, el Comando de la Brigada Blindada I quedará a cargo de 54 municipios de la Primera,
Segunda y Cuarta sección electoral, el Comando Conjunto de la Zona de Emergencia Metropolitana
será responsable de la zona del AMBA (Capital Federal más Conurbano) y Comando Conjunto de la
Zona de Emergencia Buenos Aires Sur abarcará las comunas del sur bonaerense y de la Costa Atlántica.

De acuerdo a la misión consignada, “el Instrumento Militar de la Nación dispondrá, a orden, de


elementos organizados, equipados e instruidos para realizar tareas de apoyo a la comunidad y ayuda
humanitaria a fin de contribuir a los esfuerzos de contención y mitigación del Covid-19”.

En esa dirección, la operación “consistirá en la organización, adiestramiento, alistamiento y despliegue,


a orden, de personal y medios adecuados” para llevar adelante dichas tareas. Además, se pide que los
Estados Mayores Generales (Ejército, Armada y Fuerza Aérea) eleven “los medios necesarios
(Hospitales militares, Residencia de Transito, Hospital Reubicable y Hospital Quirúrgico) para el
funcionamiento de las instalaciones de sanidad previstas en el apoyo a la fase de contención de la
enfermedad”.

Las directivas a las que tuvo acceso este portal se emitieron luego de la Resolución 88/2020 publicada
en el Boletín Oficial Nacional y firmada por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, que dispuso la
participación de las Fuerzas Armadas en tareas de apoyo y contención sanitaria para combatir la
pandemia.

En ese texto, se aclara que el Instrumento Militar de la Defensa Nacional, “será empleado en forma
disuasiva o efectiva ante agresiones de origen externo contra la soberanía, la integridad territorial o la
independencia política de la república Argentina; la vida y la libertad de sus habitantes” y que según la
ley de Defensa se puede utilizar para “evitar, anular o disminuir los efectos que la guerra, los agentes
de la naturaleza o cualquier otro desastre de otro origen puedan provocar sobre la población y sus
bienes”.

Esto no es sólo la fabricación de alcohol en gel o barbijos, simples elementos de prevención, sino la
planificación de puntos de distribución de esos kits en todo el territorio nacional, amén de sitios donde
testear a posibles afectados en caso de que las instalaciones hospitalarias del sistema de salud se vean
desbordadas y, el punto más crítico, dónde aislar a quienes presenten síntomas positivos, también el
despliegue de unidades móviles de atención y asistencia médica.
Preocupación ante un eventual estallido social

Un tema que preocupa a la dirigencia política y en particular al Gobierno Nacional, aunque se


mantenga en reserva y no haya sido puesto en relieve por otros medios de comunicación, es la
respuesta de la población ante el endurecimiento de las medidas de prevención, que esta tarde
posiblemente se traduzcan el aislamiento obligatorio a partir del fin de semana.

Sucede que, será clave seguir minuto a minuto la evolución del humor social ante una cuarentena
general. Ante esta situación, tal como informó este portal, las autoridades nacionales ya se anticiparon
lanzando un shock de 17 medidas para amortiguar el impacto económico que genera el avance de la
pandemia y en particular el despliegue de medidas de aislamiento más drásticas.

Sin embargo, en particular inquieta de sobremanera cuál puede ser la respuesta de los sectores más
informales y postergados de la economía y la situación en los barrios más vulnerables. De la noche a la
mañana serán millones los cuentapropistas los que se quedarán sin ningún ingreso.

Ellos tienen baja o nula cobertura social, quedaron totalmente afuera de cualquier medida del Estado,
no tienen licencia habilitada con goce de sueldo ni ingresos recurrentes, y viven casi en el día a día para
poder pagar su alquiler, expensas, facturas de servicio o la cuenta del supermercado. Además, la
capacidad de ahorro es mínima y en los últimos tiempos nula, porque la caída del ingreso real los
afecto más que a nadie.

Para bajarlo a tierra, se trata de feriantes, manicuras, paseadores de perro, repartidores, profesores de
gimnasia, peluqueros, empleadas domésticas, masajistas, por mencionar algunos rubros, y los que
desempeñan oficiaos especializados para el hogar como plomeros, electricistas, gasistas o carpinteros.

Un informe de la consultora IDESA aportó detalles sobre la composición de las familias en la


Argentina y allí surge información muy relevante: el 22% de los hogares del país tiene como jefe a un
asalariado no registrado (empleo informal), de los cuales el 43% son pobres y, además, un 23% tiene
como jefe a un cuentapropista y el 35% de ellos son pobres.
“Aislar a la población en prevención de una minoría es un remedio que tiene costos sociales mucho
más elevados que el beneficio de evitar la enfermedad”, advierte el informe y agrega, con altos grados
de polémica: “La falta de ingresos, sea por reclusión o por caída de actividad, les hará más daño a la
salud que el coronavirus”.

De acuerdo a datos oficiales del INDEC, pertenecientes al tercer trimestre de 2019 difundidos por el
INDEC, existen 5.259.000 cuentapropistas (265.000 más que en el tercer trimestre de 2018). De estos
datos comparados con los de la Seguridad Social, se desprende que más de la mitad de los
cuentapropistas y autónomos no están registrados, lo que eleva a más de 7,5 millones los puestos
laborales informales o no registrados.

Se trata de una verdadera bomba de relojería a desactivar y a tener en cuenta para que no se desate un
estallido social a partir de las medidas de aislamientos que resolverá el Gobierno. En este aspecto, es
clave la ayuda que puedan prestar las Fuerzas Armadas, la única institución con la logística y recursos
técnicos y humanos capaz de dar respuesta y contención a los sectores más vulnerables.

En este contexto, este tema está en el radar del Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Daniel
Arroyo, quien reconoció que se encuentran trabajando en “un esquema de emergencia”. “Son personas
que hacen changas, como gasistas, plomeros, textiles, taxistas, mozos, que no tienen ningún plan social
y son cuentapropistas”, explicó el funcionario de Alberto Fernández.

Así, Arroyo admitió que “esos sectores son los más perjudicados” y que “estamos armando un esquema
de emergencia, a medida que evoluciones la situación”. Justamente este viernes el ministro también
reconoció que “la cuarentena en el modelo argentino es diferente al europeo que tiene casi todo el
sector asalariado”.

“Vamos a apuntar a mantener el ingreso y que todos coman, vamos a hacer un monitoreo diario, hay
una gran red de contención social como iglesias, movimientos sociales, a la que vamos a tener que
recurrir”, precisó Arroyo. La otra pata será la de las Fuerzas Armadas para reducir las posibilidades de
que la cuarentena general termine en un estallido social.

21 mar 2020

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