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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

ESCUELA DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS


CARRERA DERECHO

Asignatura:

LEGISLACION TRIBUTARIA
DER-402

Tema:

Trabajo Final

Nombre y matrícula

Rosa María Fernández Jiménez Mat. 16-8988

Facilitador
Lic. Lucrecia Jiménez Escobosa

Santiago de los Caballeros


República Dominicana
Febrero 2020
INTRODUCCION

En la presente asignación estaré desarrollando varios sub-temas de las Aduanas


en la República Dominicanas, Importancia, origen, régimen legal que sustenta las
operaciones aduanales, Papel de las aduanas en el comercio internacional,
Declaración aduanera y Tribunales donde se recurren las acciones y decisiones
de la DGA, Proyecto de ley de Aduanas para cada estudiantes es de vital
importancia el conocimiento de la educación tributaria tiene como objetivo principal
promover el compromiso, la responsabilidad y el sentido de pertenencia social,
enfatizando su rol activo en el desarrollo del país.
Importancia
Conectado con el mundo, el país es recipiente de un importante volumen de
productos e insumos que provienen del exterior. Todo importador debe cumplir
con las regulaciones legales dominicanas y las estipulaciones de los acuerdos
internacionales, contingentes arancelarios, etc. Para su orientación, puede
consultar aquí la información relacionada.

Orígenes de las Aduanas en la República Dominicana.


Ante la necesidad de aumentar sus ingresos y regularizar las aduanas, en el año
1845 el régimen independentista dictó la Ley Núm.34 del 29 de mayo, sobre el
Régimen de Aduanas, con medidas significativas como la naturalización de los
buques y la expedición de las patentes de navegación.

Sin embargo, la citada ley no llenaba los requerimientos de la época, por lo que
fue sustituida por otra más amplia, la núm. 2595 del 14 de octubre de 1887, sobre
el Régimen de Aduanas y Puertos, la cual comprendía 226 artículos. Esta ley fue
sustituida posteriormente en los años 1889, 1892 y 1896 por otras con textos
similares.

Es interesante señalar que la Ley Núm. 3742, promulgada en el año 1897,


introduce en su texto los señalamientos de la primera Ley de Aduanas, la Núm.
34, volviendo de nuevo al régimen ya citado.

Posteriormente, la Ley de Aduanas fue sustituida por la Núm. 4761 del año 1907,
varias veces modificada y, por último, derogada y sustituida por la Ley Núm. 4915
del año 1909.

A consecuencia de los grandes empréstitos que había obtenido el gobierno en el


año 1916, las aduanas pasaron a ser administradas por el gobierno de ocupación
militar norteamericano, de acuerdo con la convención suscrita al efecto en fecha 8
de febrero de 1907, para el cobro de la deuda externa. El gobierno militar, en
ejercicio de sus funciones, dictó varias órdenes ejecutivas destacándose la Núm.
589 del 31 de diciembre de 1920, denominada Ley sobre Aduanas y Puertos, que
daba al oficial encargado del Servicio de Aduanas la potestad de reglamentación
para la administración de ésta, reglamentación que tenía fuerza y efecto de ley.

La dirección y supervigilancia del servicio aduanero fue reintegrado al Gobierno


dominicano mediante Ley Núm. 429 del 20 de marzo de 1941, momento en que se
terminó de pagar la deuda externa de la nación, poniéndose el servicio de arrimo y
manejo de carga en los puertos bajo la Dirección General de Aduanas, mediante
la Ley Núm. 595 del 31 de octubre de 1941.

La Orden Ejecutiva ya señalada, Núm. 589 del año 1920, estuvo vigente por más
de 30 años, hasta que fue sustituida por la Ley sobre el Régimen de Aduanas, la
Núm. 3489 de fecha 14 de febrero de 1953, la cual, aunque sigue el mismo
formato que las anteriores, es mucho más amplia.

Esta ley sufrió algunas modificaciones en lo que respecta al Régimen Arancelario


y a la denominación del organismo encargado de su administración y funciones
por medio de la Ley Núm.4705 de 1957.

Mediante la Ley Núm. 70 del 17 de diciembre de 1970, las funciones de arrimo


fueron separadas de las funciones de aduanas, al crearse la Autoridad Portuaria
Dominicana.

Aunque la Dirección General de Aduanas es una dependencia del Ministerio de


Hacienda de la República Dominicana, tiene autonomía funcional, presupuestaria,
administrativa, técnica y patrimonio propio desde la promulgación de la Ley 226
del 2006.
Marco legal
La Dirección General de Aduanas, instituida mediante la Ley No. 3489, del 14 de
febrero de 1953, pone al alcance de los usuarios las disposiciones legales sobre
las cuales se fundamenta y regulan sus actividades, así como aquellas que
guardan relación con estas y garantizan el cumplimento de su misión como ente
facilitador del comercio.

Papel de las aduanas en el comercio internacional


Como institución pública, Aduanas cumple funciones claves para el desarrollo del
país, ya que tiene un rol preponderante en materia de comercio exterior,
especialmente, en la facilitación y agilización de las operaciones de importación y
exportación, a través de la simplificación de trámites y procesos.

Declaración aduanera
Acto por medio del cual una persona deberá presentar por escrito a una unidad del
Servicio de Aduana, cierta información que se requiera para efectuar la
nacionalización o el despacho de mercancías, las que deberán ser retiradas de la
Potestad Aduanera. Dicho acto se traduce en la presentación de un documento,
llamado declaración, el que contiene el Pedido Arancelario y otros datos.

Tribunales donde se recurren las acciones y decisiones de la DGA.


Tribunal Constitucional

Resumen de 3 páginas del Proyecto de ley de Aduanas.


El proyecto de Ley de Aduanas de República Dominicana, pieza que tiene por
objeto, modernizar el régimen aduanero del país, con la finalidad de facilitar y
agilizar las operaciones de comercio exterior, controlar y fiscalizar el paso de las
mercancías por el territorio aduanero.

Así como percibir los tributos establecidos por ley, y la persecución de las
conductas ilícitas que atenten contra la gestión y el control de un carácter
aduanero y de comercio exterior, desarrollar y administrar la ejecución de los
preceptos de la legislación y de los tratados internacionales.

El proyecto de ley aprobado por el Senado de la República no es la forma más


feliz de llenar el vacío por la falta de una ley de aduanas moderna y actualizada. Si
es aprobado después de los loables esfuerzos de Senador de la República
Charles Mariotti, su vigencia no le hará bien a su fama. El proyecto de ley de
aduanas en su forma actual y tal como fue aprobado por el Senado es un
instrumento mostrenco, concebido en una torre de Babel, donde hay conceptos
que se repiten y cuyas definiciones tienen pésimas formulaciones. El proyecto de
ley se ha estado discutiendo desde 1994, desde cuando Anisia Rissi era Directora
General de Aduanas, y desde ese año hasta ahora ha sido estudiado y analizado,
y ha sido sometido y al Congreso Nacional y ha perimido, pero las discusiones se
han dado en un ámbito de buena fe, intereses e ignorancias, con el predominio de
uno u otro en cada caso. El resultado ha sido un proyecto de deplorable
formulación, con concepto sobre la obligación tributaria y su determinación
ambiguos y confusos y mal formulados.

Como casi todas las leyes actuales y presente el proyecto ley aprobado por el
Senado tiene un artículo de definiciones, que en este caso es el 1. Las
definiciones de concepto básicos no son raras en las leyes de generales de
aduanas, pero primero hay que tener por lo menos una idea de tales
conceptos.  Si una definición dice: “Aduana: Es el organismo del Estado
encargado de aplicar la legislación relativa a la importación y a la exportación de
mercancías y a los regímenes aduaneros, de percibir y hacer percibir los
gravámenes que le sean aplicables y de cumplir las demás funciones que le
encomienden las leyes.” ¿La “aduana” es un concepto abstracto o se establece
como órgano del Estado diferente de la Dirección General de Aduana, como
órgano encargado de aplicar la legislación relativa a la importación y a la
exportación y a los otros regímenes aduaneros?
Junto con la definición de la aduana, como un órgano, se define el concepto de las
“Administraciones de Aduanas”, estableciendo que: “Es la oficina de Aduanas a
través de la cual se realizan las operaciones y procedimientos aduaneros propios
de las zonas de jurisdicción aduanera primaria.”. Las administraciones aduaneras
se establecen como espacios físicos, mientras que la aduana, en singular, es un
órgano, cuando la Administración debe ser un órgano encargado de aplicar la
legislación relativa a la importación y a la exportación de mercancías y a los
regímenes aduaneros, de percibir y hacer percibir los gravámenes que le sean
aplicables y de cumplir las demás funciones que le encomienden las leyes y la
aduana debe ser una oficina o un espacio físico donde se realizan las operaciones
y procedimientos  y aduaneros.

El concepto de «Aduana» como un organismo viene del glosario “Aduanero


Latinoamericano” y aparece en artículo 1, de proyecto de Ley General de Aduanas
del consultor internacional Carlos Anabalón, pero tal concepto definido en esos
términos lo que va es a crear problemas en el momento de la aplicación del
proyecto de ley de aduana como una ley. El Convenio de Kioto no define aduana
como un órgano, sino como un servicio administrativo con los términos
siguientes: «“Aduana”, los servicios administrativos responsables de la aplicación
de la legislación aduanera y de la recaudación de derechos e impuestos a la
importación, a la exportación, al movimiento o al almacenaje de mercancías, y
encargados, asimismo, de la aplicación de otras leyes y reglamentos relativos a la
importación, exportación, movimiento o al almacenaje de mercancías.».

Una de ley que persigue establecer el servicio de aduanas no necesita la


definición de “Aduana” como está definida en el proyecto de ley aprobado por el
Senado, sólo debe establecer los órganos a través de los cuales se administrará el
servicio de aduana empezando por la Dirección General Aduanas (DGA), sin
establecer las “Administraciones de Aduanas”, como órganos aislados, sino como
parte de la DGA, en una estructura cuya cima corresponda a la esa Dirección
General.
Algo que es necesario establecer es vínculo de la Dirección General de Aduanas
con el Ministerio de Hacienda, eliminando el absurdo del Consejo de la
Administración Tributaria, creado por la Ley del Ministerio de Hacienda, No. 494-
06. Se debe eliminar la función del Ministerio de Hacienda de vigilancia y tutela de
los órganos de la Administración tributaria, sin menoscabo de la autonomía técnica
y Financiera de la DGA. El Ministerio es el que formula las políticas instrumentales
que son aplicadas por los órganos de la Administración tributaria como la DGA,
por lo tanto, debe estar adscrita al Ministerio de Hacienda, sin la intervención de
otros ministros a los que les corresponden otras areas. El vinculo entre hacienda y
aduana en cuanto a la aplicación de la política tributaria no debe ser una relación
de coordinación, sino que las acciones de la DGA deben estar en consonancia con
las políticas formuladas por el Ministerio. Además de cumplir con las leyes, la DGA
debe ceñir a las políticas tributarias formuladas por el Ministerio, la que debe estar
bajo el su control.

No se puede establecer una ley de aduanas dejando al margen el Ministerio de


Hacienda, como no se puede aprobar una ley de aduana sin establecer la DGA
como la cúspide administrativa del servicio de aduana y como órgano de la
administración tributaria, y como la entidad superior en el control del cumplimiento
tributario en los impuestos externos. Asimismo, como organismo de la DGA no
pueden establecerse administraciones tributarias aduaneras y administraciones
aduaneras, como se puede concluir con un proyecto aprobado. Hay que distinguir
las funciones de los órganos que la ejecutan. Las funciones siempre son las
mismas, los órganos que la ejecuten pueden estar estructurado de diferentes
formas y hasta pueden ser diferente. El proyecto de Ley aprobado no fortalece la
DGA como órgano al que le corresponden funciones en el servicio de aduana y en
el cumplimiento tributario

El proyecto de ley aprobado por el Senado duplica conceptos, los defines más de
una vez en los artículos y en el artículo 1, de las definiciones, como sucede con de
determinación de la obligación tributaria y liquidación y el aforo. El concepto de
autodeterminación y de la declaración aduanera lo define pobremente a los fines
del control del cumplimiento tributario, obviando otros conceptos y la actuación de
los contribuyentes en la declaración tributaria y a los fines de las inspecciones y
verificaciones posterior.

En las primeras discusiones planteamos nuestras objeciones cuando un consultor


internacional de los que venden espejos por plata presentó como un proyecto de
su elaboración una copia de la ley aduana de Chile, entonces nos valió la
designación de trouble maker. Nuestro interés era ayudar y lo es ahora quien crea
que es crear problema es un asunto suyo, recuerdo que le dije a los que nos
señalaban como trouble maker que hicieran lo correcto. No pasó mucho tiempo
para que estuvieran presos o los estuvieran buscando. No creo que sea un
problema revisar el proyecto de ley aprobado, antes o después de enviarlo a la
Cámara de Diputado, es decir, antes de aprobarlo definitivamente.  No soy profeta,
pero el proyecto de ley de aduanas aprobados por el Senado, tal como está,
terminará creando problema en su aplicación. Nunca será urgente un proyecto de
ley cuya discusión y estudio llevan casi 30 años.
CONCLUSIÓN
Al finalizar este trabajo su sustentante siente la satisfacción del deber cumplido en
el entendido que se llenaron las expectativas en torno al mismo, tanto en el
contenido como en el cumplimiento de los propósitos planteados. Determinar el
Origen e Importancia de las Aduanas, en la República Dominicana. Las cuales
inician en nuestro país, cuando en el año 1845 el régimen independentista, ante la
necesidad de aumentar sus ingresos y regularizar las Aduanas, dicta la Ley
Núm.34, del 29 de mayo, sobre el Régimen de Aduanas, con medidas
significativas como fueron la naturalización de los buques y la expedición de !as
patentes de navegación. Sin embargo, la citada Ley Núm.34 no llenaba los
requerimientos de la época, por lo que fue sustituida por otra más amplia, la Ley
Núm. 2595 del 14 de octubre de 1887, sobre el Régimen de Aduanas y Puertos, la
cual comprendía 226 artículos. Esta Ley sobre Aduanas fue sustituida en los años
1889, 1892 y 1896 por otras con textos similares. Es interesante señalar que la
Ley Núm. 3742, promulgada en el año 1897, introduce en su texto los
señalamientos de la primera Ley de Aduanas, la Núm. 34, volviendo de nuevo al
régimen ya citado.

Posteriormente, la Ley de Aduanas fue sustituida por la Núm. 4761, del año 1907,
varias veces modificada, y por último derogada y sustituida por la Ley Núm. 4915,
del año 1909. A consecuencia de los grandes empréstitos que había obtenido el
gobierno en el año 1916, las Aduanas pasaron a ser administradas por el gobierno
de ocupación militar norteamericano, de acuerdo con la convención suscrita al
efecto para el cobro de la deuda externa en fecha 8 de febrero de 1907. El
Gobierno Militar, en ejercicio de sus funciones, dictó varias Ordenes Ejecutivas
destacándose la Núm. 589 del 31 de diciembre de 1920, denominada Ley sobre
Aduanas y Puertos, que daba al Oficial Encargado del Servicio de Aduanas la
potestad de reglamentación para la administración de la misma, Reglamentación
que tenía fuerza y efecto de Ley.
BIBLIOGRAFÍA
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 http://www.dga.gov.do/dgagov.net/portal/format/defaultFormatUno.aspx?
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TabId=6

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