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PERSONALES
Pronombre es un término que procede, etimológicamente hablando, del
latín. Más exactamente emana de la suma de dos partículas latinas: el prefijo
“pro-“, que es equivalente a “delante”, y el sustantivo “nomen”, que puede
traducirse como “nombre”.
Personal, por otra parte, podemos establecer que es una palabra que también
es fruto de la derivación del término latino “personalis”. Este se encuentra
conformado por dos componentes: “persona”, que es sinónimo de “persona”,
y el sufijo “-al”, que viene a significar “relativo a”.
Los pronombres
personales
Suplantan a las tres personas gramaticales y cumplen sus
funciones.
11 de agosto de 2019. Estandarte.com
Los vocablos tónicos son, como expresivamente explica Álex Grijelmo en su La
gramática descomplicada, “los que siempre ganan a las palabras inmediatas a su
alrededor en la entonación de una frase”. En el caso de los pronombres
personales tónicos, las funciones que cumplen son:
- sujeto (yo, tú, vos, él, ella, ello, usted, nosotros/as, vosotros/as, ellos, ellas,
ustedes). Como indica la RAE, el español es una lengua de sujeto no obligatorio,
pero hay ocasiones en las que la aparición del sujeto pronominal resulta
imprescindible: por ejemplo, como cuando hay que deshacer las
ambigüedades provocadas porque en determinadas desinencias verbales no hay
diferencias entre personas; cuando se quiere dejar explícito el sexo del
referente; cuando hay una finalidad contrastiva o de énfasis, o cuando con el
“usted” se quiere subrayar la cortesía. Otro aspecto relacionado con el sujeto
pronominal es que cuando las formas de tercera persona él, ella, ellos,
ellas funcionan como sujeto solo pueden referirse a personas, si se trata de cosas
no se emplea ningún pronombre personal explícito (“Ella es bonita” es correcto si
ella se refiera a una niña, por ejemplo, pero no a la casa).
- atributo (yo, tú, vos, él, ella, usted, nosotros/as, vosotros/as, ellos, ellas,
ustedes).
- término de preposición (mí, conmigo, ti, contigo, vos, él, ella, ello, usted, sí,
consigo, nosotros/as, vosotros/as, ellos, ellas, ustedes). Cuando la preposición
que precede a “mí, ti, sí” es CON debe utilizarse los amalgamas conmigo,
contigo o consigo. Si se trata de ENTRE o SEGÚN, se seleccionan las formas
pronominales de sujeto y no las de término de preposición (por ejemplo, “esta es
la diferencia entre tú y yo”).
La tercera persona del singular es la única que posee una forma específica
con sentido exclusivamente reflexivo: “sí, consigo”, que es invariable en
género y número.
Un verbo puede llevar varios pronombres clíticos. Cuando esto ocurre deben
anteponerse o posponerse al verbo siempre en bloque con el orden que establece
esta regla: “los pronombres de segunda persona preceden a los de primera y estos
a los de tercera, salvo a la forma se, que precede a todas las demás (se + 2.ª pers.
+ 1.ª pers. + 3.ª pers.)”, según la RAE.