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MARIO BUNGE: LAS CIENCIAS FORMALES Y LAS CIENCIAS FÁCTICAS

Mario Bunge, en su libro “La ciencia, su método y su filosofía”, clasifica la ciencia en


ciencias formales (o ideales) y ciencias fácticas (o materiales).
CIENCIAS FORMALES (O IDEALES)
Son ciencias que no proporcionan información acerca de la realidad y no se ocupan de
los hechos; son ciencias que tratan acerca de los entes ideales, tanto los abstractos
como los interpretados; la materia prima con la que trabajan es ideal, y ésta sólo existe
en la mente humana.
“La lógica y la matemática, – indica Bunge-, por ocuparse de inventar entes formales y
de establecer relaciones entre ellos, se llaman a menudo ciencias formales,
precisamente porque sus objetos no son cosas ni procesos sino, para emplear el
lenguaje pictórico, formas en las que se puede verter un surtido ilimitado de contenidos,
tanto fácticos como empíricos. Esto es, podemos establecer correspondencias entre
esas formas (u objetos formales), por una parte, y cosas y procesos pertenecientes a
cualquier nivel de la realidad, por la otra...Los enunciados formales consisten en
relaciones entre signos... Las ciencias formales utilizan la lógica para demostrar
rigurosamente sus teoremas... La matemática y la lógica son ciencias deductivas...Las
ciencias formales demuestran o prueban hipótesis de manera completa y final.”
Para Bunge[1], son objetos matemáticos: los números, las figuras, las estructuras
algebraicas y los espacios topológicos carecen de propiedades físicas: no tienen masa,
no tienen carga eléctrica, etc. Carecen de propiedades biológicas: no están ni vivos ni
muertos. Carecen de propiedades sociales: no son prosociales ni antisociales. Los
objetos matemáticos no cambian por sí mismos: son eternos. Estos objetos sí tienen
propiedades conceptuales. De modo que la matemática (incluida la lógica) es la ciencia
en que todas las propiedades son atributos (o predicados).
La lógica y la matemática establecen contacto con la realidad mediante el lenguaje
ordinario y el lenguaje científico.
Manuel García Morente[2] precisa que la filosofía hasta hoy no ha podido comprobar
más que tres grupos de objetos ideales. “Primero, las relaciones, las relaciones entre
cosas. Si yo digo que dos cosas son iguales, la igualdad no es una cosa, sino algo que
no se parece nada a la cosa. Es un objeto ideal. Si yo digo que dos cosas son
semejantes o desemejantes, o que la una es doble que la otra, o que es la mitad que la
otra; pues ser, no es mitad de nada. De modo que, primero, tenemos las relaciones.
Segundo los objetos matemáticos. Los objetos matemáticos también son ideales. El
punto, la línea, el círculo, los números, las raíces, los dobles, los triples, los cuádruplos,
las razones, las proporciones, los cuadrados, los cubos, las diferenciales, las
integrales; todos estos objetos matemáticos son también objetos ideales. Y, por último,
las esencias, son objetos ideales. Napoleón fue un objeto real. Como todos los objetos
reales, existió en el tiempo. Terminó de existir en el tiempo. Pero la esencia Napoleón,
aquello a que los historiadores se refieren cuando hablan de Napoleón y seguirán
hablando durante muchos años, ese término al cual se refieren los historiadores, ése
es objeto ideal. Pero ese término al cual se refieren los historiadores no tiene existencia
real; es una idea, un término de objeto ideal. De modo que estos tres son, hasta ahora,
los objetos que se conocen como objetos ideales. El ser de los objetos ideales es un
ser ideal, este ser ideal es intemporal, no nace en el tiempo, no comienza a ser en un
momento, no deja de ser en otro momento, no perece en el tiempo, no se transforma a
lo largo del tiempo, es fuera del tiempo y no es causante. Los objetos ideales tienen
también la categoría óntica de idealidad, es decir no se causan unos a otros; el punto
no causa la línea; la línea no causa el triángulo; ni el círculo causa la esfera, sino que
esos objetos ideales son unos con relación a los otros en una conexión que no es la
causal, sino que es la de implicarse idealmente, como la conclusión está implicada en
la premisa de un silogismo. Esa implicación es lo que llamamos idealidad. De manera
que para estudiar los objetos matemáticos no hace falta para nada el concepto de
causa; lo único que hace falta, es intuir cómo cada objeto matemático es implicada o
implica otros objetos matemáticos en la pureza de su propia definición ideal. Esto es lo
que llamamos idealidad, que se opone a la realidad. Pero aquí donde no hay
causalidad, la conexión entre los individuos de este grupo de objetos ideales es una
conexión ideal.
La matemática, que es la “ciencia de las magnitudes”, está constituida por objetos
ideales, precisamente porque estos objetos están fuera del espacio y fuera del tiempo;
tienen valor en sí mismos.
“Los objetos matemáticos, según esta filosofía de la matemática, son ficciones, no
todas las cuales son pensables. Son pensables en principio, pero de hecho no lo son.
Por ejemplo, podemos escribir un número tal como 10 elevado a la 10 elevado a la 10
elevado a la 10; pero no tenemos la capacidad de concebir un número tan grande
como este. Sin embargo, nadie puede impedirnos utilizar ese concepto que no ha sido
pensado y que no puede pensarse. Otros ejemplos: la recta infinita, o conjunto de todos
los números, “reales”, y la familia de todos los subconjuntos de ese conjunto”. (Vigencia
de la filosofía, 2009:38).
En la investigación matemática se utiliza como método fundamental, el método
deductivo, que consiste en partir de principios de validez general o universal para llegar
a las conclusiones de validez particular.
“Toda deducción supone una inducción. Además, en geometría – refiere Brizuela- es
muy usada la inducción cuando se generalizan las propiedades de las figuras. Por
ejemplo, ciertas propiedades del hexágono se generalizan a los otros polígonos (como
la suma de los ángulos interiores). También la matemática emplea el análisis y la
síntesis. La deducción se emplea sobre todo en la demostración. La demostración es
un procedimiento deductivo que, partiendo de ciertas premisas (llamadas “hipótesis”),
trata de llegar a una conclusión (que se denomina “tesis”) que está fijada de antemano.
Puede decirse que “la demostración es una cadena de silogismos que, partiendo de la
hipótesis, desemboca en la tesis”. Como no todo es demostrable, las ciencias
matemáticas apelan a los “axiomas” y “postulados”. Los axiomas son proposiciones,
principios evidentes por sí mismos, cuya verdad es indiscutible, es decir que no
necesitan demostración. Algunos axiomas son: Dos cantidades iguales a una tercera
son iguales entre sí. El todo es igual a la suma de las partes. El todo es mayor que
cada una de las partes. Los postulados son verdades que, sin ser tan evidentes como
los axiomas, se admiten sin necesidad de demostración. Permiten obtener
conclusiones útiles para los problemas de las matemáticas. Ejemplos: Postulado de
Arquímedes: “Dados dos segmentos desiguales, el menor no nulo, se puede
determinar siempre un múltiplo del segmento menor que supere al mayor”. Postulado
de Euclides: “Por un punto situado fuera de una recta no se puede trazar más que una
paralela a dicha recta”. Finalmente, las matemáticas trabajan con problemas, teoremas,
corolarios, etcétera”.[3]

CIENCIAS FÁCTICAS (O MATERIALES)


Las ciencias fácticas, denominada también ciencias de hechos o ciencias materiales,
están conformadas por la física, la biología, la sociología y la historia, entre otras., las
mismas que se ocupan de hechos que son cosas concretas o materiales y que ocurren
en el mundo interno de la experiencia subjetiva del hombre y en el mundo externo. “Por
lo tanto – afirma Bunge- estos hechos tienen propiedades físicas, biológicas, sociales,
etc. En cambio, no tienen propiedades matemáticas, aunque en muchos casos se los
puede representar matemáticamente” (Vigencia de la filosofía, 2009:37-38).
Para Mario Bunge: “Los enunciados de las ciencias fácticas se refieren, en su mayoría,
a entes extracientíficos: a sucesos y procesos. Las ciencias fácticas, para confirmar sus
conjeturas necesitan de la observación y/o experimento. En otras palabras, las ciencias
fácticas tienen que mirar las cosas y, siempre que les sea posible, deben procurar
cambiarlas deliberadamente para intentar descubrir en qué medida sus hipótesis se
adecuan a los hechos” (La ciencia, su método y su filosofía,1981:12).
Asimismo, Bunge manifiesta que en las ciencias de hechos la coherencia es necesaria
pero no suficiente: para afirmar que un enunciado es (probablemente) verdadero se
requieren datos empíricos (proposiciones acerca de observaciones o experimentos).
Sólo la experiencia puede decirnos si una hipótesis relativa a cierto grupo de hechos
materiales es adecuada o no. El conocimiento fáctico es racional y probable. Dicho de
otro modo: la inferencia científica es una red de inferencias deductivas (demostrativas)
y probables (inconcluyentes).
Las ciencias fácticas verifican (confirman o disconfirman) hipótesis que en su mayoría
son provisionales. La verificación es incompleta y temporaria .La naturaleza misma del
método científico impide la confirmación final de las hipótesis fácticas. En efecto, los
científicos no sólo procuran acumular elementos de prueba de sus suposiciones
multiplicando el número de casos en que ellas se cumplen; también tratan de obtener
casos desfavorables a sus hipótesis, fundándose en el principio lógico de que una sola
conclusión que no concuerde con los hechos tiene más peso que mil confirmaciones
(1981:14-15).
En las siguientes líneas presentamos sintéticamente el inventario de las principales
características de las ciencias fácticas según Bunge: 1) El conocimiento científico es
fáctico: parte de los hechos, los respeta hasta cierto punto, y siempre vuelve a ellos. 2)
El conocimiento científico trasciende los hechos: descarta hechos, produce nuevos
hechos y los explica. 3) La ciencia es analítica: la investigación científica aborda
problemas circunscriptos, uno a uno, y trata de descomponerlo todo en elementos (no
necesariamente últimos o siquiera reales). 4) La investigación científica es
especializada. 5) El conocimiento científico es claro y preciso. 6) El conocimiento
científico es comunicable: no es inefable sino expresable, no es privado sino público. 7)
El conocimiento científico es verificable: debe aprobar el examen de la experiencia. 8)
La investigación científica es metódica: no es errática sino planeada. 9) El
conocimiento científico es sistemático: una ciencia no es un agregado de informaciones
inconexas, sino un sistema de ideas conectadas lógicamente entre sí. 10) El
conocimiento científico es general: ubica los hechos singulares en pautas generales,
los enunciados particulares en esquemas amplios. 11) El conocimiento científico es
legal: busca leyes (de la naturaleza y de la cultura) y las aplica. 12) La ciencia es
explicativa: intenta explicar los hechos en términos de leyes, y las leyes en términos de
principios. 13) El conocimiento científico es predictivo: trasciende la masa de los
hechos de experiencia, imaginando cómo puede haber sido el pasado y cómo podrá
ser el futuro. 14) La ciencia es abierta: no reconoce barreras a priori que limiten el
conocimiento. 15) La ciencia es útil: porque busca la verdad, la ciencia es eficaz en la
provisión de herramientas para el bien y para el mal.
DIFERENCIAS ENTRE LAS CIENCIAS FORMALES Y LAS CIENCIAS FÁCTICAS
Diferencias Ciencias formales Ciencias fácticas
Procedencia del Latín: Formalis, Latín: Factum, hecho.
término. referente a la forma. Griego: Empiria, experiencia.
Objeto de estudio. Es algo ideal, son Es objetivo, es el hecho natural
ideas. y hecho social.
Representación. Signos, símbolos. Palabras.
Símbolos Símbolos vacíos, no Símbolos interpretados.
interpretados. Ej.:H2O. H= hidrógeno; 2O,
Ej.:2+2=4 (p.q) agua.
Propiedades Carecen de Tienen propiedades biológicas,
propiedades físicas y sociales.
biológicas, físicas y
sociales.
Relación que Relaciona los Relaciona hechos, sucesos o
establece. símbolos. procesos.
Lógica. Ciencias naturales: física,
química, geología, biología,
Tipos de ciencias. psicología individual, etc.
Matemática. Ciencias sociales: psicología
social, ciencias políticas,
sociología, economía, historia
material e historia de las ideas
Método inductivo. Método deductivo es necesario
Método de análisis. Método deductivo, pero no suficiente.
puramente racional. Verifican (confirman o
Demuestran o disconfirman) hipótesis que en
prueban. La su mayoría son provisionales;
demostración es Observación y experimentación.
completa o final. La verificación es incompleta y
por eso temporaria.
La naturaleza misma del método
científico impide la
confirmación final de las
hipótesis fácticas.

Carácter. Apodíctico Probable (probabilidad).


(necesario).
Estado situacional. Las teorías formales Los sistemas factuales son
pueden ser llevadas a defectuosos pero pueden llegar
un estado de a ser perfectibles.
perfección (o
estancamiento).
Estudio de las El estudio de las El estudio de las ciencias
ciencias. ciencias formales fácticas puede inducirnos a
vigoriza el hábito del considerar el mundo como una
rigor. empresa inconclusa e
interminable
Comprobación. A través del A través de la práctica.
razonamiento.
Verdad. Coherencia lógica Adecuación del pensamiento
dentro del sistema. con la cosa.
Tipo de verdad. Verdad necesaria y Verdad contingente y a
verdad a priori. posteriori.
Tipo de enunciados. Enunciados analíticos. Enunciados sintéticos.
Tipo de lenguaje. Lenguaje simbólico. Lenguaje explicativo de los
hechos.
Tipo de contenido. Contenido formal o Contenido concreto.
abstracto.
Axiomas Axiomas Axiomas justificados por la
convencionales experiencia.
(elegidos
arbitrariamente)
Herramientas. Trabajan con Trabajan con la información
conceptos abstractos. empírica proporcionada por la
experiencia que se tiene de los
hechos, situaciones, procesos o
problemas de la realidad.
Sistematización Se constituyen en Demoran en convertirse en
sistemas deductivos. sistemas deductivos.

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