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Nostos

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Mosaico con Odiseo y las sirenas. Museo del Bardo.

Personaje montando una tortuga marina, probablemente representando una fábula griega


similar al retorno de Odiseo a la Patria (Nóstos).
Odiseo con Nausícaa, de Salvator Rosa, Hermitage.

Nostos o nóstos (del griego antiguo νόστος, «regreso», «retorno», «viaje de vuelta al hogar


familiar», «vuelta a la patria»; plural νόστοι, nóstoi) es un género y concepto inventado en
la literatura griega antigua que centra su trama en el regreso de los héroes griegos por mar a
sus tierras patrias después de la destrucción de Troya.1
En la antigua sociedad griega, a los que lograron regresar se les consideraba poseedores de un
alto nivel de heroísmo y grandeza. Este viaje de retorno suele ser muy largo e incluye
algún naufragio en lugares desconocidos y pasar por ciertas pruebas que el héroe va
superando.2 El retorno no se trata solo de regresar a casa físicamente, sino también de retener
ciertos estados y conservar su identidad a su llegada. 3

Nostos en La Odisea[editar]

La  Odisea de Homero es el primer nostos, el más conocido y origen de todos los demás. El
tema cobra vida cuando el héroe principal Odiseo intenta regresar a su casa en Ítaca después
de luchar en la Guerra de Troya. Odiseo es desafiado por muchas tentaciones, como con
las sirenas y los lotófagos. Si Odiseo hubiera cedido a estas tentaciones, habría significado una
muerte segura y, por tanto, no habría regresado a casa. 3

Nostos en tiempos modernos[editar]

Nostos o nostoi no solo se ha utilizado en la literatura antigua griega sino que como modelo y
viaje, metáfora de la vida humana, se puede encontrar en muchas formas de literatura y en
películas. 4

La palabra nostalgia fue acuñada por primera vez como término médico en 1688 por Johannes
Hofer (1669-1752), un estudiante de medicina suizo. Utilizó la palabra νόστος junto con otra
raíz griega, άλγος, algos, que significa "dolor", para describir la
condición psicológica de anhelo por el pasado.

En el Ulysses, de James Joyce, la parte final (episodios 16-18), cuando Leopold Bloom regresa a


casa, se llama Parte III: El Nostos.

Otra representación del nostos en el cine por ejemplo, sería la película, Hércules encadenado,


que fue estrenada en 1959. El argumento de esta película es muy similar a la Odisea, donde se
ve que el viaje de Hércules sigue un modelo similar al de Odiseo.5 Un aspecto específico se
produce cuando Hércules regresa a casa con Íole, de quien había conseguido su mano al
vencer en un concurso de tiro con arco, que es similar al concurso de Odiseo para salvar su
matrimonio. Fue entonces accidentalmente envenenado por su esposa que le hizo sufrir tanto
que él mismo ordenó que le prendieran fuego a su cuerpo. Tener prendido en llamas su cuerpo
fue lo que llevó a sus muchos logros heroicos. 5 Los nostos de Hércules lo hicieron morir y luego
renacer, esto sirvió para redescubrir su identidad dentro de sí mismo y ante la comunidad. Es
también similar a Odiseo porque se transforma personalmente de una máquina de guerra a un
hombre de familia.5

En la serie de televisión Star Trek: Voyager que se produjo desde 1995, la nave espacial está


varada a 70.000 años luz de la Tierra y se va encontrando con numerosos extraterrestres tanto
hostiles como amigos, además de diferentes fenómenos extraños. Este lento, pero firme
camino a casa, ha sido descrito por los clasicistas como un nostos.6

Véase también[editar]

 Monomito
 Regresos

 El apartado "Regresos (Nostoi)" del artículo "Ciclo troyano".

Referencias[editar]

1. ↑ Antonio García y Bellido (1947). «Una colonización mítica de España tras la


guerra de Troya. El ciclo legendario de los "nóstoi"». Cuadernos de Historia de
España: 106-123. Consultado el 13 de julio de 2019.

2. ↑ Bonifazi, Anna (2009). «Inquiring into Nostos and Its Cognates». American


Journal of philology 130: 481. doi:10.1353/ajp.0.0078. Consultado el 13 de
julio de 2019.

3. ↑ Saltar a:a b Alexopoulou, Marigo (2009). The Theme of Returning Home in


Ancient Greek Literature: The Nostos of the Epic Heroes. Lewiston, New York:
Edwin Mellen Press. pp. 2-5.

4. ↑ Clauss, James J. (2008). «Hercules Unchained: Contaminatio, Nostos,


Katabasis, and the Surreal». Arethusa 41: 51. doi:10.1353/are.2008.0007.
Consultado el 13 de julio de 2019.

5. ↑ Saltar a:a b c Clauss, J. J. (2008). Hercules Unchained: Contaminatio, Nostos,


Katabasis, and the Surreal. Arethusa 41(1), p. 51-66. The Johns Hopkins
University Press. Consultado el 13 de julio de 2019.

6. ↑ Meyer, Uwe (2009). «,,Die Muse" - Populäre Antikerezeption am Beispiel


einer Episode der Fernsehserie Star Trek: Voyager». Pegasus-
Onlinezeitschrift 9 (2): 48. Consultado el 13 de jukio de 2019.

Regresos
Regresos

de Eumelus of Corinth 

Género Épica 

Tema(s) Guerra de Troya

Idioma Griego antiguo 

Título original Νόστοι

País Antigua Grecia 

Ciclo troyano
Iliupersis  Regresos Odisea 

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Los Regresos (en griego antiguo, Νόστοι Nóstoi, literalmente ‘regresos al hogar’; en latín Nosti)


es el título de un poema épico perdido de la literatura griega antigua. Formaba parte del ciclo
troyano, que narraba la epopeya completa de la Guerra de Troya, ubicándose
cronológicamente tras la Iliupersis (Saqueo de Ilión) y antes de la Odisea.

El autor de los Regresos es incierto: los autores antiguos atribuyeron el poema a Agias de


Trecén (Άγίας), a Hegesias de Salamina (Ἡγησίας), a Homero y a un desconocido Eumolpo
(Εύμολπος) o Eumelo (Εὔμελος). El poema, compuesto por cinco libros de hexámetros
dactílicos, probablemente fuera terminado en el siglo VII o VI a. C., si bien la fecha de su
composición y la de su puesta por escrito son bastante inciertas.

Argumento[editar]

Los Regresos relata el retorno a casa de los héroes griegos tras el final de la Guerra de Troya.
Para su trama dependemos casi completamente de un resumen del ciclo épico contenido en
la Crestomatía1 atribuida a un desconocido «Proclo» (posiblemente identificable con
el gramático del siglo II Eutiquio Proclo). Algunas otras referencias antiguas a este poema dan
más datos acerca de su trama.

El poema arranca cuando los griegos están preparándose para zarpar hacia Grecia. La
diosa Atenea está enfurecida por el impío comportamiento de los griegos en el saqueo de
Troya (véase Iliupersis). Agamenón se queda atrás para apaciguarla; Diomedes y Néstor parten
en seguida y llegan a casa sanos y salvos; Menelao parte pero se encuentra con una tormenta
y pierde la mayoría de sus barcos, tras lo cual arriba a Egipto y pasa allí varios años. Otros
griegos, incluyendo al profeta Calcante, llegan por tierra a Colofón, donde este muere y es
enterrado.

Cuando Agamenón se prepara para partir, se le aparece el fantasma de Aquiles y le predice su


destino. Agamenón hace un sacrificio y parte a pesar de todo; Neoptólemo, sin embargo,
recibe la visita de su abuela, la ninfa marina Tetis, quien le dice que espere y haga más
sacrificios a los dioses. Zeus envía una tormenta sobre Agamenón y sus acompañantes a
petición de Atenea, y Áyax el Menor muere sobre las rocas Caférides, en el extremo sur
de Eubea. Neoptólemo sigue el consejo de Tetis, vuelve a casa por tierra y se encuentra
con Odiseo en Maronea (Tracia), quien había llegado allí por mar. Neoptólemo llega a casa,
aunque Fénix muere durante el viaje. Neoptólemo fue reconocido entonces por su
abuelo Peleo.

Agamenón llega también a su reino, donde es asesinado por su esposa Clitemnestra y por el


amante de esta y primo de Agamenón, Egisto. Más tarde, el hijo de Agamenón y
Clitemnestra, Orestes, vengará la muerte de su padre asesinando a ambos. Finalmente
Menelao llega a casa desde Egipto. (Esta última parte, conocida como Orestíada, es narrada en
los libros III y IV de la Odisea por Néstor y Menelao, y forma además la base para la trilogía
homónima de tragedias de Esquilo.)
Al final de los Regresos, el único héroe griego vivo que aún no ha regresado a casa es Odiseo.
Su regreso se relata en la Odisea.

Ediciones[editar]

Ediciones impresas en griego:

 A. Bernabé (1987): Poetarum epicorum Graecorum testimonia et


fragmenta (Testimonios y fragmentos de los poetas épicos griegos), pt. 1, Bibliotheca
Teubneriana, Leipzig.

 Malcom Davies (1988): Epicorum Graecorum fragmenta (Fragmentos de los épicos


griegos), Vandenhoek & Ruprecht, Gotinga.

Notas[editar]

1. ↑ En cuanto al tipo de obra, véase "Crestomatía".

Monomito
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Gráfico que describe el periplo del héroe.

El monomito (monomyth, en inglés) o mito único, también conocido como viaje o, mejor,


debido a sus connotaciones, periplo1 del héroe, es un término acuñado por
el antropólogo y mitólogo estadounidense Joseph Campbell para definir el modelo básico de
muchos relatos épicos de todo el mundo. Este patrón tan ampliamente distribuido está
descrito por Campbell en su conocida obra El héroe de las mil caras (1949).2 Gran admirador
del novelista James Joyce, Campbell tomó prestado el término "monomito" de la novela de
Joyce Finnegans Wake.34 Relacionado con el monomito se encuentra el término clásico
de catábasis o descenso del héroe (Ulises, Orfeo, Eneas...) al inframundo o los infiernos (vid.
más abajo: "Otras formulaciones").5

Campbell sostiene que los héroes de numerosos mitos de tiempos y regiones dispares


comparten estructuras y desarrollos fundamentales, que aparecen resumidos en El héroe de
las mil caras:

El héroe se lanza a la aventura desde su mundo cotidiano a regiones de maravillas


sobrenaturales; el héroe tropieza con fuerzas fabulosas y acaba obteniendo una victoria
decisiva; el héroe regresa de esta misteriosa aventura con el poder de otorgar favores a sus
semejantes.6

Y añade Campbell:

Whether the hero be ridiculous or sublime, Greek or barbarian, gentile or Jew, his journey
varies little in essential plan.

Ya sea el héroe ridículo o sublime, griego o bárbaro, gentil o judío, su aventura varía poco en
cuanto al plan esencial.
7

Campbell y otros estudiosos, tales como Erich Neumann, describen las historias de Gautama
Buda, Moisés y Cristo en términos de "monomito", y Campbell sostiene que muchos mitos
clásicos de gran variedad de culturas siguen este patrón básico.

Índice

 1Resumen

 2Las diecisiete etapas del monomito

o 2.1La Salida

 2.1.1La llamada de la aventura

 2.1.2El rechazo de la llamada

 2.1.3La ayuda sobrenatural

 2.1.4El cruce del primer umbral

 2.1.5El vientre de la ballena

o 2.2La Iniciación

 2.2.1Las distintas pruebas

 2.2.2El encuentro con la diosa


 2.2.3La mujer como tentadora

 2.2.4La reconciliación con el padre

 2.2.5La apoteosis

 2.2.6El don final

o 2.3El Regreso

 2.3.1La negativa a regresar

 2.3.2El vuelo mágico

 2.3.3El rescate del exterior

 2.3.4El cruce del umbral de retorno

 2.3.5El maestro de los dos mundos

 2.3.6La libertad para vivir

 3Otras formulaciones

o 3.1El periplo del héroe

 4Influencia del monomito

o 4.1George Lucas y  La guerra de las galaxias

o 4.2Chris Vogler, The Writer's Journey y las películas de Hollywood

o 4.3El "Movimiento masculino" [Men's Movement]

 5Críticas

 6Véase también

 7Bibliografía

o 7.1Libros basados en entrevistas con Campbell

o 7.2DVD/Discografía

 8Referencias

 9Enlaces externos

Resumen[editar]

En el monomito, el héroe arranca de su mundo ordinario, y recibe algún tipo de llamada para


penetrar en otro desconocido, poblado de poderes y acontecimientos extraños. El héroe que
acepta la llamada para entrar en este mundo extraño debe enfrentarse a diversas tareas y
pruebas, ya sea en solitario o con ayuda. En las versiones narrativas más desarrolladas, el
héroe debe sobrevivir a un grave problema, a menudo con ayuda. Si el héroe sobrevive,
obtiene un gran regalo, don o bendición. Después, el héroe debe decidir si regresa al mundo
ordinario con el don adquirido. Si el héroe decide volver, él o ella a menudo se enfrentan a
retos en el viaje de vuelta. Si el héroe regresa con éxito, la bendición o el don se pueden usar
para mejorar el mundo. Las historias de Osiris, Prometeo, Moisés o Gautama Buda, por
ejemplo, acatan estrechamente este modelo. 2
"Moisés con las tablas de la Ley", por Rembrandt. Moisés, en su faceta heroica de libertador de
su pueblo, se asocia al monomito desde el punto de vista religioso.

Campbell describe diecisiete etapas o pasos a lo largo de este viaje, aunque son muy pocos
los mitos que cumplen los diecisiete. Unos suman muchas de las etapas, y otros solo algunas;
unos mitos pueden concentrarse en solo una de las etapas, mientras que en otros se hace
frente a las mismas en un orden diferente. Las diecisiete etapas pueden organizarse de diversa
manera. Es común la división en tres secciones: "Salida" (a veces llamada "separación"),
"Iniciación" y "Retorno". La "Salida" trata de la aventura del héroe antes de cumplir la misión,
la "Iniciación" se ocupa de las diversas aventuras del héroe a lo largo del camino, y el
"Regreso" trata de la vuelta del héroe con los conocimientos y las competencias adquiridos en
el viaje.

Las diecisiete etapas del monomito[editar]

La Salida[editar]

La llamada de la aventura[editar]

El héroe parte de una situación mundana de normalidad en la que de pronto le llega una
información que actúa en su mente como llamada hacia lo desconocido.

Campbell: «[...] un bosque, un reino oculto, bajo las olas o en las alturas celestes, una isla
secreta, la elevada cima de una montaña, o un estado de sueño profundo, pero es siempre un
lugar repleto de seres extrañamente fluidos y polimorfos, tormentos inimaginables, hazañas
sobrehumanas, imposible deleite. El héroe puede salir por su propia voluntad para llevar a
cabo la aventura, al igual que Teseo cuando llegó a la ciudad de su padre, Atenas, y escuchó la
horrible historia del Minotauro, o puede ser empujado o enviado al extranjero por un agente
benigno o maligno, como Odiseo, que fue impulsado a través del Mediterráneo por los vientos
del airado dios Poseidón. La aventura puede comenzar debido a un simple error... o aún más,
uno puede hallarse simplemente paseando cuando, de forma casual, un fenómeno singular
que pasa por el lugar llama la atención de su ojo errante, atrayéndolo a apartarse de los
caminos frecuentados por el hombre. Los ejemplos de todos los rincones del mundo podrían
multiplicarse ad infinitum».8

El rechazo de la llamada[editar]

A menudo, cuando se da la llamada, el futuro héroe se niega en principio a prestarle atención.


Esto puede ser por su sentido del deber u obligación, por el miedo, la inseguridad, un
sentimiento de debilidad, o cualquiera de las posibles razones que actúan para mantener a la
persona en sus circunstancias normales.

Campbell: «El rechazo de la llamada convierte la aventura en su opuesto. Emboscado en el


aburrimiento, el trabajo rutinario o la "cultura", el sujeto renuncia al valor de la acción
significativa y positiva y acaba convertido en víctima a rescatar. Su mundo floreciente se vuelve
un baldío reseco y su vida parece sin sentido, a pesar de que, como el rey Minos, puede llegar
a construir, a través de su esfuerzo titánico, una gran fama o todo un imperio. Pero cualquier
morada que construya será una casa de muerte, un laberinto de muros ciclópeos para
esconderse de su Minotauro. La única opción que le resta es crearse más y más problemas a sí
mismo, esperando la aproximación gradual de su disolución». 9

Según Joseph Campbell, el mito clásico de Prometeo ejemplifica bien la estructura del


monomito.

La ayuda sobrenatural[editar]

Una vez que el héroe se ha comprometido en la búsqueda, consciente o inconscientemente,


aparece un guía o ayudante mágico, o se le revela entre las personas conocidas. A menudo,
este tutor sobrenatural presentará al héroe uno o varios talismanes o artefactos que lo
ayudarán más adelante en la búsqueda.

Campbell: «Para aquellos que no han rechazado la llamada, el primer encuentro en su


singladura heroica es una figura de protección (a menudo una vieja bruja o un hombre de
edad) que ofrece al aventurero algún amuleto contra las fuerzas negativas que está a punto de
enfrentar. Lo que representa esta figura es el benigno, protector poder del destino. La fantasía
es como el consuelo y la promesa de que la paz del Paraíso, que se conoció en el vientre de la
madre, va a conservarse, que te apoya en el presente y te apoyará en el futuro como en el
pasado (es omega y también alfa), que a pesar de lo omnipotentes que puedan parecer los
peligrosos poderes que custodian el umbral de la iniciación de la vida, el poder protector está
por siempre presente dentro mismo o justo a la vuelta de las circunstancias desconocidas del
mundo. Solo hay que conocer y confiar, y aparecerán los guardianes eternos. El héroe
encuentra todas las fuerzas del inconsciente de su parte, respondiendo a su llamada y
continuando con valentía de su lado a medida que los acontecimientos se desarrollan. La
propia Madre Naturaleza apoya la gran tarea. Y en la medida en que la conducta del héroe
coincide con aquello que su sociedad requiere, él parece cabalgar a lomos del poderoso ritmo
de la historia».10
El cruce del primer umbral[editar]

Este es el punto en el que la persona ingresa en realidad en el campo de la aventura, dejando


atrás las fronteras conocidas de su mundo y aventurándose en un terreno desconocido y
peligroso donde no se conocen reglas ni limitaciones.

Campbell: «Con esas fuerzas benéficas para guiarlo y ayudarlo, el héroe avanza en su aventura
hasta que llega al "guardián del umbral" en la entrada a la zona de poder magnificado. Éste
custodia los vínculos al mundo en cuatro direcciones —también arriba y abajo—
representando los límites de la actual esfera del héroe, u horizonte vital. Más allá de dichos
límites se encuentra la oscuridad, lo desconocido, el peligro, al igual que más allá de la
vigilancia paterna el niño se encuentra en peligro, y más allá de la protección de la sociedad
peligran los miembros de la tribu. La persona normal se siente más que satisfecha, y hasta
orgullosa, de permanecer dentro de los límites indicados, y el sentido común corriente le da
todas las razones para temer dar el primer paso hacia lo inexplorado. La aventura consiste
siempre y en todas partes en dar ese paso más allá del velo de lo conocido, hacia lo
desconocido; los poderes que se vislumbran en la frontera son peligrosos, tratar con ellos,
arriesgado, y, sin embargo, para cualquiera con capacidad y valor suficientes el peligro se
desvanece».11

El vientre de la ballena[editar]

El vientre de la ballena representa la separación final del yo y del mundo conocidos por parte
del héroe. Al participar en esta etapa, la persona muestra disposición a someterse a
una metamorfosis.

Campbell: «La idea de que cruzar el umbral mágico es un tránsito hacia una esfera de
renacimiento aparece simbolizada en todas las culturas por el vientre de la ballena. El héroe,
en vez de conquistar o conciliarse con la fuerza del umbral, es tragado por lo desconocido y
parece haber muerto. Este motivo popular hace hincapié en la idea de que el paso del umbral
es una forma de auto-aniquilación. En lugar de avanzar hacia afuera, más allá de los confines
del mundo visible, el héroe va hacia adentro, a fin de renacer de algún modo. La desaparición
corresponde al ingreso del fiel en el templo, donde se vivifica por el recuerdo de quién y qué
es, es decir, polvo y cenizas solo posiblemente inmortales. El templo interior, el vientre de la
ballena, y la tierra celestial de más allá, por encima y por debajo de los confines del mundo,
son una y la misma cosa. Por eso, los accesos y las entradas a los templos están flanqueados y
defendidos por gárgolas colosales: dragones, leones, demonios asesinos con las espadas
desenvainadas, enanos resentidos, toros alados. El fiel en el momento de entrada en el templo
sufre una metamorfosis. Una vez en su interior, puede decirse que ha muerto en el tiempo y
regresado a la Matriz Universal, el Ombligo del Mundo, el Paraíso Terrenal. Alegóricamente, de
este modo, la entrada al templo y la inmersión del héroe a través de las mandíbulas de la
ballena son aventuras idénticas, denotando, en lenguaje simbólico, el acto central de la vida y
la vida renovada».12

La Iniciación[editar]

Las distintas pruebas[editar]


Aquí se trata de las pruebas, hazañas o difíciles tareas a que la persona debe someterse al
iniciar la transformación. A menudo, la persona fracasa en una o más de estas pruebas, que
suelen aparecer en grupos de tres.

Campbell: «Tras haber atravesado el umbral, el héroe se mueve en un paisaje de ensueño, de


formas ambiguas curiosamente fluidas, en el que debe sobrevivir a una sucesión de
dificultades. Esta es una fase crucial del mito y la aventura. Se conoce una ingente literatura en
todas las culturas acerca de pruebas y ordalías milagrosas. El héroe está secretamente
apoyado por consejos, amuletos y otros agentes velados que proporcionan una ayuda
sobrenatural que se le presentó antes de su entrada en esta región. O puede ser que aquí
descubra por primera vez que hay un poder benévolo en todas partes dispuesto a apoyarlo en
su sobrehumana andadura. La partida original al escenario de las pruebas representa sólo el
comienzo del camino de las conquistas de iniciación; son momentos de iluminación. Ahora no
queda otro remedio que matar dragones y superar obstáculos sorprendentes, una, y otra, y
otra vez. En este entreacto habrá multitud de victorias preliminares, éxtasis irrepetibles y
atisbos momentáneos de la tierra prometida».13

El encuentro con la diosa[editar]

Este es el momento en que la persona experimenta un amor que tiene el poder y la


importancia de lo todopoderoso, lo inabarcable, el amor incondicional que un niño afortunado
puede experimentar por su madre. Este es un paso muy importante en el proceso y con
frecuencia está representado por la persona que encuentra a aquella otra por la que él o ella
experimenta un amor más auténtico.

Campbell: «La última aventura, cuando se han superado todas las barreras y los ogros han sido
vencidos, se representa comúnmente como un matrimonio místico del héroe triunfante con la
Diosa Reina del Mundo. Este es el momento culminante en el nadir, en el cenit, o en el borde
extremo de la tierra, en el punto central del cosmos, en el tabernáculo del templo, o dentro de
la oscuridad de la cámara más profunda del corazón. El encuentro con la diosa (que se encarna
en cada mujer) es la prueba final del talento del héroe para ganar el don del amor (la dádiva es
el amor fati [el amor destinado]), que es la vida misma disfrutada como el encierro en
la eternidad. Y cuando el aventurero, en este contexto, no es un joven, sino una dama, ella es
la que, por sus cualidades, su belleza o sus aspiraciones, se ha vuelto apta para convertirse en
la consorte de un inmortal. Entonces el esposo celestial desciende a ella y la conduce al lecho,
ya de grado o por fuerza. Y si ella lo rechaza, es que la venda ha caído de sus ojos, y si ella lo ha
buscado, su deseo encuentra la paz».14

La mujer como tentadora[editar]

En este paso, el héroe se enfrenta a las tentaciones, a menudo de naturaleza física o


placentera, que pueden llevarlo a él o a ella (la tentación no necesariamente tiene que ser
representada por una mujer) a abandonar o apartarse de su misión. La mujer es una metáfora
de las tentaciones físicas o materiales de la vida, ya que el héroe o caballero a menudo es
tentado por la lujuria en su camino espiritual.
Campbell: «El quid de esta curiosa dificultad radica en el hecho de que nuestro punto de vista
consciente de lo que la vida debe ser, rara vez se corresponde con lo que es en realidad.
Generalmente nos negamos a admitir dentro de nosotros mismos, o dentro de nuestros
amigos, esa fiebre enérgica, autoprotectora, desvergonzada, carnívora, lasciva en que consiste
la naturaleza misma de la célula orgánica. Por el contrario, tendemos a maquillar, encubrir y
reinterpretar mientras imaginamos que toda mosca en la miel o pelo en la sopa son culpa de
algún inoportuno que no somos nosotros. Pero cuando de repente nos sobreviene o nos
vemos obligados a convencernos de que todo lo que pensamos y hacemos está
necesariamente contaminado por el olor de la carne, entonces no es raro que se experimente
un momento de repulsión: la vida, los actos de la vida, los órganos de la vida, la mujer en
particular, como gran símbolo de la vida que es, se vuelven intolerables para la pura, purísima
alma. Aquel que busca la vida más allá de la vida debe buscar más allá (de la mujer), superar
las tentaciones de su llamada, y elevarse en el éter inmaculado del Más Allá». 15

La reconciliación con el padre[editar]

En esta etapa, la persona debe enfrentarse y ser iniciada ante aquello que ostenta el máximo
poder en su vida. En muchos mitos e historias es el padre, o una figura paterna, el que posee el
poder sobre la vida y la muerte. Este es el punto central del viaje. Todos los pasos anteriores
han conducido a este lugar, y todos los que siguen a continuación se alejarán de él. Aunque
este paso se simboliza con mayor frecuencia por el encuentro con una entidad masculina, no
tiene por qué ser un hombre, sino solo alguien o algo con un gran poder.

Campbell: «La expiación consiste en poco más que el abandono de ese auto-generado


monstruo doble: el dragón pensado como Dios (superego) y el dragón pensado como pecado
(el id reprimido). Pero esto requiere un abandono del apego al ego, lo que es peliagudo. Hay
que tener fe en que el padre es misericordioso, y a la vez hay que confiar en la misericordia.
Con ello, el centro de la fe se transfiere fuera del apretado anillo escamoso del dios
atormentador, y los ogros terribles se disuelven. Es en esta dura prueba en la que el héroe
puede obtener esperanza y seguridad de la figura de apoyo femenina, por cuya magia
(amuletos o poder de intercesión) está protegido para todas las experiencias aterradoras de
iniciación en que se sufre el aplastamiento paterno del propio ego. Pero si es imposible confiar
en el rostro terrible del padre, entonces la fe de uno debe estar centrada en otra parte (la
Mujer Araña, la Santísima Virgen), y fortalecido por esta confianza, uno es capaz de superar la
crisis —solo para encontrar, al final, que el padre y la madre se reflejan el uno en el otro, y son,
en esencia, lo mismo. El problema de llegar el héroe a conocer al padre consiste en abrir los
ojos de su alma más allá del terror, hasta el punto de madurar para entender cómo las
dementes y repugnantes tragedias de este vasto y despiadado cosmos se ven perfectamente
justificadas por la majestad del Ser. El héroe trasciende la vida desde este peculiar punto ciego
y por un momento se eleva a una visión de la fuente. Contempla el rostro de su padre,
comprende— y así ambos han sido expiados.16

La apoteosis[editar]

Cuando alguien sufre una muerte física, o muere en sí mismo para vivir en el espíritu, él o ella
se mueve más allá de los pares de opuestos, trasladándose a un estado de conocimiento
divino, al amor, la compasión, la felicidad. Una forma más mundana de ver este paso es que se
trata de un período de descanso, paz y plenitud previo al comienzo del regreso del héroe.

Campbell: «Los que saben, no sólo que lo Eterno se encuentra en ellos, sino que lo que ellos
son realmente, y todas las cosas, es lo Eterno, habitan en los bosques del deseo satisfecho,
beben el brebaje de la inmortalidad y escuchan en todas partes la música inaudita de la
concordia eterna».17

El don final[editar]

La bendición o don definitivo es el logro del objetivo de la misión. Es aquello en cuya


consecución se esforzó la persona. Todos los pasos anteriores sirven para preparar y purificar a
la persona para este paso, ya que en muchos mitos el don es algo trascendente, como el elixir
de la vida misma, o una planta que proporciona la inmortalidad, o el Santo Grial.

Apu Qun Tiqsi Wiraqucha, o Viracocha, dios andino, uno de los muchos que asocia Campbell al
"monomito".

Campbell: «Los dioses y diosas entonces han de entenderse como formas de realización y


custodios del elixir del Ser Imperecedero, pero ellos mismos no suponen, en su estado
primordial, el Objeto Definitivo, pues lo que el héroe busca a través de su relación con ellos no
es, en último término, a ellos mismos, sino a su gracia, es decir, el poder de la sustancia que los
alimenta. Esta sustancia-energía milagrosa, ella sola, es lo Imperecedero; los nombres y las
formas de las deidades que lo personifican en todas partes, lo dispensan y representan, son
muy diversos. Esta es la energía milagrosa de los rayos de Zeus, Yavé y el Buda Supremo, la
fertilidad de la lluvia de Viracocha, la virtud anunciada por la campana que resonó en la Misa
de la Consagración, y la luz de la iluminación última del santo y el sabio. Sus guardianes se
atreven a liberarla solo para los realmente merecedores». 18
El Regreso[editar]

La negativa a regresar[editar]

Después de haber encontrado la felicidad y la iluminación en el otro mundo, el héroe rehúsa


volver al mundo ordinario a otorgar el don adquirido a sus semejantes.

Campbell: «Cuando la búsqueda heroica se ha cumplido, a través de la posesión de la fuente, o


por medio de la gracia de alguna personificación masculina o femenina, humana o animal, el
aventurero aún debe regresar con su trofeo de transmutación vital. El periplo completo, la
norma del monomito, exige que el héroe comience el trabajo de transportar las runas de la
sabiduría, el vellocino de oro, o su bella durmiente, de nuevo al reino de la humanidad, donde
el don adquirido puede redundar en la renovación de la comunidad, la nación, el planeta o los
Diez Mil Mundos. Pero esta responsabilidad frecuentemente no se asume. Incluso Gautama
Buda, tras su triunfo, dudaba de que el mensaje de realización pudiera ser comunicado a otros,
y otros santos han muerto embebidos en el éxtasis supremo. Numerosos son en verdad los
héroes legendarios que han establecido su residencia para siempre en la isla bendita de la
Diosa inmutable del Ser Inmortal».19

El vuelo mágico[editar]

A veces, el héroe debe escapar con el don, si se trata de algo que los dioses han guardado
celosamente. El regreso puede resultar tan aventurero y peligroso como lo fue el viaje.

Campbell: «Si el héroe, tras su proeza, obtiene la bendición de la diosa o el dios y luego se le


encarga explícitamente volver al mundo con un poco de elixir para la restauración de la
sociedad, la etapa final de su aventura se produce con el apoyo de todos los poderes de su
protector sobrenatural. Pero si el trofeo se ha alcanzado con la oposición de su tutor o si el
deseo de volver al mundo del héroe no cuenta con el visto bueno de dioses o demonios,
entonces la última etapa de la ronda mitológica se convierte en una animada, a menudo
cómica, persecución. Este vuelo puede complicarse mediante obstáculos maravillosos o
maniobras evasivas».20

El rescate del exterior[editar]

Al igual que el héroe puede necesitar guías y asistentes para embarcarse en la búsqueda,
muchas veces él o ella debe tener guías y salvadores de gran poder que lo conduzcan de vuelta
a la vida cotidiana, especialmente si la persona ha sido herida o debilitada por la experiencia.

Campbell: «El héroe quizá necesite ser llevado de vuelta de su aventura sobrenatural con
asistencia externa. Es decir, es posible que el Mundo vaya a buscarlo. Debido a la felicidad
alcanzada en la morada profunda, no es fácil abandonar ésta en favor de la libre difusión del
nuevo estado. "¿Quién, una vez desechado el mundo", leemos, "puede tener deseos de
regresar otra vez? Más bien debiera quedarse allí." Y, sin embargo, en la medida en que uno
está vivo, la vida se llama Sociedad, que siente celos de los que se apartan de ella, y acudirá a
llamar a la puerta. Si el héroe [...] no se muestra dispuesto, el perturbador sufrirá una fea
conmoción; pero, por otro lado, si el convocado sólo se retrasa, subsumido en la
bienaventuranza del estado de perfección (que se asemeja a la muerte), se llevará a cabo un
decidido rescate, y el aventurero acabará reintegrándose». 21

El cruce del umbral de retorno[editar]

El sentido del regreso es la conservación de la sabiduría adquirida en la búsqueda, la


incorporación de dicha sabiduría en una vida humana, y luego encontrar la manera de
compartirla con el resto del mundo.

Campbell: «El héroe que regresa, para completar su aventura, debe sobrevivir al impacto del
mundo. Muchos fracasos dan fe de las dificultades de cruzar este umbral de la vida positiva. El
primer problema para el héroe que regresa, tras una experiencia visionaria de consumación
del alma satisfecha, es aceptar como reales las alegrías y las tristezas transitorias, las ruidosas
banalidades y obscenidades de la vida. ¿Por qué volver a ingresar en el mundo real, por qué
tratar de hacer creíble, ni siquiera interesante, a los hombres y mujeres que se consumen en
sus pasiones, la experiencia de la bienaventuranza trascendental? Al igual que los sueños
experimentados como trascendentales durante la noche pueden parecer simplemente tontos
a la luz del día, así el poeta y el profeta pueden sentirse a sí mismos haciendo el tonto ante un
jurado de ojos sobrios. Lo más fácil es encomendar a toda la comunidad al diablo y retirarse de
nuevo a la morada en la roca celestial, cerrar la puerta, y hacerlo sin perder un instante. Pero si
algún espiritual obstetra ha hilado el shimenawa [cordón protector del sintoismo] en el retiro,
entonces el trabajo de representar la eternidad en el tiempo, y percibir el tiempo en la
eternidad, no puede evitarse. Y el héroe regresa al mundo común y cotidiano, que debe
aceptar como real».22

El maestro de los dos mundos[editar]

Este paso suele ser representado por un héroe trascendental como Jesús o Gautama Buda.
Para un héroe humano, puede significar el logro de un equilibrio entre lo material y espiritual.
El héroe ha llegado a sentirse cómodo y competente tanto en el mundo interior como en el
exterior.

Campbell: «La libertad de pasar de ida y vuelta a través de la división del mundo, desde la
perspectiva de un espectro que cruzase desde la profundidad causal al otro lado, y de vuelta —
sin contaminar los principios de un lado con los del otro, pero permitiendo que la mente se
aperciba de uno en virtud del otro—, ese es el talento del maestro. El Bailarín Cósmico,
advierte Nietzsche, no descansa pesadamente en un solo lugar, sino que alegre, ligero, gira y
salta de una posición a otra. Es posible expresarse desde un solo punto en cada momento,
pero eso no invalida las ideas en los otros puntos. El individuo, a través de concienzudas
disciplinas psicológicas, renuncia completamente a todo apego a sus limitaciones personales,
idiosincrasias, esperanzas y miedos, ya no se resiste a la autoaniquilación, que es requisito
previo al renacimiento en la consecución de la verdad, y es así como adquiere la madurez, al
fin, por la gran auto-expiación. Sus ambiciones personales se han disuelto por entero, ya no
trata de vivir, sino de relajarse voluntariamente ante lo que pueda suceder en él,
convirtiéndose, en una palabra, en un ente desconocido». 23

La libertad para vivir[editar]


El dominio conduce a la libertad del temor a la muerte, que a su vez es la libertad de vivir. Esto
se refiere a veces como vivir el momento, sin anticipar el futuro, ni lamentar el pasado.

Campbell: «El héroe es el paladín de las cosas que advienen, no de las sobrevenidas, porque él
lo es. "Antes de que Abraham fuese, Yo soy". No confunde la aparente inmutabilidad en el
tiempo con la permanencia del Ser, ni tiene miedo del momento siguiente (o de "otra cosa"),
como la destrucción de lo permanente por el devenir. "Nada mantiene su propia forma; la
Naturaleza, el mayor renovador, siempre crea formas de otras formas. Se asegura de que no
perezca nada en todo el universo, solo varía y renueva su forma". Así se permite que
sobrevengan un momento tras otro».24

Otras formulaciones[editar]

La estructura para el monomito propuesta por Campbell se ha ampliado y modificado desde su


concepción. Muchas caracterizaciones modernas añaden nuevas etapas (tales como el
nacimiento milagroso del héroe) o combinan o suprimen otras. Por ejemplo, el
estadounidense Phil Cousineau, en su libro The Hero's Journey [El viaje del héroe] , lo divide en
los siguientes ocho pasos:

1. La llamada de la aventura

2. El ciclo de pruebas

3. La búsqueda de una misión

4. El encuentro con la diosa

5. El don

6. El vuelo mágico

7. El umbral del retorno

8. El maestro de los dos mundos.25

Otra formulación, también de ocho pasos, fue ofrecida por David Adams Leeming, en su
libro Mythology: The Voyage of the Hero [Mitología: el viaje del héroe]:

1. La concepción y el nacimiento milagroso

2. La iniciación del héroe-niño

3. El alejamiento de la familia o de la comunidad para la meditación y la preparación

4. Las pruebas y la búsqueda

5. La muerte

6. El descenso a los infiernos

7. La resurrección y el renacimiento
8. La ascensión, la apoteosis y la expiación.26

El periplo del héroe[editar]

La expresión "el periplo del héroe", que describe al monomito, penetró por primera vez en el
discurso popular a través de dos documentales. El primero, emitido en 1987, The Hero's
Journey: The World of Joseph Campbell (El viaje del héroe. El mundo de Joseph Campbell), fue
acompañado por un libro explicativo en 1990, The Hero's Journey: Joseph Campbell on His Life
and Work (El viaje del héroe. Joseph Campbell en su vida y obra); fue editado por Phil
Cousineau y Stuart Brown. El segundo documental fue una serie de entrevistas en profundidad
con Campbell, a cargo de Bill Moyers; fueron emitidas en 1988, e igualmente también se
publicó un libro explicativo: The Power of Myth (El poder del mito). También se hizo referencia
a la frase en el título de un popular texto para guionistas, lanzado en la década de 1990: The
Writer's Journey: Mythic Structure For Writers (El viaje del escritor: Estructura mítica para
escritores), de Christopher Vogler.27 Siempre que utilizan la expresión en sus obras, Cousineau,
Moyers y Vogler la atribuyen al modelo de El viaje del héroe de Joseph Campbell.

Influencia del monomito[editar]

El monomito ha influido en numerosos artistas, músicos, poetas y cineastas, entre ellos George


Lucas, y a veces se menciona también a Bob Dylan. Aunque escrita antes de la formulación del
periplo del héroe por Campbell, la novela de J. R. R. Tolkien El Señor de los Anillos puede
considerarse un ejemplo contemporáneo del monomito. 28 Este también ha sido mencionado a
menudo como influencia clara en la película The Matrix, de las hermanas Wachowski.29

George Lucas y La guerra de las galaxias[editar]

Además de la extensa plática entre Campbell y Bill Moyers emitida en 1988 por la PBS,
como The Power of Myth (documental filmado en el "Skywalker Ranch", de Lucas, en
California), acerca de la influencia de Campbell en la serie de La guerra de las galaxias, el
propio Lucas concedió una extensa entrevista sobre este tema para la biografía Joseph
Campbell: A Fire in the Mind [Joseph Campbell: fuego en la mente] (Larsen and Larsen, 2002,
págs. 541-543). En esta entrevista, Lucas afirma que a principios de 1970, después de terminar
su primera película, American Graffiti , «se me ocurrió que en realidad no representaba el uso
moderno de la mitología [...] así que empecé a investigar por mi cuenta en profundidad sobre
los cuentos de hadas, el folklore y la mitología, y me dio por leer los libros de Joe. Antes no
tenía noticia de estos libros. [...] Fue muy inquietante porque en la lectura de El héroe de las
mil caras empecé a darme cuenta de que en mi primer proyecto de La guerra de las
galaxias estaba acatando motivos clásicos» (p. 541).

Doce años después de la realización de El poder del mito, Moyers y Lucas se reunieron de
nuevo para la entrevista de 1999 Mythology of Star Wars with George Lucas & Bill Moyers,
para discutir más a fondo el impacto de la obra de Campbell en las películas de Lucas. 30
Además, el National Air and Space Museum de la Smithsonian Institution patrocinó una
exposición, durante la década de 1990, llamada Star Wars: The Magic of Myth [La guerra de
las galaxias: la magia del mito], que recreaba las maneras en que la obra de Campbell influyó
en esta serie cinematográfica.31 En 1997 se publicó una guía complementaria con el mismo
título.

Chris Vogler, The Writer's Journey y las películas de Hollywood[editar]

Christopher Vogler, productor de cine de Hollywood y escritor, creó


un memorando empresarial de siete páginas que tituló A Practical Guide to The Hero With a
Thousand Faces [Guía práctica para el héroe de las mil caras],32 basado en el trabajo de
Campbell. El memorando de Vogler se convirtió más adelante en el ya mencionado libro de
finales de 1990, The Writer's Journey: Mythic Structure For Writers.

El "Movimiento masculino" [Men's Movement][editar]

El poeta Robert Bly, Michael J. Meade, y otras personas involucradas en dicho movimiento 33
han aplicado y ampliado los conceptos del viaje del héroe y el monomito como metáfora para
el crecimiento espiritual y psicológico personal, especialmente en el campo de
la mitopoética del llamado "Movimiento masculino" ("Men's Movement"). 3435

Son características de dicho movimiento la tendencia a volver a contar cuentos de hadas y


participar en su exégesis como instrumento para la búsqueda interior. Utilizando las
referencias frecuentes a arquetipos extraídos de la psicología analítica de Jung, el movimiento
se centra en temas de rol de género, identidad de género y de búsqueda del bienestar desde el
punto de vista de la medicina alternativa, enfocados al hombre moderno. 35 Sus defensores a
menudo participan en narraciones musicadas, y estos actos se consideran una extensión
moderna del chamanismo, que fue popularizado por Michael Harner aproximadamente por la
misma época.

Entre los más famosos defensores de esta corriente se encuentra el poeta Robert Bly, cuyo
libro Iron John: A Book About Men fue un éxito de ventas; el libro constituye una exégesis
del cuento "Iron John" ["John de Hierro"] de los Hermanos Grimm.34

El movimiento de los hombres mitopoéticos dio lugar a una variedad de talleres y grupos de


trabajo, dirigidos por autores como Bly y Robert L. Moore. 35 De este movimiento han surgido
estudios académicos serios, incluyendo la creación de diversas revistas y organizaciones sin
afán de lucro, como el ManKind Project.34

Críticas[editar]

Algunos estudiosos han cuestionado la validez misma del monomito, su utilidad como
herramienta de investigación crítica, la interpretación épica, así como criticado su sesgo
masculino. De acuerdo con Lesley Northup, la teoría no se apoya debidamente en el estudio de
la corriente principal de la mitología, que tiende actualmente a contemplar toda interpretación
demasiado general o universal con recelo.36 Donald J. Cosentino comenta: «Es tan importante
hacer hincapié en las diferencias como en las similitudes, para evitar la creación de una sopa
Campbell de mitos sin sabor local alguno».37 Marta Weigle rechaza la propia idea de un
"monomito" en el que las mujeres aparecen sólo en casos excepcionales y, cuando lo hacen,
como indistinguibles de los hombres.38
Otros han encontrado las categorías de Campbell en exceso vagas como para encerrar algún
sentido, y sin fundamento suficiente en la investigación académica. Muriel Crespi, por ejemplo,
escribió en respuesta a la presentación filmada del modelo de Campbell, caracterizándolo
como «[...] escasamente satisfactorio desde la perspectiva de la ciencia social. El
etnocentrismo de Campbell plantea objeciones, y su nivel analítico es tan abstracto y carente
de contexto etnográfico que ese mito pierde los mismos significados que se suponen
incorporados al "héroe"».39 En Sacred Narrative: Readings in the Theory of Myth [La historia
sagrada: lecturas sobre la teoría del mito] (1984), el editor Alan Dundes rechaza la obra de
Campbell, tachándolo de mero vulgarizador: «Como la mayoría de los universalistas, se
contenta con afirmar simplemente la universalidad sin molestarse en documentarla. [...] Si las
generalizaciones de Campbell sobre el mito no se han comprobado, ¿por qué motivo deberían
los estudiantes considerar su trabajo?».40

El novelista David Brin ha criticado asimismo el monomito, argumentando que es antipopular y


que fue utilizado por reyes y sacerdotes para justificar la tiranía. Brin también señaló que la
existencia de un monomito puede reflejar similitudes históricas entre las culturas, pero no una
"percepción humana" profunda. Señala que, hasta hace relativamente poco, los narradores
dependían de las oligarquías como medio de vida, y que la aristocracia sólo recientemente
perdió el poder de castigar la irreverencia. Una vez que estos factores históricos
desaparecieron, surgió la ciencia ficción a modo de épica, y Brin la ve como la antítesis del
monomito de Campbell.41

Aunque la novela Dune, de Frank Herbert, aparentemente sigue el esquema del monomito, su


trama se ingenió, de hecho, para subvertir y adoptar una posición crítica sobre el mismo; el
autor afirmó en 1979: «El sentido subyacente de la trilogía de Dune es: Cuidado con los héroes.
Es mucho mejor confiar en el propio juicio y en los propios errores». 42 Herbert escribió más
tarde, en 1985: «Dune estaba enfocada contra esta idea del líder infalible, ya que mi visión de
la historia sostiene que los errores cometidos por un líder (o cometidos en su nombre) se
amplifican proporcionalmente al número de adeptos que lo secundan sin cuestionarlo». 43

En el mismo sentido, los estadounidenses John Shelton Lawrence, filósofo, y el estudioso de la


religión Robert Jewett, han escrito sobre un "monomito americano" en sus libros The
American Monomyth, The Myth of the American Superhero y Captain America and the Crusade
Against Evil: The Dilemma of Zealous Nationalism [El monomito americano, El mito del
superhéroe americano y El capitán América y la cruzada contra el mal: el dilema del
nacionalismo celoso]. Estos autores presentan sus obras como reacción estadounidense al
monomito campbelliano. El argumento de The American Monomyth es: «Una comunidad que
vive en un paraíso armonioso se ve amenazada por el mal; las instituciones normales no
pueden lidiar con esta amenaza; un superhéroe altruista surge, renunciando a las tentaciones,
para llevar a cabo la tarea redentora; ayudado por el destino, su decisiva victoria restaura la
comunidad a su estado paradisíaco; el superhéroe se aleja en la oscuridad». 44

Otros estudiosos han manifestado su desacuerdo con el concepto del monomito debido a su
excesiva simplificación de las diferentes culturas. Según Robert Ellwood, «la tendencia a
pensar en términos genéricos sobre personas, razas [...] representa, sin duda, el error más
profundo del pensamiento mitológico».45
Véase también[editar]

 El apartado "Monomito" del artículo dedicado a Joseph Campbell.

Bibliografía[editar]

 Campbell, Joseph (1970). The Hero with a Thousand Faces. Cleveland & New York:
Meridian Book. The World Publishing Company. L.C.C.C.N. 56-6574.

 Campbell, Joseph (2008). The Hero with a Thousand Faces. Novato, California: New
World Library. ISBN 978-1-57731-593-3.

 Campbell, Joseph (1949). The Hero with a Thousand Faces. Princeton: Princeton


University Press.

 Joyce, James (1939). Finnegans Wake. Nueva York: Viking Press.

 MacKey-Kallis, Susan (2001). The hero and the perennial journey home in American
film. University of Pennsylvania Press. ISBN 0-8122-1768-3.

 Northup, Lesley (32.1(2006) pp. 5-10). "Myth-Placed Priorities: Religion and the Study
of Myth". Religious Studies Review.

 Vogler, Christopher (1998). The writer's journey: mythic structure for writers. Studio
City, CA: Michael Wiese Productions.

 Voytilla, Stuart and Vogler, Christopher (1999). Myth & the Movies: Discovering the
myth structure of 50 unforgettable films. Studio City, CA.: Michael Wiese
Productions. ISBN 0-941188-66-3.

 Amanieux, Laureline (2011). Ce héros qui est en chacun de nous. La puissance des
mythes. (libro en francés sobre el monomito de Campbell) Albin Michel. ISBN 978-
2226221476.

Libros basados en entrevistas con Campbell[editar]

 Cousineau, Phil, ed. (1990). The Hero's Journey: Joseph Campbell on his Life and Work.
Nueva York: Forward by Stuart L. Brown, Executive Editor. Harper and Row.

 The Power of Myth. 1988.

DVD/Discografía[editar]

 Joseph Campbell and the power of myth (1988)

 The Hero's Journey: The World of Joseph Campbell (1987)

Referencias[editar]

1. ↑ Real Academia Española. «Entrada "periplo"». Diccionario de la Lengua


Española. Consultado el 22 de octubre de 2013.
2. ↑ Saltar a:a b Monomyth Website, ORIAS, UC Berkeley Consultado el 03/10/2013

3. ↑ Joseph Campbell Foundation - Works: Skeleton Key to Finnegans Wake,


A and Joseph Campbell, The Hero with a Thousand Faces. Princeton: Princeton
University Press, 1949. p. 30, n35. Campbell cita a James Joyce, Finnegans
Wake. NY: Viking, 1939, p. 581

4. ↑ Campbell, 1970, p. 30, citando también la edición de 1939, p. 581.

5. ↑ Leeming, David Adams. Mythology: The Voyage of the Hero. New York:


Harper & Row. 1981

6. ↑ Campbell, 1949, Traducción libre p. 23.

7. ↑ Campbell, 1970, Traducción libre p. 38.

8. ↑ Campbell, 1970, id. p. 58.

9. ↑ Campbell, 1970, id. p. 59.

10. ↑ Campbell, 1970, id. pp. 69-72.

11. ↑ Campbell, 1970, id. pp. 77-82.

12. ↑ Campbell, 1970, id. pp. 90-92.

13. ↑ Campbell, 1970, id. pp. 97-109.

14. ↑ Campbell, 1970, id. pp. 109-119.

15. ↑ Campbell, 1970, id. pp. 121-122.

16. ↑ Campbell, 1970, id. pp. 130-147.

17. ↑ Campbell, 1970, id. p. 167.

18. ↑ Campbell, 1970, id. pp. 181-182.

19. ↑ Campbell, 1970, id. p. 193.

20. ↑ Campbell, 1970, id. pp. 196-197.

21. ↑ Campbell, 1970, id. p. 207.

22. ↑ Campbell, 1970, id. p. 226.

23. ↑ Campbell, 1970, id. pp. 229-237.

24. ↑ Campbell, 1970, id. p. 243.

25. ↑ The hero's journey: Joseph Campbell on his life and work. Editado con una
introducción de Phil Cousineau. Forward by Stuart L. Brown, Executive Editor.
New York: Harper and Row, 1990
26. ↑ Leeming, David Adams. Mythology: The Voyage of the Hero. New York:
Harper & Row. 1981

27. ↑ .thewritersjourney.com/generic1.html

28. ↑ Jody G. Bower:  "The Lord of the Rings" — An Archetypal Hero’s Journey

29. ↑ «Star Wars Origins». www.moongadget.com (en inglés). Archivado desde el


originalel 23 de septiembre de 2014. Consultado el 27 de julio de 2014.

30. ↑ [1]

31. ↑ [2]

32. ↑ The Writer's Journey accessed 2011-03-26

33. ↑ Véase artículo en en:Wik.

34. ↑ Saltar a:a b c Boston Globe accessed 2009-11-03

35. ↑ Saltar a:a b c Use by Bly of Campbell's monomyth work accessed 2009-11-03

36. ↑ Northup, p. 8

37. ↑ "African Oral Narrative Traditions" in Foley, John Miles, ed., "Teaching Oral
Traditions." NY: Modern Language Association, 1998, p. 183

38. ↑ "Women's Expressive Forms" in Foley, John Miles, ed., "Teaching Oral
Traditions." NY: Modern Language Association, 1998, p. 306

39. ↑ American Anthropologist, 92:4 (December 1990), p. 1104

40. ↑ "Annotated Bibliography: Similarities & Differences Between Early Judaism,


Christianity, & Islam: An Historical Perspective", por Keith Wheelock, Raritan
Valley Community College

41. ↑ Salon Arts & Entertainment | "Star Wars" despots vs. "Star Trek" populists

42. ↑ Clareson, Thomas (1992). Understanding Contemporary American Science


Fiction: the Formative Period. Columbia: University of South Carolina Press.
pp. 169-172. ISBN 0-87249-870-0.

43. ↑ Herbert, Frank (1985). «Introduction». Eye. ISBN 0-425-08398-5.

44. ↑ Jewett, Robert and John Shelton Lawrence (1977) The American Monomyth.
New York: Doubleday.

45. ↑ Ellwood, Robert, "The Politics of Myth: A Study of C.G. Jung, Mircea Eliade,
and Joseph Campbell", SUNY Press, September 1999. Cf. p.x

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