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Caso clínico desde el modelo psicodinámico

Adriana Mayorga Martínez

Psicología

VII semestre

Corporación Universitaria Minuto de Dios

La Dorada, Caldas
Introducción

El tratamiento de las adicciones se ha transformado en una misión de las diferentes

corrientes de la psicología, debido a que es una problemática y enfermedad que ha afectado y

afecta a millones de personas a nivel mundial, generando múltiples consecuencias destructivas a

nivel físico, psicológico, individual y social.

El consumo de alcohol es aceptado social y legalmente por muchas culturas de generación

en generación. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (2018), refiere que el alcohol

es una sustancia psicoactiva con propiedades causantes de dependencia y múltiples

enfermedades, como: la cirrosis hepática, enfermedades cardiovasculares, tipos de cáncer, así

como trastornos mentales, traumatismos derivados de la violencia y accidentes de tránsito.

El alcoholismo es una problemática que está marcada por la pérdida de control sobre la

bebida, en la que interfiere factores genéticos, ambientales y psicosociales. El modelo

psicodinámico ha brindado aportes significativos para la intervención y tratamiento de personas

con esta clase de problemas, a través de la formulación de casos psicoanalíticamente.

Formular un caso psicoanalíticamente es un proceso subjetivo, especulativo,

individualizado y comprensivo, el cual requiere alcanzar el sentido de la vida anterior, cómo

afecta el pasado en el presente, dando importancia a los aspectos transferenciales y

contratransferenciales, para de esta manera lograr identificar de dónde proviene la vulnerabilidad,

la recaída, el sufrimiento y las mismas dificultades (Varela, B., et al., 2014).

La perspectiva psicoanalítica busca reconstruir y comprender la naturaleza de las

experiencias tempranas, las cuales van generando representaciones mentales que se replican en

cada etapa de la vida y se van estabilizando en el comportamiento de la persona.


El presente trabajo mostrará el caso de un hombre que sufre de alcoholismo, los factores

que condicionan a esos problemas, objetivos terapéuticos, metodología empleada, duración del

proceso de intervención, resultados esperados de la intervención y las respectivas conclusiones,

bajo una formulación psicodinámica del mismo.


Descripción del caso

Hombre de cuarenta y un (41) años de edad, quien estudió hasta tercero de primaria y por

dificultades económicas no pudo continuar. Trabaja como oficial de panadero, aunque está

desempleado actualmente, pero recibe una pensión del estado. Se encuentra separado, vive

actualmente con sus padres, aunque pasa temporadas viviendo en casa de sus hermanos.

Padece de virus de inmunodeficiencia humana (VIH) con infección doble crónica del

virus (Hepatitis B y C) sin tratamiento alguno. Presenta tabaquismo y alcoholismo desde la

juventud, y a causa del consumo excesivo de alcohol, generó hepatopatía alcohólica. Refiere

hipoacusia neurosensorial bilateral por trauma acústico en la infancia. Antecedentes de consumo

de cannabis, cocaína y heroína, actualmente inactivo. Tuvo dos ingresos anteriores en la Unidad

de Hospitalización Breve en los últimos cuatro años, por ideación autolítica y dependencia al

alcohol. Estuvo realizando proceso en la fundación Proyecto Hombre por cuatro años tras lo cual

abandonó el uso de la cannabis, cocaína y heroína. Sin embargo, ha continuado consumiendo

alcohol en grandes cantidades hasta el momento. En el ingreso actual, el paciente acude a

urgencia voluntariamente después de haber realizado gesto autolítico con 40 comprimidos de

cotrimoxazol. Presentaba una clínica de corte depresiva, que incluía ideas puntuales de muerte

que relaciona con la recaída actual en el consumo de alcohol.


Explicación del caso bajo el modelo psicodinámico

Dimensión diagnóstica y etiopatogénica.

El paciente presenta problemas de alcoholismo intentando calmar la angustia y

pretendiendo alcanzar una sensación de poder que le ayude a superar un sentimiento de

inferioridad, relacionado con la baja autoestima que presenta. Constantemente tiene

comportamientos autodestructivos, como ingesta de medicamentos en altas dosis (intentos

autolíticos), no acude a tratamiento para las enfermedades de base (VIH, Hepatitis B y C) y el

consumo frecuente y excesivo de alcohol, comportamiento que está ligado a la pulsión de muerte.

Se evidencia el mantenimiento de mecanismo de defensa disfuncionales (regresión), tras

una experiencia traumática, generando que sus mecanismos de defensa involucionen. Se observa

la imposición como medio de manejo de otros, donde amenaza a los demás para conseguir el

alcohol, lo cual se convirtió en una rutina.

Muestra dos tipos de defensa, la técnica de la externalización, puesto que descarga la

tensión emocional por medio de la acción, reflejado en los actos delictivos cometidos (robo

violencia e intimidación), consumo de droga sin discriminar los medios de administración de

estas; y la técnica demostrativa, ya que los intentos de satisfacción son alcanzados a través de la

manipulación en su familia, los símbolos idealizados tratados como reales.

Otro mecanismo psíquico que se evidencia es la idealización conectada con el narcisismo,

donde el paciente lleva a la perfección las cualidades y valoración del objeto. Ha aprendido a

idealizar las figuras de autoridad, como a su padre desde la infancia. Recuerda a su padre como

una persona maravillosa, trabajador, alguien a quien hay que imitar, cuando en realidad su padre
es un alcohólico que aumentó la pobreza en la familia, llevando a que los hijos trabajarán desde

niños e interrumpieran su formación académica.

El paciente es una persona dependiente de los demás; espera a que su familia le satisfaga

sus necesidades y que el estado le suministre dinero para sobrevivir.

En la funciones yoicas, equilibrio entre Ello, Yo y Superyó, se presenta alteración. Su

carácter ha sido desarrollado a través de los modos específicos de relación del paciente con el

mundo, el núcleo psicótico expresado es confusional y presenta una simbiosis incestuosa

(presencia de relaciones interpersonales con límites difusos).

En la regulación y control de instintos, afectos e impulsos, se identifica ansiedad, temor a

la pérdida del amor del objeto, cree que el amor del objeto puede sustituirlo por la euforia y los

efectos sensoriales que genera el alcohol, pero está generando lo contrario por las perturbaciones

emocionales que genera el objeto y la relación de dependencia resulta incrementada.

El paciente se evidencia devaluado por sí mismo, con pobre proyección a largo plazo y

falta de identificación de aspectos positivos propios que contribuyen a su desarrollo personal, lo

cual genera una estrecha relación con una sustancia inanimada. El consumo de alcohol representa

en el paciente una maniobra adaptativa y de defensa ante fuertes pulsiones primitivas, en la que

predominan la rabia, la vergüenza y la depresión.

El yo defectuoso se encuentra inmerso en una sensación de sufrimiento psíquico, donde la

desestructuración de sus mecanismos psicológicos genera la búsqueda inconsciente de agentes

externos compensadores, apareciendo la ansiedad de la ingesta de alcohol como el único remedio

posible.
En las relaciones objetales, el paciente de forma constante entra en la representación del

otro, se identifica con las figuras parentales y, en especial con la figura del padre, lo cual

perturban el paso a la configuración de la identidad adulta. Ve al mundo como responsable de su

situación actual, sin aceptar o identificar la responsabilidad propia de sus actos. Cree que todo lo

que sucede se debe a una causa externa.

El concepto que el paciente tiene acerca de su problemática de alcoholismo es que se debe

a factores sociales, por tanto es difícil que se vincule de forma directa con su tratamiento y se

responsabilice de su propio cambio. Presenta muchas dificultades para reflexionar sobre el

mundo interno y sobre los otros y revela incapacidad para comunicar la experiencia, lo cual es

elemental para una psicoterapia de orientación psicodinámica.

Como factores predisponentes, se puede mencionar que el paciente tuvo un padre con la

misma problemática de alcoholismo e irresponsable con las obligaciones de su familia, por tanto

sus hijos asumieron el rol de trabajadores desde pequeños. Una madre sumisa que no podía tener

el control de los problemas presentados en el hogar y con ausencia de autoridad. Sus síntomas de

trastorno depresivo también pueden generar mayor ansiedad, lo cual aumenta la vulnerabilidad.

En factores precipitantes, se evidencia que rompió el vínculo afectivo con su pareja,

presenta poco autocuidado y baja autoestima. No se preocupa por su estado de salud ni acude al

médico para tratar las enfermedades que padece.

En los factores mantenedores se percibe que el paciente no se esfuerza por mejorar sus

condiciones de salud, prefiere estar enfermo para que el estado le siga ayudando y su familia

pueda brindarle protección. Actualmente no trabaja, pero se conforma con el auxilio que recibe.

La identificación con algunos aspectos paternos también generan una amenaza. Su familia actúa
como codependiente, así que el paciente no recibe presión interna ni externa para cambiar sus

hábitos destructivos.
Objetivos terapéuticos

Dimensión terapéutica.

Desarrollar la capacidad de interiorización de los eventos vitales, como: muertes, fracaso

de sus relaciones de pareja, pérdida de la salud por enfermedades graves e intentos autolíticos.

Reestructurar las defensas para que pueda enfrentarse y desenvolverse de forma asertiva

en el medio en que vive.

Lograr una modificación de base que permita la satisfacción de demandas existenciales

del sujeto: una pareja estable, constancia y estabilidad.

Recibir atención y tratamiento médico para el manejo de las enfermedades físicas que

padece.

Determinar si el trastorno depresivo fue desencadenado por el consumo de alcohol o si el

alcoholismo fue desencadenado por la depresión.

Iniciar tratamiento psiquiátrico para el control de los síntomas depresivos.

Superar la problemática de alcoholismo.


Metodología empleada y duración del proceso de intervención

Se utilizará por un año de tratamiento y con sesiones semanales, la psicoterapia

psicoanalítica, basada en los postulados teóricos de la tradición psicodinámica, a través de la

identificación y desactivación de mecanismo de defensa, la asociación libre, el análisis de los

sueños y la interpretación de la transferencia y contratransferencia, para hacer el conflicto

consciente y pueda ser trabajado por el paciente a través del insight y la elaboración.

El modelo de los tres niveles para la observación de las transformaciones del paciente

durante la psicoterapia, propuesto por R. Bernardi (2011).


Resultados esperados de la intervención

Dimensión evolutiva.

El paciente logra desarrollar la capacidad de interiorizar los eventos vitales y puede

enfrentarlos a través de defensas maduras.

La familia se convierte en un factor de protección y no en un factor mantenedor del

problema.

El paciente logra reestructurar las defensas contribuyendo en el desenvolvimiento

asertivo en el medio que lo rodea. No genera compasión en los demás para obtener beneficios

personales.

Logra una modificación de base que le permite tener una vida estable y acorde con los

principios y valores morales.

Recibe atención y tratamiento médico para el manejo de las enfermedades físicas que

padece.

Controla los síntomas depresivos gracias al tratamiento farmacológico que sigue.

Supera la problemática de alcoholismo y se siente responsable de sus logros, fortalezas y

debilidades.

Satisface sus necesidades básicas con el subsidio del estado y salario que recibe por su

trabajo realizado.
Conclusiones

Los conflictos inconscientes llevan a repetir una y otra vez el mismo argumento

dramático. Es necesario acceder a él para poder obtener la explicación última, final y

determinante del comportamiento, pero solo puede hacerse a través de unos códigos de signos y

símbolos que ofrece el modelo psicodinámico.

El origen del comportamiento y sus problemas se establecen en la infancia por medio de

la satisfacción o frustración de las necesidades e impulsos básicos.

El foco terapéutico permite planificar y estructurar el tratamiento, complementado con la

elección del encuadre adecuado, la actitud terapéutica y el estilo de las intervenciones según

objetivos realistas.

La salud mental es un componente esencial en la calidad de vida de las personas y va más

allá de la ausencia de trastornos o discapacidades mentales. Está determinada por múltiples

factores sociales, psicológicos y biológicos.

El tratamiento se debe adecuar a la motivación del sujeto para poder lograr avances más

significativos. La evolución clínica depende de la motivación y disposición del paciente en el

proceso de intervención que se realiza.

Detectar a tiempo un trastorno brinda la posibilidad de obtener la mejoría de forma más

rápida, por eso se hace necesario conocer los criterios diagnósticos. Los criterios de un trastorno

ayudan a establecer el diagnóstico, lo cual conduce también a la recuperación.


Bibliografía

American Psychiatric Association. (2014). Guía de consulta de los Criterios Diagnósticos

del DSM-5™. Washington, DC: Copyright

Compas, B. & Gotlib, I. (2003). Introducción a la psicología. México: McGraw-Hill.

Cortés, B., Ballesteros, A. & Becker, J. (2013). Análisis psicodinámico breve en un caso

de dependencia de alcohol. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría.

Ortiz, M. (2013). Psicopatología clínica: adaptado al DSM-5. Madrid: Difusora Larousse

- Ediciones Pirámide.

Sollod, R. (2009). Teorías de la personalidad, debajo de la máscara. México. McGraw-

Hill.

Varela, B., et al. (2014). La formulación psicodinámica del caso. Revista de psiquiatría de

Uruguay.

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