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El sacerdocio de Cristo

Gustavo Baena, S.J. *

Durante siglos, y cuando se ha- I. VISION DE CONJUNTO EN


blaba de sacerdocio en la Iglesia EL NUEVO TESTAMENTO
católica, se entendía el sacerdocio
de los presbíteros y este a su vez El Nuevo Testamento es suma-
como idéntico al sacerdocio de mente parco al referirse a las cate-
Cristo; muy poco se hablaba del gorías sacerdotales del Antiguo Tes-
sacerdocio de los cristianos y se le tamento y del Judaísmo. Más aún,
consideraba de alguna manera aná- bajo el aspecto ritual es más bien
logo o derivado del sacerdocio contrario.
de los presbíteros.
Más directamente al caso que nos
Las cosas han cambiado en los ocupa, los Evangelios nunca aplican
últimos tiempos, sobre todo a par- a Jesús el término sacerdote, ni
tir del Concilio Vaticano 11, en don- es del todo claro que Jesús se ofre-
de se insiste en la naturaleza y fun- ció como sacrificio, ni menos aún,
ción del sacerdocio común de los en categorías del ritual sacerdotal.
cristianos. Pablo ignora por completo la ex-
presión sacerdote o sumo sacerdote.
El propósito de esta exposición Ninguno de los documentos del N. T.
es mostrar desde la Revelación en da el título de sacerdote a ninguno
qué consiste propiamente el sacer- de los ministerios allí configurados.
docio de Cristo y en consencuen- Solo unos pocos textos del N.T.
cia el de los cristianos. nos hablan de sacerdocio y sacer-

Profesor de S. Escritura, Facultad de TeOlogía, Universidad Javeriana, Bogotá.

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dotes, pero para referirse a la comu- legítimo situarla poco antes del
nidad cristiana y a los cristianos año 70(2).
(1 P2, 5.9; Apl,6; 5,10; 20,6).
Muy temprano la Iglesia primiti-
Solamente la Carta a los Hebreos va supuesta la fe en la resurrección,
y en numerosas ocasiones, aplica y cuando sus comunidades eran
a Jesús el título de Sacerdote y en su mayoría de judíos converti-
Sumo Sacerdote; más aún, entiende dos, empezó a anunciar a Jesús
la muerte de Jesús como sacrificio como Salvador y esto en cuanto
y en categorías cultuales sacerdo- cumplimiento de la Salvación pro-
tales. metida en el A.T. Era por lo tanto
obvio, en ese mismo empeño, iden-
Con esto estamos afirmando que tificar a Jesús con los modelos de
Cristo como sacerdote es ante todo las figuras salvíficas que abundaban
cuestión de la Carta a los Hebreos en el medio judío de la época;
y es allí donde sería necesario en- testimonio de ello es la literatura
contrar no solo el por qué y el para rabínica y apocalíptica fuertemente
qué se le llama sacerdote, sino algo arraigada en los textos mismos del
más, cuales son los contenidos A.T. Por eso muy temprano en la
reales que constituyen ese sacer- Iglesia primitiva, a Jesús se le iden-
docio de Cristo. tificó con el Hijo del Hombre o
con el Profeta escatológico o se
le llamó el Hijo de David, el Cristo,
11. ¿POR QUE LA CARTA A LOS el Señor.
HEBREOS TIENE TANTO
INTERES EN APLICAR A Pero entre estas figuras salvífi-
JESUS EL TITULO DE SA- cas estatológicas también ocupaba
CERDOTE O SUMO SACER- un lugar preponderante la figura
DOTE? del Sumo Sacerdote escatológico,
común no solo en la comunidad de
Para la crítica exegética actual Qumram sino en documentos como
es bastante aceptable la siguiente Los Testamentos de los Patriarcas.
afirmación, sintética: La Tradicio-
nalllamada Carta de San Pablo a los De allí entonces la pregunta,
Hebreos, ni es de Pablo, ni es carta, por qué la comunidad cristiana pri-
ni es a los Hebreos; parecería mejor mitiva no se decidió desde un prin-
llamarla un sermón sacerdotal diri- cipio a identificar a Jesús con esa
gido a un grupo de cristianos(l). figura salvífica de Sumo Sacerdote
de los tiempos mesiánicos y por
Además este documento es bas- qué sí lo hizo tan tardíamente
tante tardío con relación a la prime- como aparece en la Carta a los
ra comunidad cristiana. Quizás sería Hebreos?

(1) A. VANHOYE, El Mensaje de la Carta de los Hebreos, Estella (Navarra) 1978, p. 6s.

(2) La datación no es unánime, muchos exegetas serios prefieren una fecha aún posterior.

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Varias razones pueden justificar acercarlo a ese grupo; era de la tribu
esta reticencia. Para los primeros de Judá. Era un laico dentro de su
cristianos las relaciones entre su fe propia religión judía.
en Jesucristo y la institución sa-
cerdotal judía eran no solo tensas, Los rasgos de su vida, sus gestos
sino lejanas y hasta opuestas. Los y el contenido de su anuncio lo
seguidores de Jesús y aún judíos acercan más definitivamente a la ac-
piadosos tenían que ver, con tividad profética tradicional del
grandes reservas y preocupaciones, A.T. Más aún, los Evangelios mues-
una clase sacerdotal y una institu- tran a un Jesús opuesto a una con-
ción sacerdotal, en una historia cepción ritual de la religión y a una
no muy lejana, con grandes sombras manera exterior y convencional de
de deshonestidad, de indebida mez- entender la santificación (Mt 9,
cla de poder religioso y poder po- 10-13; 12, 1-13; 15, 1-20; Jn 5,
lítico en la persona misma del su- 16-18; 9-16).
mo Sacerdote y de forcejeos gro-
seros y maquinaciones políticas por Ahora nos preguntamos, por qué,
alcanzar ese mismo poder. Piénse a pesar de estos signos negativos,
por ejemplo en el caso unaudito la comunidad cristiana primitiva,
de la helenización del culto judío aunque tardiamente, sí tuvo interés
al amparo de sumos sacerdotes y en relacionar a Jesús con el sumo
en la arbitraria usurpación del sumo sacerdocio mesiánico?
sacerdocio por parte de los Asmo-
néos. Piénse, en fin, en una institu- Para A. Vanhoye la razón central
ción sacerdotal cuyos jefes supre- es el cumplimiento de las Escritu-
mos promovieron y desataron la ras. "Se trata de una profundiza-
condenación a muerte de Jesús y ción auténtica que hizo necesaria
la llevaron a cabo en componen- una cuestión ineludible. En efecto,
das políticas con la autoridad ro- normal al principio, esa omisión
mana de Jerusalén! no podía prolongarse sin crear nue-
vos problemas. Provocaba interro-
gantes que cedían en desventaja
Uno de los principios subyacen- de la fe cristiana. Era acaso una re-
tes, quizás el más significativo, ligión sin sacerdocio la que esta fe
que tuvieron los primeros cristia- introducía? Formaban los cristianos
nos para identificar a Jesús con las una comunidad que prescindía de'
figuras salvíficas escatológicas, era sacerdocio? Era admisible una situa-
la analogía o acercamiento real de ció semejante? No podía bastar
la actividad del Jesús histórico una respuesta evasiva, ya que estas
con la figura del modelo en cues- cuestiones ponían en juego una
tión. Ahora bien, la persona de pretensión fundamental de la fe
Jesús y su actividad estaban muy cristiana. Esta proclamaba y sigue
lejos de lo típico sacerdotal ence- proclamando que Cristo cumplió
rrado en esa figura escatológica. las Escrituras, que realizó con toda
perfección los designios de Dios
Jesús no era de familia sacerdo- anunciados en el A.T. Pero cómo
tal, ni se dieron tentativas para sostener esta afirmación si el mis-

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terio de Cristo quedaba comple- ban presionados porque era la co-
tamente desprovisto de la dimen- munidad de los últimos tiempos.
sión sacerdotal que ocupa un lugar
tan amplio en el A.T.?(3). Pero lo que ocurría en Qumram
era también común entre algunos
Todavía se debe añadir otra grupos de fariseos contemporáneos
razón de fondo que persuade más de Jesús. "La gran mayoría de es-
de un orden práctico, al identificar tos grupos son seglares que se reú-
a Jesús con el sumo sacerdote nen en pequeños círculos piadosos.
mesiánico. El Estatuto de estos grupos deja
transparentar la preocupación por
De hecho la Secta de Qumram constituir la auténtica comunidad
se había formado como un recha- mesiánica sacerdotal, el auténtico
zo a la usurpación, con fines po- Israel... Ellos pretenden ser... los
líticos, del sumo sacerdocio de santos de Dios, los perfectos del
Jerusalén, por parte de Jonatán camino, la comunidad de hombres
y sus sucesores. La intención de de santidad perfecta, los hijos
la Secta era vivir a radicalidad un de la justicia, santos de los santos,
judaismo en toda su pureza, ajeno el auténtico pueblo de Dios, el Is-
a maquinaciones políticas, sobre rael del fin de los tiempos"( 4).
todo en lo que se refería a la ins-
titución sacerdotal y a la institu- Sin duda muchas normas de
ción del sábado. pureza legal extrema o prohibi-
ciones o exigencias radicales que
Juega capital importancia para se prescribían para un mejor cum-
nuestro objetivo el hecho mismo de plimiento del sábado, estaban inspi-
la finalidad buscada por la secta radas en las exigencias que eran
de Qumram: Querían ser, dentro propias de los sumos sacerdotes en
del marco de la Apocalíptica, el el Sancta Sanctorum. Esto sigini-
tipo de la comunidad santa de los ficaba que la santidad ideal de los
últimos tiempos, identificada a la últimos tiempos para la comunidad
vez, como una comunidad mesiáni- mesiánica estaba tipificada por la
ca de tipo sacerdotal. Esto implica- conducta y pureza del sumo sacer-
ba, que todos sus miembros, así dote.
fueran laicos, estaban obligados a
observar la misma compostura y Cabe preguntarse si esta tenden-
santidad legal que era común a los cia de la comunidad de santos, de
sacerdotes en el tiempo de su ser- perfectos, hecha toda a imagen del
vicio en el templo; por eso eran sumo sacerdote en función, no so-
precisamente una comunidad sacer- lamente suavizaba la separación en-
dotal y a una santidad extrema esta- tre el sumo sacerdote y el resto de

(3) lb. p. 16; Pr~res anciens, pn?tre nouveau selon le Nouveau Testament, París 1980, pp 5 ss.

(4) J. JEREMIAS, Originalidad del Mensaje del Nuevo Testamento, en ABBA El mensaje Central
del Nuevo Testamento, Salamanca, 1981, p. 333.

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la comunidad, separaClOn que era paración entre el sacerdote y el
indispensable para la eficacia del pueblo (el pueblo no puede entrar
sacrificio expiatorio, sino que im- en el santuario, solo el sumo sa-
pulsaba a una imitación en cuanto cerdote estaba autorizado para
a su compostura y santidad legal. ello); separación entre el sacerdote
y la víctima (el sacerdote no puede
Todas estas consideraciones per- ofrecerse así mismo, porque él es
suaden del por qué, aunque tardia- pecador y por eso ofrece la vícti-
mente el autor de la carta a los ma); la víctima no puede ofrecerse
Hebreos tiene tanto interés en iden- así misma, porque es un animal;
tificar a Jesús con el sumo sacer- finalmente la imposibilidad de una
dote de los tiempos mesiánicos. verdadera unión entre la víctima
y Dios, ya que un animal no puede
III. CONTENIDO REAL DEL SA- obtener una auténtica comunión
CERDOCIO DE CRISTO EN con Dios"( 5). En consecuencia, el
LA CARTA A LOS HE- sacrificio expiatorio es incapaz de
BREOS perdonar el pecado.

Ya anotábamos más arriba que la En el caso del sacrificio de Jesús


razón de ser de la identificación todas las separaciones quedan aboli-
de Jesús con la figura del modelo das. Cristo se ofreció él mismo
del sumo sacerdote mesiánico, no (He 7,27; 9,14,25) sin necesidad
podía estar en las analogías o acer- de una víctima fuera de él, porque
camientos que podrían existir entre él mismo era víctima pura, sin pe-
la figura y funciones del sumo sa- cado; la fuerza del perdón no po-
cerdote y la persona y actividades día, pues, quedarse en él, porque
de Jesús. no era pecador, la fuerza del per-
dón tenía que caer sobre el pecado
Para la Carta a los Hebreos el de todos los hombres. La separa-
punto hacia el cual confluye toda la ción entre Jesús sacerdote y el pue-
razón de comparación entre Jesús blo también quedaba suprimida ya
y el sacerdocio antiguo es la real que su sacrificio fue un acto de co-
eficacia del sacrificio expiatorio, munión solidaria con los hombres.
pero uno y otro desatan U!1a serie
de actuaciones de tal manera que "El cual habiendo ofrecido en los
proceden a la inversa y logran efec- días de su vida mortal ruegos
tos contradictorios. y súplicas con poderoso clamor
y lágrimas al que podía salvarle
La función central del sacerdote de la muerte, fue escuchado por
en el culto antiguo era el sacrifi- su actitud reverente, y aún sien-
cio expiatorio y en razón de este se do Hijo, con lo que padeción
desplegaba todo un mecanismo de experimentó la obediencia y lle-
pureza legal y de separación: "Se- gado a la perfección, se con-

(5) A. VANHOYE, Sacerdote commun et sacerdoce ministériel, NRTh, XCVII (1975) 195.

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virtió en causa de salvación rendir culto al Dios vivo". (9,14).
eterna para todos los que le obe- Obediente hasta la muerte (10,
decen" (He 5,7-9). 5-10).

La Carta a los Hebreos obser- Pero esta fidelidad a la voluntad


va que el culto antiguo era ritual, de su Padre eran cosas concretas;
exterior, convencional e ineficaz; "capaz de compadecerse de nuestras
mientras que el culto inaugurado debilidades" (4,15) "Capaz de ser
por Jesús es real, personal, existen- indulgente con los ignorantes extra-
cial y eficaz. viados, porque a él también la de-
bilidad lo cerca". (5,2) "En los
En consecuencia, entre el sacer- días de su vida mortal ofreció
docio antiguo y el de Cristo no hay oraciones y súplicas a gritos y con
semejanzas reales, solo queda una ca- lágrimas" (5,7). "Sufriendo apren-
tegoría: "sacerdocio" y "sacrificio" dió a obedecer"( 5,8).
pero con contenidos diferentes y
hasta opuestos. En conclusión según la carta a
los Hebreos el ministerio sacerdo-
Hebreos anuncia las caracterís- tal de Jesús fue una obediencia
ticas constitutivas del sacerdocio de incondicional a Dios su Padre, que
Cristo o sea la razón por la cual el consistió en una solidaridad con el
autor quiere llamar sacerdote a dolor humano hasta la muerte.
Cristo: Fidelidad y Misericordia. Más aún, esa entrega total al servi-
cio de la misericordia es la que lo
''Por eso tuvo que asemejarse consagra sacerdote, lo transforma
en todo a sus hermanos, para uniéndolo perfectamente a Dios y
ser misericordioso y sumo sa- lo constituye en fuerza capaz de
cerdote fiel en lo que toca a Dios, perdonar el pecado. "y llegado a
en orden a expiar los pecados la perfección se convirtió en causa
del pueblo" (He 2,17). de salvación eterna" (5,9).

Estas dos características se impli- Por eso la mediación de Jesús


can y se identifican en Jesús. obediente hasta la muerte es digna
de fe y confiable.
Hebreos insiste en la fidelidad
de Jesús a su Padre. "No tenemos
un Sumo Sacerdote que no pueda IV. RELACION DE LA CRISTO-
compadecerse de nuestras flaquezas, LOGIA SACERDOTAL DE
sino probado en todo igual que no- HEBREOS CON LAS CRI~
sotros menos en el pecado" (He TOLOGIAS ANTERIORES.
4,15) "Así es el Sumo Sacerdote
que nos convenía: santo, inocente, Si decimos que el fondo de la
incontaminado" (7,26). Cristología sacerdotal de Hebreos
está en que la muerte de Cristo
Se ofreció así mismo sin mancha es el único sacrificio capaz de per-
a Dios, purificará de las obras donar el pecado, o sea, es la única
muertas nuestra conciencia para causa de salvación, no estamos di-

442 EL SACERDOCIO DE CRISTO


ciendo nada nuevo con relación Ahora bién, estas cristologías
a las cristologías precedentes; esta no son otra cosa que una toma de
era la fe tradicional de la Iglesia sentido, o una respuesta de fe a
primitiva, a saber, que la muerte la realidad histórica de Jesús de
y resurrección de Jesús tienen Nazaret. Como si nos preguntá-
valor salvífica; solo que Hebreos ramos, cual es la realidad históri-
quiere ver en la muerte de Cristo ca implicada en la Carta a los He-
como sacrificio un ministerio que lo breos? o en otras palabras, si He-
consagra como sacerdote y en la breos considera a Jesús como Sa-
resurrección y exaltación a la dere- cerdote, cómo desplegó su minis-
cha del Padre, el reconocimien- terio o servicio sacerdotal? Qué
to divino de la fuerza del sacri- fue lo que Jesús realmente hizo
ficio, es decir del sacrificio perso- para que el autor de Hebreos le
nal de Jesús que tiene un valor diera el título de Sacerdote?
decisivo y definitivo por el amor
demostrado a los hombres y la fi- Parecería, a primera vista, que
delidad a Dios(6). estuviéramos volviendo ingenuamen-
te a lo que venimos diciendo más
Podríamos interrogarnos, por qué arriba, a saber, que Cristo es sacer-
razón en los documentos del N.T. dote por haber llevado una vida
a excepción de los Evangelios, entregada en solidaridad con los
todo se centra sobre la muerte hombres hasta la muerte con lo
y resurrección de Cristo y con un cual llegó a su perfección y se sen-
tratamiento tan conceptual y tan tó a la diestra de Dios Padre. Sin
universal mientras que por otra embargo, lo que pretendemos expli-
parte se silencian los hechos de la car es, cuales fueron las actuacio-
vida real de Jesús. nes específicas que concretaron ese
ministerio sacerdotal. Incluyendo
Pero esto es bien explicable; allí la misma muerte.
el contenido fundamental de la pri-
mera predicación cristiana fue la Además por regla general todo el
muerte y resurrección. Bien signi- N.T., sobre todo Pablo, Marcos y
ficativo es además, y coherente la misma carta a los Hebreos, deja
con lo anterior, el hecho de que entender que por la muerte de
los relatos más antiguos de los Jesús se entiende toda la encarna-
Evangelios son precisamente los re- ción; es la muerte la que integra,
latos de la pasión y muerte vistos da sentido y es comprensiva de toda
bajo la fe en la resurrección. Por eso la vida y actividades de Jesús.
era obvio que el centro de las cris-
tologías más primitivas del N. T. Sería imprudente pretender decir
inclusive esta misma de Hebreos, en breve y con certeza lo que la
estén fundadas sobre la muerte exégesis, o pone en claro, o en
y resurrección. sospecha sobre la real actividad de

(6) SCH I LLEBEECKX, E,. Cristo y los Cristianos Gracia y Liberación, Madrid 1982, p. 262.

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Jesús. Sin embargo, recurriendo a fueron comprendidos por la Igle-
esa misam exégesis, se percibe un sia apostólica como curaciones de
sentir común sobre elementos tan Jesús que respondían a una peti-
centrales como estos: ción de misericordia (Jesús, ten
misericorida de mi); o en otros
Que la predicación de Jesús se términos, Jesús, en estos milagros,
centra en el anuncio del Reino es expresamente entendido como la
de Dios. misericordia misma de Dios que
llega en forma concreta a este
Que en coherencia con ese anun- mundo.
cio Jesús desata una praxis de
caridad (misericordia). En el lenguaje de los tiempos de
Jesús "misericordia" es un término
Luego de una exégesis, ante ampliamente conocido y expresa de
todo de las parábolas del Rei.no de manera densa la totalidad de las
Dios, y de otros textos del N.T., expectativas de la época mesiá-
teniendo en cuenta el contenido nica y su contenido acumulado
salvífico de algunas espectativas de desde siglos a través del A.T. po-
grupos fariseos cercanos al pensar dría enunciarse así: La misericor-
de Jesús, se podría formular con dia es el amor típico de Dios que
brevedad que Reino de Dios en la se inclina humildemente sobre los
mente de Jesús es la misma acción débiles para levantarlos. (Ps. 113).
creadora de Dios en el hombre,
en cuanto que busca una obedien- A juzgar por estos cuatro relatos
cia a la misma, de tal manera que se percibe que la Iglesia apostóli-
al reinar en ese hombre, le convier- ca vio a Jesús como la solidaridad
te en un instrumento dócil que da de Dios mismo con los miserables
testimonio de la presencia actuan- para levantarlos, o de otra manera,
te de Dios en el mundo. Jesús hace lo que Dios es, miseri-
cordia. Recuérdese nuevamente que
Por otra parte, un buen volumen una de las características constitu-
de la actividad de Jesús en su vida tivas del ministerio sacerdotal de
pública está testimoniada en los re- Jesús, según Hebreos, era justamen-
latos de los Evangelios sobre los te el ejercicio de la misericordia. (H
milagros. 2,17)

Cuatro de estos milagros de los La verdad central, repitámoslo,


Sinópticos merecen una particular de la Carta a los Hebreos está en la
atención: El ciego de Jericó (Mt eficacia definitiva del sacrificio de
20,29-34 par); La curación de la Cristo para perdonar el pecado.
hija de la mujer cananea (Mt 15, Pero este dogma es sencillamente
21-28 par). El endemoniado epi- el eje de todos los bloques literarios
léptico (Mt 17, 14-20 par.) y Los del N.T. Que la finalidad de la ac-
diez leprosos (Lc 17,11-19). ción salvífica de Cristo sea el per-
dón del pecado es doctrina común
Los relatos en cuanto tales de de los Sinópticos, de Juan, de los
estos cuatro milagros muestran que Hebreos, de Pablo, de las Cartas

444 EL SACERDOCIO DE CRISTO


católicas y en fin, del mismo He- pecado y perdón propia de la lite-
breos. Cuando estos documentos ratura postexilica del A.T. y del
hablan del valor soteriológico de la judaismo, y utilizando el verbo
muerte y resurrección, en este sen- afienai y el sustantivo afesis, o bien
tido, tienen también en mente, en un aparato conceptual mucho
y sobre todo, el valor soterioló- más fino, sobre todo en las grandes
gico de la actividad real de Jesús Cartas paulinas.
de Nazaret, o en términos de He-
breos, el ministerio sacerdotal de Pablo parece evitar deliberada-
Jesús, hemos llegado, me parece, mente la categoría "perdón del
a clarificar tres elementos centrales: pecado" en los términos griegos
Jesús anuncia un Reino de Dios, en antes anotados, para no exponer
consecuencia con ello desata una el acto salvífica de Cristo a una in-
praxis de misericordia y finalmen- terpretación meramente jurídica y
te, Jesús perdona el pecado. ritual y recurre a su visión propia
de la justificación y de la reconci-
Se trata aquí de tres entidades liación en términos de dikaiosyne
diferentes, o bien, todas tres cons- y katallage. Bultman al respecto
tituyen una misma realidad que so- afirma: "Esto significa que la con-
lamente puede acontecer en el fun- cepción jurídica del perdón no es
cionamiento vital de estos tres exacta, porque no es un simple
elementos juntamente? condonar la pena debida a culpas
pasadas. El perdón escatológico
Veamos, pues, cómo se verifica se abre directamente al futuro"(7).
la articulación orgánica de estos
tres elementos y así aparecerá en La salvación es una acción de
su más limpia realidad el funcio- Dios gratuita (Rm 5,21), que tiene
namiento concreto del ministerio lugar en Jesucristo muerto y resu-
sacerdotal de Cristo. citado (Rm 5,15). Es el poder mis-
mo de Dios que obra en sentido
Quizás sea más conducente mos- contrario al poder del pecado y que
trar en primer lugar la relación que suplanta su soberanía (Rm 3,21-
existe entre el Reino de Dios anun- 26; 5,s). El creyente por su fe se
ciado por Jesús y el perdón del abre a la acción de esa fuerza de
pecado. Dios (Rm 1,16) que es el Espíritu
mismo de Cristo para obrar libre-
Hemos visto antes que el objeti- mente en él y establecer allí su so-
vo fundamental de la acción reden- beranía (Gal 4,6: Rm 8,14 ss).
tora en todo el Nuevo Testamento
era el perdón del pecado. Pero este Con esta doctrina de la justifi-
dogma fue expresado en diversas cación lo que se nos está revelando
concepciones y categorías: O bien es el mecanismo del perdón del pe-
en una forma menos elaborada, cado en el verdadero sentido cris-
muy cercana a la concepción de tiano, es decir, ni el de la literatu-

(7) R. BULTMANN., Art. afiemi, ThW, 1,509.

GUSTAVO BAENA, S.J. 445


ra tardía del A.T. ni el del judais- Quizás estemos tentados a pensar
mo. Breve, el perdón cristiano que Jesús cuando dice según los
sucede por la soberanía o invasión Evangelios: "Perdonados te son
de la acción de Dios por Jesucristo tus pecados", está en un orden me-
y en Jesucristo, en la medida que ramente espiritual y trascendente;
el creyente se acoge a ella humilde mientras que cuando dice: Levánta-
e incondicionalmente. te, anda, que tus ojos vean, que tus
oidos se abran, queda limpio etc.
Si ahora volvemos a mirar el está en otro plano, el material, el
Reino de Dios anunciado por temporal, desvinculado del orden
Jesús, tal como se percibe en las espiritual y trascendente. En otros
parábolas y lo comparamos con la términos, el ejercicio de la miseri-
justificación predicada por Pablo, cordia estaría separado del perdón
es fácil concluir que se trata de una del pecado.
misma realidad: Jesús habla de la
acción creadora de Dios que esta- Sin embargo, tal como aparece
blece su soberanía en el hombre la actividad de Jesús en los Evange-
para transformarlo desde dentro; lios, Reino de Dios-perdón del pe-
solo que para Pablo esa acción cado y milagros tienen una muy es-
creadora de Dios es algo muy con- trecha relación. Para la Iglesia apos-
creto, la acción salvadora de Dios tólica como interpretación del sen-
en Jesucristo y por Jesucristo. Es tido de Jesús, el Reino de Dios es
decir, según Pablo lo que Jesús el mismo Jesús, o en otra forma,
anuncio fue lo que realmente hizo, Jesús es la misericordia de Dios
eliminar el pecar del hombre. en persona que llega a este mundo,
se acerca concretamente, físicamen-
Pasemos a la relación Reino de te al hombre, lo toca en su tempo-
Dios-perdón y los milagros de ralidad y en su carne, para que se
Jesús. Decíamos que Jesús desa- entregue confiado e incondicional
rrolló un ministerio consecuente a esa misma acción de Dios y lo
con el Reino de Dios que anuncia- convierte en lo que Dios es, la mi-
ba y ese ministerio era ante todo sericordia; este es el hombre perdo-
una praxis de misericordia. nado, a su vez capaz de miseri-
cordia.
Si, pues, ese Reino de Dios iba
encaminado a enderezar la interio- Vale decir, la misericordia abre
ridad del hombre a base de Reino las posibilidades de Dios mismo
o Soberanía o invasión de Dios, en el hombre, transformándolo,
eso significa que la praxis de mise- cambiando su ser de pecador, per-
ricordia iba también ecaminada ha- donándolo. De allí entonces, donde
cia esa misma finalidad, el perdón. no hay misericordia o caridad hu-
milde (1 Cor 13, 4-7) que se incli-
Ahora bien, el ejercicio de la na para tocar solidariamente el do-
misericordia desatado por Jesús es- lor humano, no habrá tampoco po-
tá, al menos coml) volumen, conte- sibilidades, ni de soberanía o Reino
nido en sus milagros y precisamente de Dios, ni liberación del pecar del
los de curaciones de orden temporal. hombre.

446 EL SACERDOCIO DE CRISTO


Al principio nos habíamos hecho tuyó la consagración sacerdotal de
esta pregunta: Para qué la Carta Jesús, esto es, una obediencia
a los Hebreos, aunque tardiamen- incondicional a la voluntad de Dios
te, habría propuesto esta identifi- que lo lanza a un ministerio de so-
cación de Jesús con el sumo sacer- lidaridad con el dolor de sus herma-
dote mesiánico? Y a propósito nos.
habíamos mencionado el hecho de
la secta de Qumram y de algunos La Carta dice expresamente:
grupos fariseos: Según ellos la co- "Teniendo, pues, hermanos, plena
munidad escatológica debería ser seguridad para entrar en el suntua-
sacerdotal, es decir, de una tal pu- rio, en virtud de la sangre de Jesús,
reza y santidad, tal como sería la por este camino nuevo y vivo inau-
pureza y santidad del sumo sacer- gurado por él para nosotros, a atra-
dote durante el tiempo de sus fun- vés del velo, es decir su propia
ciones. carne, y con un sumo sacerdote al
frente de la casa de Dios, acerqué-
No cabría, acaso, preguntarse, si monos con sincero corazón en ple-
precisamente Hebreos pensaba tam- nitud de fe, purificados los cora-
bién en la Iglesia como comunidad zones de conciencia mala y lava·
escatológica y sacerdotal y cada dos los cuerpos con agua pura,
uno de los cristianos tendría que mantengamos firme la confesión dE
buscar el mismo estilo de pureza la esperanza, pues fiel es el autor
y santidad de Jesús sumo sacerdote, de la promesa. Fijémonos los unm
a saber, fidelidad incondicional a en los otros para estímulo de la
Dios Padre y solidaridad miseri- caridad y las buenas obras". (He 19.
cordia con los débiles? 19-24).
La misma carta advierte muy
claramente, que, a la inversa de lo Quiero hacer una anotación finaL
que era el sumo sacerdocio anti-
guo, Jesús no se separa de los pe- En nuestro medio, supuestas las
cadores, sino que se solidariza con dolorosas condiciones de opresión,
ellos comulgando con su dolor y explotación y violencia de nuestra
su miseria. Por tanto, ya no hay América Latina, gran número de
barrera que impida a los cristianos cristianos, laicos y presbíteros, im-
participar no solo de la excelencia pulsados desde su conciencia y des-
del sacerdocio celeste de Cristo de su opción fundamental de fe,
a la derecha del Padre, sino tam- desatan una praxis cristiana en la
bién de la consagración que hace que ponen en juego todos los me-
o transforma a Jesús como sacer- dios a su alcance: técnicas, ciencias,
dote, esto es, la obediencia fiel análisis de los social, etc., con el
hasta la muerte. fin de descubrir las causas profun-
das de esa injusticia generalizada y
Síguese en consecuencia, que el en consecuencia, con todo ello,
cristiano no se hace sacerdote de proponen y adelantan una política
una vez por todas, sino comulgan- que rompa esas estructuras de pe-
do diariamente con lo que consti- cado y levanten la vida de los dé-

GUSTAVO BAENA, S.J. 447


biles a una situación digna de seres dad? No es esto el testimonio claro
humanos. del real ministerio sacerdotal de
Cristo, de quienes conscientes de su
Cuando esta praxis política de fe responsabilidad implementan ese
se mira desde la revelación, no es mismo ministerio con todos los me-
ella acaso una señal de que el Reino dios modernos para responder con
de Dios sucede y la misericordia sabiduría divina a expectativas y
de Dios toca físicamente a los po- necesidades actuales y concretas de
bres en su carne y en su temporali- salvación?

lLtba.
ESPECIAUDAD:

Cálices, Copones, Custodias,


Báculos, Sagrarios, etc.

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448 EL SACERDOCIO DE CRISTO

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