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Nostos en La Odisea[editar]
La Odisea de Homero es el primer nostos, el más conocido y origen de todos los demás. El
tema cobra vida cuando el héroe principal Odiseo intenta regresar a su casa en Ítaca después
de luchar en la Guerra de Troya. Odiseo es desafiado por muchas tentaciones, como con
las sirenas y los lotófagos. Si Odiseo hubiera cedido a estas tentaciones, habría significado una
muerte segura y, por tanto, no habría regresado a casa. 3
Nostos o nostoi no solo se ha utilizado en la literatura antigua griega sino que como modelo y
viaje, metáfora de la vida humana, se puede encontrar en muchas formas de literatura y en
películas. 4
La palabra nostalgia fue acuñada por primera vez como término médico en 1688 por Johannes
Hofer (1669-1752), un estudiante de medicina suizo. Utilizó la palabra νόστος junto con otra
raíz griega, άλγος, algos, que significa "dolor", para describir la
condición psicológica de anhelo por el pasado.
Véase también[editar]
Monomito
Regresos
Referencias[editar]
Regresos
Regresos
de Eumelus of Corinth
Género Épica
Ciclo troyano
Iliupersis Regresos Odisea
Argumento[editar]
Los Regresos relata el retorno a casa de los héroes griegos tras el final de la Guerra de Troya.
Para su trama dependemos casi completamente de un resumen del ciclo épico contenido en
la Crestomatía1 atribuida a un desconocido «Proclo» (posiblemente identificable con
el gramático del siglo II Eutiquio Proclo). Algunas otras referencias antiguas a este poema dan
más datos acerca de su trama.
El poema arranca cuando los griegos están preparándose para zarpar hacia Grecia. La
diosa Atenea está enfurecida por el impío comportamiento de los griegos en el saqueo de
Troya (véase Iliupersis). Agamenón se queda atrás para apaciguarla; Diomedes y Néstor parten
en seguida y llegan a casa sanos y salvos; Menelao parte pero se encuentra con una tormenta
y pierde la mayoría de sus barcos, tras lo cual arriba a Egipto y pasa allí varios años. Otros
griegos, incluyendo al profeta Calcante, llegan por tierra a Colofón, donde este muere y es
enterrado.
Ediciones[editar]
Notas[editar]
Monomito
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Y añade Campbell:
Whether the hero be ridiculous or sublime, Greek or barbarian, gentile or Jew, his journey
varies little in essential plan.
Ya sea el héroe ridículo o sublime, griego o bárbaro, gentil o judío, su aventura varía poco en
cuanto al plan esencial.
7
Campbell y otros estudiosos, tales como Erich Neumann, describen las historias de Gautama
Buda, Moisés y Cristo en términos de "monomito", y Campbell sostiene que muchos mitos
clásicos de gran variedad de culturas siguen este patrón básico.
Índice
1Resumen
o 2.1La Salida
o 2.2La Iniciación
2.2.5La apoteosis
o 2.3El Regreso
3Otras formulaciones
5Críticas
6Véase también
7Bibliografía
o 7.2DVD/Discografía
8Referencias
9Enlaces externos
Resumen[editar]
Campbell describe diecisiete etapas o pasos a lo largo de este viaje, aunque son muy pocos
los mitos que cumplen los diecisiete. Unos suman muchas de las etapas, y otros solo algunas;
unos mitos pueden concentrarse en solo una de las etapas, mientras que en otros se hace
frente a las mismas en un orden diferente. Las diecisiete etapas pueden organizarse de diversa
manera. Es común la división en tres secciones: "Salida" (a veces llamada "separación"),
"Iniciación" y "Retorno". La "Salida" trata de la aventura del héroe antes de cumplir la misión,
la "Iniciación" se ocupa de las diversas aventuras del héroe a lo largo del camino, y el
"Regreso" trata de la vuelta del héroe con los conocimientos y las competencias adquiridos en
el viaje.
La Salida[editar]
La llamada de la aventura[editar]
El héroe parte de una situación mundana de normalidad en la que de pronto le llega una
información que actúa en su mente como llamada hacia lo desconocido.
Campbell: «[...] un bosque, un reino oculto, bajo las olas o en las alturas celestes, una isla
secreta, la elevada cima de una montaña, o un estado de sueño profundo, pero es siempre un
lugar repleto de seres extrañamente fluidos y polimorfos, tormentos inimaginables, hazañas
sobrehumanas, imposible deleite. El héroe puede salir por su propia voluntad para llevar a
cabo la aventura, al igual que Teseo cuando llegó a la ciudad de su padre, Atenas, y escuchó la
horrible historia del Minotauro, o puede ser empujado o enviado al extranjero por un agente
benigno o maligno, como Odiseo, que fue impulsado a través del Mediterráneo por los vientos
del airado dios Poseidón. La aventura puede comenzar debido a un simple error... o aún más,
uno puede hallarse simplemente paseando cuando, de forma casual, un fenómeno singular
que pasa por el lugar llama la atención de su ojo errante, atrayéndolo a apartarse de los
caminos frecuentados por el hombre. Los ejemplos de todos los rincones del mundo podrían
multiplicarse ad infinitum».8
El rechazo de la llamada[editar]
La ayuda sobrenatural[editar]
Campbell: «Con esas fuerzas benéficas para guiarlo y ayudarlo, el héroe avanza en su aventura
hasta que llega al "guardián del umbral" en la entrada a la zona de poder magnificado. Éste
custodia los vínculos al mundo en cuatro direcciones —también arriba y abajo—
representando los límites de la actual esfera del héroe, u horizonte vital. Más allá de dichos
límites se encuentra la oscuridad, lo desconocido, el peligro, al igual que más allá de la
vigilancia paterna el niño se encuentra en peligro, y más allá de la protección de la sociedad
peligran los miembros de la tribu. La persona normal se siente más que satisfecha, y hasta
orgullosa, de permanecer dentro de los límites indicados, y el sentido común corriente le da
todas las razones para temer dar el primer paso hacia lo inexplorado. La aventura consiste
siempre y en todas partes en dar ese paso más allá del velo de lo conocido, hacia lo
desconocido; los poderes que se vislumbran en la frontera son peligrosos, tratar con ellos,
arriesgado, y, sin embargo, para cualquiera con capacidad y valor suficientes el peligro se
desvanece».11
El vientre de la ballena[editar]
El vientre de la ballena representa la separación final del yo y del mundo conocidos por parte
del héroe. Al participar en esta etapa, la persona muestra disposición a someterse a
una metamorfosis.
Campbell: «La idea de que cruzar el umbral mágico es un tránsito hacia una esfera de
renacimiento aparece simbolizada en todas las culturas por el vientre de la ballena. El héroe,
en vez de conquistar o conciliarse con la fuerza del umbral, es tragado por lo desconocido y
parece haber muerto. Este motivo popular hace hincapié en la idea de que el paso del umbral
es una forma de auto-aniquilación. En lugar de avanzar hacia afuera, más allá de los confines
del mundo visible, el héroe va hacia adentro, a fin de renacer de algún modo. La desaparición
corresponde al ingreso del fiel en el templo, donde se vivifica por el recuerdo de quién y qué
es, es decir, polvo y cenizas solo posiblemente inmortales. El templo interior, el vientre de la
ballena, y la tierra celestial de más allá, por encima y por debajo de los confines del mundo,
son una y la misma cosa. Por eso, los accesos y las entradas a los templos están flanqueados y
defendidos por gárgolas colosales: dragones, leones, demonios asesinos con las espadas
desenvainadas, enanos resentidos, toros alados. El fiel en el momento de entrada en el templo
sufre una metamorfosis. Una vez en su interior, puede decirse que ha muerto en el tiempo y
regresado a la Matriz Universal, el Ombligo del Mundo, el Paraíso Terrenal. Alegóricamente, de
este modo, la entrada al templo y la inmersión del héroe a través de las mandíbulas de la
ballena son aventuras idénticas, denotando, en lenguaje simbólico, el acto central de la vida y
la vida renovada».12
La Iniciación[editar]
Campbell: «La última aventura, cuando se han superado todas las barreras y los ogros han sido
vencidos, se representa comúnmente como un matrimonio místico del héroe triunfante con la
Diosa Reina del Mundo. Este es el momento culminante en el nadir, en el cenit, o en el borde
extremo de la tierra, en el punto central del cosmos, en el tabernáculo del templo, o dentro de
la oscuridad de la cámara más profunda del corazón. El encuentro con la diosa (que se encarna
en cada mujer) es la prueba final del talento del héroe para ganar el don del amor (la dádiva es
el amor fati [el amor destinado]), que es la vida misma disfrutada como el encierro en
la eternidad. Y cuando el aventurero, en este contexto, no es un joven, sino una dama, ella es
la que, por sus cualidades, su belleza o sus aspiraciones, se ha vuelto apta para convertirse en
la consorte de un inmortal. Entonces el esposo celestial desciende a ella y la conduce al lecho,
ya de grado o por fuerza. Y si ella lo rechaza, es que la venda ha caído de sus ojos, y si ella lo ha
buscado, su deseo encuentra la paz».14
En esta etapa, la persona debe enfrentarse y ser iniciada ante aquello que ostenta el máximo
poder en su vida. En muchos mitos e historias es el padre, o una figura paterna, el que posee el
poder sobre la vida y la muerte. Este es el punto central del viaje. Todos los pasos anteriores
han conducido a este lugar, y todos los que siguen a continuación se alejarán de él. Aunque
este paso se simboliza con mayor frecuencia por el encuentro con una entidad masculina, no
tiene por qué ser un hombre, sino solo alguien o algo con un gran poder.
La apoteosis[editar]
Cuando alguien sufre una muerte física, o muere en sí mismo para vivir en el espíritu, él o ella
se mueve más allá de los pares de opuestos, trasladándose a un estado de conocimiento
divino, al amor, la compasión, la felicidad. Una forma más mundana de ver este paso es que se
trata de un período de descanso, paz y plenitud previo al comienzo del regreso del héroe.
Campbell: «Los que saben, no sólo que lo Eterno se encuentra en ellos, sino que lo que ellos
son realmente, y todas las cosas, es lo Eterno, habitan en los bosques del deseo satisfecho,
beben el brebaje de la inmortalidad y escuchan en todas partes la música inaudita de la
concordia eterna».17
El don final[editar]
Apu Qun Tiqsi Wiraqucha, o Viracocha, dios andino, uno de los muchos que asocia Campbell al
"monomito".
La negativa a regresar[editar]
El vuelo mágico[editar]
A veces, el héroe debe escapar con el don, si se trata de algo que los dioses han guardado
celosamente. El regreso puede resultar tan aventurero y peligroso como lo fue el viaje.
Al igual que el héroe puede necesitar guías y asistentes para embarcarse en la búsqueda,
muchas veces él o ella debe tener guías y salvadores de gran poder que lo conduzcan de vuelta
a la vida cotidiana, especialmente si la persona ha sido herida o debilitada por la experiencia.
Campbell: «El héroe quizá necesite ser llevado de vuelta de su aventura sobrenatural con
asistencia externa. Es decir, es posible que el Mundo vaya a buscarlo. Debido a la felicidad
alcanzada en la morada profunda, no es fácil abandonar ésta en favor de la libre difusión del
nuevo estado. "¿Quién, una vez desechado el mundo", leemos, "puede tener deseos de
regresar otra vez? Más bien debiera quedarse allí." Y, sin embargo, en la medida en que uno
está vivo, la vida se llama Sociedad, que siente celos de los que se apartan de ella, y acudirá a
llamar a la puerta. Si el héroe [...] no se muestra dispuesto, el perturbador sufrirá una fea
conmoción; pero, por otro lado, si el convocado sólo se retrasa, subsumido en la
bienaventuranza del estado de perfección (que se asemeja a la muerte), se llevará a cabo un
decidido rescate, y el aventurero acabará reintegrándose». 21
Campbell: «El héroe que regresa, para completar su aventura, debe sobrevivir al impacto del
mundo. Muchos fracasos dan fe de las dificultades de cruzar este umbral de la vida positiva. El
primer problema para el héroe que regresa, tras una experiencia visionaria de consumación
del alma satisfecha, es aceptar como reales las alegrías y las tristezas transitorias, las ruidosas
banalidades y obscenidades de la vida. ¿Por qué volver a ingresar en el mundo real, por qué
tratar de hacer creíble, ni siquiera interesante, a los hombres y mujeres que se consumen en
sus pasiones, la experiencia de la bienaventuranza trascendental? Al igual que los sueños
experimentados como trascendentales durante la noche pueden parecer simplemente tontos
a la luz del día, así el poeta y el profeta pueden sentirse a sí mismos haciendo el tonto ante un
jurado de ojos sobrios. Lo más fácil es encomendar a toda la comunidad al diablo y retirarse de
nuevo a la morada en la roca celestial, cerrar la puerta, y hacerlo sin perder un instante. Pero si
algún espiritual obstetra ha hilado el shimenawa [cordón protector del sintoismo] en el retiro,
entonces el trabajo de representar la eternidad en el tiempo, y percibir el tiempo en la
eternidad, no puede evitarse. Y el héroe regresa al mundo común y cotidiano, que debe
aceptar como real».22
Este paso suele ser representado por un héroe trascendental como Jesús o Gautama Buda.
Para un héroe humano, puede significar el logro de un equilibrio entre lo material y espiritual.
El héroe ha llegado a sentirse cómodo y competente tanto en el mundo interior como en el
exterior.
Campbell: «La libertad de pasar de ida y vuelta a través de la división del mundo, desde la
perspectiva de un espectro que cruzase desde la profundidad causal al otro lado, y de vuelta —
sin contaminar los principios de un lado con los del otro, pero permitiendo que la mente se
aperciba de uno en virtud del otro—, ese es el talento del maestro. El Bailarín Cósmico,
advierte Nietzsche, no descansa pesadamente en un solo lugar, sino que alegre, ligero, gira y
salta de una posición a otra. Es posible expresarse desde un solo punto en cada momento,
pero eso no invalida las ideas en los otros puntos. El individuo, a través de concienzudas
disciplinas psicológicas, renuncia completamente a todo apego a sus limitaciones personales,
idiosincrasias, esperanzas y miedos, ya no se resiste a la autoaniquilación, que es requisito
previo al renacimiento en la consecución de la verdad, y es así como adquiere la madurez, al
fin, por la gran auto-expiación. Sus ambiciones personales se han disuelto por entero, ya no
trata de vivir, sino de relajarse voluntariamente ante lo que pueda suceder en él,
convirtiéndose, en una palabra, en un ente desconocido». 23
Campbell: «El héroe es el paladín de las cosas que advienen, no de las sobrevenidas, porque él
lo es. "Antes de que Abraham fuese, Yo soy". No confunde la aparente inmutabilidad en el
tiempo con la permanencia del Ser, ni tiene miedo del momento siguiente (o de "otra cosa"),
como la destrucción de lo permanente por el devenir. "Nada mantiene su propia forma; la
Naturaleza, el mayor renovador, siempre crea formas de otras formas. Se asegura de que no
perezca nada en todo el universo, solo varía y renueva su forma". Así se permite que
sobrevengan un momento tras otro».24
Otras formulaciones[editar]
1. La llamada de la aventura
2. El ciclo de pruebas
5. El don
6. El vuelo mágico
Otra formulación, también de ocho pasos, fue ofrecida por David Adams Leeming, en su
libro Mythology: The Voyage of the Hero [Mitología: el viaje del héroe]:
5. La muerte
7. La resurrección y el renacimiento
8. La ascensión, la apoteosis y la expiación.26
La expresión "el periplo del héroe", que describe al monomito, penetró por primera vez en el
discurso popular a través de dos documentales. El primero, emitido en 1987, The Hero's
Journey: The World of Joseph Campbell (El viaje del héroe. El mundo de Joseph Campbell), fue
acompañado por un libro explicativo en 1990, The Hero's Journey: Joseph Campbell on His Life
and Work (El viaje del héroe. Joseph Campbell en su vida y obra); fue editado por Phil
Cousineau y Stuart Brown. El segundo documental fue una serie de entrevistas en profundidad
con Campbell, a cargo de Bill Moyers; fueron emitidas en 1988, e igualmente también se
publicó un libro explicativo: The Power of Myth (El poder del mito). También se hizo referencia
a la frase en el título de un popular texto para guionistas, lanzado en la década de 1990: The
Writer's Journey: Mythic Structure For Writers (El viaje del escritor: Estructura mítica para
escritores), de Christopher Vogler.27 Siempre que utilizan la expresión en sus obras, Cousineau,
Moyers y Vogler la atribuyen al modelo de El viaje del héroe de Joseph Campbell.
Además de la extensa plática entre Campbell y Bill Moyers emitida en 1988 por la PBS,
como The Power of Myth (documental filmado en el "Skywalker Ranch", de Lucas, en
California), acerca de la influencia de Campbell en la serie de La guerra de las galaxias, el
propio Lucas concedió una extensa entrevista sobre este tema para la biografía Joseph
Campbell: A Fire in the Mind [Joseph Campbell: fuego en la mente] (Larsen and Larsen, 2002,
págs. 541-543). En esta entrevista, Lucas afirma que a principios de 1970, después de terminar
su primera película, American Graffiti , «se me ocurrió que en realidad no representaba el uso
moderno de la mitología [...] así que empecé a investigar por mi cuenta en profundidad sobre
los cuentos de hadas, el folklore y la mitología, y me dio por leer los libros de Joe. Antes no
tenía noticia de estos libros. [...] Fue muy inquietante porque en la lectura de El héroe de las
mil caras empecé a darme cuenta de que en mi primer proyecto de La guerra de las
galaxias estaba acatando motivos clásicos» (p. 541).
Doce años después de la realización de El poder del mito, Moyers y Lucas se reunieron de
nuevo para la entrevista de 1999 Mythology of Star Wars with George Lucas & Bill Moyers,
para discutir más a fondo el impacto de la obra de Campbell en las películas de Lucas. 30
Además, el National Air and Space Museum de la Smithsonian Institution patrocinó una
exposición, durante la década de 1990, llamada Star Wars: The Magic of Myth [La guerra de
las galaxias: la magia del mito], que recreaba las maneras en que la obra de Campbell influyó
en esta serie cinematográfica.31 En 1997 se publicó una guía complementaria con el mismo
título.
El poeta Robert Bly, Michael J. Meade, y otras personas involucradas en dicho movimiento 33
han aplicado y ampliado los conceptos del viaje del héroe y el monomito como metáfora para
el crecimiento espiritual y psicológico personal, especialmente en el campo de
la mitopoética del llamado "Movimiento masculino" ("Men's Movement"). 3435
Entre los más famosos defensores de esta corriente se encuentra el poeta Robert Bly, cuyo
libro Iron John: A Book About Men fue un éxito de ventas; el libro constituye una exégesis
del cuento "Iron John" ["John de Hierro"] de los Hermanos Grimm.34
Críticas[editar]
Algunos estudiosos han cuestionado la validez misma del monomito, su utilidad como
herramienta de investigación crítica, la interpretación épica, así como criticado su sesgo
masculino. De acuerdo con Lesley Northup, la teoría no se apoya debidamente en el estudio de
la corriente principal de la mitología, que tiende actualmente a contemplar toda interpretación
demasiado general o universal con recelo.36 Donald J. Cosentino comenta: «Es tan importante
hacer hincapié en las diferencias como en las similitudes, para evitar la creación de una sopa
Campbell de mitos sin sabor local alguno».37 Marta Weigle rechaza la propia idea de un
"monomito" en el que las mujeres aparecen sólo en casos excepcionales y, cuando lo hacen,
como indistinguibles de los hombres.38
Otros han encontrado las categorías de Campbell en exceso vagas como para encerrar algún
sentido, y sin fundamento suficiente en la investigación académica. Muriel Crespi, por ejemplo,
escribió en respuesta a la presentación filmada del modelo de Campbell, caracterizándolo
como «[...] escasamente satisfactorio desde la perspectiva de la ciencia social. El
etnocentrismo de Campbell plantea objeciones, y su nivel analítico es tan abstracto y carente
de contexto etnográfico que ese mito pierde los mismos significados que se suponen
incorporados al "héroe"».39 En Sacred Narrative: Readings in the Theory of Myth [La historia
sagrada: lecturas sobre la teoría del mito] (1984), el editor Alan Dundes rechaza la obra de
Campbell, tachándolo de mero vulgarizador: «Como la mayoría de los universalistas, se
contenta con afirmar simplemente la universalidad sin molestarse en documentarla. [...] Si las
generalizaciones de Campbell sobre el mito no se han comprobado, ¿por qué motivo deberían
los estudiantes considerar su trabajo?».40
Otros estudiosos han manifestado su desacuerdo con el concepto del monomito debido a su
excesiva simplificación de las diferentes culturas. Según Robert Ellwood, «la tendencia a
pensar en términos genéricos sobre personas, razas [...] representa, sin duda, el error más
profundo del pensamiento mitológico».45
Véase también[editar]
Bibliografía[editar]
Campbell, Joseph (1970). The Hero with a Thousand Faces. Cleveland & New York:
Meridian Book. The World Publishing Company. L.C.C.C.N. 56-6574.
Campbell, Joseph (2008). The Hero with a Thousand Faces. Novato, California: New
World Library. ISBN 978-1-57731-593-3.
MacKey-Kallis, Susan (2001). The hero and the perennial journey home in American
film. University of Pennsylvania Press. ISBN 0-8122-1768-3.
Northup, Lesley (32.1(2006) pp. 5-10). "Myth-Placed Priorities: Religion and the Study
of Myth". Religious Studies Review.
Vogler, Christopher (1998). The writer's journey: mythic structure for writers. Studio
City, CA: Michael Wiese Productions.
Voytilla, Stuart and Vogler, Christopher (1999). Myth & the Movies: Discovering the
myth structure of 50 unforgettable films. Studio City, CA.: Michael Wiese
Productions. ISBN 0-941188-66-3.
Amanieux, Laureline (2011). Ce héros qui est en chacun de nous. La puissance des
mythes. (libro en francés sobre el monomito de Campbell) Albin Michel. ISBN 978-
2226221476.
Cousineau, Phil, ed. (1990). The Hero's Journey: Joseph Campbell on his Life and Work.
Nueva York: Forward by Stuart L. Brown, Executive Editor. Harper and Row.
DVD/Discografía[editar]
Referencias[editar]
25. ↑ The hero's journey: Joseph Campbell on his life and work. Editado con una
introducción de Phil Cousineau. Forward by Stuart L. Brown, Executive Editor.
New York: Harper and Row, 1990
26. ↑ Leeming, David Adams. Mythology: The Voyage of the Hero. New York:
Harper & Row. 1981
27. ↑ .thewritersjourney.com/generic1.html
28. ↑ Jody G. Bower: "The Lord of the Rings" — An Archetypal Hero’s Journey
30. ↑ [1]
31. ↑ [2]
36. ↑ Northup, p. 8
37. ↑ "African Oral Narrative Traditions" in Foley, John Miles, ed., "Teaching Oral
Traditions." NY: Modern Language Association, 1998, p. 183
38. ↑ "Women's Expressive Forms" in Foley, John Miles, ed., "Teaching Oral
Traditions." NY: Modern Language Association, 1998, p. 306
41. ↑ Salon Arts & Entertainment | "Star Wars" despots vs. "Star Trek" populists
44. ↑ Jewett, Robert and John Shelton Lawrence (1977) The American Monomyth.
New York: Doubleday.
45. ↑ Ellwood, Robert, "The Politics of Myth: A Study of C.G. Jung, Mircea Eliade,
and Joseph Campbell", SUNY Press, September 1999. Cf. p.x