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desplazados
· Una conversación
con Ai Weiwei en Berlín
· Entrevistas con
Will Fowler y
Amanda de la Garza
· Recuerdos de Leonard Cohen
Tema del mes:
Índice DESPLAZADOS
Directora General y editora
Yara Sánchez
6 el librero de Santiago Fernández De La Barquera Vidal
Yara Sánchez De La Barquera mundo de los desplazados para observar sus cri- Consejo editorial
30 [Cuento inédito] sobre “los otros”, sobre los nuevos nómadas que a
Jorge Lebedev
www.revistaleemas.mx En portada:
Ai Weiwei
www.mascultura.mx
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E L L I B R E R O D E S A N T I AG O F E R N Á N D E Z D E C A L E YA
Fabián V. Escalante
E
l librero de Santiago Fernández de Caleya es un ser dual, un minotauro que muestra las obras publicadas por Turner y los pocos volú-
menes que a él le interesa conservar. “A nivel editorial tenemos medio millón de ejemplares distribuidos entre América y Europa, pero
a nivel personal no creo que posea más de trescientos o cuatrocientos”, dice con una serenidad casi sorprendente… ¿Por qué razón
un editor tiene un librero minimalista? La duda, creo, está mucho más que justificada y, por supuesto, marca el inicio de esta conversación.
—Yo soy un buen lector —afirma Santiago Fernández—, pero en este librero. Yo asocio la lectura de distintas maneras: la electró-
me niego a ser un fetichista del libro. Me gustan las historias que nica está vinculada con el trabajo y la que hago en el papel con el
se muestran en las páginas y sin enfrentar ningún problema puedo placer. No hace mucho me leí medio libro en el celular por placer;
volver a ellas en varias ocasiones. Leo todo lo que puedo y todo jamás lo había hecho.
lo que me gusta; sin embargo, tengo que confesar que me cuesta Para muchos fetichistas del libro —da igual si son bibliófilos o
mucho trabajo conservar los libros. Lo que más me importa es su bibliofílicos— los tomos antiguos tienen un encanto del que no se
circulación, que anden por el mundo y puedan llegar a las manos puede huir. Ellos se transforman en imanes poderosísimos. Tal vez,
precisas, que no necesariamente son las mías. Por eso mismo, cada en algún lugar casi oculto, Santiago Fernández de Caleya guarda al-
vez que termino uno, solo puedo pensar en quién es la persona ade- gunos de estos ejemplares y los contempla como algo que puede
cuada para tenerlo, y se lo regalo en cuanto puedo. Pero esto no es escapar a su mano floja.
todo: también presto libros sin ánimo de que vuelvan, tengo una —Es verdad que de cuando en cuando, al entrar a una librería
mano muy ligera con ellos. Por esta causa, mi librero es sui generis; de viejo, compro algún ejemplar. Pero su destino es el mismo que
yo diría que es más una lista de lecturas pendientes que una mues- tienen los que adquiero en una librería de novedades. No creo que
tra de lo leído. Si quiero releerlos prefiero volver a comprarlos. tenga ningún libro del siglo xix o de tiempos anteriores, los únicos
Sea una lista de pendientes o una colección que se guarda y se ejemplares casi antiguos son de los años veinte o treinta que here-
protege, los libreros de los editores también pueden mirarse como dé de mi abuelo y que se publicaron en el siglo pasado.
una suerte de radiografía de lo que publican o de cómo guían sus ¿Quién puede dudarlo? En el librero de Santiago Fernández hay
decisiones. En alguna ocasión, Joaquín Díez-Canedo me decía que una lista de lecturas pendientes, ¿pero qué es lo que lee y relee?
prefería leer a los clásicos, pues de esta manera podía conservar una —Ahora mismo —me dice con calma— estoy releyendo El olvido
mirada serena y capaz de comparar con justicia los manuscritos que que seremos de Héctor Abad Faciolince. Volver a sus páginas es un
revisaba; en el caso de Santiago Fernández de Caleya la situación asunto muy personal: la muerte de alguien muy cercano me llevó a
también tiene sus peculiaridades: este reencuentro. En términos de gusto prefiero la literatura rusa,
—El género que ocupa un lugar muy menor en mi librero es la aunque también disfruto la anglosajona, tanto la inglesa como la
poesía; por más que intento e intento leerla hay algo que no me atra- estadounidense, y algo muy parecido me ocurre con la española.
pa. Posiblemente esto se debe a que no formó parte de mis lecturas Además, prefiero los clásicos a las novedades, justo como sucede
de juventud. Yo me inicié como lector cerca de los siete años con con Cormac McCarthy o con los libros históricos de Benito Pérez
una Biblia ilustrada en tres volúmenes. A partir de ese momento me Galdós que leí por primera vez cuando era joven.
atraparon las palabras y hasta hoy forman parte de mi vida cotidia- Por esa razón, cerca de mí, se encuentra una edición de Ana
na, de mi labor como editor. Karenina, de Tolstói. Este es un libro del que aún no puedo des-
En los pocos ejemplares que tengo hay una mezcla casi equitati- prenderme, tal vez porque no he encontrado el momento de tran-
va: más o menos la mitad son de ficción y la otra son de no ficción; quilidad que me permita volver a una obra tan extensa.
dentro de estos últimos, una buena parte están dedicados a la actua- Posiblemente, entre los libros que más me han impacto se en-
lidad política y la historia. Un hecho que sin duda se refleja en los cuentra Guerra y paz, de Tolstói, y El idiota, de Dostoyevski, sobre
libros publicados por Turner. Como seguro ya lo supones, la gran el que me reflejo una y otra vez. Uno de mis libros de referencia
mayoría son nuevos, porque no me esfuerzo por conservarlos. A sería El maestro y Margarita, de Mijaíl Bulgákov; por esta causa, en
pesar de esto, también es cierto que uno u otro pueden escapar de mi librero de pendientes también están otras de sus creaciones:
este destino. Las ediciones que guardo de la Eneida, la Odisea y la Corazón de perro y La isla púrpura. También tengo apego por Los
Ilíada son muy especiales, todas están ilustradas por grandes artis- Buddenbrook, de Thomas Mann, la Divina comedia y hay otro que
tas y, justo por eso, son más libros-objeto que materiales de lectura. constantemente ojeo y leo a fragmentos: Una historia de la lectura,
El motivo por el cual conservo estas joyas es justamente porque de Alberto Manguel, pues es un libro maravilloso.
están publicadas por Turner. Sin embargo, leerlas en este formato A pesar de todas estas filias, mi libro más querido es El maestro y
no es tan simple, su peso y sus dimensiones pueden derrotarte... Margarita; me entusiasma releerlo. Cada vez que vuelvo a él descu-
creo que es mejor hacerlo en una tablet o en una buena edición de bro algo nuevo, sus elementos reales y toscos, aunados a la búsqueda
tamaño ‘normal’, que en los grandes volúmenes que ocupan un lugar de la espiritualidad, siempre me ofrecen una lectura distinta. +
6
FICCIÓN NO FICCIÓN
JÓVENES
JUKILOP EL COMIC: VIOLET Y FINCH. AFTER. UNA CORTE ¿Y SI QUEDAMOS COMO AMIGOS?
LA VERDADERA HISTORIA EDICIÓN PELÍCULA EN MIL PEDAZOS DE ROSAS Y ESPINAS Elizabeth Eulberg
Juan de Dios Pantoja/ Kimberly Loaiza Jennifer Niven Anna Todd Sarah J. Maas ALFAGUARA JUVENIL
ALTEA DESTINO INFANTIL BOOKET PLANETA
ELECTRÓNICOS ARTE Y RECREACIÓN
MAPAS DE SENTIDOS
LEIDIMANDALAS
Jordan B. Peterson
Varios autores
ARIEL
Tras muchos años de reflexión y trabajo, Jordan B. Peterson sentó las NUEVA IMAGEN
bases teóricas de sus ideas en estos Mapas. Este libro es un ensayo Esta obra que propone a las mujeres analizarse y reconocerse a tra-
ambicioso, arriesgado y muy personal que aborda con una originalidad vés de una serie de actitudes y personalidades que sorprendente-
cuestiones básicas de la experiencia humana. En sus páginas, el autor mente están reveladas en 40 hermosos mandalas. Además, es una
responde a la alucinante pregunta de por qué somos capaces del mal, invitación a recordar los tiempos de la infancia cuando se disfrutaba
pero, a diferencia de la mayoría de psicólogos y filósofos, lo hace po- del colorear.
niéndose más en el lugar del potencial verdugo que en el de la víctima.
Una idea perturbadora y vertiginosa.
HIJO DE LA GUERRA
ARTE ANTIESTRÉS PARA COLOREAR
Ricardo Raphael
PRINCESAS ENCANTADORAS
PLANETA
En el penal de Chiconautla, un recluso condenado por un delito me-
Equipo Editorial Larousse
nor asegura ser el Zeta 9, uno de los fundadores del cártel más san- HACHETTE LIVRE
guinario de México. Incrédulo, pero movido por la curiosidad, un Recordar el pasado es una de las mejores maneras de lograr el au-
periodista acude para entrevistarse con él, sumergiéndose así en toconocimiento y mitigar el estrés. Por esta razón, las imágenes
un escenario donde los límites entre la verdad y el engaño se difu- para colorear que se ofrecen en Princesas encantadoras pueden
minan. Determinar la identidad de este personaje inasible, a quien lograr esto: en cada una de sus páginas se abre la posibilidad de re-
envuelve el más grotesco cinismo, se convierte en un reto que lo cuperar los recuerdos que nos dejaron estos personajes de Disney
enfrentará consigo mismo y una sociedad que se desmorona. y, gracias a esto, volver a nuestra infancia.
NIÑOS
LOS SIETE COLORES LA PEOR SEÑORA EL DÍA QUE LOS DESTROZA ESTE DIARIO: LA VUELTA AL MUNDO
DE MI VIDA DEL MUNDO CRAYONES RENUNCIARON AHORA A TODO COLOR EN 80 CUENTOS
Daniela Hoyos Falco Francisco Hinojosa Drew Daywalt Keri Smith José Morán
ALTEA FCE FCE PAIDOS SUSAETA
T E M A D E L M E S
Gilberto Díaz
S
e dice popularmente que el arte imita a la realidad, y
hay mucho de cierto en eso: buscamos representarla
no solo por un valor estético, sino para mantener en la
memoria el impacto emocional de aquellos sucesos que nos
marcan. Los conflictos que vivimos como humanidad tienen
su representación en distintas manifestaciones del arte, ya sea
desde los desastres naturales hasta los conflictos bélicos. Así lo
hemos hecho por siglos mediante las historias que contamos
de manera oral, dibujada o escrita, como ficción alegórica o
crónicas documentadas; y el cine no podía ser la excepción.
Cine:
Guerra y desplazados
Desde su nacimiento, el cine ha tratado de ser fiel al representar los hechos que impactan a las sociedades, y esto siempre fue evidente
con el estallido de la Revolución Mexicana y durante la Primera Guerra Mundial. Gracias a los cinematografistas, el mundo pudo ver los
horrores de los conflictos bélicos más allá de las batallas; los registros documentales de las vistas mostraban la desolación de los pueblos
destruidos por la artillería, a miles de personas abandonando todo en busca de seguridad, algunos en la leva y otros en los refugios, todos
forzados a desplazarse de un lugar a otro.
La primera película importante de ficción en hacer un retrato fiel del impacto de la guerra en las personas que participan directa e
indirectamente de ella, fue la adaptación de 1930 de la novela de Erich Maria Remarque Sin novedad en el frente (Im Westen nichts Neues),
donde un grupo de amigos, al ser persuadidos de unirse al ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial, poco a poco se desilusionan
al ver que el idealismo romántico de la lucha patriótica contrastaba con la crudeza, el miedo y la muerte que atestiguan en las trincheras.
Gilberto Díaz estudió Comunicación con especialidad en producción audiovisual, es productor de radio cultural, dice que no sabe de cine, pero ve
10 las películas, le gusta hablar de ellas y de todo lo que ese arte narrativo puede trastocar en la vida de un simple mortal. @GilbertoDiazF
Pero el cine no solo se ha encargado de retratar (Yojimbo) y Los siete samuráis (Shichinin no samu-
la realidad contemporánea de los desplazados. En rai), entre otras obras destacadas del magnífico
una innumerable cantidad de dramas históricos se Akira Kurosawa, que muestran el asedio violento
ha buscado representar esta cara, que desgracia- por parte de ronines sin escrúpulos hacia comuni-
damente no ha cambiado con el paso del tiempo. dades campesinas, que se ven obligadas a buscar
Ejemplo de ello son las épicas del género “espadas protección de otros mercenarios. Pero también
y sandalias” o péplum, donde el desplazamiento hu- existen películas de fantasía metafórica como es
mano es representado como una suerte de castigo el clásico de culto Godzilla (Gojira), del director
o designio divino, tal como se observa el éxodo ju- Ishiro Honda, de la que se ha dicho que el mons-
dío en Los diez mandamientos (The Ten Command- truo es una representación de los daños causados
ments), de Cecil B. DeMille, o bien en el trato de por las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki
gladiadores y esclavos del imperio romano en Ben- en su sociedad.
Hur, de William Wyler, y en Espartaco (Spartacus), La conquista de América también ha provoca-
de Stanley Kubrick. do la realización de filmes que de alguna manera
Muchas historias de este tipo fueron filmadas retratan el violento golpe de ser desplazado, como
durante el periodo de la posguerra en la década de sucede en la estrujante incertidumbre de Aguirre,
1950. En el caso particular de Wyler, Ben-Hur re- la ira de Dios (Aguirre, der Zorn Gottes), de Werner
fleja los sentimientos que le dejó su experiencia ha- Herzog, o bien Cabeza de Vaca, de Nicolás Echeve-
ciendo filmes propagandísticos dentro del campo rría, que nos coloca en el choque cultural de unos
de batalla de la Segunda Guerra Mundial, el ver los extraños exploradores –muchos de ellos obligados
rostros de la desesperanza en las personas de las a hacer esa labor a cambio de preservar la vida–,
distintas comunidades italianas que debían aban- adentrándose en un terreno hostil y adverso. O el
donar sus hogares ante un inminente bombardeo, caso de películas como La otra conquista, de Sal-
o como le sucedió a su colega de misión George vador Carrasco, y Danza con lobos (Dances with
Stevens, quien tuvo la estrujante primicia de docu- Wolves), de Kevin Costner, que nos enseñan la otra
mentar para el mundo los horrores de los campos cara de esta misma moneda, en que los nativos de
de concentración alemanes, hecho que lo atormen- la tierra confrontan el dilema de ser obligados a
taría casi por una década, hasta que en 1959 en- abandonar su territorio o su cultura ante la hostili-
contró una suerte de catarsis con su adaptación de dad de los invasores.
El diario de Ana Frank (The Diary of Anne Frank). En este mismo sentido, la esclavitud, la segre-
Pero Hollywood no sería el único mercado gación y el dolor de la alienación también han
donde las historias sobre desplazados tendrían sido representadas por diferentes autores, desde
presencia. En Italia es bien conocida la obra de la épica Lo que el viento se llevó (Gone with the
Roberto Rossellini como la detonadora de aque- Wind), de Victor Fleming, ambientada durante
llo que llamamos neorrealismo italiano, con la Guerra Civil estadounidense, o la brutal Doce
cintas como Roma, ciudad abierta (Roma, cittá años como esclavo (Twelve Years a Slave), de Steve
aperta), Camarada (Paisá) y Alemania, año cero McQueen, en las que el racismo juega un papel
(Germania anno zero), donde podemos apreciar fundamental en las acciones y el sentir tanto de
crudamente la marca que dejaron la guerra y el los personajes como de la audiencia, donde a pe-
fascismo a sus protagonistas, quienes no eran ac- sar de no haber un conflicto bélico tangible, el re-
tores profesionales, sino gente común y corriente currente recordatorio de la confrontación étnica
interpretando el dolor que vivían por esos días. es tan actual como vigente.
Vittorio De Sica, por su parte, hizo lo propio con Lo mismo sucede con el cine que actualmente se
El limpiabotas (Sciusià), Ladrón de bicicletas (Ladri produce en Medio Oriente, África o los Balcanes –
di biciclette) y Umberto D, historias desgarrado- por mencionar algunos casos–, cuyos conflictos no
ras sobre la pauperización en la posguerra italia- han cesado desde que recordamos. Es muy común
na, mucho antes de dedicarse a filmar commedia ver historias ambientadas en el marco de las ince-
all’italiana en años posteriores. santes guerras que, a diferencia de sus liderazgos
En otra parte de Europa, mucho más al norte, políticos, pretenden enviar un mensaje de conci-
Ingmar Bergman entregaba filmes como El séptimo liación, enfocándose en el dolor de las personas, o
sello (Det sjunde inseglet), acerca de un caballero bien retratando los cuestionamientos existenciales
cruzado que regresaba a su país natal tras haber ba- de los involucrados al ejecutar decisiones políticas,
tallado, cargando consigo los dilemas sobre la vida como sucede en Vals con Bashir (Vals im Bashir),
y la muerte, la fe y su cuestionamiento del sentido de Ari Folman, ambientada en la guerra de Israel
de la vida, mientras realiza su recorrido de vuelta, contra Líbano de 1982, o Munich, en la que Steven
solo para encontrarse con la misma violencia de la Spielberg, sin tomar partido, hace una representa-
que huía, en una representación angustiante de la ción del dilema moral de terminar una vida.
fatalidad que carga en sus hombros. El retrato me- La guerra en el cine tiene infinitas caras. Muchas
dieval de Bergman alude fielmente a una realidad son solo la extensión de otras historias que conoce-
donde las carencias de recursos en muchos pueblos mos de siglos. Pero la constante se mantiene vigen-
eran una circunstancia que obligaba a hombres y te: el mensaje de que la guerra no es del todo he-
mujeres a abandonar sus tierras. roica, que tiene aristas que nos siguen lastimando
En el cine japonés, los estragos de la guerra han y que por ello es necesario seguir recordando esas
sido fuente de numerosas películas, desde alegorías realidades para que nunca se nos olviden, aunque
escenificadas en la era feudal como El mercenario parezca una tarea difícil. +
11
E N T R E V I S TA A A M A N DA D E L A G A R Z A
El “detras
detrAs
de cAmaras”
camaras”
de un
museo
muoEO
E
l Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) abrió sus puertas en noviembre de 2008 y se transformó
en un referente obligado para la vida cultural de México. Muchas de las exposiciones que ha presentado se
transformaron en itinerantes y recorrieron miles de kilómetros. Su edificio –que según algunos entendidos
puede comprenderse como un “posmuseo”– fue creado por Teodoro González de León; su riqueza es única, pues
según se lee en la Gran guía turística de la Universidad Nacional Autónoma de México, “alberga la más amplia colección
de arte contemporáneo” de México.
En este tiempo de contingencia por favor sigue la programación del MUAC en muac.unam.mx #MUACdondeEstés
P O R : YA R A S Á N C H E Z D E L A B A R Q U E R A
Ve la entrevista
en mascultura.mx
y en YouTube
revistaleemasdegandhi
Recorrer sus salas implica adentrarse en el mundo de las sorpresas suma uno más: si se trata de un artista vivo –como sucedió en
y los cuestionamientos, en la posibilidad de mirar lo no pensado el caso de la exposición de Manuel Felguérez–, todo este trabajo
y descubrirse a uno mismo ante las creaciones de otros. El tiem- tiene que ir de la mano con él, pues las decisiones que toma el
po que los visitantes tardan en recorrer las exposiciones es breve, curador tienen que ser discutidas y analizadas con el creador
aunque su reverberación los acompañe por años. Entran y salen… de las obras. En algunas ocasiones, los costos de las exposicio-
pero, ¿qué ocurre antes de que puedan adentrarse en esas salas? nes son muy elevados, por eso tenemos que buscar fondos para
Para responder esta pregunta conversé con Amanda de la llevarlas a cabo, para crear su catálogo y, en este caso, debemos
Garza, la directora del MUAC. Esto fue lo que me contó: decidir cuál deberá ser su contenido, quién será el fotógrafo que
—Planificamos el calendario de exposiciones del MUAC con las retrate y, por supuesto, cómo deberá diseñarse para que su
tres años de antelación. Esto tiene una causa precisa: crear una discurso sea acorde con la exposición.
exposición es una labor muy compleja y requiere la colabora- Una vez que hemos terminado con estas labores, iniciamos
ción de muchas personas e instituciones. En los museos grandes la petición de las obras que se presentarán. Negociamos con
–como es nuestro caso–, cada una de las exposiciones implica coleccionistas privados y las instituciones que las poseen. De
labores conjuntas de varias áreas especializadas. manera paralela, también comenzamos a decidir cómo será su
En la mayoría de los casos, todo parte de una idea, del interés despliegue en las salas.
por trabajar con un artista, justo como sucede en Trayectorias, Antes de que las obras lleguen al museo es necesario asegu-
que festeja los 90 años de Manuel Felguérez. En cambio, si se rarlas y embalarlas para que, durante el trayecto, no sufran nin-
trata de una exposición colectiva, se inicia a partir de un tema gún deterioro. Esto, que a primera vista podría parecer sencillo,
que nos parece relevante, y comenzamos a explorar qué tipo tiene grandes complejidades: negociamos con las aseguradoras
de obras podrían incorporarse. En ese momento, el equipo cu- y, por supuesto, preparamos las piezas para que enfrenten un
ratorial debe responder una serie de preguntas muy precisas: viaje que, en más de una ocasión, se inicia en lugares muy le-
¿por qué esas obras y no otras?, ¿en qué medida responden janos. Lo que se busca es que, si llegara a ocurrir un percance,
al concepto central de la exposición?, ¿cuál es el enfoque la obra esté protegida en todos los sentidos. Una vez que las
que se le dará a la exposición? En efecto, lo que mirará el piezas arriban, son dictaminadas por el especialistas del MUAC.
público tiene que responder a una narrativa precisa, a un Es fundamental saber en qué estado se encuentran después de
concepto que no puede perderse de vista. haber viajado.
Tener una selección de obras y artistas no es suficien- Cuando todas estas labores han terminado, se inicia el des-
te, lo fundamental es encontrarlas y lograr que lleguen al pliegue de las obras en las salas del museo y llega el día de la in-
MUAC. Algunas pueden estar en museos y colecciones auguración. Sin embargo, las exposiciones concluyen cuando las
de México, lo cual puede facilitar las negociaciones; pero piezas regresan a sus lugares de origen. Evidentemente, mien-
otras están dispersas en distintas naciones. Este es el mo- tras la exposición está en el museo ocurren muchas otras cosas:
mento de los primeros contactos, de las negociaciones que charlas, visitas guiadas, muestras de cine, una larga serie de ac-
nos permitirán traerlas al MUAC. Incluso, al momento de tividades que se desarrollan de manera paralela y que la apoyan.
crear esta primera selección nos tenemos que enfrentar a un Amanda termina de platicar y yo me adentro en el MUAC… El
hecho arquitectónico: ¿las piezas caben en las salas del museo?, tiempo de mi recorrido, por más que deseo alargarlo, palidece
¿pueden mostrarse de una manera adecuada? Y, a estos retos, se ante todo lo que no puedo mirar en las obras que contemplo. +
13
E N T R E V I S TA A N I C H O L A S S PA R K S
Actualmente se sub- terror–: si la novela hace que las emociones sean reales, la historia re-
Fotografía: James Quantz Jr.
estima al género sonará. Mucha literatura que puede considerarse romántica hace exac-
romántico en la li- tamente eso. Jane Austen, por ejemplo, y Mujercitas también entrarían
teratura, pero en tus en esta categoría.
historias se narran
situaciones y emo- El éxito de Diario de una pasión se mantiene vigente, y su adap-
ciones muy familia- tación al cine ha ayudado a que sea mucho mayor. ¿Cómo ves al
res para todos los Diario de una pasión en retrospectiva?
lectores. ¿Por qué Es una sensación maravillosa saber que escribí Diario de una pa-
debemos revalorar sión. Esta novela llegará a su 25 aniversario el próximo año, por
este género? ¿Qué lo que ha estado viva durante mucho tiempo, y no todos los libros
nos aporta o nos de- son un fenómeno cultural después de tantos años. Me siento muy
bería brindar como afortunado y muy agradecido, ha sido muy emocionante ver a las
lectores? nuevas generaciones descubrir la historia, y creo que eso conti-
Creo que hay novelas nuará, porque me parece que Diario de una pasión irá a Broadway
para todos. A algunas pronto, por lo que habrá una versión completamente nueva, con
personas les gusta la música, y me muero por verla.
fantasía; a otras, las
historias de terror; y ¿Cómo han crecido los lectores que tienes hoy en día, desde tu
a unas más, las obras primera novela publicada?
románticas. Mis no- Es interesante ver a los lectores. Hace veinticinco años, quizá una per-
velas son dramáticas, sona en una familia leía uno de mis libros; diez años más tarde, descu-
y en cierto sentido me alejo de la fantasía romántica. Trato de escri- bres que las madres estaban compartiendo sus lecturas con sus hijas.
bir páginas que muevan al lector a través de todas las emociones, eso Ahora he llegado al punto donde he podido ver tres generaciones jun-
hace que su historia sea memorable: el que se adentra en ellas siente tas en una firma de libros: una abuela, una madre y una hija. Es muy
como si hubiera vivido una pequeña vida mientras avanza entre las emocionante saber que mis novelas han influido en toda una familia y
cubiertas. Creo que esto es lo que les pasa a las personas cuando leen han traído un disfrute a ellas.
las novelas que no pueden dejar: están convencidas de que podrían
ser los protagonistas, sienten todas las emociones que experimentan No solo Diario de una pasión fue adaptada al cine, también Querido
los personajes y, por supuesto, viven una historia distinta de la suya. John, Un paseo para recordar, Un lugar para refugiarse, Mensaje en
una botella, entre otras. Platícanos cómo ha sido la experiencia de
¿Cómo crees que influye la literatura romántica en las nuevas que tantos de tus libros tengan su versión en cine.
generaciones? Siempre me ha encantado adaptar mis novelas al cine, y he sido afor-
La literatura romántica existe desde el comienzo de la literatura. Por tunado porque todas las películas han sido muy buenas. La gente las ha
supuesto, lo hemos visto con las tragedias griegas o con Shakespeare disfrutado y la audiencia ha respondido. También son muy populares
en Romeo y Julieta, y también en los cuentos de los hermanos Grimm una vez que salen de la sala y son transmitidas en televisión por cable
con Cenicienta, La bella durmiente o Blanca Nieves. Es un género que o streaming. Es bueno saber que hay otra manera de que las personas
ha existido durante mucho tiempo, y creo que ahora la gente lo disfru- experimenten las historias. Así es como lo veo: las adaptaciones a otros
ta por las mismas razones por las que existían entonces: les parecen medios hacen más accesibles las historias a más personas que están es-
historias que se sienten reales, son historias que podrían sucederles; y perando para disfrutarlas.
eso no ha cambiado a lo largo de los siglos.
No solo has hecho ficción, también coescribiste dos crónicas –
¿Por qué es importante escribir y leer historias de romance? ¿Por una sobre tu experiencia de convivencia con tu hermano y otra
qué los nuevos escritores deberían darle una oportunidad a este sobre la influencia de las creencias y prácticas espirituales de
género? los lakotas. En ellas hablas sobre el autodescubrimiento y au-
Existe una diferencia entre lo que tradicionalmente se considera toentendimiento. ¿Por qué crees que es importante ese trabajo
literatura romántica y las novelas que escribo. Aunque mis obras interior? ¿Qué se obtiene tras ese proceso espiritual?
ciertamente tienen elementos románticos, también poseen ele- Creo que es muy importante comprender, de una manera pro-
mentos trágicos. En cambio, la mayoría de la literatura romántica funda y real, quién eres y cuáles son tus fortalezas y debilidades,
no está marcada por la tragedia. Estas novelas siempre ofrecen fi- cuáles son tus anhelos y los sueños que puedes alcanzar y los
nales felices. Sin embargo, creo que los lectores y escritores pueden que probablemente no quieras o no puedas alcanzar. Esto es im-
aprender de ambas perspectivas: el amor es una de las principa- portante porque tenemos una sola vida y de nosotros depende
les emociones de la vida, y cuanto más percibes las emociones en aprovecharla al máximo. Si realmente no entiendes quién eres,
cualquier historia, más real se siente esa narración. No importa en objetiva y subjetivamente, ¿cómo puedes saber a dónde vas? +
qué género trabajes –ya sea una novela de misterio, de suspenso o de
Ve la entrevista
en mascultura.mx
14 y en YouTube
revistaleemasdegandhi
U N A C O N V E R S AC I Ó N E N B E R L Í N
La compasion
de
Ai Weiwei
Ai Weiwei Studio
En esta entrevista que Lee+ sostuvo en Berlín con Ai Weiwei, el artista chino se distancia
de su talante provocador para mostrar su lado más humano y ético. Habla sobre la crisis
migratoria y su paso por México.
V
eo a Ai Weiwei en un festival de cine que celebran en su honor: todas las películas que le
han censurado pueden verse por primera vez en el cine Babylon de Berlín. Los ánimos
están un poco tensos, pues hace pocos días, Weiwei declaró que la capital alemana –la Ai Weiwei, millones de personas están
ciudad que le dio asilo después de la persecución que sufrió en China– es la peor ciudad del siendo desplazadas por la pobreza, la dicta-
mundo. Los berlineses están indignados: “Si no le gusta, que se vaya”, dicen; “Malagrade- dura, el hambre y las guerras. ¿Cree que este
cido”, murmuran otros; “Que se regrese a China a ver cómo le va”, mascullan más allá. sea el mayor problema de nuestra generación?
La migración y la situación de los refugiados es
Weiwei acepta de inmediato la entrevista que le pido en el intermedio, solo me dice un síntoma del largo y continuo proceso de glo-
que la cuadre con su asistente. Cuando lo quiero retratar, me quita el teléfono y hace balización, que impone condiciones económicas
una selfie. Y, más aún, al término de la película, se queda ahí –parado durante veinte extremas a muchas naciones pobres. Es una conti-
minutos–, a media cuadra del cine, esperando a sus amigos para regresar cami- nuación del colonialismo de siglos pasados. La globa-
nando hasta su estudio, a merced de quien quiera abordarlo. lización, con su crueldad y avaricia, ha creado fronteras
políticas y económicas muy diferentes de las fronteras
Weiwei no es arrogante, no es distante, sino generoso y accesible, me escu- que existen entre las naciones. La migración forzada es el
cha y junta las manos para darme las gracias cuando le digo que ya quedó resultado natural de la guerra, la hambruna y los cambios
definida la entrevista. Conocer en persona a Weiwei cambió la percepción ambientales. Desafortunadamente no hay ninguna señal de
que tenía de él a través de los medios y de las declaraciones mediáticas. que esto pueda detenerse porque los líderes mundiales no re-
conocen el problema filosófico más profundo que enfrenta la so-
Esto fue lo que conversamos. ciedad humana. No hay visión ni valor para resolver los problemas
más profundos.
Los políticos y los ciudadanos tienen miedo de recibir a los solicitantes de asilo. En lugar de abrir los brazos y recibir a los refugiados, la
gente se está moviendo hacia los movimientos políticos de derecha y extrema derecha. ¿No es esto cínico e injusto?
Ser humano consiste en asumir la responsabilidad individual y social en defensa de cada una de las víctimas de la injusticia. Si no volvemos a
asumir este rasgo de humanidad, el actual movimiento de derechas puede ser fácilmente cooptado por políticos que promueven un compor-
tamiento simple y antiintelectual. En ese caso, la solución terminará siendo dura e inhumana.
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P O R : E N R I Q U E G D E L A G
La feminidad
Una mujer solo podrá elegir entre vivir hiperabstracta (“inmediatamente universal”, decía Hegel)
para merecer así la gracia divina y la homologación con el orden simbólico o simplemente diferente,
otra, caída (“inmediatamente particular”, decía Hegel). Pero no podrá acceder a su complejidad de
ser compartida, heterogénea, pliegue-catástrofe-del-ser (“nunca singular”, decía Hegel).
Julia Kristeva en Historias de amor
H
abía una vez en que todas las mujeres soñaban con ser fe- mantienen sus
meninas. El ideal de mujer era aquella que se pavoneaba con manos atadas
su falda pomposa, tacones y perfectamente maquillada con las ayudarán a
Revlon, a quien no se le movía un pelo mientras aspiraba con la empoderarse.
nueva Hoover, hacía hervir la sopa Campbell’s y mecía al recién En pocas
nacido con el único pie libre mientras esperaba a que llegara el ma- palabras, a la
rido. El orden establecido dictaba una clara construcción binaria: feminidad se
hombre-mujer, según la cual cada quien sabía su lugar y aspiracio- la ha querido
nes. La vida aparentemente fluía, pues no hay nada más sencillo vestir con el
que vivir de acuerdo con las convenciones. El orden dominante uniforme del fe-
proporciona una noción de seguridad que al ser humano le permi- minismo cuando
te definirse sin ambigüedades ni incongruencias. Así, la feminidad en realidad lleva
como objetivo estaba tan arraigada que se asentó en la conciencia el del adversario.
de las mujeres y aniquiló su capacidad de cuestionar. Y es que, en Se la ha visto como
el fondo, ninguna de esas mujeres quería dejar de ser precisamente la configuración de
mujer. la identidad de la mu-
Tal vez por eso, hoy, a las feministas se les dice que quieren jer e incluso como un
ser menos mujer. O ser más hombre, o tal vez son todas lesbianas signo de rebeldía ante la
y hasta quieren cambiar de género. Y es que aquellos que hacen masculinidad. No obstante,
estas afirmaciones insensatas consideran que la solución que pro- la feminidad o la “sensibili-
pone el feminismo ante la gran crisis del sistema patriarcal es la dad femenina” en realidad es un
del desplazamiento del género femenino –entiéndase “género” doble agente, pero que atiende a un
como sinónimo de sexo biológico– y la transmutación al masculi- solo amo, pues instala a las mujeres
no. Claro, es que las feministas sueñan con un mundo poblado de en los roles y espacios fijos designados
hombres. El falo como eje del mundo. por la misma masculinidad: puta de catálo-
La propuesta es más que risible; sin embargo, de este absurdo se go, compañera de vida, madre abnegada, novie-
desprende cierta verdad: la feminidad, como se nos ha enseñado cita santa, puta de la Merced, reina de belleza, mujer
desde hace siglos, ha llevado a las mujeres a cumplir estereotipos fatal, virgencita… Un listado amplio de arquetipos que redu-
estéticos y sociales que “son ecos fieles a la didáctica masculina”, cen a la mujer a personajes unidimensionales que no admiten
señaló Carlos Monsiváis en Misógino feminista. En ese sentido, des- la construcción de la individualidad ni la inconsistencia que
truir la feminidad es uno de los mayores actos libertarios, pues conlleva. “Social y culturalmente, la mujer es más objeto que
significa salirse de la estructura simbólica masculinista y atentar sujeto, y en ese orden de cosas su ser le resul-
contra la estructura del sistema. ta al patriarcado un reflejo del ser verda-
Como afirma la teórica feminista chilena Margarita Pisano en dero”, nos recuerda Monsiváis.
El triunfo de la masculinidad: “La feminidad no es un espacio autó- Por ejemplo, la ira y su expresión
nomo con posibilidades de igualdad, de autogestión o de indepen- es un sentimiento que comúnmente
dencia, es una construcción simbólica y valórica diseñada por la se asocia a lo masculino y las muje-
masculinidad y contenida en ella como parte integrante”. Es decir, res “desde niñas aprende[n] a asimi-
la feminidad es en realidad un espacio constreñido en el cual a las lar la rabia como algo antifemenino,
mujeres les es imposible reinventarse. Una camisa de fuerza que poco atractivo y egoísta”, explica la
erróneamente se les ha enseñado a venerar bajo la falsa premisa de escritora y activista Soraya Chemaly
que las hebillas alrededor del pecho y las mangas larguísimas que en Rabia somos todas. La pauta social
18
A D R I A N A R O M E R O - N I E T O
no se
transforma,
transforma
se destruye
dicta que el durante el franquismo por no cumplir con los requisitos del nacio-
enojo feme- nalcatolicismo, como lo relata la novela El placer de matar una madre
nino nor- de Marta López-Luaces; las memorias de Susanna Kaysen, que más
malmente se tarde se convirtieron en la película Inocencia interrumpida, donde
contiene, se la protagonista, debido a sus inseguridades y confusión en sus rela-
reprime, ya ciones con sus amantes, es diagnosticada con trastorno límite de la
que su expre- personalidad; la historia de Carol Ledoux, quien sufre de aversión
sión pública sexual y miedo a los hombres en la película Repulsión de Roman
perturba la Polanski, por mencionar solo algunas.
imagen que se Trastocar la feminidad significa, primero que nada, abandonar
ha construido la zona de confort y, en segundo lugar, un valiente acto de rebel-
de la femini- día. Al destruir esa vieja camisa de fuerza, las mujeres se alejan
dad: de la con- del modelo conocido que solo les permite asomar fragmentos de
dición de “ternu- su ser y se permiten mostrarse ante el mundo como mujeres com-
ra”, de la imagen pletas, sin la etiqueta que alguien más les dijo que debían cumplir;
de “ser comprensi- pero, sobre todo, se convierten en alguien dotado de conciencia,
va”, de la reputación en ciudadanas participativas, en agentes de cambio. Y, entonces,
de “decencia”, de la son una verdadera amenaza para el sistema patriarcal creado por y
apariencia de “buena para cierto grupo de hombres.
mujer”. De modo que tan Sabemos que el desmantelamiento de la feminidad no es un
pronto una mujer expresa su combate sencillo. El sistema ha encontrado modos sutiles de do-
ira es tildada de “loca”, “histé- minación y, por ende, cada vez es más difícil combatirlo. A la li-
rica”, “bruja” y, sí, de “mala mu- bertad sexual le sobrevino la cosificación del cuerpo femenino, a la
jer”. “Calladitas se ven más bonitas”, integración en el mundo laboral le sucedió la exigencia de ser una
reza el dicho popular que para las muje- empleada de excelencia sin descuidar los deberes del hogar, al de-
res significa: no cuestiones, no exijas, no te recho a la píldora anticonceptiva le transcurrió el consentimiento
quejes, no reclames, no expreses tus necesidades. a una serie de reacciones adversas para el cuerpo, al acceso al di-
Y es que al hacerlo te convertirás en una persona irritan- vorcio en ocasiones le conllevó el señalamiento social. “Debemos
te, se te retorcerá el rostro y te verás fea. tener mucho cuidado de los análisis triunfalistas de avance, de los
Lo anterior es solo la punta del iceberg, pues la mayoría lugares conquistados, del espejismo de retirada de la vieja estruc-
de las veces las mujeres que pretenden transmitir intentos tura patriarcal. El concepto de patriarca puede estar sujeto a discu-
heterodoxos de la condición femenina son sión, a remodelación; sin embargo, lo que no se ha cuestionado es
señaladas o, en el peor de los casos, reclui- la cultura de la masculinidad”, nos advierte Pisano.
das. Anécdotas como estas sobran en la Es imperativo, entonces, que se reflexione el lugar político-cul-
historia, en la literatura y en el cine: el tural de la mujer al margen de la “feminización”. Solo a partir de
personaje de Clarissa, de la emblemáti- que la mujer se extraiga y rebele de las estructuras de poder pre-
ca novela de Virginia Woolf, La señora ponderantes (que van desde aquellas del dominio político hasta
Dalloway, que remarca el represivo rol las del imaginario), bajo las cuales se le ha asignado un papel se-
social de las mujeres del periodo de en- cundario –como en los abalorios de nuevos derechos conquista-
treguerras y cómo la locura es el único dos–, adquirirá verdadera autonomía. Por ello, es necesaria una
y último recurso de la protagonista; las nueva consigna que grite: la feminidad no debe transformarse ni
mujeres encerradas en psiquiátricos desplazarse, sino destruirse. +
Adriana Romero Nieto es editora, traductora y articulista. Ha sido coordinadora de proyectos culturales y editoriales en Casa Refugio Citlaltépetl.
Como editora se ha desempeñado en el FCE, Editorial Océano y en el Fondo Editorial Tierra Adentro. Es socia y editora en Editorial Auieo. @adrianaromeniet 19
E N T R E V I S TA A W I L L F O W L E R
Ve la entrevista
en mascultura.mx
y en YouTube
Las creencias
provocaron
revistaleemasdegandhi
un baNo de sangre
C
uando era niño, la historia de la Guerra de Reforma que me contaban mis profes era un asunto que se despachaba bastante rápido. En no
más de una clase, me informaron que, durante tres años, los liberales –acudillados por Benito Juárez, con todo y su inexorable carruaje
negro– se enfrentaron a los conservadores y los curas que estaban empecinados en mantener el poder maléfico de la Iglesia. Las escenas en
las que se detenían eran bastante cursis, justo como sucedía cuan-
do –en un arrebato de fervor patrio– Guillermo Prieto impedía que
unos soldados fusilaran a don Benito al grito de “¡Los valientes no
asesinan!”. En una educación pública que heredaba el comecuris-
mo de los juaristas más radicales y los revolucionarios más atra-
bancados, esto era lo menos que se esperaba. Si en las tarjetas de
presentación de don Arnulfo Pérez H. se leía: “Miembro del Partido
Nacional Revolucionario y Enemigo Personal de Dios”, los maes-
tros no podían quedarse atrás.
José Luis Trueba Lara es escritor, editor y profe. Colabora en la radio y de pilón sale en la tele. Duerme
la siesta con su esposa y ha publicado varios libros. Es un lector que ha llegado al extremo de trabajar
para pagarse el vicio. @TruebaLara
P O R : J O S É L U I S T R U E B A L A R A
Las voces olvidadas Todas somos desplazadas, de Malala Yousafzai (Alianza Editorial)
E
s difícil pensar que hoy existe una persona que no haya escuchado mencionar a Malala Yousafzai. Además
de ser Premio Nobel de la Paz, es una activista que se enfrenta a la discriminación y los crímenes en contra
de las mujeres, y –por si esto no fuera suficiente– también trabaja desde su fundación en favor de la edu-
cación para todas las niñas y adolescentes. Hace años, todos conocimos su vida gracias al libro Yo soy Malala,
una historia que le dio la vuelta al mundo para narrar el atentado que sufrió por parte de los talibanes. Se atrevió
a levantar la voz por las todas las niñas en Pakistán, y la violencia del fundamentalismo religioso la obligó a migrar para comenzar un
nueva vida.
Su nuevo libro, Todas somos desplazadas, es un recuento de las historias de mujeres de distintos lugares del nuestro planeta. Todas
tienen un punto en común: Malala las conoció durante sus viajes y escuchó las narraciones sobre el desplazamiento que vivieron. Efecti-
vamente, sus interlocutoras, al igual que ella, tuvieron que huir de sus países de origen para ir en busca de una nueva vida en un sistema
que, por lo menos, se alejara de lo terrible.
Muchas personas no comprenden los horrores que viven los refugiados. Para ellas, los desplazados son como cualquiera con una sola
diferencia: tienen que comenzar de nuevo en un sitio lejano de sus hogares. Malala nos obliga a comprender este fenómeno de una ma-
nera profunda al retomar su historia como desplazada para honrar a todas las mujeres que se arriesgan para tener una vida mejor. Ella va
por todas las desplazadas que ha conocido y también lo hace por las que nunca conocerá, pero que –a pesar de esto– decidieron vivir y
conservar la voz para narrar sus tragedias.
22
P O R : FA B I Á N V. E S C A L A N T E
P
ersépolis nos ofrece un retrato de su vida en dibujos en blanco y negro. A todas luces, sus páginas son el
recuento de la lucha de Marjane Satrapi por sus derechos, sin perder su identidad durante la época
más dura para su país de origen: el Irán durante la teocracia y el fundamentalismo islámico.
En esta novela gráfica, Satrapi nos acerca a sus raíces persas, a su cultura, su religión y su ideales.
Persépolis nos presenta a Irán y al islam con una perspectiva distinta: una historia poco cómoda
para alguien que vive el cambio político y la consolidación de una teocracia, alguien que se atre-
ve a hablar con claridad sobre Occidente, alguien que nos muestra sus estudios en Europa y se
enfrenta a la intolerancia, el racismo y el desplazamiento forzado. Efectivamente, esta obra nos
permite adentrarnos en las injusticias interminables, lo cual da por resultado una dura novela
gráfica que nos acerca a la guerra, la inmigración, la pobreza, la religión, el abandono, la dicta-
dura, la opresión, la discriminación y la rebeldía. Aún más, en sus imágenes, Satrapi se revela
como una adolescente que nos sitúa ante una perspectiva precisa y definitiva: en medio del
infierno es posible reír para no perder la fe.
El desplazamiento y el refugio son temas que, tanto dentro del
país de Satrapi como en las naciones a las que arriban los mi-
grantes forzados, se producen durante una crisis. Se trata
de un conflicto caracterizado por la búsqueda de una en-
tidad, por la imperiosa necesidad de encajar en un lugar
extraño, por la soledad que los envuelve al no tener
nada en común con las otras personas. Todas estas
emociones están en los trazos sencillos que revelan
una historia real, la de Marjane Satrapi. En efecto,
Persépolis es una autobiografía marcada por la cen-
sura, el machismo y la búsqueda de la libertad de un
niña iraní.
En 2007, Persépolis se convirtió en una película
de animación dirigida por Vincent Paronnaud
y producida por Xavier Rigault y Marc-An-
toine Robert. La cinta recibió muy buenas
críticas en el Festival Internacional de Can-
nes, a pesar del veto impuesto por el gobierno
iraní para no permitir su proyección. Persépolis
también figuró como mejor película extranjera
en los Globos de Oro y obtuvo una nominación
a mejor película animada en los premios Óscar
en 2008. Así pues, tanto la novela gráfica como
la película se han transformado en una reflexión
sobre lo que sucedió y lo que sucede en muchos
países de Medio Oriente.
Estamos ante una obra que te engancha con sus pe-
queños dibujos llenos de simpatía y humor, y que revelan
a su protagonista para acompañarla a una realidad terrible que puede
sorprender a más de uno.
R E C U E R D O S D E L E O N A R D C O H E N
E
l amor tiene que ver con la necesidad del bien del otro; y, en nuevo a subir a los escenarios, ya entrados los ochenta años; de la
algunas ocasiones, esto es lo que podemos observar, página palabra que se labra día a día para dar de comer y pagar facturas;
tras página, en una prosa impecable. Los ejemplos de este tipo de la casa dúplex compartida, como compartido fueron el café y
de obras no son pocos: desde La vida de Samuel Johnson, de Boswell las dolencias del cuerpo y del alma; de la reflexión cotidiana a la
hasta los recuerdos sobre Jorge Luis Borges que escribió Adolfo religiosidad personal de dos amigos, entendidos en ese amor que
Bioy Casares o el Borges a contraluz, de Estela Canto, son muestras dura para la eternidad, cuando se ha plasmado una biografía de
impecables de este quehacer memorioso. Eric Lerner y Leonard calibre entrañable.
Cohen —quienes mantuvieron una larguísima amistad— también La característica voz grave del poeta parece asomarse en la pro-
forman parte de esta tradición y, ahora, Lerner puede contar su sa de Lerner. “Sensato” probablemente sea la palabra que define la
historia. Gracias a él, la sólida amistad de cuarenta años tiene un vida de Cohen según las memorias que describen a su mejor amigo.
homenaje sin lisonjas innecesarias. Su obra es una suerte de cine- En la época en que se abrazaba con furor al budismo como una
matografía que recorre dos vidas hasta la muerte del poeta. Asun- estrella del new age, Cohen fue discreto en su afiliación. Incluso
tos de vital interés (Alianza) es un cálido y respetuoso Zero mantenía un equilibrio lúdico con fotografías de
acercamiento a la relación de dos creadores, que nos Ralph Gibson, textos de Gary Snyder y Paul Bowles, y
permite ver la vida misma en su encanto y crudeza. entrevistas lo mismo con Joni Mitchell que con John
“En 1977, cuando nos conocimos —apunta Ler- Cage. A pesar de haber creado la revista junto con su
ner—, Leonard ya tenía tomada la decisión de man- amigo, Cohen se mantenía como colaborador, dejan-
tener su vida privada tan lejos de los focos de su do la completa dirección a Lerner. Buena parte del
profesión como le fuera posible”. En Asuntos de vital proyecto se ideaba en la Tremaine Avenue, en la casa
interés nos enteramos de que así fue, incluso él man- dúplex que compartían, comprada entre ambos a solo
tuvo esta actitud en su último adiós. El hombre que diez minutos del monasterio del maestro Joshu Sasaki
dejó huérfanos a millones de seguidores de su poesía Roshi, su amigo y mentor.
y sus canciones, a aquellos que siguieron esperando Vástago de una prominente familia judía de Mon-
una tercera novela que volviera a mover las entrañas treal, Cohen no daba la imagen de creerse el halo se-
como lo hizo en Los hermosos vencidos, es plenamen- sentero: el poeta gustaba vestir Armani; en casa ropa
te recuperado por Lerner. cómoda, pero no jeans; y en el monasterio, sus “túni-
La amistad de Eric Lerner y Leonard Cohen inició cas daban la impresión de pasar por la plancha todas
en un centro budista de Los Ángeles, donde no es necesario rom- las mañanas”. Tomaba buen vino, comía magramente, siendo la
perse la cabeza para saber lo que ambos buscaban, sobre todo en cafetera el aparato más importante de la cocina, y el buen taba-
esos años aún luminosos posteriores a la década de los sesenta. co algo indispensable. Su menester cotidiano fue mantenerse al
Con lenguaje impecable, Lerner acerca su lente para fotografiar al margen del foco.
ser humano de a pie que fue Leonard Cohen. Para lograrlo de una Sus seguidores saben de su vocación humanista, su sensualidad
manera literaria, recurre a saltos en el tiempo que arman un rom- y humor ácido, por sus letras en poemas y canciones. Lo que se-
pecabezas, dejando un sabor paradójicamente lineal. Confecciona guramente no saben es cuál era su primera ocupación: los hijos.
con puntualidad sin caer en lucubraciones y tampoco en sensible- Lerner no describe a un padre modelo, sino a un padre atento,
rías; gracias a esto deja claro el lugar de cada uno en esta amistad, que recorre los kilómetros que fueran necesarios para estar cerca
y sin quitar el foco revela la vida de uno de los poetas más impor- de ellos, y da cuenta de su atención para cubrir las necesidades
tantes del siglo xx. Un personaje elegante que vivió sobriamente, del desarrollo de unos niños, cuyos padres se divorciaron aún
un hombre de humor amorosamente sarcástico y pulcro, un padre siendo pequeños. Un padre amoroso, presente a toda costa y, a
entregado y, para sorpresa de sus seguidores, un hombre que no veces, de costa a costa.
logró cosechar el otro amor, el de pareja. El mismo Cohen se puso el mote de Old Leonard, aunque no
En Asuntos de vital interés nos enteramos de los andares que lo fuera cuando conoció a Lerner, a pesar de los quince años de
van del centro budista a la confección conjunta de la emblemáti- diferencia entre ellos, que se fueron encogiendo con el tiempo.
ca revista Zero; de la masculina pasión por los hijos y la cotidia- Así pues, Old Leonard y Old Eric fue la manera en que se llama-
neidad terrenal marcada por el luminoso sentir de ese vínculo. ban cariñosamente a sí mismos en persona, por teléfono, por
Exactamente lo mismo nos sucede cuando descubrimos el ríspi- correo electrónico, mucho antes de que el calificativo por fin
do mundo empresarial alrededor de la disquera que por tantos los alcanzara.
años le regateó al poeta canción por canción, y que —muy a pesar Es imposible no traer a la memoria el poemario de 1964, Flores
de la etiqueta— siempre coronó el medio; de la doble cara de la para Hitler. Cuando se lee, en palabras de Lerner: “Para él, 1492
misma moneda cuando la estrepitosa estafa de su administradora no era el año en que las tres carabelas de Colón se echaron a la
(¿y amiga?) lo llevó a la pérdida económica total, obligándolo de mar para descubrir América, sino la fecha en que los judíos fueron
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P O R : M A RC E L A C A M P O S
expulsados de España… Su adscripción tribal era para él una fuente de confortación, pero también sentía un entusiasmo general por
los rituales y privilegios de todas las adscripciones”.
Es imposible evitar levantarse y buscar —no en los CD, sino en los viejos acetatos— su rostro, el rostro de Suzanne, con quien quieres
viajar adonde te lleve; el de Marianne, con su larga cabellera sobre la almohada en el momento de la despedida; el rostro que te recuerda
que no hay más diamantes en la mina; el del gitano guapo al que no le queda de otra sino agradecer que se haya convertido en tu hermano
y tu asesino; al del pájaro en el alambre, que como tú, intenta ser libre a su manera; el rostro del hombre que se convierte en la medida
exacta que tu deseo requiera, el que pide por los que son ciegos mientras tú sí puedes ver; el que te rompe en la cara todo lo que sabes y
te mientes; el que te invita a bailar hasta que el amor termine; el rostro del que ha descubierto el acorde secreto: ¡Aleluya!
Pero regresas y sigues leyendo porque no puedes dejar de hacerlo, porque quieres enterarte cómo fue ese You want it darker, su
última producción discográfica terminada justo antes de su partida de este mundo, de las miles de luces que quedaron encendidas
esperando el amor que no llegó, y sin embargo, siguen iluminando a los seguidores de su espíritu con demoledores argumentos sobre
la existencia y la hermosa fragilidad que nos contiene. +
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Marcela Campos, psicóloga y poeta. También ha sido editora, periodista, corresponsal, guionista y productora de radio. marcam60@hotmail.com
D E M E N T E
Desplazados emocionales:
entrevista a Julio Bevione
J
ulio Bevione escribe, da conferencias y se reúne con la gente. Si quisiéramos resumir por qué lo hace, pronto encontraríamos las palabras
precisas: él trata de abrir caminos, de mostrar las rutas que permitan a las personas encontrarse consigo mismas para descubrir sus gran-
dezas y, por supuesto, ser capaces de amarse. Este hecho es crucial: no puedo amar a los otros si no me amo a mí; es más, esto me llevaría a
otra maravilla, a la posibilidad de descubrir de que mi mismidad nada tiene que ver con lo que piensan y hacen los demás, pues está marcada por
una tranquilidad que me permite comprender y actuar en el mundo. Así, la lucha de Julio es contra el desplazamiento emocional, un hecho del que
conversamos con el pretexto del lanzamiento de su libro más reciente.
Hace quince años salió tu primer libro, Vivir en la zona. ¿Qué tanto que va a ser útil, no solo va a ser un libro de compañía sino también
han cambiado las cosas, o siguen siendo las mismas cuestiones con un botiquín de primeros auxilios que llega en el momento en que
las que nos seguimos atorando? hubo un accidente por el coronavirus.
En realidad pienso más o menos lo mismo que hace quince años, solo Yo sentí eso, que tocaba las bases del primer libro, pues siempre
que ahora la gente puede profundizar más en su interior. Cuando pu- hay que volver a uno mismo. ¿Cómo podemos iniciar el proceso
bliqué mi primer libro había una superficialidad en estos temas, la para volver a nosotros mismos cuando nos perdemos?
gente iba más por las técnicas y la búsqueda externa de soluciones. Yo planteo ocho preguntas a este respecto, pero hay una que es esen-
Ahora, las personas están más conscientes de que la solución de los cial: ¿cómo me siento? Gracias a ella podemos empezar a compren-
problema implica involucrarse en ellos. Por esta razón, Volver a mi der que estar con uno mismo no significa estar mentalmente con
marca el cierre de una etapa de doce libros. uno, no es sentarte a conversar ni estar al pendiente de tu análisis,
De alguna manera creo que Volver a mi es una celebración a tu sino de los sentimientos. Cuando logramos tranquilizarnos y sentir-
trabajo. Has estado viajando, viviendo en diferentes lugares, cono- nos plenamente, la sensación de estar con nosotros es real y, a partir
ciendo un sinfín de personas y al final todos buscan lo que tú haces: de ese momento, podemos empezar a tomar decisiones y a usar una
escucharnos. ¿Cómo sientes estos años? mirada interna; pero si no te aquietas para sentir, nunca vas a poder
Con este libro me tomé un rato para sentarme tranquilo y mirar atrás tener ese discernimiento.
para compartir lo vivido. Es como decir “Aprendí esto”, “Me encontré ¿El miedo es una ilusión que nos está justo separando de esa paz?
con una persona y me contó esto, y esto fue lo que yo le respondí”. Claro, el miedo es una invención del ego. La primera pregunta del
Si tuviera que mirar para adelante, te diría que el libro llega en un libro es: ¿me escucho? ¿Por qué no empezamos a escucharnos los
momento muy útil: han pasado muchas cosas en el planeta en los últi- cuentos que nos contamos? Esos cuentos determinan si lo que
mos tiempos. Yo creo que tiene el timing de llegar en un momento en vemos y creemos es verdad o no. El miedo es esa invención, esa
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P O R : YA R A S Á N C H E Z D E L A B A R Q U E R A
construcción mental que determina si algo es verdadero o falso. Hay algo que me gusta mucho de ti: la idea de
Por eso debemos responder ese cuestionamiento, ya que –gracias dejar de distraernos con supersticiones o expli-
al análisis mental– podemos valorar si algo tiene las condiciones caciones de todo, brincar de una técnica de sa-
para ser real o solo es una mentira. nación a otra, o explicarnos todo solo con la as-
Todas las preguntas que haces tu libro son importantes, pero, trología. Muchas veces solo son creencias que, al
no sé si considerarías que la más importante es “¿Te aceptas?”. final, nos alejan de nosotros y del GPS espiritual
Esa pregunta está en el centro porque, cuando ya hemos trabaja- del que hablas.
do con la personalidad o con el ego podemos comenzar a mirar Siempre hay una búsqueda de explicaciones, por eso
lo espiritual. La aceptación no tiene que ver con aprender a lidiar hay que estar muy instruidos en temas espirituales.
con mi parte oscura o con mi aceptación básica, sino con darme A veces podemos ser muy simples a nivel forma-
cuenta de lo que realmente soy y no he aceptado. Generalmente, ción, pero también podemos estar abrazados al es-
cuando tenemos una buena oportunidad para hacerlo, escapa- píritu. Creo que debemos bajar un poquito más de
mos casi de inmediato. Si alguien nos ama, lo dudamos. Cuan- la cabeza al cuerpo. Pero eso nos cuesta: creemos
do estaba con los grupos de Miami, uno de los chicos me dijo: que es ser simplistas, y que las cosas que tienen una
“Julio, haz un retiro”. Eso era un desafío porque, ¿quién soy yo explicación más confusa son más valiosas.
para hacer un retiro? Pero si alguien ve tu grandeza por fuera y Mencionas que debemos conocernos mejor para
te propone hacer un retiro, ¿por qué no voy a creer lo que está poder conocer a las otras personas.
viendo? Si lo está viendo en mí, y aceptar la grandeza es eso, Sí, porque los otros tienden a ser un reflejo de no-
tengo que aceptar el reto. sotros. Entonces, si no me conozco, tampoco pue-
Sí, esa es la impresión desde tu primer libro: do conocer a los otros. Pero si
nos vemos en versiones chiquititas. Todos me conozco, sé lo que es mío
los pasos que mencionas en tus preguntas y lo que es tuyo, así sé que lo
también te llevan a una unidad: eres amor que me dices tú es tuyo y no
y eres perfecto. es mío… pero si no me conoz-
Claro, y al final esto te lleva a darte cuenta co me voy a tomar como algo
de que en este planeta no hay nadie como tú; personal todo lo que me dices.
pero, a su vez, implica que tampoco compi- Regresando a tu libro Volver a
tes con nadie. Todos tienen sus virtudes. Ese mi, la historia puede ajustarse
es realmente el amor más elevado, donde no a la idea de que somos unos
te amo desde el lugar del ser amado, sino que desplazados emocionales.
“te amo porque tú eres amor y compartimos Exacto, estamos viviendo fue-
lo mismo”. ra de nosotros, nuestro cuerpo
Claro y esto puede tomar toda la vida, pero está habitado por otras cosas,
vale la pena. pero no por nosotros. Está col-
Sí, puede tomar toda la vida; pero yo creo mado de historias, dolores, opi-
que existe una aceleración evolutiva súper niones ajenas, pero nosotros
interesante. Por eso no creo que mucha gen- no estamos… somos los pri-
te se quede fuera de este proceso, de una u meros desplazados. De hecho,
otra manera nos involucra a todos, así que creo que a veces nos duele tan-
vamos bien. to cuando vemos situaciones
¿Nos puedes platicar sobre el eje emocio- de desplazados porque en ellas
nal que mencionas en el libro? ¿Cómo tra- nos reflejamos, somos los pri-
zar a partir del caos un eje emocional en meros que nos abandonamos y
donde la persona está desubicada? aún no sabemos cómo volver.
Si empiezas a buscar un equilibrio con lo externo no solo te va Nos vemos reflejados en el dolor de los otros, pero
a costar, pues el desequilibrio siempre volverá. Tu entorno está no hacemos nada por nosotros ni por los demás.
en movimiento, pero cuando tú logras estar equilibrado, ya no No lo hacemos por el otro porque no lo hemos he-
reaccionas, y no importa lo que esté pasando. No te vas a alterar. cho por nosotros. Una persona que se ama es capaz
Empecemos a hacernos cargo de nuestras emociones y usemos la de amar; una persona que no se ama, está incapa-
respiración para encontrar el equilibrio emocional. Cuando estás citada para amar, por eso solo puede reflejar do-
en paz contigo mismo, y emocionalmente no te perturbas, no hay lor, inseguridad, miedos. La idea de que el despla-
nada externo que pueda alterarte. No importa lo que pase: aunque zamiento es algo traumático tiene que ver con la
te insulten vas a responder, pero no perderás tu paz. vida del desplazado, con la vida interior del des-
Somos llamados a un cambio de conciencia. Cuando cruzas el plazado, pero también con sus circunstancias: esa
umbral y entiendes un poquito mejor las cosas, descubres que persona podría vivir de otra manera. Puesto que
el movimiento no para. todos estamos más o menos abandonados, no solo
El cambio de conciencia tiene que ver con un cambio de percep- el desplazado se siente mal, pues llega a un lugar
ción. Cuando tú ves las cosas desde una conciencia limitada o con donde viven personas autodesplazadas que no son
miedo, lo que observas es puro caos; en cambio, cuando tu con- amables, que lo atacan como ellos mismos se han
ciencia se amplía, miras el caos, pero también la solución o ves la atacado. Estamos ante un círculo tóxico, que –si lo
posibilidad de que exista un orden. Entonces te colocas con la so- pudiéramos mirar desde fuera– sería el mundo de
lución y no con el problema. En realidad, el cambio de conciencia los desplazados. Por eso es fundamental mirarlo
es constante, no tiene que ver con una graduación. Muchas veces por dentro para que esto no ocurra más y cambiar-
hay ansiedad al pensar que no lo hemos logrado o que queremos lo de verdad.+
obtener ese cambio de conciencia, pero esa no es la meta.
Un cómic independiente que luego Tenía la intro más espectacular de una carica-
se
transformó en un icono de la infancia tura estadounidense que un niño de los ochen-
de
finales de los ochenta. Las Tortugas Ninja ta podía ver (por algo la mandaron animar en
fueron un hito mundial por presentarn Japón). La historia de unos felinos antropo-
os
con franqueza las aventuras de Leon mórficos que huían de la destrucción de su pla-
ardo,
Rafael, Donatello y Miguel Ángel, cuatr neta natal, para encontrarse en un nuevo mun-
o
hermanos mutantes que comen pizza do, luchando por reconstruir su civilización.
y
salvan a la humanidad, aunque esta no Aún hoy se nos eriza la piel con un “Thunder…
los
acepta por su apariencia. thunder… thundercats, ¡ohhhhhhh!”...
Cuando vuelva
a tu lado
No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
Julio Cortázar
Ricardo Zárate
—Infestación diabólica —dijo Francesc sin asomo de duda. —Piensa en la canción para tu funeral, ¿vale? —me dijo.
Sabía que él era psicólogo y tanatólogo, pero que además fuera Confieso que se me enchinó la piel cuando llegué a casa.
un estudioso de los fenómenos paranormales, no lo supe hasta Frente a la puerta me pregunté qué sería capaz de hacerme
esa cena. Tras su diagnóstico hizo una pausa dramática. La vela mi esposo. Estaba convencida de que ansiaría tocarme o, mejor
en el centro de la mesa acentuó la gravedad de sus facciones y le dicho, lastimarme. En más de una ocasión sentí cómo presionaba
dio una nota de misterio al ambiente. Un recurso muy efectivo, su mano contra mi pecho mientras dormía. Era una sensación
por cierto. Francesc era un buen vendedor. desesperante. ¿Hoy me tirará de los cabellos para arrastrarme por
—No exageres, Panchesc —repuse un poco a manera de broma. el suelo? En vida lo hizo. Giré la llave para averiguarlo.
Y sonreí. Fue una sonrisa triste. No tenía otra por aquellos días. Cerré la puerta detrás de mí y decidí no encender la luz. Daba
Él retomó la palabra. lo mismo. De noche o de día, sé que él pasaba delante de mí con
—Los muebles se mueven solos, también hay sonidos iguales a una expresión de ira y maldad. Ahí estaba, lo tenía enfrente aun-
los lamentos y pestilencias que provienen de ninguna parte… Esto que no podía verlo. Al final decidí ignorarlo, estaba muy cansa-
no es otra cosa más que una infestación diabólica. Conocí un caso da y con la cabeza embotada por el vino. Entré en mi recámara,
similar cerca del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau —reiteró y me derrumbé en la cama con la ropa puesta e intenté dormir sin
volvió a dar una fumada. ayuda de medicamentos.
Ahora yo era quien cerraba la boca. Lo hice para escudriñar el
secreto de su belleza oculta detrás del humo que flotaba en el aire, Conseguí dormirme cuando despuntaba el día. Al despertar, pa-
dos largos filamentos que se trenzaban como serpientes. Después sada la una de la tarde, me incorporé con una mezcla de desazón
pensé en mi esposo. Imagino que, al acercarse a los sesenta años, y amargura luego de ver algunos cabellos pegados en la almohada.
una se pone a pensar mucho, quizá de más. Me chocaba que, al llegar a mi edad, el mundo entero se convirtie-
Era culpa mía. Fui yo quien lo trajo a cuento. Mi marido siem- ra en un espejo empeñado en reflejar una mujer madura. En fin,
pre irrumpía en nuestras conversaciones, pues siempre hablába- había conciliado el sueño varias horas seguidas y eso me confor-
mos de la muerte. Traté de ahuyentarlo de mi mente distrayén- tó. Las bondades del vino tinto.
dome con la flama que titilaba dentro del cristal, aferrándose, Después de bañarme, fui a la cocina para prepararme un café.
bregando para no extinguirse. Durante un instante me distraje Oí que el televisor del salón se encendía y que una ráfaga de vien-
con el bullicio de los parroquianos del bar al que Francesc estaba to se colaba en mi habitación, los cajones se abrieron y mi ropa
ligado por razones emocionales. voló por todos lados. La ventisca dejó el cuarto y salió del depar-
Era nuestra tercera cita y la segunda en ese lugar. ¿Quién dará el tamento por la puerta principal azotándola con furia. Me eché
primer paso?, me preguntaba al tiempo que veía sus ojos. Para dos a temblar y pugné por controlarme. Me callé las groserías que
nacidos a principios de julio es habitual andar hacia los costados pensé endilgarle.
como cangrejos. Está escrito en las estrellas. Más tarde, recogí el desorden que mi esposo había dejado. Pa-
Abandonamos la terraza y Francesc me sorprendió mirando los recía como si buscara algo con desesperación. Me afanaba en tor-
árboles, el viento fresco de otoño me daba en la cara. La estación no a la cama cuando descubrí mi diario en el suelo. Estaba abier-
desnudaba las ramas que eran viejas como yo. Se ofreció a llevarme to. Lo leí: “Las heridas del corazón no sanan del todo, pero otras
a mi departamento en su coche (debería decir “piso”, pero no me vidas pueden crecer a su lado y ofrecerles la sombra que necesi-
acostumbro); decliné y preferí regresar a casa en metro, sola. tan para aliviarlas. La mort no es porta tot. Francesc tiene razón”.
—¿Segura que estarás bien? —me preguntó acariciándome la Supuse que sus sospechas estaban despejadas. Ya sabía su
mejilla. nombre: Francesc.
—No lo sé —respondí mirando el suelo. Suspiré, cerré el cuaderno y lo escondí en un lugar diferente.
Me tomó del mentón con suavidad para levantarme la cabeza. Lo mejor era dar un paseo para despejarme.
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