Sie sind auf Seite 1von 3

Pavor

LEILA GUERRIERO

Siempre preguntan lo mismo: si a uno, periodista, no le da miedo hacerse daño


escuchando las historias dolorosas de la gente. A mí no. Lo que me da pavor es la
escritura, ese bicho inhumano. Sucede que a veces uno escribe algo, y ese algo
se lo lleva todo; escribe, digamos, un texto que se comporta como un agujero
negro que absorbe los recursos, las formas, y uno queda hueco como un edificio
interrumpido. En apariencia, todo funciona correctamente. Pero nada funciona
correctamente. Durante días, quizás semanas, quizás meses, uno contempla,
anestesiado y lúcido, la herrumbre hepática de frases que reptan sin despertar.
Desde el umbral yermo de esa tierra incógnita, sin adentrarse en ella porque no se
sabe cómo, sin posibilidades de retroceder porque no se puede, uno observa a la
escritura mutar y retorcerse como quien espera la desesperante evolución de una
enfermedad blanda. No se trata de no poder escribir, porque uno siempre escribe.
Se trata de haber traído al mundo un cordero malsano de dios, maldito y bendito,
que se cobró su precio y se lo llevó todo. Yo escribí hace poco un texto así. No
importa cuál (es cosa mía). Y permanecí por un tiempo mirando esos ríos
petrificados de palabras, preguntándome: ¿dónde está el agua, dónde están los
peces? Rogando que alguien me dijera: “Basta”. Rogando que alguien me dijera
“pará”. Queriendo ser otra cosa. Un vendedor de autos. Un albañil. Un tenista. No
alguien que escribe. Después, de pronto, todo vuelve, y es como siempre fue y es,
también, la perfecta otra cosa. Y, cuando todo vuelve, uno no se pregunta cuándo
será la próxima vez, el próximo pavor, el próximo desastre. Uno, simplemente,
sigue. Es patético, es doloroso, es humillante y es aterrador. Y, como pasa con
todas las cosas que realmente importan, nunca nadie pregunta. Menos mal.

https://elpais.com/elpais/2016/10/11/opinion/1476206916_160757.html
Rocío Adriana Abreu: No al maltrato animal
México cuenta con una legislación de avanzada en materia de protección
animal
Los animales son seres vivos que sienten, sufren o gozan, dependen ciento por
ciento del ser humano, por lo que deben ser tratados como se trata a las
personas, las diferencias radican en el raciocinio y otras capacidades de índole
física y de supervivencia, sin embargo, tanto animales como humanos ostentamos
necesidades y derechos, innatos a nuestra condición, que deben ser respetados
para mantener el equilibrio ecológico y social de nuestro entorno.
México cuenta con una legislación de avanzada en materia de protección animal,
sin embargo, la normatividad que impera es insuficiente.
Evitar el maltrato hacia los animales está en nuestras manos, en las manos de la
sociedad, aunque no seamos los culpables de forma directa, podemos hacer
mucho para reducirlo.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó en la más reciente
Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, que en nuestro país conviven 18
millones de perros, de los cuales sólo 30 por ciento tiene dueño, mientras el
restante 70 por ciento se encuentra en las calles por abandono o por el resultado
de la procreación de los mismos animales desamparados, lo cual nos posiciona a
nivel mundial en el penoso tercer lugar en crueldad hacia los animales.
Diversas organizaciones protectoras de animales, revelan que siete de cada 10
animales son víctimas de maltrato y abandono, por lo que resulta necesario que
el gobierno federal intervenga para que, a través del Poder Legislativo,
empecemos a dar pasos certeros para formular un marco normativo que atienda
las necesidades de todos los actores involucrados en el cuidado y bienestar de los
animales, para lograr el llamado bienestar animal, incluyendo su salud mental y
física en armonía con su ambiente.
De acuerdo con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), se
considera que un animal se encuentra en un estado satisfactorio de bienestar
cuando está sano, confortable y bien alimentado, puede expresar su
comportamiento innato, y no sufre dolor, miedo o estrés.
Desde el Poder Legislativo resulta imperativo promover acciones que determinen
una relación más cercana entre el gobierno y la ciudadanía, quienes exigen sean
escuchadas y atendidas sus demandas. Urgimos la inclusión de diversos sectores
de la sociedad cohesionados por una visión multidisciplinaria, a fin de fortalecer su
integración, en aras de mejorar de manera gradual y perceptible las condiciones
de vida de los animales.
Por ello, la intención de la iniciativa de reforma constitucional que hice el pasado
13 de noviembre, ante el Pleno del Senado de la República, a la cual se adhirieron
más de 100 senadores, reconociendo la importancia y trascendencia que reside
en establecer facultades al Congreso de la Unión para que, en concurrencia con
los gobiernos locales, puedan instaurar un marco legal que permita brindar una
mejor calidad de vida a los animales, es decir, legislar en materia
de protección y bienestar animal.
 
https://heraldodemexico.com.mx/opinion/no-al-maltrato-animal/

Das könnte Ihnen auch gefallen