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PRIMEROS PASOS PARA EL ESTUDIO DE LA BIBLIA

Paso 7: LIBROS DE LOS PROFETAS MAYORES (5)

Nombre | Carácter | Lugar | Tiempo

Isaías Prof. Evang. Jerusalén 150ª Antes Cautiverio

Jeremías Prof. Llorón Jerusalén Principio Cautividad

Lamentaciones Principio Cautividad

Ezequiel Prof. Visiones Caldea Antes de la Cautividad

Daniel Prof. Amado Caldea Durante la Cautividad.

Los cinco libros de los profetas mayores son de los más importantes de las Escrituras, lleva cada uno el nombre del
profeta que los escribió. Un profeta es uno que habla por otro, un profeta de Dios es uno que recibe su mensaje de Dios
y es enviado a decirlo al pueblo, hoy es un predicador. Algunas veces los profetas eran comisionados para predecir
acontecimientos; pero su misión general era simplemente llevar los mensajes de Dios.

Había muchos profetas como Elías y Elíseo que no escribieron nada porque sus palabras se dirigían solamente a aquéllos
a quienes hablaban. De los que escribieron sus mensajes, cuatro se conocen como profetas mayores de quienes
tenemos cinco libros.

Isaías se llama el profeta evangélico, porque de todos los escritores del Antiguo Testamento él es el que más claramente
cuenta la historia del evangelio. Comienza con la lamentación de Dios sobre el pecado, y habla de la promesa que Dios
hizo de enviar un Salvador. Con mucha ternura él ruega al pueblo que vuelva a Dios y pinta cuadros muy vivos de la
redención prometida. Vivió en Jerusalén cerca de ciento cincuenta años antes de la cautividad, como profeta, estadista y
consejero de los reyes de Judá.

Jeremías se llama el, profeta llorón, tenía bastante razón para hacer llorar al hombre verdadero, porque profetizó en
Jerusalén antes y al principio de la cautividad. Él veía cómo el pueblo se apresuraba hacia la ruina, y él tenía la palabra de
Dios de la segura llegada de la destrucción de la ciudad, pero el pueblo no lo escuchó. Él fue perseguido y aprisionado,
pero con valor seguía proclamando su mensaje. El no fue llevado a Babilonia, sino que permaneció en Judea para
procurar convencer al pueblo que debía escuchar la palabra de Dios.

El libro de Lamentaciones es un pequeño poema escrito por Jeremías, lamentando la ruina de la Ciudad Santa. Fue
escrito en Jerusalén al principio de la cautividad.

Ezequiel se llama el profeta de las visiones, por su manera de recibir y dar su mensaje; él dice: «…… estando yo en medio
de los trasportados junto al río de Chebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios». Él escribió en Caldea en un
período anterior a la cautividad, y tuvo grande influencia entre los cautivos. Sus visiones hablan de los propósitos
misericordiosos de Dios en la restauración de su pueblo.

Daniel se llama el profeta amado, él profetizaba en Caldea y Persia durante la cautividad. Era niño judío, de nacimiento
noble, llevado entre los cautivos a Babilonia, en donde llegó a un puesto muy alto de honra y poder bajo el reinado de
los reyes caldeos y persas. En este libro tenemos la historia de su lealtad a Dios, su vida útil y sus visiones maravillosas.

Paso 8: LOS 12 PROFETAS MENORES

400 años

Amonestación

12 Profetas Menores 4 Israel 8 Judá

Oseas (Infiel fam. De Dios)


Joel (Día del Señor)

Amos (Amonest. Del Pastor)

Abdias (Contra Edom) Jonas (Arrepentíos)

Miqueas (pecados de Judá)

Nahum Habacuc (Juicio) (Oración del Profeta)

Sofonías (Juicio de Jerusalén)

¡Restauración | Haggeo Zacarías Malaquías

(Reedificación Templo) (Glors. Futuras) (Venida Mesías)

Los doce profetas menores fueron hombres a quienes Dios mandó en diferentes épocas a su pueblo a los reinos de Israel
y Judá durante un período de cuatrocientos años, desde la amonestación a Israel, antes de su destrucción, hasta la
restauración de Judá, después de su cautiverio en Babilonia. En ninguna manera son los únicos profetas que hablaron
durante este período, pero el Espíritu Santo ha preservado estas profecías para nosotros, ya sea por el valor directo de
su mensaje, declarando verdades eternas o ya sea por su valor indirecto, dándonos mas luz sobre las condiciones de los
tiempos durante los cuales ellos hablaron.

Cuatro de éstos profetizaron a Israel y ocho a Judá. Por sus vividos mensajes o por sus imponentes personalidades
fácilmente podemos recordar a estos doce hombres. Como están arreglados en nuestra Biblia, los primeros ocho
alternan en Israel y Judá.

Oseas profetizó en Israel mientras Isaías estaba en Jerusalén. Fue el período más brillante de la historia del Reino del
Norte, aunque su destrucción se aproximaba. Oseas estaba descontento en su propio hogar, esposa infiel e hijos
desobedientes, él habló de la infiel familia de Dios y rogaba al pueblo que se volviese a él. (Léase la historia del corazón
quebrantado del padre en capítulo 11).

Joel profetizó a Judá, como sus escritos no tienen fecha, no podemos estar seguros de cuándo escribió; juzgando por
algunas cosas que él dice, es probable que viviera mucho después de Oseas y profetizó a los judíos en Caldea durante el
cautiverio, advierte al pueblo que está cercano el día del Señor.

Amos era un pastor de Tecoa, en Judea: pero Dios lo mandó a Israel para anunciar la resolución de Dios de castigar a la
nación. Sufrió por su valentía, profetizó un poco antes que Oseas. Abdías es el libro más corto del Antiguo Testamento;
contiene los juicios de Dios sobre Edom, que era el antiguo enemigo de Judá. No hay nada que nos indique la fecha, y
por esto, después de estos dos profetas de Judá, pondremos «?» para recordamos que hay dos profetas, de cuyos
escritos la fecha es desconocida.

En Oseas y Amos tenemos que pensar a la vez, porque hablaron al mismo pueblo acerca del mismo tiempo y los dos
fueron enviados a denunciar la idolatría de Israel. Cada uno habló a su propio estilo: Oseas suplicando y Amos
denunciando.

Jonás profetizó en Israel al mismo tiempo que Amos. Los asirios amenazaban la vida de la nación y Dios mandó su
profeta a la capital asiría, Nínive, con una amonestación. Él habla del arrepentimiento de Nínive. Es una lección
maravillosa de la gran misericordia de Dios a los gentiles en contraste con la falta de voluntad del hombre de ser
misericordioso.

Miqueas habló en Judá en el tiempo de Isaías. Lamenta los pecados de Judá y da la promesa de un Salvador (5:2).

Nahum le oímos en Israel, mucho después de Jonás, prediciendo el juicio de Nínive, cuyo arrepentimiento había sido de
poca duración. Su lenguaje es muy vivido. Pensamos al mismo tiempo en Jonás y Nahum porque los dos profetizaron
acerca de Nínive.
Habacuc en Judea habla del levantamiento de los caldeos y predice sus victorias. Esto nos muestra que él escribió en
algún tiempo de la generación que vio el cautiverio. El usa un estilo muy poético para expresar su idea de la majestad de
Dios. Su profecía puede llamarse la oración del profeta.

Sofonías en Judea, antes del cautiverio anuncia el juicio de Jerusalén por causa de sus pecados, pero acaba con una
misericordiosa predicción de salvación. Así es que podemos relacionar a estos tres profetas de Judea; Miqueas, Habacuc
y Sofonías, que procuraban preparar a Jerusalén, advirtiéndole el seguro castigo por sus pecados, el cual se presentaría
en la cautividad cercana que ellos predecían.

Los tres últimos profetas hablaron en Jerusalén después de que los cautivos habían vuelto de Babilonia, y pueden
llamarse «los profetas de la restauración».

Haggeo era anciano cuando volvió con Zorobabel a la ciudad decaída. Después de una larga oposición, él alzó su voz
abogando por la reedificación del templo, gracias al estímulo de él la obra llegó a feliz término.

Zacarías, joven, compañero de Haggeo, profetizó al mismo tiempo que éste, animando al pueblo desmayado, pintando
las glorias futuras que seguirán después de la restauración.

Malaquías fue el último en dar su mensaje, quien escribió durante el tiempo de Nehemías, probablemente durante su
estadía en Persia. El escritor habla con seguridad de un Mesías venidero, uniendo así el Antiguo con el Nuevo
Testamento.

Paso 9: LOS LIBROS DEL NUEVO TESTAMENTO

4 Evangelios -1 Hist. – 21 Epístolas – 1 Profecía

Evangelios:

1. Mateo – Jesús – Rey de los Judíos

2. Marcos – Jesús – Siervo de Dios

3. Lucas – Jesús – Salvador del hombre

4. Juan – Jesús – Hijo de Dios

Actos o Hechos de los Apóstoles Historia de la Iglesia

El Nuevo Testamento contiene cuatro libros llamados Los Evangelios (evangelio significa «Buenas Nuevas»), uno de
historia, veintiuna epístolas y uno de profecía. Todos estos encuentran su significado en la maravillosa historia de las
historias.

Los evangelios son cuatro diferentes puntos de vista de la misión de Jesús para que de esta manera podamos entenderla
mejor. Con este propósito cada escritor escoge los acontecimientos necesarios para presentar su punto de vista, y los
pone en un orden más bien lógico que cronológico. Cada evangelio debe ser leído y estudiado solo, teniendo delante su
propósito.

Mateo habla de Jesús, el rey de los judíos. Nótese la genealogía real desde David, el homenaje de los reyes,
proclamación por un heraldo, la ley del nuevo reino (sermón del monte), las parábolas del reino, etc.. El rey, por mucho
tiempo esperado, viene; afirma sus derechos, es rechazado, crucificado, se levanta en majestad y gloria de la tumba,
asciende a los cielos y promete volver por su Iglesia.

Marcos nos habla de Jesús, el siervo de Dios. Es el evangelio de servicio y sacrificio. No hay ninguna genealogía ni
historia del nacimiento, porque esas no son importantes en la historia de un siervo. La palabra clave es:
inmediatamente. Su pensamiento céntrico: la consagración.
Lucas nos habla de Jesús, el Salvador del hombre. Es el evangelio de humanidad y redención. Contiene la genealogía
desde Adán, parentesco, parábolas de humanidad y redención; la historia de su muerte que sufrió no solamente por
Israel sino por todo el mundo.

Juan nos habla de la historia de Jesús, el Hijo de Dios. Es el evangelio de la divinidad: «El verbo era Dios». El autor dice
cuál fue su objeto en 20:31 «Estas empero son escritas, para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que
creyendo, tengáis vida en su nombre». Es un argumento lógico y concluyente desde el principio hasta el fin.

Finalmente tenemos los hechos de los apóstoles, el cual habla de los comienzos de la iglesia. Este libro nos dice cómo
después de la ascensión de Jesús, continuó su obra sobre la tierra por medio de la iglesia, de la cual él es la cabeza. La
representa como actualmente presente, dirigiendo su obra.

Paso 10: Historia del Nuevo Testamento (continuación)

Los primeros cinco libros del Nuevo testamento nos dan la historia del gran plan de salvación, desde el lugar donde la
deja el Antiguo Testamento.

1. Dan la historia de Cristo, palabra griega que significa «ungido», como la palabra hebraica Mesías. También se llama
Jesús, que quiere decir «Salvador». El nombre Jesús pertenece a su obra, como Cristo se refiere a su oficio. Un tercer
nombre de gran importancia explica su persona, Emmanuel, que significa «Dios con nosotros». Mientras el Antiguo
Testamento habla de la promesa y preparación para el Cristo, el Nuevo Testamento habla del cumplimiento, su
encamación (lea Juan 1:14). Este es el gran misterio de cómo Dios se unió con nosotros en Emmanuel para ser nuestro
Salvador; no necesitamos comprender cómo, para creer que lo hizo. Nos hablan del evangelio del reino, hemos visto ya
el plan de un reino en el cual Dios tenía que ser rey; ahora vienen las buenas nuevas que el Rey ha venido. Esto se
sostiene en la historia de sus obras de misericordia y palabras de amor que prueban su poder y su buena voluntad hacia
los hombres.

2. Refieren la historia de la cruz. La cruz manifiesta el rechazamiento que el pueblo hizo al rey, «4 lo suyo vino, y los
suyos no le recibieron» dice Juan 1:11, la cruz cruel, en la cual Jesús murió y el sepulcro que selló su muerte, esta terrible
historia se explica, teniendo dos resultados muy distintos. Carga sobre el hombre la culpa más profunda que se haya
conocido (lea Hebreos 10: 28 y 29). El rechazamiento de Cristo es el crimen que será sobre todos los crímenes en el día
del juicio (lea Juan 16: 8 y 9). Pero a pesar de todo. Cristo hizo expiación con su sangre por el pecado. Nosotros,
participando en la culpa del rechazamiento, podemos sellar nuestra condenación, pero humildemente aceptando la
expiación podemos ser salvos, Juan 3:16 dice: «Porque de tal manera, amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna».

3. Nos dan la historia de la corona. En la resurrección de Cristo vemos al rey volviendo vencedor de su conflicto con la
muerte. Sigue su ascensión al cielo en donde reside su trono. Se nos dice del principio de su reino, él recibe su trono en
el cielo mientras se prepara su reino en la tierra.

4. Refiere la historia de la iglesia que él dejó en la tierra, para continuar su obra y preparar su reino. Su gran comisión es
predicar el evangelio, su investidura con poder divino con la venida del Espíritu Santo, y el principio de la conquista del
mundo en su nombre. La historia de la conquista comienza con un conflicto en Jerusalén, luego sigue la misión a los
gentiles (no judíos), por la cual el evangelio fue predicado en Siria, Asia Menor, Grecia y Roma; el agente principal en
esta obra fue Pablo, conocido como el «Apóstol de los gentiles».

Los cristianos iban por todas partes llevando las buenas nuevas de salvación en Cristo, por todo el reino romano.

Paso 11: LAS EPÍSTOLAS

21 EPÍSTOLAS

13 escritas por Pablo y 8 por otros autores

1. A Los Romanos – Justificados por la Fe


2. 1ª y 2ª A Los Corintios – Iglesia Cuerpo de Cristo

3. A Los Gálatas – Libertad Cristiana

4. A Los Efesios – Privilegios Cristianos

5. A Los Filipenses – progreso Cristiano

6. A Los Colosenses – Cristo en nosotros

7. 1ª y 2ª A Los Tesalonicenses – Venida de Cristo

8. 1ª y 2ª A Timoteo – Deberes del Pastor

9. A Tito – Asuntos Predicaciones

10. A Filemón – Esclavo Convertido

13 Cartas escritas por el apóstol Pablo

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