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La Demanda y la Oferta
Introducción
El análisis de la oferta y la demanda puede aplicarse para comprender una amplia
variedad de cuestiones económicas como, por ejemplo, la influencia que tienen
determinados cambios de la economía internacional en el precio y la producción de
ciertos mercados, conocer los efectos sobre el consumo y la producción de la
aplicación de medidas de política pública como el control de precios, los programas de
incentivos a la producción de ciertos bienes, la aplicación de impuestos al consumo, o
las subvenciones, la imposición de aranceles o cuotas sobre las importaciones.
En el caso de la demanda veremos que las preferencias del consumidor son, en parte,
las que determinan la demanda de los bienes, mientras que los costos de las
empresas son los que inciden en la oferta de los mismos. Por ejemplo, el incremento
de precios de los combustibles se produjo por el aumento de los costos de producción
que actuaron contrayendo la curva de oferta y modificando no solo el precio de los
combustibles sino también las cantidades vendidas. Del mismo modo, en el caso de la
demanda, un cambio en las preferencias de los consumidores por las frutillas afectará
la demanda de ese bien y, por ende, el precio y las cantidades de equilibrio. Lo mismo
ocurre en el resto de los mercados: los cambios en la oferta y la demanda conduce a
modificaciones en las cantidades transadas y en los precios, e impactan en los
mercados relacionados.
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La Curva de Demanda
La función de demanda o curva de demanda es la relación establecida entre el precio y
la cantidad comprada de un bien por los consumidores, e indica cuánto están
dispuestos a adquirir los consumidores de un bien cuando varía el precio unitario del
mismo. Matemáticamente esta relación entre el precio y la cantidad demandada se
expresa de la siguiente forma: Qd=Qd (P)
En el gráfico 3.1 se representa la curva de demanda del bien x, D x, que tiene pendiente
negativa. Ello se debe a que los consumidores están dispuestos a comprar mayores
cantidades del bien a medida que su precio disminuye, por ejemplo una reducción del
precio de las frambuesas puede incentivar a los consumidores que ya compraban
frambuesas a consumir cantidades adicionales. Por otra parte, otros consumidores que
antes no tenían acceso al bien debido a su precio, pueden comenzar a comprarlo.
Por el contrario, cuanto mayor es el precio del bien x, menor es la cantidad demandada
del mismo. Hay dos razones por las cuales cuanto aumenta el precio de un bien las
cantidades disminuyen. En primer lugar, los demandantes del bien tienden a
reemplazarlo por sustitutos cercanos; y por otra parte, un precio más alto reduce la
cantidad que los compradores están dispuestos a adquirir debido a que el ingreso de
que disponen les resulta insuficiente para continuar comprando la misma cantidad. Ello
significa que cuando el precio aumenta los consumidores experimentan una pérdida de
poder adquisitivo de su ingreso.
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Esta propiedad de la Curva de demanda se la denomina ley de la Demanda. La curva
de demanda que se muestra en la figura 3.1 es lineal, aunque las curvas de demanda
en general no tienen por qué tener esa forma. Como se observa, el precio se sitúa en
el eje de ordenadas del gráfico, ése es el precio real del bien, es decir el precio del
bien en relación al precio de los demás bienes.
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variables de las cuales depende la función de demanda de un bien X, la misma se
expresa de la siguiente manera: Qd = Qd (p1, p2, Y, G), donde p1 es el precio del bien X,
p2 es el precio de los bienes relacionados (sustitutos y complementarios), Y es el
ingreso y G es el gusto o las preferencias de los consumidores. Veamos que ocurre
cuando se modifica p2, Y o G.
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estarán dispuestos a comprar más unidades del bien X a cada uno de los precios de
mercado.
El mismo análisis se puede realizar fijando las cantidades en Q1, en ese caso es de
suponer que el precio que estarían dispuestos a pagar los consumidores sería más
alto, por ejemplo, P2 en lugar de P1 debido a que disponen de un ingreso mayor.
Observamos nuevamente que la curva de demanda se desplaza hacia la derecha.
Para referirnos a los desplazamientos de la curva de demanda se reserva la expresión
variación de la demanda; mientras que, para describir un movimiento a lo largo de la
curva de demanda utilizamos el término variación de la cantidad demandada.
La Curva de Oferta
La curva de oferta se relaciona con los vendedores y muestra la cantidad que los
productores están dispuestos a ofrecer de un bien a un precio dado, manteniendo
constantes los demás factores que pueden afectar la cantidad ofrecida. La curva de
oferta se caracteriza porque la cantidad ofrecida aumenta conforme aumenta el precio
del producto. Esta particularidad se denomina ley de la oferta.
Para que un oferente esté dispuesto a ofrecer su producto, el precio debe cubrir el
costo de producirlo o adquirirlo. Como veremos más adelante el costo de producción
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de un bien aumenta a medida que la empresa produce más unidades 1, en este caso
solo es rentable aumentar la producción si suben los precios, o si la empresa logra
introducir una mejora tecnológica, modifica la organización del proceso productivo,
genera mejoras en el manejo de los factores de producción, de forma tal la firma pueda
expandir la producción sin incrementar los costos variables. Resulta oportuno aclarar
que estamos haciendo referencia a la curva de oferta de mercado de corto plazo.
La curva de oferta que se presenta en la figura 3.4. es una línea recta con pendiente
positiva siendo éste gráfico solo una generalización, pues la curva de oferta puede
adoptar otra forma. En el eje de ordenadas se muestra el precio que reciben los
productores por una determinada cantidad ofrecida; mientras que el eje de abscisas se
expresa la cantidad total ofrecida Q en unidades por período.
Qs = Qs (P)
Por otra parte, un aumento del precio puede alentar a las empresas existentes a
aumentar la producción contratando más trabajadores o mediante la autorización de
horas extras al personal. También puede animar a las a expandir la capacidad
instalada de las empresas existentes en el mercado y animar a otras nuevas a ingresar
al mismo.
1 Los costos a los que hacemos referencia en este caso se denominan costos variables, y son los que
varían a medida que varía el nivel de producción. Luego están los costos fijos que son aquellos que se
vinculan a gastos que debe afrontar la empresa independientemente de la cantidad que produzca. Estos
se refieren, por ejemplo, a contratos que la firma debe cumplir por determinado período de tiempo (gastos
de mantenimiento de máquinas, edificios o ascensores, seguros, alquileres, etc.) y que no están
relacionados con el nivel de producto.
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Otras variables que afectan la curva de oferta. La cantidad que los productores
están dispuestos a vender depende de otras variables además del precio, como
pueden ser los costos de producción entre los que podemos mencionar el costo de las
materias primas, los gastos de mantenimiento de las maquinarias y equipos, los
salarios, la introducción de mejoras tecnológicas. La figura 3.5 muestra la curva de
oferta S que corresponde a determinados valores que pueden adquirir estas variables.
Una modificación de los valores de una de estas variables provocará un
desplazamiento de la curva de oferta S. Veamos como es el proceso. Debemos
señalar que realizaremos un ejercicio de estática comparativa, ello quiere decir que el
cambio en las variables se realizará de a una por vez, manteniendo el resto constante.
Supongamos, por ejemplo, una reducción del costo de las materias primas. Esto
significará que el costo de producir la cantidad q1 será menor y, por lo tanto, aumentará
el margen de ganancia de las empresas, incentivándolas a aumentar la producción al
precio vigente P1. La figura 3.5 muestra que antes de la reducción del costo de los
insumos, al precio P1 se producían q1 unidades; a partir de la disminución del costo de
producción, al mismo precio la cantidad ofertada aumenta. Como vemos, la producción
aumenta independientemente de cuál sea el precio de mercado desplazándose toda la
curva de oferta hacia la derecha de S a S´.
Otra forma de explicar el efecto de una reducción de costos es suponer que las
empresas continuarán ofreciendo q1, aunque ahora pueden hacerlo a un menor precio
debido a la reducción de costos.
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Como vimos la respuesta de las cantidades ofrecidas a las variaciones en el precio se
representan mediante desplazamientos a lo largo de la curva de oferta; mientras que,
las variaciones de las cantidades ofrecidas originadas en modificaciones de otras
variables distintas del propio precio del bien ofrecido, como por ejemplo: los costos de
producción, los salarios, o la introducción de mejoras tecnológicas, se grafican
mediante desplazamientos de la curva de oferta. Para diferenciar estas dos
representaciones gráficas los economistas emplean la expresión variaciones de la
oferta para referirse a los desplazamientos de la curva de oferta y la expresión
variaciones de la cantidad ofrecida para referirse a movimientos a lo largo de la curva
de oferta.
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Si el precio fuese otro distinto del que se muestra en la figura 3.6 alguna de las dos
partes (oferentes o demandantes) quedaría insatisfecha. Si el precio estuviera por
encima del precio de equilibrio, las cantidades demandadas serían menores que las
cantidades ofrecidas. Es decir, los compradores estarían dispuestos a comprar menos
que las cantidades que los vendedores estarían dispuestos a ofrecer, y verían frustrar
sus planes. En ese caso decimos que hay un exceso de oferta o excedente. Por el
contrario, si el precio fuera inferior al de equilibrio, los compradores estarían dispuestos
a adquirir una cantidad superior del bien que la que los oferentes estarían dispuestos a
vender. En este último caso las cantidades demandadas superan a las cantidades
ofrecidas, decimos entonces que en el mercado hay un exceso de demanda o
escasez.
Por ejemplo, podríamos querer conocer cuánto variará la cantidad demandada de café
ante un aumento de precios del 10%; o cuánto impactará en las unidades demandadas
de automóviles un aumento del ingreso del 15%. En estos casos la medida que se
utiliza es la elasticidad.
ξ p= (∆% Q) / (∆%
P)
ξ p: Utilizamos la letra griega épsilon para designar la elasticidad precio de la demanda.
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∆% Q: es la variación porcentual de las cantidades demandadas. La letra mayúscula
griega delta (∆) es el símbolo que utilizaremos para expresar “variación de la variable”
que seguida por el signo de porcentaje (%) significa variación porcentual. Siguiendo
este mismo criterio ∆% P es la variación porcentual del precio. La variación porcentual
de una variable (∆%) es la variación absoluta de la variable dividida por el nivel inicial
de esa variable. De este modo, la elasticidad precio de la demanda puede expresarse
como:
∆Q P
= .
∆P Q
La elasticidad precio de la demanda es una cifra negativa debido a que, como vimos, la
relación entre el precio y la cantidad es inversa, es decir cuando sube el precio de un
bien, la cantidad demandada disminuye, por lo que ∆Q/∆P (variación de las cantidades
originada en una variación del precio es negativa). Debido a ello, y para una mayor
sencillez en la interpretación del resultado, la elasticidad precio de la demanda se
expresa en valores absolutos. Por ejemplo, si ξ p = −2 decimos que la magnitud e
la elasticidad es 2.
|ξ p| = . =2
La elasticidad precio de la demanda puede ser mayor que 1, menor a uno o igual a 1.
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a) Cantidad de sustitutivos cercanos del bien. Cuando el consumidor dispone
de muchos bienes sustitutivos con los cuales reemplazar el consumo del bien
cuyo precio aumentó, entonces la reducción de las cantidades será mayor al
incremento del precio, pues los individuos reemplazarán el consumo del bien
por el de otros bienes. Este es el principal determinante de la elasticidad precio
de la demanda. Veremos que el resto de los factores que enunciamos a
continuación se relacionan con él.
b) La especificidad del bien. cuanto más específico sea el bien menor será la
elasticidad de la demanda. Por ejemplo, consideremos los siguientes casos: la
leche materna, una droga para un medicamento, la insulina para enfermos de
diabetes, una vacuna, un instrumento de precisión, instrumental quirúrgico,
entre otros. Estos bienes por su especificidad no tienen sustitutos, por lo cual
su demanda será más inelástica.
c) El paso del tiempo. El paso del tiempo transforma los hábitos de consumo, y
bienes que eran muy demandados, por ejemplo, los productos enlatados o en
conserva, ya no lo son tanto, habiendo sido reemplazados por bienes más
saludables, con menos aditivos.
De este modo, cuando nos desplazamos sobre una curva de demanda del tipo
curvilíneo, estamos seguros de que la elasticidad irá cambiando ya que su pendiente
que viene dada por variará al movernos de un punto a otro y el precio y la cantidad
también variarán, por tal motivo la elasticidad precio de la demanda debe medirse en
un punto de la curva de demanda y generalmente cambia al desplazarnos a lo largo de
la curva de demanda.
Analicemos el caso de una curva de demanda lineal. Veremos que la elasticidad precio
también adopta distintos valores, pese a que su pendiente permanece constante.
Supongamos la función de demanda de la forma: a – b P, y consideremos el siguiente
ejemplo: Q= 6 – 2 P. La pendiente es constante y su valor es -2 a lo largo de toda la
curva. Sin embargo, esta función de demanda no tiene una elasticidad constante pues
a medida que nos desplazamos de manera descendente la relación P/Q va
modificándose y disminuyendo, lo que reduce la magnitud de la elasticidad.
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Ello ocurre pues a medida que el precio va acercándose a cero, el cociente P/Q tiende
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Dado que la función de demanda depende también de variables como el ingreso o el
precio de los bienes relacionados, podemos medir la variación que experimentan las
cantidades demandadas cuando aumentan 1% las citadas variables.
∆Q Y
η
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La elasticidad precio cruzada de la manteca (que llamaremos X) con respecto al precio
de la margarina (que denominaremos Y) se expresa de la siguiente forma:
∆Qx
ξ = . >0
∆Py Q
Por el contrario, si los bienes son complementarios la elasticidad precio cruzada será
negativa, pues un aumento del 1% en el precio de uno de los bienes generará una
reducción en la cantidad demandada del otro bien.
En el ejemplo de bienes complementarios dado anteriormente, si sube el precio del
combustible la cantidad demandada de aceite para motores disminuirá, pues los
individuos utilizarán menos el automóvil. De esta forma, la curva de demanda de aceite
para motores se desplazará hacia la izquierda. En este caso decimos que la
elasticidad precio cruzada del aceite para motores (que denominaremos a) con
respecto al combustible (que expresaremos mediante la letra c) será negativa.
∆Qa $
ξ ! = ∆Pc . Q% < 0
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En ese caso, cuando decidimos calcular la elasticidad precio correspondiente a un
tramo de la curva de demanda u oferta, debemos utilizar otro tipo de medida que se
denomina elasticidad arco.
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Cuadro N° 3.1
Conceptos Precio Cantidad (Q)
110 160
Variación % de Q -0,4
Variación % de P 0,2
∆ (37 5 38)/2
Nota: Recuerde que el denominador de la variación de las cantidades y precios se realiza
tomando como denominador el promedio de las cantidades y precios, respectivamente
ξ =∆ ∆
’’’’ =( )*+,-*) ,*. ((,-*0 )*)/,/*0 *)/, =
+2*,* . **,** =-2
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En el corto plazo, el encarecimiento del precio se refleja mediante una disminución
temporaria en el gasto de los consumidores, que suelen cambiar marcas de mayor
precio por otras de un precio menor, las que generalmente son segundas marcas de la
marca líder a la que habitualmente siguen (en Argentina el 88% del mercado se
distribuye entre dos grandes empresas: Massalin Particulares y Nobleza Piccardo). No
obstante, los consumidores al poco tiempo vuelven a su marca habitual.
A largo plazo, la elasticidad de la demanda de los bienes suele ser más elástica con
respecto al precio pues los consumidores tienen tiempo para adaptarse a nuevos
hábitos de consumo, o reemplazan el bien anterior debido a la aparición de otros
nuevos. Si el precio de los cigarrillos aumentara sustancialmente, el impacto de dicho
aumento a corto plazo sería breve en lo que hace a la reducción de las cantidades
demandadas; mientras que, a largo plazo los consumidores podrían cambiar
gradualmente las cantidades consumidas.
Por otra parte, la demanda de un bien puede depender del stock o de las existencias
del bien que varían lentamente en el tiempo. Por ejemplo, la demanda de combustible
es más elástica a largo plazo que a corto plazo. Ello se debe a que en el corto plazo un
aumento del precio del combustible (p.ej.: la nafta), impacta rápidamente sobre las
cantidades demandadas disminuyéndolas significativamente pues los individuos
utilizan menos su automóvil, y, por otra parte, modificará la demanda de autos al
inducir a los automovilistas a preferir vehículos más pequeños que consuman menos
combustible. Debido a que el cambio en el parque automotor varía lentamente, la
demanda de nafta a largo plazo también se reducirá más lentamente. Ello hace que la
función de demanda de nafta de largo plazo sea más elástica que la de corto plazo. La
figura muestra las curvas de demanda a corto y largo plazo (Figura 3.10 (a)). Hay otros
bienes que poseen una elasticidad mayor en el corto plazo que en el largo plazo, por
ejemplo, los bienes durables como las heladeras, televisores o maquinarias y equipo
compra la industria. En estos casos, un pequeño aumento en el precio de esos bienes
producirá una reducción más que proporcional en las cantidades demandadas. Sin
embargo, con el transcurrir del tiempo, a medida que estos recursos durables se
desgastan las cantidades demandadas aumentan.
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A largo plazo, la cantidad de bienes durables que poseen los consumidores
será algo menor que antes del aumento del precio. Como vemos, mientras que
la elasticidad precio de la demanda de bienes durables a largo plazo se
mantiene (es menos sensible a las variaciones en el precio), a corto plazo la
elasticidad es mayor (Figura 3.10 (b)).
Por su parte, los bienes duraderos como las heladeras, o automóviles presentan un
comportamiento inverso. Consideremos al igual que en el ejemplo anterior que el
ingreso agregado aumenta un 10%. En ese contexto, la cantidad demandada total de
bienes durables a corto plazo aumentará paulatinamente a una tasa inferior al 10%
(que es la tasa a la que crece la economía en el período de 5 años); en la medida que
los individuos recuperan su ingreso. Finalmente, a largo plazo los consumidores logran
aumentar el número total de bienes durables que poseen, por un lado, a fin de reponer
los bienes que con el transcurrir del tiempo se volvieron tecnológicamente obsoletos o
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que requieran reposición como consecuencia del desgaste ocasionado por el uso al
que están expuestos. En este caso la elasticidad ingreso a corto plazo de la
demanda es mayor que la elasticidad a largo plazo.
Es interesante observar que las industrias de bienes duraderos dependen del ciclo
económico por lo cual se expanden en el auge y se contraen en las recesiones. Por
ello se las denominan industrias cíclicas.
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EL MERCADO MUNDIAL DEL PETROLEO
La oferta mundial de petróleo está formada por productores competitivos y por productores
que actúan bajo la forma de cártel (organización formada por un conjunto de productores que
concentran la mayor parte de la producción mundial y que actúan como un monopolio).
Están constituidos en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y actúan
restringiendo la producción y fijando los precios mundiales.
No obstante, los precios del petróleo bajaron en los ´80 al disminuir la demanda y aumentar la
oferta competitiva, mientras que en el período 2003 a 2007 los precios subieron como
resultado de circunstancias políticas y económicas, como fueron la mayor demanda de Asia y la
caída en la producción por parte de la OPEP. Debido a la inestabilidad a la que está sujeta la
producción de petróleo se ve afectada por distintas variables, ¿qué podríamos esperar que
ocurriese con los precios del petróleo a corto y largo plazo, en caso de que alguna situación
política o económica produjera una caída importante de la producción de petróleo?
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Para averiguarlo, utilicemos las curvas de oferta y demanda estimadas para el período 2005/2007
para predecir acontecimientos de ese tipo. Los precios estarán expresados en dólares de 2005 a
efectos de poder realizar comparaciones durante el período mencionado.
Ejemplo:
Oferta de la OPEP= 14 mmb/a.
Oferta competitiva: 20 mmb/a.
En el siguiente cuadro se muestra las estimaciones de las elasticidades precio de la oferta y la
demanda de petróleo a corto y largo plazo.
Corto Plazo Largo Plazo
Demanda Mundial -0,05
-0,40 Oferta competitiva 0,10
0,40
Funciones de oferta y demanda de Corto
Plazo Función de Demanda: D=35,5 - 0,0317 P
Oferta competitiva: Sc = 15,0 + 0,0417 P
La oferta total se computa sumando la oferta competitiva y la oferta de la OPEP, que consideramos
constante a 14 mmb/a.
Entonces, la curva de oferta total es: St = 32 + 0,04P
Igualando las funciones de oferta y demanda obtenemos que el precio es de 50 dólares el barril.
Capítulo 4
Teoría del Consumidor
Introducción
Cuando una empresa decide introducir un nuevo producto al mercado, requiere
conocer las preferencias de los consumidores a efectos de saber: a) si el producto
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tendrá aceptación entre los consumidores, b) qué tipo de consumidores serán los que
adquirirán el bien a fin de posicionarlo, c) estimar las cantidades demandadas, entre
otras cosas (también es importante conocer a los competidores, la logística, etc.). Todo
ello contribuirá a determinar un precio aproximado y de este modo, conocer si la
inversión que demandará el desarrollo y lanzamiento del nuevo bien será rentable para
la empresa.
Para estudiar las preferencias de los consumidores, debemos encontrar una manera
práctica de explicar las razones por que las personas prefieren un bien a otro. Las
preferencias de los consumidores pueden determinarse gráficamente o en forma
matemática. Comenzaremos describiendo los gustos de manera gráfica. Previamente
debemos establecer lo que se denomina orden de preferencias.
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¿Qué es una cesta de consumo? Antes de comenzar con el desarrollo de la
ordenación de preferencias corresponde explicar que una canasta o cesta de consumo
es un conjunto de bienes que contiene cada cesta, aunque cada una en distintas
proporciones.
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preferencias son ordinales y no cardinales, es decir que podemos ordenar cestas y
decir si una canasta es mejor que otra, pero no cuánto más.
Estas propiedades nos permitirán construir una representación ordenada y metódica
breve de las preferencias para resolver el problema de la asignación del presupuesto
del consumidor. Por último, vale mencionar que las preferencias nada tienen que ver
con los costos o precios de los bienes.
En relación a esto último recordemos lo visto capítulos previos sobre la teoría del valor
trabajo y la teoría del valor utilidad. La teoría del valor trabajo es una teoría objetiva, en
la que el valor de un bien está dado por la cantidad de horas de trabajo incorporadas
en su producción. Entre ellas las horas de trabajo empleadas en la elaboración de los
insumos que participan en la producción del bien, así como también la cantidad de
horas destinadas en la construcción de las maquinarias que intervienen en el proceso
productivo. Esta teoría del valor trabajo iniciada por Adam Smith, continuada por David
Ricardo y, posteriormente, desarrollada por Karl Marx, pudo explicar muy bien el
concepto de valor en la medida que los medios de producción pertenecían a quienes
realizaban la tarea y hasta los inicios del capitalismo. A medida que el capitalismo fue
desarrollándose se volvió difícil avanzar perfeccionando la teoría. Por otra parte, su
discusión llevó a conflictos políticos entre empresarios y trabajadores que influyó en
que se decidiera plantear otra forma de hacer economía.
Ello representaba una dificultad metodológica pues una teoría es única, capaz de
explicar y predecir los fenómenos que se observan en general. ¡Por lo tanto, la
subjetividad de las preferencias significaba tener una teoría del valor diferente para
cada individuo! Esta dificultad se resolvió mediante la objetivación de las preferencias
a través de la valoración que el mercado hace de los bienes mediante el sistema de
precios. Recordemos también, que conforme a esta teoría el consumidor es un ser
racional y conoce sus preferencias al momento que va al mercado. Su objetivo es el de
maximizar su utilidad o nivel de bienestar, distribuyendo su ingreso de forma de
alcanzar el máximo nivel de satisfacción posible. Cuantos más bienes adquiere con su
ingreso mayor será su nivel de satisfacción. En esta teoría no existe el altruismo y el
móvil del sujeto es egoísta.
Sin embargo ¿qué podemos decir de las cestas B, G o D con respecto a la cesta de
consumo C? La cesta B tiene más cantidad del bien Y, pero menos del bien X con
respecto a la cesta C. Lo mismo ocurre con la cesta D, que contiene más cantidad del
bien X y menos del bien Y en relación a la cesta C. Entonces no podemos conocer que
cesta preferirá el consumidor. Se define así una zona de incertidumbre donde no
disponemos de información adicional y por la cual pasa la curva de indiferencia que se
muestra en la figura 4.2. La curva de indiferencia contiene todas las canastas de
consumo que son indiferentes para el consumidor como B, C, D y E. Ello, significa que
todas le dan el mismo nivel de satisfacción al consumidor.
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Esto quiere decir que el consumidor se siente igual de bien consumiendo la cesta B
que contiene 5 unidades del bien Y y 1 unidad del bien X, como consumiendo la cesta
C que posee 3 unidades del bien Y y 2 unidades del bien X. Lo mismo ocurre con la
cesta D. En el plano hay infinitas curvas de indiferencia, que pasan por todos y cada
uno de los puntos del plano. Este conjunto de curvas de indiferencia se denomina
mapa de curvas de indiferencia y describen las preferencias del consumidor.
Las curvas de indiferencia son curvas de nivel, dado que establecen niveles de
satisfacción o bienestar. Por ejemplo, en el gráfico observamos que la cesta G
corresponde a una curva de indiferencia de menor nivel que las que están sobre U 1,
señalando que el consumo de esa cesta le otorga menor placer al consumidor que
todas las combinaciones de bienes que están sobre U1.
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Características de las Curvas de indiferencia
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Otra forma de verlo es suponer que se prefieren las medias a los extremos. Por
ejemplo, si consideramos dos cestas extremas como la B y la D del gráfico 4.2. y
calculamos la cesta media ponderada de las dos canasta, la cesta resultante será al
menos tan buena como cada una de las dos cestas extremas o estrictamente
preferible a ellas.
La cesta media ponderada contene la cantidad media del bien X y la cantidad media
del bien Y que contiene cada una de las dos cestas. Es decir, que la cesta media se
encontrará en el medio de la recta que une la cesta B con la cesta D. Para calcular la
cesta media ponderada t debe estar entre 0 y 1: 0 ≤ t ≤ 1. Consideremos entonces dos
cestas (x1,x2) , (y1,y2) que son indiferentes. La cesta media asigna un peso t a la
canasta X y una ponderación de (1 - t) a la canasta Y. Entonces una cesta que sea una
media ponderada de las dos cestas (X,Y) será:
Por consiguiente, la distancia que hay entre la cesta X y la cesta media, es una
proporción t de la distancia que hay entre las cestas X e Y a lo largo de la recta que
une las dos cestas. Desde el punto de vista geométrico esto significa que el conjunto
de cestas preferidas debilmente a (x1,x2) e (y1,y2) es un conjunto convexo. Si se
prefieren las medias a los extremos, entonces todas las medias ponderadas de (x 1,x2) ,
(y1,y2) se preferirán débilmente a (x1,x2) , (y1,y2).
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Conjunto convexo: tiene la propiedad de que si se unen dos puntos del conjunto y
se traza un segmento uniéndolos, dicho segmento pertenece al conjunto en su
totalidad. En el siguiente gráfico se presenta un ejemplo de preferencias convexas y
no convexas.
Suponemos que las preferencias regulares son convexas pues los bienes normalmente
se consumen preferentemente juntos. Las preferencias cóncavas son aquellas en que
el consumidor prefiere especializarse en el consumo de alguno de los bienes y
consumir uno solo de ellos o mucho más de uno que de otro. Aunque el caso normal
es aquel en que el consumidor desea consumir una cesta equilibrada antes que
especializarse en el consumo de algun bien.
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bien X. La RMSyx del bien Y por el bien X la expresamos como: RMS yx = - . Debido 9 a
que dicha relación es siempre negativa, pues indica las cantidades de Y que el
individuo está dispuesto a sacrificar para obtener una unidad adicional del bien X, ∆ Y
será siempre negativo, mientras que ∆ X será positivo, con lo cual el cociente tendrá
valores negativos. Por tal motivo y a efectos de simplificar los cálculos se escribe en
términos positivos.
Tenemos que recordar que ∆ X y ∆ Y son variaciones marginales (muy pequeñas), por
ello a medida ∆ X disminuye, el cociente - 9: se aproxima a la pendiente de la curva de
9
indiferencia como se muestra en el gráfico 4.6.
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por unidades del bien Y, y si lo hace en sentido descendente y hacia la derecha de la
canasta (X,Y), significa que estará intercambiendo unidades del bien Y por el bien X.
En cualquiera de los dos desplazamientos, ascendente o descendente, la relación de
intercambio es E. Por último, vale recordar que dado que el intercambio implica
renunciar a un bien a cambio de otro, la relación de itercambio E corresponde a una
pendiente de -E.
¿Cuál tendría que ser la relación de intercambio para que el consumidor deseara
permanecer en (X,Y)? Ello sucederá cuando la recta de intercambio sea tangente a la
curva de indiferencia. Es decir, la pendiente de la recta de intercambio -E, debe ser la
pendiente de la tangente a la curva de indiferencia en el punto que representa la cesta
(X,Y). Con cualquier otra relación de intercambio la recta de intercambio cortaría a la
curva de indiferencia, lo que permitiría al consumidor desplazarse a un punto de mayor
bienestar. De esta forma, la relación marginal de sustitución mide la relación a la que al
consumidor le resulta igual intercambiar o no dos bienes. Con otra relación de
intercambio distinta a la RMS el consumidor deseará realizar intercambios. Pero, si la
relación de intercambio es idéntica a la RMS, deseará permanecer en el mismo punto.
80
La Relación Marginal de sustitución y las Preferencias
Existen determinados tipos de preferencias que se carácterizan por la RMS dado que
esta muestra la relación de intercambio del bien X por el bien Y de una persona.
a) Por ejemplo, en el caso de los bienes sustitutivos perfectos, los gustos o
preferencias se graficarán como líneas rectas dado que una unidad del bien X le
resulta indiferente o igual de buena al consumidor como una unidad del bien Y, en ese
caso la RMS será constante e igual a -1.
81
c) Si los bienes son complementarios, las curvas de indiferencia tienen forma de
L y la RMS será 0 o infinito (Figura 4.10).
82
En otros términos, una curva de indiferencia es convexa si la RMS disminuye a lo largo
de la curva. La curva de indiferencia de la Figura 4.11 es convexa:
83
;
Sin embargo, en economía nos referimos a bienes en lugar de males, por lo que
debemos redefinir estos últimos de manera que los gustos de los consumidores se
expresen como una preferencia por tener una cantidad menor del mal. Por ejemplo, en
lugar de referirnos a la contaminación analizaremos las preferencias por el aire puro,
etc.
Saciedad
Muy distinta es la situación en los otros tres cuadrantes en los que puede existir un
exceso de uno de los bienes o un exceso de los dos bienes. Cuando el consumidor
tiene una cantidad muy grande de uno de los dos bienes, éste se transforma en un mal
y para acercarse al punto de “máxima satisfacción” debe reducir la cantidad del bien
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que se encuentra en exceso. Lo mismo en el caso que tenga una cantidad muy grande
de los dos bienes, en ese caso ambos bienes son males y la reduccion del consumo
de ambos bienes lo acercan al punto de máximo bienestar.
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Si se realizan cortes transversales a la función de Utilidad en la figura 4.12, pero para
el cuadrante inferior izquierdo (como el EE, DD, CC), encontraremos todas las
combinaciones de los bienes (x,y) que generan el mismo nivel de utilidad (figura 4.13).
Si dichos cortes se proyectan hacia la base del plano, quedan graficadas las curvas de
indiferencia.
La Utilidad
Inicialmente cuando comenzó a estudiarse la teoría de la utilidad marginal, la “utilidad”
era considerada como un patrón o unidad de medida numérica del bienestar de las
personas. No obstante, los economístas clasicos no lograron definir esa unidad de
medida capaz de cuantificar la cantidad de utilidad de las elecciones de los individuos.
Por otra parte, la cantidad de utilidad de las elecciones de las personas respecto de un
86
mismo bien no es la misma entre ellas; asi como también, la utilidad de un bien bajo
ciertas circunstancias puede ser muy alta y en otras baja.
Por una parte, dada la imposibilidad de hallar un patrón de medida de la utilidad y, por
otra parte, que la utilidad marginal interpersonal no es mensurable, se abandonó la
idea de recurrir a la utilidad como medida de la felicidad, y se decidió pasar de un tipo
de medición cardinal a otra ordinal, en la cual la conducta del consumidor se estudia
a partir de sus preferencias en lugar de la utilidad.
Desde el nuevo punto de vista, lo importante de la utilidad es si una cesta tiene mayor
utilidad que otra y no el grado o la medida en que una cesta de bienes es mejor que
otra. Las preferencias se definían en función de la utilidad, entonces si se prefería
una cesta a otra, ello se debía a que la primera tenía mayor utilidad que la segunda.
Actualmente, las preferencias del consumidor son la descripción fundamental para
estudiar la elección y la utilidad es una forma de describir las preferencias.
La función de utilidad es una fórmula matemática que asigna un valor numérico a todas
las canastas de consumo para poder ordenarlas.
La Función de Utilidad:
Como mencionamos antes las funciones de utilidad son fórmulas matemáticas que
describen los gustos o preferencias de los consumidores. Supongamos que la función
de utilidad de Lara correspondiente a helados (h) y alfajores (a), es la siguiente: U
(h,a) = 10h.a, mientras que las preferencias de Vicky están representadas por la
función de utilidad: U (h,a) = 0,2 h2.a2
Ellas tienen las mismas preferencias porque sus curvas de indiferencia son idénticas.
Esto significa que ranquean las canastas en el mismo orden. Se observa que no es
necesario que reciban el msmo nivel de utilidad por cada cesta de contumo para tener
el mismo conjunto de preferencias. Esta coincidencia en la forma que adoptan las
preferencias de Lara y Vicky se debe a que ambas funciones son iguales.
Como dijimos una función de utilidad es una fórmula que asigna un nivel de utilidad a
cada cesta de mercado. Si la función de utilidad de un consumidor de es U(a+2v). En
este caso una cesta de mercado formada por 10 unidades del bien A y 3 unidades del
bien v, reportará un valor de 10 + 2.3 = 16. Este consumidor estará indiferente a otra
canasta de mercado que contenga, por ejemplo, 4 unidades del bien A y 6 unidades
del bien V, dado que 4 + 2.6= 16. Sin embargo, preferirá cualquiera de estas dos
cestas a otra que contenga 4 unidades de los dos bienes pues en este último caso, el
nivel de utilidad es de 12. Los niveles de utilidad de cada cesta de mercado es
asignada a través la función de utilidad conforme con el número asignado a cada
canasta, que permite ordenarla y seleccionarlas. Por tanto, la función de utilidad
suministra la misma información sobre las preferencias del consumidor que un mapa
de curvas de indiferencia.
Como indicamos antes, la función de utilidad es una forma de ordenar las cestas de
mercado; no obstante la diferencia de utilidad entre las cestas de mercado no tiene
otro significado que indicar cuál es preferible a otra.
88
Las curvas de indiferencia de la Figura 4.3 muestran una ordenación de las cestas de
mercado. Por ello, una función de utilidad que genera una ordenación de cestas de
mercado se denomina función de utilidad ordinal.
Cuando los economistas estudiaron por primera vez la utilidad y las funciones de
utilidad, confiaban en poder cuantificar o medir fácilmente las preferencias de los
individuos en unidades básicas y ofrecer así una ordenación que permitiera realizar
comparaciones interpersonales, por ejemplo, conocer si una cesta de mercado reporta
a una persona el doble de satisfacción que a otra. Utilizando este enfoque, si los
valores numéricos asignados a las cestas de mercado pudiesen adquirir un significado
de este tipo, podríamos decir que la función de utilidad proporciona una ordenación
cardinal de las opciones, que describe cuánto se prefiere una cesta de mercado a
otra. Una función de este tipo asigna a las cestas de mercado valores numéricos que
no pueden duplicarse o triplicarse arbitrariamente sin alterar las diferencias entre los
valores de las distintas cestas de mercado, a diferencia de las funciones de utilidad
ordinales.
Debido a que no es posible saber si una cesta de mercado reporta a una persona el
doble de satisfacción que otra cesta de consumo; del mismo modo, que no es posible
conocer si el consumo de una misma cesta otorga a una persona el doble de
satisfacción que a otra persona, y dado que el objetivo es comprender las preferencias
de los consumidores, entonces es suficiente con conocer cómo ordenan los individuos
las cestas de mercado. Es por ello, que se trabaja con funciones de utilidad ordinales,
pues este enfoque es suficiente para comprender cómo toma el consumidor sus
decisiones y las implicaciones para las características de la demanda de los mismos.
La Función de Utilidad Ordinal es una función que genera una ordenación de las
cestas de mercado por orden de preferencia de mayor a menor.
LA RESTRICCION PRESUPUESTARIA
Hay modelos que consideran el ahorro; así como la toma de préstamos, pero eso lo
dejamos para un poco más adelante. La ecuación de la recta presupuestaria es la que
89
indica todas las combinaciones de X e Y para las cuales la cantidad de dinero gastado
es igual al ingreso del consumidor:
I =py Y + px X. (4.1)
Para graficar la recta supongamos que se adquiere solo el bien Y y nada del bien X.
Ello nos dará la cantidad máxima que se puede adquirir de Y. En ese caso el
consumidor
ninguna unidad de Y entonces el consumidor tendrá ?< unidades del bien X. Este
=@
sencillo ejercicio nos permite obtener los puntos extremos de la Recta Presupuestaria
o las cantidades máximas de los bienes X e Y que puede obtener el individuo con su
ingreso. La figura 4.15 muestra la Recta Presupuestaria obtenida de este modo.
Vemos que los extremos de la recta indican la máxima cantidad de cada bien que
puede adquirir
90
siempre la misma, ello se refleja de la forma de la recta presupuestaria cuya pendiente
es constante. En la Figura 4.15, la pendiente de la recta, ∆ Y / ∆ X = –1/2, mide el
coste relativo del bien X expresado en términos del bien Y. Lo mismo ocurre si
expresamos la ecuación (4.1), en función del bien Y.
A B
; − ?
B B
Se trata de la ecuación de una recta con pendiente negativa, indicado por el cociente
de
C los precios de los bienes - con signo negativo. Dicha
@
En el apartado anterior vimos que la recta presupuestaria depende del ingreso y de los
precios de los bienes px y py. La modificación de algunas de estas variables provocará
cambios en la recta de presupuesto.
91
cuando cambia el precio de uno de los dos bienes (en este caso p x) manteniéndose
todo lo demás constante:
92
En la figura 4.17 se muestra que si se duplica el ingreso la recta presupuestaria se
traslada hacia la derecha de I1 a I2 en forma paralela. Esto significa que el consumidor
puede duplicar sus compras máximas de X y de Y así como aumentar todas las
combinaciones de cestas (X, Y). Por el contrario si el ingreso se reduce a la mitad la
recta presupuestaria se trasladará hacia la izquierda, reduciendo las cantidades
máximas de X y de Y que puede comprar y todas sus combinaciones intermedias.
Una vez que conocemos las preferencias del consumidor y la RMS xy entre los bienes X
e Y, (cuánto está dispuesto a sacrificar del bien Y a cambio de una unidad adicional del
bien X) y, por otra parte, la recta presupuestaria, que es el conjunto de canastas de
consumo máximas asequibles por el consumidor (dado su ingreso y los precios de los
bienes determinados por el mercado), entonces podemos superponer el mapa de
curvas de indiferencia con la recta presupuestaria para averiguar cuál es la cesta de
consumo que maximiza el bienestar del individuo. La cesta maximizadora de consumo
debe encontrarse sobre la recta presupuestaria, porque como dijimos antes contiene
las combinaciones máximas de bienes que el individuo puede adquirir con su ingreso.
Alguna de esas cestas será la seleccionada, y dado que el objetivo del consumidor es
la de maximizar su satisfacción o nivel de utilidad, entonces dicha combinación de
bienes será aquella que alcance la máxima curva de indiferencia.
Ello puede observarse en la figura 4.18, que muestra la elección del consumidor que
maximiza su utilidad o nivel de satisfacción. El consumidor puede adquirir cualquier
cesta que este ubicada debajo y sobre su recta presupuestaria. Si el consumidor
eligiera una canasta de consumo situada debajo del área que se ubica por debajo de la
93
recta presupuestaria entonces no estaría consumiendo todo su ingreso de forma de
maximizar su nivel de satisfacción sino que una parte del ingreso la dedicaría al
ahorro, entonces debe elegir una cesta ubicada sobre la recta presupuestaria. Siendo
ese el caso, podría elegir la cesta de consumo B o D. La cesta B le otorga el nivel de
satisfacción U1, aunque si elige la cesta C entonces obtendría un nivel de satisfacción
superior U2. Siendo ese el caso la canasta de consumo que elegirá el consumidor será
la cesta C.
Dicha cesta le permite alcanzar la curva de indiferencia más alta posible (es decir la
que le brinda el mayor nivel de satisfacción) dado su ingreso. Por otra parte, una
particularidad del punto C es que en ese punto la curva de indiferencia es tangente a la
recta presupuestaria. Recordemos que el concepto de tangencia implica que tanto la
curva de indiferencia como la recta presupuestaria tienen la misma inclinación (o
pendiente) y que además se tocan en dicho punto. Esto quiere decir que en C la RMS xy
es igual a la relación de precios (-Px / Py). La pendiente entre la recta presupuestaria y
la curva de indiferencia U2 es la misma y además se tocan.
Por tanto, como el bien X es más barato que el bien Y, al consumidor le convendrá
adquirir más unidades de X y menos del bien Y. Por ejemplo, si compra 1 unidad
menos de Y, los 2 pesos ahorrados en esa compra pueden asignarse a la compra de
dos unidades de X, aunque solo se necesite una para mantener su nivel de
satisfacción.
Ahora supongamos que dos consumidores compraron distintas cantidades del bien X y
del bien Y. Si ambas personas maximizan su utilidad, es posible conocer el valor de la
RMSxy de cada una observando los precios de los dos bienes. Aunque no podremos
saber la cantidad que compró de cada bien cada uno de los consumidores, ya que esa
decisión depende de las preferencias individuales y psicológicas de los individuos. Si
los consumidores tienen gustos distintos, consumirán diferentes unidades del bien X y
del bien Y, aunque sus RMSxy sean iguales.
La solución de esquina
Este tipo de elección, en la que el individuo consume solo uno de los bienes que
conforman la canasta o cesta de consumo, se denomina solución de esquina. En
estos casos la cesta de elegida aparece en la esquina del gráfico y está representada
95
por el punto B. Como se observa la curva de indiferencia y la recta de presupuesto no
son tangentes en B, sino que la pendiente de la curva de indiferencia es mayor en ese
punto. Es decir que RMSxy ≥ Px/Py. Esta desigualdad señala que el consumidor
continuaría adquiriendo gaseosas en lugar de agua si esto fuera posible; sin embargo
en B el consumidor está consumiendo todas las gaseosas a las que puede acceder
dada su restricción presupuestaria.
¿De qué manera utilizan las empresas el conocimiento que poseen sobre las
preferencias de los consumidores como la descripta en las decisiones de producción
que deben tomar?
En este sentido, la empresa puede decidir atraer a los dos grupos de consumidores
fabricando un nuevo diseño que destaque más algunas características y un poco menos
otras; o modificar el mix de producción introduciendo en el mercado dos tipos de bienes,
uno dirigido a un grupo específico de consumidores que enfatice las características que
son de su preferencia y otro que destaque las particularidades que son de interés del otro
grupo de consumidores.
Conocer las preferencias de cada grupo, el número de consumidores que integra cada
uno, y el grupo socioeconómico al que está dirigida la oferta de productos ayudaría a la
empresa a tomar una decisión razonable. En la solución de esquina la RMS xy del
96
consumidor no es igual a la relación de precios, por lo cual la condición que maximiza
la satisfacción viene dada por la desigualdad:
RMSxy ≥ Px/Py
RMSxy = Px/Py
El análisis antes realizado, muestra que las estimaciones sobre las ventas de un
producto ante un cambio en las condiciones económicas dependen de las
características de las preferencias de los consumidores por ese bien y de la relación
de precios con los bienes relacionados (pendiente de la recta presupuestaria). Por
ejemplo, si la RMSxy es significativamente mayor que la relación de precios, entonces
se requerirá una variación sustancial en los precios relativos de modo de incidir en las
preferencias de los consumidores.
La Universidad a la que concurre Diego otorga préstamos a aquellos alumnos que como él,
carecen de posibilidades para financiar sus estudios universitarios. Los beneficiarios pueden
recibir el máximo asignado en cada caso, según las condiciones económicas de cada
estudiante, a condición de que lo gasten en material bibliográfico, o de otro tipo según la
carrera de que se tratara.
La recta presupuestaria inicial es la línea AB. El préstamo permite a Diego expandir el gasto en
educación en la cantidad BD. Ello está representado por el desplazamiento paralelo de la recta
presupuestaria desde AB hasta CD. Ahora, con la ayuda financiera Diego desplaza su
consumo desde la cesta F ubicada sobre la curva de indiferenciaU 0, hasta la cesta H ubicada
en U1. Pero H es una solución de esquina, pues la curva de indiferencia U 1 en dicho punto no
es tangente a
la recta de presupuesto, sino que |RMSce| ≥ CE
. El punto de tangencia (es decir el punto óptimo
CF
97
Préstamos para la educación universitaria
Cuando un estudiante recibe un préstamo para gastos en educación la
cesta de consumo se desplaza de F a H, que es una solución de
esquina. Si el préstamo pudiera aplicarse además a realizar otros
gastos, el estudiante disfrutaría de un bienestar mayor en el punto J.
Como vimos en este capítulo las preferencias del consumidor pueden estudiarse desde
el punto de vista de las curvas de indiferencia o desde el enfoque de la Función de
Utilidad24. En el primero de los casos mostramos cómo el consumidor maximizaba su
satisfacción o nivel de bienestar dada su restricción presupuestaria.
24
Las funciones de utilidad, describen el comportamiento de los consumidores que tienen las siguientes
características: a) Si más es preferido a menos, entonces la función de utilidad tiene pendiente positiva, b)
La Ley de los rendimientos marginales decrecientes implica que la función de utilidad es cóncava dado
que su derivada parcial o utilidad marginal es decreciente. Expresado en términos matemáticos: ∂U(x) / ∂x
> 0 ; ∂2 U(x) / ∂x2 < 0. Que también es lo mismo que escribir UMgx > 0 y UMgxx < 0. Del mismo modo,
puede expresarse como f´x > 0 ; fxx´´ < 0 c) Por último, el individuo puede ser: adverso al riesgo, en ese
caso la UMg es decreciente; indiferente al riesgo, cuando la función de utilidad es una línea recta con
origen en cero; o amante del riesgo cuando la UMg es creciente.
98
determina el nivel de satisfacción que recibe el individuo. A partir del concepto de
utilidad, el análisis de maximización puede realizarse desde otro punto de vista.
La función de utilidad tiene pendiente positiva, aunque la misma crece a una tasa
decreciente. Esto significa que en la medida que el individuo consume unidades
adicionales del bien la utilidad o nivel de bienestar del consumidor aumenta, pero lo
hace a una tasa decreciente.
dU(xy)= UMgx ∆x
dU = UMgx ∆x + UMgy ∆y = 0
+ -
99
Como se observa, el consumo adicional del bien x, ∆x, generará un aumento en la
utilidad marginal UMx, que dará lugar a un aumento en la utilidad total de UMx ∆x. Al
mismo tiempo, la reducción del consumo de Y, ∆y, reducirá la utilidad por unidad en
UMy, lo que resultará en una pérdida igual a UMy ∆y.
UMgx ∆x = - UMgy ∆y
GHI@ − ∆J (1)
GHI> ∆K
∆J
MNO P − ∆K (2)
GHI@
La ecuación establece que el cociente de las utilidades marginales es igual a la
GHI>
Por otra parte, del equilibrio del consumidor surge que la tasa subjetiva de intercambio
de bienes es igual al cociente de precios o tasa objetiva de intercambio, es decir:
C@
|MNO | = (3)
C>
GHI@ = B (4)
GHI> B
100
GHI@ = GHI> (5)
C@ B
Supongamos que un individuo obtiene más utilidad gastando un peso más en queso
que en una botella de gaseosa. En ese caso, su utilidad aumentará si gastara más en
queso. En la medida que la utilidad adicional que le reporta al consumidor el gasto de
un peso más en queso, sea superior a la utilidad adicional que obtiene cuando gasta
un peso más en gaseosas, entonces le será posible mejorar su nivel de satisfacción o
bienestar destinando una mayor parte de su presupuesto a la compra de queso y una
menor proporción a la compra de gaseosas.
S T(K, J. + V
WA − B ? − B
;X
S= T(K, J) 5
V (A − B
102
?− B
;)
Las condiciones de primer orden consisten en realizar las derivadas parciales de L con
respecto a las variables X, Y, λ e igualarlas a cero:
ZS
= TN[ − VB =
0 (1) ZK ZS
= TN[ − VB =
0 (2) ZJ ZS
A= B?− B; (3)
TN[ K B TN[ J
B TN[ TN[ B B
= = V (4)
= = V (5)
103
utilidad marginal que obtiene del último peso gastado en el bien X y en el bien Y es la
misma.
TN[ TN[ B B
> (6)
TN[ K B TN[ J
B
= = V (4)
A= B?− B; (3)
+ -
UMX (x, y) dx + UMY(X, Y) dy = dU* = 0 (2)
Reordenando se obtiene:
Por otra parte, un aumento del ingreso se reparte entre los dos bienes, por lo cual
variación del ingreso se expresa de la siguiente forma:
dI = PXdX + PYdY (5)
V
GHI @ GHI> (7.
C C>
TN[ TN[
V
(8.
B B
105
x*1 = x1 (p1, p2, . . . , pn, I) x*n
= xn (p1, p2, . . . , pn, I) x*2 =
x2 (p1, p2, . . . , pn, I) (4.41)
En palabras, diríamos que ante el deseo del individuo de maximizar su utilidad, dada la
restricción presupuestaria, el nivel óptimo de utilidad que puede alcanzar dependerá
indirectamente de los precios de los bienes que compra y de su ingreso.
La función de utilidad indirecta V refleja esta dependencia. Si el ingreso o los precios
cambiaran, entonces el nivel de utilidad que puede alcanzar el individuo también se
vería afectado. En la teoría del consumidor y en muchos otros contextos, a veces
podemos utilizar este planteamiento indirecto para estudiar cómo los cambios de las
circunstancias económicas afectan distintos tipos de resultados, como la utilidad o,
como veremos en capítulos posteriores, los costos de las empresas.
En términos más formales, el problema dual de la minimización del gasto del individuo
consiste en elegir x1, x2, . . . , xn de modo que pueda minimizar gastos totales:
E = p1x1 + p2x2 + . . . + pnxn, (4.48)
106
sujeto a la restricción: U = U(x1, x2, . . . , xn) (4.49)
La cantidad optima de x1, x2, . . . xn que se elija en este problema dependerá de los
precios de los diversos bienes (p1, p2, . . . , pn) y del nivel de utilidad requerido –U2. Si
alguno de los precios cambiara o si el individuo tuviera otro “objetivo” de utilidad,
entonces otro paquete de bienes seria el óptimo. Una función gasto resumiría esta
relación.
DEFINICIÓN
Función gasto. La función de gasto del individuo muestra el gasto mínimo necesario
para alcanzar un determinado nivel de utilidad dado un conjunto de precios
determinado. Es decir, gasto mínimo = E(p1, p2, . . . , pn, U) (4.50).
a- PX – µ UMX(X, Y) = 0
b- PY – µ UMY(X, Y) = 0
c- U(X, Y) = U*
Capítulo 5
La Curva de Demanda del
Individuo y del mercado
108
Introducción
En el capítulo 4 estudiamos las preferencias de los consumidores, su naturaleza, los
distintos enfoques para representarlas u ordenar las cestas y las condiciones que
deben cumplirse para que éste logre maximizar su bienestar sujeto a una restricción
presupuestaria.
Por su parte, veremos que la obtención de la curva de demanda de largo plazo surge
de la agregación de las curvas de demanda individual y que, conforme a sus
características, las mismas difieren entre sí. También enunciaremos algunos de los
métodos que utilizan los economistas para obtener información empírica de la
demanda y proceder a su posterior estimación.
Relacionando la parte (a) del gráfico con la parte (b) es posible notar que a lo largo de
la curva de precio consumo, a medida que el precio de uno de los bienes disminuye, el
consumidor puede alcanzar curvas de indiferencia superiores o niveles de utilidad
mayores. Ello se debe a que cuando el precio de un bien disminuye, aumenta el poder
adquisitivo o poder de compra del individuo. Ello significa que, a lo largo de la curva de
demanda, a medida que el precio baja el consumidor aumenta su nivel de utilidad.
Esto quiere decir que cada punto de la curva de demanda es un punto óptimo en el
consumo que satisface la condición según la cual al RMSxy es igual a la relación de
=
@
precios entre X e Y. Al disminuir el precio del bien X se reduce la relación de precios
=> y la RMSxy La disminución de la RMSxy indica que el valor subjetivo que otorga el
consumidor al bien X respecto del bien Y es menor a medida que adquiere una mayor
cantidad de X.
111
curva de indiferencia U2 y la cesta óptima es la B. Un nuevo aumento del ingreso
genera un desplazamiento de la recta presupuestaria hacia la derecha, que representa
un incremento en el bienestar del consumidor pues ahora la curva de indiferencia
relevante es U3 y la cesta maximizadora del bienestar es D. De igual modo, podemos
continuar aumentando el ingreso y obteniendo nuevas canastas que mejoren el
bienestar dl individuo.
La Figura 5.2 (a) muestra la curva de ingreso-consumo que contiene las cestas
maximizadoras de la utilidad correspondientes a todas y cada una de las variaciones
posibles del ingreso. La misma tiene pendiente positiva pues cuando aumenta el
ingreso también aumenta el consumo de los bienes (X,Y), en ese caso los bienes son
normales.
Matemáticamente, lo anterior puede expresarse como: > 0, entonces el bien es
<
normal. Si en cambio la relación fuese < 0, entonces el bien sería inferior pues a
<
112
medida que el ingreso (o capacidad de compra) del consumidor aumenta deja de
comprar ciertos bienes y los reemplaza por otros que son de su mayor agrado.
Cuando estudiamos la curva de precio consumo vimos que una modificación del precio
genera un cambio en la pendiente de la recta presupuestaria y que en la curva de
demanda dicho cambio en el precio se presenta como un desplazamiento a lo largo de
la curva de demanda.
Por su parte, si la curva de ingreso consumo tiene pendiente positiva significa que la
elasticidad ingreso de la demanda es positiva (d = e aJ
> 0), los
bienes son normales < aK
y un aumento del ingreso se presenta como un desplazamiento hacia la derecha de la
curva de demanda (Figura 5.2 (b)). Cuanto mayor sean los desplazamientos de la
curva de demanda, mayor será la elasticidad ingreso de la demanda del bien.
Además, existen ciertos bienes cuya cantidad demandada disminuye cuando aumenta
el ingreso. En ese caso, la elasticidad ingreso de la demanda es negativa y el bien
se denomina inferior. Es preciso notar que un bien puede ser normal para bajos
niveles de ingreso, pero a medida que éste comienza a aumentar, el consumo
del bien tiende a disminuir. Esta retracción del consumo, se representa en la Figura
5.3 como una curva de ingreso consumo que a determinado nivel de ingreso se vuelve
113
hacia atrás. En el gráfico, dicho comportamiento corresponde al tramo comprendido
entre el punto B y el punto C. Ello ocurre dado que a partir de cierto ingreso del
consumidor las hamburguesas se convirtieren en un bien inferior, es decir que el
consumo disminuye cuando el ingreso aumenta. De la curva de Ingreso consumo,
obtenemos la curva de Engel.
a) Bienes Normales
Al igual que la curva de demanda que relaciona precio y cantidad, se deriva de la curva
de precio-consumo; la curva de Engel se deriva de la curva de ingreso consumo. La
curva de Engel relaciona el ingreso del individuo (medido en pesos) con el consumo de
un bien, medido en unidades.
La figura 5.4 muestra cómo se obtienen las curvas de Engel en el caso de un bien
normal. En la parte (a) del gráfico se presenta la curva de ingreso consumo de un bien
normal, que se caracteriza por la relación positiva entre la variación de las cantidades
demandadas de los bienes consumidos ante una variación positiva en el ingreso. Allí
se observa que cuando el ingreso del individuo aumenta de $100 a $200 y,
posteriormente, a $ 300, el consumo del bien X aumenta de 4 a 8 unidades y, por
114
último, a 16 unidades. Por su parte, el aumento en el ingreso hace que las unidades
consumidas del bien Y pasen de 3 unidades a 6 unidades y luego a 7 unidades.
A diferencia de la sección (a) del gráfico en que se relacionaban los dos bienes con las
variaciones que experimentaba el ingreso, en la sección (b) del gráfico se muestra la
relación existente entre las cantidades consumidas de uno de los dos bienes, en este
caso del bien X, ubicadas en el eje de abscisas y el ingreso del individuo, situado en el
eje de ordenadas. Vinculando las cantidades demandadas de X para cada nivel de
ingreso, obtenemos la Curva de Engel que se presenta en la figura 5.4.b. La misma
tiene pendiente positiva indicando que a medida que aumenta el ingreso, también fg
aumenta el consumo del bien X, es decir que el > 0 , por lo que se trata de un bien fh
normal. En relación a ello, recordemos que los aumentos del ingreso (permaneciendo
todo lo demás constante), se traduce en un desplazamiento de la curva de demanda
hacia la derecha.
b) Bienes Inferiores
Al igual que en el caso del bien normal, para obtener la curva de Engel de un bien
necesitamos relacionar la cantidad comprada del bien inferior (hamburguesas), con el
ingreso del individuo. La retracción en el consumo de hamburguesas a medida que el
ingreso aumenta se representa mediante una curva que se vuelve hacia atrás,
indicando fg
que a mayor ingreso menor será el consumo del bien X= < 0 . La parte de la curva fh
de Engel que tiene pendiente negativa corresponde al tramo de ingreso en el que la
hamburguesa es un bien inferior (Figura 5.5).
115
5. Bienes sustitutivos y complementarios
Por otra parte, analizar las relaciones entre los bienes no es una cuestión simple
debido a que es probable que se modifiquen muchas variables al mismo tiempo
cuando cambia el precio del primer bien.
6. EL EFECTO-RENTA Y EL EFECTO-SUSTITUCIÓN
Cuando varía el precio de uno de los dos bienes que conforman la cesta de consumo,
permaneciendo todo lo demás constante, estudiamos que la recta presupuestaria
pivota sobre el eje del bien cuyo precio no se modificó, pudiendo el consumidor
alcanzar una curva de indiferencia más alta. Dicho movimiento de la recta
presupuestaria puede dividirse en dos efectos llamados, Efecto Ingreso y Efecto
Sustitución.
117
1) El efecto sustitución: como hemos estudiado un cambio en el precio de uno de los
bienes, genera un cambio en la pendiente de la recta presupuestaria y, por tanto, de la
pendiente del punto de tangencia entre la recta presupuestaria y curva de indiferencia.
Es decir que la RMS será una que iguale a la nueva relación de precios.
De lo anterior se desprende, que una variación en la relación objetiva de intercambio
de los bienes en el mercado, irá acompañada necesariamente por un cambio en la
relación subjetiva de intercambio de bienes de los individuos. En consecuencia, la
composición de la canasta de consumo también será otra.
Si bien en la figura 5.6 el pasaje de la cesta C (la canasta inicial) a la cesta B (la
canasta final) representa el efecto total, es posible percibir el cambio de pendiente
en el punto de tangencia entre la relación de precios y las curvas de indiferencia,
tanto en C como en B.
El efecto sustitución nos indica que cantidad de cada uno de los bienes hubiera
comprado el consumidor en el momento inicial cuando su nivel de utilidad era U 1, si en
ese momento los precios de los bienes hubieran sido los del momento final (luego de
la variación de px), permaneciendo constante el nivel de utilidad. El efecto sustitución
viene dado por el pasaje de C a D. Allí se puede observar que ante una disminución
del precio del bien X, px, el individuo estará dispuesto a comprar más unidades de ese
bien. El efecto sustitución siempre tiene signo negativo dado que la relación precio-
cantidad es inversa. Una reducción en el precio del bien X, genera un aumento de las
cantidades demandadas de X.
Como vemos, el efecto sustitución obliga al consumidor a mantener su nivel de
satisfacción constante ante una modificación de los precios, anulando, de este modo,
el cambio en el nivel de bienestar producto de una alteración en el poder de compra
del individuo, que fuera originado mediante la variación de uno de los precios de los
bienes.
118
2) El efecto ingreso: cuando cambia el precio de uno de los bienes, permaneciendo
todo lo demás constante, varía la capacidad de compra del consumidor. Por ejemplo,
si px disminuye el poder adquisitivo del consumidor aumenta. El efecto ingreso es el
pasaje de D a B.
Obsérvese que el efecto sustitución lo que hace es anular el aumento (disminución) del
poder adquisitivo del ingreso que se produce cuando uno de los precios disminuye
(aumenta), con el objetivo de conocer cómo cambia el individuo un bien por otro ante
una variación de uno de los precios cuando el nivel de bienestar está fijo. Para ello, en
caso de que uno de los precios baje se requerirá reducir el ingreso del consumidor a
fin de evitar que mejore su nivel de satisfacción. Por el contrario, será necesario
aumentar el ingreso del individuo si el precio de uno de los bienes aumenta, de manera
que no empeore la situación del consumidor.
Pero, estos aumentos o reducciones en el ingreso del individuo, no se verifican en la
práctica. Es decir, que el cambio de la canasta C a la canasta D es ficticio. Pues en
realidad, la reducción del precio del bien X se verifica como un solo movimiento que va
desde la canasta D a la canasta B (ubicada en una curva de indiferencia más alta,
producto de la mejora en el bienestar por la reducción de px).
119
permaneciendo constante el precio del otro bien y el nivel de utilidad. Dicha curva de
demanda se denomina curva de demanda compensada o Hicksiana y se obtiene
relacionando la cantidad óptima que adquiriría un consumidor de uno de los bienes
cuando varía el precio de ese bien. A diferencia de la Curva de Demanda Marshalliana,
el nivel de utilidad, o satisfacción permanece constante. Es decir, que los cambios en
las pendientes de las rectas presupuestarias como consecuencia de variaciones en
uno de los precios, se produce sobre una misma curva de indiferencia sin modificar el
bienestar o poder adquisitivo del consumidor. Lo descripto se muestra en los gráficos
5.7 y 5.8.
120
Curva de demanda compensada. Una curva de demanda compensada muestra la
relación entre el precio de un bien y la cantidad adquirida del mismo, partiendo del
supuesto que los demás precios y la utilidad se mantienen constantes. Por tanto, la
curva (también llamada curva de demanda “Hicksiana” en honor al economista
británico John Hicks) tan solo ilustra el efecto sustitución. En términos matemáticos, la
curva de demanda Hicksiana es una representación bidimensional de una función de
demanda compensada: x* = d(px , py*, U*)
La figura 5.9 permite relacionar los dos conceptos de demanda que hemos
desarrollado a lo largo del capítulo: Marshalliana y Hicksiana.
Para ello, partiremos del punto A donde las dos curvas de demanda Marshalliana y
Hicksiana se intersectan, pues allí la cantidad demandada del bien x son iguales en
ambos casos para el precio px. Es decir que en ese punto la función de demanda
121
Marshalliana (que mantiene el efecto ingreso y sustitución juntos) adquiere el mismo
valor en precios y cantidades que la curva de demanda Hicksiana, que contiene
únicamente el efecto sustitución. La intersección se debe a que los ingresos del
individuo son suficientes para alcanzar el nivel de utilidad U1.
En el grafico se muestra que para los precios que están por encima de p* donde
ambas curvas de demanda se intersectan, la curva de Demanda Hicksiana (Xc (px , py,
U) tiene una mayor pendiente y está por encima de la curva de Demanda Marshalliana
(Xm (px , py, I). Mientras que para precios inferiores a p* ocurre lo contrario, la curva de
demanda Hicksiana está por debajo de la curva de demanda Marshalliana.
Ello es así, pues en el caso de la Demanda Marshalliana cuando el precio del bien es
mayor a p*, la cantidad demandada disminuye debido a la caída del poder adquisitivo
del consumidor. Por el contrario, en el caso de la curva de Demanda Hicksiana dado
que solo contempla el efecto sustitución que permite al consumidor mantener
constante su nivel de utilidad U1, el individuo es compensado mediante un aumento en
el ingreso a fin de que su satisfacción o bienestar permanezca constante y por lo tanto
las cantidades demandadas no varíen ante el aumento en el precio.
Por otra parte, si el precio del mercado disminuyese por debajo de p* y la curva de
Demanda fuese la Marshalliana ello provocaría un aumento del poder adquisitivo del
consumidor que luego de la caída del precio puede acceder a niveles superiores de
bienestar. Por eso esta curva de demanda es más plana para valores inferiores a p* y
está por debajo de la curva de demanda Hicksiana.
Cuando observamos el comportamiento de la curva de demanda Hicksiana para
precios inferiores a p*, dado que el individuo debe permanecer sobre la misma curva
de indiferencia manteniendo el nivel de bienestar constante, se debe reducir el ingreso
del individuo a fin de que la reducción del precio no produzca un aumento en el poder
adquisitivo del consumidor que mejore su bienestar y pase a una curva de indiferencia
superior.
122
Para realizar trabajos empíricos se utiliza la curva de demanda Marshalliana, sin
compensar, debido a que los datos de precios e ingresos nominales son de más fácil
acceso.
No obstante, en el tratamiento de algunos temas teóricos la curva de demanda
compensada es más adecuada, dado que por su característica de mantener constante
la utilidad tiene ciertas ventajas. En el análisis del excedente del consumidor se
explican algunos de estos atributos.
7.4 Un análisis matemático de la respuesta ante las variaciones del
precio
Planteamiento directo
El objetivo es conocer cómo varía la demanda del bien X cuando paría su precio:
∆x/∆px. Una posibilidad es hacerlo mediante el planteamiento directo de maximización
de la utilidad, aunque en ese caso se requiere utilizar las condiciones de primer orden
para maximizar la utilidad. Derivar esta n +1 ecuaciones produce un nuevo sistema de
n +1 ecuaciones, cuya resolución permitiría obtener el resultado de la derivada que
requerimos determinar. No obstante, llegar a la solución de esta forma resulta
complejo. Otra forma de hacerlo es mediante el planteamiento indirecto. Como vimos
las dos formulaciones del problema llegan a la misma solución, aunque el planteo
indirecto es más enriquecedor desde el punto de vista de las cuestiones económicas
que comprende.
Planteamiento indirecto
Para utilizar el planteo indirecto partiremos de considerar la función de demanda
compensada, xc (px, py, U), que depende del precio del bien bajo estudio, de los
precios de los bienes relacionados y del nivel de utilidad. El paso siguiente consiste en
relacionar la función de demanda compensada con la función de demanda
marshalliana, que depende de los precios de los bienes, aunque en lugar de
contemplar el nivel de utilidad constante, considera el ingreso como variable relevante:
xd (px , py , I). En apartados anteriores vimos que la función de gasto indica cuál es el
gasto mínimo necesario para obtener determinado nivel de utilidad. La función de
gasto mínimo la expresamos entonces como: E (px, py , U), por lo tanto, por definición
la curva de demanda Marshalliana la podemos expresar del siguiente modo:
Ello dado que el gasto del individuo del problema dual es igual al ingreso del problema
de maximización de la utilidad y que los dos tipos de resolución son formas alternativas
de ver el mismo proceso. Por lo tanto, conforme el gráfico 5.9, en el punto de
intersección de las curvas de demanda Marshalliana y Hicksiana se produce la
siguiente igualdad:
123
La cantidad demandada en A es idéntica cuando los ingresos son suficientes para
alcanzar el nivel de utilidad deseado. En ese caso igualamos la función de demanda
Hicksiana y Marsalliana y obtenemos la ecuación (2). En la función de demanda
ordinaria se reemplazó el ingreso (I) por la función de gasto mínimo (E (px , py , U)).
Luego diferenciamos parcialmente Xh (px , py , U) respecto de px. En la función de
demanda ordinaria esta variable aparece dos veces, en primer lugar dependiendo
directamente de la función de demanda dx , y en segundo término en la función de
gasto mínimo. Aplicando la regla de la cadena ello obtenemos el siguiente resultado:
jkl jk jk jo
+
jmn jmn jo jmn
jk jkl jk jo
−
jmn jmn jo jmn
El efecto sustitución jk
La derivada consta de dos términos. El primero de ellos es la derivada parcial de
la jmn
función de demanda compensada respecto de px, que indica cómo varían las
cantidades demandadas a medida que el precio de X varía permaneciendo constante
el nivel de utilidad. Es decir, que el término indica la pendiente de la curva de demanda
compensada, que es la pendiente de la curva de indiferencia del individuo.
Matemáticamente el término mide el efecto sustitución que, recordemos, tiene siempre
signo negativo.
El efecto ingreso
jk jo jk
jo jmn j
La intuición nos dice que un incremento de $1 en px, aumenta los gastos necesarios
en x dólares, porque el individuo debe pagar $1 más por cada unidad de x que decida
adquirir.
125
Ecuación de Slutsky. La hipótesis de maximización de la utilidad demuestra que
podemos representar el efecto ingreso y el efecto sustitución que se derivan de una
Variación del precio como:
Es decir, que cuando los bienes son normales, la relación entre cantidad y precio es
inversa. Todo lo anterior indica que el efecto ingreso y efecto sustitución al moverse en
el mismo sentido, generan una curva de demanda con pendiente negativa. p
Por el contrario, si se trata de un bien inferior la relación < 0, ello significa que un
p<
aumento en el ingreso generará una reducción de las cantidades consumidas del bien
X; mientras que el signo del efecto sustitución es siempre negativo, por lo cual ambos
efectos actuarán contrarrestándose (Figura 5.11).
126
En este caso, puede ocurrir que el efecto ingreso sea inferior al efecto sustitución, por
lo cual el efecto sustitución continúa dominando al efecto ingreso. Ello hace que la
relación precio-cantidad permanezca siendo inversa y la curva de demanda mantenga
su pendiente negativa.
Por el contrario, cuando el efecto ingreso es mayor que el efecto sustitución y actúa
contrarrestándolo, la relación precio-cantidad se vuelve positiva. En ese caso, la
pendiente de la curva de demanda también será positiva. Este tipo de bien se
denomina
Giffen ( jk
> 0).Esto lleva a la Paradoja del bien de Giffen, y hace referencia a jmn
aquellos productos cuya demanda aumenta cuando su precio aumenta, en ese caso:
p
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> 0. Esta clase de bienes “llamados raros”, se estima que son bienes muy p
C@
inferiores, tanto que cuando el precio aumenta las cantidades demandadas también
aumentan. En la figura 5.12 observamos que inicialmente el consumidor está
consumiendo en el punto C, relativamente poca cantidad del bien X y más cantidad del
bien Y. Si el bien X experimenta una reducción del precio, dispondrá de un mayor
ingreso (debido al aumento del poder adquisitivo del dinero), motivo por el cual
deseará comprar una mayor cantidad del bien Y y una cantidad menor del bien X
(como se muestra en el punto B). El consumidor alcanza un nivel de satisfacción
mayor en B que en C, aunque consuma menos alimentos, que son relativamente más
baratos.
El bien Giffen es enigmático, dado que en general carece de interés práctico pues se
caracteriza por requerir de un gran efecto renta negativo y por lo general el efecto
renta suele ser pequeño. Esto es así, porque cada uno de los bienes solo participa de
una pequeña fracción del presupuesto del consumidor; y los efecto ingreso grandes se
relacionan con bienes normales, como por ejemplo el gasto de alquiler, antes que con
bienes inferiores.
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Esta cantidad es el beneficio que los consumidores obtienen luego de pagar por las
entradas el precio de las mismas en el mercado. Debido a que las curvas de demanda
del mercado no son líneas rectas siempre es posible obtener el excedente del
consumidor midiendo el área que se encuentra ubicada debajo de la curva de
demanda y encima de la recta horizontal que representa el precio.
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