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MANEJO EN CAUTIVERIO
PARA PUMA
en Pumakawa
Por Gustavo Aprile
El mayor bienestar posible para los pumas que viven
cautivos en Pumakawa se puede lograr siguiendo
algunas pautas básicas de manejo. Por esa razón se
elabora el presente protocolo, el cual pretende pautar
y ordenar aquellos que hacen a ese bienestar y que
incluyen aspectos relativos a las instalaciones donde
viven, a la ambientación y al enriquecimiento ambiental
de esos recintos y a la nutrición de los animales.
Pumakawa Asociación Civil
03546-15650040
06/03/2020
PROTOCOLO DE BIENESTAR Y MANEJO EN CAUTIVERIO PARA PUMA
EN PUMAKAWA
INTRODUCCIÓN
Por diferentes motivos, ejemplares de puma (Puma concolor) acceden periódicamente a las
instalaciones de Pumakawa tras ser recuperados o rescatados por las autoridades o por vecinos de
la comunidad. Cuando ello es factible (básicamente, dependiendo de la disponibilidad de
instalaciones apropiadas), estos animales son recibidos para ser tratados convenientemente y
mantenidos en cautiverio; e, incluso, para ser rehabilitados y luego poder derivarlos hacia otros
destinos. En todos los casos, los pumas que llegan a Pumakawa transitan por un período de
tiempo en cautiverio que, muchas veces, se extiende a lo largo de la vida de esos felinos.
En función de lograr el mayor bienestar posible para los pumas que viven en Pumakawa, sea
transitoriamente mientras dure su estadía o para aquellos cuya permanencia en cautiverio se
extiende por tiempo indeterminado, es que se elabora el presente protocolo. El mismo pretende
ayudar a mantener de manera ordenada y eficiente aquellos aspectos que hacen al bienestar de
los felinos cautivos, incluyendo aspectos relativos a las instalaciones, ambientación,
enriquecimiento ambiental, alimentación y nutrición. Este protocolo no aborda la salud o el
manejo veterinario, el rescate ni la rehabilitación, temas que ameritan por sí mismos la producción
de otros protocolos específicos. Y que resultan complementarios al presente.
Para su confección se han utilizado como material de base otros trabajos realizados en Argentina
(López Goudard, 2009; Feld et al., 2017), Perú (Morales Mijahuanca et al. 2017), Chile (SAG, 2012;
Mejías Molina, 2018) y México (Quintero Torres, 2014).
Antes de aplicar este protocolo, léalo completamente. No es extenso, pero debe entender bien los
detalles. Analice las bases aquí propuestas como parte del bienestar y del manejo y evalúe qué
podrá aplicar y qué no. Sea crítico con este documento y así podrá enriquecerlo. Y sea autocrítico
con sus posibilidades, limitaciones y posibles mejoras. Y así podrá enriquecerse y mejorar el
cautiverio de los pumas que Ud. Maneje.
Los dos primeros segmentos –de Bienestar y de Manejo- brindan detalles del por qué es
conveniente implementar las medidas y estándares aquí comentados. El tercero, conforma una
guía que puede ser utilizada al momento de realizar una revisión de las condiciones de las
1
condiciones en las que son manejados y mantenidos los pumas cautivos. Utilice una copia impresa
para llevar consigo al momento de evaluar tales condiciones entre los animales de un plantel.
Por último, se presenta la bibliografía que responde no solo a aquella utilizada como base para la
confección de este protocolo, sino que incorpora otra que permitirá ahondar –al interesado-
acerca en los conceptos y práctica de las herramientas aquí citadas y de otras que no hemos
considerado imprescindibles. Pero no por ello menos valiosas.
BIENESTAR
El bienestar animal es un concepto ambiguo, difícil de definir desde el punto de vista científico,
pues deriva de una preocupación ética de origen social. Para algunos, el bienestar corresponde al
estado del animal que se encuentra en armonía con el medio, que tiene salud física y mental y
cubierta sus necesidades específicas.
Según SENASA (http://www.senasa.gob.ar del 29/02/2020) las necesidades básicas del bienestar
animal están referidas a una adecuada cantidad y calidad de agua, alimento y aire para mantener
buena salud y producción; contacto social con otros animales; suficiente espacio para pararse,
echarse, estirarse, asearse y realizar patrones normales de comportamiento (incluyendo
movimiento y ejercicio); protección de enfermedades y lesiones, y acceso a tratamiento adecuado
si aquellas ocurren; protección contra extremos climáticos. Desde un sentido práctico, el bienestar
animal es un conjunto de acciones y procedimientos empleados que permiten brindar confort
animal, tanto en lo relativo al bienestar físico y pautas de comportamiento, como a su estado de
armonía con el ambiente.
Brambell (1965)1 ya consideraba el bienestar animal a partir de tomar en cuenta “las cinco
libertades de los animales cautivos”, mismas que han adquirido una mayor relevancia y que se han
vuelto una ley no escrita desde entonces para el mantenimiento de animales en cautiverio. Y que
toda colección zoológica debe tomar como base para construir exhibidores y dormitorios, así
como para el mantenimiento y manejo diario de las especies. Dichas “libertades” son:
1
La Comisión Brambell (1965) describió las "cinco libertades", o derechos de los animales domésticos. Años más tarde, en
1989 la World Veterinary Association, WVA , adoptó sus propios derechos, aplicados a todas las especies .
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Respecto de las Instalaciones:
Respecto de las condiciones de alojamiento, las superficies recomendadas por SAG (2012) para
pumas en cautiverio son de 30 m² por animal y de 15 m² para cada animal extra albergado en el
mismo recinto. Esas medidas deben tomarse como mínimas para mantener en cautiverio
permanente ejemplares adultos y juveniles de esta especie.
Por otro lado y según lo descrito por Miller (2012), para la rehabilitación de pumas adultos se
requeriría de una superficie mínima de 17,52 m² por ejemplar (medidas: 2,4 m x 7,3 m x 2,4 m),
entendiendo que es una etapa temporal y no definitiva.
Si bien la cuarentena y la enfermería deberán poseer instalaciones específicas para cada caso en
particular (determinadas en el protocolo de sanidad), se puede remarcar que para cada adulto que
ingrese al predio y antes de su incorporación a las jaulas o corrales definitivos, es decir para cada
adulto restringido (en jaula de contención, de cuarentena, de transporte, de manejo, etc.), la jaula
deberá tener las siguientes medidas: 1,2m x 0,9 m x 1,2 m (superficie, 1,08 m).
Aunque la altitud y superficie de los recintos varían según la necesidad que presente la tarea a
desarrollar con los ejemplares o las condiciones de éstos (pudiendo ser mayores a los antes
indicados), en todos los casos dentro de las jaulas el animal debe poder pararse y girar. Los
recintos más amplios, en especial aquellos para alojar pumas adultos o juveniles en rehabilitación,
deben poseer una altura mínima de 2,4 m, con sección enterrada a 50 cm como mínimo y/o
recubierto de un encadenado de cemento. Idealmente, para corrales mayores o de construirse
muros en el perímetro deben ser de una altura mínima de 3,0 a 3,5 m y poseer un brazo de
extensión hacia el interior de otros 1,2 m de largo y en 45º. Los postes de sostén y de tensión de la
malla deben estar a no más de 5 m de distancia uno del otro.
Los cercos deben ser de material resistente. Por ejemplo, de malla tejida galvanizada, romboidal,
idealmente de 50 mm e hilos de alambre del 12 al 14. Para la construcción de los muros son
apropiados el hormigón, la roca falsa y otros materiales semejantes altamente resistentes.
La luz debe poder acceder al menos a la mitad del recinto y el animal debe tener protección de la
lluvia, viento y sol. Para los dos primeros casos, deberá contar con un refugio o cubil elevado del
suelo, con piso de concreto, con un pequeño desnivel para el desagüe y una capa de viruta o paja
limpia.
Por otra parte, si los recintos no contaran con un cierre superior o techo, deberán poseer un cerco
eléctrico superior. Los cercos no deben tener accesos hacia el exterior, por lo que para acceder al
recinto se debe entrar por un área de seguridad (refugio, cubil, dormitorio o área de manejo).
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En algunos establecimientos donde se concentran recintos destinados para esta especie es
recomendable el uso de cercos perimetrales que rodean y ofrecen una protección adicional al
conjunto de jaulas para los felinos. Este cerco perimetral es aquel cerco que bordea el
establecimiento. Éste debe impedir el escape de animales e ingreso de depredadores y personas.
Debe estar íntegro, es decir exento de aberturas o secciones destruidas u oxidadas, por lo que se
recomiendan cercos perimetrales construidos en su totalidad de un solo material (ya sea este de
hormigón o malla galvanizada tejida o soldada). El uso de alambres de púas y cercado eléctrico no
es obligatorio pero si recomendable. La altura mínima es de 1,8 m y debe estar enterrado unos 50
cm y recubierta con cemento para evitar que los perros puedan ingresar al escarbar el suelo.
Por último, las instalaciones deben ser construidas y mantenidas en forma tal que no presenten
bordes salientes que puedan causar heridas a los animales. Asimismo, no podrán ser utilizados
compuestos químicos que puedan ser tóxicos en lugares o superficies que estén en contacto con
los animales. Los compuestos mencionados deberán ser almacenados fuera del alcance de los
animales y de sus alimentos para evitar la contaminación cruzada, de acuerdo a la legislación
vigente.
Ambientación:
La ambientación constituye la preparación física del recinto o corral a través del uso de elementos
y estructuras naturales que recuerdan o semejan a la estructura básica del paisaje del cual
proceden los ejemplares que aquel hospedará.
Para el caso del puma, un recinto apropiado debería contener espacios destinados a poseer una
buena cobertura vegetal (idealmente arbórea, pero masas de pajonal cumplen un rol semejante),
diferentes desniveles (sean éstos recreados en el suelo, a través del uso de plataformas o
mediante el uso de elementos como rocas y troncos), un cubil donde guarescerse y estar
protegido de las inclemencias del tiempo y una batea donde pueda proveerse de suficiente agua
para beber o, incluso, lavar el alimento o defecar.
Cubil o guarida, con doble puerta de acceso y egreso al mismo. Las puertas y el tamaño del
cubil deben permitir el ingreso de una o dos personas, acorde a las medidas antes
mencionadas. Las medidas mínimas recomendadas para la guarida o cubil son: 2,5 m x 1,5
m x 2,2 m. El cubil debe estar sobre elevado del suelo, con piso seco, a fin de evitar que se
inunde; deberá tener paredes, piso y techo impermeables; y pendientes de escurrimiento.
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Patio externo con piso de cemento, pasto o tierra, presentados de forma alternada y que
favorezca el mantenimiento de la higiene, seguridad y bienestar del animal. La limpieza
conlleva poder barrer, lavar y extraer los residuos de toda la superficie interior del recinto.
La seguridad debe estar considerada tanto para el operario que deba trabajar en el
interior del recinto como para la integridad física del animal. Y el bienestar del puma debe
estar garantizada, en este caso, por el hecho que el animal pueda estar en el exterior del
cubil (es decir, en el patio de la jaula) con posibilidades de permanecer oculto o al
resguardo entre la vegetación u otros elementos propios de la ambientación.
MANEJO
Enriquecimiento ambiental:
En modo especial en los carnívoros, estos estímulos junto con la ambientación del recinto resultan
importantes modificadores del comportamiento de animales cautivos ya que regularizan sus
horarios de actividad, permiten el desarrollo de aptitudes físicas y reducen el estrés (Aprile y
Bertonatti 1996). El estrés crónico puede tener un serio impacto negativo en el aspecto
reproductivo, digestivo y el sistema inmune (Bonier y col 2011), por lo que tanto la ambientación
el enriquecimiento contribuirían a reducir este problema.
Todos los autores en este ítem coinciden en que el enriquecimiento ambiental tiene como eje
principal mantener o mejorar las aptitudes físicas como psicológicas de los animales en cautiverio,
lo que resulta beneficioso para aumentar las posibilidades de su reintroducción exitosa a la vida
silvestre. Por otra parte, existen autores como AZA (2012) que enfocan el enriquecimiento al
cautiverio permanente, teniendo como base los mismos fundamentos respecto a la salud física y
psicológica del animal, sin embargo, los ejemplos de enriquecimiento en su mayoría no son
aplicables a los requeridos en rehabilitación, por promover la relación entre animal y cuidador,
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favoreciendo la impronta, situación que no es deseable en la rehabilitación de animales para su
posterior liberación.
Se han hecho numerosos intentos en Latinoamérica para aumentar el bienestar de los pumas en
cautiverio, enriqueciendo los ambientes en los que se mantienen, obteniéndose un incremento de
conductas de actividad normales de la especie (Pacheco, 2005; Medrano, 2008; López Goudard,
2009; Villafuerte, 2012; Martínez-Pilido et al., 2014).
…el pasto cortado en sectores, fresco y realizando el retiro periódico de las malezas, piedras y
huesos;
… una o más plataformas de hasta 6 m2 cada una, vinculadas entre sí y al suelo por troncos, rocas
u otros elementos.
En el ambiente se deben proveer estructuras que proporcionen sombra en forma alterna a sitios
despejados.
Respecto del suministro de alimento, se ha observado que al dificultar el acceso a los mismos, ya
sea escondiéndolo o colgándolos, los pumas aumentan el tiempo de búsqueda, y de esa forma,
aumentan otros comportamientos naturales como el caminar, saltar, olfatear y observar.
Parte o la totalidad de las raciones de alimento deben ser ofrecidas en varias presentaciones:
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* Amarrado o colgado en los palos verticales y/o con sogas;
* Preparando croquetas con su alimento (incluso con alimento balanceado para felinos) disperso
por el ambiente que ocupan.
También, porciones de carne deben dispersarse en todo el recinto, escondidas con ramas, hojas y
maderas o escondidas sobre las plataformas (cubiertas por paja, por ejemplo). Otra manera
importante de presentación, para hacerlo una o dos veces a la semana y de manera alternativa, es
presentar las raciones de alimento dentro de muñecos o maniquíes de cartón o cuero, que posean
las formas de sus presas.
Ofrecer el alimento congelado o porciones de hielo de sangre o con raciones de comida esparcidos
en el recinto o, eventualmente, en el agua, constituye otra de las maneras de diversificar la
entrega de alimento y hacer que ésta resulte no convencional para los pumas en cautiverio.
La estimulación sensorial conlleva emplear diversos estímulos para captar la atención del olfato,
del gusto, del tacto, de la visión y de la audición de los pumas. La aplicación de aromas y sabores
diferentes (esencias de menta, vainilla, picantes suaves, especias o vertidos con sangre -de equino,
vacunos, etc.) es una de las maneras en las que debe enriquecerse los ambientes que utilizan los
pumas cautivos en forma periódica. Algunas esencias que resultan palatables (como especias,
caldos o concentrados) pueden también ser hervidas con el alimento, para impregnar a éste y, una
vez frío, esparcirlo en varias partes de los recintos. Del mismo modo, se debe variar el tipo de
alimento (por ejemplo, usando carnes de diferentes “presas” o diferentes partes del cuerpo de un
animal presa).
En cuanto al tacto, se debe considerar tener varias texturas de suelo. Por ejemplo, utilizar arena
en los lugares donde no frecuentan. El uso de elementos de “juego” también es válido para este
mismo fin. Las pelotas de juguete hechas con piel o cuero y cocidas con soga o los costales (sacos,
bolsas) con las variantes de alimentos ofrecidos, suelen ser buenas estrategias para estimular al
juego, entrenamiento, interacción y entretenimiento de los pumas cautivos o en rehabilitación.
El uso de troncos con diámetros importantes les sirve para afilar sus garras y para el marcaje
territorial.
Por último, aunque no menos importante, se debe fomentar la estimulación social y cognitiva de
los pumas cautivos para aumentar las condiciones de bienestar animal. Los tres estímulos antes
mencionados conllevan al estímulo social, de interacción entre individuos que viven en una misma
jaula o en recintos vecinos; mientras que el enriquecimiento ambiental ayuda a desarrollar
estímulos cognitivos.
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Alimentación y nutrición, agua:
La comida y bebida ofrecida a los pumas debe ser del alto valor nutritivo y en cantidad adecuada
para los requerimientos diarios de la especie. Además tiene que cumplir con los requerimientos
individuales, determinados por el tamaño, la edad, la condición corporal, el estado fisiológico, los
tratamientos médicos o las dietas especiales (SAG 2012). Sin embargo, la alimentación de los
animales en cautiverio es más compleja que solamente ofrecer una dieta con un balance correcto
de nutrientes, ya que ésta debe ser entregada de una manera apropiada en relación a las razones
por las que el animal se encuentra cautivo (Young 2007).
Los felinos no domésticos se pueden mantener bajo dietas basadas en distintos tipos de carne que
se encuentren disponibles en el comercio o procedentes de accidentes viales. Tales como presas
enteras, huesos, cadáveres de animales y dietas en base a músculo más suplementos. Al alimentar
con algunos o todos los ingredientes combinados se debería lograr satisfacer los requisitos
nutricionales establecidos para estos animales.
Por otra parte, proveer a los animales de cuerpos y carcasas enteras provenientes de animales
sacrificados humanitariamente, puede promover una amplia gama de conductas de cacería
apropiadas para la especie, manipulación de alimentos y comportamientos alimentarios. Se
pueden proporcionar presas de cuerpo completo (por ejemplo, ratas y ratones), limpiados en
forma parcial (es decir, desplumados o eviscerados), cadáveres intactos (por ejemplo, gallinas y
conejos), o partes del cuerpo (por ejemplo, patas de oveja o ternera). Comer es una actividad más
compleja que sólo tragar; Roer, tirar, quebrar y moler son actividades que requieren desarrollar
ciertas destrezas (López Goudard, 2009).
En el tema nutricional, existe un amplio acuerdo sobre la alimentación de los félidos; si bien
existen diferencias entre la nutrición de un animal en cautiverio permanente y uno en
rehabilitación, las dietas recomendadas por diferentes autores no se diferencian en gran medida.
En general, la mayoría de las dietas deberían cumplir con los requerimientos nutricionales para los
félidos en todas las etapas fisiológicas (AZA 2016).
En cuanto a especificidad se refiere, una dieta balanceada para pumas en Argentina podría
incorporar los siguientes elementos (las cantidades indicadas responden a porciones diarias
exclusivamente compuestas por cada tipo de alimento): Pollo (3.5 kg), carne equina (3.5 kg), carne
vacuna (3.5 kg), alimento húmedo para gatos (1 kg, solo alternativo, seco o hidratado). Además del
tejido muscular o “pulpa”, la piel, pelos, tripas, órganos y huesos son parte importante de sus
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dietas (López Goudard, 2009). Los ingredientes deberían variar, al menos, quincenalmente. Se les
debe suministrar carbonato de calcio, dentro de ese mismo período. También se hace necesario
aplicar días de ayuno: una o dos veces a la semana.
El agua debe estar siempre disponible y limpia, debiendo ser renovada a diario. Esto último es
importante, ya que es habitual (y muy frecuente en algunos ejemplares) que los pumas orinen,
defequen o introduzcan su alimento dentro del agua. Por lo que la salud de los animales estará en
riesgo si este detalle de renovación cotidiana del agua no fuese tenida en cuenta.
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GUIA PARA EFECTUAR REVISIONES DIARIAS
Fecha: Hora:
A diario
A. Seguridad e higiene:
Seguridad: SI - NO
¿Por qué?:
Higiene: SI - NO
Retiro de heces
Retiro de osamentas viejas
Barrido y limpieza adecuadas
Existencia de restos de comida
Presencia de gusanos.
Olores correspondientes a descomposición
Presencia de roedores no deseados (ratones).
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¿Requiere refuerzo / mejora en la limpieza? SI - NO
¿Por qué?:
B. Enriquecimiento ambiental:
Aporte de olores
Cuáles:
C. Actividad y comportamiento:
Caminata vaivén
Paseos cortos y desesperados (“pacing”)
Letargia
Agresión recurrente
Auto mutilación
Canibalismo
Descanso en vigilia
Paseos tranquilos (itinerantes)
Acicalamiento
Trepar
Interrelacionar con otros
Alimenta
Bebe
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Baña
Tapa heces
Tapa restos alimentos
Explora
Juega
Copula
Amamanta
Entrega alimento
D. Alimentación:
Composición de la ración
Tipo:
Peso:
PERIÓDICO:
E. Instalaciones
Estado:
Buenas condiciones: SI - NO
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Malas condiciones. Se requiere de reemplazo absoluto de los materiales del recinto o del traslado
del ejemplar hacia otro habitáculo.
¿Bordes salientes?: SI - NO
(Aclarar:__________________________).
Superficies utilizadas:
Para cada adulto restringido (en jaula de contención o de transporte): 1,2m x 0,9 m x 1,2 m
(superficie, 1,08 m).
Para cada puma en cautiverio permanente: 30 m² por (adulto o juvenil) y de 15 m² por animal
extra. Altura mínima de 2,4 m.
Para la rehabilitación de adultos: superficie mínima de 17,52 m² por ejemplar (medidas: 2,4 m x
7,3 m x 2,4 m).
F. Ambientación
Condición:
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¿Requiere reemplazo / renovación / incorporación de materiales? SI - NO
¿Cuáles?
G. Enriquecimiento ambiental:
Pasto corto
Vegetación como refugio
Plataformas, troncos y otras superficies horizontales estratificados
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