posicionamiento

Posicionamiento sobre la justicia

de género y la equidad de género
en el ámbito de la cooperación
internacional de la Iglesia Sueca
vigente hasta el 31-12-2015.
Imagen de portada
“Emaús” del artista Filipino Emmanuel Garibay. El
Evangelio de Lucas narra la historia de dos discípulos.
En el camino a Emaús les acompaña una tercera perso-
na. Los dos están de duelo por la muerte de Jesús. Cuan-
do llegan, el desconocido parte el pan y lo reconocen. Es
Jesucristo que ha resucitado.

Garubay interpreta Emaús como un bar de un barrio

marginal. El motivo representa a una mujer compartien-
do el pan con dos hombres. La mujer tiene llagas en
las manos , como las heridas de Jesús de la crucifixión.
Lleva la marca de la cruz, y es reconocida por los hom-
bres asombrados como el Cristo resucitado en medio de
nosotros y nosotras, en medio de nuestro mundo.
 Resumen

El posicionamiento sobre género del Departamento Internacional de la Iglesia Sueca expre-

sa el deseo de de trabajar en favor de la justicia de género y la equidad de género en el ámbi-
to de la cooperación ecuménica internacional, así como en el ámbito de la cooperación para
el desarrollo, de la ayuda humanitaria y de las campañas de información e incidencia. El
punto de partida es un análisis teológico basado en la dignidad inalienable y en la igualdad
de derechos de todas las personas, así como en la evidencia de que la ausencia de justicia de
género y equidad de género son un obstáculo para los individuos, para la sociedad y para
la Iglesia. Este obstáculo ocasiona sufrimiento personal, violaciones de derechos humanos
y desperdicio de recursos.

El posicionamiento global es el siguiente:

1. La Iglesia Sueca se compromete a trabajar en favor de la justicia de género (y la equidad
de género) junto con las iglesias y organizaciones con las que cooperamos, así como en
las redes y foros en los que estamos presentes.

Este posicionamiento global se recalca con otros siete posicionamientos estratégicos en las
siguientes áreas: 2. Teología para la justicia de género y la equidad de género; 3. Género
como un enfoque integrado en todas nuestras actividades; 4. Salud sexual y reproductiva
y derechos ; 5. Violencia de género y violencia sexual; 6. Justicia económica; 7. Mujeres y
hombres como agentes y líderes sociales; 8 La Iglesia Sueca como lugar de encuentro seguro
que ofrece equidad de oportunidades .

Las consecuencias de este posicionamiento se manifiestan en que, a partir del mismo, la

Iglesia Sueca integra en todo su trabajo el enfoque de género que relaciona género y poder.
Al mismo tiempo, la justicia de género y la equidad de género constituyen un área de ac-
tuación prioritaria.

posicionamiento 3
1. Introducción
El posicionamiento sobre género del Departamento
Internacional de la Iglesia Sueca pone de manifiesto el
deseo de la Iglesia Sueca de trabajar en favor de la jus-
ticia de género y la equidad de género en el ámbito de
la cooperación ecuménica internacional, de la coopera-
ción para el desarrollo, de la ayuda humanitaria y de las
campañas de información e incidencia.
Dicho deseo se fundamenta en nuestra convicción de
que la vida es sagrada, de que todas las personas son
iguales y absolutamente dignas en tanto que son creadas
a imagen y semejanza de Dios, y de que todas las per-
sonas son amadas en toda su extensión y creadas para
vivir una vida plena.
El Departamento Internacional de la Iglesia Sueca se
dedica a la cooperación ecuménica internacional, a la
cooperación para el desarrollo, a la ayuda humanitaria
y a las campañas de concientización e incidencia, con
el objetivo de alcanzar un mundo más justo y sustenta-
ble. La ausencia de justicia de género y de equidad de
género supone un obstáculo en todas las áreas, tanto
geográficas como temáticas, en las que la Iglesia Sueca
desarrolla sus actividades. Por tanto, consideramos la
justicia de género y la equidad de género como un área
prioritaria y como un enfoque integrado en todo nues-
tro trabajo, así como un instrumento de análisis necesa-
rio para el mismo.
Este posicionamiento de la Iglesia Sueca presenta una
serie de puntos de partida que funcionan como guía
para el trabajo de cooperación internacional en lo re-
ferente a la cuestión de género y a la manera en que su
implementación afecta a la postura de la Iglesia Sueca.
El presente posicionamiento describe también el papel
de la Iglesia Sueca en su condición de agente en la coo-
peración internacional, en lo referente a la justicia de
género y la equidad de género.
4

La meta: un mundo sanado y una iglesia inclusiva
La cooperación internacional de la Iglesia Sueca quiere
trabajar por una humanidad y un mundo sanado que
vivan en el amor de Dios, que es el principio y fin de
todas las cosas. Un mundo sanado es un mundo en el
que impera la justicia de género y la equidad de género,
es decir, un mundo en el que el sexo, la identidad de gé-
nero o la orientación sexual no sean causa de injusticias,
opresión o discriminación.
La Iglesia Sueca desea trabajar en favor de la justicia
de género y la equidad de género junto con las iglesias
y organizaciones con las que cooperamos, y en las re-
des y foros en los cuales estamos presentes. Adoptar un
posicionamiento significa mostrarse tal cual uno es. De
esta manera se puede producir un auténtico encuentro
donde se dan las condiciones para un diálogo abierto y
sincero.
A corto plazo el objetivo de nuestro trabajo, que se
orienta a alcanzar esta aspiración junto con nuestras co-
partes, es que todas las actividades de la cooperación in-
ternacional de la Iglesia Sueca fomenten y contribuyan
a la justicia de género y la equidad de género. El hecho
de que, junto con nuestras copartes, nos esforcemos por
ser una iglesia inclusiva supone un reto para nosotros y
nosotras e influye en todos los posicionamientos y pape-
les a desempeñar que figuran más adelante.
Análisis teológico entre la realidad y la
­experiencia
La Iglesia Sueca es una iglesia popular y abierta que es
parte de la sociedad sueca y, al mismo tiempo, está com-
prometida a nivel internacional en el trabajo de coope-
ración para el desarrollo, la cooperación ecuménica y
la ayuda humanitaria. En los Estatutos Eclesiásticos, el
documento guía de la Iglesia Sueca, se afirma que la fe
y el credo no son algo estático, sino que evolucionan y
se formulan en diálogo con los signos de los tiempos:
posicionamiento
 Ni los credos ni la doctrina son objeto de la fe, sino
que dan a conocer el contenido de las convicciones de
la Iglesia y explican la fe. Mediante el diálogo continuo
con otras tradiciones, las prédicas y los cultos la Iglesia
Sueca continúa proclamando su fe.1
La cooperación internacional de la Iglesia Sueca se fun-
damenta en un análisis teológico contextualizado que
pretende modificar activamente el contexto mediante un
proceso espiral entre la pre-comprensión y el encuentro
con nuevas experiencias e ideas. El posicionamiento res-
pecto a la cuestión de género es parte de dicho proceso.
Queremos aplicar un planteamiento en el que nuestro
contexto sea parte de nuestra identidad, y en el que po-
damos aprender y cambiar a partir del encuentro con las
demás personas.
Jesús sale al encuentro de todas las personas y las con-
sidera capacitadas para entablar un diálogo sobre la fe
y la vida, independientemente de si son hombres o mu-
jeres. Exhorta a las mujeres que acudieron al sepulcro
1 Kyrkoordning för Svenska kyrkan (Estatutos de la Iglesia Sueca) (1999) Sección primera: Svenska kyrkan som evangelisk-lutherskt trossamfund
s.4 (La Iglesia Sueca como confesión evangélico-luterana, página 4)
2 A lo largo de 2012 se profundizará en la elaboración teológica y temática de la justicia de género y la equidad de género como área de actuación.
posicionamiento
a proclamar la buena nueva de su resurrección (Mateo
28:10), anima a su discípula María a participar en las
conversaciones religiosas junto con los hombres (Lucas
10:38-42) y utiliza tanto imágenes masculinas como fe-
meninas para hablar de Dios (Lucas 15). El punto de
partida teológico de la lucha en favor de la justicia de
género y la equidad de género es que todas las personas
son amadas y están creadas por Dios, con los mismos
derechos y dignidad inalienables.
La teología que promueve la vida, que la Iglesia Sue-
ca desea tener como base de su trabajo de cooperación
internacional, se fundamenta en la fe en Dios que pro-
mueve la vida plena para todas las personas y para toda
su creación (Juan 10:10). Una vida plena para todas las
personas significa poner las capacidades y la fe en el fu-
turo de cada persona en el centro asumiendo que todos
y todas tenemos derecho a vivir libres de opresión, dis-
criminación, trato degradante y de cualquier forma de
violencia física o psíquica.2
5
2. ¿Un mundo de equidad y justicia?

No hay equidad en el mundo y lo sabemos, sin em-
bargo no hemos logrado cambiar el hecho de que las
mujeres y las niñas sigan estando expuestas a injusti-
cias, discriminación, violencia y opresión, sólo porque
son mujeres y niñas. La falta de equidad entre mujeres,
hombres, niñas y niños es uno de los mayores retos a los
que se enfrenta el mundo; genera un gran sufrimiento en
las personas y, al mismo tiempo, un enorme desperdicio
de recursos. A nivel global, la ausencia de equidad es
causa directa tanto de la carencia de recursos económi-
cos y del bajo nivel educativo como del hambre.3
¿A qué nos referimos con justicia de género y
equidad de género?
“Equidad” implica los mismo derechos, obligaciones y
oportunidades para las mujeres y los hombres en todos
los ámbitos esenciales de la vida, es decir, que las muje-
res y los hombres tengan el mismo poder para formar la
sociedad y sus propias vidas.4 La equidad afecta tanto a
los hombres y niños como a las mujeres y niñas, no es
simplemente un asunto de mujeres.5
El concepto “género” se refiere a los atributos, posibi-
lidades y papeles socialmente establecidos asociados al
sexo en un contexto determinado. Género alude tam-
bién a la orientación sexual y a la variedad de las mani-
festaciones de la identidad de género de las personas.6
Para la Iglesia Sueca, “justicia de género” implica dar
visibilidad a un enfoque de derechos respecto a la equi-
dad, la orientación sexual y la identidad de género.7 El
concepto “justicia” posee la dimensión adicional de ha-
ber estado presente en el centro de la Iglesia a lo largo
de toda su historia, y tiene raíces bíblicas y teológicas.8
La Iglesia Sueca ha tomado la determinación de adop-
tar un enfoque de derechos y de género en todas las
actividades de su cooperación internacional. En el plan
estratégico de la Iglesia Sueca para la cooperación inter-
nacional se afirma lo siguiente:
Las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos y
la misma dignidad. La igualdad implica que las mujeres
y los hombres tengan las mismas oportunidades, dere-
chos y obligaciones en todos los ámbitos esenciales de la
vida. Dentro del enfoque de derechos es especialmente
importante analizar los desequilibrios de poder y su in-
fluencia en hombres y mujeres. La carencia de recursos
económicos de mujeres y hombres, y la vulnerabilidad
en este sentido, tienen una serie de manifestaciones rela-
cionadas específicamente con el género, que desde el na-
cimiento proporcionan a los niños y las niñas distintas
oportunidades. La discriminación basada en el género
y la carencia de recursos económicos son básicamente
manifestaciones de valores.9

3 Véase, por ejemplo, World Development Report 2012: Gender Equality and Development), (WDR 2012), (Informe de Desarrollo Mundial
2012: Equidad de género y Desarrollo), Banco Mundial, 2011
4 Nationalencyklopedin (Enciclopedia Nacional sueca): http://www.ne.se/j%C3%A4mst%C3%A4lldhet
5 På lika villkor. Policy för jämställdhet och kvinnors roll inom svenskt internationellt utvecklingssamarbete 2012–2015 (Igualdad de oportuni-
dades. Política sobre la igualdad y el papel de las mujeres en la cooperación internacional sueca 2012-2015), Utrikesdepartementet (Ministerio
de Asuntos Exteriores sueco) 2010
6 El concepto identidad de género que se utiliza aquí, puede abarcar la “identidad sexual”, es decir, la vivencia personal de la propia pertenencia
a un sexo, por ejemplo, masculino o femenino, y la “manifestación sexual”, la manera en que las personas expresan su sexualidad mediante,
por ejemplo, la forma de vestir o el lenguaje corporal. Pero también puede referirse a las “expresiones transexuales”, que es el término que
utiliza la Ley sueca contra la discriminación cuando señala las causas de la misma, o a lo “queer” , que describe las dudas ante los modos de
comportarse que no se encuadran en los patrones sexuales y de género establecidos.
7 Puede definirse como la protección y el fomento de los derechos ciudadanos, políticos, económicos, sociales y culturales basándose en esos
factores. Requiere que se adopte un enfoque de género sobre los propios derechos, así como sobre el acceso a los mismos de mujeres, hombres,
niñas y niños, y sobre las estrategias relativas a la protección y fomento de los derechos de las personas. Véase, por ejemplo, Nahla Valji,
Gender Justice and Reconciliation, 2007 (Justicia de Género y Reconciliación): http://library.fes.de/pdf-files/iez/05000.pdf
8 El concepto justicia de género también se utiliza, entre otros, en redes ecuménicas mundiales, con la cual la Iglesia Sueca mantiene una
estrecha relación. Véase, por ejemplo, It will not be so among you - A Fatih Reflection on Gender and Power (Esto no será así entre ustedes :
Una Reflexión en la Fe sobre el Género y el Poder), Federación Luterana Mundial, 2009 . http://www.lutheranworld.org/lwf/wp-content/
uploads/2009/04/DMD-Gender_Power-SP-low.pdf
9 Cita extraída de Svenska kyrkans uppdrag i en global värld. Strategisk plan för Svenska kyrkans internationella verksamhet 2008 (La misión de
la Iglesia Sueca en un mundo globalizado. Plan estratégico para la cooperación internacional de la Iglesia Sueca 2008)

6 posicionamiento

La Iglesia Sueca tiene plena confianza en la capacidad de
todas las personas, pero para lograr la justica de género
y la equidad de género puede estar justificado prestar
especial atención a ciertos grupos. En los casos de des-
equilibrio de poder, donde las mujeres y las niñas están
subordinadas y marginadas en relación con los hombres
y niños, es importante favorecer y apoyar el empodera-
miento de mujeres y niñas,10 así como tomar medidas
de apoyo a dichos grupos. La equidad de género tiene
que ver con el poder y, en gran medida, con las normas,
los valores y los papeles sociales. Por tanto, también es
importante incluir a los hombres y niños para trabajar
cuestiones en torno a la masculinidad y el papel de los
hombres en relación con la justicia de género y la equi-
dad de género.
¿Por qué la justicia de género y la equidad de
género?
La justicia de género y la equidad de género son de-
seables por muchas razones. De forma simplificada se
puede decir que existen básicamente dos motivos:
1. Porque la justicia de género y la equidad de género
son un fin en sí mismos.
Se trata de la justicia entre grupos e individuos, de
respetar los derechos fundamentales de cada persona
con fin de que ninguna persona sea discriminada o
expuesta a la violencia o la opresión. Para la iglesia se
trata de afirmar y proteger la dignidad y los derechos
inalienables de todas las personas, como hijos e hijas
de Dios creados a su imagen y semejanza.
2. Porque beneficia a la sociedad y a todas las personas.
El Banco Mundial afirma que la equidad de género
favorece el desarrollo económico. Una mayor equi-
dad de género reduce la pobreza y el hambre, mejora
la salud y aumenta el crecimiento económico, y gene-
ra otros beneficios tanto para los niños y niñas como
para las personas adultas.11 En un contexto eclesiás-
tico afirmamos que una iglesia igualitaria e inclusiva
es la única que tiene posibilidades de ser una comu-
nidad abierta para todas las personas, relevante para
su tiempo, y en la que tengan cabida muchas voces
y enfoques que contribuyan a interpretar la fe y la
tradición.

10 La expresión inglesa “empowerment” traducida aquí como empoderamiento, no tiene una traducción exacta al español, pero se refiere a las
posibilidades intrínsecas o en desarrollo para gestionar la propia vida, a la capacidad de actuar, a la competencia y a la confianza de cada
persona en sí misma.
11 World Development Report 2012: Gender Equality and Development), (WDR 2012), (Informe de Desarrollo Mundial 2012: Equidad de
género y Desarrollo), Banco Mundial, 2011

posicionamiento 7
3. Posicionamiento de la Iglesia Sueca respecto
a la justicia de género y la equidad de género
El posicionamiento general12 es el siguiente:
1. La Iglesia Sueca se compromete a trabajar en favor
de la justicia de género e equidad de género13 junto
con las iglesias y organizaciones con las que coopera-
mos, y en las redes y foros en los que estamos presen-
tes . Para ello reconocemos, ponemos de manifiesto
y actuamos contra la opresión basada en el género y
contra los desequilibrios de poder en la iglesia y en la
sociedad.
género y la equidad de género. Cuestionamos la teo-
logía que se opone a la justica de género y la equidad
de género.
3. La Iglesia Sueca integra el enfoque de género14 en las
actividades de la cooperación internacional, de modo
que las decisiones van precedidas de un análisis de
género sobre las consecuencias de dichas decisiones
tanto para mujeres y hombres como para niñas y
niños.

La Iglesia Sueca pone en práctica este posicionamien-
to general mediante una serie de posicionamientos
estratégicos:
2. La Iglesia Sueca manifiesta su deseo de situarse en
una tradición teológica que fomenta la justicia de
género y la equidad de género. La teología legitima
tanto las manifestaciones culturales como las normas
religiosas en torno a la justicia de género y la equidad
de género y, en consecuencia, tiene una importancia
decisiva. La teología puede fomentar tanto la justicia
de género como la equidad de género a partir de su
afirmación de la misma dignidad inalienable de to-
das las personas y de su derecho a una vida plena.
La Iglesia Sueca considera que tanto hombres como
mujeres deben participar para alcanzar la justicia de
4. La Iglesia Sueca trabaja siguiendo el principio de la sa-
lud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR)15.
El principio SDSR comprende el derecho a decidir
sobre el propio cuerpo, la sexualidad, la convivencia,
la salud materna y las opciones reproductivas. Desde
el punto de vista teológico y eclesiológico16 la digni-
dad de todas las personas y nuestra responsabilidad
de ser una iglesia integradora guían a la Iglesia Sueca
en su interpretación del principio SDSR. La justicia
de género y la equidad de género también tienen con-
secuencias para la visión que la Iglesia Sueca tiene
del matrimonio,17 y para la afirmación de la diversi-
dad referente a la orientación sexual y a la identidad
de género. Asimismo son importantes para nuestro
planteamiento de la cuestión del VIH.

12 Se basa en este objetivo: La cooperación internacional de la Iglesia Sueca quiere trabajar para que una humanidad y un mundo sanado vivan en
el amor de Dios, que es el principio y fin de todas las cosas. Un mundo sanado es un mundo en el que impera la justicia de género y la equidad
de género, es decir, un mundo en el que el sexo, la identidad de género o la orientación sexual no sean causa de injusticias, opresión o discrimi-
nación.
13 El Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) 3 es un objetivo sobre la igualdad entre hombres y mujeres y, al mismo tiempo, una condición
para el resto de ODMs según, entre otros, el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
14 Definición del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC) 1997: “Integrar un enfoque de género es el proceso de evaluar las implica-
ciones de cualquier acción planificada para mujeres y hombres, incluyendo legislación, políticas o programas, en cualquier área y a todos los
niveles. Se trata de una estrategia para que las preocupaciones y experiencias de mujeres y hombres formen parte integral del diseño, implemen-
tación, seguimiento y evaluación de políticas y programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales, de modo que mujeres y hombres
se beneficien igualmente, y no se perpetúe la desigualdad. El fin último de la integración es lograr la equidad de género.”
15 Cuarta Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer; Beijing, Declaración y Plataforma de acción, (PFA) (1995) § 96: Dentro de los
derechos humanos de la mujer se incluye el derecho a controlar y a decidir libre y responsablemente sobre cuestiones relacionadas con su
sexualidad, incluyendo la salud sexual y reproductiva, sin sufrir coacciones, discriminación y violencia.
16 La eclesiología, “la ciencia de la iglesia”, trata de las implicaciones de ser iglesia y de la visión del concepto iglesia, es decir, de la interpretación
o de la aplicación práctica relacionada con las tareas y las actividades de la iglesia. Ser una iglesia integradora consiste en reconocer decidida-
mente la capacidad religiosa de todas las personas, invitándoles a participar y contribuir a la interpretación del concepto iglesia y a la misión de
ser iglesia.
17 Conforme a la resolución adoptada por la Asamblea General el 22 de octubre de 2009, la Iglesia Sueca manifiesta su deseo de apoyar y ben-
decir las relaciones estables entre dos personas adultas independientemente de su sexo, lo cual implica que tanto parejas de distinto sexo como
parejas del mismo sexo pueden contraer matrimonio en la Iglesia a partir del 1 de noviembre de 2009.

8 posicionamiento

5. La Iglesia Sueca combate la violencia basada en el
género (VBG)18 y la violencia sexual basada en el gé-
nero (VSBG) tanto en conflictos armados19 como en
tiempos de paz20. La VBG comprende, entre otros, el
comercio de personas, la VBG en relaciones próxi-
mas, la violencia por cuestiones de honor, y las cos-
tumbres perjudiciales como la mutilación genital
femenina (MGF) y el matrimonio infantil. La VBG
es un problema mundial permanente que sucede en
todos los países, en todas las regiones y en todas
las clases sociales. La VBG contra las mujeres es la
violación de derechos humanos más habitual que se
produce. Con frecuencia son víctimas de la VBG las
personas homosexuales, bisexuales, transexuales y
queer (personas LBGTI).21
6. La Iglesia Sueca fomenta la justicia de género y la
equidad de género para erradicar la pobreza y alcan-
zar la justicia económica. La ausencia de equidad es
una de las causas de la carencia de recursos econó-
micos, que afecta tanto a mujeres como a hombres,
al mismo tiempo que no puede entenderse como un
fenómeno independiente del género, ya que la discri-
minación de las mujeres genera y refuerza la carencia
de recursos económicos. La carencia de recursos eco-
nómicos es el mayor obstáculo para las posibilidades
de las niñas de recibir educación.22 La equidad de
género trata de las oportunidades de mujeres y hom-
bres en la sociedad y en la iglesia, al mismo tiempo
que el empoderamiento de las mujeres puede requerir
una mayor atención23 para mejorar así la situación de
éstas.
7. La Iglesia Sueca reconoce a mujeres y hombres como
actores sociales, económicos y políticos, así como lí-
deres y lideresas religiosas en la congregación y en la
sociedad, tanto en situaciones de conflicto como en
tiempos de paz.24 Existe un desequilibrio generaliza-
do de poder e influencia entre mujeres y hombres.
Como iglesia es importante que también las muje-
res sean lideresas religiosas, que interpreten los tex-
tos sagrados, que transmitan las tradiciones y que
ejerzan el pastorado,25 lo cual constituye tanto una
cuestión teológica como una cuestión de equidad de
género.
8. La Iglesia Sueca trabaja para ser un lugar de encuen-
tro que ofrezca equidad de género y seguridad.26 Por
tanto, el planteamiento básico de la Iglesia Sueca es
que todo abuso o explotación sexual dirigido tanto a
niños y niñas como a adultos es inaceptable y va en
contra de la visión cristiana del ser humano, la mi-
sión de la iglesia y la legislación sueca. Si una perso-
na ordenada al servicio eclesiástico comete un abuso
sexual, estará infringiendo sus votos de ordenación.

18 Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Artículo 1 1998. “VBG es cualquier acto de
violencia que produce como resultado, o es probable que produzca como resultado, daños o sufrimientos físicos, sexuales o psicológicos a las
mujeres, incluyendo las amenazas de dichos actos, las coacciones y la privación arbitraria de libertad, con independencia de si suceden en la
vida privada o en la pública”
19 Con frecuencia, en situaciones de conflicto tanto los agentes estatales como no estatales llevan a cabo o toleran la VBG.
20 Las resoluciones de las Naciones Unidas 1325 y 1820 son referencias válidas en relación con la VBG.
21 LGBT in development, a handbook on LGBT perspectives in development cooperation, (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales en evolu-
ción, un manual sobre puntos de vista de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales en la cooperación para el desarrollo) RFSL 2009, pg. 20
22 Power and privileges – on gender discrimination and poverty, (Poder y privilegios: acerca de la discriminación basada en el género y la pobreza)
Ministerio de Asuntos Exteriores sueco, 2004.
23 “Empowerment” en inglés. The Beijing Declaration and Platform for Action (La Declaración de Beijing y la Plataforma de Acción) (PFA)
(1995) es un documento importante sobre el empoderamiento de las mujeres.
24 La resolución 1325 de las Naciones Unidas destaca, entre otros aspectos, la participación de las mujeres como decisiva para la prevención de
conflictos, la resolución de los mismos y el restablecimiento de la paz.
25 Documento de la Federación Luterana Mundial (2009), que destaca el liderazgo de las mujeres y la ordenación de las mujeres.
26 Vad gör vi nu? Bemötande och förebyggande av sexuella övergrepp (2011) (¿Qué hacemos ahora? Tratamiento y prevención de los abusos
sexuales) Iglesia Sueca, Juventudes de la Iglesia Sueca y Organización empresarial de la Iglesia Sueca.

posicionamiento 9
4. La Iglesia Sueca como agente de la justicia
de género y la equidad de género
La Iglesia Sueca participa activamente en una serie de
foros, a nivel local, regional y mundial. Estamos en con-
tacto con personas en congregaciones y diócesis a lo
largo y ancho de Suecia y mantenemos relaciones con
iglesias y organizaciones de todo el mundo. Estamos
presentes en redes eclesiásticas e interconfesionales y
trabajamos activamente en la cooperación internacio-
nal para el desarrollo, en la ayuda humanitaria y en las
campañas de difusión e incidencia. Creemos que, junto
con la iglesia universal y todas las personas que deseen
participar, estamos llamados y llamadas a trabajar a ni-
vel mundial y local por un mundo renovado y justo.
Esta sección describe el tipo de participación que la Igle-
sia Sueca se esfuerza por desarrollar en los foros en los
que estamos presentes. La humildad y la franqueza de-
ben ser elementos esenciales del papel a desempeñar por
la Iglesia Sueca en el terreno de la justicia de género y la
equidad de género.
La Iglesia Sueca quiere desafiar y poner en tela de juicio
estructuras injustas y desequilibrios de poder en la igle-
sia y la sociedad, suscitar preguntas y generar diálogo.
La Iglesia Sueca puede decidir ser una voz profética y
posicionarse siempre en favor de una sociedad equita-
tiva e igualitaria, a partir del convencimiento de que el
Dios de la Vida no se conforma con menos. Esto supone
un reto para la propia Iglesia Sueca y para los demás,
ya que el poder es una dimensión presente en todos los
encuentros humanos y en todas las relaciones.
La Iglesia Sueca quiere llevar la iniciativa y está dispues-
ta a tomar el liderazgo del trabajo en favor de la justicia
de género y la equidad de género, tarea que llevamos a
cabo como parte del cuerpo de Cristo, junto con otras
personas. Tanto hombres como mujeres son parte de
este cuerpo. Queremos unir esfuerzos en la iglesia y la
sociedad para combatir la opresión y los desequilibrios
de poder, puesto que creemos que el Reino de Dios sólo
puede abrirse camino cuando todas las personas se to-
men en cuenta y sean escuchadas. La Iglesia Sueca tiene
la oportunidad de situarse en una posición única para
10

tomar la iniciativa en favor de la justicia de género y la
equidad de género tanto en contextos religiosos como
laicos, a través de las redes y foros en los que t­ rabajamos.
La Iglesia Sueca quiere caminar con mujeres, hombres,
niños y niñas de distintas edades, orientaciones sexua-
les, identidades de género y con diferentes manifestacio-
nes de su sexualidad, que quieran afirmar su dignidad
y derechos inalienables. Creemos que Jesús actuó para
que las personas vivieran en comunión. Jesús comió y
caminó junto a personas a quienes la sociedad rechaza-
ba y excluía. Con Cristo como imagen queremos afir-
mar la alegría de ser humanos y la riqueza que conlleva
la diversidad. Existen muchas maneras de ser humanos.
La Iglesia Sueca no se posiciona en contra de nadie, sino
que está en favor de las personas discriminadas a quie-
nes se les niegan sus derechos.
La Iglesia Sueca cree en la capacidad de todas las perso-
nas para interpretar su propia vida, para ser cocreado-
ras con Dios y para asumir la responsabilidad de su pro-
pio desarrollo. Esta capacidad puede verse reprimida y
anulada si no se le proporciona a las personas la posi-
bilidad de hacerla realidad. Por tanto, queremos apoyar
la capacidad de las personas para afirmar sus derechos
y para tener poder sobre su propia vida, manutención
e identidad. Queremos poner en cuestión y generar es-
pacios de diálogo acerca de los desequilibrios de poder
y los valores a nivel individual y estructural que niegan
los derechos, responsabilidades y dignidad de las perso-
nas. Un orden dado por personas con autoridad sobre la
vida de otras, y que se describe como dictado por Dios,
no podrá ponerse en tela de juicio si a la misma vez no
se cuestiona quiénes tienen derecho a interpretar la fe,
las escrituras y la tradición. La Iglesia Sueca quiere tra-
bajar para que la iglesia universal proporcione a muchas
y variadas personas la posibilidad de interpretar, trans-
mitir y poner en tela de juicio sus tradiciones religiosas
y los textos sagrados.
posicionamiento
5. Conclusión
El presente documento de posicionamiento funciona
como un punto de partida para el trabajo práctico de
integrar un planteamiento consciente respecto al género
y el desequilibrio entre género y poder27 en todo el tra-
bajo que se desarrolla en los ámbitos de la cooperación
internacional, la ayuda humanitaria, las campañas de in-
formación e incidencia y la cooperación ecuménica, con
el fin de contribuir a un cambio de rumbo que conduzca
hacia la justicia de género y la equidad de género plenas.
La consecuencia del presente posicionamiento es que,
partiendo del mismo, diseñemos directrices y herra-
mientas prácticas para integrar el análisis de género en
nuestro trabajo. El propósito del análisis de género es
poner en evidencia la relación entre género y poder,
y señalar así las desigualdades entre mujeres, hombres,
niñas y niños respecto al acceso a los recursos, las opor-
27 Desequilibrio entre género y poder es una denominación de la sociología para los sistemas sociales en los que las mujeres como grupo están
estructuralmente subordinadas a los hombres como grupo.
posicionamiento
tunidades, las dificultades y el poder en un contexto
­determinado, así como la manera en que las normas, pa-
peles sociales y relaciones están vinculadas al género. La
experiencia probada y el aprendizaje constante a partir
del trabajo práctico en colaboración con las copartes,
constituye una base válida e importante para continuar
la reflexión y el análisis.
La Iglesia Sueca quiere reconocer, poner de manifiesto y
actuar contra la opresión basada en el género y contra
los desequilibrios de poder en la iglesia y en la sociedad.
Tomando como punto de partida una teología que fo-
menta la vida, la Iglesia Sueca se posiciona en favor de
la justicia de género y la equidad de género para traba-
jar , en su papel de actor internacional, por un mundo
sanado y una iglesia inclusiva.
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La Iglesia Sueca es miembro de la Alianza ACT, Action by Churches Together.

La Alianza ACT es una comunidad global de iglesias y organizaciones relacionadas
que colaboran en los ámbitos de la cooperación para el desarrollo a largo plazo, la
ayuda humanitaria y las campañas de concienciación e incidencia.