CHOQUES ENTRE LAS RAMAS DEL PODER PÚBLICO

Presentado Por:
Aguilar López Yury: ID 664057
Uricoechea García Yury ID 665638

Presentado A:
Dorian Tito Olaya Gutiérrez

Asignatura:
Finanzas Publicas
NRC 693

Corporación Universitaria Minuto De Dios

Facultad De Ciencias Administrativas Y Contables
Contaduría Publica

Bogotá D.C, marzo de 2020

 Introducción

El choque de trenes es como se le conoce a la pugna que suelen tener los diferentes
organismos de poder público en Colombia constituido por la Rama Ejecutiva, Rama
Judicial y la Rama Legislativa, entre otros órganos autónomos e independientes. Cada una
de estas ramas y órganos se encargan de la toma de decisiones frente a diferentes
acontecimientos o sucesos que se puedan presentar y es allí donde nace la diferencia entre
los mismos causando choques de entre sí, tales choques suelen presentarse por las
diferentes ideologías sociales, económicas, políticas, teóricas, etc.

Aunque la Constitución política de 1991 señala en el artículo 113 que “…Los

diferentes órganos del Estado tienen funciones separadas, pero colaboran armónicamente
para la realización de sus fines.”

Sin embargo, esto no siempre se cumple ocasionando así la afectación tanto de las
mismas instituciones estatales como de los fines del Estado colombiano y la población en
general pues las pugnas por ideologías políticas, sociales, económicas y personales termina
por restarle eficiencia los fines esenciales del estado.
 AISLAMIENTO PREVENTIVO

Una de los choques más resientes fue entre el Presidente de la Republica Iván
Duque y algunos gobernadores y alcaldes del país, ante el anuncio de simulacro de
aislamiento para el pasado fin de semana festivo en Colombia, como medida preventiva
ante la propagación de casos positivos de COVID-19 que hizo la alcaldesa de Bogotá y
muchas otras autoridades distritales, municipales y departamentales, y que según una
publicación de Claudia López en twitter el consejo de Bogotá apoyaba su iniciativa.

Sin embargo, al día siguiente de dicho anuncio Duque expidió el decreto 418 del 18
de marzo del 2020 donde establece que la dirección del manejo del orden público con el
objeto de prevenir y controlar la propagación del COVID-19 estará en cabeza del Primer
Mandatario y así mismo todas las ordenes e instrucciones que emitan los Gobernadores y
Alcaldes distritales y municipales en materia de orden público para a contención del
COVID-19 deberán ser previamente coordinadas con el Presidente de la Republica, y en
caso de omisión a las disposiciones del Presidente serán sujetos a sanciones.

Este decreto ocasiono rechazo de los mandatarios regionales que no estaban de

acuerdo ante la posición del gobierno, tanto así que el senador del partido de la U Roy
Barreras twitteó que los Alcaldes y Gobernadores podían seguir con sus medidas
preventivas ya que dicho decreto no era de ley si no de orden pues no traía en su
motivación el 417 y no contaba con todas las firmas e los ministros, otro que se pronunció
fue el ex-comisionado Luis Ernesto Vargas calificando al gobierno como una dictadura.

Aunque al día siguiente Iván Duque en su alocución diaria dijo que las ordenes de
los mandatarios regionales iban acorde con el objetivo de prevención y control del gobierno
si se generaron varias tenciones entre mandatarios.
 20% DEL PRESUPUESTO GENERAL MANEJADO POR LOS
CONGRESISTAS.

Este proyecto de ley que busca otorgar el 20% del presupuesto general para que lo
maneje el Legislativo fue propuesto a finales del año 2018 con el fin de que los congresistas
tuvieran una participación más activa en el presupuesto de inversión pues el autor de la
iniciativa German Navas representante de la cámara por el polo dijo “Nos volvimos un
congreso de firmones. En el presupuesto no se puede modificar nada sin el aval del
gobierno” si bien es cierto que el legislativo y el ejecutivo deben trabajar de la mano para la
planeación del presupuesto general, parece que los congresistas no están conformes.

De acuerdo con el texto presentado el propósito de que los congresistas puedan re

direccionar hasta el 20% del presupuesto nacional a sus regiones, se podrán aprobar
“traslados entre partidas, aumento o disminución de las mismas o inclusión de nuevas”, y
así mismo la potestad para definir qué proyectos de inversión deben priorizarse o deben
recibir más dinero. Siempre y cuando los proyectos que propongan estén avalados por el
Departamento Nacional de Planeación (DPN).

Aunque dicho proyecto alcanzó 6 de las 8 aprobaciones necesarias se hundió por

falta de tiempo, no obstante, algunos estudiosos no le veían futuro al tema pues si bien es
cierto que el ejecutivo solo tenía como as bajo la manga el DNP para la regulación
proyectos de inversión en caso de ser aprobado y quien agrego entre otras que las
consecuencias serían más hacia lo negativo. “Podría generar desorden en el
manejo de la inversión pública nacional, que se coordina con el Plan Nacional de
Desarrollo”, muchos otros calificaron esta propuesta como “Mermelada 2.0” y la
compararon con los auxilios parlamentarios que iban a parar a las fundaciones de los
legislativos los cuales fueron suprimidos por la asamblea nacional constituyente de 1991 en
vista del manejo que se le daba a esta partida. Otra observación que hicieron los opositores
fue el hecho de que el proyecto señalaba que el manejo del 20% por parte de los
legislativos iba en pro de sus regiones algunas de estas se verían más beneficiadas que otras
jugando por la cantidad de representantes que tuviese cada una. Algunos otros la calificaron
como un “golazo” de parte del legislativo hacia el ejecutivo.